El demonio de nombre extraño (61) FINAL

Regresamos rápido, se procede con las inauguraciones y se toman decisiones finales.

INAUGURACIONES - DECISIONES -

Aún con lo corto, el viaje en helicóptero se hizo rápido y ameno, disfrutamos todos de las impresiones de Azul y de Cintia hablando de los animales y de lo que implicaba caminar por esas sabanas y montes africanos con la adrenalina a mil aunque estuvieran protegidos. Sergio llevaba los enormes cuernos del búfalo “desaparecido” que habían sido limpiados y desinfectados por los trabajadores de la Reserva, hablaba de hacerle construir una base de madera para colgarlo y exhibirlo en el comedor de la casa, “mis amigos no lo van a poder creer y me voy a inventar cualquier historia para decirles como lo cacé” , -decía riendo y contagiando la risa-.

No bien llegados al hotel se impuso un regio baño y antes de almorzar me comuniqué con los Abogados, ya habían sacados a los Directivos de la empresa en Pretoria que habían sido  previamente “apuntados” y me pasaron por mail los nombres y cargos de los nuevos Directivos, algo que de inmediato le pasé a Cielo .  Pregunté si había habido algún conato de rebeldía y me contestaron que sólo uno se resistió gritando como descocido pero fue rápidamente disuadido por la gente de Seguridad y ante la disyuntiva de sacarlo por la fuerza y además denunciarlo ante las autoridades, decidió ceder y retirarse.

Eso me pareció bien, confiaba en que tras las investigaciones que haría la Agencia de Detectives por medio de la gente de los Servicios de Seguridad de esa ciudad, se tomarían las medidas legales pertinentes contra los corruptos.  No tenía ninguna gana de apersonarme en la filial de la empresa en Johannesburgo y con los datos recibidos de Cielo , le pasé el trabajo también a los Abogados, allí serían tres los despedidos, entre ellos el jefe de Peter , (ya vería si dejaba que éste se encontrara con la sorpresa al ir a la empresa para renunciar a su empleo o se lo decía antes para alegrarlo) .  Me despedí del Director del Estudio Jurídico recordé que todavía tenía que ir a la casa de la familia china afincada en la zona pero eso lo vería al día siguiente.

Almorzamos con los miembros de la tripulación y para el momento de los cafés, apenas Kande vio que me “aflojaba” , me dijo de irnos a dormir un rato la siesta, mi mujer lo hizo conmigo pero, aún con las piernas sobre mi cuerpo y los abrazos, no surgió nada que se relacionara con lo sexual, comenzó a contarme de lo feliz y agradecida que se sentía por haber estado en contacto con la naturaleza africana, dijo que se había sentido bien por haber ayudado a algunos nativos originarios, “sí, sí, claro y a una nativa también” , -le dije divertido-… “Tonto” , -contestó golpeando suave mi brazo-, me reí con su salida, la abracé atrayéndola sobre mi pecho y le dije: “hasta luego Kande” , ya no dijo más, me dejó dormir acomodándose para hacer lo mismo.

Nos despertamos para la hora de la cena y ni ganas teníamos de salir de la habitación, luna de miel, cuerpos desnudos en una cama, ganas de chichoneo, caricias, besos, abrazos, sonrisas, deseos, entregas, sentimientos y pedimos la comida a la habitación cuando ya era tardísimo, la recibió Kande con una bata corta sobre el cuerpo y regresó a la habitación empujando el carrito con la comida, se sacó la bata revoleándola hacia un sillón y nos sentamos en el borde de la cama a comer, desnudos y felices.

Nadie nos apuraba, nadie aplaudía o juzgaba, éramos dueños absolutos de nuestras vidas y para mejor, el amor se palpaba.  A decir verdad yo trataba de demostrarlo en virtud de lo que me parecía correcto y muchas veces me había preguntado si lo hacía bien o no, algo que, definitivamente, sólo me pasaba con ella.

Quizás fuera ego o egoísmo o inseguridad pero la oportunidad se daba para conversarlo, aún a pesar de que la “voz interior” se hizo sentir riéndose y diciendo: “mirá que sos pelotudo Gonzalo , tu mujer no estaría al lado tuyo si no sintiera lo que vos sentimentalmente le das” . Kande me vio callado y preguntó:

--¿Estás conversando con tu interior?

--  Me está retando porque estaba a punto de preguntarte si sos feliz a mi lado, si te doy todo lo que buscás.  Yo noto tus sentimientos en la mirada, en las caricias, en la entrega, en todo pero, a veces me asaltan dudas respecto a si te hago feliz, si te doy todo lo que necesitás.  Es la primera vez que siento de esta manera y que tengo la necesidad de entregar y entregarme queriendo que estés a mi lado cada día más. -Se tiró encima haciendo que apoyara la espalda en la cama y me dijo acercando su cara a la mía-.

--  Gonzalo, marido, amor, mi vida…  Te amo como nunca pensé que podría amar a alguien, amo como sos, como sentís, como hueles, amo tus locuras, tus corduras, tus miradas, tus caricias al pasar, tus arranques, tu entrega, me hacés inmensamente feliz, estás pendiente, me siento protegida, contenida, me das el mejor sexo, me siento la reina de tu reino y es porque vos me hiciste, me hacés y me harás sentir así, no estaría a tu lado si sintiera distinto y no podría ser feliz si no te tengo.  Sos “mi hombre” y para mejor, me lo hacés saber a cada instante.

No pude responderle, a los dos nos había embargado una sensación especial, íntima y nos dimos cuenta que nunca habíamos hablado de esa manera tan profunda sobre nosotros mismos.  El carrito de la comida quedó a un costado y, ya en el medio de la cama, afloraron todos los besos, las caricias, los mimos y hasta la mera “toma de posesión” nos hizo sentir a los dos que no era tan sólo un acto físico con tu pareja, fue un acto de entrega recíproca, sin apuros, consensuado, profundo, tanto así que nos agotó a los dos y el orgasmo simultáneo nos transportó a ambos aislándonos del Mundo.

Quedamos, un rato largo, abrazados, mirándonos profundamente a los ojos, fue un momento de felicidad plagado de miradas un tanto veladas porque los ojos anegados nos nublaban la vista.  Había notado cuando hacíamos el amor que Kande dejaba escapar lágrimas que se escurrían hacía el costado de su cara.  No gimoteaba, ni gemía, pensé para mí que esas eran las famosas “lágrimas silenciosas” y sólo respeté, ni “escuché” , ni pregunté, sabía que no eran por mí, seguramente estaría “ahogando a sus fantasmas” .  Así, abrazados como quedamos sobre la cama, nos dormimos.

Nos despertamos a primera hora y le dije de bañarnos porque quería ir temprano a casa de la familia china, le conté que le había pedido al Director del Estudio Jurídico que se ocuparan también de la filial de esta ciudad y a nosotros nos quedaban los chinos para dedicarnos luego a pasear un rato como “mieleros” .  Ya cambiados bajamos a desayunar y tomamos un taxi para trasladarnos a la dirección que me habían hecho llegar las chicas y sabiendo de entrada que la Jefa de Familia era una mujer.

La casa estaba situada en pleno Chinatown de Johannesburgo , barrio que nos llamó la atención porque era tranquilo, había movimiento de gente en los distintos comercios de venta de suvenir y de restaurantes típicos pero no era tan bullicioso como sucedía en otros lugares o ciudades ya visitados.  Recorrimos el barrio tomados de la mano y abrazados y luego de una par de horas fuimos a la dirección prefijada.

La empresa de la familia era una distribuidora de pescado, limpiaban y vendían al público y efectuaban reparto con vehículos propios a restaurant y casas de comidas, el consumo del pescado era importante en la zona, eso ya lo había notado, pues, en la mayoría de los menús figuraban platos con pescado.  Vimos que, además de la venta de los pescados frescos, en un anexo se dedicaban al envasado de distintas especies.

Un gran local de atención al público estaba separado por cortinas de plástico de listones gruesos y duros, el lugar además de estar lleno de público que compraba como en cualquier pescadería estaba lleno de empleados chinos vestidos de blanco y con cofias en el cabello.  Conté a ocho de ellos atendiendo al público, dos corpulentos que parecían oficiar de custodias detrás de la cajera y a ésta que parecía ser una mujer de unos cuarenta y cinco años que cobraba y ordenaba al personal.  La mujer nos observó y nos dijo en chino que sacáramos número para ser atendidos.

Kande me miró a mí, le comenté lo que ella pretendía al hablarnos pero, como no le respondimos, nos volvió a repetir lo mismo hablando un Inglés bastante fluido pero dirigiéndose sólo a mí.  Le hice señas que no con la mano y nos acercamos a la caja, de inmediato los dos chinos grandotes se nos pusieron al costado y mi mujer, también en Inglés, le preguntó a la china si allí vivía la familia “tal” , afirmó con la cabeza interrogándonos con la mirada y se le dijo que veníamos a ver a la Jefa de Familia.

La mencionada se tensionó por esto (siempre parecían estar a la defensiva) demostrándose como si fueran a ser víctimas de algo determinado que podría perjudicarlos, pensaba aceleradamente quienes podríamos llegar ser y que es lo que pretendía el occidental y una negra presumiblemente africana, era más sencillo averiguar preguntando pero tenían incorporado el fatalismo y pensaban siempre para peor.

De todos modos nos dijo que la Jefa no atendía a público ninguno, que ella era la hija y que dijéramos lo que teníamos que decir.  A la vez se dirigió a los chinos diciéndoles en su idioma que estuvieran atentos porque seguramente los querríamos asaltar.  Comencé a reír por esto y le dije a Kande que le avisara que no los queríamos asaltar y que a mí sí me iba a atender porque era el “Portador” .

Le pregunté al YAOGUAI si los dos chinos eran de la Familia, me contestó de inmediato que lo eran y me quedé tranquilo. Kande tradujo lo que yo dije y la china, primero abrió los ojos y se notó el gesto de sorpresa aunque enseguida comenzó a reír de forma sonora, rápidamente se puso seria y dijo a los custodios que nos sacaran de allí.

No llegaron a dar un paso, el que estaba cerca de Kande recibió un golpe con el canto de la mano al costado de la garganta y cayó como bolsa de papas tomándose el lugar del golpe con las dos manos, el que estaba cerca de mí fue aferrado por la ropa, a la altura del pecho, por una garra de largas y afiladas uñas, además había quedado duro y ni moverse podía.

La mujer china se puso blanca y ahogó sus gritos cuando pudo ver que la garra del “oso” levantaba como un papel, empujaba al custodio a sus pies y éste quedaba duro revoleando sus ojos aterrorizados.  Se tiró de cabeza al suelo pidiendo perdón y suplicando piedad, la levanté tomándola del cuello, ya con la mano normal y le dije a Kande que tradujera que quería ver a la Jefa “YA” , la china escuchó y salió disparada hacia los fondos gritando como una loca desencajada y en su idioma, “Portador YAOGUAI, Portador YAOGUAI” .

Kande trataba de recuperar al chino caído a sus pies y yo levanté al otro “aflojándolo” , éste me miró, hizo una reverencia y también salió disparado hacia el interior del local.  Ante el escándalo y los gritos de la mujer, la mayoría del público salió del local y nos vimos rodeados de varios chinos en una actitud un tanto beligerante, yo ni me “alteré” , la tomé del brazo a mi mujer, nos sentamos en unas sillas que había en el lugar y le pedí que se tranquilizara porque parecía una pantera a punto de saltar.

Tres o cuatro minutos después apareció una mujer de unos setenta años, alta, delgada, de cabellos blancos y vestida muy elegante que, demostrando total seguridad, hizo apartar a todos los que nos rodeaban y mandó a cerrar el local, diciendo que todos los que no pertenecían a la Familia abandonaran rápido el lugar.  Su autoridad era palpable y lo hicieron enseguida, miró a los que quedaban hasta quedar conforme, se acercó a mí y se postró de rodillas en el suelo apoyando también sus manos en el piso con la cabeza agachada, fue instantáneo, lo mismo hicieron todos los demás pero yo no la dejé seguir con la reverencia y la tomé de las axilas para levantarla.

No sabía cómo pedir perdón, se deshacía en disculpas, temblaba como una hoja pidiendo clemencia para ella, para la hija y para el resto de la familia.  Le presenté a Kande como mi esposa, los demás, que se habían mostrado dispuestos a atacarnos tenían un miedo pavoroso, todos conocían la Historia aunque entre ellos existían varios descreídos.

La miré a los ojos y le dije: “Ya basta de reverencias, quiero saber cuántos son de familia y que reúna a todos ellos porque debo dar a conocer al YAOGUAI” , luego de que Kande le tradujo me contestó con voz temblorosa que eran veinte adultos, dos adolescentes y cuatro niños, que el padre fue el anterior Jefe de Familia, que no se movilizaba por un accidente que había sufrido y que tenía noventa y cinco años.

En el acto lo consulté al “oso” respecto a la dolencia del anciano y me respondió que se le podría brindar un poco de energía pero por las piernas no había nada que se pudiera hacer, que no tenía solución, agradecí y seguí escuchando, “tres de esos adultos son los que hacen el reparto de mercaderías, son mis hijos y me gustaría que lo conocieran” .  Le pedí que les avisara para que regresaran con urgencia y que, como era la hora del mediodía, nosotros almorzaríamos en un restaurant de mariscos para darles tiempo a regresar.  Ante esto rogó, pidió, suplicó para que les hiciéramos el honor de quedarnos a almorzar con ellos, que nos haría preparar el producto de mar que quisiéramos.

Me vino bien, tenía ganas de comer una buena variedad de mariscos, Kande asintió con la cabeza, le dijimos que sí y mandó urgente a preparar una cantidad de platos como para que comieran todos.  Nos hizo pasar al interior pues tras los locales y la envasadora estaba la casa de la familia y otras casas tipo dúplex, tal como había visto en otras ciudades, la propiedad tenía entrada por otra calle en la que existía un portón para los vehículos y abarcaba media manzana.

Ordenaba que me armaran una mesa aparte y le pedí que no lo hiciera, expresé que, si no les molestaba, comeríamos todos juntos, yo sabía que había sido un pequeño “golpe bajo” pues para ellos sería un honor enorme compartir la mesa junto al “Portador” y su esposa.  Me presentaron al anciano ex Jefe de Familia y padre de la actual conductora, el hombre pretendía pararse para reverenciarme y las piernas no le respondían por lo que se puso nervioso.

Tenía la solución a eso y pidiéndole, por señas, que se calmara, hice acercar a tres de los chinos más jóvenes para que se pusieran a mi lado, luego, con una mano en el hombro del anciano y otra en el hombro del más joven trasladé las energías, lo hice con los tres sintiendo como circulaba por mi cuerpo cual si fuera un circuito eléctrico, como si nada o como quien dice, “le cargué las pilas” al viejo.

La mejoría se notó en el acto y el anciano se paró para luego doblar su cintura, la hija me lo agradeció y en un arranque de audacia que mereció el asombro de los restantes, me besó las manos, lo mejor fue la sorpresa y el ¡ohhhh! de todos los demás cuando le acaricié el rostro, diciendo que no eran necesarios los agradecimientos que yo estaba para ayudarlos.

Recordé lo que le pasaba a muchos cuando experimentaban la aparición del “Oso” y pedí que aguardáramos un rato más para la llegada de los que faltaban, comeríamos después de que vieran lo que necesitaban ver.  La Jefa se me acercó y me dijo que no era necesario, que podíamos comer primero, me habló en chino en voz baja y sonriéndome porque se había dado cuenta que yo entendía todo lo que hablaba, le contesté maquinalmente que no y respondió: “como usted guste” .  Se retiró pensando, “tenían razón los escritos, el “Portador” entiende todos los idiomas y lenguas por mediación del Espíritu” .

Esto me llamó la atención porque nadie de las familias visitadas anteriormente había hecho referencia a esto y la llamé para preguntarle por medio de Kande como es que sabía lo de los idiomas, “yo me preocupé en estudiar los escritos palabra por palabra y hay una frase medio escondida que hace referencia al tema del entendimiento de los idiomas, éste dato pasa un tanto desapercibido porque continúa especificando sobre la fuerza, el olfato, la rapidez y otras tantas virtudes, lo mismo pasa cuando hace referencia al cambio de fisonomía” , -contestó sabiendo perfectamente de lo que hablaba-.

“Mirala vos a la china, creo que es la única que se tomó el tiempo de leer las escrituras al pie de la letra, decile que yo la felicito” , -me hizo saber el YAOGUAI- .  No tardé en hacerle saber lo que el Espíritu me había referido y la felicidad se le notó en la sonrisa y en las reverencias de agradecimiento.  Finalmente cuando el aroma a la cocina era intolerable para nuestro apetito, llegaron los tres hijos de la mujer, los que me fueron presentados enseguida.

Desde allí pasamos al interior de un gran living-comedor e hizo entrar también a los cuatro chicos cuyas edades oscilarían en los siete u ocho años y como miré extrañado me dijo que era necesario que supieran y recordaran que quizás podría ser la única vez en la vida, lo acepté y accedí también a lo que me pidió el más anciano respecto a que quería ver al “Oso” en su totalidad.  No me gustaba ponerme en bolas delante de los chicos y las mujeres, Kande lo sabía y le pidió a la Jefa una sábana grande.

Una vez con la sábana pidió que dos hombres sostuvieran la prenda para que actuara de pantalla mientras me desvestía, ya lo había hecho anteriormente y si los que sostenían la sábana se asustaban y la dejaban caer no me preocupaba, ya estaría como “Oso” y no como un humano desnudo.  Uno de los chinos tomó la punta de la sábana demostrando cierta soltura y altanería pensando en un acto de prestidigitación o magia, fue entonces cuando la risa del “Oso” en mi cabeza se hizo oír fuerte, “jajajaja, ese va a ser el primero en caer de culo” .  Ya sabía de su humor ácido o sadismo y no pude menos que sonreír.

El altanero dio un grito que sonó a histerismo femenino y no sólo cayó de culo, se escuchó el ruido de la cabeza golpeando contra el piso antes de desmayarse (llegué a pensar que el desmayo era una forma de escapar o eludir el pánico que los asaltaba) .  Por lógica, la sábana que oficiaba de telón cayó, hubo gritos de varios e intentos de protegerse detrás de las sillas.  La Jefa tomaba fuerte la mano del padre, miraba fijamente con los dientes apretados y los ojos “occidentalizados” , hasta que se dio cuenta que el anciano lloraba sin poderse contener, supo que no era por miedo, al fin había podido ver al YAOGUAI , estaba feliz y se dedicó a consolarlo.

Las madres trataban de que los chicos no vieran pero estos se soltaron de sus manos y se acercaron sin miedo al enorme oso, lo abrazaban de su cuello y de sus patas delanteras mientras reían ignorando el estado de tensión de Kande y algunos adultos.  El oso, dentro de lo ilógico que parecía, dulcificó hasta su mirada y entabló con ellos una especie de comunicación que el “Portador” sabía que existía pero no pudo dilucidar que o cómo fue.  Con los chicos prácticamente colgados de él, se acercó a la Jefa y al anciano y tomó sus manos con las garras.

Ambos notaron la calma y agradecieron con reverencias.  A Kande le llamó la atención algo que no había pasado anteriormente, el oso dejó que se acercaran a él y les permitió a todos tocar su pelaje y las grandes escamas que parecían una coraza, por último se paró rugió sin asustar y la miró a Kande para que hiciera colocar nuevamente la sábana, ella entendió y junto con uno de los que primero lo hizo, tomó una punta y armó nuevamente el telón.  El desmayado que se recuperó rápido estaba sentado en un sillón mirando todo con cara de bobo.

El cambio fue tan rápido como la transformación y dejaron caer la sábana no bien Gonzalo estuvo con los pantalones puestos para conversar con todos.  El anciano agarraba mis manos y volvía a lagrimear, entonces les dije que ahora podíamos comer, lo que fue aprovechado por varias mujeres para terminar de preparar todo y otros que fueron para el lado de los baños y me sonreí para mí, ver al Espíritu en su forma animal aflojaba todo.

El caso es que luego comimos como si fuera el último día, cambiamos números telefónicos, conversamos, me contaron de la marcha de su negocio, que nadie se metía con ellos ni los molestaba, que la empresa siempre había cumplido con la familia y luego nos despedimos aunque todos, sin excepción, hubieran querido que nos quedáramos más tiempo.

Uno de los chinos se ofreció a acercarnos al hotel y nos fuimos en un auto de alta gama que guardaban en el interior del predio.  Ya dentro del auto le pregunté al YAOGUAI porqué se había demostrado tan dado con todos, “es simple Gonzalo , estoy “tiernizado” por tu luna de miel, jajaja.  No te lo creas, lo que sucedió es que era la primera vez que estaban los niños y de los demás, ninguno de ellos, tenía algo que esconder que me molestara” …  Se despidió y le conté a Kande lo que me había dicho.

Como quien no quiere la cosa, llevó su mano a la semi erección que se notaba en el pantalón, “¿qué te pasó?, ¿te calentaste con alguna china jovencita?” , -preguntó-… “Yo no, es algo que me pasa siempre que el “Oso” aparece en estas reuniones y tiene que ver con que su presencia provoca excitación en más de una mujer, eso unido a su instinto de animal macho y al fino olfato genera en él una reacción inmediata a la cual no soy inmune, cuando lleguemos al hotel, si alguna “negra” complaciente me ayuda, lo soluciono rápido” .  No pudo aguantar la risa y me abrazó para besarme.

La luna de miel nos duró exactamente cuatro días más, salimos, paseamos, caminamos por distintos lados, compró regalos para todos, fuimos a galerías de arte, almorzamos en distintos restaurantes pero no quisimos ir a bailar a ninguna discoteca.  Regresamos nuevamente a la Reserva donde le dije a Peter que tendría que apersonarse en el trabajo para renunciar y que fuera tranquilo porque había despedido al Director anterior, saludamos a Ashanti que nos pidió por favor que no fuera la última vez que nos veríamos y no precisamente por el mero hecho de visitarla.

¿Puedo?” -pensó Kande mirándome y la autoricé con un movimiento de cabeza-, entonces le dijo a Ashanti que la acompañara porque se había olvidado algo en la habitación, ésta la “agarró en el aire” , le dejó el nene al marido y la acompañó presta.  Tardaron más de veinte minutos y yo me lo llevé a Peter a ver las reformas en las casas de los trabajadores.  Al regresar para mí fue más que evidente lo que había pasado, le brillaban los ojos y los dientes a las dos negras cuando se acercaron a donde estábamos conversando con el capataz y algunos otros nativos.

Nos despedimos de todos y también de la gente de Seguridad, los cuales nos agradecieron la oportunidad y les dije que ahora dependía de ellos. Peter comenzó a tartamudear embargado por la emoción y la tristeza debido a que nos teníamos que ir y atento a que le dije que quizás ya no volveríamos por allí, que ahora todo quedaba en sus manos y las de Ashanti y que sólo nos comunicaríamos por Internet.  El abrazo de la esposa del ex empleado administrativo fue sentido y bastante “amigable” porque unió abrazo, beso en la comisura de los labios y un refriegue alevoso con sus tetas endurecidas y seguramente bien sobadas hacía unos instantes.

Kande me contó que no pudo ni llegó a hacerle sexo oral, con el uso de los dedos y los besos Ashanti se había “desorejado” y tuvo dos orgasmos violentísimos pero que enseguida se había amorrado a la vagina y le había sacado un buen orgasmo a ella, “estuvo muy bien pero tuve que cortarla porque insistía en que te llamara y a esa pija la quiero hoy toda para mí” , -culminó diciendo y riendo por esto-.  No me dejó salir de la suite hasta que llegó la hora de cenar y allí nos encontramos con los chicos de la tripulación.

Cenamos juntos y después de contarnos mutuamente los recorridos que habíamos hecho, Gustavo me preguntó cuánto era el tiempo que estimaba que me iba a quedar, Kande se adelantó a mi respuesta y dijo: “Esta noche conversamos con Gonzalo porque yo tengo ganas de volverme, esto está muy lindo pero nosotros no somos “mieleros” tradicionales y extraño mucho a todos” .  Aquí opiné yo: “No hay nada que conversar, yo también extraño, fijen la vuelta para mañana o la mañana de pasado mañana para ordenar todo y nos volvemos a casa” .  Quedamos así y la luna de miel que iba a tardar un mes se resolvió en ocho días aunque, todos ellos, sensacionales.

Usaron todo el día siguiente para terminar de comprar y armar los equipajes y nos fuimos de Sudáfrica a las ocho de la mañana del día posterior.  Teníamos por delante ocho horas y, según nuestros relojes tendríamos que llegar a las cuatro de la tarde pero, por la diferencia horaria había que restar cinco horas, así que ese mismo día a las once de la mañana estábamos en el Aeropuerto cercano a la casa.  Un poco antes de llegar lo llamé directamente a Andrey , “no digas nada a nadie, tomá la camioneta y vení a buscarnos al Aeropuerto “tal”, estamos aterrizando” , -le dije y me confirmó que estaría enseguida allí-.

Nos despedimos de los tripulantes, saludamos todos a Andrey que se acercó presuroso pensando que había pasado algo y entre risas nos volvimos a casa.  En el viaje le explicamos que ya habíamos visto todo lo visible y como los extrañábamos decidimos regresar.  El ruso estaba más que contento y nos dijo: “Cuando los vean van a saltar como locas, Carlos incluido porque se los estaba extrañando” .  Dicho y hecho, al llegar tocó bocina y salió Carlos para ver que quería y al descubrirnos, mostró algo de “plumas” y comenzó a los gritos y chillidos llamando a las demás chicas.  Los abrazos y los besos no paraban y como el almuerzo estaba casi listo nos prendimos todos a él, lo estiramos casi hasta las cuatro de la tarde contando todo lo que habíamos hecho.

Kande le dio a Cielo las cámaras y los celulares para que compaginara todo lo que habíamos filmado y fotografiado.  Ella y Gisela bajaron rápido al sótano con todo y le pidió a Virginia que le ayudara a acomodar el equipaje, “yo me voy a dormir, a mí no me jodan” , -dije-, tremendo iluso, tuve que cumplir “como un señorito inglés” (no sé si algún inglés lo hacía como yo pero así dice el dicho).

Entré primero a la habitación, detrás de mí entró Virginia y Kande , llevando a la rastra a la valija con rueditas lo hizo en tercer lugar, cerró la puerta, dejó la valija cerca de la entrada y la abrazó desde atrás a Virginia apretándole las tetas a la vez que besaba su cuello, “extrañaba a mis “blanquitas” , -dijo, volviendo a repetir sus besos-. Virginia gimió y contestó, “lo mismo nos pasaba a nosotras con la “negrita” y se giró para que pudieran comerse la boca a gusto.

Yo iba decidido a dormir la siesta y quedaba claro que no podría pero… tenía una última carta, “mirá lo que me vengo a enterar, ahora que sos mi esposa ni permiso me pedís, ¿acaso tengo que pensar que lo hacían siempre a mis espaldas?” , -dije y pregunté con cara seria-.  Pareció que hubiera puesto sus dedos en un enchufe eléctrico, saltaron separándose y se me vinieron encima, “jamás te engañaría, pensé que te gustaría disfrutar de nuestros culitos” , -expreso Kande compungida-.

Mirando que Virginia se había desabrochado la camisa y mostraba las tetas sin pudores, mi última carta pasó a ser un “cuatro de copas” , no me servía para nada y tuve que invertir una hora de la siesta haciendo orgasmar y gritar a dos hembras descontroladas y entregadas a mi entera voluntad, las dejé como para que no quisieran más porque ninguna se salvó de la “extracción” y cuando se fueron a bañar me eché a dormir pensando que Cielo y Gisela debían tener los colmillos afuera esperando la noche.

Desperté como a las dos horas, me bañé y al bajar Kande me avisó que ya había llamado a los demás para invitarlos a cenar.  La casa se llenaría de gente, hablarían hasta por los codos de la fiesta, del viaje, de la estadía y a mí, lo único que se me ocurría era disfrutar de “mí” cama y de mi habitación insonorizada, por eso, mientras mi mujer hablaba animadamente con Carlos sobre los pormenores de la fiesta y “chusmeaban” sobre los invitados, me fui para el sótano, las encontré a las dos Informáticas trabajando en lo que le había pedido y les dije que dejaran todo así, “¿por qué, qué pasó? ,

-preguntó Gisela -.

No la dejé seguir hablando, la tomé de la nuca y la atraje hacía mí para “comerle” la boca, la contestación fue más que evidente, Cielo dejó todo lo que estaba haciendo y la miré de costado cuando se desnudaba y dejaba a mi vista su espectacular cuerpo de diosa rubia.  Luego me dediqué a ella y la que se desnudó fue la “colo” .  Lo que siguió, más o menos por media hora, fueron gritos, orgasmos, sollozos, risas y placer, puro y absoluto placer matizado con cariños, caricias y entregas.  Trataban de recuperarse cuando salí del baño que ellas tenían en el lugar y les avisé que iban a venir los demás a cenar.

Con la excepción de Blago y Zulma que estaban un poco más alejados,  quedó claro quiénes eran los “íntimos” de nosotros dos. Kaila y Patricia por un lado, Roberto , Danny , Graciela y Cynthia por el otro, Tai y Maylín que eran número puesto, Carlos , Virginia , Cielo , Gisela , Andrey , Kande y yo completamos la mesa.  Comimos muy bien, asado a la parrilla surtido con achuras y mollejas junto con ensaladas era menú obligado cuando volvía de algún viaje, fue todo comprado en la parrilla habitual pero el gusto era sensacional.

Se quedaron hasta las cuatro de la mañana mirando fotos, comentando, viendo videos, riendo y lo mejor fue cuando aparecieron las revistas en que habían salido fotografías de la casa, la novia, el casamiento en sí y de varios invitados, a decir verdad habían hecho una cobertura de sociales más que buena y la nota hablaba de “espectacular fiesta íntima de casamiento” , “pocos invitados y de muy buena calidad en espectacular mansión de multimillonario” -decía otro comentario y se acompañaba de fotos de Mariángeles , Sofía , Carla , Pilar y otras tantas de variada edad con el paisaje de la casa y el parque.

Antes de que preguntara nada las chicas y los chicos encargados del “Complejo Kande” nos dijeron que ya estaba todo listo, que el viernes subsiguiente se podría inaugurar, quedaban seis días y como lo único que faltaba era cursar las invitaciones y activar la publicidad en distintos medios, Kande dio el “visto bueno” , sería desde la nueve de la noche hasta el “after” incluido, todo a “canilla libre” .  Me imaginaba como sería eso y los efectivos de Seguridad de ambos sexos trabajando a destajo con los “empedados ambulantes” .

Los chicos calculaban que meterían más de tres mil quinientas personas y esperaban quedarse “cortos” en las estimaciones.  Los tres lugares habilitados podrían albergar a casi cinco mil personas, era obligatorio un “elegante sport” y las bebidas gratis era: whisky, vodka, vino blanco, champan y refrescos servidos en vasos y copas de fino plástico, por esa noche, sólo por esa noche no habría cócteles aunque las chicas y los chicos barman estaban capacitados para esto.

Con tres barras habilitadas por piso, entendían que era más que suficiente para abastecer a todos sin que se trasladaran demasiado. Graciela me expresó que “el Puma” había aceptado con beneplácito el lugar ofrecido y estaría “firme como rulo de estatua” , así se lo había hecho saber porque, según dijo: “No podría fallarme” .

Roberto me dejó una lista de las personas “especiales” que se invitarían y salvo en la entrada, donde se había pensado en un lugar para las fotos, estarían aislados del resto de la gente.  Podrían entrar directamente desde el estacionamiento pero la gente del Espectáculo, seguramente, lo haría en la puerta por el tema de las fotos y la Prensa.

Cielo y Gisela habían conseguido una maquinita impresora sencilla y fácil de usar que, cuatro chicas seleccionadas, aplicarían sobre la piel de la muñeca de los clientes, no dejaba señal en ella pero con las luces de la discoteca se volvía fosforescente, la marca se diluía sola en 24 horas y no tenía contraindicaciones, la mayoría accedería a esto pero al que se negaba no había que insistirle, “es cierto, el que se niega… no entra y listo” , -dijo Gisela muy seria y nos reímos todos-.

En definitiva, la semana transcurrió tranquila y sin ningún tipo de sobresaltos, sin contar que el jueves y el viernes de la inauguración, desde la mañana temprano, fue un ir y venir de vértigo constante, nadie se metía con las decisiones de Kande y los Encargados del Complejo pero querían estar allí por las posibles ayudas que querían brindar y como yo no me iba a “prender” en eso, tal como no lo hice en los preparativos de la fiesta de casamiento, me “tomé el buque, el palo, el raje” (llámenle como quieran) . Me fui con Tai y Andrey , agradecidos también de poderse escapar, hasta el castillo a punto de inaugurarse como petit-hotel.

El lugar se había convertido en algo espectacular, desde el inicio del predio hasta el portón de entrada propiamente dicho era un paseo para admirar lleno de flores, parque bien cuidado y rodeado de árboles que formaban una especie de bosque a los costados del camino.  Una vez traspuesto el portón el camino se convertía en zigzagueante hasta desembocar en el Castillo que parecía brillar. Tai detuvo el auto frente a la edificación y salieron Blago , Lucía y Karina a recibirnos, no pude menos que felicitarlos a los tres por la calidad que habían impuesto al lugar.

Noté el orgullo que los embargaba y también noté su intimidad, de la relación estrictamente de negocios habían pasado a una amistad y desde allí a algo más, los tres compartían habitación, ya eran un trío que parecía congeniar de mil maravillas.  De esto me entero porque cuando pregunté como la estaban llevando los “escuché” y fundamentalmente a Lucía pues según parecía Blago cumplía las expectativas de las dos y el trío se consolidaba cada día más.

Ni problemas que me hice por esto, compartirían mucho del movimiento del hotel pero el croata tenía una lealtad definida y era muy firme en sus convicciones, en el aspecto comercial del petit-hotel ellas no incidirían, aunque les venía genial para impulsar su propia Galería de Arte debido al entorno VIP en que se moverían.

Me desentendí de esto y les pregunté cuando pensaban inaugurar, de entrada tenía claro que aquí las invitaciones tenían otro tenor, el lugar estaba dirigido a personas adineradas y de renombre, la lista incluía a Embajadores, Presidentes de empresas de Turismo, Empresarios del más alto nivel, Deportistas de élite y personalidades del Espectáculo al filo del divismo o inmersos en él.  Tampoco me metería en lo que hicieran sólo les pedí que esa inauguración debería conocerse en el Mundo entero y me aseguraron que así sería.  La fecha se fijo para diez días posteriores a la inauguración del “Complejo Kande” , inauguración a la que, por supuesto, fueron invitados.

Finalmente, la inauguración del Complejo fue un boom, me abracé en la entrada con el flamante Jefe de Seguridad, “el Puma” que vestía de esmoquin y estaba de lo más emocionado, no sabía cómo agradecerme la oportunidad, “no me jodas “pumita” vos te lo merecés” , -le dije- y hasta allí llegó la cosa, la saludó admirándola a Kande que también le dio la bienvenida.

Todos, algunos más y otros menos compartimos con gente de la Farándula, de la Música, autoridades del Gobierno Municipal y policiales, dueños de otras discotecas, representantes de los Medios locales y nacionales, parientes y con el público en general porque no nos aislamos y bailamos también junto a ellos.

Kande lloró un par de veces por la emoción de la ovación y los aplausos que le brindaban según los pisos que recorría, además, como sabíamos que iba a suceder, se tomaron “hasta el agua de los fideos” pero no hubo altercados, salvo con un par que llevaron su propia provisión de drogas, dieron un feo espectáculo y fueron desalojados amablemente, haciéndoles saber que en otro momento no existiría tal amabilidad, los protagonistas del desalojo y los que lo vieron se dieron cuenta que con esa Seguridad no se jodía.

Tal como esperábamos, el espectáculo de las manos levantadas de chicos, chicas y no tan chicos exhibiendo la “K” fosforescente en las muñecas cuando se aplicaba la “luz negra” en la pista fue maravilloso.

Hablábamos con Graciela y Roberto y me decían que si los viernes, sábados y domingo “metían” un 30% de toda esa gente, las ganancias serían fabulosas.  Los felicité por el trabajo realizado y le dije a Graciela que no me había fallado el instinto cuando confié en ella para la función encomendada, “de algo tenía que servir haber pasado un montón de años metida en distintos boliches, por lo menos ahora no pierdo tiempo al pedo” , -me contestó riendo-…

¡Ahhh! , también recibí la felicitación de aquella “ex” que casi había quedado en el olvido y como las promesas había que cumplirlas, tuvo su tarjeta VIP para ingreso y consumo, además y no se lo dije a nadie, me sentía bien porque el vecino de enfrente próximamente debería “bajar las cortinas” y mudarse.

Uno que estuvo “desatado” , alegre y feliz, fue Jorge que había ido con la que, seguramente en poco tiempo dejaría de ser la secretaria, había buena onda entre los dos y alguno que otro roce que denotaba intimidad, terminaron en un sofá de la oficina privada, abrazados y con un “pedo” como para diez, me comentó Graciela un par de días después que salieron de la discoteca a las once de la mañana, ya bastante recuperados.  El caso es que esa fiesta de inauguración fue el comentario exclusivo y excluyente de toda la comunidad.

Mi hermano estuvo con Silvina , pues ambos afianzaban la relación a pasos agigantados, mis viejos y mis tíos pasaron un rato por el lugar para felicitar a Kande y a los chicos y se marcharon rápido.  Mi prima Rocío apareció acompañada de un muchacho mulato, éste era dos años mayor que ella y oficiaba de Ayudante de Cátedra en la Universidad, era colombiano, de Bogotá , había venido con un intercambio y se afincó definitivamente hacía tres años.  Ella se mostraba sonriente cuando nos lo presentó pero le temblaban las piernas esperando mi reacción y la de Kande .

Los dos fueron profundamente “sondeados” y no me cupieron dudas respecto a los sentimientos que tenían, con él fui más exhaustivo y quedé más que conforme, todo esto entre risas que parecían superficiales hasta que el abrazo que le di a Rocío felicitándola por la elección hizo que se soltara y nos abrazara a Kande y a mí dándonos en nuestros oídos un “gracias” profundo y sentido que iba más allá del mero hecho de haber aceptado a su pareja.  De todos modos, yo sabía que bastaría con pedírselo para que se entregara a mí o a nosotros y eso alababa a mi ego.

Maylín parecía una nena y disfrutaba con ganas de más pero se cuidaba bastante porque ya la panza era prominente y la protegían todos como si fuera una princesa, principalmente las mujeres.  Finalmente la inauguración del “Complejo Kande” pasó, ahora sólo quedaba inaugurar el petit-hotel, hablábamos eso con Roberto y Graciela y se metió Jorge en la conversación preguntando…

--¿De qué Castillo están hablando, qué me perdí? , -le explicamos muy por arriba y me miró sorprendido al decir-, “¡si serás hijo de mil…, con vos todos los días es una sorpresa nueva, ¿qué te parece Brenda ?, tenemos que conocer ese lugar” , -dijo abrazando a su secretaria que, con él, parecía materia dispuesta, lógicamente, aunque con ella estuvimos a punto de concretar algo, me gustaba para mi amigo y desde ese momento, la bella secretaria, para mí, pasaba a ser “un camionero peludo” .

Los días pasaron rapidísimo y ya tuvimos encima la fiesta de inauguración del petit-hotel, ésta fue espectacular, por los invitados, por el entorno, por las repercusiones mediáticas en el Mundo entero. Gisela , abrazándolo a Blago , a quien definía como “su protector” , algo que sólo los del entorno íntimo entendíamos el porqué de esta denominación.

Lo felicitaba con admiración por lo que había hecho con el hotel, de hecho recibió las felicitaciones de todos, así como también las recibieron las “Decoradoras” que lo acompañaban.  Como dato anecdótico, cuando la fiesta terminó, ya tenía el hotel con todas las habitaciones alquiladas y con lista de espera para los dos meses subsiguientes.  Todas esas reuniones y fiestas ameritaban mi atención y, demás está decirlo, mi presencia, aunque no me agradaban demasiado, de cualquier modo que fuere, me estaba adaptando a compartir con otra gente y a darme a conocer.

Kande y yo sabíamos que en estas reuniones había demasiadas hipocresías dando vueltas, opté simplemente por no “escucharlos” , salvo que la charla fuera de negocios o de algún otro tema que me interesara, del mismo modo notaba que se estaban dando otros cambios en mí y estaba seguro que tenían que ver con mi Estado Civil y la presencia, en mis sentimientos más profundos, de la espectacular africana.

Unos diez días después de todo este trajín de inauguraciones, de caras nuevas y de vorágine, comencé a pensar con más tranquilidad en el futuro.  Respecto del sexo seguía igual aunque más moderado y selectivo, eso era algo que no me cansaba, (como siempre, usar la energía ajena me venía fantástico) -.  Noté que mi selectividad estaba por las nubes debido a que me rodeaban verdaderas bellezas que me inhibían bastante de fijarme en otras, nuestra vida social se incrementaría y habría que, muchas veces, hacerse el boludo y mirar para otro lado porque las candidatas surgían y surgirían a montones.

Kande , Cielo , Gisela y Patricia conformaban un séquito sentimental y físico leal a carta cabal y de primerísima línea, con las demás, las conocidas y por conocer podría “manejarlo”(no se madura y se crece al pedo) , el único problema que me costaba “manejar” con las mujeres era el del “aroma femenino” de hembra excitada, lo intenté, lo intenté varias veces pero llegué a la conclusión que no se podía “competir” con los deseos y el instinto animal del “Oso” macho.

Tuve la suerte que nunca fueron mujeres feas, (aunque desde luego el tema de la “fealdad” está siempre relacionado con los estereotipos, las culturas o las diferentes nacionalidades) , en eso congeniábamos muy bien con el Espíritu, él también era selectivo.

Decía que estaba pensando en el futuro y a la vez enojándome porque miraba en las noticias las declaraciones ostentosas y demagógicas de un Político corrupto del cual Cielo tenía una carpeta llena de pruebas que lo involucraban en varios negocios “turbios” y pensé que, aunque quedaban varias empresas por visitar y algunos viajes por realizar, no sería mala idea comenzar a “castigar” a los que me enfurecían con sus actos.

Hacer circular las pruebas no servía de mucho pues de inmediato se ponía en marcha un intrincado sistema legal que “estiraba” y “estiraba” el supuesto castigo hasta que quedaban libres para seguir “cagando” a la gente o las seguían engañando en el interín del proceso.

El Poder, la tecnología para ser utilizada a mi favor, la gente idónea y la disponibilidad de pruebas para no cometer el error de actuar con quien no lo merecía jugaban a mi favor y era hora de que utilizara todo eso para sanear un poco el foco infeccioso de este virus que afectaba a todo mi país.  Como dice el dicho, “muerto el perro, se acaba la rabia” y por lo menos se atempera, como fuere yo tenía pensado “reventar” a varios “perros” y hacer conocer el “por qué” haría que otros no “mordieran” más.

Me estaba haciendo la “película” para saber cómo actuar con esto que me sacaba bastante de mis casillas y el YAOGUAI se hizo oír para llamarme a otra realidad que yo estaba “estirando” desde hacía rato…

--“No es mala idea y sabés que yo te voy a estar apoyando, esas “limpiezas” me encantan pero… considerando que el tiempo juega a tu favor pues estos Políticos, Judiciales o Sindicalistas seguirán estando y dando vueltas en el Poder Gubernamental de turno, que las empresas parecen estar bien encaminadas y que las familias chinas a las que falta visitar no tienen mucha incidencia, creo que deberías hablar con tu mujer” .

--  ¿Pasó algo con ella?, ¿pasará algo?, no me hagas asustar.

--“No, no te alteres, no pasa nada a nivel físico, lo que sucede es a nivel emocional, hay que tomar decisiones con eso y te estás haciendo el boludo respecto a algunas aclaraciones”.

Mal que me pesara, sabía de lo que hablaba, Kande estaba entusiasmada con la idea de tener un hijo y nosotros dos tendríamos que verlo crecer y desarrollarse hasta una edad que oscilaría en los veinticinco años, luego de eso, aun utilizando algo de maquillaje para “envejecernos” a los ojos de todos, tendríamos que “morirnos” , sin poder verlos nada más que a la distancia y sin poder decirles que éramos sus padres o simplemente no verlos nunca más.  Eso sin contar que nuestros amigos más íntimos andarían en los sesenta o setenta años y experimentarían deterioros lógicos que nos costaría asimilar.

No era nada sencillo, además no habría armonía ni amistad ni amor que se mantuviera, nadie estaba capacitado para entenderlo en el largo plazo pues suponiendo que lo entendieran, que en un principio entendieran que ellos envejecerían, que morirían y que nosotros, sin cambiar la apariencia, viviríamos unos ciento cincuenta años más, eso “activaría los egoísmos” que, a no dudar, están siempre latentes.  Yo estaba convencido, nadie me quitaba de la cabeza que aparecerían “falencias” propias de humanos, los roces comenzarían a surgir con las primeras arrugas y los primeros achaques, sería más que difícil aceptarlo plenamente.

Además estaba lo otro que nos afectaba íntimamente, nosotros veríamos envejecer y morir a nuestros amigos, a nuestros parientes más cercanos y a nuestra posible descendencia, no podíamos dejar de lado a los egoísmos propios y nuestra supuesta ventaja en la edad nos comenzaría a “jugar en contra” .  Ya me lo había dicho el “Portador” anterior, tendría que dividir mi larga vida en etapas y arrastrar a Kande conmigo, no sólo eso, ella debería aceptarlo.  Al principio me había parecido genial, soltero, con un sólo amigo y posibilidades de fortunas incalculables pero ahora había “papeles” que se me habían “quemado” .

No me quedaba más remedios que “tomar al toro por las astas” , cuanto más rápido se supiera esto, más rápido se madurarían las decisiones.  Esa noche nos fuimos a acostar temprano y la notaba a Kande más excitada que de costumbre, sabía porque pasaba esto, estaba ovulando y en sus días más fértiles, lógicamente, al verla así, al notarla así y al olerla así ni yo ni los instintos del “Oso” podíamos quedar al margen.

Nos besamos, nos acariciamos y me prendí a su entrepierna para hacerla delirar a los gritos cuando me hice dueño de su clítoris hinchado, había apretado mi cabeza con sus muslos y pedía más de un modo inusual, casi como desencajada.  Tuvo un orgasmo espectacular, cargado de gritos, movimientos y arañazos a mi espalda porque se había sentado y lo que empezó como pequeños rasguños sobre mi piel haciéndome notar su placer, se convirtieron en el momento de su orgasmo en arañazos que entendí que no pudo contener.

No me jodía eso y continuaba esperando que me dijera lo que yo quería saber para darme pié a que le contara y explicara. “Escuchaba” sus dudas y su indecisión pero, maquinal o ancestralmente, se colocó en la posición del misionero y cuando iba a entrar en ella, me pidió que parara…

--No puedo engañarte y sé que no me querés “escuchar”, hace como veinte días que dejé de tomar la pastilla y no me estoy cuidando pero esto debemos decidirlo entre los dos.

--  Me alegro que me lo dijeras pero, que te embaraces sería una felicidad enorme y nuestra mayor tortura.

--¿Por qué me decís eso?, ¿cómo podés pensar que un hijo sería una tortura?, estoy segura que serías un padre excelente.  Estamos sanos, nos queremos y el pan no le va a faltar, jajaja.

--  Es que no es tan fácil de explicar, tiene que ver con el momento en que recibí al “Oso”.

--Nunca le dimos motivos para que se vaya a negar, además, me cumpliste todos los sueños y es el único que me falta para sentirme una mujer completa, a menos que… ¿no me digas que te hizo estéril?, bueno tampoco me importaría, podemos adoptar, no creo que se oponga, -estaba hablando acelerada-.

--  Kande, por favor, calmate y escuchá, trataré de explicarte…Me lo dijeron al principio cuando recibí al YAOGUAI y no le quise dar bola, tampoco me interesó hacerlo, me venía todo comodísimo y lo dejé aparcado en algún lugar de mi mente sin darle mayor importancia.  Tuve un ramalazo de esos pensamientos cuando aceptaste ser mi pareja y viste al “Oso” pero primó el deseo de que estuvieras conmigo y también lo dejé pasar.

--Me estás asustando Gonzalo , ¿qué tan dramático es lo que tenés que decir?

--  Amor, el “Portador” anterior, a pesar de ser un hombre grande cuando recibió al YAOGUAI, vivió un poco más de doscientos años, la misma ventaja tenés vos al aceptar ser mi pareja y algunos cambios físicos se van a notar sólo a partir de los últimos cincuenta años de vida y no serán tan significativos.

--Pero, pero…  ¿Me querés decir que somos inmortales?...

--  Nunca dije eso, aunque costaría que nos mataran porque cualquier herida sana rapidísimo, el tema es saber y aprender que nuestros amigos envejecerán y morirán sin que nada podamos hacer al respecto, a eso se le suma que no podrán saberlo y tendremos que disimularlo con maquillajes y tinturas, además, de conocer este secreto, a la corta o a la larga dejarían de ser amigos, no es tan fácil envejecer, deteriorarse y morirse cuando tenés al lado a dos personas que parecen tener siempre treinta años.

--  Gonzalo, lo que me decís puede sonar maravilloso pero no deja de ser un precio altísimo a pagar.

--  Recién ahora, pensando en nosotros dos y viendo transcurrir la vida de nuestros amigos, me lo comencé a plantear más profundamente.  Sin contar que dentro de veinticinco o treinta años deberíamos “morir”, cambiar un poco nuestra fisonomía, nuestros nombres, ir a vivir a otro lado lejano y comenzar nuevamente todo el periplo, eso implica el dolor de los amigos y nuestro hijo o hijos por la desaparición de los padres y para más no tendríamos que volver a verlos o hacerlo desde lejos, ni hablar de los nietos.  ¿Entendés lo difícil de tener un hijo, dejarlo huérfano a los veintitantos años y/o verlo llegar a viejo y morir?...

--Sinceramente no sé si podría tolerar eso.

--  La felicidad de ser padre para mí sería como tocar el Cielo con las manos pero ya bastante egoísta he sido al enamorarme y tener amigos a los que quiero, debería haberme quedado solo y vivir una vida de ermitaño o alejado de afectos pero antes no pude o no quise elaborarlo y ahora es una “espada de Damocles” en mi cabeza, con el agravante de que te trasladé este drama a vos.

--No sé qué decirte, esto no fue un baldazo con agua helada, fue, fue… no puedo explicarlo…

--  Es muy tarde para pedirte perdón y no sé si lo merezco, de los amigos y el entorno me podría apartar, aun cuando provoque y me provoque dolores, de vos no puedo hacerlo y vos tampoco podrías sabiendo las consecuencias, sería como suicidarte .

Kande no me dijo más nada, sólo me besó en la mejilla, me susurró que necesitaba pensar, que la disculpara porque no podía seguir con lo que hacíamos y se giró en la cama dándome la espalda.  Fue una noche de mierda, ella se mantuvo en la misma posición pero no durmió, sollozó, lloró y sufrí como un condenado por esto pero no podía ni debía hacer nada, por lógica, yo tampoco dormí, crucé las manos por detrás de mi cabeza y me quedé mirando la oscuridad del techo, tampoco consulté nada con el YAOGUAI y él, sabiendo lo que nos pasaba, se llamó a silencio.

Me levanté como a las diez de la mañana, le di un beso en la mejilla a Kande , estaba despierta y sólo me puso la cara, no me quedó más que meterme en el baño, el agua caliente sería como un bálsamo.  Bajé luego a tomar unos mates y Virginia , extrañada, me preguntó por la “negra” , le contesté que se había quedado durmiendo, “parece que quiere recuperarse del trajín de todo este mes pasado” , -expresé y se dio por conforme-.  Después de los mates que acompañé con tostadas bajé al sótano a hablar con Cielo y Gisela .

Me recibieron con besos y abrazos pero como me vieron serio me preguntaron si algo estaba mal…

--  Mal, lo que se dice mal, para mí no está pero… tengo ganas de que a algunos Gobernantes, Políticos, Jueces, Fiscales y Sindicalistas les empiece a ir más mal que nunca.

--¡Epa!, ¿qué pensás hacer?, -preguntó Cielo -.

--  Por ahora nada, las que van a tener que hacer son ustedes, necesito datos y pruebas para poder proceder con varios de ellos, me cansé, estoy podrido y hastiado de estos mentirosos sinvergüenzas que se aprovechan de la gente y roban a manos llenas.

--¿Tenés algunos nombres determinados?

--  Si empiezo a decir nombres no termino más, elijan ustedes, decidan si comenzamos con Políticos, Sindicalistas o Jueces, ya saben cómo quiero los datos, detallados al 100 x 100, después veré que decido hacer pero que se va armar un desbarajuste total que no les quepan dudas.  En dos o tres meses este país se va a convertir en un polvorín con montones de corruptos y ladrones asustados hasta de su sombra.

--Decidas por una cosa o por otra, contá con nosotras para tenerte todas las pruebas a mano y en el más absoluto secreto, -dijo Cielo totalmente convencida y apoyada por Gisela que afirmaba con la cabeza-.

Cuando estábamos a punto de almorzar bajó Kande , yo me preparaba mentalmente para una nueva etapa de nuestra vida y ella parecía anteponer montones de dudas, estaba tratando de elaborar eso porque por un lado la comprendía y por el otro me molestaba su actitud por eso era que no había ido a verla ni a preguntarle cómo estaba.  Entendía, quizás con un poco de egoísmo, que las cartas estaban echadas y no era momento de “irse a baraja” .  Saludó a todos y se dirigió a mí…

--Gonza, yo me como una fruta, no tengo deseos de almorzar, ¿podés venir a la habitación cuando termines, quiero hablar contigo?

--  De acuerdo, apenas termine voy a verte, -le contesté sin dar explicaciones, ella saludó y se fue de la cocina-.

--¿Qué pasa Gonza, se siente mal?, -preguntó Virginia y noté la mirada interrogante de todos los demás-.

--  Creo que no, no se preocupen, simplemente tiene que tomar una decisión y quiere hablarlo conmigo, Carlos creo que hoy no voy a estar para nadie.

--Descuide Gonzalo , atienda tranquilo, esperamos todos que, si hay inconvenientes, se solucionen rápido.

No contesté y me apuré con el almuerzo para ir a hablar con Kande , saliera gallo o gallareta, había que ponerle el pecho.  Subía las escaleras y escuché la risa contenida del YAOGUAI que se me antojó casi sádica y hablé antes, “ahora no, por favor, no sé qué va a resultar de esto”“Bueno… después hablamos” , -me expresó sin más-.

Mi esposa tenía una bata blanca que tapaba su cuerpo y me esperaba sentada en el borde de la cama, me paré delante de ella esperando que hablara…

--Vos me dijiste que como Gonzalo y Kande viviríamos casi unos treinta años más, que tendríamos que utilizar maquillajes para “envejecernos” para no generar resquemores entre nuestros amigos, que llegado ese tiempo deberíamos “desaparecer”, cambiar nuestras facciones, nuestros nombres y comenzar de nuevo y que tener un hijo implicaría que dejaríamos de verlo una vez que “resucitáramos” o que podríamos verlo o seguir sus pasos sólo desde lejos, ¿era así, no?

--  Efectivamente, es así, las empresas, digamos “madres” seguirían siendo del YAOGUAI, lo comprado o emprendido por Gonzalo junto a vos sería nuestra herencia y nuestro sucesor no quedaría desprotegido, al igual que nuestros amigos, hay un testamento que debo firmar para que esto se lleve a cabo.  ¿A qué viene esto que me decís?

--Viene a que te amo, amo a nuestros amigos, amo la vida que estoy viviendo y no la voy a empañar por problemas que se resolverán cuando aparezcan.  Quiero estar a tu lado, mantener nuestro secreto y hay un montón de tiempo por delante para ir “amoldándose” a lo que esté por venir.  Cualquier tipo de vida nace, se desarrolla y muere, ninguno de nosotros somos la excepción y hasta por lo “supuestamente” ventajoso hay que pagar un precio y como vos en su momento, estoy dispuesta a pagarlo yo, es más, ahora no quiero un hijo, -lo dijo todo de corrido y mientras se paraba y se despojaba de la bata, acabó la frase-, QUIERO DOS” .

Me quedé sorprendido y el que más rápido reaccionó fue el “amigo” en mi entrepierna, pegó un respingo, se endureció casi al instante y se atoró en la ropa haciendo sentir que ellas estaban sobrando. Kande tardó segundos en dejarme en pelotas, no hubo botones ni cierres que se le resistieran.  Me tomó de los hombros, me besó como queriendo succionar mis labios con los suyos, su lengua se brindaba enloquecida y se dejó caer sobre la cama arrastrándome con ella.

Si lo hubiese estudiado no habría salido mejor, abrió sus piernas, acomodó sus caderas y me absorbió, sí, literalmente aspiró a mi erguido “amigo” apretándolo con sus músculos y haciéndolo sentir su estrechez y la elasticidad a medida que éste se adentraba en ella hasta que las pelvis chocaron.  El lugar estaba anegado y poco pude moverme porque sus piernas cruzadas sobre mi cintura impedían un movimiento de vaivén pero eso no importaba tanto, sus apretones interiores y las movidas sutiles de las negras caderas hacían todo el trabajo, el placentero trabajo de darme una cogida de antología.

Sólo podía besarla y aferrar con mis dos manos esas tetas fenomenales, el apretón a sus pezones le hizo lanzar un suspiro seguido de un gemido de placer que me penetró los oídos haciéndome sentir más que bien.  Ni ahí que pude aguantar, no habían pasado ni cuatro minutos cuando, mientras chocaba en su interior y ayudado por el masaje interno la llené, “sí mi vida, sí, dame todo, mi hombre, mi macho, mi amor, mi alma” , -decía a viva voz- y me secó, fuera de joda, si hasta me pareció que era su útero el que absorbía mi simiente.

Me quedé adentro y no quise salir, el miembro se “desinflaba” lentamente y con sus últimos espasmos y contracciones por poco no me hace gritar porque ya hasta resultaba doloroso.  Ella estaba como “ida” , al acariciarle las mejillas, pestañeó y me besó dejando ver la felicidad que impregnaba su rostro. “Gracias mi cielo, te amo” , -expresó- y con lo que le quedaba de aliento me mostró su mejor sonrisa de dientes blancos y me dejé caer hacia un costado, quedamos los dos para el “arrastre” .

--Gonzalo , ahora puedo hablar”, -escuché al YAOGUAI en mi cabeza y le contesté-.

--  Sí, disculpame, tenía una incertidumbre total, no sabía cómo iba a reaccionar y me preocupé.

--“Jajajaja, si serás boludo, vos no sabías, yo tenía muy claro lo que te iba a decir y quise avisarte pero mejor fue que lo escucharas de su boca.  Ya te lo dije antes esa mujer es un diamante sin precio”.

--  Lo sé, lo sé y cada día que pasa estoy más convencido de eso.  El tema es “manejar” el “asuntito” del hijo, perdón de “los” hijos porque me dijo que quiere tener dos, jajaja, me va a terminar “secando”.

--“¿Te lo digo o no te lo digo?”

--  ¿Qué es lo que me querés decir?, no vaya a ser cosa que haya algún problema y me lo ocultes.

--“Tanto tiempo y todavía no aprendiste, aunque sea duro lo que tenga que decirte, jamás voy a mentirte.  Puede que ahora, al ser padre de dos gemelos, macho y hembra aprendas a escucharme sin dudar en nada de lo que digo”.

--  ¡No me jodas!, ¿qué me estás diciendo?

--“Lo que oíste, ¿te lo tengo que mandar por telegrama?, ya está, entraron dos en un sólo óvulo, ahora llevalo con calma, ¡ahhh!, antes que lo olvide, ¡felicitaciones! y si querés podés decírselo, chau, no me jodas con más preguntas” .

Me senté en la cama totalmente sorprendido y también hay que decirlo, felicísimo pero “cagado hasta el pecho” por la noticia. ¿Cuál habrá sido la cara que puse y mi reacción que Kande abrió los ojos y se sentó a la par diciendo? :

--No tengas temores Gonza, vas a ver que podremos estar bien con todos, nuestra vida no será una sola pero los que nos rodean vivirán su única vida maravillosamente o lo mejor que se pueda.  ¿Qué te parece si descansamos un poco y luego seguimos con nuestro intento?

--  No Kande, no tenemos que buscar más, desde ahora en más será como siempre, por puro amor y placer, eso sí, vas a tener que disimular un par de meses antes de decirle a todos que vas a ser madre de gemelos, hija e hijo, recién me lo acaban de confirmar y con él no hay dudas que valgan.

El grito de Kande fue una especie de alarido mezclando sorpresa, dicha, esperanza, felicidad y no podía descartar el temor…

--¿Qué me estás diciendo Gonzalo ?, no, no, sí te escuché, ¡ay mi Dios!, ¡esto es maravilloso!, ¿cómo fue?, ¿qué te dijo?, ¿cómo lo supo?  Sí, ya sé, mejor no pregunto más”.

--  No tengo respuesta para lo que preguntás, simplemente me lo dijo y se fue diciendo que no lo jodiera más con preguntas, estoy que no sé si reír o llorar.

--Reír Gonzalo reír y gozar a pleno de la felicidad que tenemos.  Si surgen problemas dejalos que vengan, los enfrentaremos entre los dos.  ¡¡Dios mío, qué felicidad que tengo!!, gracias YAOGUAI , está más que claro, duremos lo que duremos lo que tenemos que hacer es contagiar nuestra felicidad y VIVIR,** ya veremos luego lo que nos dice el tiempo.

GRACIAS a todos los lectores-seguidores por TODOS los comentarios y por haber “aguantado” hasta el final. GUILLEOS1 .

FIN.

P.D.

Me uno a todos los lectores felicitando a Guilleos 1 por la calidad, la ortografía y el interés que ha mantenido durante toda la obra.

Tauro47