El despertar del padre - Parte 2

Continuación de cómo hace un par de años descubrí mi sexualidad de la mejor forma posible y cómo a día de hoy, la sigo manteniendo felizmente con la persona que me ha ayudado, mi hijo.

Antes de nada, agradeceros a todos los comentarios tan positivos que he tenido en la primera parte de este relato. Ya sabéis que soy todo oídos y que cualquier sugerencia, opinión o simplemente, escuchar o leer vuestras propias experiencias, me ayudan y animan a seguir escribiendo. Así que mil gracias amigos de la relación paternofilial.

PD: Muchos me decís que continúe la otra saga de la cuarentena. Quiero continuarla y darle un final, lo que pasa que me quedé bloqueado en su momento y por eso la paré, a parte de por el tiempo. Pero prometo darle un final ;)

Ahora, ¡a disfrutar de esta!


Playa Casablanca - 2 julio 2018.

El trayecto de camino hasta la playa transcurrió de manera normal, hablando, poniéndonos aún más al día… aunque en verdad ya sabíamos todo del uno o el otro.

Llegamos hasta el lugar y aparcamos. Fuimos andando hasta que llegamos a la zona nudista, que lo descubrimos porque vimos a las primeras personas en bolas en la arena. Era una playa bastante kilométrica y tranquila, por lo que sería perfecto para estar a gusto y sin mirones al otro lado de la playa. Era un día nublado (aunque hacía bastante bochorno) por lo que no se veía mucha concentración de gente, además, la mayoría que estaban desnudos eran parejas algo mayores y alguna chica o joven solo. Serían sobre las 12:00h más o menos.

  • Nos quedamos aquí pa? Que no tenemos a nadie cerca - dijo mi hijo sacando su toalla y empezando a ponerla sobre la gravilla.

Yo empecé a acomodar las cosas, dejando la toalla, poniendo la sombrilla y acomodando la neverita con comida bajo la sombra. Mi hijo no tardó en desnudarse y cuándo lo hizo no pude evitar mirar sin que fuese muy descarado su cuerpo y de nuevo, su rabo, que esta vez parecía más grande, supongo que por el calor.

De repente tras volver a ver aquello, no pudo evitar subirme un pequeño calor y una pulsación en la polla… miedo. Así que me fui desnudando lentamente hasta que me quedé completamente en bolas como él.

  • Joder pa, que leeeento… venga, te vienes al agua? que me aso de calor - me dijo.

  • Ya??? Esperáte que me acomode en la toalla un rato hombre.

  • Nooo, vengaaaa - me dijo levantándose y tirando de mi brazo. Tenía la polla de mi hijo y creo que la primera en mi vida, en una posición muy cercana a mi cara.

  • Veeeeengaaaa… voy… - me levanté mientras tiraba aún de mi brazo.

Se fue corriendo al agua mientras que yo iba detrás un poco más lento. Lo vi como se zambullía sin pensárselo en el mar. Parecía un crío que disfrutaba por primera vez de la playa.

El agua estaba buenísima (tengo que decir que el mar estaba un poco más caliente estos días que de normal). Mi hijo estaba dando un par de nados, así que aproveché a “hacerme el muerto” y relajarme un par de minutos así, que era de las cosas que más me gustaban. Además, el agua estaba bastante calmada y apenas había oleaje. Pasaron un par de minutos cuando de repente ¡ZAS! alguien me hunde y me lleva hasta el fondo.

  • [Tosiendo varias veces] Coño Dani eres bobo??? He tragado mogollón de agua.

  • JAJAJAJAJAJA es que me lo has puesto a huevo estando así.

En verdad me gustó que me hiciese eso. Estaba muy a gusto con él por fin, así que también decidí juguetear un rato con él. Empecé a hacerle ahogadillas y él a mi. Todo esto mientras nuestros cuerpos prácticamente se estaban rozando, incluso en una de estas que se la hice, noté como su cabeza rozó un poco mi polla bajo el agua. En aquel momento solo disfrutaba y no pensaba nada más allá, al contrario que antes cuando le vi en bolas. Ahora me sentía un chaval más como él.

Ya decidimos salir e ir a tomar el poco sol que había. Él decidió tumbarse boca arriba mientras que yo aproveché a leer un libro también sobre la toalla. Estaba en la puta gloria así que de nuevo eché un vistazo a mi hijo y pude verle ahí, tumbado, al hijo que había engendrado con mucho gusto. Él tenía puesto una camiseta sobre sus ojos para evitar la luz así que ahora no tenía que evitar esconder la mirada. Estaba más atento a su cuerpo y polla que al propio libro y eso empezó a despertar poco a poco en mí ese nuevo latido en mis partes bajas. Mierda, creo que me estaba empezando a poner morcillón. Venga Juan, cálmate… y en ese momento, mi hijo se quitó la camiseta de sus ojos y levanto su tronco mirando hacia mi.

  • Que hambre ten… - miró hacia abajo y dijo - eh pa… creo que te has puesto un poco contento no? jajajaja - señaló con el dedo hacia mi rabo. Me miré yo y era verdad, mi rabo, que de normal es más de carne que de sangre, aunque de largura normal, pues ahora se había hinchado y su gordura era de notar.

  • Joder, te lo iba a decir antes, pero tengo un padre con las pelotas más grandes que he visto nunca, mae mia.

Si, con mis atributos de ahí abajo no me podía quejar y otro de los aspectos a destacar eran mis huevos colganderos.

  • Dani me vas a ruborizar más y el decir eso no ayuda…

  • Es verdad pa, ojalá tener esos huevos yo también.

  • Hombre, tu no te puedes quejar eh, que tampoco andas mal vaya. Y oye - quería preguntarle acerca de esa frase que dijo antes - qué pasa, que ves muchas pollas y huevos por ahí o qué? - me salió decirle eso, aunque me arrepentí al segundo… no sabía si quería descubrir su respuesta y si eso ayudaría a bajarme este calentón tan tonto que tenía de repente.

  • Eeeh ya te digo, que tan grandes no los he visto. Y si, claro, en los vestuarios y con mis amigos en la playa.

  • También haces nudismo habitualmente!?

  • Claro o qué te pensabas jajaja

Mi cara era un poema en ese momento, pensaba que esta era su primera vez… inocente de mí.

Ahora al mirar, noté que a él también se le puso un poco más gordota que antes de repente.

  • Vaya vaya, y ahora quien se ha animado también… - señalando a sus partes.

  • Me has pillado, pero es que flipo con esos huevos pa… - y acercó su mano y cogió como si de una manzana o melocotón se tratase, mis huevos.

Aquello si que me pilló de imprevisto y mi primera reacción fue pegar un pequeño mini brinco.

  • Jajaja perdón pa, pero quería tocar eso - dijo retirando su mano cuando tuve esa reacción.

En aquel momento, mi polla no lo pudo evitar y se empezó a poner dura. Intenté taparme con las dos manos. Tierra trágame, pensé.

  • Ahora te pido yo perdón a ti, que mira que percal.

  • Ah no no, mírame a mí también… - y fijandome, pude ver como su rabo también creció de manera importante. Ostia con mi hijo, lo que cargaba ahí era tremendo - de tal palo tal astilla dicen no? Jajajaja

Y así era, lo pudimos comprobar con nuestros propios ojos. Él parecía de lo más acostumbrado a estas situaciones y ni parecía avergonzarse de ello. Yo en cambio, me daba morbo pero por otro lado pensaba que aquello no podía ser normal.

  • Llevo sin descargar 4 días ya, así estoy, que a la mínima me enciendo - me dijo él de forma tan natural.

  • Dani!!!!

  • Qué pasa pa! No me digas que te da vergüenza hablar de esto conmigo… Que somos hombres coño.

  • Pero tú cómo has salido tan desvergonzado? Me explicas?? Que mal te ha hecho vivir con tu madre…

  • Jajaja que va. Pues yo que sé, si a esto he salido a ti - señalando su rabo - pues entonces de carácter también digo yo… Porque tampoco te has ocultado con eso detrás de tus manos y estando tu hijo delante!!

  • No intentes excusarte!! Lo mio no se que ha debido de pasar…

  • Lo mejor es unos pajotes y listo, y ya verás que gusto pa! - y al decir eso pude ver como llevaba su mano a su rabo y empezaba a hacerse una lenta paja - además, no hay nadie cerca…

Y era verdad, los vecinos más cercanos a nosotros apenas se distinguían bien.

  • Daniiiiiiii qué haces!!! De verdad te vas a hacer una paja aquí delante mía ahora???? Tu no tenías hambre??

  • Siii pero primero esto así luego como con más hambre... Venga animateee - dijo llevando su mano de nuevo, esta vez a mi rabo que aún seguía duro - mira, si tu también lo estás deseando.

  • Pe, pee-ro… - empecé a decir cuando vi que su mano estaba haciendo un movimiento suave de arriba a abajo.

Ahí ya no dije nada más y me dejé hacer. Mi hijo me estaba haciendo una paja, muy sutil mientras que con la otra mano se la estaba haciendo a si misma de igual manera. Esta situación me gustaba y me estaba poniendo a 100. Después de unos minutos así, decidí que esta vez me tocaría a mí, así que le quité su mano y con la mía le cogí su propio rabo. Era momento de cambiar las tornas.

Él se dejó hacer, al igual que yo y notaba que estaba la mar de tranquilo y disfrutando, incluso se le escapó algún que otro pequeño gemido del gusto.

  • Madre mía que gusto pa… lo haces mejor que otros… buafff - tras decir eso, paré en seco y le pregunté lo siguiente.

  • Perdón?? Es que acaso otros tíos ya te la han meneado??? Dani… eres gay o algo???

  • Pues a ver… ya que estamos así, te tengo que contar que me podría considerar bi…

  • Ostias… no sabía yo ese detalle… Dani…

  • Pa, a ver, espero que no te moleste…

  • No no no!! Para nada, pero no me lo esperaba.

  • Me mola, dependiendo del momento estar con un tío o una tía… en mi grupo de amigos también alguno es bi.

Después de decirme aquello, ya empezaba a comprender un poco por qué era tan desvergonzado. Aunque también me pregunté por qué estaba haciendo yo esto ahora mismo. ¿Acaso me gustaba también los rabos? El otro día tuve la misma sensación con mi amigo…

  • Pa, a ver, que veo que te estás rayando que hasta se te ha empezado a bajar… - y era verdad, me acababa de rayar - espero que no sea por esto que acabo de decirte…

  • No Dani, ya te dije que al final me da igual, tu eres libre y yo no puedo exigirte ni obligarte a nada, pero si que me rayo por esto que estamos haciendo ahora.

  • El qué? Pajearnos tu y yo? Paaaa, venga, en serio?

  • Soy tu padre y tu mi hijo

  • Y qué? Al final somos dos hombres y no nos hemos visto en tres años tampoco.

  • De verdad Daniel acabas de decir eso?

  • ...no quería decirlo así…sino qu… - no le dejé de terminar cuando me estaba levantado, ya con el rabo normal, y me fui directo al agua. Necesitaba un agua y despejar esa rayada encima.

  • PAAAAAAA, NO TE ENFADES… PAAAA - escuchaba decirle de fondo.

Me metí en el agua mar adentro y me sumergí. Parecía que mi hijo estaba molesto en el fondo por no habernos visto en tres años, pero yo deseaba desde que nos separamos encontrarme de nuevo con él. No lo hice aposta. Al cabo de unos minutos, noté que Dani se había metido también en el mar y que iba en mi búsqueda. Entonces sentí que me cogía por la espalda y se pegaba a mi cuerpo para darme un abrazo.

  • Pa, perdón. No quería ofenderte. Sólo decirte que no pasaba nada por lo que hemos hecho, somos dos hombres y al final tenemos nuestras necesidades… además que mejor que entre nosotros que sabemos lo que nos gusta…

Seguía abrazado a espaldas mías, notaba su polla rozando prácticamente en mi culo, que ahora mismo no la tenía empalmada. La verdad que estar así, visto desde fuera pareceríamos una pareja, pero en verdad éramos un padre y un hijo que se querían. Me separé unos centímetros de él y me di la vuelta para mirarle de frente y pedirle yo también disculpas por mi reacción tan impulsiva y por estos tres años perdidos entre nosotros. Cuando terminé de decirlo, Dani me dió un beso en la boca, un beso nada sexual, sino de amor. Un beso que duró unos segundos pero que fue muy especial.

  • Venga pa, volvamos a las toallas y terminemos la faena de antes - dijo guiñándome un ojo y tocándome el rabo bajo el agua.

Volvimos a la toalla y en la misma posición sentados como estábamos antes, comenzamos a hacernos una paja mutuamente. Tardamos poco en volver a empalmarnos y prácticamente en corrernos. Primero fue él y seguidamente yo.

  • UFFFFFFFFF, jo-ooder… que gustazo.. buafff - decía Daniel mientras ví como se había puesto toda la tripa y mano de lefa - que corridote te has pegado tú también pa, madreee.

La verdad que no echaba tanto desde hacía tiempo. Había sido fabuloso, aunque de nuevo un pequeño atisbo de arrepentimiento en ese momento me invadió la mente. Decidimos pegarnos otro baño y el resto del día ahí en la playa no volvimos a decir nada del tema, ni siquiera le pregunté sobre su bisexualidad.

A las 18h de la tarde, empezamos a recoger, después de la pedazo siesta que nos pegamos para volver a ir al bungalow donde vivía.

Antes de arrancar el coche, recibí un whatsapp.

[Juanjo] - eyyy juanito, esta noxe vamos a volver al puerto a tomarnos unas copas y hemos pensao que te trajeses a tu chaval y asi le conocemos, ke piensas??

La idea no me convencía mucho, porque como dije, quería estar con Dani a solas el máximo tiempo posible, pero también es verdad que mi hijo me preguntó por mis amigos y que si en algún momento me decían de salir que fuésemos, que así nos tomábamos algo. Le dije el plan y aceptó con una sonrisa de par en par.