El Deseo Oculto de Supergirl.
Supergirl paseaba como civil, cuando fue asaltada por un violador, puede detenerlo fácilmente pero... ¿querrá hacerlo?
La luz desaparecía lentamente en la ajetreada metrópolis, después de una larga jornada de trabajo la mayoría de las personas se dirigían a sus hogares a descansar y a estar con sus familias, la mayoría de los transeúntes caminaba con la mirada cansada y los hombros bajos, los autos que circulaban iban al límite de la velocidad máxima y lanzaban constantes bocinazos, era una imagen tan típica como deprimente de esa hora en esa zona de la ciudad, pero había alguien que difería bastante del ambiente de la zona, era una joven que caminaba distraídamente y con una sonrisa tensa.
Su nombre era Linda Danvers, era una joven extremadamente hermosa, era alta y con una figura delicada, aunque no por eso sin curvas, con un busto generoso y un trasero firme con forma de corazón, tenía además el cabello rubio y sedoso, unos ojos azules y grandes y unos labios rojos y gruesos, en ese momento, llevaba puesta una chaqueta una blusa blanca y una falda negra que le llegaba hasta más debajo de la rodilla, caminaba con paso firme y la vista distraída, descansando su mente en el constante movimiento de la ciudad.
Estaba más tranquila que el resto porque era su día libre, realmente necesitaba un día tranquilo después de todo el trabajo que había tenido que hacer las últimas semanas, porque Linda tenía dos grandes ocupaciones, por un lado, era estudiante de primer año de la universidad y por el otro era en secreto la Supergirl la mujer más poderosa sobre la tierra, la superheroina más representativa y querida del país, era principalmente su última ocupación la que la tenía tan desencantada.
Al principio cuando empezó a usar sus poderes para ayudar a la gente estaba feliz y orgullosa, ver los rostros agradecidos le llenaba el alma de gozo, ahora, un año después de su debut, estaba cansada y aburrida, las miradas agradecidas ya no le significaban nada y hasta volar por los cielos le parecía soso y gris, últimamente sentía un vacío en el pecho, un vacío que no sabía cómo llenar y que se agrandaba día a día.
Esa era la razón por la que decidió que no haría nada ese día, había estado caminando de un lado a otro de la ciudad, con ropa de civil, aunque por precaución, llevaba bajo su ropa su tradicional traje de dos piezas, el top con la S en el centro y su minifalda de los mismos colores, aunque las botas y la capa se las había dejado en casa, ya que era complicado esconderlos bajo la ropa.
Llevaba casi todo el día caminando sin rumbo fijo, miraba la gente al pasar y trataba de relajarse, pero seguía tensa, sentía los músculos de la espalda tensos y los dientes apretados, estaba tan frustrada que estaba a punto de hacer una locura, tan absorta estaba en sus emociones que no notó que la gente a su alrededor comenzó a disminuir, tampoco notó como disminuyó la luz por falta de alumbrado público y luz natural, se había metido en una de las zonas peligrosas de la ciudad sin darse cuenta, pero aunque lo hubiera hecho no le importaría, después de todo era Supergirl, ¿qué peligro podría encontrar ella allí?
Ella continuó absorta en sus pensamientos, alcanzó a caminar una cuadra hasta que lo inevitable pasó, de su costado derecho pasó un hombre corriendo, la agarró de la cintura y de improviso la empujó hacia el callejón a su costado izquierdo, Linda quedó aturdida, no estaba acostumbrada a que la tomaran por sorpresa, nunca en su vida había estado tan distraída como ahora, tanta fue la sorpresa que no pensó en resistirse y se dejó arrastrar hasta el interior del oscuro callejón sin pelear.
La duda le duró hasta que ya estuvo al final del pasadizo, y su espalda y nuca chocó fuerte con la pared del fondo, no le hizo nada, por supuesto, aunque Supergirl podría jurar que la pared se rompió al entrar en contacto con su cuerpo, su ropa debió quedar arruinada, pensó aun un poco distraída, miró rápidamente a su alrededor, estaba obscuro como boca de lobo, pero para ella era tan luminoso como un día soleado, era un callejón horrible con basura por todas partes y unas cuantas ratas escondidas o simplemente caminando por ahí, pero lo que realmente le llamó la atención era el hombre que tenía en frente, el que la había arrastrado a ese callejón.
Era un hombre alto, casi una cabeza más alto que ella y fornido, vestido con un traje de ladrón cliché, pantalón y chaqueta negra, con un pasamontañas que solo dejaba ojos y boca, instintivamente usó su visión de rayos X en él, viendo un rostro varonil de mandíbula gruesa y ojos hundidos, con una sucia barba de 3 días, recorrió su mirada por el resto de su cuerpo, vio algunas cicatrices y unos tatuajes, en un torso con los músculos bastante marcados, también notó 3 cuchillos ocultos en su ropa dos en su zapatillas y uno en su cintura cerca de su…, Linda abrió los ojos como platos, sin querer notó el miembro del ladrón y no pudo apartar su vista de él, era de buen tamaño, grueso y estaba completamente erecto, doblado por la contención de sus pantalones.
Supergirl no pudo quitar su vista de su pene, quedó como hipnotizada por él, se olvidó de la situación en que estaba y donde estaba, no miró como el hombre se acercaba hasta que la tomaba del cuello con ambas manos y la levantaba, Linda se vio sorprendida cuando sus caras estuvieron a la misma altura, claro que pudo levantarla, no pesaba más de 60 kilos, aun así por mucho que apretara y la mantuviera elevada no tenía suficiente fuerza para hacer daño a su cuello, pero él no podia ver que no le hacía nada, para sus ojos humanos normales, solo la silueta era distinguible en la oscuridad.
De inmediato la soltó, Linda cayó grácilmente sin que siquiera doblara las rodillas, pero aún no hizo nada, estaba sintiendo un cosquilleo en el pecho y en el vientre, ella estaba siendo víctima de un asalto, siempre llegaba como la salvadora, ahora podría saber cómo se sentía a quienes ayudaba, tal vez sea eso lo que necesitaba para recuperar su ánimo, sonrió en la oscuridad mirando fijamente al ladrón, imaginándose cuál sería su reacción al saber más tarde que ella era Supergirl.
Pero ella había malentendido las intenciones del hombre, tal vez sea porque nunca había estado en peligro real y no sabía cómo era o tal vez porque estaba distraída, aun no podia quitarse la imagen de su cuerpo desnudo de la cabeza, sacudía la cabeza ligeramente pero no sabía porque no podia dejar de pensar en eso, era un villano cualquiera, no merecía su atención, antes que ella alcanzara a hacer algo el hombre tomó la blusa de Linda con ambas manos y de un solo tirón la rasgó en dos partes, haciendo saltar los botones en todas direcciones.
Linda nuevamente abrió los ojos confundida, cualquier otra mujer ya sabía lo que pasaba pero ella estaba más preocupada que había quedado a la vista su top de Supergirl que de lo que quería el ladrón, levantó sus manos para tratar de cubrirse el logo pero el, sacó uno de sus cuchillos y se lo pegó en el cuello, sintió el frio acero del cuchillo sobre su piel, hizo que sus manos se detuvieran a mitad de camino, se congeló en el lugar aturdida, su respiración se hizo más lenta y pesada y las rodillas temblaron un poco.
-quédate quieta, princesa o te abro una segunda boca- le dijo acercando su cara a la suya, Linda hubiera podido oler su aliento aun sin su super olfato, apestaba a cerveza y cigarros de mala calidad, pero a ella el olor la aturdió más, mezclado con una voz varonil hizo que sintiera cosas que nunca había sentido, bajo la vista confusa y temblorosa preguntándose qué carajos le pasaba, que estaba haciendo, debería estar mandándolo a volar de un golpe, no quedarse paralizada como un conejo asustado, no… no estaba asustada, eso lo sabía, pero no sabía que era en realidad lo que le pasaba.
Mientras Supergirl pasaba por sus dudas, el hombre usó su cuchillo para rajar su vestido con una facilidad pasmosa, luego tiró las telas rotas a un lado, inservibles, de ese modo Linda estaba en su uniforme de superheroina, pero nunca se había sentido tan vulnerable en él, se sentía observada, aunque él no podia ver su ropa ni a ella misma, y aunque la sensación le causaba confusión no era del todo mala.
El atracador se aburrió de preámbulos llevó sus manos a su cintura y disfrutó de la piel desnuda, Linda sentía que esas manos toscas y callosas hacían arder su piel, solo pudo dar un raro gemido cuando las manos fueron subiendo por su abdomen hasta llegar a la base de sus pechos, hasta la línea de su top, ella contuvo la respiración sus manos agarraban la falda de su traje con fuerza, tanto que si hubiera sido una tela normal la habría destruido con la sola presión, se sorprendió estando expectante, ansiosa por lo que haría a continuación.
Él finalmente siguió el recorrido de sus manos, llegando por fin a la altura de los pechos y los agarró con fuerza, Linda esta vez no pudo evitar gemir, sorprendiendo a ambos con el repentino sonido, él se rio en voz alta, burlándose de ella, Linda se sonrojó a hasta las orejas mientras maldecía por su estúpido cuerpo pero internamente rogaba que continuara el toque, él no se hizo de esperar, llenó cada mano con un pecho y los exprimió con ganas, los retorció, giró y movió mientras la pobre chica luchaba por contenerse.
Finalmente se aburrió de la tela de su top y lo tomó de la parte de abajo y comenzó a levantarlo, mostrando centímetro a centímetro sus preciosas tetas, esto hizo que finalmente Linda se moviera un poco, pero no para impedírselo, levantó sus manos sobre la cabeza para permitir que el deslizara la prenda por ahí, en menos de un segundo la prenda de ropa estaba en las manos del hombre, la tocó por un segundo y luego la arrojó sobre el hombro hacia el vacío,
Supergirl no podia creer como había llegado a estar en esa situación, con las tetas al aire en frente de un simple violador de callejones, ella que podía destruirlo sin el menor esfuerzo se dejaba hacer de esa manera, se sentía tan humillada, lo peor es que la humillación estaba provocando algo en ella, no podia negar que estaba caliente, sus pantys mojadas y sus pezones duros como diamantes daban cuenta de ello, no sabía que le estaba pasando, pero no quería que se detuviera.
El hombre volvió a recorrer sus pechos, pero esta vez sin el top la piel estaba vulnerable al tacto, además esta vez él fue directo a sus pezones, los piñizcó los retorció e incluso los mordió, Linda apenas ya podía contener los sonidos de placer que amenazaban por salir de su garganta, se sentía masilla en sus manos y eso que solo había jugado con sus pechos, finalmente se aburrió, la soltó para su decepción, la agarró por la cintura y la acercó a su cuerpo, los pechos de Linda haciendo contacto con el duro pecho del ladrón y sobre su vientre plano sentía la calidez de su endurecido miembro.
Contra todo pronóstico, al menos los pronósticos de ella, él se inclinó le tomó el pelo con fuerza y la atrajo hacia un beso, de inmediato Lisa sintió su lengua invadiendo su boca, el sabor a alcohol barato inundó sus papilas gustativas, en cualquier otro momento le hubiera provocado arcadas, pero en ese rato, el sabor pasó a segundo plano por la lengua que tenía en la boca, nunca la habían besado así, con esa brusquedad, sintió como sus piernas temblaban y abría la boca para facilitar más su acceso, no le importaba que una mezcla de ambas salivas se le escurriera por el mentón hasta sus pechos, ella misma atacó suavemente con su propia lengua saboreando y disfrutando sin pensarlo.
Una mano del ladrón agarró su culo y comenzó a masajearlo con brusquedad, tan absorta estaba Linda en su intercambio de saliva, que no lo notó aun cuando le comenzó a bajar la falda del traje, con un rápido movimiento, quedó con este a la altura de los tobillos, y luego metió directamente la mano dentro de su pantys, tocando la piel de las nalgas, ahí lo notó la superheroina, pero ya a esa altura se había abandonado a las manos del desconocido, con destreza el metió el dedo índice entre las nalgas de la chica y profundizó hasta que tocó el borde de su delicado anillo rosado, con lentitud metió la primera falange, ante lo cual Supergirl, se alejó un poco de los labios de él, luego sacudió el dedo en todas direcciones y Linda dio un gran gemido a la vez que sus rodillas empezaban a ceder.
El villano interrumpió su ataque, retrocedió un paso y la observó lo mejor que pudo con la escasa luz que tenía, se veía tambaleante y dudosa, sin que mediara orden deslizó un pie a través de la falda y con el otro la arrojó en la misma dirección que habían lanzado su top, quedando solo con su ropa interior, el violador sabía que su presa estaba lista, era momento de terminar con el trabajo, sin mayores miramientos la derribó de un empujón al suelo, se acercó a su rostro nuevamente, Linda estiró su boca como si fuera a ser besada nuevamente, pero é la ignoró, fue directo a la única prenda que le quedaba, con ceremoniosa lentitud, tomó los bordes de su ropa interior de seda azul y comenzó a deslizarla por sus muslos, Supergirl levantó su cintura para facilitar el trabajo, ya sin querer intentar pensar en lo que estaba haciendo.
Finalmente, la única muestra de dignidad que le quedaba a la chica le fue arrebatada, el trofeo yacía en las manos del vencedor, acercó a su rostro la pantys y dio un profundo olfateo, notó lo empapada que estaba y miró con desagrado a la chica que estaba respirando con dificultad y deseo, le gustaba que sus víctimas se opusieran, que dieran algún tipo de pelea, pero esta mujer estaba demasiado dispuesta, era patético, sin demorar más, guardó su trofeo en el bolsillo y se abrió el cierre del pantalón.
Linda ya había visto su miembro, pero al sacarlo se le quedó mirando con fascinación morbosa, sabía lo que se le venía a continuación, y lo ansiaba con cada fibra de su ser, aunque la parte más sensata de su mente, aquella que estaba sumergida bajo su libido le pedía que le diera un golpe y lo noqueara, ella simplemente se inclinó hacia atrás, sobre diversos tipos de basura y se abrió de piernas.
El ladrón no se hizo más de rogar, la tomó de las caderas con fuerza y acercó su pene a la entrada de su mojada vagina, Linda se enfrentó a su último momento de duda, en su caso a ella le bastaba con cerrar la entrada y el no entraría ni con un taladro, pero ni para eso tuvo la resistencia, se relajó los mas que pudo mientras él se inclinaba sobre ella y entraba con fuerza, un abrupto ruido salió de su garganta mientras sentía su cuerpo invadido, él era brutal y brusco, demasiado tal vez, una mujer normal habría gritado de dolor , pero a ella no podia causarle daño, el sonido que salió de su garganta era de placer puro ya sin el intento de contenerlo.
El momento de paz solo duró un segundo, con brusquedad, él se retiró tal cual había entrado y entró con más fuerza aun, haciendo que Supergirl gimiera el doble de fuerte, ya cuando vio que no podia hacer gritar de dolor a esa puta, el atracador se encogió de hombros y aceleró su ritmo, los gemidos de Linda se convirtieron en sonidos entrecortados vinculados con el vaivén del movimiento, para su super oído, los ruidos del callejón llegaban con demasiada claridad a ella, la rápida respiración de su violador, su constante latido del corazón, el sonido de sus jugos cayendo al pavimento, el característico sonido de ambas pelvis chocando y su propia respiración irregular y sus gemidos entrecortados, no pudo aguantar mucho más, bastaron un par de arremetidas más para que su espalda se arqueara y los ojos se pusieran blancos, un pequeño grito marcó el momento preciso de su orgasmo mientras vibraba alta velocidad, para el resto del mundo su clímax duró un par de segundos, para ella que sintió todo en cámara lenta, fueron más de tres minutos, los más sensibles increíbles y placenteros tres minutos de su vida.
El ladrón no le podía interesar menos el orgasmo de la chica, se sintió bien cuando la que ya era apretada de por si se hiciera aún más, si hubiera sabido lo cerca que estuvo de que su pene fuera aplastado, probablemente no habría sido tan indiferente, sujetó con más fuerza el inerte cuerpo de la chica y aceleró a su máxima velocidad la frecuencia de las embestidas, le pareció ver que recuperaba un poco la conciencia pero estaba muy ocupado preparándose para su propio orgasmo, enterró lo más que pudo su miembro en su pubis y se corrió llenando de semen su útero.
Linda se sacudió un poco, aun aturdida, la idea de que podia quedar embarazada apenas le importó, trató de incorporarse algo, pero él quería una segunda ronda, se puso de pie y la levantó sin ceremonia tomándola de la cadera la dio vuelta y dejándola casi en un ángulo recto la acercó a su entrepierna, Linda se dejó llevar como si fuera una muñeca de trapo, la idea de una segunda ronda también le apetecía y aunque no fuera así, no se iba a oponer ahora, después de todo lo que se había dejado hacer.
La penetración fue igual de brusca que la primera vez, aunque esta vez Linda no hizo ningún ruido, sentía que si abría la boca usaría sin querer su máximo volumen y despertaría a media ciudad, lo que no le molestaba tanto, de no ser por la idea de que podrían ser interrumpidos, guardo todo el silencio que pudo mientras se concentraba en las nuevas sensaciones que estaba sintiendo.
Los vaivenes la sacudían por completo en su interior, usada, así como una muñeca de placer, con los brazos colgando y la cabeza caída, casi ni parecía una persona mucho menos una superheroina, la baba le corría hasta el suelo y las tetas se movían para todos lados sin que pudiera ni quisiera hacer nada para detenerlas, en pocas embestidas su mente se embotó de nuevo, sus músculos se tensaron de nuevo y la respiración se hizo totalmente irregular, abrió mucho los ojos mientras llevaba ambas manos a cerrar a la fuerza su boca, en el último acto consiente antes de desvanecerse en un devastador orgasmo.
El hombre siguió por un momento más, indiferente a su inconciencia, eso al menos no era tan nuevo como el resto del encuentro, siguió hasta que estaba cerca de terminar y la arrojó a más basura cercana, acercó su pene a su cara y se masturbó rápido hasta que le roció el pelo y rostro con semen, se limpió un poco con un mechón de su pelo y se fue por donde había venido.
Linda Danvers se despertó horas más tarde, molesta por el frio y por lo sucia que estaba, su despertar también fue propiciado por una entusiasta rata que caminaba sobre su vientre, de un manotazo la mandó a volar contra la pared, escuchando con placer morboso como reventaba contra ella, miró en todas direcciones pero no había nada cerca, era de madrugada, la noche ya empezaba a desaparecer, había pequeños indicios de luces y se escuchan algunos ruidos de autos, lentamente se puso de pie, buscó su traje, debería estar cerca, pero sin importar cuanto rato revisó no lo encontró, simplemente ya no estaba en el callejón, sintió un nudo en la garganta, al perder su irremplazable traje con materiales Kriptonianos, pero no era lo peor que le había pasado hoy, molesta, se agachó desnuda y dio un salto con mucha fuerza, llegando casi hasta la estratosfera, desde ahí, se dejó caer en picada, rompiendo la barrera del sonido, hasta meterse en su departamento lo más rápido posible, para que nadie pudiera verla volando desnuda.
Una vez en su casa se relajó un poco, al menos hasta que se vio en el espejo de cuerpo entero de su sala, estaba horrible, con suciedad pegada a su pelo y cuerpo y marca de semen seco en su cara y entrepierna, con un rezongo se dirigió hacia la ducha, donde pasó las próximas horas.
Finalmente salió del baño, de nuevo con apariencia humana, al pasar vio en las noticias una foto que había sido tomada de Supergirl a altas alturas, era un borrón, no se notaban los detalles, pero se podía ver claramente que estaba desnuda, por el color característico de su piel, se encogió de hombros, molesta, mientras apagaba el televisor, se iba a la cama y trataba de dormir mientras pensaba en todo lo horrible que le había pasado ese día, ella no podia saberlo, pero cuando al fin concilió el sueño, en su rostro se podía notar con claridad una sonrisa satisfecha.