El departamento

Era un miércoles por la tarde, salía de la oficina hacia mi casa cuándo de pronto recibí una llamada. Un amigo de años me invitaba a conocer su departamento de casado y a cenar con su esposa, sin pensarlo mucho acepte de inmediato y me dirigí a la dirección que me proporciono.

Es mi primer relaro, así que espero tengan piedad de mi y lo disfruten.

Aunque mi nombre no es importante y prefiero que cada uno me llame como guste, en todos mis relatos me llamare Sofia. Soy morena de estatura promedio 1.63 creo, mi cabello es negro, lacio y largo como mis piernas, en realidad no soy muy voluptuosa, pero mi pasión por la danza mantiene mi cuerpo en forma y mi trasero muy firme según me comentan muchos, mis tetas son pequeñas pero bien puestas y decoradas con unos pequeños y oscuros pezones.

Era un miércoles por la tarde, salía de la oficina hacia mi casa cuándo de pronto recibí una llamda. Un amigo de años me invitaba a conocer su departamento de casado y a cenar con su esposa, sin pensarlo mucho acepte de inmediato y me dirigí a la dirección que me proporciono. Regularmente habría pasado a la casa a ducharme y arreglarme pero era tarde y no quería perder tiempo, moria de hambre y el vestido gris entallado sobre las rodillas, las medias y zapatillas negras que llevaba ese día eran adecuadas para la ocasión.

Ya en su casa compartimos una botella de vino y una exquisita cena que su esposa nos había preparado, después de la charla y las fotos de la boda me invitarón a recorrer el departamento. En su habitación tenían una cama enorme y a pesar de que había algunas cajas con cosas regadas habían logrado un ambiente increíble, sin duda Eugenia tenína un gran gusto en todos los sentidos, por que Nacho era un ejemplar de macho.

Pasamos a la sala y nos sentamos a platicar; mientras, las copas de vino seguian llegando y la charla era cada vez más amena. Hablamos del clima, de nuestra infancia, y de nuestras aventuras. Cuándo de pronto:

  • Eugenia: Nacho siempre quizo acostarse contigo

  • Nacho: ¿Pero qué dices mujer?

  • Eugenia: Pero si es verdad, mira como tienes la polla desde que entro al departamento; dijo mientras llevaba una mano a la entrepierna de el.

Yo estaba palarizada por tremenda declaración, Nacho siempre me había parecido atractivo pero nunca lo vi de esa manera. Eugenia acariciaba su polla mientras insitia en el deseo de Nacho.

  • Eugenia: Cuentale a Sofia como guardas esa tanga suya con tanto recelo.

Nacho había pasado varias tardes en mi casa, pero jámas me habría imaginado que me hubiera robado una tanga. En ese momento yo estaba muda viendo y escuchando la escena que los recien casados montaban frente a mi. Apretaba mis piernas no se si de nervios o para contener el deseo que me estaban provocando, mi coñito estaba empapado y con el paso del tiempo el diminuto tanga de encaje negro que usaba ya no podía contener mis fluidos.

Debo decir que me caliento con fácilidad y cuando estoy a punto nada me detiene, siempre obtengo lo que quiero.

Me levante del sillón y dirigí la mirada a Eugenia, con la pose más sexy que pude camine directo a Nacho, lo jale de la camisa y le pregunte al oído: ¿Te gustaría follarme? El solo asintió con la cabeza y desde ese momento tome el control de la situación.

Tome a Eugenia de la mano y la lleve al sillón dónde antes me encontraba yo, le di un beso en la mejilla y me plante al centro de la sala, desabroche los pocos botones que sostenían mi vestido y lentamente lo deje resbalar de mi cuerpo. Nacho tenía la polla entre sus manos y al verme solo en ropa interior comenzo a jalarla como si no hubiera mañana.

Me puse de rodillas y con mi trasero en pompa para que Eugenia disfrutará de la vista, me contoneaba y tocaba mi cuerpo para mitigar el deseo pero eso era imposible; me arrastre como una gata hasta el sillón dónde estaba Nacho, tome su enorme tranca entre mis manos y recorri cada centimetro con mi lengua una y otra vez.

Podía sentir la mirada de Eugenia sobre mi cuerpo mientras yo me divertia con su esposo, me voltie y la vi directamente a los ojos mientras sujetaba con fuerza los testiculos de su esposo. Después de un guiñó abrí muy grande mi boca, la dirigí al miembro de Nacho y lleve su polla al fondo de mi garganta hasta provocarme arcadas. Deje escurrir sobre su miembro la salíba que me había provocado y nuevamente desde la base recorrí su polla con mis labios hasta finalizar con un beso en la punta del glande.

Separe mis piernas y sin quitarme el pequeño tanga de encaje que para ese momento ya no cubria nada de mi sexo, monte lentamente su enorme polla, el placer que me provoco era incontenible y se me escapo un gemido mientras recorría su tranca. Habilmente se deshizo de mi sosten mientras yo seguía de frente a el cabalgando perdidamente y cada vez con más fuerza. Para ese momento había olvidado completamente que su esposa estaba viendonos y solo podía gritar y gemir de placer.

Me separe de él por un instante y sin sacar su tranca de mi empapado coñito me di la vuelta y volvi a la carga, esta vez viendo directamente a Eugenia. El placer que sentía era incontenible y mientras acariciaba con fuerza mi sexo a la vez que Nacho me penetraba con todo me corrí como loca.

  • Yo: Ahhhhhhh!!! Así!! Follame más duro!! Así querías tenerme, no?

Por reflejo di una fuerte embestida que provoco la erupción de su pene. Podía sentir su leche hirviendo llenando mi coñito, lo aprete con fuerza y caí de espaldas sobre su torso.

Eugenia nos miraba sin decir palabra, Nacho apenas podía moverse y yo disfrutaba de un orgasmo delicioso mientras su leche escurría de mi sexo hasta mis piernas. Lleve una mano a mi destrozado coñito y usando dos dedos tome un poco de los jugos que ahí habían, sacando fuerza de quien sabe donde me puse en pie y camine hasta ella, embarre el manjar de mis dedos en mis labios y cachondamente le robe un beso a la esposa del que ese día fue mi amante.

Continuará...

Espero sus comentarios chicos, por favor no sean duros conmigo.