El desierto... dos chavas
No es un cuento sexoso, es mas bien el amor de dos mujeres que lo aprenden a vivir en una sociedad inquisitiva.
Mary Paz es licenciada en Psicología, tiene treinta años de edad, de complexión regular, alta, pelo castaño obscuro a la altura de la espalda alta con corte degrafilado y fleco, usualmente suele traerlo suelto, viste casualmente, es soltera, vive en casa con su mamá y una hermana mucho menor pues son hijas de madre soltera. Ella trabaja en el ayuntamiento municipal como regidora de cultura, no le gusta la andar en eventos políticos, sin embargo tiene amplios conocimientos de las distintas áreas culturales, por esta razón fue invitada a ese trabajo, su vida era tranquila, de vez en cuando salía con un amigo que le insistía formalizar una relación. Como su empleo no le requiere tiempos extras o un horario esclavizado, es docente no de tiempo completo en la universidad del pueblo.
Myriam recién acaba de terminar sus estudios en Derecho, tiene veintiséis años de edad, es de complexión regular, unos centímetros menos de altura que Mary Paz, vive sola en una vieja casa familiar, ella se mudó a ese pueblo hacia diez años atrás, conoció a Mary Paz cuando le dio la signatura de criminología durante el último año de su carrera. A diferencia de Mary Paz, Myriam es más activa en lo que se refiere a fiestas y demás actividades sociales que incitan a consumir alcohol, fumar, desvelarse, etc, poco le atraía el acervo cultural. Actualmente trabaja en una firma de abogados del pueblo.
Ya era periodo vacacional para la universidad, Myriam tuvo que ir a recoger su título y cédula profesional a Control Escolar, es muy conocida por sus participaciones en las actividades de la Sociedad de Alumnos, así que su trayecto desde el estacionamiento al edificio fue muy tardado, si no se detenía a platicar con alumnos platicaba con profesores o compañeros que aún seguían dando su servicio social en las instalaciones de la universidad, ya entrando al edificio caminaba saludando de lejos a su un ex compañero
-¡Chocas!- le dijo Mary Paz
-¡Ay! Maestra que pena, por estar saludando a Chava casi la tumbo- Le respondió Myriam mientras le saludaba de beso – Ya voy a recoger mi título y cédula, que emoción, así ya no estaré a esperar que mi jefe mi firme los escritos, ya apareceré como abogado patrono- le continuó platicando muy entusiasmada
-No cambias Myriam, ¿Sólo por eso lo haces? Bueno, siempre has sobresalido y obviamente quieres seguirlo haciendo – le preguntó muy tranquilamente, pues ella se ha caracterizado por ser muy coherente, segura, objetiva y sincera.
Myriam tomó del brazo a la profesora mientras caminaban a recoger sus papeles
-Acompáñeme a Control Escolar- le dijo mientras la dirigía – y yo la acompaño a su coche de regreso, ah, y….¿Ya va al centro? ¿Me puede dar rait?- soltándole una sonrisa le preguntó con la confianza que siempre le había inspirado la buena relación que tuvieron desde el primer día de su clase.
Mientras se subían en el coche, sonó el celular de Myriam, escucho por un largo rato lo que la persona del otro lado de la línea decía, ella solo contestaba sí, no, tengo que ver, haber si puedo, pues si urge lo hago este viernes…colgó.
-Ay no- dijo muy desanimada Myriam
-¿Qué sucede?
-Mi papá quiere que valla a un predio enorme que tiene en Durango porque le dijeron que el vecino de al lado está ampliando su terreno de manera ilegal y le está quitando hectáreas a mi papá, entonces pues tengo que ir a tomar fotos y recaudar pruebas para promoverle juicio en caso de ser necesario- le explicó
-Pues está bien Myriam, ya eres abogada, puedes ayudarle ¿De qué te preocupas?
-Mary Paz, es que tu no sabes, el predio es enorme, tengo años sin ir, no creas que es como los ranchos de aquí, allá es desierto, son 120 hectáreas, no recuerdo bien la ubicación de la pequeña casita de adobe – se rió de nervios – incluso ni sé si exista aún la finca, tal vez una tormenta de arena la sepultó – siguió riéndose – además ese vecino, está a media hora de camino, yo no se que le ve mi papá a ese predio, debería de venderlo, y pues tengo que ir lo mas pronto posible, ahora tengo que ver quien me acompañará – terminó mas seria su comentario
-No sabía que tuviera tu familia una propiedad así, ha de ser interesante el lugar-dijo muy pensativa, incluso Myriam la volteó a ver con mirada de extrañeza, ¿Quién imaginaría que a la culta maestra le gustaría un lugar perdido en el desierto polvoriento?, Mary paz le mostro la expresión de que le estaba diciendo la verdad, Myriam se apenó por haber sub estimado a la maestra, pues siempre la había tenido en el concepto que no le gustaba la aventura, solo la historia, libros, pinturas, etc, etc.
-Entonces la llevaré para que conozca – Le dijo sonriéndole, en realidad el saber que ya tenía compañía en el viaje era algo que no le quitaba la frustración de tener que dejar la civilización por uno o dos días, ella que tanto disfrutaba los fines de semana social, entre bares y fiestas.
Ya eran las tres de la tarde del viernes, Myriam salió exacto a la hora en que finaliza su jornada laboral, ya había comentado que tomaría la tarde para salir del pueblo, el viaje era de seis horas hasta done comenzaba el predio de su papá, ya había comprado suficientes baterías para una pequeña televisión portátil, recargó la cámara de fotos y video, cargó un sleeping y un cobertor, compro las provisiones necesarias para pasar la noche del viernes y el sábado, ya había subido todo a la camioneta y se dirigió a pasar por Mary Paz, quien subió solo una cobija, una pequeña bolsa que contenía dos cambios de ropa y artículos de aseo personal.
Durante el camino fue de platicar sobre el tiempo de escuela, los convivios que seguido organizaba el grupo y en el que asistía Mary Paz, el tema se comenzó a tornar un poco mas en las vidas personales, sobre la familia y demás temas, nada de importancia, conforme se acercaban ya al lugar Mary Paz comenzó a externar sus emociones de semejante panorama, que pareciera ser hostil, sin vida, olvidado, un espacio en la nada, pero ella lo veía como parte de la misma naturaleza que da vida hasta en el lugar mas remoto del mundo
Después de haber llenado de combustible el vehículo y viajar dos horas por pleno desierto, no en carretera, era lo que parecía ser rastro de una brecha que por momentos desaparecía por la el largo tiempo que nadie había transitado por ahí, además ya estaba la tarde avanzada, hasta que se divisó a lo lejos lo que pareciera ser una casita.
Al apagar el vehículo ya estaba sobrecalentada la maquina, Myriam no se percató de que al motor le quedaba poco agua, simplemente pensó que por el mismo ambiente extremo de calor le sucedió eso.
Frente a ellas una una finca de no mas de doce metros de frente y 7 de fondo, solo había dos cuartos, uno que era la cocina en la que se encontraba aún solo una mesita de madera con cuatro sillas y una un horno de leña sobre un polito de cemento en la esquina izquierda al fondo y en el otro cuarto había una cama, un viejo ropero una silla mecedora y una piel de borrego como tapete, por la parte de afuera se encontraba la letrina.
-¡Dios! Espero sobrevivir la noche aquí-Myriam suspiró mientras bajaba sus cosas de la camioneta, que a propósito, era de su tío.
-No te pongas así, veras que será una bonita experiencia, el contacto con la naturaleza, otra cara de cómo estamos acostumbradas a verla – le dijo Mary Paz mientras se ponía frente a Myriam y le tomaba de los hombros, con el ánimo de hacerle ver que todo saldría bien
Myriam sintió extraño ese contacto que había establecido en ese momento Mary Paz, era diferente a la infinidad de veces en que habían convivido, pero trató de justificarlo por el momento en el que estaban.
Una vez que bajaron todo, incluso unos leños que habían llevado, porque sabían que no hay servicios ahí, encendieron el hornito que estaba en la cocina mientras en un hacían unas quesadillas, Myriam se dirigió al cuarto con una vela encendida y sacó de su mochila una botella de tequila y la llevó a la mesa, Mary Paz estaba de pie frente al horno ya recogiendo la comida para sentarse a cenar
-De veras que estas loca, mira que traer tequila- le decía en son de burla
-Bueno, digamos que es para que el cuerpo entre en calor y resista el frio de la noche, porque si no mal recuerdo la ultima vez que vine, uuuuuuu, creo que hace 15 años, no pude dormir de frio – le platicaba con mucho humor, muy característico de ella – le voy a servir uno
-No gracias, no bebo tequila, mejor cena, andale.
Una vez cenado y sin sueño, salieron, Myriam bajo la puerta del cajón de la camioneta y le hizo la seña a Mary Paz para que se sentara, sirvió dos tequilas en agua mineral altiempo, le dio en la mano el vaso a Mary Paz, quien lo tomó por en cima de la mano de Myriam mientras la miraba, Myriam miró como le fue abrazada su mano, no soltó el vaso, se perdió en la calidez que le transmitía la palma de Mary Paz, se detuvo el tiempo por un instante, en ese lapso no hubo palabra alguna, hasta que reaccionó y liberó su mano de la sensación mas estremecedora que había sentido Myriam.
-Guácala, no me gusta altiempo- dijo Myriam después del primer trago, Mary Paz se rió y para no desairar comenzó también a beber, platicando de recuerdos escolares.
-Eres buena tomando tequila, ya te lo terminaste y yo no llevo ni la mitad.
-Haber ganado el Hidalgo a Karina el día de la posada no fue por suerte - le dijo Myriam riéndose de recordar esos momentos.
-Ya hace frio, entremos- sugirió Mary Paz.
Myriam se sirvió otro tequila, sentada en el pequeño comedor intentaba hacer que su TV portátil agarrara señal, tenía a la mitad de la mesa una vela encendida, mientras que Mary Paz se ponía su ropa de dormir en el cuarto, no había puerta que dividiera ambas habitaciones, Myriam sentía una intensa mirada, no volteaba, se justificaba pensando que su maestra le estaba mirando como batallaba con el aparato, pero algo dentro de ella le hizo despertar curiosidad por voltear hacia atrás, que era donde ella se estaba desvistiendo – Ay, no me puede estar pasando esto, ¿Por qué me atrae mirar a Mary Paz? Siempre hemos sido mas que alumna/maestra, le he visto en traje de baño- pensaba Myriam, pero comenzó a sentir ese nerviosismo que surge cuando se acaba de ver a la persona de la cual se está enamorada, esa sensación de altibajos en el ritmo cardiaco - ¿Qué me pasa? – Dejó de insistir en el movimiento de la antena porque perdió su mirada en la pantalla que solo se veía líneas horizontales que subían y bajaban, intentaba comprender lo que sucedía - ¿No funcionó?- le preguntó Mary Paz ya de pie a su lado derecho, poniendo su mano izquierda en el hombro de Myriam, a lo que ésta reaccionó como si la hubieran asustado – Eh, m.. no, no funcionó – dijo tartamudeando. Mary Paz se sentó en la silla de al lado, Myriam analizó todos sus movimientos atentamente, pero tenía miedo de que ella notara su interés por descubrir algo que no había visto en Mary Paz.
-¿Pasa algo? Te quedaste muy seria, ha cambiado tu expresión- le preguntó Mary Paz
-No, es la TV, no funcionará – respondió “Oh cielos, se ha percatado que hay algo en mi”, mientras Myriam sin decir palabra alguna seguía moviendo sin dirección alguna la antena y como no queriendo observaba la pequeña línea divisora de los senos que alcanzaba a verse en la playera de tirantes de Mary Paz, pero también de reojo descubrió que ella la estaba mirando, así que apagó la TV, algo molesta, no entendía lo que le sucedía
- Mary Paz tu duermes en la cama y yo dormiré en el sleeping, estas deacuerdo?
-Si, claro.
Se dirigieron a dormir, Myriam se puso su pijama de short y blusa de tirantes mientras Mary Paz había salido a la letrina, cuando volvió miro que Myriam estaba acostada con los ojos cerrados volteando hacia la ventana, se acostó en la cama que estaba junto a la pared a espaldas de Myriam. Ya avanzada la noche, el frío se hizo insoportable para Mary Paz, ella solo llevaba un cobertor, Myriam también sintió el frio y se despertó, se sentó y trató de doblar el cobertor para que le cubriera mas, recordó que Mary Paz solo traía una cobija
-¿Estás despierta? – Le preguntó a Mary Paz en voz baja, no quería despertarla
-No he podido conciliar el sueño desde hace ya bastante rato.
Myriam sabia que todo eso implicaba que tenían que compartir las cobijas de ambas, eso en consecuente sería también compartir la cama, dormir juntas.
En ocasiones pasadas ya habían dormido juntas en casa de Myriam, porque ésta se había puesto ebria, Mary Paz le había cuidado, pues existía una sólida amistad entre ellas.
Aunque ya habían dormido juntas, Myriam presentía algo raro en Mary Paz - ¿Qué puede ser?, ya estoy alucinando, ella es mi amiga, me ha hecho un favor en acompañarme, creo que los tequilas me están haciendo pensar cosas que no- se dijo en pensamiento
-¿Qué te parece si dormimos en la cama y nos cobijamos con ambos cobertores? – le preguntó Myriam mientras se levantaba del piso y extendía su cobertor sobre el ya extendido sobre Mary Paz. Mary Paz se recorrió a un lado para hacerle espacio a Myriam
-Valla que tienes calientito aquí adentro – le decía en plan de gracia mientras se acostaba y cobijaba a su lado. Se volteó hacia Mary Paz para hacerle notar que estaba cómoda a su lado, por cortesía, pero al hacerlo quedo su cara muy cerca a la de ella, Myriam pudo percibir de Mary Paz la respiración profunda que emanaba desde sus pulmones, probó su aliento cuando ésta le dijo que ya no tenía frío, susurrándole, simplemente pudo identificar que Mary Paz era la persona que le estaba despertando el deseo de adentrarse en un nuevo mundo de sensaciones. Había tenido sus relaciones con novio y un amigo, pero nunca imaginó que esto sería distinto, sublime, excitante, profundo.
-¿Ya te dormiste?, te quedaste callada – le dijo en voz bajita Mary Paz
-No, estaba pensando en que mañana será un día muy largo y feo
Myriam percibía en la obscuridad la luminosa mirada de Mary Paz, la conocía bien, tanto tiempo de andar juntas en muchos lados, conocer sus sentimientos, su cualidades, virtudes, debilidades, y demás sentimientos que solo se dejaba ver con Myriam, y Myriam lo sabía, para Mary Paz no había otra confidente y mejor amiga que Myriam. Mary paz entre lazo su pierna izquierda entre ambas piernas de Myriam mientras se acercaba a Myriam, logró percibir entre el silencio los desenfrenados latidos del corazón de Myriam, le sonrió y puso su mano en la cadera de Myriam
-Algo raro esta pasando – le dijo a Mary Paz – estoy confundida en algo, y no se que me esta pasando, no se – continuó diciendo pero de una menara triste, no quería perder a su mejor amiga, le abrazó.
- A mi también me pasó, hace un tiempo lo descubrí- comentó Mary Paz, mientras le soltaba Myriam, se le podía sentir su cuerpo temblar y no de frío.
Acercó sus labios a los de Myriam, lentamente hasta que sintió que ambos se rozaban, Myriam le tomó con su mano derecha de la cintura, ésta vez era distinta la manera de tocarla, había pequeños toques eléctricos que las yemas de sus dedos y la palma de su mano enviaban a su pulso, sin decir una palabra, solo se limitaban a sentir el roce de ambos labios, la sintonía en ambas respiraciones, los movimientos que generaban sus pechos cuando respiraban, en el ambiente solo, bastó que Mary Paz iniciara el mas dulce beso que jamás hubiese dado, tan cálido a expensas de que Myriam le rechazara por su profunda confusión, pero no fue así, ese beso la dejó perpetrada - ¿Sería posible que sintiera lo mismo que yo?- pensaba Mary Paz mientras ambas juntaban su cuerpo la una con la otra, para Myriam sentir deseo por Mary Paz era el detonante para cambiar su mas sarcástico humor a la mas incontrolable sed de saciar su adrenalina, así que los besos se comenzaron a tornar con mayor intensidad, con la fuerza en que se desearía comer entera a la otra persona, con la desesperación de sentir que los cuerpos comienzan a estorbar y que tener a Mary Paz no bastaba mas, era como la fuerza del calor del desierto la manera en que deseaba Myriam consumir la humedad que el cuerpo de Mary Paz generaba, Myriam mientras continuaba deleitándose con el sabor de su saliva, iba recorriendo con presión de la cintura hacia el pecho de Mary Paz para al llegar a ellos identificar con caricias la anatomía de ellos por encima de la blusa de dormir, las respiraciones de ambas eran igual de intensas, se comenzaban a escuchar los gemidos de ambas, quitaron una a la otra sus blusas de dormir, quedando incadas sobre la cama una frente a la otra, hubo un momento que Mary Paz pensó que Myriam no quería continuar, eso le excitaba mas, la duda que el momento generó, la seriedad de Myriam, su mirada perdida observándola como con una mano lograba ocultar un seno, y con la otra la tenia de la mano, Myriam por su parte, se convencía, mirando el exquisito cuerpo de Mary Paz, de que el cariño por la gran amistad daba pie a que entre ellas se generara esta pasión, Mary Paz le soltó y con sus manos le tomó de las mejillas a Myriam, continuó besándola, la respuesta fue inmediata, Myriam recostó a Mary Paz y subió sobre ella mientras continuaba el baile de besos, el movimiento de sus cálidos cuerpos que simulaban el baile más sensual jamás visto, los jadeos eran mas frecuentes, Myriam besando el cuello de su amiga fue bajando poco a poco sin pasar por alto el aroma a sexo que le iba guiando hasta el lugar mas escondido de su ser, le quitó el resto de la ropa e hizo lo mismo con la suya, no decían palabra alguna, solamente miradas que ambas sabían interpretar, desde sentir leve hasta estar a punto de lograr el clímax, la ventana del cuarto se encontraba empañada, efecto por el frio de afuera y el calor que ambas generaban. Una vez sin ropa alguna Myriam sobre Mary Paz comenzó a tocar con su dedo medio por encima de su vagina, mientras acomodaba su rostro junto al cuello de Mary Cruz para respirarle la intensidad de sus gemidos y sentir que buscara el acurruco en su pelo, quien a su vez le abrazaba con fuerza incitándola a hacerlo, Myriam entendía el vocabulario de su cuerpo, éste pedía más y más, pareciese que tuviera fuese otra persona, su cuerpo tenia propia iniciativa, le exigía que le hiciera el amor premura alguna, pero a su vez con mayor intensidad, su dedo por fin toco su clítoris, era suave, era una pequeñita esponja que al generarle presión soltaba su dulce humedad, señal de desahogar sus ganas, movía su dedo en forma circular, sintiendo los delicados relieves que separan al clítoris de los labios vaginales, tocando por momentos sin querer hacerlo notar tanto, la entrada vaginal, su cuerpo respondía con movimientos tal cual lo hace una bandera en el asta, se levanto de su lado de un sobre salto.
-¿Qué sucede? – Le preguntó Mary Paz sorprendida.
-Cielos, no se, Mary Paz ¿Te has dado cuenta de lo que estamos haciendo?- respondió Myriam con mucha confusión, mientras se sentaba a su lado- ¿Sabes? Hay una gran conmosión de sentimientos dentro de mi, creo que esto no está bien, discúlpame- le respondió angustiada, mientras su mirada se perdía en la profundidad de la negra noche.
Por la mañana al abrir los ojos Myriam, se sentó de un solo impulso y volteó a ver el vacio de Mary Paz mientras con su mano izquierda tocaba la silueta que dibujaba en la cama –Cielos ¿Habré soñado?- se pregunto en forma de murmullo, cuando se descobijó su sorpresa fue darse cuenta que estaba desvestida – ¡Oh por Dios!- inmediatamente se vistió mientras llamaba a Mary Paz sin recibir respuesta alguna. Mary Paz estaba sentada sobre la tierra a un lado de la camioneta, la cual le generaba algo de sombra, mientras ella simplemente dejaba divagar su espíritu en semejante panorama, en el que los aires mezclados con tierra parecieran las faldas de una mujer bailando alegremente el Son de la Negra, no era mas que suponer que era una coreografía con la mayor cantidad de movimientos sin parar. En eso Myriam abrió repentinamente la puerta -¡Ma…- se quedó a mitad de completar la frase – Pensé que… que.. – Mary Paz le sonrió mientras se levantaba para acercarse a ella - …Que me había marchado- tomo la mano de Myriam y la llevo a que se sentaran donde estaba, tomaron jugo contemplando el lugar, pero sobre todo, ambas sentían la vergüenza de lo ocurrido por la noche
-y… ¿Qué te pareció pasar la noche a mitad de la nada?-preguntó Myriam sin poder disimular el nerviosismo que la invadía
-No estuvo mal – Respondió Mary Paz, de manera muy serena mirándola, observando la mirada su mirada esquiva, se levantó y tomó de la mano a Myriam para ayudarle a levantar –comamos algo para ir a recabar tus pruebas- le cambió el tema, con una dulce sonrisa para aliviar la desestabilidad emocional por la que estaba pasando Myriam.
Después de caminar casi una hora, por fin llegaron a lo que parecía ser nueva postería y nuevo alambrado
-Aquí esta parte de mi prueba – exclamó Myriam mientras encendía su cámara y comenzaba a tomar fotos de distintos ángulos, mientras, Mary Paz movió unos postes para cerciorarse que no hubiera algún animal entre ellos y se sentó a contemplar la escena, admiraba la vitalidad que Myriam tenía, se entregaba a lo que hacía, era algo muy típico de ella, no solía expresar sus sentimientos verbalmente, de hecho pareciese que los ocultaba – Definitivamente es posteria nueva - Le gritó sonriendo Myriam a Mary Paz desde veinte metros de distancia. Myriam seguía en lo suyo, - Creo que definitivamente lo de anoche solo fue un momento de locura – reflexionaba para sí misma Mary Paz – Además, aunque me di cuenta que hay mas que solo deseo entre las dos, no pudiéramos lograr algo más, la gente nos etiquetaría – concluía – Creo que será mejor seguir como éramos antes. Después de que Myriam anduvo recolectando las fotografías se sentó al lado de Mary Paz, el sol estaba a todo lo que daba, no había sombra alguna, solo la cachucha que traía puesta Myriam y el sombrero redondo estilo playero de Mary Paz en el que Myriam buscó resguardo del sol recostando su cabeza en el hombro de su amiga, mientras obtuvo una palmada de ánimo de parte de Mary Paz.
-Oye, no nos hemos tomado fotos en este infierno terrenal – comentó Myriam mientras se levantaba del lado de su amiga y le tomaba de frente una foto, luego le tomó otra de lado, otra de espaldas, ya solo estaba jugando tomándole demasiadas fotos, se estaban riendo de las ocurrencias, después Myriam se sentó detrás de Mary Paz, sus piernas quedaron a la par de las de Mary Paz, colocando su pecho sobre la espalda de ella, luego colocó su rostro sobre su hombro y auto tomaron una foto de frente mientras Mary Paz sonreía, Myria sacaba la lengua, en otra le ponía cuernos, en otra le tapaba los ojos a Mary Paz, en otra hacia viscos, no paraban de reírse
-¡Ya!, deja de jugar, vas a agotar la memoria de la cámara – le dijo riéndose mientras giró su rostro para quedar de frente al de Myriam
- Pues es de ocho gigas, para tu información- seguía riéndose, sin parar de reírse le dio un beso exprés en los labios a Mary Paz, e inmediatamente se levantó – vamos a tomar fotos de donde estaba antes el alambrado – le dijo a Mary Paz mientras le ayudaba a levantarse.
Caminaron todavía un largo espacio de terreno hasta que llegaron a donde se encontraban los viejos postes de madera ya apolillada y el alambre oxidado, Myriam tomó fotos y medidas de distancia entre un lindero y el otro, Mary Paz le ayudó, ambas se sentía demasiado asoleadas y decidieron volver. Al regresar simplemente se dejaron caer del otro lado de la camioneta, donde ya hacía sombra, tomaron los últimos tragos del bote de agua que habían llevado a su caminata
-Ahora si no me vas a contradecir, de que esto está feo, es un terreno que no se le puede obtener mucho – le comentó Myriam mientras sacaba de la mochilita, que cargaron en su travesía, un pañuelo y comenzaba a secarse el sudor, sus mejillas estaban completamente rosadas
-Me gustó – A secas, y con una enorme sonrisa le respondió.
-De veras que no conocía este lado tuyo eh, me sorprendes – decía Myriam mientras le sonreía sorprendida mirándole la cara de agitación, volteó su pañuelo y le secó el sudor que le había brotado en las mejillas debajo de los ojos, su sonrisa de gracia había cambiado, ahora era de sorpresa, mientras Myriam le limpiaba mirándole fijamente lo que a su paso iba secando, ya habiendo terminado dejó inmóvil su mano en el lugar donde se había quedado, Mary Paz le tomo la mano de su cara y la encaminó a que le secara el sudor de su cuello, desabrocho dos botones de su camisa blanca de manga larga, quedó al ras donde comienza la línea divisora de los senos, Myriam solo observaba la delicadeza con que lo hacía, en realidad le estaba mostrando el camino de día al paraíso, la travesía que solo había conocido de noche, dejando pasar infinidad detalles del majestuoso monumento que ambas moldeaban, Mary Paz le soltó la mano esperando la reacción de Myriam, ésta, a su vez se sentó de cuclillas dejando en medio de sus pies la pierna derecha de Mary Paz, le secaba con la delicadeza en que se seca la piel delicada de un bebé, simplemente al hacerlo iba descubriendo la incomparable textura de la piel de Mary Paz, una vez secada el área expuesta por la propia Mary Paz, Myriam desabrochó el botón siguiente hacia abajo, miro fijamente a los ojos de su amiga, no eran las miradas que ambas conocían la una de la otra, ¿Sería el calor?¿Sería la curiosidad?¿Sería el morbo?, continuó desabrochando el resto de los botones, le contemplo como quien contempla con detalle de lujo una escultural obra de arte, mientras Mary Paz le tenía una mano en cada pierna a la altura poco mas debajo de la cadera, le hacía presión a sus piernas, y las iba subiendo poco a poco a la cintura de Myriam, ésta volteó a ver ambas manos, claramente pudo percibir a simple vista las venas de Mary Paz que resaltaban como efecto de la fuerza que aplicaba en reacción a la excitación en la que estaba envuelta, y su respiración había incrementado aún mas, el sudor que le había secado había vuelto a brotar, Myriam tocaba indecisamente el brasier blanco de encaje, media copa, del cual se podía ver notar el la pigmentación del pezón, pareciera que esperaba el momento en que hiciera florecer la areola, sin embargo rozaba con la palma de sus manos la forma, caída y musculatura de los senos, sentía como la calidez de éstos traspasaba el encaje que se encontraba como barrera, comenzó a besar suavemente, con los labios únicamente por encima del encaje, solo se concentraba en el olor que emanaba, los latidos del corazón que sonaban como una sinfónica en pleno concierto, imaginando que una vez que quitara esa barrera entre su poca y los senos no habría poder humano que la hiciera llegar hasta la cima de esa experiencia, besando en medio de estos, desabrochó el brasier por la parte de enfrente, fue un clic lo que le hizo perder su mente en lo que se iba asomando mientras el brasier por efecto de elástico iba mostrándole, definitivamente era la figura mas hermosa que había visto, el paisaje sutil jamás pintado por su imaginación, era nada mas ni nada menos que el cuerpo mas sensual que en lo mas profundo de su inconciente había estado deseando, pero que al tenerlo ahí, a vista clara y detalladamente , entendió que era la perfecta hoguera para ebullir sus humedades – Te he deseado siempre – le susurró Mary Paz a su oído, con la intención de incrementarle las ganas de poseerla, de someterla al delirio del que era capas Myriam de sentir, esa frase fue el detonante para que Myriam se incara, frente a ella, así quedó un poco mas alta y volteando la cabeza de Mary Paz hacia arriba, la besó, la cadera de Myriam había quedado a la altura del pecho de Mary Paz, ésta le desabrocho los jeans y bajo suavemente, deslizándolo primero por la parte trasera, después por en frente y así hasta que le llegó a la rodilla, Myriam sentía por encima de su panti el pezón erecto de su amiga, quien a su vez le acercaba a ellos, Myriam volvió a su postura anterior, quedando a la altura de Mary Paz – Quiero que hasta el calor del desierto sienta el fuego que encendiste en mí y yo en ti – Le dijo Myriam mientras le sonreía, se levantó y tomo de la mano a Mary Paz para llevarla dentro de la casa, una vez dentro recién paradas junto a la puerta pero donde ya no les daba el sol, porque las ganas no las dejaron llegar a la cama, quitó la ropa que ya estaba lista para ser desprendida, siguió besándola mientras le desabrochaba y quitaba los jeans, a su vez Mary paz hacia lo mismo con Myriam, cuando por fin Myriam la había despojado de sus atuendos estando aun inclinada porque acababa de bajar el pantalón de su amiga le besó la pantorrilla y pudo sentir como se erizaba la piel de Mary Paz, siguió besando cada centímetro de sus piernas, al final de cuentas tenían el resto del día y la noche completa para disfrutar de su sexualidad, al llegar a su calzón de algodón, le empujó un poco las piernas para que abriera un poco mas mientras le besaba por encima de él, acto que le generaba un intenso calor a Mary Paz, la respiración deseosamente agitada de Myriam en su sensible botón de rosa, comenzó a deliberar sonidos inconcientes que jamás había su cuerpo expulsado al mismo tiempo que tomaba de la cabeza a Myriam en señal de que no parara de hacerlo, después de que Myriam se embriago del aroma íntimo de Mary Paz, continuo besando su vientre hasta llegar a las bellas gotas de agua que simulaban la caída de sus senos, eran la textura jamás creada por la humanidad, era sentir una nube en su lengua y labios, con la que jugaba mientras la tenía adentro, Mary Paz a su vez acariciaba con similar devoción los senos de Myriam, ésta comenzó a introducir su mano derecha dentro de la pantaleta de Mary Paz, seguía caliente la humedad que ya había dejado huella en su calzón, no se diga sobre la humedad que rodeaba su clítoris, jadeaba Mary Paz, Myriam dejo de besarle su cuerpo para ver las expresiones de su amiga quien tenia los ojos cerrados como si estuviera delirando por algún tipo de estupefaciente, ella dejaba que Myriam disfrutara de ella, intuía que ella lo hacía. Se detuvo repentinamente, Mary Paz volvió del cielo al lugar donde estaban, Myriam le sonrió – vamos a la cama, ahí estaremos mas cómodas – ahora Mary Paz tomó la iniciativa, mordía sus labios como quien saborea el mas apetitoso platillo y llevo caminando de espaldas a Myriam hasta que le aventó bruscamente pero con un estilo que le haría simplemente rebotar en el generador de placer, subió sobre Myriam dejando en medio una de sus piernas de manera que comenzó a acercar su vagina a la de Myriam, mas y mas pero tan lentamente haciendo generar un tremendo imán entre ambos órganos, hacia que se besaran ambas vaginas, hacia que se comenzaran a conocer, hasta que simplemente la fuerza de atracción hizo de las suyas y al momento en que ambas se pegaron Myriam y Mary Paz soltaron un gemido ahogado, por un momento dejaron inmóviles sus cuerpos, se limitaron a sentir ambas sus vaginas, reconocer su forma la una a la otra, intercambiar su lubricación, sentir como arroyuelos de su lubricación iban abriendo camino en el cuerpo tendido de Myriam, la cual estaba en un estado de excitación jamás vivido, ¿En qué grado? No lo sabía, solo estaba segura que nunca lo había sentido, de repente impulsivamente sus cuerpos comenzaron a mover en el vaivén del baile mas erótico creado por ambas, en el cual se acoplaban tal cual estuvieran hechas a la justa medida, Mary Paz tenía mayor control sobre su sexualidad, Myriam solamente cerró los ojos y con su cara de satisfacción iba aumentando mas la temperatura de su clítoris movido por el de su amiga, como si fuera un masaje para hacerlo relajar, pero también para mostrarle lo que se lograba sentir de esa manera en como estaban haciendo el amor, Myriam elevaba ambas cejas hacia arriba, como disfrutar la entrada a una alberca de agua termal, su clítoris estaba llegando a su punto máximo de excitación, Mary Paz lo sentía, lo sabía, quería hacer llegar a su amiga al mayor placer que jamás hubiera sentido, y así fue, repentinamente el cuerpo de Myriam que había estado intensamente moviéndose como las olas de un mar agitado, simplemente comenzaba a desvanecerse mientras Mary Paz oprimía su vagina con fuerza sobre la de Myriam, así se mantuvo por algunos segundos, mientras la miraba regresar de su viaje astral – Dios mío ¿Qué fue todo esto? – Le preguntó a Mary Paz mientras abría sus ojos lentamente al mismo tiempo que su expresión iba dibujando una sonrisa - ¿Sabes? Me has hecho sentir el mayor orgasmo que jamás había sentido- continuó diciéndole mientras le hacia recostarse a su lado, enseguida Myriam subió sobre ella, pero besó su frente, bajo a sus labios y así sucesivamente hasta llegar a su clítoris, con su lengua comenzó a reconocer el lugar que resguarda su preciado tesoro, primero con la punta de la lengua, lijeramente para incitarla a que su cuerpo comenzara a desear con mayor intensidad la caliente humedad de la boca de Myriam, y así fue, logró palpar el punto exacto de mayor excitación de Mary Paz, sus jadeos eran mas intensos cada vez mas, su cuerpo pedía mas, sus reacciones eran como ondas oscilatorias de radio, un leve apretón a su clítoris que hizo con sus labios le hizo soltar un gran gemido mientras que con mayor intensidad se iban tornando los movimientos de su lengua, de su boca, las ganas de saciarse con sus desahogos, hasta que por fin, comenzó a evacuar esa sensación de placer, su cuerpo desprendió de cada parte de él como si entrara en shock, mientras que Myriam sostenía entre sus labios a leve presión ese pequeño pedazo de cuerpo que le era detonante de semejante erupción, cuando por fin quedo en completa tranquilidad el cuerpo de Mary Paz, Myriam se recostó a su lado, ambas se voltearon para verse de frente, sus ojos eran los que hablaban, sus labios no decían una palabra, sin embargo, sus manos agradecían la una a la otra la incontrolable fusión de la que fueron víctimas, ya estaba cayendo la tarde y aun con la luminosidad que irradiaban sus ojos no dejaban de recorrer sus cuerpos suavemente con las yemas de sus dedos, hasta que Myriam paró de hacerlo
-¿Qué sucederá después de hoy? – Le preguntó a Mary Paz
- No lo sé
-Creo que siempre había deseado esto, pero nunca permití sacar de mi interior las ganas de tenerte
-A mi me pasaba igual, aunque yo presentía que tu buscarías el momento, pero me equivoqué, fui yo la que empezó
-Me preocupa lo que sucederá al llegar al pueblo, después de hoy sé que no hay otra persona para mi existencia que tu
-Lo sé, y la verdad me pasa lo mismo, pero debemos pensar en que no es fácil una relación abierta así, la gente nos tragaría, la presión arruinaría las cosas
-Tienes razón
Por un momento las envolvió un silencio abrumador, todo acabaría, incluso no sabían que la amistad que sostenían estaba en juego. No podían concebir el sueño
-He pensado algo – habló Myriam
-¿Respecto a qué?
-La gente no tiene porque saber lo que en realidad existe entre nosotras – le explicaba –creo que ambas tenemos la capacidad de seguir llevando nuestra vida social como lo hemos estado haciendo, despistar con alguna relación superficial con algún hombre.
-Puede ser, no quiero que en mi casa se enteren de esto
-Aunque yo vivo sola, a mi tampoco me gustaría que lo supieran, quisiera que esto fuera solo tuyo y mío, que sea lo que el extremo clima del olvidado desierto despertara entre nosotras, este lugar que vió nacer la mas sublime fusión del amor y deseo que sentíamos la una por la otra. ¿Qué opinas?
-Lo que tu digas, ya sabes que siempre te sales con la tuya – Le respondió sonriéndole, la abrazó y así la mantuvo por un rato.
Sus vidas ya no serian las mismas, y aunque parece que solo hay una intensa amistad y aprecio de la una por la otra, en realidad, cuando tienen la oportunidad de crear un pretexto para salir en fin de semana del pueblo, es la oportunidad que tienen de consumir el fuego que crece en ellas en el lapso de tiempo que dejan de hacer el amor.