El Deseo Oculto de Supergirl II.

Kara se encontraba deprimida y confusa desde el "asalto" que sufrió pero un encuentro en el metro sirvió para aclarar sus ideas y encontrar un nuevo propósito.

El Deseo Oculto de Supergirl II.

Kara corría por un angosto y largo pasillo, no tenía idea donde estaba pero no era importante, lo que si lo era es que atrás suyo corría una sombra masculina buscando atraparla, ella no lo distinguía en la oscuridad y su confundida mente no se percataba que debería haberlo hecho sin problemas ni que podría haber volado a la velocidad del sonido o darse vuelta y pelear, tampoco se daba cuenta que no era miedo lo que sentía sino una sensación mucho mas confusa que crecía en su vientre.

No tuvo tiempo ni animo para centrarse en sus sensaciones porque después de un mal giro en una esquina, quedó frente a una pared que le cerraba al paso, menos de un segundo después su perseguidor la alcanzó y con un brusco movimiento la arrojó como un muñeco de trapo a la pared, Kara nunca supo si el aire desapareció de sus pulmones por el golpe en su espalda o por el hombre que la sujetó del cuello contra la pared.

La joven emitió un grito ahogado mientras cesaba la resistencia, miró a su atacante y aun con el encima de ella no podía distinguirlo con claridad, no le importó demasiado, solo se daba cuenta de la sensación de lo indefensa y vulnerable que se sentía en ese momento… y como disfrutaba de esa sensación, tanto que cuando el hombre se lanzó sobre ella empujando su cuerpo contra el de ella y besándola con brusquedad, ella no solo se dejó hacer sino que le respondió el beso mientras apretujaba su pubis contra su erección y se comenzaba a arrancar la ropa.

Precisamente cuando ya estaba desnuda y su atacante bordeaba su vulva desnuda y húmeda, un estridente sonido le atravesó los tímpanos a la joven, de rabia apenas contenida dirigió un manotazo hacia la fuente del ruido, este se detuvo inmediatamente pero otro estruendo la terminó de hacer reaccionar, despertó sobresaltada en su habitación en caos y para su consternación completamente sola.

Miró aturdida alrededor y se sorprendió de la destrucción que había causado, en la pared mas cercana había un feo agujero donde se veían pedazos de su antiguo despertador, había plumas volando por la habitación y la hizo notar que había destrozado su almohada y parte de su colchón, por último, al ver que estaba mas abajo que de costumbre vio que había partido el esqueleto de la cama y que ahora estaba casi sentada en el suelo.

Kara sintió que se iba a poner a llorar, desde el encuentro en ese callejón hace casi un mes había tenido sueños similares, pero nunca habían sido tan intensos como el de ahora, y por eso había destrozado su habitación y no tenía dinero para reparar la mitad de las cosas, sabía que iba a tener que dormir en el suelo las próximas semanas y eso no mejoraba la frustración que estaba sintiendo, algo ausente se llevó la mano a la entrepierna, notando no solo que estaba completamente empapada sino que solo estaba cubierta por unos hilachos que anteriormente fueron su piyama favorito.

Torció el gesto y se mordió el labio para evitar gritar, sin mas palabras se dirigió a la ducha quitándose en el camino los hilos que le colgaban, en el camino al baño miró a una de las ventanas de su apartamento, más concretamente al edificio de al frente, donde las ultimas semanas había visto a un tipo que miraba con binoculares hacia su departamento, el tipo en si no le interesaba demasiado pero cuando se sentía algo aventurera pasaba cerca con piyama y otras ropas ligeras, lo mas arriesgado había sido hace unos dos días, que apareció solo con un playera y bragas, ella pudo ver su erección a cientos de metros de distancia.

Ahora la rabia y la excitación hizo que su mente se nublara y pasó frente a la ventana totalmente desnuda mientras miraba a la ventana en cuestión, pero esta vez para mala suerte del voyerista el lugar estaba vacío, sin darse cuenta Kara hizo un mohín frustrado antes de una vez dirigirse al baño, ya bajo la ducha su mano izquierda apretó sus seno y la derecha fue hacia su entrepierna donde jugueteó ausente con su feminidad.

Ni siquiera se daba cuenta de lo que hacía, estaba concentrada en pensar que iba a hacer en el futuro, las cosas no le muy bien, desde su “incidente” había estado distraída y aunque le costaba admitirlo bastante ansiosa y deseosa, sabía que después de lo que le había pasado debería estar triste y desolada, lo que solo hacía que su reacción fuera mas humillante para ella, se había tratado de concentrar en sus clases universitarias pero bastaba una mirada de un chico para distraerla, suerte que tenía una buena memoria o habría tenido problemas académicos, al menos las vacaciones empezaban en tres días así que podría relajarse, o eso esperaba.

Sobre su vida como Supergirl, la verdad es que había sido inexistente durante el mes, no porque hubiera perdido su traje, tenía unos reemplazos con otros diseños y sin la irremplazable tela de su planeta, pero era suficiente y tenía un traje siempre oculto en su mochila, era porque sentía miedo, no de lo enemigos sino de ella misma y las estupideces que podría hacer tan ansiosa como estaba, su auto reflexión fue interrumpida cuando se dio  cuenta que estaba al borde del orgasmo, la sorpresa la hizo detenerse y salir de la ducha, era tarde y debía irse, se vistió peinó y salió de su departamento en literalmente un segundo, antes de caminar lentamente a la parada del autobús.

Llegó justo a tiempo para subir a un bus repleto a esa hora de la mañana, la mayoría de los hombres no pudieron evitar mirarla fijamente, vestía normal para ese clima, con un jeans y una camiseta roja, pero era una verdadera belleza que llamaba la atención, además los mas observadores pudieron notar un sonrojo en su rostro y unas protuberancias en su pecho provocados por sus erectos pezones.

No pasó nada llamativo en el trayecto en el bus, la joven kriptoniana seguía distraída y notaba frustrada que no le bajaba la excitación, sentía que sus bragas estaban empapadas aun sin estimulación, y que sus pezones romperían su brasier en cualquier momento y no era en sentido figurado, ya había roto tres este mes, ella deseó por un segundo haber cedido a sus impulsos en la ducha, de esa manera estaría mas calmada en ese momento, pero estaba haciendo su mayor esfuerzo por controlarse a sí misma, así que suspiró profundamente y se preparó para otro día difícil.

Después de tres minutos se bajó del bus y entró en la estación del metro, para decepción de los hombres que siguieron su trayecto en el bus, no esperó mucho en el anden antes que llegó el tren con el que haría la parte mas larga de su viaje, era un viaje de 45 minutos que después terminaba con una caminata de 5 minutos, no hacia el viaje así por sus problemas como Supergirl, viajaba de la manera larga cada vez que podía, una medida de seguridad simple, básicamente para que no la vieran aparecer de un lado a otro sin explicación.

El vagón estaba vacío prácticamente, podría haberse ido sentada si quisiera, pero prefirió quedar cerca de una ventana y sujetarse de los apoyabrazos, miró su reflejo en la ventana hasta que fue entrando mas gente y mas gente, cuando se empezó a llenar, Kara se quitó su mochila para no molestar y la llevó en la mano, terminó un poco más esquinada mirando una pared con unos grafitis groseros, miró distraída uno que decía Superputa escrito con la S de su logo, pero ella nunca se había preocupado demasiado por cosas menores, menos ahora que tenía problemas más graves.

Se movió un poco incomoda, había mucha gente alrededor y su espacio personal se vio sumamente invadido, sentí a tres personas cerca de su espalda y se volteó por un segundo, uno era un hombre fornido y alto con apariencia de un obrero de la construcción, otro era un hombre guapo de unos 40 años que vestía relativamente formal por lo que Kara pensó que debería ser profesor, por ultimo era un chico con uniforme de estudiante que ella apenas si le echó una mirada, volvió a mirar al frente fijamente olvidándose de sus espaldas.

El tren empezó su rápido movimiento y por un rato Kara estuvo tranquila, el vaivén del movimiento la estaba relajando y la hacía olvidarse de sus preocupaciones un rato, pero un movimiento de personas a sus espaldas la distrajo, quedó en una posición incomoda así que se giró para cambiar de lugar, pero inmediatamente después un hombre se colocó a sus espaldas prácticamente encerrándola en esa posición.

Kara frunció el entrecejo, el gesto le pareció grosero y pensó por un segundo en darse vuelta y recriminarle, pero decidió que no era necesario, podría haber ignorado el asunto, pero sintió una mano presionando su muslo, la distracción y molestia desaparecieron como por arte de magia, el aire escapó de sus pulmones y se quedó paralizada.

Pensó que podría ser un accidente, pero la mano estuvo fija ahí por mas de cinco segundos, sintió pánico y la excitación que había logrado reprimir volvió a niveles peligrosos nuevamente, viendo la falta de reacción de su víctima, el hombre se acercó mas a ella y girándola levemente la empujó con su cuerpo hasta que ella estuvo con los pechos presionando contra la pared.

La superheroina se asustó más, su aliento se hizo pesado y caliente y sentía que perdería el uso de la razón, miró hacia los lados asustada de que notaran lo que pasaba pero estaba tan lleno que ella era una más de las personas apretujadas contra la pared, eso la calmó un poco pero no alcanzó a terminar de procesar el alivio cuando sintió una dureza sobre su trasero en el mismo punto entre sus nalgas, Kara se dio cuenta que estaba empujando su erección contra ella y antes que dijera nada la envolvió con sus brazos.

Ella no podía creer que nadie notara como la sujetaban así, así como tampoco que nadie escuchara el gemido suave que emitió, aunque el hombre a sus espaldas si pareció escucharla porque se envalentonó mas aun, con su mano izquierda comenzó a acariciar la parte baja de su vientre amenazando con llegar al pubis y con la derecha se dirigió a su pecho donde acarició suavemente el contorno inferior de uno.

Fue un contacto menor, pero para el estado que estaba Kara fue suficiente para olvidarse donde estaba, se inclinó hacia atrás queriendo mas contacto con el miembro del desconocido y fue recompensada por un agarrón del trasero con la mano izquierda, ella misma llevó su mano a su pecho y presionó su pezón por sobre el brasier haciendo que una nueva oleada de placer la recorriera la espina dorsal.

Kara hizo un esfuerzo sobrehumano para evitar correrse en ese mismo momento, para distraerse pensó en quien era el hombre que la tocaba, podría darse la vuelta y mirar, pero sentía más morbo tratando de adivinar entre el profesor y el obrero como los llamaba en su mente, no podía decidirse y antes que pudiera pensar mas una mano pasó por debajo de su blusa y se deslizó por su tonificado vientre hasta llegar al pecho, con la otra mano mientras desabrochó su brasier por la parte de atrás, se lo iba a quitar pero la misma Kara leyendo sus instrucciones se lo quitó lo mas sutilmente y la bajó solo para ser arrebatado por su “agresor”.

Ahora la mano fue debajo por de la blusa hacia su pecho desnudo, bastó con que rozara el pezón para que Kara gimiera en voz baja de nuevo y temblara todo su cuerpo, consiguiendo de milagro no correrse de nuevo, pero esta vez el hombre no mostró compasión siguió su ataque y llegó el refuerzo de la otra mano, sobaba sus pechos con descaro rodeados de una veintena de personas y la superheroina solo pensaba que si el empezara a cogérsela ahí mismo, ella no se opondría.

Algo de eso pareció intuir el hombre, la giró en otra posición y la ocultó aun mas de las miradas indiscretas, soltó sus pechos y abrió el pantalón de la chica por delante, ambos se sorprendieron de lo mojadas que estaban sus bragas pero el no se detuvo mucho en eso, aprovechando la posición le bajó el pantalón por atrás hasta que su trasero quedó al descubierto aunque cubierto a la vista por el cuerpo del hombre, sabiendo que no tenía mucho tiempo, liberó su pene y lo metió entre las nalgas de la joven.

El sentir la virilidad rígida y venosa del desconocido en su trasero hizo que ella literalmente babeara, el hombre llevó su mano y lo metió por debajo de las bragas de Kara y metió sin contemplaciones tres dedos en el sexo de la rubia, el desconocido no se atrevió a penetrarla, pero deslizó su miembro por sus nalgas dejándolas mojadas de liquido preseminal, pero para la Kriptoniana no hubo mayor diferencia, porque el excesivo estimulo finalmente hizo que tuviera un orgasmo arrollador.

Como se las arregló para mantenerse en silencio y sin grandes movimientos durante su orgasmo ella nunca lo supo, pero si supo cuando el se corrió sobre la parte trasera de su blusa, dejándole una marca visible de lo que había pasado en su ropa, ambos se quedaron quietos apoyados uno en el otro mientras normalizaba su respiración, lentamente se arreglaron la ropa y eventualmente estaban presentables.

Se quedaron quietos un rato, aun cuando Kara noto sorprendida que se bajaban del tren el profesor y el obrero, haciéndole pensar ¿quién carajos le estaba agarrando el culo en ese momento?, la respuesta tuvo que esperar por un manoseo sutil la dejó nuevamente en pie de guerra, quería…no, necesitaba que se la follaran pronto, seguiría al tipo y le rogaría si era preciso, en ese momento Kara vio que el hombre acercaba un papel envuelto y se lo metía en la ropa interior, antes de separarse de ella, Kara se volteó listo para seguirlo pero se quedó paralizada.

Frente a ella estaba el estudiante que vio hace un rato, la miraba con suficiencia y seguramente ahora le contaría a todo el mundo lo que le había hecho a una mujer despampanante como ella, Kara solo le pudo ver como el sonreía una ultima vez antes de largarse con la mayoría de la gente en el vagón.

Las ideas que tenía de seguirlo desaparecieron y cayó sentada en un asiento vacío, nunca se había sentido tan humillada, lo que le había hecho un chico, lo peor es que aun sentía una palpitación culpable en su necesitada vagina, finalmente vio lo que le había dado, era un papel con un número telefónico, que memorizó en el acto y un billete de un dólar, seguramente para humillarla mas aun, ausente guardó ambas cosas en la mochila antes de ponerse de pie y bajar en la siguiente estación.

Caminó un rato distraída, ignorando las miradas sorprendidas, excitadas y/escandalizadas hacia su persona, se dio cuenta que la humillación que sentía solo la excitaba mas y que ya no tenía sentido seguir fingiendo que no quería hacer lo que quería hacer, solo una cosa hubiera hecho mejor lo que había pasado y era tiempo de hacerlo.

Tomó una respiración larga y finalmente, después de un mes tomó una decisión sobre lo que quería y una calma y anticipación invadieron su pecho, por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz y realizada, salió de la estación del tren y corriendo se fue a un callejón cercano, solo vio que no había nadie cerca antes de quitarse toda la ropa excepto las bragas empapadas y ponerse el uniforme de Supergirl, se elevó sobre los edificios con su mochila y una sonrisa en el rostro.

Pasaría un segundo por su casa, básicamente  a dejar la mochila y luego saldría a buscar villanos, si tenía suerte alguno creería que podía ganarle, no quería que se follaran a la pequeña Kara, quería que sabiendo que era la gran Supergirl la pusieran de rodillas y la hicieran gemir, no era el deseo mas agradable ni el mas altruista pero era lo que ella quería y es lo que haría…