El demonio de nombre extraño (55)

Hay un chino que no joderá más a nadie. Karina prueba mi resistencia y ayudo a dos colombianas.

UN PROBLEMA MENOS - LUCÍA Y KARINA.

Llegaron como a las ocho de la noche y, aunque la habitación estaba totalmente insonorizada, a poco que me exigiera podía escucharlos perfectamente y Gisela se hacía oír, a viva voz les contaba a todos lo maravilloso que había sido el paseo y las cosas que había descubierto de la ciudad, decía que le parecía mentira haber transitado esas calles miles de veces y que se le hubieran pasado por alto, edificios o placas conmemorativas o lo poco que uno se tomaba el tiempo para mirar las hermosas cúpulas que ofrecía la variada Arquitectura de la ciudad de Buenos Aires.

Se los contaba como si los restantes no hubieran estado en el tours, hasta que Cielo la abrazó y le dijo dándole un beso en la mejilla: “Para “colo” pará, bajá un cambio, estuvimos todos allí” …  Yo había salido de la habitación y las miraba desde el piso superior apoyado en la baranda del pasillo, Gisela los miró a todos y contestó: “Tenés razón, jajaja, me pareció verlos, me embalé tanto con lo que vi que me encanta contarlo” .  Las risas estallaron y habló Kande : “Lo que a mí me encantó fue la disposición de los chinos y como gozaron la recorrida, todo le llamaba la atención y le sacaron fotos hasta a las hormigas” .

Les hablé desde mi lugar: “Lo que ustedes no tienen en cuenta es que Buenos Aires es una ciudad reconocida mundialmente, puede que estemos en el culo del Mundo pero el Mundo sabe que estamos y que tenemos todo y un poquito más para brindar al visitante, eso que no la vieron iluminada, ¿comieron bien?” …  Y saltó de nuevo la “colo” : “Fue espectacular el conductor no llevó a un restaurant en los bosques de Palermo , comimos casi al aire libre y con una atención maravillosa, la merienda fue algo parecido” . Virginia me preguntó si cenaría y le pedí que decidieran ellos, yo me podía conformar hasta con pizza.

La abracé y la saludé a Kande con un beso y le avisé que mañana vendrían Graciela y Cynthia con la Jefa de Familia china que había mandado las coletas del abuelo porque ella quería conocer a la familia colombiana.  Cada cual se desparramó a sus aposentos y le dije a Kande que teníamos que hablar en el despacho, entró delante de mí y estaba más que intrigada, le conté enseguida…

--  Tengo que llamarlo a Tai, al padre de Maylín y al abuelo, hay un problema en la familia que hay que solucionar…  Ayer cuando hablaba con Akame, en el momento en que iban a ver la habitación que era de Maylín y Tai, pude “escuchar” que hay problemas insalvables con el marido, por lógica después de enterarme de eso le seguí todos los pensamientos, resulta ser el gusano que pudre todo y el YAOGUAI quiere tomar medidas.

--¿Qué tipo de medidas Gonza?, eso puede desatar un drama y joderles la reunión de casamiento a los chicos.

--  Las peores Kande, las peores, el tipo es consumidor de alcohol y drogas, anda con prostitutas, le roba al suegro alquilando embarcaciones por su cuenta, por ende a la Familia, la trata como el culo a la mujer y es un falso con todos ellos, lo quiere hacer desaparecer y lo único que conseguí fue que aceptara que yo me encargara.

--Lo de la mujer lo noté y pensé que era ella la que te interesaba, ¿está muy enojado el YAOGUAI ?

--“Jajajaja, pero… si serás hijo de tu santa madre, ¿así que yo soy el “malo de la película”, ¿por qué no le contás que la hiciste gritar a Akame como una loca y luego te pedía más cuando le rompiste el culito?”, -me dijo haciéndome vibrar el cerebro-. “Perdón” -dije mentalmente y seguí con Kande- .

--  Sí, está bastante enojado, sabés que no perdona ese tipo de cosas.

--Bueno, como sea, contá conmigo.

De inmediato lo llamé a Tai y le dije que se viniera para casa, que trajera al Jefe, al padre y si quería, que viniera Mao , ninguno más, era un tema del YAOGUAI .  Los trajo rapidísimo y me reí conmigo mismo imaginando las prisas del chino grandote, vinieron los cuatro pero creo que si alguno se hubiera puesto reticente, se los cargaba en el hombro, Tai no jodía ni permitía jodas cuando estaba yo de por medio y mucho menos cuando la orden provenía del Espíritu.  Les pedí que me disculparan lo intempestivo de la llamada pero había algo peliagudo que solucionar.

“Mejor pasen al despacho, está insonorizado y van a hablar más tranquilos, yo les alcanzo las bebidas” , -dijo Kande y se lo agradecí-.  No bien entramos les dije que Tai y Kande eran los únicos autorizados fuera de las Familias para verlo y hablar de él, que no se privaran por su presencia.  Comencé yo dirigiéndome al Jefe:

--  Jefe, usted sabe que hay una manzana podrida en su familia y no ha tomado medidas al respecto.

--Imagino que se debe referir a mi yerno, al marido de Akame , efectivamente estoy y estamos enterados de todo pero creí conveniente no tomar ningún tipo de medidas hasta regresar a Cartagena .  Estamos en un país extranjero y a las postrimerías del casamiento de una de mis hijas, entendí que debía esperar.

--  Ha actuado usted correctamente pero ahora la cosa se complicó un poco, le explicó…  La tenencia del YAOGUAI me otorga la potestad de “escuchar” la mente de los demás, esto es algo que generalmente no practico con mis invitados incluso ni siquiera lo hago con la gente de mi entorno, trato de ser respetuoso de su intimidad, el hecho es que noté un destrato y un desplante muy feo que le hizo a Akame, no levanta la voz, se cuida mucho delante de ustedes pero la humilla mirándola mal o no contestando sus palabra o ignorándola y eso es peor que un cachetazo, eso va minando la psiquis y la autoestima, no me quise enterar lo que puede pasar en la intimidad.

--Algo notamos nosotros también pero como es su matrimonio…

--  Son criterios que ni yo ni el YAOGUAI compartimos, ella es de la Familia y es sólo a ella a quien él considera.  El tema es que por esto me dediqué a “escucharlo” y demás está decir que lo que yo sé lo sabe el Espíritu.  Me enteré que es jugador, que sale con una o varias prostitutas, les tiene envidias, broncas y celos a todos ustedes y es consumidor de sustancias, además y eso no lo va a perdonar nunca, le roba a la Familia pues alquila embarcaciones y se queda con el dinero para gastarlo en sus vicios.

--Te dije papá, te lo dije, hay cinco o seis movimientos mensuales que no se registran en los libros.  Es un montón de dinero, -expresó Mao -.

--  Bueno pero ahora no es momento de “pasar facturas”, el YAOGUAI me intimó a solucionar ese problema para “ayer” y con él no se juega, Tai sabe bien que es así y cuál es el resultado ya lo experimentó en Italia con quien le robó dos tonterías a la familia del lugar, lisa y llanamente, lo borró, Tai mismo se encargó de tirar las cenizas en el inodoro.  De esto se quería hacer cargo él pero logré convencerlo de que me dejara resolverlo a mí.  Él usa una especie de carácter transitivo, las Familias son de él y el que le roba a alguna de sus Familia es como si le metiera la mano en el bolsillo al “oso”, ¿me entienden?

Hasta ese momento el abuelo no había abierto la boca y pidió autorización para dirigirse a mí, le contesté que el permiso no era necesario, “tiene toda mi confianza para hablar sin trabas” .  Dicho esto se lanzó, habló mitad en Chino y mitad en Español pero se notaba que estaba furioso, “son muchas más porquerías de las que yo sabía, no se puede esperar más para que desaparezca, yo los ayudo” .  Le contesté que le agradecía pero el problema principal era no causar un escándalo que enturbiara la fiesta de Tai y Maylín y que por eso los había citado, para que me dieran alguna idea sin que fuera tan violento.

Al primero que le pedí parecer fue a Tai , “como sea Maylín va a tener su fiesta y será feliz, si alguno le explica bien a Akame lo que pasa yo me encargo de él, tampoco me agrada demasiado”

--  Hay que tomarlo con pinzas y no generar que la Policía venga a meter sus narices, ¿no hay modo de mandarlo a Cartagena y que le mande un mensaje a la esposa diciéndole que se queda con los fondos de la cuenta bancaria, que no le importa la familia ni ella y se manda a mudar para no verlos más?, no sé algo así.  Lógicamente no llegará a Cartagena, los fondos se retirarían hackeándolos, incluso se podrían sacar algunos fondos de la cuenta de la empresa, pasárselos a la cuenta de él y luego retirar todo junto vía virtual, como si lo hubiera hecho él .

--Si tengo que perder algún dinero por la felicidad de mi hija, no me importa, si me lo pidiera para irse se lo daría con gusto.

--  Usted no va a perder, ese dinero lo tengo que hacer retirar y depositarlo en una cuenta secreta, no puede moverse por un tiempo pero, a su vez, yo se lo reintegro en efectivo, no va a perder nada y su hija se lleva la parte de él.

--Yo lo puedo mandar a Cartagena, él tiene a cargo diez embarcaciones medianas, si alguna sufre una avería que implique la intervención del seguro, tiene que estar presente para firmar las reclamaciones con urgencia pero, ¿cómo haríamos una cosa así?

--  Todo se puede Jefe, todo se puede, ¿tiene alguna foto de esas embarcaciones y el número del celular de la chica que queda encargada en la empresa?

--Sí, eso lo tengo todo.

--  Bien, prepárese a primera hora o en la madrugada para recibir un par de mensajes de esa chica con fotos de las embarcaciones dañadas, lo manda con Tai al Aeropuerto y olvídese de él, algunos mensajes le llegarán a su hija y sinceramente no creo que lo sienta tanto.

Me había metido en un baile de aquellos pero confiaba en que Gisela , que era la más “bicha” de las dos, me salvara.  Había que “averiar” a un barco sano e “incendiar” a otro partiendo de una foto, mandar los mensajes desde un teléfono trucado, pasar algunos fondos de la empresa a la cuenta personal del yerno y por último, vaciar ésta para mandarlos a nuestras cuentas secretas.  Yo me hacía un “matete” tremendo de sólo pensar en lo intrincado de todo eso, habría que ver qué opinaba Gisela .

Los chinos se retiraron cuando llegaban las pizzas y después de cenar le pedí a las dos Informáticas que me acompañaran al despacho pues tenía que hablar diversos temas con ellas.  Al final me decidí a interiorizarlas a las dos y nos fuimos con Kande para hacerles conocer el problema.  Lo de llamarla a Cielo fue un acierto, ella manejaba el programa de fotos con los ojos cerrados y cuando vio las fotos que me había dejado el Jefe me preguntó:

--¿Las embarcaciones siguen en el mismo lugar?, si el tipo las dejó en otro muelle se va a dar cuenta.  Propongo que se le escriba el mensaje diciendo que sufrieron las averías y que en la mañana les mandaría las fotos.  Las ubicamos con el satélite, les sacamos las fotos en el lugar que estén y las modificamos, una puede tener una rotura en el costado y la otra incendiada, como si hubiera sido provocado.

--Yo me encargo de hacerle llegar los mensajes al celular del Jefe como si se los hubiera mandado la empleada, allí se le puede decir que la policía no la deja acercar a las embarcaciones y mandaría las fotos en la mañana. -dijo Gisela -.

--Respecto de las cuentas se puede sacar una cantidad de dinero de la empresa y que la pase a la cuenta de él, para hacer figurar después que él hizo una transferencia a una cuenta secreta, a ver, dejame averiguar los saldos, -completó Cielo -.

Se puso a maniobrar con el teclado de la tablet, ubicó los bancos y las respectivas cuentas y me hizo saber que en la empresa figuraban doscientos treinta y cinco mil dólares de saldo y en la cuenta conjunta de él y Akame había setenta y un mil dólares.  El total era de trescientos seis mil dólares que yo debía reintegrarle al Jefe.  No iba a haber problemas pero eso se debería hacer cuando el tipo, supuestamente ya estaría en Colombia , no antes, es decir, en la mañana del día subsiguiente y los mensajes que éste le enviaría a su esposa Akame también debían salir desde su teléfono pero recién después del retiro de los fondos, es decir a la tarde-noche.

Al tipo no le quedaría más remedio que viajar y Tai lo llevaría al Aeropuerto Internacional y para todos lo habría dejado porque tenía una espera de dos horas para el vuelo, la realidad era que lo llevaría al estacionamiento subterráneo del Castillo, allí había un cuarto que serviría para los fines, yo lo estaría esperando adentro con Blago en la parte de afuera evitando que nadie metiera las narices allí, ni siquiera él sabría de que trataba el tema porque el “viajero” iría durmiendo cómodamente en el baúl de la camioneta de Tai .

Les dejé dicho a las chicas que se levantaran muy temprano por la diferencia horaria de dos horas porque lo importante era que hubiera claridad para que el satélite pudiera enfocar bien a las embarcaciones y que apenas amaneciera acá le mandaran el mensaje de la empleada al Jefe, pues para el mediodía tenía que estar todo preparado para que el chino se fuera.  Pusieron delante de mí las alarmas del celular y se fueron a dormir luego de saludarnos con un beso a los dos.

Salió todo tal cual lo esperábamos, el mensaje llegó como a las seis de la mañana avisando que habían atentado contra dos embarcaciones, que no se sabía quiénes y que la policía estaba con los peritajes y no la dejaban acercarse.  En otro decía que se había comunicado con la compañía de seguros y exigían la presencia del yerno porque era el encargado de las actuaciones con ellos.  En otro mensaje decía que apagaría el celular porque no tenía batería y debía ponerlo a cargar, que ella llamaría luego porque ahora estaba en el muelle.

Según me contó Tai cuando estábamos en el Castillo, en la casa se armó un lío bárbaro, el Jefe de Familia, el padre y el hijo, hicieron un buen papel preguntándose a los gritos quiénes podrían haber sido los culpables.  El yerno, pensando seguramente que la cosa tendría que ver con él quería irse rápido para tratar de arreglar el entuerto y lo hacía con la excusa de lo del seguro, “que estaba nervioso es seguro, -agregó Tai - pues Akame le preguntó si era necesario que se fuera y le contestó a los gritos que lo tenía cansado y que no se metiera en los negocios de la empresa, Akame se fue llorando a la habitación seguida por las hermanas y yo me ofrecí a llevarlo al aeropuerto” .  Mejor que mejor, la “cola de paja” hizo que le pusiera la frutilla al postre.

Para completarla, casi a punto de salir, le llegaron al Jefe las fotos de las embarcaciones siniestradas, las dos estaban en el muelle pero una se notaba semi escorada con un boquete en el casco y la otra estaba ennegrecida por lo que parecía un incendio provocado.  No bien se las mostraron al yerno le pidió a Tai que lo llevara con urgencia, que el pasaje lo conseguiría en el Aeropuerto, ni siquiera se despidió de la mujer, sólo dijo que si arreglaba todo rápido trataría de regresar para la boda.

Antes de salir me avisó y yo tomé el coche y me fui para el Castillo, al llegar allí le dije a Blago que teníamos que atender un asunto en el cuarto del estacionamiento, Tai vendría con la camioneta y no quería a nadie merodeando, le avisé también que me quedaría a almorzar.  Como me pasaba siempre con cualquiera de ellos, no esbozó ni pensó en preguntar nada.

El chino grandote estacionó la camioneta cercana a la puerta del cuarto y arrojó el cuerpo del cuñado de Maylín como si fuera una bolsa de papas, le pregunté si tenía el celular del fulano y me dijo que eran dos, me los mostró que los tenía en la mano.  Los revisé con facilidad pues no tenían ningún tipo de contraseña para operarlos, en uno saltaba bien a las claras que era el que usaba comúnmente con la familia y su esposa pero el otro tenía agendado nombres de distintas mujeres y de varios hombres más, no revisé los mensajes, de eso se ocuparía Gisela , el que más me interesaba era el de uso “común” .

Luego de guardarlos en el bolsillo de mí campera le dije a Tai que lo revisara concienzudamente para ver si no tenía alguna tarjeta o escrito que nos pudiera interesar y salvo un par de tarjetas y dinero en dólares que le pedí a mí custodio que lo guardara para dárselo a Akame , devolvió todo a los bolsillos del “dormido” .

No quería perder más el tiempo y no valía la pena despertarlo para explicarle nada.  Lo único que se transformó fue la mano y la garra apoyada sobre el hombro del infeliz resultó suficiente, todo, con ropas y documentos incluidos, quedó reducido a polvo que Tai se encargó de recoger y hacer desaparecer en el baño, a mí no me movió ni un pelo.

A partir de ese momento tendríamos que esperar unas nueve o diez horas para mandar los mensajes al Jefe de Familia, del Banco para avisar que habían vaciado el saldo de la cuenta de la empresa y a Akame avisándole también desde el Banco y del marido haciéndole saber que la dejaba y que nos los quería ver más a ninguno de ellos. Tai volvió para decir que lo había dejado en el Aeropuerto y yo me quedé con Blago , faltaban un par de horas para almorzar y nos juntamos con Lucía y Karina que, vestidas de jeans, remeras y zapatillas, me mostrarían los adelantos en la decoración del lugar.

La madre de Miguel me recibió de lo más exultante y no tardó en darme un beso en la mejilla junto con un abrazo que sirvió para que apretara sus tetas en mi pecho, Karina fue un poco más recatada pero sus pensamientos la traicionaban, Lucía le había contado con lujo de detalles lo que había sucedido en casa con las demás chicas y estaba enfocada en tratar de lograr algo similar para sí, aunque algo que también pensó clavó una astillita en mi autoestima o en mi ego propiamente dicho. “Sigo pensando que Lucía es una exagerada, él está muy bien pero no creo que me aguante demasiado y si es con las dos puede llegar a salir gateando de la habitación” , -eso le pasó por la mente y me sonreí para mí mismo-.

Para más, las dos comenzaban a emitir un cierto aroma a hembras excitadas y aunque no era mucho me cosquilleaban en la punta de la nariz y ya conocía el recorrido, era nariz, cerebro, pene y además, para suerte o para desgracia, al “oso” no le hizo ninguna gracia ese pensamiento y casi que me gritó en la cabeza, “le tenés que romper bien el culo a la rubia, reventala a polvos y sacale bastante energía, que no le queden ganas de pensar pelotudeces” .

No esperaba ese “pedido” y para recuperarme un poco les dije que me mostraran los logros de sus trabajos.  Le hice una seña a Blago para que se fuera y me entendió enseguida diciendo que nos dejaba solos porque tenía que ver el tema del almuerzo.  Tomamos el ascensor para comenzar desde el último piso y me agradó notar que era rápido y silencioso, con una vista espectacular que cada vez se veía mejor, el parque y el bosque resplandecía en verdes de distintas tonalidades.  El helipuerto era amplio y Karina me explicaba las distintas mejoras mientras Lucía se apretaba a mi brazo haciéndome sentir la dureza de sus tetas.

El pensamiento de la madre de mi Abogado estaba dirigido a tratar de “calentarme” para ver si podía lograr llevarme a la cama que quería compartir con su pareja…

--  Si seguís tocándome con las tetas me va a resultar difícil ver la nueva decoración, además no traje ni una mísera soga para darte determinados “gustos” , -le dije hablándole al oído-.

--Ayyy, Gonzalo, no me lo recuerdes, tu presencia me pone a tono y decirme eso hace que me suban aún más los calores, me gustaría que me ayudaras a sacarle las dudas a Karina , no me cree todo lo que gocé.

Decidí en el acto que no daba para seguir hablando, Karina que estaba a mi espalda nos llamaba para mostrarnos un estar que había allí arriba y no la dejé pasar a Lucía , la tomé de la cintura y le “comí” la boca con un beso apasionado que de inmediato me respondió, los labios se entrechocaban y las lenguas se movían enfervorizadas, no pudo ni quiso retener un gemido cuando mis manos se aferraron a esas nalgas moldeadas y duras.  La morocha se entregó y la rubia se acercó por detrás diciendo: “No sean así, no me dejen afuera” .

Me abrazó pasando los brazos por debajo de los míos y, debido a su altura, me besó cómoda en el cuello, una de sus manos se coló por la remera y me tocó los abdominales, me alegró “escuchar” lo bien que se sintió al tocar los músculos de mi abdomen.  Me giré dejando a Lucía y ahora tocó el turno de “comerle” la boca a la rubiecita que se “prendió” como una lapa haciendo que sus tetas medianas pero más duras que las de Lucía se soldaran a mi pecho.

La “veterana” no nos dejó seguir, nos tomó de la mano y se dirigió al ascensor, ya adentro de éste tocó el tercer piso y me hicieron sentir como la feta de un emparedado, Karina por delante se había vuelto a prender a mi boca y suspiraba apretándome el miembro que parecía a punto de estallar y Lucía se apretaba contra mi espalda haciéndome sentir sus tetas aplastadas.  Me llevaron a su habitación a las corridas, los cinco o seis metros que separaban el ascensor de la puerta del cuarto los hice en el aire.

No bien entramos la rubia se ensañó con mi boca, gozaba con los besos porque, según pensaba, le encantaban mis labios varoniles.  Escuché el roce de las ropas de las que se despojaba Lucía y ya totalmente desnuda, comenzó a desnudarme a mí desde atrás, de los pantalones y el bóxer se ocupó Karina y le brillaron los ojos cuando me miró admirando el “pedazo” que tenía entre manos.  Arrodillada como se había colocado terminó de sacarme la ropa y comenzó con besitos y “manualidades” , algo que no me causaba mucha gracia.

--  Lucía, mostrale por favor a Karina como es que me gusta a mí.

--No sé si voy a poder pero lo voy a intentar.

Se arrodilló, la dejó a Karina que se desnudara y se prendió a tratar de darme placer con la boca, tal como se lo había explicado y demostrado Kande .  No pasaba de la mitad y tampoco esperé demasiado, no tenía ganas de florituras, bastó que una apartara un poco su mirada para sacarse la remera por sobre su cabeza para que la dejara dura de la boca a Lucía y le hiciera llegar a la garganta todo el miembro, entré y salí así un par de veces ante sus ojos desorbitados y la “aflojé” manteniendo la pija en su interior, fueron apenas unos segundos que bastaron para que la sacara tosiendo y babeando pero convencida de que podría y ya lo hizo por sí sola.

Karina se asombraba viendo esto, “no puedo creer que se la coma toda, ¿cómo hace?” , -pensaba- pero reaccionó rápido y arrodillada al lado de su amiga le tomó las tetas con una mano y “perdió” la otra entre las nalgas.  A la morocha esto le encantó y gimió, seguramente por la introducción de dedos, como fuere, la posición era una mierda e hice que se incorporaran para irnos a la cama.  No tardamos y la cama me encantó, mullida, cómoda, enorme y allí nos desparramamos los tres.

Ahora fue la rubia la que quería probar de “tragarla” toda, casi como instalando una competencia, para eso me hizo sentar apoyándome en el respaldo y dirigió la cabeza a mi entrepierna, Lucía no se quedó quieta y se zambulló desde atrás entre las nalgas de su pareja.  No hubo caso, como “mis” chicas no había, nunca tuve que forzarlas, ellas lograron darme y sentir placer con perseverancia y ganas, que con éstas dos no notaba.  Apenas si había pasado de la mitad y lagrimeaba teniendo arcadas y llenando mi pelvis de saliva, Lucía no podía vernos y muy pronto la rubia tuvo al glande traspasando un poco más allá de la garganta.

Una de mis manos en su nuca y el movimiento de mi pelvis tratando de subir y bajar le hicieron saber a la “descreída” que esa pija no era para tomar a la ligera, la “aflojé” para que la notara bien, retrocedí un poco la penetración y le llené la boca de leche que, en parte, se vio obligada a tragar, con el resto, giró el cuerpo y la compartió con la morocha que parecía estar esperándola.  Se besaban gimiendo y tocándose las tetas hasta que Lucía se dejó caer de espaldas y abriendo las piernas, sin decirle nada, la invitó a la amiga a lamerla.

Me puse por detrás y me quedé observando el culo que Karina movía con placer mientras la hacía estremecer a la amiga con la boca pegada a su vagina.  La incorporé un poco con mi mano en su cintura y ella se colocó en cuatro anticipando la cogida, no quise que tardara y calzando el glande, empujé.  Su estrechez se hizo notoria e intentó zafar dando un grito pero mi mano en su espalda y las manos de Lucía en la cabeza no la dejaron, se tuvo que aguantar la penetración y noté como las carnes se abrían al paso del ariete, aunque ella lo debe haber notado más.

Lubricación sobraba y con ese aroma al alcance de mi nariz, no me iba a detener ni por casualidad, no bien llegué al tope de su interior comencé un movimiento de entradas y salidas de modo moderado hasta que ella sola se acopló al movimiento y sus gemidos ya fueron de placer.  Se olvidó un poco de su amiga y los pedidos de “más, más, más” se sucedieron, pronto su contracción me hizo saber de un orgasmo que no fue grande pero, como pensó que la estaba cogiendo bien y esperaba tener otro enseguida seguí bombeando, aunque aceleré un poco más las embestidas.

El resultado fue una explosión que vi venir, se tensó y gritó cuando tuvo el orgasmo mayor, me empapó con una especie de eyaculación y perdió parte de sus energías absorbida por mis manos en sus caderas, todavía temblaba cuando cambié de agujerito y se la mandé por el culo, de una y sin anestesia.  El grito fue tremendo y la endurecí rápido sin que me importara la presencia de Lucía , ya no hubo resistencia y fue un entrar y salir casi desenfrenado.  Me extrañó la inmovilidad de la morocha y descubrí que ella también estaba dura, moviendo sólo sus ojos.

Había sido como un raro “carácter transitivo” y puse en práctica una especie de “juego” , las “aflojaba” y machacaba el culo de Karina que ya gozaba desenfrenada, gritando, sollozando, pidiendo más e insultando y las endurecía para tratar de meterme más adentro de lo que la física permitía.  Luego cambié, ya conscientes las dos entré y salí indistintamente del culo y la vagina de la rubia hasta que volvió a explotar en un orgasmo descomunal y allí casi se me va la mano con la absorción porque quedó como desmayada con la cara metida en la entrepierna de Lucía que me miraba con una sonrisa boba.

Ni problemas que se hizo, la apartó y adoptó la posición de espera, levantando el culo y apoyando los antebrazos y la cabeza en la cama.  No tuve contemplaciones con ella, además, era lo que quería y luego de un rato largo de alternar en uno u otro agujero y de escucharla, gritar, suspirar, temblar y tener orgasmos casi seguidos, me instalé en lo profundo de sus tripas y se las llené de manera copiosa.  No absorbí nada de Lucía bastante gasto había tenido con sus contracciones y orgasmos.

Me ablandé dentro de ella que se había dejado caer de bruces en la cama y salí despacio, me incorporé para ir a bañarme y me tomó de la mano para decirme “gracias, Gonzalo , fue mejor de lo que esperaba y estoy segura que nadie podrá dudar de tus “capacidades”” .  Me fui para el baño riéndome y escuchando al YAOGUAI que me decía: “La otra no se levanta hasta media tarde, quedó con el culo al norte y sin ninguna duda, jajaja” .  Al final no me quedé a almorzar, bajé solo, me despedí de Blago que me miró con una sonrisa complaciente y me largué rápido, estaba impaciente por saber qué es lo que había pasado en la Familia.

Cuando llegué a casa, Kande , Carlos y las chicas estaban por salir para irse a lo de Maylín , luego de saludar a Kande con un beso, les pedí que esperaran y me fui con Cielo y Gisela al sótano, allí les di los dos celulares, sin demasiadas explicaciones porque ellas sabían cómo debían actuar con los horarios y la lista que me había dado el Intendente, por ésta le dije a Gisela : “De esos de la lista quiero que pongas en juego toda tu capacidad, sacales hasta las pulgas que tengan” .  La sonrisa de la “colo” no se hizo esperar, por el chino ni preguntaron, le agradecí a las dos con un regio beso de los que nos gustaban, adosando al agradecimiento sendos apretones a sus nalgas.

Cuando se iban les pedí que le avisaran a Tai que me llamara y me fui a la cocina a “picar” algo, no tenía ganas de almorzar y me arreglé con fiambre, queso y un vaso de buen vino rosado que Virginia me sirvió después de abrir la botella que le señalé.  No fue que precisamente tuviera ganas de sexo pero al ver que del shorcito de jeans de Virginia se hacían notar parte de sus nalgas tuve ganas de acariciarla y le pedí que se sirviera algo de vino porque no quería tomar solo.  No la dejé sentarse en una silla, le señalé mis piernas y no tardó nada en sentarse en ellas con una enorme sonrisa de por medio.

--  Te tengo un poco abandonada pero quiero que sepas que vos, tu cola y tus tetas me gustan como el primer día , -le dije acariciando sus nalgas con una mano y una de sus tetas con la otra-.

--Yo sé que no siempre se puede y me encanta que me tengas en cuenta, sabés que siempre podés contar conmigo.

Los besos no tardaron en hacerse presentes y no aguantó mucho en esa posición, se incorporó y tocándome el miembro erecto me dijo: “Cogeme acá Gonza, sobre la mesa o sobre la mesada pero acá, en la cocina” , -pidió mirándome con una mezcla de ternura y deseo-.  No era mi intención primaria pero sabía que esto pasaría, acariciarlas o besarlas provocaba de inmediato a sus ganas de ser poseídas.  Se colocó en posición apoyando los codos sobre la mesa y con el culo a mi disposición esperó la penetración.

Estaba empapada y la hice desear pincelando las entradas mientras ella se movía y pedía sin cortarse, “dale Gonza no me hagas desear necesito sentirte muy adentro” .  Respeté su pedido y juro que más adentro no pude ir, el sonido del grito contenido sonó a algo gutural pero no la dejé pensar, sólo se dedicó a gozar acompañando mi ritmo y se notó que ganas sobraban porque no tardó mucho en tener un regio orgasmo, apenas si pudo recuperarse cuando su culito tuvo que esforzarse para recibir el ariete hasta lo más profundo.

No gritó pero se le saltaron las lágrimas y comenzó a moverse más rápido empujando con ganas para sentir mejor mis entradas, tampoco tardó mucho y acabamos los dos juntos lo que la ayudó a estirar un poco las contracciones de su propio orgasmo. “Bendita sea Zulma que casi me obligó a estar con vos y hoy mataría si me prohíben gozarte, dentro de un rato la voy a llamar por el Skype, la extraño un montón” ,

-me dijo mientras que el miembro se retiraba vencido-. “Posiblemente me vaya a dormir la siesta, veremos qué me dice Tai, mandale un beso enorme y avisale que en cualquier momento la llamamos en grupo” .

Estaba entrando en mi cuarto cuando llamó Tai , me comentó que había avisado que lo dejó al chino en el Aeropuerto, que éste no quiso que lo acompañara y se había vuelto, que nadie le preguntó más nada y que Akame ya estaba recuperada del destrato sufrido.  Le avisé que dormiría una buena siesta y que después me daría una vuelta pues por la tarde seguramente iría Graciela con la otra Jefa de Familia. Andrey se había ido al polígono de tiro y me preguntó si lo necesitaba para algo, “sólo que nadie me moleste por un rato” , -le contesté-, la respuesta fue un “descanse tranquilo” .

Dormí un par de horas de siesta que me vinieron fenomenales y luego, bañado, cambiado y perfumado me fui para la casa de Tai .  Lo llamé a éste diciéndole que ya salía para allí y me esperó con el portón abierto, vi que estaba estacionado el auto de Graciela y, efectivamente, estaban todos reunidos en una edificación alterna que se usaba precisamente para reuniones.  Aparecer en la puerta generó sonrisas en algunos y en otros pareció que tenían un resorte en el culo porque se pararon para saludarme, los ya aleccionados con una sola inclinación de cabeza y Mai , la Jefa de Familia, primera, digamos, se dobló a 90°, aún cuando Kande que estaba al lado de ella la tomó del brazo para que no lo hiciera.

Enseguida la siguió Mei que había ido con ella y era la china más gordita de las que primero aparecieron por casa tras la toma de posesión del Espíritu y que fuera el primer culito chino que degusté, me acerqué a las dos y las saludé con un beso pidiendo que no me hicieran reverencias, aceptaron lo que les pedí sin hablar pero... haciendo una reverencia, no había caso, hubo cosas que nunca pude cambiar y las risas cristalinas de todas las demás se hicieron oír.  Entre esto, “escuché” los pensamientos de Akame que quería interiorizarse sobre el marido y los del padre y el abuelo que querían enterarse de pormenores.  Demás está decir que estos no los daría.

Gisela se me acercó y me dijo que estaba en condiciones de hacer las transferencias bancarias, que no importaba que el hombre estuviera “viajando” porque eso quedaría como que lo hizo desde el avión y mirando la hora le pedí que esperara un par de horas más, pues yo quería que los mensajes llegaran casi todos juntos y, en lo posible, cuando estuvieran solos. Akame se salía de la vaina para contarme algo y me acerqué para preguntarle cómo estaba, “estoy bien Gonzalo y completamente decidida a que se tomen medidas con el idiota de mí marido” , -me contestó-.  Por esto le dije que ya había hablado con el padre y esperaríamos hasta después de la fiesta.

A los únicos que les daría cierta información sería al padre y al abuelo y buscaría la oportunidad para eso, por lo pronto me alegraba escuchar a Mai , ella les contaba en chino a las demás mujeres orientales que a pesar de convivir con el bisabuelo por mucho tiempo y sabiendo a quien portaba, nunca tuvo la Familia la oportunidad de tener el trato que tenía yo con ellos y que jamás se había producido el tipo de acercamiento que ahora todos tenían, aclaró también que estaba segura que eran todos porque la prima desde Inglaterra le había contado mi buena predisposición para con la Familia de ellos, algo que corroboró la madre de Maylín pues la Familia de Bogotá estaba ya en contacto con ellos y hablaban maravillas.

Las chicas de mi entorno, las que sólo hablaban el Español, no se ofendieron por esa charla en chino y Kande las llevó a sus propios “chusmeríos” con Carlos , como no podría ser de otra manera, metido en el medio de todas ellas, casi sin darme cuenta me admiré de ello, el Mayordomo tenía una cualidad muy especial, su homosexualidad no generaba ningún tipo de rechazo en los hombres y él se movía como pez en el agua con las mujeres, decididamente lo querían y se hacía querer.

Aproveché esa “distracción” momentánea de las mujeres e hicimos un aparte con los hombres, allí le dije al Jefe de Familia que se preparara a recibir los mensajes en un par de horas, que se “sorprendiera” con ello y que se olvidarán todos del que fuera yerno…

--¿Hay alguna posibilidad de que vuelva a aparecer? , -preguntó Mao , el hermano de Maylín -.

--  No Mao, olvidate de eso, el YAOGUAI no perdona a los que actúan mal y en contra de la Familia, no hay ninguna posibilidad, “lo hizo polvo” y esto es literal.

Me miró abriendo los ojos con asombro, el abuelo bajó la mirada asintiendo mentalmente y Tai esbozó una sonrisa que sólo yo capté.  Las dos amigas de Maylín se morían de ganas de hablar conmigo, necesitaban trabajar y estaban dispuestas a pedirme un trabajo en la empresa de Colombia , siempre relacionado con sus estudios de informática.  Sus pensamientos me sonaban claros, ya lo habían hablado con Maylín y también con Cielo y Gisela , todas les dijeron que tenían que hablar conmigo y que lo hicieran sin ningún tipo de dudas, que yo las ayudaría si estaba en mí hacerlo.

Sabiendo esto, le pedí a Maylín un lugar privado para hablar con sus amigas, nos llevó enseguida a un estar más privado, fuimos Kande , Maylín , las amigas, Cielo , Gisela y yo, una vez todos sentados, me dirigí a las dos chicas que estaban expectantes y sin saber el porqué de la reunión…

--  Estoy enterado de que las dos necesitan trabajar y que les gustaría hacerlo en dónde están radicadas , -las dos miraron a Maylín -. No, no la miren a Maylín ni a las otras dos, soy muy buen adivino , - Kande se sonrió-.

--Yo les dije que con él hay que ir de frente, adivina hasta lo que pensás , -recalcó Gisela hablándoles-.

--Es verdad, nos vendría muy bien, a nuestros padres les cuesta mantenernos y los trabajos que realizamos no son fijos y no siempre son de los que se extienden.

--  En principio, hay un par de cosas a tener en cuenta.  Primero: Tienen que tener el aval de Cielo y Gisela, ellas me tienen que decir si su capacidad está acorde.  ¿Qué opinan ustedes chicas? , -fue sólo retórica, ya sabía que las aprobarían y no por “amiguismo” , Cielo se había dado cuenta de su potencial-.

--Les falta la experiencia que tenemos nosotras pero para un trabajo de oficina y de programación podrían rendir en un 100% , -contestó muy segura Cielo -.

--  Bien, con esa recomendación me basta, ahora sólo hay que ver las disponibilidades…

Las dos se levantaron para agradecerme y dijeron que iban a ponerse a disposición con todo su conocimiento y capacidad y que no me iban a fallar, ni a mí ni a las chicas…

--  Sí, sí, sí, está todo muy bien pero yo no soy de esperar, anoten en un papel todos sus datos filiatorios y Gisela les va a hacer una foto de la cara y de cuerpo entero con mi teléfono, también de los datos de cada una.

Le di el teléfono a Gisela y mientras esperaba a que se arreglaran un poco Maylín anotaba en un papel lo que le dictaban, se apuraron para hacer esto y yo le di unos besos a Kande que aprovechó la oportunidad para decirme que la tenía un poco “abandonada” , “termino con esto y nos volvemos rápido a casa, te voy a demostrar que tan “abandonada” te tengo, negra preciosa” .  Tardó décimas en abrazarme y besarme.

No bien lo de las chicas estuvo listo, tomé mi teléfono y lo llamé al Director General de la empresa Colombiana y que fuera antes, Director de Recursos Humanos.  No tuve necesidad de presentarme, era uno de los que tenía mi teléfono agendado, me saludó con deferencia, le respondí en el mismo tono y me preguntó en que me podía ayudar…

--  Necesito agregar a la nómina de la empresa a dos personas de mi absoluta confianza, son conocedoras de todo lo que es la rama de Informática pero el problema es que están afincadas en Cartagena de Indias y no quisiera que se trasladaran de allí.

--Parece que a usted me lo mandara el Cielo, estamos por abrir unas oficinas en el puerto de Cartagena para lo que es el tráfico de mercaderías por las vías del Caribe y uno de los escollos era el tema de la información computarizada y su programación.

--  Bien, ¿tiene en vista a alguien para ocupar el puesto de Informático?

--No, las oficinas están montadas y se estaba seleccionando a aspirantes.

--  Perfecto, desistan de eso, las dos personas que le mandaré en aproximadamente una semana serán las encargadas absolutas de esa Área, decidirán los equipos que haya que adquirir y de otro eventual personal que necesiten.  No quiero a nadie por sobre su autoridad, queda claro esto, ¿no?, salvo usted y yo, por supuesto.  Le mando los datos para las identificaciones y tendrán sueldos y prerrogativas de Directores, hágame llegar la dirección de dónde se deben presentar.

--Quédese tranquilo señor Gonzalo , sus órdenes serán respetadas al pie de la letra.

Me despedí de él quedando a disposición para cualquier eventualidad y terminé la llamada.  Me giré para hablarles a las chicas y me las encontré a Kande , Cielo y Gisela muertas de risa y a Maylín y las dos amigas sentadas en un sofá, pálidas y con los ojos abiertos como el dos de oro. “Jajajaja, ninguna de estas tres te conoce bien, se empezaron a poner pálidas cuando hablaste de “Encargadas”, casi se desmayan cuando dijiste lo de “Directoras”” …  Me acerqué y me senté entre las tres y les dije dirigiéndome a las amigas de Maylín , “la parte mía ya está hecha, ahora queda todo en ustedes, las posibilidades las tienen, queda en ustedes mantenerlas y acrecentarlas, espero que den lo mejor y no hagan cagadas porque como empleador soy inflexible” .

Demás está decir que me atosigaron con los agradecimientos y salí de allí como a las disparadas diciéndole a Kande que era hora de volver a casa y que yo me iría despidiendo. Graciela y Cynthia nos preguntaron si podían ir a casa porque las chinas querían saber dónde vivía, “yo no entiendo nada” , -dijo Graciela -, “no sé si no le entendí pero me dijeron que sos su dueño” . “Son cosas de chinos, no les des bola, vamos para casa” , -le contestó Kande -.  Le dije a las chinas que las llevaríamos Kande y yo en el auto, subieron encantadas y allí le dije que no hablaran de más delante de Graciela y Cynthia , les avisé que mi mujer conocía hasta a “mí interior” pero nadie más, salvo las Familias y así debería seguir.

“El trato debe ser normal y sin tantas reverencias” , -acoté-, lo entendieron y pidieron las disculpas del caso.  Me lo vi venir “al insaciable” apenas dijo “Gonz…” , le contesté mentalmente, “ni se te ocurra, hay no va a haber culitos chinos para nadie” ,  la risa espontánea y el “está bien” me hicieron saber que no me había equivocado en lo que pensé, aunque debo reconocer que se me cruzó el culo de Akame por la cabeza, recordé como gozaba cuando la tenía ensartada y estuve tentado, enseguida lo descarté, esa noche sería todo para Kande .

Las dos chinas quedaron maravilladas con la casa, les pedí a los demás que les hicieran de cicerones y yo me fui con Cielo y Gisela a finiquitar el tema de los mensajes y ver que se podía hacer con la lista que me había dado el Intendente.  Al respecto de esta lista, Gisela ya había adelantado bastante el trabajo por medio de la tablet y estaba todo listo para enviar los archivos a dónde yo le dijera.  Estaban todos “hasta las manos” , gastos mayores por lejos a sus ingresos, amantes, cuernos, propiedades adquiridas con dinero no justificado, testaferros, automóviles de lujos de a dos o tres, curiosamente era la Concejal la que más “embarrada” estaba y la seguía la Directora.

También en esta oportunidad surgieron videos que implicaban “cuernos” de por medio y varias fotos de propiedades y autos, facturas de compras, etc.  Era evidente que cuando Gisela se ponía a “machacar” sobre alguien, no le perdonaba ni a la madre.  Lo llamé al Intendente para consultarlo porque yo abogaba por la posibilidad de mandarlo directamente a los medios de Prensa, primero dudó pero como había tenido un altercado el día anterior, se decidió por esta alternativa.  Yo guardaría todo para que él tuviera constancias pero la orden a Cielo y Gisela fue de proceder anónimamente con los medios de Prensa, lo hicieron con beneplácito y que después ellos se arreglaran.

Después de esto nos dedicamos al tema de los mensajes, primero se hicieron las transferencias bancarias “pelando” las cuentas de la empresa y de ellos en conjunto, el Banco se encargaría de avisarles, luego fueron anotando ideas sobre lo que “supuestamente” el marido fugado mandaría a decir a la mujer.  Lo más “bonito” fue que no la aguantaba más, ni a ella ni a su familia, así le siguieron otras frases que tenían que “sonar” como ciertas.  Al final fueron dos de “despedida” humillando incluso a su mujer y se incluía en el último de ellos lo que haría con el dinero que, según diría, se llevaba como “indemnización” por haberlos aguantado tanto tiempo.

Revisamos todo bien y mandamos los mensajes desde el teléfono particular del “desaparecido” a la mujer y al suegro.  Comprobado que hubiera salido todo bien destruí el chip y le saqué la batería, todo tendría que desaparecer y en el baño de casa me ocuparía yo sin que nadie supiera,  Para variar, las dos se excitaron al realizar el trabajo pero debieron conformarse con besos y caricias, lo aceptaron pero dijeron riendo que después la seguirían solas en su habitación con sus “amigos” .  Estas dos ya eran prácticamente una pareja.

Continuará…

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