El dia que nos conocimos...

Primer contacto con mi actual perrita... Escrito por ella...

Me encontraba en la cama completamente desnuda para un desconocido. Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo y mi piel se mostró sumisa a sus caricias. Todo era expectación, y un cúmulo de sensaciones que se contradecían. Pero en esa lucha de dudas, pudo más el deseo y la lujuria. Mi sexo se calentaba y humedecía con el contacto de sus dedos. No podía verle, mi cara estaba pegada a la almohada de donde percibía un dulce olor a perfume caro. La suavidad de sus manos me hacía dilatar y subir la temperatura de mi cuerpo. Su boca se acercó a mi cuello, y su aliento dejaba un aire cálido que hacía encenderme aún más.

No tenía control sobre la situación, estaba totalmente perdida y entregada a un cuerpo extraño para mí. Sus dedos habían conseguido un movimiento tan acompasado, que lograron hacer desbordar un río de placer y extenderlo hacía las cumbres del final de mi espalda. Allí se detuvo para acariciarme y lubricarme bien. Era una sensación sublime.

En ese momento me giró y pude verle. Su cara expresaba su poder sobre mí y yo sucumbí. Nuestras bocas se buscaban en medio de una locura de besos y nuestras lenguas se enredaban en no decir nada.

Sus labios comenzaron a bajar por mi cuerpo hasta encontrarse con mis pezones duros y excitados. Se entretuvo con ellos hasta hacerme temblar de nuevo. Siguió perdiéndose en la ruta de la locura, hasta llegar a mi pubis que volvía a rebosar. Otra vez, sus dedos se deslizaron hasta dentro, abriendo paso a su boca y comenzó a beberme como si de un manantial se tratase.

No sé en qué momento se alejó un instante de mí, para tumbarse a mi lado. Me cogió y me colocó encima suya. Extasiada de tanto placer, comencé a repasar su cuerpo para llegar a su sexo duro-caliente y lo probé. Quise saborearlo y exprimirlo al máximo sabiendo que era la primera y la última vez que estaría con él.