El descubrimiento (II)

En mi rutina había incluido tanto el gym como los masajes.

Tras el subidón del masaje con Matías tenia rutina nueva. Después de trabajar iba a diario al gimnasio con monitor para que no se repitieran esos dolores y la visita semanal con Matías era obligatoria. Me sentia muy macho por el gym, se me empezaba a notar y un buen macho necesita deslechar.

Tras un par de meses al pedir cita me dijeron que Matías ya no se encontraba en el centro pero habia un chico nuevo, Carlos. Al principio me sento mal, ya tenia mi rutina y sabia que Matías cumplia y no diria nada por ahí pero luego... Luego me puse cachondo con la idea de que otro tio me deslechara. Al decirles que no me importaba con el nuevo me dijeron que estaba muy solicitado y que solo quedaba a ultima hora. Así que que remedio, cogí la hora de las 9 aunque me partiera toda la tarde.

Llegue a la cita como siempre y me sente en la recepción a que me llamaran.

Carlos: Juanjo, puedes pasar por aquí.

Carlos debia de tener los 18 recién cumplidos o simplente parecia muy joven. Rubio, sin barba, llevaba una camiseta de algodón negra pero marba aun así más músculo que Matías aunque sin estar mazado. Llevaba tambien el mandil pero unos pantalones cortos negros y muy apretados dejando ver un culo redondo y respingón como nunca habia visto. Tanto me llamo la atención que ya no la tenía tan flácida.

Tras entrar en la cabina, desnudarme y ponerme en la camilla le llame para que entrara.

J: Carlos, puedes pasar.

Carlos empezó a masajearme y la verdad es que se notaba que no tenía destreza ninguna. Me estaba empezando hasta a molestar cuando le dije

J: Los masajes no son lo tuyo, vamos al tema.

C: Si señor, como quiera.

Me habia arrepentido de ser tan borde pero el chaval lo que era masajes no sabia dar. Así que me puse boca arriba con mi rabo algo morcillón sobre los 14 centimetros cuando de repente, lo agarra con su mano derecha y se lo lleva a la boca. Fue sentir sus labios y ponerseme dura como una estaca.

Yo creo que en ese instante hasta me creció el rabo, el chaval de 18 años se estaba cenando mi rabo de 16 cm. No me lo podia creer. Los masajes no eran lo suyo pero mamar.... Ufff mamar... Lo hacia de maravilla. Deslizaba su lengua por todo el prepucio, no dejaba hueco sin saborear. Ni un solo toque con los dientes, no como la estrecha de mi exmujer que parece que la masticaba.

Este crio me estaba dando la mejor mamada de la historia, recorria mi rabo como si no hubiera un mañana. Se notaba que necesitaba sacarme la leche tanto como yo sacarla. Me tenía a mil. Cuando estuve apunto de correrme, le cogi de la cabeza y se la metí hasta el fondo. No se si se les podia tocar o no pero yo estaba a tope. El chaval la tenía dentro y seguia jugando con ella, empezó a gemir como una perra en celo y yá no pude más. Le solte cuatro trayazos que le llegaron hasta el fondo.

Se saco el rabo de la boca y efectivamente, pude ver que se la habia tragado toda. Se limpió un poco la cara de las babas y me pregunto

C: ¿Le ha gustado señor?

J: Si Carlos, los masajes no son lo tuyo pero mamar....

C: Gracias señor, ha sido un honor. ¿Repetirá?

J: Claro que repetire, aun que ¿me pajearas o también me mamarás?

C: Lo que usted desee señor.

J: Preguntaba porque hasta ahora solo me habian pajeado.

C: Señor, un macho como usted se merece una mamada y más.

J: Uffff que cachondo me has puesto al decirme macho. Se me nota el gym. Supongo que terminas ahora, ¿Quieres que vayamos a cenar? Yo pago

C: Muchas gracias, será un honor. Le recompensaré, puede estar seguro.

Continuará....