El despertar sexual de mi prima (2)
Actualización y continuación de los encuentros sexuales con mi prima.
Lo que paso entre mi prima y yo se remonta a cuando éramos jovencitos. Actualmente los 2 rondamos los 30, pero nos empezamos a atraer sobre los 13. Sobre esta edad o incluso antes nos cogíamos de la mano a escondidas, nos dábamos piquitos, todo con mucha castidad pero que dejaba entrever lo que luego pasaría. Yo soñaba con verla desnuda y eso que no estaba formada ni apuntaba a que fuera a tener unas medidas espectaculares y de hecho nunca las ha tenido, de hecho ahora es bastante normalita, pero era el despertar sexual de ella y mío. En el pueblo donde veraneábamos, me gustaba ir con marea baja al muelle a recoger cangrejos con ella, o esa era mi excusa, porque al agacharnos, su blusa se abultaba y le veía sus pechitos por supuesto sin sujetador y esos pezones que ya apuntaban que iban a ser bastante grandes. Muchas veces llegaba a casa y tenia que masturbarme, de hecho, mi primera paja fue pensando en mi prima.
Ella se fue a vivir a una ciudad a unos 400 kilómetros y eso nos corto un poco la relación y lo que iba a suceder que supongo que nos hubiera ocurrido antes. Las navidades en las que teníamos 16 años vinieron a cenar a casa en nochebuena ella y su familia. Después de la cena estábamos viendo la tele en mi habitación y me dijo que si podía hacerle un masaje en la espalda. La relación ahora era mucho más fría por lo que no imaginaba lo que iba a pasar. Ella llevaba una camiseta blanca bastante amplia y debajo un sujetador. Empecé a masajearla la espalda solo por fuera pero a los 10 minutos metí las manos por dentro y la masajeé la espalda solamente pero intentaba rozar un poco en sus pechitos. Los roces eran cada vez más insistentes así que al ver que no me decía nada la toque un poco los pechos y alternaba con suave masaje en la espalda pero llego un momento que no resistí más y puse mis dos manos en sus dos pechos, rodeándolos con mis manos y jugando con sus pezones. Así seguimos un rato disfrutando pero como mi hermano también estaba en la habitación ella me cogió de una mano y me llevo a otra sala.
Allí no aguantamos más y nos abalanzamos en una cama, ella debajo de mí y nos empezamos a besar. Las lenguas no paraban de entrar en nuestras bocas. Tenía ella unos labios delgaditos pero una boca bien ancha. Nuestras manos buscaban nuestro sexo. Yo le introduje 2 dedos en su coño, era mi primera vez y lo encontré muy mojado, la sensación era indescriptible. Tenía mucho vello púbico, siempre lo tuvo hasta el final de nuestras relaciones, y ella busco mi miembro, que ya estaba bastante erecto, y me masturbo un buen rato. Llevábamos mucho tiempo queriendo hacerlo y la sensación era tremenda. Abandone su coño y me dirigí a sus pechos, le subí el sostén y pude comprobar que sus pezones eran todavía mas grandes de lo que recordaba, eso si, blanditos, sus pechitos pequeños, nunca uso ni usa gran talla, pero a mi me encantan así, y ha marcado el tipo de chicas que me han gustado a mi en el futuro. Esa noche fue breve, estaríamos así solo 10 o 15 minutos, pero fue muy intensa, ella me hacia una paja, era la primera que me hacían, y me acabe corriendo en mis slip mientras me comía a mi prima a besos y ella también se corrió ya que lo note y días después ella me lo comentó.
Ella volvía a su ciudad y empezó a tener novios pero de vez en cuando volvía por aquí y no le importaba y nos acabábamos enrollando pero no pasaba de eso, Por ahora no habíamos dado el salto a practicar sexo. Pero llego la época de los 18 a los 25. Fue en navidades otra vez a los 21 años cuando ella volvió a pasar aquí las fiestas. Las cosas se habían enfriado todavía más pero siempre queda la cosa de que podría ocurrir, además, después de lo que habíamos vivido solo nos faltaba probar el sexo. Para poneros sobre aviso os describiré como era ella por esa época: morena de pelo largo, medio morena de piel, entre 1.60 y 1.65 m de altura, muy delgadita, con poco pecho aunque firme, poderosos pezones marrones grandes aunque blanditos y una inmensa boca con unos finísimos y rojos labios.
Un día en las navidades en que teníamos 21 años, salimos por ahí y no paso nada en los bares pero la acompañé a la casa donde se alojaba que era nuestra y además estaba sola. La dejé en su habitación y yo me puse a ver una película porno que había grabado. Al poco oigo una puerta y se me acerca mi prima en pijama y se tumba en el sillón apoyada en mi brazo. Esa era la oportunidad. No pasaron ni 10 segundos y ya me había vuelto hacia ella para buscar sus labios que ella me ofrecía. Lentamente nos fuimos poniendo cara a cara y no perdí el tiempo en perder mi mano bajo su pijama buscando esos pechos y sobre todo esos pezones que tanto anhelaba. Los encontré. Dios mío, daba la impresión que cada vez que los sentía me parecían mas grandes. Inmediatamente la quite la chaqueta del pijama y me puse a pasear mi lengua por ellos. Ella se empeño en desabrocharme el pantalón y se puso a jugar con mi pene que ya estaba erecto. Yo seguía inmerso en sus pechos que siempre me han traído loco. Al poco tiempo aproveché para quitarme mi camiseta mientras ella me daba suaves besos en mi pecho. En ese momento y yo ya desnudo del todo me puse de rodillas y comencé a lamerle el coño que como siempre tenia muchísimo pelo. Ella agarraba mi cabeza como impidiendo que yo me separara y que la siguiera dando gusto. Mi lengua no paraba de moverse frenéticamente por su rajita, de hecho dicen que se me da muy bien ese arte, mi lengua entraba y salía de su cueva bastante mojada mientras ella gemía levemente. Entonces ya no aguante más, cogí mi pene y apunte directamente a su raja. Al principio costó que entrara pero después de varios intentos se deslizó hasta que finalmente entró entera. Madre mía. Que sensación. No era la primera vez que lo hacía pero era mi sueño el poder hacerle a mi prima el amor desde que éramos unos crios y se estaba cumpliendo. Mi boca volvía a estar a la altura de sus joyas llamadas pezones con lo que con mi lengua volví a lamer y morder suavemente esas perlas. En serio que nunca más he visto pezones tan grandes. Decidí sentarme en el sillón y que ella se pusiera encima de mí, es una postura que me encanta, además de que así la polla le daría más gusto ya que entraría más dentro. Seguía teniendo los pezones a mi alcance. Ella en ese instante se corrió y me lo dijo. Solo faltaba yo con lo que apure un poco mi ritmo y cuando faltaba poco para correrme saque mi pene de su cueva y el semen salió escupido hasta sus pechos. Había sido la primera vez y fue una pasada.
Dos años después y también en navidades ella volvió a mi ciudad. Los 2 habíamos tenido pareja pero en esos momentos no. Ese día yo no pensaba salir pero me dijo que porque no dábamos una vuelta por ahí y nos tomábamos unas cervezas en la zona de movida. Íbamos en plan primos solamente pero después de tres horas bebiendo y charlando no aguantamos más y nos empezamos a besar. Ya que era un sitio público decidí coger el coche y marcharnos a un monte cercano en donde hay un aparcamiento en donde van las parejas. El coche de mi padre es bastante amplio así que nada mas llegar ella casi no espero a que apagara el motor porque se lanzó a desabrocharme el cinturón e introdujo mi pene en su boca. Dios era lo que faltaba, como movía la lengua. Había notado esa lengua en mi boca pero nunca en mi pene. Mi pene, que no es excesivamente grande, entraba hasta el fondo de su boca y después recorría con sus labios todo el miembro. No aguanté más. La cogí y desde el mismo asiento del conductor la puse encima de mí. Llevaba falda así que lo único que tenía que hacer era levantársela y ya esta. Antes me recreé paseando mi pene por sus bragas hasta que finalmente me decidí a apartarlas e introducirla. Antes ella había mojado sus dedos y se los había metido en su rajita. Por supuesto volvimos a hacerlo sin condón. Mi pene se volvió a perder en sus entrañas en mi posición favorita. Esta vez la cogía por sus caderas la hacía rebotar contra mi miembro mientras nuestras bocas jugaban a encontrarse al igual que nuestras lenguas. De vez en cuando le levantaba el jersey, la camisa y el sostén y paseaba mi lengua por sus aureolas marrones. Esta vez la mordía más fuerte debido al grado de excitación y ella me decía que no fuera tan agresivo. Otra vez a punto de correrme saque mi pene y manche todo con mi semen.
Pero hoy teníamos ganas de más quizá por que pensábamos que podría ser nuestra ultima noche o a saber porque y nada más acabar este empezamos a juguetear en el asiento de atrás. Esta vez me tumbe cual ancho es el coche. Ella se arrodillo y comenzó a chuparme el miembro hasta que este alcanzó su máxima erección entonces se acomodó encima y poco a poco fue bajando. La introducía un poco y la volvía a sacar. Así un par de veces hasta que por fin la metió entera. Estábamos demasiado excitados y estos polvos fueron para mi gusto demasiado rápidos pero el placer era máximo. Ella botaba como una loca encima de mí mientras mis manos se amarraban a sus pechos que por otra parte, a pesar de ser pequeños, eran tremendamente duros, mientras ella no solo gemía sino que en ocasiones gritaba mientras me decía que me quería. Yo en mi vida había sentido tal excitación. Será el morbo que estuve persiguiendo durante muchos años de acostarme con mi prima pero han tenido que pasar muchos años para que otra mujer me haya hecho sentir en la cama como mi prima me hizo sentir, pero es que como la sensación de hacerlo a pelo no hay ninguna. Esta vez no solo note que se corría por como se apretaba mi polla en su coño y como mojaba mi mimbro si no por los gritos que pegó durante medio minuto o yo que se el tiempo porque yo había perdido la noción de este pero el caso es que mi pene estaba a tope y a punto de expulsar la leche. Me hubiera gustado correrme dentro, ese día si, pero era muy arriesgado con lo que saque mi pene y volví a escupir el semen fuera, quizá esta vez con más potencia. Ella se recostaba sobre mi susurrándome te quiero y disfrutamos del momento.
Nunca mas volvimos a hacerlo, solo nos enrollamos una vez más, pero justo esa noche conoció después al que sería su futuro marido y después de eso si que se enfrió la relación, tanto que ya ni nos hablamos. Una pena porque no me hubiera importado repetir esos polvos que llevábamos esperando tanto tiempo. No se si os gustara pero la historia ocurrió realmente.
El caso es que el tiempo pasó y acumulamos hasta 7 años sin hablarnos cuando de repente recibo un mensaje al móvil y para mi sorpresa era ella. Quería quedar para tomar algo y charlar sobre porque no nos habíamos vuelto a hablar en estos 7 años. La verdad es que no me lo esperaba y fui con la intención de aclarar que nos había pasado y porque nos habíamos distanciado. Al hablarlo no echamos la culpa mutuamente, ella me echaba la culpa de que yo le pedí tiempo y yo de que según empezó a salir con su novio y actual marido paso totalmente de mi. El caso es que logramos aclarar nada pero seguimos bebiendo y al menos estaríamos así 3 horas a vinos. Cuando pagamos me dijo que le acompañara a su casa que estaba cerca del bar donde quedamos.
En esos momentos y con todo el vino que tenia encima y habiendo recordado los momentos juntos la verdad es que tenia ganas de que me dijera que subiera pero por otra parte ya no sentía por ella lo que sentía antes, es mas, físicamente había engordado y ya no era la prima que me atraía siendo jóvenes. Confieso que yo estaba medio borracho pero ella estaba peor y me invito a subir ya que su marido no estaba, cosa que yo ya sabia y que después averigüe que por eso me llamo, y así tomábamos la ultima arriba y me enseñaba la casa. Subí sin intención de acostarme con ella pero en el fondo se que lo quería por varias cosas, por lo que casi todo hombre y mujer, llevaba 4 meses sin hacer el amor y por averiguar si sentía lo mismo que hacia 7 años, si esa chispa que teníamos seguía o fue cosa de que éramos jóvenes y queríamos experimentar.
En el sillón de su casa comenzó a hablar y hablar de lo borracha que estaba y seguía haciendo algo que hacia 7 años, cuando hablaba y quería dar importancia a algo acercaba su cara a la mía, supongo que tendréis algún conocido que lo haga. Quiero decir con esto que no había cambiado, a pesar del hijo y el marido, seguía teniendo la mentalidad de antes. Eso era una cosa que no me gustaba y además me ponía nervioso estar en su casa, el marido no estaba pero quien dice que no adelante el viaje y aparezca y nos sorprenda, Así que le dije que me marchaba y nada mas oírlo me beso. Estuvimos así un rato y la aparte.
-¿Estas segura de lo que estas haciendo?, le dije.
-Si, sabes que nunca te he olvidado.
-Y entonces ¿por qué estas con el?
-Porque tu nuca luchaste por mí.
Después de 7 años voy y me entero que ella estaba completamente enamorada de mi y que hubiera hecho lo que fuera frente a la familia porque ella y yo estuviéramos juntos. A mi siempre me atrajo físicamente pero nunca me había planteado nada serio por el mero hecho de ser mi prima. Seguimos conversando y me decía que por mucho que no viviéramos juntos nunca me iba a olvidar. Yo la verdad es que me empecé a calentar y me daba igual todo así que a su siguiente beso me deje llevar y según nos morreamos le puse las manos en la cara como diciendo que adelante. Ella se acomodo encima de mi, yo estaba sentado y nos seguimos besando. Mis manos instintivamente y como siempre ocurrió se perdieron bajo la blusa y como siempre ocurría no llevaba sostén, debido al calor ya que esto fue en verano del 2006 y que sus pechos seguían siendo muy pero que muy pequeños, No se que talla usará, 80 o algo así. El caso es que fui directamente a sus pezones y si, blanditos y enormes con lo que me puse a la labor de lamerlo y morderlos cosa que a ella le encantaba.
Le quite la blusa y ella empezó a tirar de mi pantalón con lo que me lo quite y ella el suyo. Al ver mi polla dijo que no estaba mal, cosa que me saca de quicio de ella porque mi polla no es nada grande, 16 cm. y carga a la izquierda, y delgada con lo que seguro que habrá visto y probado penes mejores pero el caso es que le debe ataer. Me la cogió y se puso encima para encajarla, tardo un poco pero entró y empezó a botar. Yo veía que ya no sentía lo mismo pero me centre en sus pezones y seguí mi labor. Ella saltaba y movía el culo mucho mejor que antes, siempre lo tuvo gordo pero ahora mas, según pasaba el polvo me iba gustando mas pero supongo que era por la excitación no porque volviera a sentirme atraído por ella. Subía a besarla y seguía susurrándome te quiero al oído como lo hacia antes.
La levante e hice que bajara el tronco y apoyara las manos en el sillón como a 4 patas pero con las piernas estiradas. Me puse detrás, me cogí la polla y la introduje poco a poco y la saque, repetí la operación y a la tercera lo hice rápido, Ella gimió y seguí bombeando, Baje la mirada para ver sus pechitos y sobre todo esos pezones que tendríais que verlos, me excitan muchísimo, incluso solo con verlos, no se si os pasa. Podríamos decir que se parece a Vanessa Bauche, actriz mejicana de Amores perros, fijaros en los pezones y en su boca, son clavados a los de mi prima.
Estaba a punto de correrme así que la saque y le dije que se tumbara en el sillón pero no a la larga sino apoyada en el respaldo con lo que su cadera queda al borde y las piernas fuera. Mientras mi polla descansaba un poco empecé a lamerle al coño que seguía igual de peludo que siempre algo que nunca me había importado pero que de un tiempo a esta parte no me agrada mucho. Con mis dedos le apartaba los labios y mi lengua bajaba y subía mientras ella con sus manos en mi cabeza seguía diciéndome que me quería. Después de un rato me dijo que se la metiera que quería correrse sintiendo mi polla así que con una mano la cogí una pierna suya para acercar su cuerpo y con la otra mano cogí mi pene y lo acerque, tente un poco y acabe metiéndola. Puse sus 2 piernas por encima de mis hombros y la empecé a embestir bastante fuerte. Disminuí para agacharme y lamerle los pezones pero me dijo que siguiera que estaba a punto de correrse así que seguí embistiendo deprisa hasta que noto como sus dedos que estaban en mis muslos se clavan y respira fuertemente. Baje el ritmo y lo mantuve cerca de un minuto, ella carraspeó y dijo que me corriera. Acelere un poco el ritmo y no tarde mucho en ver que me iba a correr así que la saque y me masturbé apuntando a su cara pero ella me dijo que no y la aparto con la mano así que me conforme y apunte a sus pechos y cuello pero el tercer chorro acabo en sus labios que estaban cerrados. Apartó la cara pero solté mi pene y le cogí con las dos manos su cara y la besé, no quería abrir la boca pero lo hizo y al final le introduje la lengua y "saboreamos" los dos mi propio semen, algo que nunca había hecho pero que quería probar, besar a una mujer que esta llena de mi propio semen.
-Quédate a dormir, me dijo
-No creo que se la solución, conteste.
-Tengo miedo que nunca mas estemos juntos.
-Va a ser lo mejor, que cada uno siga con su vida.
Todavía no se porque dije eso porque en verdad no lo sentía. Me ofrecía estar con ella cuando quisiéramos, sin ataduras, a espaldas de su marido, y tuvo que salir mi vena de caballero, por decir algo, y decirle que le podía crear problemas y que cada uno por su lado. Como me arrepiento. Ha pasado un año y le mando mensajes para volver a vernos y no obtengo respuesta. La conclusión es que ella nunca me olvido a pesar de casarse con su marido y me lo demostró esa noche pero yo si la había olvidado y cuando podía haber tenido polvos sin, digamos, ataduras, voy y lo rechazo y ahora recurro a ello y, o no me hace caso o se tomo muy en serio lo que le dije.
EPILOGO: Se que hay muchos que no se creen esta historia pero os puedo asegurar que ocurrió de verdad, los lugares son ciertos, las conversaciones también y mi prima existe, para nada es un pibón tremendo, todo lo contrario, es normalita y si me apuras tirando a fea. Solo cuento la historia porque me gustan los relatos eróticos y quería compartir esto con vosotros igual que muchos escritores de esta página los comparten.