El día que salió de mí, la puta que llevaba dentro

Al principio, yo me conectaba muy poco a Internet, pero un día por azar descubrí una página de relatos eróticos, y me enganche a ella totalmente, siempre que tenía una posibilidad la aprovechaba para conectarme y leer un relato erótico, lo cual llego a excitarme.

Antes de comenzar mi historia, quiero que sepan algo de mí. Me llamo Sandra y soy una mujer de 35 años de una ciudad del sur de España, casada con mi novio de toda la vida y al que quiero muchísimo. Físicamente no estoy mal, no soy una modelo pero no estoy mal, o al menos eso me dicen, tengo una altura de 1.70, peso unos 60 Kg., pero lo que más llama la atención en mi cuerpo son mis pechos (utilizo una 105), ojos verdes y una melena morena como buena andaluza. Tanto mi marido como yo trabajamos en diferentes estamentos públicos, por lo que el nivel de vida que llevamos no esta nada mal, pero como siempre se ha dicho "el dinero no hace la facilidad" y eso lo reafirmo.

Hace diez años de nuestro matrimonio, y durante ese periodo de tiempo digamos que las cosas iban como tenían que ir, con las discusiones típicas de pareja, pero sin ningún problema serio a destacar.

Todo empezó a cambiar cuando decidimos poner Internet en casa, habíamos echo un pacto de no instalarlo, para no traernos trabajo a casa, y también para que no tuviésemos excusas para no estar juntos el tiempo que pasábamos en casa. Pero al cambiar de vivienda lo pusimos no se por que pero lo pusimos y ahí puedo decir que comienza mi historia.

Al principio, yo me conectaba muy poco a Internet, pero un día por azar descubrí una página de relatos eróticos, y me enganche a ella totalmente, siempre que tenía una posibilidad la aprovechaba para conectarme y leer un relato erótico, lo cual llego a excitarme tanto que acababa masturbándome diariamente (consecuentemente eso afectaba y bastante a mi vida sexual en casa, que hasta entonces podemos decir que era satisfactoria). Pero como es de suponer, esto ya no me satisfacía lo mismo y empecé a entrar en páginas de contacto. Al principio me lo tome como algo divertido, ameno, conocía a gente muy simpática con las que chateaba, con las que me reía, no tenía que guardar la compostura y las formas como siempre en mi vida, y podía mostrarme tal y como era, aceptaba ocasionalmente la Cám., hasta que todo se desmadro, y me di cuenta que no podía pasar un día sin ver a algún hombre masturbarse para mi, me llegue a enganchar tanto que pedía días libres en mi trabajo para poder conectarme en páginas de contacto y mostrarme desnuda para masturbarme con cuantos más mejor, como digo todo se desmadro (salio a la luz la PUTA que llevaba dentro tanto tiempo, y que por mi entorno, mi educación, no había salido nunca).

Pero como hasta ese momento todo era virtual, me decía a mi misma que no pasaba nada, y así paso un año más o menos, hasta que coincidí con Jaime en la red, vivía en una ciudad al Nordeste de España, era una persona agradable y de bastante más edad que yo, yo entonces tenía 32 años y el 60, era catedrático de universidad. Estaba prejubilado por lo que tenía todo el tiempo del mundo, así que cada vez que me conectaba lo encontraba. Al principio solo hablábamos (lo cual me encantaba hacer con el) tenía fácil conversación además de ser muy interesantes estas, eso unido al respecto con el que me trataba (no muy frecuente en la red) y al impacto que ocasiono en mi su edad, (desde siempre me han atraído los hombres mayores que yo, pero jamás se me había ocurrido estar con ninguno, supongo que por el tipo de educación que me dieron) pues eso que siempre que lo veía conectado, no desaprovechaba la ocasión, y estábamos horas chateando. Estuvimos chateando durante unos meses todos los días, y en ningún momento ninguno de los dos, insinuó un encuentro (aunque yo en el fondo lo deseaba muchísimo). Me encantaba el cambio de personalidad que sufría, no era el mismo Jaime cuando hablamos de nuestras vidas, de nuestras cosas rutinarias, al Jaime que se trasformaba cuando nos calentábamos, en ese momento me trataba como una autentica zorra y eso me excitaba muchísimo.

Pero jamás sabemos lo que nos deparará el futuro y en esta ocasión el futuro nos propició situaciones increíbles.

Un buen día a mi marido le mandaron cuatro días a un congreso a Madrid, cuando me lo comento tuvimos una bronca monumental, ya que yo no quería que fuese, no se el porque, pero yo no quería, así que después de pelea tras pelea todos los días, llego el DIA de su marcha, y el se marchó, y yo me quede en casa con un cabreo que no había quien me soportase.

Fue entonces cuando abrí el MSN y allí estaba Jaime, claro me desahogue con el, y después de estar chateando unas horas termine cabreada también con el, debido a que le daba la razón a mi marido, diciendo que no entendía como me podía enfadar por esa tontería, que le habían obligado a ir y cosas así, por lo que acabe cerrando el ordenador para irme a la cama. Estaba enfadada con todo el mundo.

Al día siguiente cuando me desperté, tenia la sensación de que había actuado mal, por lo que me dispuse a contactar con Jaime, pero este no estaba, lo intente durante todo el día, pero fue imposible no se conectó. Fue en ese momento cuando me di cuenta que en realidad ese viejo me importaba, y que me dolía muchísimo el no poder hablar con el. Con estas dudas paso el día, y por fin sobre las ocho de la tarde me conecto y allí estaba el. Jamás había sentido esa sensación de alegría con nadie de la red, fue especial el verlo conectado, así que me dispuse a que si el quería estaríamos toda la noche chateando.

Pero cual fue mi sorpresa que a los 10m de hablar, me dice que no le apetece seguir chateando, que si quiero seguir hablando con el le debería dar el numero de mi móvil. No lo dude un instante y se lo di (aunque jamás antes se lo había dado a nadie de la página, una cosa era mi vida real, y otra lo que pasaba en la red).

Me llamó al instante, estaba muy tensa, por lo que yo sentía, pero me gustaba muchísimo esa sensación, pero nada comparable a lo que sentí cuando me dijo que se encontraba en mi ciudad en un hotel muy conocido, yo no me lo podía creer, así que me dijo: - Voy a colgar, llama al hotel que te he dicho y que te pongan con la habitación 308. Colgó y llame, era cierto estaba aquí, no soy capaz de describir mi sensación, alegría, miedo, excitación, dudas, no lo se, pero una cosa tenía clara, quería conocerlo.

Después de los nervios, de las dudas, iniciales, quedamos en la cafetería del hotel. Nos habíamos visto por Can y habíamos tenido cibersexo, pero la sensación que tuve al verlo, supero todas las expectativas y dudas que yo podía tener. Al verlo quede impactada, era más alto y fuerte de lo que creía, y tenía un atractivo que por cam no se deslumbraba, era muy elegante. Me saludo muy serio y cortés, adulando mi aspecto con elegantes piropos, lo cual ocasionó que me sonrojase, pues aunque en ocasiones los hombres lo hacían, la situación y el echo de que fuese el, me incomodaba un poco. Por miedo a que alguien nos viese, me saludo con un beso en la mejilla, en ese momento su olor me fascino. Me invitó a tomar una copa, y pasada una media hora me ofreció ir a su habitación para evitar que alguien nos viese y pudiese ocasionarme algún problema.

No tengo que decir que yo entonces ya estaba muy excitada, y el también, lo delataba su enorme bulto en el pantalón, todo el trayecto hasta la habitación me comporte de una forma muy insinuante, quería provocarlo y el lo sabía, le rozaba discretamente el paquete con mi culito en el ascensor, le cogía la mano muy melosamente etc, eso provoco que yo me mojase cada vez más, y que el ya no pudiese disimular por mucho que se metiese la mano en el bolsillo su enorme bulto y claro nada mas entrar en la habitación nuestros deseos explotaron.

Nada mas entrar en la habitación, me coloco junto a la pared, y comenzó a besarme como jamás pensé que se pudiese besar, me metía la lengua hasta la garganta, sentía su lengua como me hurgaba por toda mi boca y pasaba esta por todos mis dientes, me pasaba de su boca a la mía cantidades indecentes de saliva y yo me la tragaba toda, pero a medida que yo me excitaba con sus besos el también lo hacia ,y ahí empecé a ver su transformación, ya no me trataba con esa educación que hasta entonces demostró, comenzaba a tratarme como una PUTA,(aunque supongo que es lo que soy).

De pronto se separó de mi y quitándome la blusa bruscamente, me dijo, desnúdate Puta, vas a disfrutar lo que no has hecho con el cornudo de tu marido en tantos años. Me desnude sin pensarlo estaba cachondisima y lo que quería realmente era follar, que me follara como jamás nadie lo había echo, y créanme que toda la situación era propicia para ello.

Una vez desnuda me obligó a pasearme por toda la habitación, mientras el se desnudaba encima de la cama, al ver la descomunal verga casi me da algo, no parecía tan grande por cam.

Mientras yo me exhibía el se tocaba su polla, mientras me decía – uff, lo tienes depiladito como a mi me gusta, estas cachonda zorra, te veo lo mojado y brillante que tienes el coño, te lo voy a comer todito para que sepas lo que es una buena comida de coño y no lo que te hace tu maridito.

Yo al oírlo me excitaba cada vez mas, y abría todo lo que podía mis piernas enfrente de el para que lo viese bien, no podía mas, y deseaba que me dijese que fuera junto a el, lo necesitaba.

Me mando tumbarme en la cama y al ver mis tetas tan cerca se hundió en ellas, las lamió y mordisqueo hasta humedecerlas por completo, me hacia daño pero cuanto más daño me hacía mis pezones mas se erizaban y el más caliente se ponía. Empezó a tocarme el clítoris y ahí vi las nubes, que manera de tocarme, el viejo colocaba sus dedos en mi punto G y así me masturbaba hábilmente, hacía pequeños movimientos de delante hacía atrás intercalando movimientos circulares y presionando con la yema de los dedos en mi punto G, el viejo me estaba matando de gusto, mientras continuaba

chupándome mis tetas, mi cara, mi tripa todo hasta que llego a mi gruta. Que manera de comerme el coño, me pasaba la lengua de arriba a bajo abriendo mis labios mayores mientras me sobaba el clítoris con los dedos, me metía los dedos en mi vagina, primero uno, después dos, después tres, yo ya no podía mas, y gemía como una puta -ahh…… ahh!!! Que bien me lo haces, maaaassssssssss, no pares cabrón. Me di cuenta que mis palabras le excitaban mas si cabe, y empezamos a utilizar un lenguaje barriobajero que a los dos nos excitaba.

Me estaba follando con los dedos y yo notaba que estaba próxima a correrme. Pero yo no quería eso, quería que los dos lo lográsemos a la vez, así que de una forma muy hábil me coloque invertida encima de el, y comenzamos un 69 inolvidable.

El continuo con la mejor comida de coño y culito que me han hecho hasta ahora, y yo empecé a acariciar con autentico delirio semejante tranca, notaba su dureza, su suavidad, comencé a masturbarlo muy despacio de arriba hacia abajo, estirándolo todo lo que podía, no tardo en salir las primeras gotas de liquido seminal, las cuales no perdí la ocasión de lamerlas, ¡¡Que manjar……..!! Me volvía loca pasar la lengua por la puntita de su polla a la vez que le masturbaba. En ese momento el ya estaba como loco, y no perdía ocasión para presionarme mi cabeza, animándome a que se la comiera entera. Abrí bien la boca, y fui introduciendo su polla hasta tenerla dentro casi por completo, para luego ir sacándola muy despacito a la vez que se la succionaba (igual que hacen los bebes al mamar) mientras le acariciaba los huevos. Me gustaba castigarlo y en ocasiones no hacia nada en absoluto, eso provocaba en el enfado y me decía cosas como – sigue comiéndome la polla Puta, te crees que he venido hasta aquí para que solo disfrutes tu zorra, al oír decirme esas cosas me excitaba mas si cabe y le mordía su capullo, en ocasiones con rudeza, pero me di cuenta que eso a el le excitaba, estaba descubriendo con un viejo, que el dolor y los insultos podían ser un incentivo.

El no paraba de gemir y de insultarme – Ahh…. Sandra que bien me la mamas, sigue así que te voy a inundar, mamona . Yo continuaba con la mamada que le estaba haciendo y en la cual estaba poniendo toda mi destreza, pero al ver que pronto se iba a correr, decidí frenar un poco para hacerlo mas duradero, y comencé a comerle el culito, que pasada, jamás se lo había hecho a nadie, y me encanto, meter mi lengua en el hoyito negro de un viejo, y ver que se retorcía de placer cuando le introducía un dedito, así estuvimos un buen rato haciendo un 69 increíble, hasta que ambos no pudimos más, y tuvimos unos de los mejores orgasmos sin penetración. Fue bestial, ambos nos corrimos en la boca del otro, y ambos nos tragamos todo. Tengo que decir que a mi su semen me encanto, era mas espeso que el de mi marido, pero su sabor era muy agradable, así que desde ese momento quede enganchada a su semen, (a partir de ese momento cada vez que tenia oportunidad le ordeñaba y me lo bebía)

  • Que gusto me has dado puta, a partir de ahora serás mi zorra. Eso es lo que me dijo después de nuestro primer orgasmo juntos.

Después de lo que habíamos disfrutado yo sabia que esto acababa de empezar, pero no podía olvidar que el hombre con el que estaba tenia 60 años, por lo que tenía que descansar para afrontar el segundo asalto, pero mi sorpresa fue que en menos de media hora, la cual la pasamos besándonos hasta hartarnos, ya estaba de nuevo con su polla mirando al cielo. Entonces me dijo: _ Sabes puta, me muero por follarte, así que ponte a cuatro patas, que durante las siguientes horas serás mi perra en celo.

Yo obedecí y como una perrita en celo, no era dueña de mis actos, este viejo me tenía hipnotizada, hice todo lo que me ordenaba. Me puse a cuatro patas y me coloco su tremenda polla en mi coñito, le dije que me la metiese con cuidado, pero no me hizo caso y la metió de un solo golpe. – Toma Puta, no es lo que querías, toma mi polla, han sido muchas zorras la que la han disfrutado y jamás ninguna se ha quejado de ella. Cuando me hablaba así me excitaba pero esas palabras me hirieron,¿ por que me dolia el saber que habia estado con muchas? Me estaría enamorando sin saberlo de este viejo cabrón?

-El seguía diciéndome eres mi perra mmmmmmmmmmm y que culo mas rico tienes puta, siempre soñé con este momento, así estar sujetando tu culo con mis manos, sintiendo tu piel suave, limpio, tu rico perfume, mientras tu sientes mi verga como te revienta.

  • Mi polla te desea, y va a entrar en tu coñito de perra, una y otra vez, así despacito, siente como entra mi capullo , ahhhhhhhhhh, en tu coño mojadito, caliente, ahhhhhhhhhhh, toma perra, esta polla será a partir de ahora tuya Puta, ahhhhhhh , así, asiiiiiii, siéntela, grita, quiero oír como disfrutas zorra, puta.

Yo solo sentía como esa cosa tan grande entraba en mi coñito, cuando entro me dolió un poco por lo gruesa que era, sentía que me rompía, pero no quería que se detuviese, quería más y más, quería sentir esa verga siempre mía, me estaba dando duro, sentía como entraba y salía toda, mientras los huevos del viejo se balanceaban, y el ruido que producía la humedad de ambos en cada embestida ploc, ploc, ploc me volvía loca, ya no podía mas y tuve un orgasmo si cabe mucho mejor que el primero ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, así dame , que me corro, dame mas fuerte, trátame como una perraaaaaa, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Fue genial, el viejo termino dentro de mi, sentí como su semen y mis fluidos se escurrían, hacia la sabana, caí rendida de tanto placer y dolor junto, nunca me habían follado de esa manera tan brutal y lo mejor de todo es que me había gustado, quede boca abajo cansada y el viejo encima mió aun con su polla dentro de mi, sintiéndola como se reducía su tamaño.

Cerré los ojos para descansar, pero al momento sentí como me comía el coño, el muy guarro se estaba tragando el semen que salía ahora de mi coñito, eso me encanto, ¿como iba yo a pensar que pudiese haber alguien tan guarro?, pues si lo había, y en ese momento lo tenia entre mis piernas, de nuevo me hizo una comida que me originó un nuevo orgasmo.- Esto te ha gustado verdad zorra, no te lo esperabas, pues esto no ha acabado. Disfruta puta.

Y diciéndome esto, se puso de pies en la cama y empezó a mearme encima, yo estaba como loca, no me lo esperaba y sentir su orina caliente en mi coño, me excito, al igual que oir el ruido al caer su chorro de orina en mi coño. Te gusta guarra ehhhhhhh, abre tu boca, quiero que te lo tragues ahhhhhhhhhhhh, y en ese instante abrí la boca y le obedecí. Al principio me dio asco y tuve una arcada, pero luego me puse cachondisima de nuevo, no me lo podía creer, un viejo de 60 años se estaba meando en mi boca y yo mientras no podía evitar masturbarme. Fue genial (en ese momento supe que jamás había disfrutado del sexo, que siempre había sido una reprimida). – Eres una Puta Sandra, una guarra y una zorra que traga con todo, eso provoco en mi un nuevo orgasmo, que este si, seguro que se oyo en el resto de las habitaciones del hotel.

D

espués de todo lo acontecido hasta entonces, yo estaba rendida y el también claro, yo suponía que más que yo, mas que nada por su edad. Así que nos acostamos uno al lado del otro y empezamos a besarnos, en ese momento ya no eran besos lujuriosos, ni los provocados por un calentamiento excesivo, eran besos de amor, sí, bien digo, besos de amor. Ambos sentimos algo muy especial, hubo una transformación en nosotros y así abrazados nos quisimos como se quieren unos adolescentes.

Yo me disponía a dormirme pero entonces el me dijo, no preciosa aun esto no ha acabado, yo me reí, y le dije _ Anda tonto, que me vas a hacer ahora, mira como tienes la polla, esta muerta ja jaj jaj. En ese momento se levanto fue al baño, y no se que hizo pero salió a los pocos minutos del servicio con la polla mas grande que nunca. Me quede asustada le mire a los ojos y vi que no podía preguntar, estaba trasformado de nuevo.

Con rudeza me puso mirando hacia abajo en la cama, y me dijo _ Pensabas zorra que te ibas a dormir sin darme tu culito. Te lo voy a reventar.

Diciendo esto me agarro fuertemente del pelo, obligándome a ponerme de rodillas de espaldas a el, apretó mil maltrechos pechos ya con sus grandes manos, me inclino hacia delante con el culo bien levantado, me agarro de mis caderas y con fuerza me abrió las piernas, lo siguiente que sentí fue su lengua pasar y chupar mi culito lentamente, me acariciaba con ella haciendo pequeños círculos alrededor de mi hoyito, luego introdujo en el su lengua áspera, nunca me habían hecho eso, era una sensación tan rica, lo morboso de aquello lo hacía más placentero aún, no podía resistirme a tanto placer. Estando justo a las puertas de sentir el placer supremo que da un nuevo orgasmo, se detuvo, dejándome mas caliente que nunca, me quede en esa posición como una perra con el culo levantado esperando que hiciera algo mas, mirándome se rió, y me dijo:

Te mueres por que te la meta en el culo verdad puta.

No, no lo he hecho nunca y seguro que me dolerá, prefiero por mi coñito vale?

Ja Ja, eres muy puta Sandra, mucho más de lo que me has dicho, y he comprobado por Internet. Ahora, te vas a enterar, te voy a culear y te haré disfrutar como nunca, luego me suplicarás que no la saque jaa jaja

Eres un viejo cabrón, Prométeme que si me duele no seguirás

Mira tienes un culo precioso, lo cual no entiendo como el maricón de tu marido no te lo ha roto. Pero ahora veras puta

En ese momento empezó a meterme un dedo en mi culito, luego dos, y hasta tres en ese momento ya me dolía, pero nada comparable con lo que sentí luego. Cuando el pensaba que ya estaba suficientemente lubricada y abierta coloco su polla en mi culito y presionó con tal fuerza que vi los cielos abiertos. No pude soportarlo y comencé a llorar, me dolía muchísimo pero el lejos de retirarse me decía: - Aguanta puta, una buena zorra aguanta esto y más, el dolor pasará y luego llorarás para que no te la saque.

Pensé que me iba a partir por dentro, pero entonces se paro, comenzó a besarme y a acariciarme el clítoris, al cabo de unos minutos el dolor comenzó a remitir, me escocia mucho, pero ya no era el dolor del principio. El se dio cuenta y empezó a golpearme las nalgas, a la vez que gemía como un cerdo y me decía –ahhhhh!!! Ahhhh!! Mmmmmmmm Tienes bien apretadito tu culito puta, me gustas tanto que no saldría de aquí jamás zorra.

De pronto sentí un orgasmo descomunal que invadía mi cuerpo, grite como una puta, me revolqué de tanto placer que ese viejo me daba, y me corrí como una perra. Solo pedía mas, mas y masssss, no quería que me la sacase, tenía razón en ese momento era yo la que le suplicaba que no la sacase, que no parase jamás.

-Ves zorra, tenia razón con lo que te dije, lloraras para que no deje de follarte tu culo, pues bien no te preocupes, me quedare aquí todo el tiempo que tu quieras.

Me estuvo culeando mas de una hora, en ese tiempo yo tuve más de 4 orgasmos, pero de repente el ya no pudo mas y se corrió dentro.

Fue espectacular la noche que pasamos juntos, jamás pensé que la felicidad me la diese un viejo de 60 años, al día de hoy 63. Esta fue la primera vez, pero hasta el día de hoy ha habido muchas más, y también puedo decir al día de hoy que estoy enamorada perdidamente de Jaime, aunque continuo queriendo a mí marido. Pero eso es otro relato.

Espero que les haya gustado mi relato, y también deseo que me escriban para comentarlo y poder hablar de mil cosas más………en especial los hombres maduros…mi debilidad.