El dia que me comporte como una puta.
Un relato, real. Gracias por vuestras cartas.
Hace poco empece a escribir en todorelatos… He recibido correos de mucha gente, y algunos me sugieren ciertas “actividades” que he comentado con mi marido, Luis. En una de esas cartas me sugeririan quedar en una discoteca, y usarme alli. El que la escribía le encantaba el exhibicionismo, y me preguntaba si estaría dispuesta a participar en su idea, lógicamente, yo sola sin mi marido. Otra sugería si me gustaría ir con poca ropa por la calle y el trabajo, llegando a enseñar mi cuerpo, corriendo el riesgo de ser vista, y hasta me proporciono un video de Internet para saber exactamente lo que quería. Desde luego están los que quieren ser amos… Y alguna mujer que me excita, aun hoy, terriblemente...con la que tuve que cortar porque tenia miedo de ir muy lejos… me estaba enamorando de ella, y habíamos llegado bastante lejos involucrando a mi hija.
Confieso que lo que nos cuentan nos excita… y terminamos mas de una vez follando como locos, imaginándonos con esas personas…
Lo malo de estos juegos es que a veces se salen de madre… y quieres que sean reales. Me he masturbado sola muchas veces pensando en las cartas que me escribían.
Un fin de semana, Luis no estaba. Tenia que trabajar y permanecía fuera. Me sentí libre… y atrevida… Conozco algunos locales fuera de mi ciudad, claro, de maduritos, divorciados… en fin...todos conocéis esos sitios. Me arregle, me puse una falda corta, una blusa, la deje escotada, con una gargantilla… el pelo suelto. Tengo buen tipo...sin ser modelo… zapatos de tacón… Vamos, vestida para matar… aunque no sabia bien que haría o que pasaría...
Conduje hasta una discoteca, y entre. El ambiente era el típico. Divorciados y divorciadas, mas de los primeros, maduros, bailando salsa y música de los 80. Yo era joven al lado de aquellas personas… ¿Que buscaba?, ni idea. ¿o si?… Me diriji a la barra, pedí un cubalibre. Rabia dejado mi abrigo y bolso en el guardarropa… le pegue un par de tragos mientas observaba el local. Vi que ya se habían fijado en mi. Sali a la pista a bailar. Pronto tuve un par de hombres pendientes de mi. Uno calvo y grueso, el otro arrugado y delgado con pinta de borracho… dos tipos en los que no me fijaría en la vida. Bailaba con ellos, con otros, separados, alguna vez me agarraban y aprovechaban, era evidente, para tocarme el culo. No me opuse. Tampoco era nada grave.
Pronto me encontré cómoda, riéndome, disfrutando de la música. La discoteca se fue vaciando, aunque quedo gente, no mucha.
No se como sucedió que me encontré bailando agarrada al delgado una lenta. Sus manos, ya descaradamente estaban sobre mi culo masajeandolo. Yo me reía… le comentaba “esas manos”, pero mis risas dejaban a las claras que no me importaba. El otro personaje se unió a los dos, le dijo algo así como “eh, dejame algo no?”, y también me agarro y bailo conmigo… El delgado se puso detrás y comenzó a besarme el cuello…. Yo no me opuse, apenas dije “que haces”…. El gordito también me empezó a besar… yo agarre su cabeza dejándome llevar…Rabia consumido ya tres cubatas… no se si estaba muy en mis cabales…
Sentí unas manos, no se de quien, subiendo por dentro de mi falda...no me opuse tampoco, y cuando el gordo busco mis labios se los di… Estaba claro que estaba excitado… y el otro supongo que también lo estaba.
Me llevaron a unas mesas en una esquina, un sitio oscuro, alejado de la pista. Allí entre risas, siguieron besándome y manoseándome sin que yo me opusiera.
Sentí unas manos dentro de mi blusa, acariciándome el pecho por encima del sostén… desee no llevarlo. Gire mi cabeza y bese en la boca al que tocaba mi pecho, el otro aprovecho para desabotonarme la blusa. Dije algo de “aquí no, que nos ven”… pero no me hicieron caso… me quitaron la blusa, con mi ayuda...Estaban tan excitados que uno de ellos no quiso perder el tiempo desabotonando el sostén, tiro de el con fuerza rompiéndolo. Note como se me mojaban las bragas. Con mis pechos al aire, soñé que eran esos que me escribían, usándome para su placer… Les pedí que me quitaran la falda y me arrancaran las bragas… y lo hicieron… una vez desnuda se dedicaron a penetrarme mientras yo comía sus rabos de forma alternativa. No tarde en encontrarme gimiendo y corriéndome. El delgado se corrió rápido dentro de mi,mientras le hacia una felacion al otro… El gordo me dijo que quería follarme toda la noche… y yo acepte… Termine pasando la noche con el en un hotel de mala muerte, como una puta barata. Follamos esa noche, y todo el día siguiente.
No volví a verlo. Ni he vuelto a esa discoteca.