El Deseo de Marta

El sueño de Marta, una relacion con alguien mas joven que ella y que la vuelve loca.

Nota: Ruego se difunda a través de internet y si eres tía y tienes sobrinos aún mas. Si alguién quiere hacerme algún comentario ruego me manden un Email.

Hola que tal, lo que les voy a contar es una historia real, un sueño, un deseo quizás, un imposible algo que se encontraba en mi interior y que no tardo demasiado en despertar, pero que llegado un momento me era una meta una ilusión un objetivo algo que me quitaba el sueño.

No sabia como debía comportarme, para que no se me notara mis inquietudes que no podían ser contadas a nadie o cuando menos a muy pocas personas. Yo no me daba cuenta pero ahora me veo y veo a esa chica y algo raro hay en ella, que con el paso del tiempo, comprobando y recordando paso dados en el pasado había cometido acciones que podrían haber revelado el secreto mejor guardado.

Bueno me presento, mi nombre mejor va ser ficticio, siempre me ha gustado Marta por lo cual a partir de ahora me haré llamar asi.

Soy la pequeña de tres hermanos (un hermano y una hermana), vivo independientemente desde ya hace un tiempo, tengo 27 años, mido 1,60 y unos 58kg. Estoy soltera, pero mis relaciones sentimentales las he tenido aunque nunca han llegado muy lejos en el tiempo. Ahora me doy cuenta por que no llegaron a ser mas serias, mi cabeza estaba en otro lado, solo pensaba en una persona. Pero es que es normal, él es moreno, un poco mas alto que yo, un cuerpo sin nada de grasa, pero no un musculitos de esos tiene una cara que enamora donde los ojos, la nariz y la boca se conjuntan de tal manera que la hacen única. Pero siempre hay problemillas que lo hace casi inalcanzable y no es que tenga novia, ni novio, ni la edad pues tiene 23 si no que es mi sobrino, si el hijo de mi hermana mayor.

Sólo veo dos veces por semana y a veces menos. Y claro en aquel momento no se te pasa por la mente decirle que te sientes atraída por el, pero si lo deseas. Me conformaba con achucharlo siempre que podía lo rozaba con mis pechos le daba alguna zurra en el trasero y así mientras los años iban pasando.

Una noche durmiendo en mi habitación y tras un a de esas noche en la que el noche no quiere apoderarse de tu cuerpo me propuse poner todo mi empeño en la elaboración de un plan cuidadosamente planeado.

Pero por mas que pensaba no daba con uno que fuese creeible o factible. Ya desesperada y con unas ganas tremendas de estar con él a solas le propuse que vienes a mi casa, con la excusa de que me ayudara a montar un mueble que había comprado recientemente. Ya le puse en antecedente de que ya cenaba en casa pues iría para largo pues no era fácil el montaje del mueble. Acepto mi propuesta y una tarde de un viernes vino a mi casa. Como podréis comprender estuve toda la semana tremendamente nerviosa, la cuestión era que él viniera y lo que después ocurriese si ocurriese algo ya se vería.

Llegado el día el entró por la puerta tras haber llamado al timbre. Venía con un vaquero y un jersey azul oscuro y cual fue mi sorpresa que a sus espaldas traía una mochila a o cual yo le pregunte por ella y el me respondió:

Es por si se alarga esto un poco y me tengo que quedar a dormir, tendrás alguna cama para mi, - sonrión.

Y yo encanta, le respondí:

Estas siempre igual de preparado para todo, jajja. Si no te preocupes. Encantada que pases aquí la noche, ya nos apañaremos.

El se puso manos a la obra, yo le ayude en lo que pude hasta que me puse hacer la cena. Nada complicado unas lentejas y un poco de embutido como entrante. Cuando terminó de montar el mueble, un mueble de salón bastante grande, se fue a duchar. Y claro mi tentación me llevo a ver por la cerradura, no se veia prácticamente nada, pero mi imaginación, volaba, volaba y volaba. Mientras terminaba poner los cubiertos en la mesa asi como el embutido. Cuando salió y vio la comida en la mesa me propuse tomar algo de vino para que sentara mejor los quesos, jamones, lomos,.... A mi el vino me gustaba, pero enseguida me haría subir los coloretes. Entre plato y plato pensaba en como decirle algo al respecto aprovechando mis colores. La cena transcurrió muy agradablemente y ya durante la misma ya habíamos decido que se quedara a dormir. Al termino del postre y tras recoger la mesa saque unos licores, una botella de wisky y una baraja de cartas para pasar las horas antes de ir a dormir. Antes tomamos unas pastitas junto con el café. Ya no recuerdo el juego exacto al que jugábamos, pero era uno de esos en el que se pierde y se tiene que beber un chupito de golpe y sin respirar.Entre partida y partida y en un movimiento de brazo de lo mas torpe el me tiró el resto de café que quedaba en la jarra manchandome por completo, lo cual me obligo a cambiarme por completo. Así fui a mi cuarto y volví mucho mas cómoda, con la cual iría a dormir, una camiseta muy larga hasta las rodillas, unos calcetines blancos, una bragita blanca y unas zapatilla. Mientras el llevaba un chándal con unas deportivas y una camiseta, lo que llevaba por debajo no lo sabía. Ya teníamos un buen punto con el que no parábamos de reir, las conversaciones cada vez mas intimas y personales hasta el momento en el pregunte por su fantasía sexual. El comentó que le ponía muchísimo ver a una mujer masturbarse y yo ya no me lo pensé dos veces, y le pregunte si quería verme a mi masturbandome. El se rió y me dijo que no me atrevería a lo cual yo insistí. Entonces él me dijo que para que me creyera le besara y así lo hice.

Muy bien tía donde te vas a masturbar?- Aun desconfiando de que fuera verdad.

En mi habitación, en mi cama, allí hay pequeño sofá para que me veas bien.

Muy bien vamos para alli

Pero antes de tumbarme el me abrazó, me beso pasando sus brazo por mi cintura y sus manos en mi culo, manoseándomelo muy bien.

Levanta los brazos.

Me quitó la camiseta, quedando mis pechos al aire, y me las toco poniéndome los pezones bien duritos, volvió a besarme y con la otra mano me tocó mi concha por encima de mis bragas y dejándome ya bastante húmeda se retiró a los pies de la cama donde se encontraba el sofá.

Me tumbe en la cama y empecé a tocarme lentamente, mis bragitas ya se podían percibir que estaban ya muy mojadas por lo cual ya no podían estar conmigo mucho mas tiempo y me las quité. No me costó mucho llegar al orgasmo, pues como comprenderéis sólo de pensar lo que estaba sucediendo y quien estaba a mis pies me volvía loca.

Al termino del orgasmo, del cual el se dio bien cuenta, me dijo ya con los pantalones bajados, sin camiseta y meneándosela ligeramente.

Quieres disfrutar el resto de la noche y hasta que el cuerpo aguante

A lo cual no me pude resistir. Abandonó el sofa y se fue incorpurando a gatas hasta llegar entre mis piernas donde acercó su cabeza. Trabajo un poco por mi cocha y me preguntó.

Tía supongo que tendrás al igual que la mayor parte de las mujer, tu cajoncito secreto donde tengas algún juguetito.

Si abre la coqueta.

Este brivador ya no bibra, te tendré que acompañar a comprar uno y retires este.

Yo seguía en el aire, pronto sentí el bibrador en mi , moviéndose con certeza, con un ritmo aleatorio. De vez en cuando lo quitaba y me lamía y mojaba sus hermosos labios con mis abundantes jugos y después me besaba.

Me movio hacia uno de los lados de la cama quedando mi cabeza en el borde, cuando de repente vi un buen formado pene el cual pedía entrar en mi boca la cual no puso impedimentos. Mientras el se reclinaba llegando con el bibrador y sus manos a mi concha. Era un movimiento armonioso, muy bien conjuntado, donde las pelvis de ambos se movían como nunca. Tenía dos instrumentos en mi.

Al rato me puso a cuatro patas y me la metió bian hasta el fondo con unos movimiento rapidos. Yo no soy de las que chille pero mis suspiros eran cada vez mas altos y ritmicos. En un momento mientras me le metía sentí un dedito que intentaba entra por ano. Estaba extrañada, pero no puse resistencia, mi sobrino me desvirgaba el ano. Tanto llevar el mando me dejo terminar a mi llevando el ritmo poniéndome encima de el de tal modo que nuestras complices miradas se unían. Yo me movía y movía, el de vez en cuando se incorporaba y me agarraba los pechos que no paraban de moverse de arriba para abajo e increíblemente llegamos a un orgasmo común increíble al igual poco frecuente, para mi la primera vez. Sentir sus semen dentro de mi fue sensacional, quedamos asi unidos un buen rato, ya muy sudorosos y tremendamente cansados.

Bueno, la situación continuó unas horas mas, que contaré en otro momento.

Marta