El dia que mi amigo me desvirgo analmente Parte 3

Ntente con Antonio concretar un encuentro, pero con su compromiso con su novia, era difícil encontrarnos en nuestras respetivas casas, y que posiblemente no le apeteciese demasiado, opté por regresar a casa de Josh, pero dejaría pasar un tiempo. Busqué un día de semana, preferentemente un viernes, por un lado no tenia colegio al siguiente día, y era casi seguro que estaría solo, así que planifique todo, diciendo en casa que posiblemente me quedaría a dormir en casa de un amigo.

EL DIA QUE MI AMIGO ME DESVIRGOANALMENTE ( Parte 3)

Intente con Antonio concretar un encuentro, pero con su compromiso con su novia, era difícil encontrarnos en nuestras respetivas casas, y que posiblemente no le apeteciese demasiado, opté por regresar a casa de Josh, pero dejaría pasar un tiempo.

Busqué un día de semana, preferentemente un viernes, por un lado no tenia colegio al siguiente día, y era casi seguro que estaría solo, así que planifique todo, diciendo en casa que posiblemente me quedaría a dormir en casa de un amigo.

Llegué a su casa, alegrándose por mi visita, me pregunto por Antonio, y charlamos un buen rato, hasta que me dice:

“Cada vez que recuerdo aquella noche, no dejo de excitarme, me encantó penetrar tu hermoso culito, oyéndote gemir a medida que te la iba metiendo

Algo abrumado por recordarme ese momento, solo atiné a decirlo”:

“Si, sí, yo también lo recuerdo””

Cuando se levanta para besarme, comenzando a sacarme la ropa, su contacto erizaba mi piel, irguiéndose mi verga, mientras terminaba de desabrochar mi camisa, para continuar con el pantalón que cae sobre mis tobillos, manoteo su aparato notando su rigidez.

“Supongo que te quedaras esta noche? Porque te voy a hacer gozar, vas a mear leche”

Realmente me estaba poniendo más que excitado, ya estaba casi desnudo, cuando golpean la puerta, me quedé tieso, aunque  a Josh no pareció molestarle, pues fue a ver quién era, oí que lo saludaba amigablemente, diciéndole que entrase, oyendo que cerraba con llave, me sorprendí,  cuando aparecieron los dos en la sala, que no era nada menos  que Paulo.

“Te acuerdas de él?

“Si, si,” mientras intentaba vestirme.

Cuando veo que Paulo, se va al baño, acelero para vestirme, diciéndole algo temeroso a Josh que me .iba.

“Tranquilo cual es el problema,”, mientras me besa, tratando de desabotonar la camisa, llevando su mano a mi sexo,

“Pero si estas calentito” intentando desabrochar el pantalón, metiendo su mano acariciando mi tetilla, donde fui cediendo lentamente, cayéndose el pantalón, para meter su mano dentro de mi calzoncillo oprimiendo mi verga. Cuando veo salir a Paulo del baño, solo en bóxer   revelando perfectamente un bulto bastante voluminoso.

Me extraño lo rápido que tomó cartas en el asunto, pero recordé que Josh, había salido a comprar unas cervezas, apenas llegué, sin lugar a dudas le avisó a su amigo, pero no me cabían demasiado alternativas, cuando entre ambos me habían acorralado. Uno por adelante y el otro por atrás, iniciando una serie de caricias, y besos, mientras iban quitándome nuevamente la ropa, para tirarla fuera de mi alcance, hasta quedarme completamente desnudo.

No era mi idea volver a hacer un trío, pero hasta altura de los acontecimientos no tenía muchas opciones, realmente deseaba irme, pero no me animé a hacerlo,  así que fui accediendo a sus objetivos, hasta que sus manos comenzaron a acariciar mi cuerpo.

Josh se había desnudado listo a ir al encuentro, pero antes de eso, me levantaron acostándome en la mesa boca abajo, en donde me era imposible contener mi nerviosismo, mientras sus manos  rozaban mi culo, pellizcando mis glúteos, para separarlos hasta sentir los largos dedos de Paulo, introducirse en mi interior, conjuntamente con las lamidas de Josh aplicaba en mis posaderas, cuando comenta:

“Te dije que tenía un culito blanco más que apetecible, y que hará muy       buen contraste con tu corpulenta verga negra” Riéndose de la ocurrencia, mientras me mantenía expectante a lo que se avecinaba, intentando no ceder inmediatamente, a pesar de sentirme ultrajado, me atraía la situación.

Cuando Paulo se quitó su bóxer frente mío, pude ver su aparato, realmente me atemorizo, creo que si podía me iba, pero ya era no tenía muchas posibilidades.

“Llevémoslo a la cama, ese bello culo debe ser bien tratado, hay que          disfrutarlo, además me has comentado que es bien estrechito” Reiterándose las risas.

Josh se sentó en la cama sobre la cabecera, mientras Paulo me acomodaba boca abajo, metiendo mi cabeza entre sus piernas de su compañero, acomodando mi culo, percibiendo como su glande se iba familiarizando con mi orificio, comenzando a emprender su penetración. Pegando un grito a medida que ese trozo de carne se iba incrustando en mi entraña, acariciando mis glúteos mientras efectuaba otro leve empellón.

Hasta que se quedo quieto, moviéndose levemente, pensando que ya estaba empotrado totalmente, cuando comenta:

“Eres una delicia, tan estrechito, Josh tenía razón, hacia bastante tiempo    que no tenía una cosita así, además, hacia varios días que no la metía”

Un nuevo empellón, indicaba que aun no estaba terminada la penetración,  si bien me sentía usado, la culpa era solo mía, no sé si estaba disfrutando, a pesar de tener mi miembro erecto.

Lentamente fue aumentando el ritmo, comenzando a gemir, si bien me dolía, estaba empezando a regocijarme, al punto de comenzar a lamer la verga de Josh, mientras el ritmo se iba intensificando, gimiendo ante cada movimiento, cuando un intenso envión, hizo que su abultado miembro, quedase totalmente cobijado en mi interior, previo grito de dolor que no pude contener.

Y tomándose de mis glúteos comenzó un intenso y prolongado bombeo, mientras trataba de mamar la verga de Josh, aumentándome la adrenalina, producto de ese azaroso coito anal, donde mi cuerpo comenzó a revolucionarse, que sumado a la fricción que mi miembro efectuaba sobre las sabanas, termine eyaculando.

Y mi entusiasmo se había aplacado, sin poder evitar que la vehemencia de Paulo pudiese ser detenida, hasta que después de varios minutos acabo llenando mi recto de una cantidad de semen. Me relaje para recuperar energías, cuando Josh se levantó para continuar, en mi dilatado conducto, soportando su dinámico y continuo bombeo durante varios minutos.

Cuando acabó, me quedé tendido, relajándome, percibiendo como la mezcla de esas secreciones fluían lentamente de mi vía rectal, hasta que me quedé dormido..Cerca de las 10:00 pm, me despierta Josh, para comer, aun estaba Paulo, le digo que no quiero nada, que me tengo que ir

”Es que ya no hay bus, y taxi tenés que caminar como 10 cuadras, además           está lloviendo”

Me vestí, fui al baño y me senté para cenar, charlamos, termino la tertulia cerca de las 11:00 pm, les dije que me iría a acostar, pero me lo  impidieron, evidentemente sus planes eran otros. Así que a pesar de no tener demasiado ganas, volvieron a desnudarme, mamé sus vergas hasta que me colocaron en la mesa, boca arriba y elevando las piernas mientras Josh, me follaba, luego llego el turno de Paulo, que apoyando su verga sobre mi cuerpo, reflejaba ese gran contraste que se producía. Observando su cara de goce, mientras su verga jugueteaba con mi ano, para volverla a introducir con poca delicadeza, produciendo un grito al penetrarme con tanta alevosía, haciéndome reclinar sobre la mesa, fornicándome con toda su vehemencia.

Estaba tan extenuado que me dormí inmediatamente, a la mañana siguiente Josh, volvió a hacer uso de mi culo, estaba bastante más descansado así que lo disfrute mucho más.

Antes de irme Josh me dice que vuelva pronto, le contesto que si, aunque no tenía demasiadas ganas de repetirlo, por lo pronto inmediatamente.

Esa tarde vino Antonio a casa, me pregunto por donde andaba, le dije que había estado con Josh.

Qué bueno, tuvieron sexo?”

“Un poco” sin ir en detalles ni decirle que había otro más.

Los días fueron transcurriendo, con Antonio tuve poco sexo, por varios motivos aunque manteníamos una buena relación.

Cerca de fin de año, Antonio rompió con su novia, creo que en el fondo me alegré pero lo que más me contentó, fue cuando me dijo que en enero iríamos a la quinta, y nos quedaríamos bastante tiempo.

Mientras viajaba rumbo al lugar, pensaba en que lo pasaríamos muy bien, cuando siento la mano de Antonio apretando la mía,  mientras me esboza una sonrisa. La madre preparó la cena y cerca de las 10:00 pm, se fueron sus padres, para aprovechar nuestra soledad, quitarnos la ropa para  reanudar nuestra relación homosexual, y estaba muy feliz de ser fornicado por mi querido amigo, aunque algo imprevisto sucedió, cerca de la madrugada me despertó, y mientras me besaba me dice:

:” Quiero sentirte”

Me sorprendí,  cuando se gira, quedando boca abajo, acariciando suavemente sus glúteos, separándolos, para permitirme toquetear su ano, prosiguiendo con la introducción de mis dedos, oyendo sus gemidos leves y prolongados

Mientras mi erecta verga estaba preparada para ser alojada en su ano, mi glande lo deposité en su orificio, oprimiendo suavemente, mientras se iba introduciendo oyendo los gemidos de placer de mi amigo, hasta que lo incrusté íntegramente en su entraña, mientras concebía como contraía su esfínter, aprisionando mi verga.

Breves minutos permanecimos así, disfrutando de ese momento, hasta que comencé a moverme lentamente, sintiendo a mi verga friccionas las paredes de su conducto, hasta  que lo tomé de su cintura, aumentando el ritmo de mis movimientos, gozando ampliamente de su apetitoso reducto, hasta que mi esperma rego su sensible interior. Lo giré para besarnos, notando la sabana muy humedecida producto de sus flujos.

Mientras nos besábamos le digo”

“Te gustaría que hubiese sido Josh”

“No creo”

Josh, no había aparecido, en parte me alegraba, pues lo estábamos pasando muy bien, cuando dos días después vinieron sus padres, pero trajeron a Bobby, diciendo que extrañaba a Antonio, que al mirarnos me guiñó un ojo.

Al día siguiente mientras estábamos en la pileta, como algo habitual nos bañábamos desnudos, dado que era difícil que nos viesen. Por supuesto que Bobby estaba junto a nosotros, retozando en un juego que comenzó a tender hacia una cierta sexualidad.

En donde Antonio le colocaba la pierna y Bobby, se friccionaba en ella, con total vehemencia, notando que asomaba su roja verga. También mientras Antonio succionaba mis tetillas, el perro llegaba la lamer mi sexo, comenzando a entrar en un juego bastante más intenso.

Poco a poco, fui como aceptando ese tipo de expansión, hasta que una tarde Antonio después de haberme  follado, permitió a Bobby lamer mi culo, que me aplicó su lengua lamiendo parte de la esperma que mi amigo me había eyaculado.

Antonio me hizo colocar en cuatro, para ser montado inmediatamente por el animal, rehusándome a que continuase, quedando todo en la nada. Debo confesar que no estaba demasiado convencido, aunque mi amigo, no claudicaba.

Esa noche estaba bastante calurosa, así que nos metimos en la piscina, Antonio se quitó su malla, y estaba bien excitado, hice lo mismo, y comenzamos a  besarnos, rápidamente estábamos bien alterados, aprovechando mi amigo en llamar a Bobby, quien al percibir nuestros aromas comenzó a lamer nuestras partes intimas.

Deba confesar que comencé a entrar en un estado de total enajenación, cediendo a esas lamidas tan estimulantes, cuando en determinado momento quedé en cuatro, parte por ocurrencia de Antonio y parte en que lo fui permitiendo.

Cuando el perro me monta, fue una sensación extraña, mientras mi amigo me acariciaba, como tratando de sosegarme, mientras el animal me había apresado con sus patas, intentando penetrarme.

Sus empellones no acertaban directamente con mi abertura, hasta que mi amigo tomó la verga del animal, hasta arrimarla a mi ano, y en escasos segundos la sentí friccionar mi conducto, con total precipitación. Comenzando a sentir como se iba dilatando en mí recto sin dejar  de refregar mí canal, a la  vez que sus patas me apresaban donde su ímpetu en cogerme se acrecentaba más y mas.

Antonio acariciaba mi espalda disfrutando del espectáculo que le estaba ofreciendo, no solo me dolía sino que me sentía algo vejado,  aunque ese estado no dejaba de excitarme. El bombeo fue mermando hasta que sentí una buena dosis de su semen, regar mi interior.

Cuando el perro después de haberme eyaculado, intentaba despegarse, pero su bola estaba atascada en mi interior donde mi esfínter no cedía para ser retirada, Antonio lo ayudo al animal hasta que ambos quedamos culo con culo.  Mi amigo notó que aún permanecía excitado, mi pija estaba aun erecta, así que comenzó a mamarla lentamente hasta que acabé en su boca.

No sé cuánto tiempo nos mantuvimos enganchado con el perro, pero no puedo negar que fue una rica experiencia, algo distinto. Apenas el perro se destrabó mi amigo no se hizo esperar demasiado para volver a ser penetrado.