El día que le quité lo virgen a mi sobrino

Así fue como le quité lo virgen a mi sobrino.

Hola:

Mi nombre es Antonella y soy de Buenos Aires, Argentina, pero ahora estoy viviendo en México, tengo 19 años y el relato que les vengo a contar fue verdadero.

Mi hermano y su esposa van muy seguido a la casa donde vivimos mi mamá, mi papá y yo, mi sobrino tiene 16 años y cada que ellos llegan, él siempre se va a mi cuarto para ver tv o estar jugando turista, jamás se me había pasado por la cabeza tener en cierto punto incesto con Ivan, así se llama mi sobrino. Somos el tipo de familia que siempre estamos en casa en poca ropa, yo suelo estar siempre en top con cacheteros o simplemente con mis calzones, igual mi mamá, con decirles que mi papá puede estar con su pene por toda la casa y no pasa nada.

En una ocasión llegaron ellos y como siempre Ivan se va directo a mi cuarto, pero tiene esa mala costumbre de no tocar y ese día me estaba arreglando, abrió la puerta y yo por susto me tapé los pechos e Ivan se quedó parado como hipnotizado y viéndome, prácticamente yo estaba desnuda porque me estaba poniendo mi ropa interior, total, le dije, Ivan para la otra toca porque me estoy cambiando y sólo me respondió con un sí y se fue directo a prender la tv, me tuve que ir a cambiar al baño. Bueno, no le di tanta importancia porque los accidentes suelen suceder, aparte, con 16 años no pensé que tuviera una mente muy viajada, me puse mi top y traía puesto un cachetero rojo, siempre nos acostamos en la cama mientras vemos la tv.

En eso mi sobrino al verme con top y mi cachetero, sólo tragó saliba, se subió a la cama, se acomodó donde estaba y él pensó que no lo estaba viendo, pero por ratos se me quedaba viendo mucho en mis pechos, mis piernas y lo que traía puesto, y en cierto modo como que me dio un no se que, que se yo, le pregunté que si tenía novia, a lo que me respondió que no, que le gustaba alguien pero que era mayor que él y no tendría oportunidad con ella porque lo veía algo imposible, total, nos pusimos a platicar de eso, le pregunto:

Yo: Y dime Ivan, ¿cómo es ella?

Mi sobrino: Pues es bonita, güera, tiene ojos hermosos y un cuerpo encantador que me vuelve loco.

Yo: ¿Tanto así?, ¿y por qué dices que no tienes oportunidad con ella?

Mi sobrino: Porque no creo que jamás me haga caso. Mejor sigamos viendo tv.

Ya no le quise preguntar más, porque rápido cambió la plática y le cambió a la tv, vimos una película que estaban pasando y en eso me quedé dormida por un lapso de 30 minutos, pero entre el sueño sentía que me acariciaban las piernas y de pasada unos rosones en mis pechos, por un momento creí que tenía un sueño húmedo pero cuando abrí los ojos, cuál fue mi sorpresa, era Ivan que estaba entretenido con mis pechos y yo de lo sorprendida di un salto y le dije ¡Ivan! ¡¿Pero qué haces?! y él solo se quedó quieto, mirándome con miedo, a lo que le volví a decir ¡te pregunté algo! solo lloró, me abrazó y me empezó a decir:

Mi sobrino: Eres tú Anto, tú eres la chica que me gusta y deseo.

Yo: Pero Ivan, eso es imposible mi vida, eres mi sobrino.

Mi sobrino: Por favor Anto, no me rechaces, no soportaría otro rechazo de una mujer, me gustas y te deseo desde que te vi por primera vez con esos cacheteros y top puestos.

Yo no supe que decir, me quedé helada y sin saber qué hacer, en eso me empezó a masajear los pechos a lo que me decía en voz baja:

Mi sobrino: Eres una mujer muy bella Anto, me encantas, me gustas, esa manera que tienes de vestirte, te ves sexy con esos cacheteros y top, siempre llego a mi casa a masturbarme, por favor, no me rechaces tía.

Pero no dejaba de manosearme los pechos, fue tanto la ternura en como lloraba y me decía que no lo rechazara, que opté por acceder a su pedido, por alguna extraña razón yo estaba mojada y ya los roces que me daba en los pechos me empezaban a gustar y él al ver eso, puso su mano sobre mi muslo y lo empezó a acariciar, yo ya estaba poniéndome muy caliente, sabía que no era correcto pero sin embargo ya me estaba valiendo si era mi sobrino o no, lo que rompió el hielo fue cuando me dijo:

Mi sobrino: Por favor Anto, sé mi primera vez.

Al escuchar eso, mis hormonas se pusieron más locas de lo normal y lo voltee a ver, le dije que:

Yo: OK, pero con la condición de que tu papá no se tiene que enterar de esto Ivan, ni nadie.

A lo que él me respondió:

Mi sobrino: Claro que no Anto, como crees que después de tanto tiempo de esperar esto, ¿piensas que echaré a perder este sueño hecho realidad?.

Lo primero que le dije fue que qué quería que hiciera y el muy tímido me dijo que si le podía dar una mamada, su cara de tímido y color jitomate me dio demasiada ternura y le dije que se relajara, que me lo dejara a mí, a lo que él solo cerró los ojos y se dejó llevar, le bajé el cierre del pantalón y cuando se la saqué, vaya, estaba más tieso que nada, parecía que iba a explotar de tal erección que tenía, para 16 años si que estaba bien armado.

Total primero le di un beso en la punta de la cabeza, a lo que él solo dio un pequeño brinco, seguí, después le pasé la lengua por toda su verga hasta llegar a sus huevos, me los empecé a comer y al verlo como gozaba me excité más, de un solo golpe me metí toda su verga a la boca, solo grito y me dijo que se sentía muy rico, seguí con la mamada y en pocos segundos sabía que se iba a venir porque se le empezó a poner súper dura y sí, sentí los chorros de semen en mi boca, a lo cual me los comí todos y eso al verlo él se puso como loco y me dijo que le había gustado, sin decirle nada, lo tumbé a la cama, me quité mi cachetero y Dios, el niño si que venía con todo, se corrió y seguía su verga bien parada, me le monté, sentía como entraba cada centímetro de su verga en mí, lo voltee a ver y solo escuchaba como gemía de placer, empecé a darle unos buenos sentones y al mismo tiempo le decía:

Yo: ¿Te gusta bebé?

Mi sobrino: Si Anto, no sabes cuánto soñé con esto desde hace tiempo y ahora me estás violando ¡Ahh! ¡Sí!

Yo: Pues disfrútalo bebé ¡Aaahh! ¡Ay Ivan que se pone dura tu verga!

Mi sobrino: ¡Me voy a venir de nuevo Anto! ¡No puedo aguantar más! ¡Me corro!

Yo: ¡Vente! ¡Aahh! vente adentro que con esto dejarás de ser virgen ¡ay!

Mi sobrino: ¡Ya no aguanto! ¡ME VENGO! ¡ME VENGO!

Yo: También me voy a correr Ivan ¡AAAH! ¡SÍ! ¡SÍ!

Nos venimos al mismo tiempo, cantidad de semen expulsó adentro de mí, no saben cómo disfruté ese momento, me quedé sentada arriba de él hasta que se le hiciera chiquita, sentía como palpitaba aún de la corrida. Me quité de encima y me acosté a su lado, le pregunté:

Yo: ¿Te gustó?

Mi sobrino: Si, gracias Anto, acabas de hacerme el mejor sueño del mundo y ahora soy feliz, eres grandiosa cogiendo, la mejor sensación.

Yo: Que bueno que te gustó bebé, y recuerda, ni una palabra a nadie de esto, será nuestro secreto.

Mi sobrino: Claro, siempre y cuando lo volvamos a repetir.

Yo: No lo sé Ivan, lo pensaré.

En eso escuchamos que mi hermano venía y me acomodé rápido mi cachetero, mi pelo y él el pantalón, prendimos la tv, justo cuando nos sentamos en la cama, entra el papá de mi sobrino. Y me dice, perdón hermana, olvidé unos papeles en tu mueble y yo de, ah sí, adelante, por dentro estaba nerviosa porque por poco nos ven, en eso voltea y nos dice, y ahora ustedes, muy callados, siempre están hablando como pericos no se callan, Ivan ya despídete de tu tía, ya nos vamos.

Y cerró la puerta, en eso se aventó encima de mí y me dijo:

Mi sobrino: Anto, gracias, soy el chavo más feliz de la tierra, te quiero tía.

Yo: También te quiero mucho bebé, y recuerda, ni una palabra de esto a nadie o si no, ya no se volverá a repetir.

Mi sobrino: ¡NO! para nada, este secreto está bien guardado.

Se levantó, me dio un beso en la boca, me agarró mis pechos, salió y se fue. Por un momento me quedé pensativa, por lo que había hecho, porque sé que no estaba bien, jamás me había pasado esto, pero después me empecé a reír como loca y dije, ay, total, vida solo hay una y hay que disfrutarla al máximo jajajaja me levanté y me duché porque estaba olorosa a sexo y con el semen de mi sobrino.

Y después de esa vez, pasaron muchas más cosas con él y en la casa, pero eso se los contaré en otra ocasión.

Todo esto que les acabo de contar, pasó, fue real y lo mejor que lo disfruté. No sean cerrados, el incesto no es tan malo, si los dos aceptan, nada como tener sexo con un familiar y como dicen, todo queda en familia.