El día que perdimos la virginidad

Lo que pasó el día que teníamos planeado para acabar con nuestra virginidad mi pareja y yo, y que dista mucho de lo que planeamos

Ha pasado muchos años de lo que explicaré en este relato pero dado como sucedió todo ha sido imposible olvidarlo.

Nos tenemos que remontar a mis recién cumplidos 18 añitos, por aquel entonces yo era una chiquilla inocente y virgen, no solo mantenía intacto mi coño, ninguna mano de hombre había recorrido mi piel para darme o sentir placer, las pocas experiencias que había tenido hasta el momento se limitaban a besos casi robados.

Tres meses antes del día en cuestión conocía a Juan, un chico que tenía un año más que yo y que posteriormente se convertiría en mi marido, mi actual y único marido, también padre de mis hijos.

Para ambos era la primera relación, Juan era tan virgen como yo y a pesar de la nula experiencia, el amor surgió de inmediato, los primeros dos meses lo único físico entre nosotros eran besos, ningún tipo de caricia sensual o sexual, pero no creáis que queríamos que fuera así, pretendíamos tener una relación plena en todos los sentidos pero ambos estábamos de acuerdo que la primera vez debía ser muy especial.

Y planeamos esta primera vez con mucha ilusión, Juan alquiló una habitación en un hotel con sus escasos ahorros, me compre a escondidas de mis padres y con la ayuda de mi íntima amiga Mary un conjunto de braguitas y sujetador muy sensual, fui a la peluquería, me depilé y recorté los pelos del pubis, dediqué la tarde a dejar mi piel fina y sensual, me perfumé, maquillé…., de los preservativos se encargó mi novio, cuando me vestía estaba temblando, me subí las braguitas delante del espejo, ocultaban mi pubis recortado, me costó muchísimo abrochar el sujetador, solo de pensar en que Juan lo desabrocharía me temblaban los dedos, me notaba excitada.

Por su parte, Juan también me había preparado una estupenda sorpresa, como debía ser una velada completa reservó mesa en un buen restaurante pero lo que más ilusión me hizo fue cuando me dijo que tenía dos entradas para el concierto que daba en nuestra ciudad del grupo de rock de moda para las chicas de nuestra edad en aquel tiempo, ya suponéis de qué tipo de grupo se trata, de los que consigue que todas las chiquillas estén enamorados de ellos, forrando nuestras carpetas con sus imágenes, llenando de posters las paredes y queriendo creer que sus canciones estaban escritas para cada una de nosotras.

Conseguir entrada era casi imposible sin hacer un día de cola, pero Juan tenía un amigo que tenía un amigo…., y consiguió dos entradas.

Aquella tarde cuando me recogió con el coche de su padre estaba impresionante, y me consta que causé en él la misma impresión con mi blusa blanca que dejaba entrever el sujetador y una falda cortita plisada, se nos notaba muy felices, al fin llegaríamos a un punto clave de nuestra relación acabando con la virginidad de los dos e iniciando una nueva y más intensa fase donde, porque no decirlo, el sexo sería una parte importante.

Fuimos al restaurante, ambos estábamos bastante cortados pero decididos a hacer lo que queríamos hacer, evidentemente los nervios los teníamos a flor de piel pero Juan era y sigue siendo una gran persona, sabía que sería delicado conmigo y que la primera vez no sería un desastre.

Tras la cena nos fuimos al concierto, por los alrededores estaba lleno de chivas de mi edad, algunas con sus padres o novios que obligados las acompañaban, en definitiva, igual que lo hacía Juan, entramos, el amigo de Juan nos había sorprendido con dos localidades en primera fila, el sueño de cualquier fan como yo.

Los nervios de las dos cosas que estaban sucediendo los notaba en el estómago, recordé de otros conciertos que el cantante y líder del grupo, al que llamaré Kim (no es su nombre real) bajaba del escenario y se paseaba entre las primeras filas y las chicas gritaban y enloquecían a su lado, incluso algunas veces hacía subir alguna al escenario y esta se volvía loca, además solía ser normal que una lluvia de braguitas y sujetadores inundara el escenario, tenía claro que las mías no serían, me las había puesto para Juan.

Con bastante retraso se atenuaron las luces y salieron los músicos, tras empezar a tocar y mientras todas (me incluyo) gritábamos como locas apareció Kim en el escenario.

El concierto avanzó como suele pasar en este tipo de cantantes, entre muchos gritos de las fans que enloquecíamos cantando con él los temas más populares, alguna chica se desmayaba y la tenían que sacar de la sala, la chica que tenía sentada a mi lado se sacó las braguitas y las lanzó al escenario, Juan, que seguía más la público que al conjunto, alucinaba.

Tras un descanso empezó la segunda parte destinada a las canciones más populares del grupo, con lo que la efervescencia aumentaba en cada canción, especialmente cuando sonó una balada muy romántica y la más popular de su repertorio, tenía un ritmo muy lento, una composición romántica y bocal que nos volvía locas a todas, sin dejar de cantar Kim bajó del escenario, por desgracia no pasó cerca de mi, al acercarse a las chicas lloraban y gritaban tirándose los pelos como si estuvieran en trance, seguro que de pasar por delante de mí hubiera hecho lo mismo, pensé.

Y tras dos horas Kim dio por acabado el concierto, todas sabíamos que eso no era real, venían los bises, gritábamos hasta que lo conseguimos, serían dos o tres canciones, las más solicitadas y dejando para el final la famosa balada.

Después de interpretar dos de estas canciones llegó lo que seguro sería la última, la balada, en un inicio el silencio era total pero tras los primeros acordes enloquecimos, gritos, lloros, otra vez lluvia de braguitas y sujetadores que lanzaban al escenario…., hasta que Kim bajó de nuevo, esta vez sí que venía hacia donde estaba yo, solo con la posibilidad estaba como loca, lo veía acercarse entre chicas que le cogían, agarraban, gritaban…., yo gritaba tanto o más que ellas, Juan me miraba con una sonrisita posiblemente pensando “mi novia está como un cencerro”, pero ya conocía mi pasión.

Kim avanzaba, cada paso que daba estaba más cerca de mi y nada parecía que no acabara llegando, y al fin ocurrió, tuve a Kim ante mi quieto cantando y mirándome fijamente ¡!!!!!, el sueño de mi vida se estaba cumpliendo, reconozco que ni pensaba en que el plan era que en poco rato Juan acabaría con mi virginidad, aquello me absorbía totalmente, estallé a llorar, me movía como una loca mientras Kim no dejaba de mirarme a los ojos cantándome los versos de aquella dulce balada.

Y de repente me alarga la mano, yo, sin dudarlo me levanté y se la cogí, cual mi enorme sorpresa cuando me coge por la espalda y hace que suba al escenario, en aquellos momentos sentía que vivía un sueño, era la envidia de toda la sala, estaba a punto de quedar desmayada, no podía creerme mi suerte, en el escenario Kim continuaba cantándome a mi y solo a mi  la canción que tantas veces había oído y que más me gustaba, que locura!!!!!!!

Pero todo lo bueno se acaba, me sentía mareada pero feliz, y el talón se bajó quedando en el escenario con todo el conjunto, pensaba que alguien me acompañaría a una salida cuando Kim me dijo:

  • Eres muy guapa, cómo te llamas?
  • Ana, dije tímidamente
  • Me gustas, sabe?

No supe que responder, temblaba como un flan, dejó el micro y me dio la mano, yo, como si aquel hombre me tuviera hipnotizada se la cogí y a su lado pasamos por los pasillos del teatro, de vez en cuando me miraba sonriendo y yo hacía lo mismo, salimos por una puertecita y tras andar unos pocos metros llegamos a un enorme autocaravana, la del grupo, abrió la puerta y me hizo subir delante, era enorme, de un estante cogió una botella y dos vasos con hielo, no tengo ni idea de que era, pero hipnotizada me lo bebí mientras él no paraba de mirarme de arriba abajo y decirme palabras bonitas, sabía que estaba completamente entregada pero tuve unos instantes de lucidez en el momento que se me acercó con claros indicios que iba a besarme, le dije:

  • Soy virgen y hoy es el día que dejaré de serlo.

Más tarde comprendí que Kim había comprendido otra cosa distinta a lo que pretendía decirle, pensó que me ofrecía para que fuera él quien me devirgara, su reacción fue poner sus labios sobre los míos, el momento de lucidez se había difuminando y no resistí ni un solo instante cuando su lengua entró en mis labios, nos agarramos con fuerza, con mucha más pasión que nunca lo había hecho con Juan.

Mientras nos morreábamos varios componentes del conjunto subieron a la autocaravana pero parecía que no le importara, sin dejar de morrearnos me arrastró hacia una cortina que al abrirla vi una pequeña habitación con una cama, era totalmente inconsciente de lo que pretendía, estaba tan hipnotizada que ni me lo planteaba, me tumbó en la cama y él lo hizo inmediatamente, dábamos vueltas sobre el colchón, sus manos me habían sacado la blusa de la falda y me acariciaban la espalda y la parte trasera del sujetador que había comprado para que Juan me viera por primera vez y me sacara, cuando se separó para abrir los botones de la blusa no hice nada, dejé que sus dedos lo hicieran sin rechistar ni mostrar para nada deseo de evitarlo, miró mi cuerpo, sabía que estaba impresiónate con mi piel tersa y firma de una chica de 18 añitos y con aquel sujetador tan sexy, estoy segura que tubo exactamente la misma impresión, me había preparado a conciencia pare Juan pero nada hacía para evitar que Kim le pasara adelante.

Kim se sacó la camisa, volvió a agarrarme para besarnos, pude notar el momento que desabrochó el sujetador, se separó para sacármelo a la vez que me miraba, me sentía muy bien viendo a mi ídolo admirar mis tetas con cara de deseo, sus manos se acercaban a mis pechos vírgenes y nunca tocados por un hombre, noté las manos como abarcaban mis tetas, sentí una especie de escalofría de placer, algo completamente nuevo para mi pero que me gustó muchísimo, sus dedos se dedicaron a jugar suavemente con mis pezones, Kim debía ser un hombre experimentado y sabía cómo tratar a una chiquilla virgen de 18 años.

Tras un rato volvimos a besarnos, me sacó la falda y también sus pantalones, ya solo llevábamos braguitas y calzoncillos, todavía recuerdo como me miraba, sin duda le gustaba y yo estaba completamente loca por él, entre besos y sonrisas sus dedos entraron por el pubis ocultándose en la tela de las braguitas, sentía algo nuevo, unas cosquillas de placer a medida que rozaban los pelitos del pubis, mi coño virgen estaba absolutamente mojado, llegó al clítoris y fue suficiente para que empezara a sentir un orgasmo sin más que unas pocas caricias.

Cuando este acabó pude ver su cara de satisfacción, me sacó las braguitas, no sentía vergüenza de estar desnuda ante un hombre a pesar de ser la primera vez y que mirara con ojos de excitación, más bien me sentía en el mejor de los sueños, puso mis dedos en sus calzoncillos, quería que fuera yo quien se los sacara, lo hice y por primera vez vi en directo y real una polla dura, me pareció maravillosa pero no me atrevía a tocarla, fue él quien me cogió la mano para ponerla encima, al rozarla sentí que mi cuerpo se estremecía, ni tan solo pensaba en Juan y que ya no sería su polla la primera que tendría entre mis dedos.

Tras tocársela unos segundos con suavidad la cogí con mis cinco dedos y apliqué los pocos conocimientos que tenía del tema gracias a mi amiga Mary que me había dado valiosos consejos para este momento, claro que esperaba que fueran con Juan.

Tras un rato de caricias y mover la piel de la polla Kim me cogió la cabeza para que la acercara a su miembro, sabía perfectamente que quería que la metiera en la boca y se la chupara, lo hice, no sé si bien o mal pero era mi primera vez y no podía pedir más, Kim me ayudaba en los movimientos y parecía que le estaba satisfaciendo ya que gemía de placer, lo que me daba ánimos, practiqué los conocimientos teóricos que había adquirido hasta que, sin que lo esperara, se tensó y de la polla empezó a salir su leche, quise sacármela de la boca pero su mano me lo impidió, continué lamiéndola y chupándola y me tragué la leche que llegaba a mi garganta, era la primera leche que tragaba y sin saberlo también sería el único hombre al que se la tragaría.

Sin darme nada de tiempo hizo que me estirara, separó mis piernas y puso la cara entre ellas, se quedó mirando mi coño con una sonrisa, posiblemente era de los pocos vírgenes que había visto, bajó la cabeza hasta que su lengua llegó a mi clítoris, desde el primer momento supe que aquello era justo lo que me gustaba, su delicada y experta lengua me mataba de gusto, tarde unos pocos segundos en recibir de Kim mi segundo orgasmo pero no sería el último así, continuó jugando con la lengua mientras que usaba las manos para acariciarme el vientre, cuello, brazos, piernas y evidentemente las tetas, sabía hacerlo, me alegré de su experiencia, entre uno de estos orgasmo noté que tenía a alguien sentado a mi lado en la cama, abrí los ojos asustada, era uno de los músicos que me miraba como me corría con la lengua de Kim, sin decir nada puso una mano sobre una de mis tetas, Kim se la dejó libre, me estaba magreando un segundo hombre !!!!!!, sin parar dijo:

  • Aquí fuera hay un chico que dice llamarse Juan que pregunta por sus novia, una tal Ana, es esta?
  • Si, dijo Kim separando un momento la lengua, dile que se espere, ya saldrá.
  • Le diré que le estas enseñando algo, jajaja, dijo el músico sin dejar de mirarme y tocarme las tetas.

Y se fue, ni me inmuté por saber que Juan estaba fuera esperándome, la lengua de Kim me lo impedía, y tras un rato de hacerme corre una y otra vez separó la cara, estaba brillante de mis flujos, se quedó mirándome con una sonrisa y me dijo:

  • Ana, ha llegado el momento en el que dejaras de ser virgen!!

Recuerdo que no estaba asustada, todo lo contrario, sentía que lo deseaba, a pesar su polla era relativamente grande, mis referencias se limitaban a imágenes de revistas y libros pero lo intuía, me cogió las piernas y me las puso levantadas primero para a continuación doblarlas sobre mi pecho, notaba como mi coño se abría, apuntó la polla a mi virgen agujero de follar, en un segundo de lucidez le dije que no se corriera dentro para no dejarme embarazada, pero me respondió que no me preocupara, estaba vasectomizado.

Ya notaba su polla apoyada en el agujero, con suma delicadeza empezó a entrarla, no sé si fue por el placer recibido, su paciencia y arte, o que todo lo hacía acariciándome con ternura pero si bien notaba unas ligeras molestias, para nada se podía considerar dolor, en cada trocito que me penetraba notaba la piel del interior de mi coño abrirse para dejar paso a su polla, tardó bastante en llegar al fondo y acabar definitivamente con mi virginidad, tras esto se paró dedicándose a besarme y acariciarme para que me acostumbrara a tener una polla dentro, casi sin darme cuanta empezó a moverla, las pequeñas molestias se iban convirtiendo de forma rápida en placer, su ritmo aumentaba al mismo tiempo que mis sensaciones y así consiguió que tuviera el primer orgasmo con una polla dentro de mi coño!!!!, un orgasmo que por muchos años que pasen no olvidaré jamás.

Tras este primer orgasmo me hizo cambiar de posiciones, no sé cuantas, cada corrida mía era una de nueva, lo que

sí recuerdo es el momento que estaba en posición perro, se apartó al cortina que me quedaba delante y entró el músico, el mismo que había dicho a mi novio que me esperara fuera, se subió a la cama cama, Kim no dejaba de follarme, el chico empezó a acariciarme, tenía 4 manos gozando y haciéndome gozar en mi cuerpo, y precisamente en este momento fue cuando Kim empezó a llenarme el coño de su caliente leche, notaba como entraba en mi interior, cada chorro lo notaba claramente y me daban placeres enormes en medio de un larguísimo orgasmo.

Kim sacó la polla, yo me iba a incorporar cuando me dijo:

  • No te muevas cariño, tienes otro agujero para estrenar, pero este no lo haré yo.

Y vi que el músico, del que ni tan solo sabía su nombre, estaba desnudándose, su polla, quizás algo más pequeña, estaba totalmente dura, le hice caso y no me moví, se puso detrás de mí, en aquellas circunstancias ya no me importaba nada más que sentir placer, ni me acordaba de Juan, ni de que no le dejara ni un solo agujero para estrenar a pesar de que estaba fuera esperándome para hacerlo, puso los dedos en el agujero del culo mientras que con la otra mano acariciaba el coño, Kim seguía a nuestro lado mirándonos, desconocía que este agujero pudiera darme tanto placer, muy suavemente y haciéndome gozar consiguió que se dilatara, al fin apuntó la polla, pero lo hizo en el coño, estaba extrañada pero me encantó tanto que esperó que me corriera para sacarla de nuevo y ahora sí, lo estaba deseando, la apuntó y fue entrando muy lentamente en mi virgen culo, Kim me miraba sonriendo, de nuevo sentía molestias paro tampoco dolor, era otra sensación que la que me había dado el coño, que por cierto notaba como iba saliendo la leche de Kim, cuando la tuvo toda dentro empezó a entrarla y sacarla como una follada por el coño, me costó bastante más acostumbrarme pero cuando lo hice y gracias a sus caricias en mi coño y algunas ayudas de Kim en mis tetas conseguí correrme, por cierto que vi a este con la polla dura otra vez y no pude evitar cogérsela y tirar para que me la pusiera ante mi boca para comérsela de nuevo, un rato antes era virgen y ahora tenía dos pollas en dos agujeros!!!!!, y ninguna era de mi novio que estaba a pocos metros fuera de la autocaravana esperándome para que perdiera la virginidad!!!!

Siguiendo con lo que me hacían, que no era otra cosa que follarme por el culo y la boca mientras me acariciaban todo el cuerpo pero especialmente las tetas, me iba corriendo sin parar, hasta que pasado un buen rato ambos hombres, como si estuviera ensayado, empezaron a llenarme de leche los agujeros en que tenía una polla, y claro, con tanta sensación no pude hacer otra cosa que correrme largamente!!!!!!!.

Nos quedamos los tres estirados en la cama, tenía un hombre a cada lado que abrazaba y me abrazaban, tras unos minutos me acordé de mi novio, el pobre debía estar impaciente esperándome pero en absoluto me arrepentí de lo que había hecho, debíamos llevar por lo menos una hora larga en la autocaravana, Kim me indicó donde estaba la ducha, salí desnuda, todo el grupo estaba allí pero no parecían extrañados de ver a una chica paseando sin ropa descaradamente ante ellos, pensé que tenía poco sentido taparme con las manos pero también me encantaba que me vieran así, me duché, como pude saqué la leche de los dos machos de mis dos agujeros ya que lo del tercero estaba en el estómago, salí de nuevo desnuda ya que la ropa estaba en el camarote. Todoe l conjunto seguía allí, me miraban con ojos como platos, Kim y el músico debían estar explicándoles todo lo que había pasado, entre en la habitación y me vestí rápidamente, temblaba, pensaba en Juan y lo que me diría al verme, salí de la habitación, pasé por entre los músicos, Kim y el que me había follado se despidieron con un pequeño morreo, abrí la puerta, Juan estaba allí esperándome, tenía dos opciones, fingir que no había pasado nada o decirle la verdad pero él se anticipó, me dijo:

  • Kim te ha follado?
  • Si, dije con sinceridad, él y un músico, lo siento, ya no soy virgen pero te quiero igual que antes.

Temía su reacción pero no dijo nada, me cogió de la mano, subimos al coche de su padre y en silencio total nos fuimos hacia el hotel, sentía todavía las sensaciones de dos pollas en mis agujeros, llegamos, nos pasamos la noche follando, no pudo ser él quien acabara con mi virginidad, es más, mi coño estaba muy dilatado por las dos pollas sensiblemente más grandes que la suya que habían estado dentro unos pocos minutos antes, lo que sí pudo gozar es de lo que había aprendido. Jamás hemos hablado de este tema ni de lo sucedido, creo que simplemente no quiere ni pensar en ello, como si no hubiera sucedido pero claro, yo no puedo olvidarlo, y como homenaje a este momento no ha querido tragarme la leche de Juan jamás, uso la excusa clásica, que me da asco.

A veces pienso que en mi vida he follado con tres hombres, pero los tres el mismo día, y para colmo, los dos primeros simultaneamente, curioso verdad?. Por cierto, que Kim no debía estar vasectomizado ya que actualmente tiene cuatro hijos y son clavaditos a él pero no me dejó embarazada, fue Juan quien cinco años más tarde lo hizo.