El desconocido bisexual
Como acabo siendo follado por un desconocido de la calle en casa de mis amigos.
Recién me había mudado a Londres, llevaba un par de semanas. Tenía libre en el trabajo y esa tarde iría a cenar a casa de unos amigos.
Me desperté, recogí un poco mi habitación, preparé la comida.
Después de comer decidí aprovechar el soleado día que hacía y decidí ir tranquilamente caminando hacía casa de mis amigos.
Viviamos bastante lejos, pero necesitaba caminar y recargarme bajo el sol.
Iba caminando tranquilamente, explorando lugares que aún no había recorrido.
Después de un rato caminando decidí parar a comprar una botella de agua.
Continué mi camino.
No había mucha gente por la calle, supongo que se debía al sol y calor. Se podía ver a gente encerrada en coffee shops y pubs, ya que el aire acondicionado estaría a temperaturas bajo cero.
Estaba caminando por una avenida bastante larga, con varias tiendas y restaurante. Veo que a lo lejos va caminando un chico en mi dirección. Estaba bastante lejos, pero se podía intuir un chico bastante atractivo.
Cuanto mas nos acercábamos, mas guapo se veía.
Seguí caminando, cuando ya estábamos a una distancia bastante cercana pude comprobar lo atractivo y guapo que era ese chico. Tendría unos 27 años, piel bronceada. Vestía una camiseta color azul marino bastante ajustada con la que se podían observar unos brazos y un pecho bien trabajados. Pantalón vaquero algo ajustado. Su cara era perfecta, podría salir en las portadas de cualquier revista.
Yo llevaba gafas de sol, apenas se podía ver hacia donde miraba.
Comprobé que el chico no me quitaba ojo, llevábamos unos segundo observándonos el uno al otro, sin detener nuestro camino.
Era hombre mas guapo que había visto hasta ese momento.
Una vez que nos cruzamos, con poco disimulo giré mi cabeza, quería comprobar como esos jeans ajustados marcaban el culo de ese perfecto hombre.
La verdad que tenía muy buen culo, pero lo que mas me sorprendió fue comprobar que el también había girado su cabeza para continuar observándome.
Ambos seguíamos caminando, pero nuestro paso era mucho mas lento que antes.
Yo decidí pararme en un esquina, observé mi teléfono y saqué un cigarro. Seguía viendo como se seguía alejando y continuaba volviendo su cabeza hacia atrás.
Después de unos segundos, comprobé como daba media vuelta y una vez mas se dirigía hacia donde yo estaba parado.
Mi corazón empezó a latir cada vez más rápido. No sabía si vendría a increparme o que estaba buscando lo mismo que yo.
Pasó a mi altura, manteniéndome la mirada. Yo estaba tan nervioso que creo estaba temblando.
Pasó a mi altura y me sonrió. Le devolví tomidamente la sonrisa y giró la esquina.
Se quedó al principio de la calle, estaba haciendo una llamada.
Pasé por la calle en la que el estaba, y caminé hasta sentarme en un banco que había cerca.
Yo no le quitaba ojo, el seguía hablando por teléfono y clavando su mirada en mí.
Cortó su llamada y se acercó al banco donde estaba sentado. Se sentó y sacó un cigarro.
- Hola, tienes fuego?
- Si, toma. Senti como su mano rozaba la mía y por fin comenzamos una conversación.
Me dió las gracias.
Me preguntó de donde era, mi nombre... ese tipo de cosas. También curioseaba si vivía por la zona. La verdad que ya estaba bastante alejado de mi casa. El parecía vivir en los alrededores.
Ambos sabíamos lo que queríamos, no hablamos nada que fuese por el tema sexual.
Me dijo que había hablado con su novia y esta se encontraba en casa, por lo que no podríamos ir a la suya. Yo vivía bastante lejos y como también compartía piso era impensable llevarlo hasta la mía.
Le pregunté si sabía de algún sitio discreto y tranquilo por la zona.
Me daba exactamente igual si era un parque, un centro comercial, los baños de un bar o incluso en medio de esa calle a plena luz del día. Pero quería hacer algo mas que hablar con él. La verdad que el chico no conocía ni se le veía muy confiado de hacer algo en sitios públicos. Dudo que tuviese muchas experiencias con hombre también.
Se despidió diciéndome que era una pena no poder pasar un rato juntos.
Yo en ese momento estaba muy caliente, necesitaba arrancarle la ropa a ese hombre tan perfecto y hacer cualquier cosa Por acabar con el en la cama.
Decidí llamar a un amigo, al que pocas horas después encontraría en se casa.
Le conté lo que me acababa de pasar, le describí al chico.
Mi amigo ya se encontraba en casa y me ofreció su casa para que pudiese invitar a ese completo desconocido.
Me ofrecía su habitación mientras el iba a hacer compras. Acepté sin pensarlo, pero el desconocido ya no estaba cerca.
Como no lo había perdido de vista en ningún momento, sabía donde se encontraba. Había parado en un supermercado supongo a hacer alguna compra.
Le esperé en la puerta del supermercado y salió con una bolsa pequeña.
Ahora yo estaba aún mas nervioso que antes, se sorprendió al verme esperando en la puerta.
Yo: Estoy de camino a casa de un amigo, acabo de hablarle y dice que nos deja su casa sin ningún tipo de problema. Te apetece venir?
El: Me encantaría ir pero... no sé, no te conozco y me propones ir a casa de un desconocido.
Yo: No te preocupes, es un buen amigo y solo comparte piso con otro amigo mio. El no va a estar en casa, no hace falta que os veáis.
Estuvo dudando un poco pero no me costó mucho convencerlo para ir.
Decidimos coger un autobús que nos dejaría en unos 15 minutos a la puerta de la casa de mi amigo.
Subimos a la planta de arriba, apenas había gente en ese autobús que parecía una sauna del calor que hacía.
El subió delante de mí, puede ver a escasos centímetros de mi cara ese culo perfecto que se antojaba duro. Me tuve que resistir a tocárselo, no sé como podía haber reaccionada.
Se sentó contra la ventana, abriendo su brazo derecho y posándolo sobre el respaldo del asiento de al lado y abrió sus piernas. Yo iba a sentarme contra la otra venta, me cogió del brazo y me sentó a su lado.
Sentía su brazo abrazando mi espalda y con sus piernas abiertas apenas me dejaba sitio en mi asiento.
Pegó su pierna a la mía y continuábamos charlando. La verdad que parecía un chico bastante simpático, se hacía entretenido hablar con el.
Con el movimiento del bus, disimuladamente dejé caer mi mano izquierda sobre su muslo. Se notaba que ese tio se pasaba bastantes horas en el gym.
Después de un rato comencé a acariciarle el muslo, lentamente, de arriba a bajo. Podía sentir como algo se movía en su entrepierna. Agarró mi mano y la puso sobre su dura polla. Parecía bastante grande.
No quería pajearle ya que quería esperarme a estar tranquilamente en casa de mi amigo.
Nos acercábamos a nuestro destino y ambos con un bulto bastante pronunciado nos bajamos del autobús.
Caminamos escasos metros para llegar a la casa de mi amigo.
Este había dejado la puerta abierta como acordamos, nos dirigimos hacia la habitación.
Fui a comprobar si mi amigo estaba en la casa. Estaba en el baño, hablamos unos segundos y me dijo que se iría por una hora. Nos había dejado lubricante y condones en la mesita de la habitación y me dijo que nos había mirado por la ventana y que le encantaba el chico.
Rápidamente fui a la habitación, el estaba sentado sobre la cama, le dije que mi amigo ya se iba. Se levantó, rodeó mi cintura con sus manos y acercó sus labios carnosos a los míos.
Era un beso muy romántico. Yo le acariciaba la espalda mientras el cada vez me apretaba mas contra su cuerpo.
Le quité la camiseta, tenía un cuerpo de envidia, con unos pequeños pezones morenitos que estaban pidiendo que los lamiese.
El me quitó la camiseta y volvimos a besarnos ahora mas apasionadamente mientras nuestros pechos se pegaban.
Ambos estábamos un poco sudados, hacía mucho calor, ese autobús y la calentura que teníamos.
Le desabroché sus pantalones lentamente, mientras aprovechaba a tocar ese hierro ardiente que tenía entre sus piernas.
Bajé mis pantalones y nos quedamos en ropa interior. La silueta de su polla llegaba prácticamente hasta su cadera.
Seguimos besándonos por unos minutos mas de pie.
Le tiré sobre la cama, con su rabo aún encerrado apuntando al techo y con una enorme mancha húmeda en sus boxers grises.
Me puse sobre el, acerqué mi boca a sus labios , el pasó una mano por detrás de su cabeza mientras con la otra comprobaba la dureza de mi entrepierna, que estaba igual de dura desde hacía mas de media hora.
Separé mi boca de la suya y lentamente fui bajando por su cuello, se lo mordisqueaba suavemente. Continué bajando hasta esos pequeños y duros pezones que llevaba tiempo queriendo meter en mi boca. Jugaba con uno, con el otro, le pellizcaba suavemente.
Pasé mi lengua por su axila, las tenía afeitadas pero estaba comenzando a salir algo de pelo. Tenía un sabor delicioso, aún que se notaba que estaba recién duchado tenía un ligero toque del sudor debido al calor.
Pasó ahora su otra mano por detrás de la cabeza dándome acceso a su otra axila. No tardé en cambiar recoger el poco sudor que había en la otra. Sus gemidos me estaban poniendo mas cachondo aún.
Volví a juguetear con sus pezones para ir lentamente bajar mi lengua por sus marcados abdominales.
Lamí esa mancha humeda de precum que salía de la punta de su rabo. Pasé mi lengua desde sus huevos hasta la punta.
Con una mano acariciaba ese enorme bulto mientras con la otra movía ligeramente su boxer para poder pasar mi lengua por sus ingles, primero una y luego la otra. Recogiendo con mi lengua ese sabroso aroma que desprendía, al igual que sus axilas a limpio pero con un toque a sudor.
Acerqué mi boca a la suya para compartir el olor de sus ingles.
Volví a acercar mi boca a su entrepierna y le ayudé a quitarse los bóxers. Se los lancé a su cara después de lamer por dentro ese charco de precum que había dejado. Me deshice de mis boxers y los volví a lanzar a su cara. Esta vez era él el que lamió la mancha pringosa que había.
Volvimos a besarnos durante unos minutos
Bajé mi cabeza para empezar a chupar ese rabo de 20 centímetros que estaba babeando. La introduje lentamente, me iba a costar meterla entera en la boca.
Jugaba con sus huevos y los introduje en mi boca, primero uno, pasé al otro y finalmente metí las dos pelotas a la vez, apenas quedaba espacio en mi boca.
El me acariciaba la cabeza a la vez que me daba pollazos en la cara.
Dejé sus pelotas y metí su rabo entero en mi boca. Entró entero y lo dejé clavado en mi garganta por unos segundo. Prácticamente estaba ahogándome con su polla, pero me encantaba esa sensación, levanté la mirada y vi la cara de placer que tenía. Su gemido fue incluso mas fuerte que el mío una vez que saqué su rabo de mi boca.
Me senté en su pecho, dejando mi polla acariciando sus labios. Sacó su lengua recogiendo el abundante precum que estaba soltando. Abrió su boca y lentamente le follé la boca.
Volví a bajar a su rabo, pero esta vez dejando mi culo apoyado en su cara.
Sentí un calambre, era si lengua jugueteando con mi cerrado culito. La última vez que me habían follado había sido 5 meses atrás y con una polla mucho mas pequeña que esta.
Me daba un poco de miedo que este chico me follase, pero estaba muerto del gusto con su lengua ahí.
Después de unos minutos comiendo mi culo, empezó a jugar con sus dedos untados con su propio saliva. Se sentía molesto a la par que placentero.
Acercó su mano a la mesita para coger el lubricante, lo esparció en sus dedos y dándome un beso final en mi culo comenzó a lubricarme.
Di media vuelta, seguía sentado sobre su cuerpo pero mirando hacia el. Por mi cara se dió cuenta que estaba un poco asustado. Se incorporó para besarme y surrando me dijo que iríamos despacio.
Cogí un condon, le volví a chupar el rabo una vez mas y se lo puse. Le quedaba demasiado apretado.
Esparció mas lubricante por el condon, limpió su mano en su pierna y lentamente fui sentándome sobre su rabo.
Me dolía mucho y aún no había metido mas de 2 centímetros.
Descansé unos segundo, y continué sentándome sobre su rabo. Por su cara intuía lo apretado que estaba sintiendo. Acariciaba mi espalda mientras con furia mordia sus labios.
Unté un poco mas de lubricantes y me senté por completo sobre su polla. Grité un poco, el gemía. Estuve un par de minutos que no podía moverme. Notaba mi culo muy abierto, como nunca.
Por fin sentía mi culo mas relajado y comencé a moverme lentamente.
Empecé a sentir un placer que nunca antes había experimentado.
Me sacó la polla del culo, puso mas lubricante a ambos. Me tumbó en la cama y puse mi culo rozando su polla.
Metió una pierna entre las mias y lavanto una de mis piernas, mi culo estaba abierto y pidiendo que lo follaran.
La introdujo lentamente y comenzó a darme una follada suave. Clavándome su rabo y dejándolo ahí por unos segundo.
Mis gemidos salían solos, nunca me imaginé gimiendo así por sentir un rabo en mi culo y quería que esa sensación no acabase nunca. Seguimos en esa postura por unos cuantos minutos. Yo giraba mi cuello para poder besarle. Sentía que en cualquier momente podria correrme, pero no quería.
Sacó la polla de mi culo, se levantó y me arrastró por las piernas al borde de la cama. Puse mis piernas en sus hombros y comenzó a lamerme los pies mientras me volvía a clavar su polla esta vez sin tanto cuidado. Yo mordía mis labips del placer mientras acariciaba su pecho y sus abdominales.
Ahora me estaba empezando a follar duro, justo lo que mi culo necesitaba en ese momento. Mi polla seguía babeando, formando un pequeño charco sobre mi cuerpo.
Sus embestidas eran cada vez mas intendas y mas rápidas. Estaba apunto de correrse y yo en cuanto tocase mi polla estallaría enseguida.
Sacó su polla de mi culo, se quitó el condon y volvió a tumbarse en la cama.
Dejando su polla a la entrada de mi boca y colocando su boca sobre mi polla.
Abrí la boca y dejé q comenzase a follarme la boca a su antojo mientras el clavaba la mía en lo mas hondo de su garganta.
No pude aguantar más y descargué directamente en su boca. En el momento que mi primer chorro salió noté como su polla comenzaba a escupir llenando mi boca.
Nos estabamos corriendo a la vez y tragándonos la leche que soltábamos.
Una vez que acabamos ambos seguiamos con la polla del otro en la boca, sintiendo como poco a poco perdían esa dureza.
Se incorporó en la cama para quedarse tumbado a mi lado. Estábamos exhaustos, nos miramos, sonreímos y volvimos a besarnos.
Estuvimos así por unos minutos.
Sentimos como se cerraba una puerta. Eran mis amigos, venían juntos. Me apresuré a ponerme unos boxers, por error cogí los del chico, salí a saludarles y decirles que íbamos a salir para que se metiesen unos minutos en la cocina.
Cuando entre a la habitación el estaba buscando sus boxers, vió que los tenía yo puestos y se puso los míos. Nos vestimos, nos dimos un pico y lo acompañé a la puerta. Volvimos a besarnos y se fue.
Mis amigos, estaban mirando por la ventana como se iba. Me preguntaron...
Me di una ducha rápida en su casa ya que estaba empapado de sudor.
Ayude a mis amigos a preparar la cena, mientras bebiamos unas cervezas y bromeabamos.
Nos sentamos a cenar y mi amigo dijo si poniamos una peli en netflix o veíamos algo mientras cenábamos. Estuvimos viendo un capítulo de una serie que nos gustaba. Cuando se acabó ese capítulo mi amigo dijo que tenía un video que quería que viesemos.
Sacó una cinta de su habitación y la puso.
Se veía su habitación, comenzó a pasar la cinta unos minutos y se veía como 2 personas entraban en la habitación, era el chico que había conocido en la calle y el otro era yo.
Había dejado una cámara para grabarlo todo! Al principio me dió un poco de vergüenza, pero a los pocos minutos estabamos los 3 con las pollas duras y pajeandonos viendo como ese perfecto hombre follaba mi culo.