El despertar de Karina 2
La excitacion de Karina la lleva a tener sexo en publico
– Anímate, te vamos a hacer gozar como nunca -- al tiempo que daba un suave apretón a su clítoris.
-- Entonces qué Karina, ¿Cuánto quieres por coger con cada uno? –
En un momento de lucidez y pensando que iba a negarse una vez más se sorprendió a sí misma al decirles … -- #### --. Tras mirarse por un momento los hombres sonrieron y le dijeron – Hecho-- , Karina se preguntó si no era que en realidad había aceptado desde el principio.
Le comentaron que tenían una camioneta en el estacionamiento y que querían llevarla a pasear, sin pensarlo dijo que si, mientras se dirigían al estacionamiento escucho que hacían una llamada y le decían a alguien – vente rápido que tenemos buena carne, pero tráete #### varos, te aseguro que los vale --, Karina protestó pues pensó que sólo serían ellos … -- estas tan rica que queremos compartirte con un amigo, jajaja, --
Esto le provocó un delicioso sobresalto y sintió deliciosas contracciones en su ya encharcada vagina mientras recordaba que le dijeron que sería una delicia para los hombres que la poseyeran.
Al llegar a la camioneta le abrieron la puerta para que subiera a la parte de atrás y le dijeron -- sube preciosa – al tiempo que uno de ellos metía la mano bajo su falda y rozaba sus nalgas provocándole deliciosas sensaciones, ellos también subieron y se sentaron a ambos lados de ella y empezaron a acariciarla mientras platicaban con ella tratando de que les diera su teléfono pues deseaban seguir en contacto con ella, tras meditarlo Karina sólo les proporcionó uno de sus e-mail, el que menos usaba, también le preguntaron que con cuantos hombres había cogido antes, les contestó que sólo una vez con un novio cuando tenía 16 años y que había sido algo desastroso y doloroso para ella; entre carcajadas le dijeron – entonces eres casi casi virgen --, Karina no supo que contestar.
Cuando llegó el tercer hombre se dio cuenta que aun no sabía sus nombres, eran Carlos, Mario y el que acababa de llegar era Jorge, a quién le dijeron que le tocaba manejar, Carlos y Mario discutieron por un momento quién sería el primero, en cuanto lo decidieron Carlos se sentó con ella en el asiento de atrás y Mario subió al asiento delantero empezando de inmediato a filmar, salieron del estacionamiento y enfilaron por la avenida; Karina les preguntó que hacia dónde irían y le contestaron que a pasear por la ciudad.
Carlos empezó a acariciar sus muslos al tiempo que le decía – te vas a ver preciosa abierta de piernas --, enseguida le pidieron que se levantara la blusa y les mostrara los pechos, dudando un poco Karina se levanto la blusa mientras miraba nerviosa hacia fuera de la camioneta, -- este… me van a ver desde afuera --, -- no te preocupes, sólo verán a una perrita mientras recibe su ración de verga --, al tiempo que empezaba a acariciar sus pechos para luego chuparlos antes de darle una pequeña mordida en el pezón, la ola de placer la hizo dar un pequeño gemido.
Cuando le pidieron que se quitara de una ves la blusa y la falda, alarmada les dijo … -¿quieren hacerlo aquí?, ¿en la camioneta?, yo crei que iríamos a otro lado, no se … su depa o …o … un … hotel-.
-¿Hoteeel …?, ¿para que?, para eso tenemos la camioneta, además asi nos divertiremos mas -, al tiempo que la sacaba la blusa por la cabeza y empezaba a jalonearle la falda mientras chupaba y mordía una ves mas su pechos.
Pronto Karina se encontraba totalmente desnuda, se sentía muy excitada mientras veía cómo los ocupantes de los autos que pasaban junto a ellos volteaban a verla, Carlos se quito la camiseta y abriéndose el cinturón y el pantalón le dijo, --ahora si, preciosa, a ganarte tu lana, sácame la verga y empieza a mamármela --.
Karina poco a poco se fue acercando y bajó el pantalón y la trusa hasta quitárselos, después lentamente estiró la mano y lo empezó a tocar, --mámamela ya --, ella le contestó que nunca había hecho eso antes, -- pues hoy será tu gran día – al tiempo que la tomaba con fuerza de los pelos de la nuca y la jaló hacia su verga, mientras que con la otra mano tomaba su cámara; cuando se dio cuenta ya tenía la boca llena de verga y empezó a mamar , poco a poco fue encontrando el modo y el ritmo.
Después de un buen rato Carlos la alejó de si mientras le decía que no quería terminar tan pronto y la tendió de espaldas en el asiento para empezar a saborear con avidez los pliegues de su vulva, --a que rico hueles--, Karina sólo atinaba a gemir con fuerza mientras oleadas de placer recorrían su cuerpo con cada lengüeteada y con cada mordida, de pronto Carlos se separó para enseguida meterle de un golpe la verga haciendo que Karina gritara de placer y dolor.
Después de cabalgarla un buen rato Carlos se salió y sentándose en el asiento le dijo – ahora vas tú, ensártate en mi verga y ponte a cabalgar --, Karina se incorporó y mientras lo abrazaba por el cuello y se abría de piernas para ensartarse murmuró … -- me van a ver --, -- tú sólo gózalo—al tiempo que empezaba a chupar y morder los pechos de Karina.
Mientras disfrutaba de su cabalgata miraba a su rededor con nerviosismo, dándose cuenta que para los ocupantes de los carros que pasaban cerca de la camioneta era más que evidente lo que estaba haciendo lo que la excitaba aún más, al detenerse en un alto los ocupantes de una pesera vieron en primera fila el bamboleo de sus pechos y al estar junto al paso peatonal no faltaron los que al darse cuenta rodearon la camioneta para ver mas de cerca.
El saberse observada provoco que oleadas de placer que recorrieran su cuerpo, Karina cabalgó con más fuerza y mientras apretaba sus musculos vaginales tuvo su primer orgasmo mientras lanzaba fuertes gemidos, al momento Carlos la separó y haciendo que se arrodillara frente a él, apunto la verga a su cara mientras descargaba una buena cantidad de semen al tiempo que también gemía de placer, afuera los mirones armaron gran barullo, se puso el siga y continuaron su camino mientras Karina se dejaba caer al piso y recogía con los dedos el semen de su cara llevándolo a su boca.
Mario tuvo buen cuidado de recorrer con la cámara el tembloroso cuerpo desnudo de Karina, la vulva entreabierta, colorada y brillosa de humedad, los pechos, cuello y cara llenos de sudor y semen … y la gran sonrisa de satisfacción de Karina.
Después de descansar un rato, Karina se incorporó y se acomodó en el asiento al tiempo que seguía recogiendo con los dedos el semen que escurría por su cara y cuello, seguían filmándola por lo que viendo a la cámara acercó uno de sus pechos a la boca para lamer el semen que escurría en él, para luego hacer lo mismo con el otro, lo que no pudo lamer lo acercó con los dedos a su boca.
Se sentía más relajada y ya no trataba de ocultar su desnudez de quienes podían verla desde otros vehículos, incluso les sonreía.
Mario ansioso le dijo … -- ¿lista para la otra cogida? … ahora voy yo … --.
Karina sonriendo le dijo que sí, pero después de cambiar de posición hizo un pequeño gesto y les dijo – me siento irritada, creo que estoy un poco seca, ¿podrían conseguirme un lubricante vaginal?.
Mario le dijo que si y buscaron una farmacia; al ir circulando por una avenida transitada encontraron lo que buscaban y se detuvieron, mientras Mario se dirigía a la farmacia Carlos bajo de la camioneta y dejando la puerta abierta se puso a filmar a Karina, quien seguía desnuda y a la vista de la gente que caminaba por la banqueta, ella al principio se cohibió e hizo el ademán de cubrirse, pero Jorge y Carlos le dijeron que para que se tapaba si ya todos sabían lo puta que era; al escuchar esto un placentero estremecimiento recorrió su cuerpo y sonriendo dejó de cubrirse y separó las piernas mostrando los labios de su sexo ante los mirones que incluso se habían detenido a verla.
En cuanto Mario regreso continuaron su camino y sin pérdida de tiempo Mario se desnudo y luego agarrando su verga le dijo a Karina, --mámamela preciosa --, ella arrodillándose entre sus piernas lo tomó en su mano y lo acarició sintiendo cómo se le hacía agua la boca y mientras veía a los ojos de Mario empezó a mamar con ansía,
Después de un rato Karina se separó para acomodarse arrodillada sobre el asiento y siguió mamado la verga de Mario, los que pasaban al lado de la camioneta podían ver las hermosas nalgas y la mojada hendidura de Karina y Mario aprovecho para dedearle las nalgas y culo y para darle de nalgadas, a las que Karina respondía con gemidos de placer.
Para no correrse Mario la separó y le ordenó que se sentara a horcajas sobre él dándole la espalda y se ensartara, Karina tomó el tubo de lubricante y embadurno la verga a pesar de estar totalmente ensalivada y luego ella misma se metió un poco en la vagina antes de ensartarse de un sentón dando un gritito de placer; luego empezó a cabalgar con ansia sobre la verga de Mario, que lanzó un gemido de placer cuando sintió caer el peso de Karina sobre él.
Carlos filmaba con avidez la forma en que Karina se ensartaba una y otra vez, mientras los hermosos pechos se bamboleaban de un lado a otro, filmaba el aspecto sensual que le daban las gotas de sudor al resbalar por la cara, cuello y pechos, la cara de placer de Mario que estrujaba con ansia la cintura de Karina mientras la ayudaba a ensartarse una y otra vez en su dura verga, una vez más el olor a sexo que llenaba la cabina era intenso y enervante..
Mario la detuvo pues no quería terminar tan pronto, hizo que se recostara sobre el asiento y poniendo sus piernas sobre sus hombros se lanzó ávido a lengüetear, chupar y morder el sexo de Karina haciéndola gritar de placer, recorriendo con su lengua las pliegues de la vulva para luego morder con ansia el clítoris y los labios peludos, tratando de meterle la lengua en la vagina al tiempo que aspiraba llenando sus pulmones con el delicioso olor que despedía la hembra.
Luego se levanto y se acomodó para ensartarle de golpe la verga hasta el fondo, Karina lanzó grititos de placer mientras Mario se afanaba en cabalgarla con fuerza, en medio de gemidos y pujidos Karina le pidió que le pusiera un poco de lubricante, Mario se detuvo un momento y tomando el tubo de lubricante se lo inserto en la vagina para luego exprimirlo con fuerza, enseguida lo aventó y penetró bruscamente reiniciando su cabalgata.
Karina pedía a gritos que le diera más duro mientras apretaba con fuerza la verga que la tenía ensartada y clavaba las uñas en la espalda del macho, de pronto la hembra empezó a correrse en forma abundante, con cada embestida salpicaba su vientre y sus muslos, dejando un gran charco en el piso, Mario también se empezó a correr y sacando la verga la empezó a bañar con su semen, desde el vientre hasta la cara, para finalmente metérsela en la boca para regalarle a la hembra las últimas gotas, quien las chupó con ansia.
Tardaron un rato en reponerse, Karina estaba empapada en sudor, flujos de su corrida y semen, se sentía toda pegajosa e incómoda, además tenía ganas de ir al baño pero no era la única, Mario se vistió rápidamente dejándose la camisa abierta, Carlos no había dejado de filmar y estaba más que encantado con todo lo que había captado, Jorge ya no aguantaba las ganas de cogerse a Karina y ya tenía dolor de huevos de tan excitado que estaba.
Vieron una gasolinera y entraron a cargar combustible, los encargados no tardaron en ver la desnudez de la hembra y ávidos se acercaron a la camioneta; Karina sólo atinó a sonreírles, después acercaron la camioneta hasta los baños y todos bajaron, Karina tras pensarlo un poco decidió bajar desnuda pues no quería ensuciar su ropa, lo que aprovecharon para seguir filmando mientras los dependientes seguían ávidos los movimientos de Karina, quién buscaba lavarse pero no había agua, salió del baño y vio una manguera cerca pero tampoco tenía agua.
Carlos tomó el volante y Jorge se sentó atrás con Karina, empezando a manosearla a placer pero sin besarla, pues sentía asco al verla tan sucia, se metieron por calles del rumbo y vieron a un grupo de muchachos lavando un auto a manguerazos, por lo que Karina fue la primera en pedir que se detuvieran junto a ellos, para su sorpresa Karina les dijo – empiecen a filmar --, bajo del auto y se acerco a los sorprendidos muchachos pidiéndoles que la dejaran darse un baño, pero ellos le dijeron que ellos se lo darían, Karina aceptó y sintió con gran placer como mojaban su cuerpo al tiempo que la manoseaban por todos lados, después de un rato les dijo que no habían lavado bien su vulva y su culito por lo que se esmeraron metiéndole los dedos en el culo y en la vagina.
Regresó al auto mojada pero limpia, y le dijo a Jorge, --ahora sí, soy toda tuya, cógeme a tu gusto --, quien no tardó en abalanzarse sobre ella mordiendo su cuello , sus pechos y estrujando sus nalgas para luego recorrer con la lengua los pliegues de su olorosa vulva, se desnudó y ya trataba de meterle la verga cuando ella le pidió que le pusiera lubricante; pero el tubo estaba vacío, lo que provocó gran disgusto en Jorge, ya habían regresado a una avenida principal y no tardaron en ver una farmacia del otro lado de la calle, se detuvieron pero Jorge ya no quería vestirse otra vez y viendo que su camiseta era larga se la aventó a Karina diciéndole – póntela, tu irás a comprar el lubricante – al tiempo que le daba un billete, Carlos y Mario celebraron la idea y se apresuraron a bajar para poder filmar a Karina.
Karina renuente al principio obedeció y se puso la camiseta, que por más que la jalara apenas alcanzaba a cubrir sus nalgas, pero ya excitada decidió hacerlo, se puso sus zapatillas y bajó de la camioneta llamando de inmediato la atención de la gente que pasaba, todos veían a la hembrita que vestía una camiseta que ajustaba sus pechos resaltando la dureza de sus pezones, pero lo que más les gustó fue ver que por detrás dejaba al descubierto la mitad de las nalgas y de enfrente mostraba la pelambre y los labios entreabiertos de su sexo; Karina decidida caminó hasta la esquina para esperar el paso del semáforo, cruzó la calle en medio de gritos y silbidos, se estremecía de emoción y empezó a caminar lenta y cadenciosamente, levantando las nalgas, llegó a la farmacia seguida de varios mirones, después de pagar el lubricante fingió que se le caía al piso y se agacho a recogerlo lentamente, sin doblar las rodillas, mostrando a todos sus nalgas y su sexo entreabierto provocando una oleada de gritos y chiflidos, luego con las piernas temblorosas por la emoción caminó sin apresurarse para regresar a la camioneta.
En cuanto subió Jorge le arrancó la camiseta y se lanzo a chupar y morder los pechos mientras estrujaba sus nalgas, luego se recostó en el asiento y le dijo que se sentara a horcajas sobre su cara, ella lo hizo y mientras sentía la lengua en su sexo se abalanzó con ansia sobre la verga para empezar a mamar.
Después de un rato Jorge se sentó y se puso lubricante para luego hacer que se sentara en sus piernas dándole la espalda, la ensartó mientras estrujaba con fuerza sus pezones haciéndola sentir un delicioso dolor, sentía que estaba por correrse y se detuvo para poner a Karina sobre sus piernas para darle de nalgadas que la hicieron gritar de placer y dolor, luego empezó a meter sus dedos en la húmeda vagina para acariciarla con fuerza y darle más placer, Karina dio un salto cuando sintió que empezaba a acariciar su culo, tratando de meterle los dedos ya embadurnados con el lubricante, protestó y sólo logro que le diera mas nalgadas mientras le decía – quieta, afloja las nalgas y te dolerá menos – Karina sintió un delicioso cosquilleo que empezaba en su culo.
Ya disfrutaba de las caricias en el culo cuando Jorge se detuvo haciéndola protestar levemente, la acostó de espaldas en el asiento y lubricó su vagina y separándole las piernas la penetro con fuerza, y siguió dándole duro;
Pronto Karina empezó a estremecerse de placer mientras apretaba con fuerza su vagina, ya tenía los muslo empapados cuando Jorge se empezó a correr adentro de ella, por primera vez en su vida sentía las contracciones de una verga mientras la inundaba de placer, ella se sentía desfallecer pero Jorge hizo que se arrodillara y luego volvió a meterle la verga para no perder dureza, nuevamente empezó a meter los dedos en el culo de Karina, los embadurnaba con el semen que salía del sexo de la hembra ; cuando ya podía meter con facilidad dos dedos se puso lubricante en la verga y empezó a metérsela por el culo, ella trató de resistirse mientras gemía de dolor, pero sólo logró que golpeara con fuerza sus nalgas, para asombro de Karina le gusto la sensación de sentirse forzada.
Jorge le sacó la verga para poner mas lubricante y la ensartó nuevamente haciéndola gritar ya de placer, pronto su verga entraba y salía con facilidad, cuando estaba por correrse agarró los cabellos de Karina como riendas y los jaló hacia atrás, haciendo que ella se incorporara mientras el se recostaba en el asiento, luego le gritó – muévete perra estúpida --, la hembra respondió ensartándose con más fuerza mientras gemía de placer y dolor, pronto Karina sintió las contracciones de la verga mientras la llenaba de semen y ambos empezaron a gritar de placer mientras Karina derramaba sus jugos sobre ambos.
Mario, que ha había filmado todo sólo atinó a decir .. –wow, estuvo fantástico.
Karina quedó exhausta, recostada sobre Jorge y todavía ensartada en la verga, después de un rato se separó y se recostó en el piso mientras respiraba con fuerza, cuando hubo descansado un poco se incorporó y empezó a limpiarse con pañuelos desechables para luego sentarse en el asiento; Jorge que seguía desnudo le dijo --- no que no querías que te diera por el culo, te gustó o no --- mientras se reía a carcajadas.
Un poco avergonzada Karina le contestó que sí, que le había gustado mucho hacerlo por ahí; mientras veía la congestionada avenida por la que circulaban, afuera las banquetas estaban llenas de gente que recorría los comercios; a lo lejos, vio el letrero de un baño público que anunciaba regaderas y cuartos de vapor, lo que puso la meditar, cuando pasaron enfrente de los baños vio que el local estaba abierto y entonces se decidió… -- detente, me quiero bajar --, ya se habían pasado por cuatro largas cuadras cuando detuvieron la camioneta, extrañados le preguntaron la razón mientras los autos que circulaban atrás de la camioneta les tocaban el claxon para siguieran circulando.
Karina les explicó que quería bañarse y que acababa de ver un baño público y que además siempre había tenido la fantasía de caminar desnuda entre mucha gente y que esta sería la única oportunidad de llevarla a cabo mientras doblaba con cuidado su blusa y su falda que habían quedado tiradas, buscó su bolso y se puso sus zapatillas, los hombres viendo que en verdad lo iba a hacer tomaron nuevamente las cámaras mientras comentaban –haber que tanto alcanzamos a grabar, ya casi no tengo pila --.
Abrió la puerta, se quedó pensándolo un momento, luego de mojarse los labios cerró los ojos y asintió con la cabeza para dar el primer paso hacia la calle; de inmediato empezó a llamar la atención, nadie esperaba ver una hermosa hembrita desnuda a mitad de la calle, morena, alta, de pelo largo, más bien robusta, sus grandes y hermosos pechos lucían espectaculares con esas pequeñas gotas de sudor que los cubrían, sus nalgas tersas y bien paraditas y sus hermosas piernas la hacían ver como algo irreal.
En medio de un momento de indecisión pensó en regresar a la camioneta justo cuando ésta arrancó ante la insistencia de los demás conductores; sin más remedio empezó a caminar mirando al piso mientras escuchaba gritos y silbidos que la hacían estremecerse de emoción.
Su principal temor era de que alguien se abalanzara sobre ella, pero ente lo sorpresivo de su presencia la gente sólo atinaba a verla pasar, caminando a un ritmo normal mientras contoneaba las caderas y levantaba un poco sus nalgas, que mostraban al igual que sus pechos y piernas las huellas de los apasionados chupetones y mordiscos de los tres hombres, proyectaba hacia el frente sus pechos mientras sentía en sus endurecidos pezones un delicioso dolorcillo, también sentía ricas sensaciones en su culo recién estrenado.
Pasado el primer momento se empezó a sentir mas tranquila y se atrevió a levantar la mirada para ver cómo le abrían paso, se dio cuenta que no sólo Mario y Jorge le tomaban fotos o video, varias personas, incluso chicas le tomaban fotos con sus celulares; escuchaba obscenos gritos de admiración de los hombres y de insulto de algunas mujeres, pero eso la hacía sentir mas emocionada.
Con decisión siguió caminando por varias cuadras, incluso deteniéndose a observar algún aparador, pronto llegó al crucero y esperó la luz del semáforo para cruzar la calle en medio de las demás personas, llego hasta el baño público dándose cuenta que también era un gimnasio; entró y pidió el uso de una regadera al sorprendido encargado del local, quién le cobró además el jabón que pidió Karina y le entregó una ficha, con toda malicia le indicó que debía subir por una escalera y seguir por el pasillo.
Mientras Karina subía las escaleras el encargado se regodeó viéndole las nalgas, luego salió a un patio lleno de hombres de todas las edades haciendo ejercicios en los diversos aparatos y les silbó para luego decirles que vieran hacia arriba,
Cuando Karina terminó de subir la escalera se dio cuenta que el pasillo bordeaba a un patio lleno de hombres que empezaron a silbar en cuanto la vieron, se sobresaltó y por un momento se pegó a la pared mientras sentía cómo su cuerpo reaccionaba ante los gritos y silbidos que le dedicaban, sintiendo las piernas temblorosas siguió caminando por el pasillo hasta llegar con el encargado que sin quitarle los ojos de encima le entregó una toalla mientras con palabras obscenas se ofrecía a ayudarla a bañarse, Karina sólo atinó a quitarle la toalla mientras se encerraba adentro del cuarto de baño.
Permaneció un rato recargada en la puerta mientras sentía que sus temblorosas piernas apenas podían sostenerla, percibía el fuerte olor que despedía su vagina, en cuanto se tocó su sexo tuvo un prolongado orgasmo que hizo que cayera de rodillas.
Cuando se tranquilizó estuvo mucho rato bajo el chorro de agua tibia antes de empezar a lavarse con el jabón, frotando con suavidad sus pechos se provocaba oleadas de placer, tenía especialmente sensibles los pezones y el menor roce le causaba una deliciosa mezcla de placer y dolor sólo comparable a lo que sintió cuando empezó a lavar con suavidad los labios vaginales y su recién estrenado culito, le llamó la atención el sentirlo levemente dilatado; mientras frotaba su cuerpo escuchó sonar su celular en dos ocasiones, finalmente se secó mientras pensaba en todo lo que había hecho ese día y se preguntaba a sí misma ...
-- ¿qué he hecho? -- mientras pensaba en la facilidad con la que había cedido.
Se puso la falda y se preguntó que tan corta era en realidad, se vio en un apenas útil espejo, normalmente la hubiera parecido muy corta, pero en ese momento le pareció incluso larga, se decidió y uso unos broches ubicados en la cintura de la falda que permitían acortarla, sonrió satisfecha, ahora la falda cubría por muy poco sus nalgas, luego se puso la blusa y estuvo buscando la forma de acomodar sus pechos de forma que se vieran más prominentes.
El saber que tendría que recorrer nuevamente el pasillo la hacía estremecerse de placer y mientras pensaba en ello sonó nuevamente su celular; era Mario quién le preguntaba que en donde estaba y si aceptaba que fueran por ella para invitarla a comer, Karina que ya tenía hambre aceptó y se pusieron de acuerdo; después de colgar se preguntó cómo es que tenía el número de su celular si sólo les había dado su dirección de e-mail, ya lo averiguaría después.
En cuanto Mario le avisó que ya estaban llegando Karina abrió la puerta y echo a correr por el pasillo, en el patio apenas alcanzaron a verla correr tan rápido como se lo permitían sus zapatillas mientras se le levantaba la falda mostrando sus nalgas y los pliegues de su deliciosa hendedura, cuando quisieron seguirla ella ya había salido a la calle y subió corriendo a la camioneta mientras se reía como una chiquilla.
CONTINUARA …