El demonio de nombre extraño (54)

La familia de la novia de Tai, también tiene sus bemoles y aparecen los esperados rusos “amigos” de Blago, se imponen soluciones rápidas.

LA FAMILIA DE LA NOVIA - LOS RUSOS

La semana se pasó volando, según me hicieron saber, las obras del “Complejo Kande” seguían progresando y la casa de Tai y Maylín había quedado espectacular, habían decidido que la reunión la harían allí y aparte de los arreglos de jardinería en el parque, aprovecharon para instalar varias columnas de alumbrado con luces led, lo que hacía que se viera todo como a la luz del día.

La propiedad quedó cerrada con un muro perimetral bastante alto y Gisela junto con Cielo , hicieron comprar e instalaron un circuito de cámaras de seguridad con un programa que haría casi imposible un hackeo de las mismas. Maylín y su futuro hijo (no pudo aguantar para darnos la noticia) podrían estar tranquilos cuando Tai tuviera que viajar o estar en su trabajo.

La reunión tendría algo de las típicas ceremonias chinas para los casamientos pero en un 80% sería todo occidental y no habría religiosidad de por medio.  Ese domingo a las cuatro de la mañana, tal como se había conversado, Gustavo y Sergio , con Cintia y Azul de azafatas fueron hasta Cartagena de Indias a buscar a la familia de Maylín .  Era poco el tiempo que tardarían en abordar porque los estarían esperando y por lo que se estimaba, a las nueve de la noche ya estarían en la casa.  Yo iría a buscarlos al aeropuerto pero la cena preparada en la casa de la pareja sería sólo para la familia, decliné las invitaciones que nos surcaron para compartirla, el centro de atracción eran ellos dos.

A media mañana de ese domingo me quedé sólo con Andrey en la casa porque las mujeres alborotadas junto con Carlos se fueron todas a la casa de Maylín a ayudarla con los preparativos para la llegada de la familia, estaban todas muy sobre protectoras con ella y no la dejaban mover ni una silla, también hay que decirlo, la chinita, acostumbrada a ser la “nena de la casa” desde hacía tiempo se dejaba mimar por todas.  No tardó en llegar Tai diciendo, entre risas de Andrey y las mías, que lo habían echado de la casa ya que preparaban las habitaciones para los que llegarían en la noche y finiquitaban el tema de la cena.

Risas más, risas menos, tomábamos un aperitivo en la zona de la pileta y vibró mi celular, era un número desconocido pero atendí igual, resultó ser Blago , llamaba desde un celular alternativo que tenía y me hizo saber que quería hablar conmigo con urgencia.  De inmediato le pregunté si había tenido problemas con Lucía o con Karina y me contestó que no, que ojalá fuera eso, el problema que tenía seguramente tenía que ver con Shevchenko , el Director General de la empresa en Rusia y uno de los Jefes de la Mafia Rusa, el mismo que lo había contratado para espiarme, cosa que, en algún momento conté y que descubrí en la entrevista que había tenido con el posible custodio.

Blago , había blanqueado la situación y en todo este tiempo había demostrado una lealtad muy firme hacía mi y hacía los compañeros, se supo ganar su amistad y confianza y la mía, por supuesto.  Resultó que había ido con Lucía y Karina a comprar unos artículos para la decoración de una de las habitaciones y notó que era seguido por una camioneta negra.  Entraron en el mismo estacionamiento de la empresa a la que iban y pudo escabullirse para verlos cuando descendían de la misma, eran los dos custodios principales del Jefe ruso y no le cabían dudas de que lo estaban buscando.

Con una excusa “X” había regresado al Castillo y estaba atento a lo que pudiera acontecer, lo del teléfono cambiado era porque tenía dudas respecto a que lo pudiesen interferir.  Le dije que se quedara tranquilo, que ya íbamos para allí con Tai y Andrey .  Les expliqué a ambos el problema y no hicieron preguntas, buscaron el armamento necesario, incluso para mí y salimos para el Castillo, antes tuve la idea de pasarla a buscar a Gisela , ella tendría que hacer un reconocimiento facial a los pasajeros que pudieran haber llegado en los últimos dos días en Líneas Aéreas que provinieran directamente o hicieran escala en Rusia .

A Kande le llamó la atención el hecho de pasar a buscar a Gisela y le dije rápido lo que pasaba, se quiso venir con nosotros pero le pedí que no lo hiciera, la idea no era hacer nada, sólo queríamos individualizarlos para saber después como proceder.  Lo aceptó y ya dentro de la camioneta la excitación adrenalítica de Gisela la llevó a preguntar y a hacer su trabajo con la tablet hablando en voz alta, le pedí que trabajara en silencio porque tenía que pensar, aunque en realidad iba a “conversar mentalmente” . Tai se percató de esto y le hizo una seña a Gisela para que se callara.

--  ¿Hay algo que me puedas decir sobre esto?

--“Sí, lo hay, no son sólo dos, en realidad son cuatro, ahora mismo hay dos que están apostados dentro de un coche común a cien metros de la entrada del Castillo tratando de ver los movimientos de Blago , los otros dos que son los cabecilla están en el hotel donde se alojan, es en la habitación 612 del hotel Sheraton y se hacen pasar por empresarios croatas”.

--  Tengo que ver la manera de acercarme a ellos para mandar algún tipo de “mensaje”.

--“Nada de mensaje, esto ya pasa de castaño oscuro y vos no podés viajar a Rusia a solucionar este problema personalmente porque te trastocaría todos los planes inmediatos. Blago es uno de los que te protege y por ende, aunque no lo sepa, lo hace también conmigo, te voy a proponer algo”…

--  Está bien, soy todo oídos…

--“Que los muchachos se hagan cargo de los del coche, sin sutilezas acribillen el auto y a los moradores, cuando la Policía vea que son de la Mafia Rusa, llevaran las investigaciones hacia un “ajuste de cuentas mafioso”, sólo tomen la precaución por las posibles cámaras de la zona aunque creo que hay una o dos que cubre casas particulares de esa zona residencial.  Con los del hotel tendrás que ocuparte vos solo y hacerlos “polvo” o ver cómo te arreglás”.

--  ¿Querés que me vaya ya para el hotel?

--“Sí, dejalo a Tai acá, si vas solo y entrás a verlos no van a sospechar, no te anuncies, entrá y golpeá en la puerta con la cara de Shevchenko , que quedé registrado en las filmaciones y escuchame bien, esta noche recibís a los chinos y a las once u once y media de la noche vas a estar durmiendo para que me permitas salir, lo de la hora es por la diferencia horaria con Moscú , yo me voy a encargar de ese tipo y de tres Directores más de la empresa que están “sucios”, luego nombrás a los nuevos por mail”.

Las cartas estaban echadas, le pedí a Gisela que ubicara una foto actual de Shevchenko de la cara y de cuerpo entero y me las pasara al celular, tardó lo que un suspiro y ante la mirada interrogantes de Tai les dije que apenas habláramos con Blago les daría las directivas.  Ya en las puertas del Castillo bajamos y nos encerramos con los tres custodios en el despacho de Blago , allí les pedí que se fueran con Gisela para que bloquearan todas las cámaras de la zona, que la dejaran en la camioneta y que ellos se acercaran caminando al coche (les di la marca, color y patente) , tenían que acribillarlos sin que quedaran dudas que era un “ajuste con mensaje” y que luego volvieran al Castillo normalmente.

En un aparte Tai me preguntó si iba a ir con ellos y le dije que no, me tenía que ir al centro porque “Shevchenko” en persona tenía que ocuparse de los otros dos, las cámaras lo registrarían y él, chino y grandote como era, no podría aparecer ni pintado allí.  Abrió los ojos asombrado cuando se percató de quien sería “Shevchenko” y de quien tendría “apoyo” , “por favor, cuídese” , fue lo único que dijo…  Se fueron los cuatro con uno de los coches del Castillo y yo me fui con la camioneta.

Me daba vueltas en la cabeza lo que imaginaba que haría el YAOGUAI en Rusia y verdaderamente al igual que lo era la de Hong Kong , la rusa era una de las empresas más grandes y quizás por el tema del frio o por lo que sabía de Blago siempre había estirado las resoluciones en ese lugar.  Me auto puteaba a mí mismo por esto, tendría que haberlo pensado desde un principio. Blago no había dado señales de vida con el Jefe que lo contrató para espiarme y la respuesta era un dos más dos o lo habíamos hecho desaparecer nosotros y estaba trabajando como custodio para mí, si trabajaba para mí era “cantado” que yo sabría que el Director General de una de las empresas más grandes lo había mandado a espiarme.

Me hacía cualquier “película” con todo lo que pensaba pero, en definitiva, eran meras especulaciones, por otro lado estaba seguro que el YAOGUAI solucionaría las cosas a su particular manera y ni en pedo ni drogado le iba a preguntar, seguramente, como una forma de alabarse, me contaría con lujo de detalles lo que había hecho.  Al llegar no fui con la camioneta hasta el hotel, la dejé en un estacionamiento a dos cuadras y me trasladé caminando, antes del edificio del hotel había un parque inmenso y me senté solo y alejado de todo caminante, miré que no hubiera nadie cerca, observé bien la fotografía que me había pasado Gisela al teléfono, luego me levanté y ya no era yo quien iba caminando hacia ese hotel internacional.

Subí directamente hasta el sexto piso y una vez allí busqué la habitación, golpeé la puerta como para que se me escuchara y luego de mirar por la mirilla, uno de los custodios del Jefe me abrió presuroso, le di tiempo para que, hablando en ruso, se disculpara porque estaba en bóxer y para preguntar qué había pasado que me había llegado hasta allí.  Entré a la habitación, era una suite y las camas no estaban a la vista, sin decir nada y apenas cerró la puerta lo endurecí y lo dejé recostado en el sofá, revoleaba los ojos pero yo sabía que no se movería de ese lugar y me dirigí al otro cuarto.

Allí lo encontré al otro, estaba con una prostituta rubia, alta, muy bien plantada, según observé, el tipo apenas me vio se incorporó desnudo en la cama y gritó en ruso con tono de asustado, “¿qué hace aquí jefe?” .  La mujer salió de la cama y manoteó sus ropas, entonces, poniéndome entre el ruso y ella le dije, “fuera” , ya había cobrado así que salió disparada aunque antes me miró bien con cierto desdén.  El tipo se movió, pasó a mi lado para tomar el pantalón y tomándolo del brazo, lo endurecí igual que al otro.

Busqué la pistola que estaba en un cajón de la mesa de luz junto con el silenciador y dentro de la sobaquera, le puse el silenciador y me dirigí al del sofá, no dudé en absoluto, un tiro fue en el pecho y otros dos en la cara, regresé a donde estaba el de la cama y allí quedó, acostado y con dos disparos en la cabeza.  No había tocado nada, salvo la pistola y con una remera que había sobre una silla, limpié concienzudamente toda posible huella, lo mismo hice con el cajón de la mesita y con el silenciador.  La pistola la dejé sobre la alfombra y con la misma remera abrí la puerta, también la dejé tirada en el suelo y salí cerrando la puerta con la uña del pulgar.

Bajé un piso por la escalera y tomé el ascensor en el quinto, estaba seguro que “Shevchenko” había quedado registrado en las cámaras del hotel pero, ni problemas que me hice, al llegar a la Planta Baja salí del ascensor y crucé todo el hall con paso seguro, me sentía acelerado pero mantuve la calma, una cuadra antes de llegar al estacionamiento entré en una confitería y pasé al baño, lavé mis manos, removí un poco mis cabellos y salí en mangas de camisa con el saco en la mano, ya era nuevamente Gonzalo y fui a retirar la camioneta.

Con toda tranquilidad regresé por la autopista dirigiéndome al Castillo, no habían pasado dos horas.  Cuando llegué fue Tai quien me dio las novedades, todo había salido bien, es más Andrey había utilizado la munición nueva de la pistola rusa y esas no se conseguían en el país, menudo problemas tendrían los que se encargaran de resolver el caso, el que seguramente pasaría a “No Resueltos” .  Le dije a Blago que ya había solucionado el problema aquí y allá y que nadie nos volvería a molestar, no lo dejé agradecerme y volvimos a nuestra casa, apenas si las saludé a Lucía y a Karina , me disculpé diciendo que andaba contra reloj.

Lo dejé a Tai en su casa y como ya todos habían ido para nuestra casa, nos volvimos rápido. Maylín nos dijo apurada que el avión llegaba como a las nueve y media, venía bárbaro, teníamos un poco más de dos horas para bañarnos y cambiarnos. Gisela estaba contenta porque los muchachos la habían felicitado por el buen trabajo y como ya tenía experiencia en el tema no preguntó nada más, la que se salía de la vaina por preguntarme fue Kande y luego del abrazo y el beso me “ametralló” , le di un pantallazo de todo y le hice saber que en la mañana le diría más y que a las once u once y cuarto me iba a ir a dormir porque así me lo “habían pedido” y nadie podía molestarme.  Sólo asintió, sabía quién era el que me lo “había pedido” y que yo debía hacer caso a esto sin ningún tipo de negativas.

Al Aeropuerto fuimos Kande y yo, junto con Andrey , Cielo y Gisela , Tai y Maylín fueron directamente desde la casa e iban con la premisa de decirles en chino a todos sus parientes que se dirigieran a mí como Gonzalo , nadie salvo Kande conocía lo de “El Portador” y mucho menos lo del YAOGUAI y así debería seguir.  Luego de que hicieron Migraciones el hall del Aeropuerto se convirtió en un carnaval de risas, felicitaciones, reverencias y alegrías desbordantes, aunque todos y cada uno de ellos, lo primero que hicieron fue hacerme a mí las consabidas reverencias, las cuales respondí escuetamente, la nota la dieron los dos mellizos que corrieron hacia mí para abrazarme y recién después saludarme.

Yo había alquilado una Van y cuatro remises con conductores para que hicieran el traslado de los chinos-colombianos y el equipaje. Maylín estaba eufórica y se abrazaba con las dos amigas y compañeras de estudios, ni que contar lo que fue con los padres y hermanos y a los abuelos poco menos que los estrujó y llevando de la mano a Kande y a las Informáticas las presentó con todos.  Los dejé y fui a saludar y agradecer a Gustavo , a Sergio y a las azafatas quienes me besaron y no perdieron la oportunidad para abrazarme y refregarme las tetas en el pecho.

“Después de Maylín y Tai nos toca a nosotros para cumplir lo prometido” , esto me lo dijo el yerno occidental que se acercó a mí con una de las hermanas de Maylín , yo los despedí a los miembros de la tripulación y le contesté con risas, “eso espero porque tengo ganas de regresar a Cartagena , los abuelos y los padres de Maylín festejaban lo que decíamos y no cabían en sí de la alegría. Mao , el hermano me dio las gracias y me comentó que estaba maravillado con el avión y con la azafata más chiquita, “yo ni las miro, la negra no me deja” , le contesté riendo.

Luego cargaron la Van con todo el equipaje y se acomodaron en los distintos autos, al llegar a la casa, enterados de la cena que habría, los padres de Maylín insistieron para que nos quedáramos, me disculpé porque tenía trabajo que hacer vinculado a las empresas que operaban al otro lado del Mundo y el cambio de horarios me hacía tener que comunicarme a esa hora con ellos.  Fue lo primero que se me ocurrió y le dije a Kande y a las chicas que se quedaran, que dentro de un rato los mandaba a Carlos y a Virginia .  Me fui luego de saludar en forma general y también le dije a Andrey que me iba solo.

Apenas si llegué a casa, me pesaban los párpados y le dije a Carlos que tomara la camioneta y se fuera con Virginia , que los esperaban, yo no tenía ganas de cenar, se fueron y eran casi las once cuando me “desmayé” no bien apoyé la cabeza en la almohada.  No la escuché a Kande cuando regresó y menos que menos a todos los demás, ella me diría a la mañana que se preocupó un poco cuando me miró en la cama, dado que parecía como muerto, estuvo a punto de zamarrearme para que intentara despertar porque nunca me había visto así pero se quedó tranquila cuando acercándose bien a mí notó que respiraba profundamente y con normalidad.

Yo desperté descansado como nunca y con un hambre que me comía las paredes, la negra pegó un salto cuando salí de la cama y me metí en el baño para darme una ducha, no tardó en entrar detrás de mí y, cuando la tenía aferrada con las dos manos a las canillas de la ducha, gimiendo y moviendo las nalgas al recibir pijazo tras pijazos que le taladraban ese culo maravilloso, fue cuando me contó entrecortadamente su impresión al verme durmiendo, en realidad se lo entendí mejor “escuchándola” pensar porque sus palabras no eran muy coordinadas, menos aún cuando dejó de intentar decir y gritó como enloquecida al sentir el chorro caliente que dejé en sus tripas.

El “mañanero” no tuvo desperdicio y quedamos ambos más que satisfechos.  Al bajar a desayunar nos dimos cuenta que era muy temprano y ni siquiera Carlos estaba en la cocina, no fue óbice, Kande me hizo un desayuno estupendo y se la notaba feliz por eso, mientras eso hacía me contaba lo bien que se sintieron por la felicidad de Maylín y Tai y lo bien que se llevaba toda la familia, además a ella no dejaban de atenderla, “ahora entiendo cuando decís que los integrantes de las familias te atosigan y no querés reverencias, parece como si te adoraran y lo trasladaban conmigo porque soy tu mujer” .

Me contó también que la casa les había encantado y Tai era tratado como un nieto, hijo o hermano según con quien trataba de ellos y las amigas de la chinita habían congeniado de maravillas con Cielo y Gisela , resulta que ambas estudiaban para ser Analistas de Sistemas, ya venían de amigas desde el Secundario y habían iniciado juntas la carrera que Maylín abandonó en el primer año, ellas ahora estaban en tercer año de la carrera y Cielo que hasta tiene un Máster en eso se tuvo que “comer” todas las preguntas, “te van a pedir autorización a vos para mostrarles los equipos pero por lo pronto se vinieron a dormir acá, ellas lo quisieron así y entendí que la familia china iba a desear estar todos ellos juntos, les di la habitación que usaban Maylín y Tai .

Le contesté que yo no tenía inconvenientes, Cielo y Gisela sabían cómo proceder y que ventilar o no.  Otra inquietud que tenía Kande era el tema de las salidas turísticas porque no deberían estar encerradas en la casa esos aproximadamente diez días de permanencia, algo querrían conocer de la ciudad y de la capital.  A mí también se me había cruzado por la cabeza y le dije que arreglara con Cielo y Gisela , ellas conocían como moverse bien en la capital y acompañarían al contingente, se podría alquilar un mini-micro de alguna empresa de turismo por el día completo para que los llevaran adónde quisieran.

De hecho fue lo primero que les dije cuando bajaron a desayunar y luego de los saludos y las felicitaciones por la casa que nos dieron las colombianas que conquistaban con lo dulce de su hablar y su educación, no tanto por los físicos aunque, tenían también lo suyo en que destacaban sus nalgas paradas.  El tema era que nuestras chicas se encargaran del alquiler de la movilidad, que trazaran los itinerarios con almuerzo y merienda incluidos gastando todo desde sus respectivas tarjetas de crédito, incluidos los regalos que compraban para llevar.

Para la tarde tenían todo finiquitado y al día siguiente desde la nueve de la mañana los vendrían a buscar a todos con un mini-micro de veinte asientos, “Cielo, en los lugares dónde paren para comer, el conductor del transporte también está incluido” le dije y asintió, “sabiendo como pensás, ya lo tenía determinado” , -me contestó-.  Luego de desayunar, me pidieron autorización y se fueron las cuatro al sótano.  A esa altura ya habían bajado todos a desayunar y Kande me llevó al living para que le contara sobre lo que había pasado con los rusos.

Le conté con lujo de detalles y se asombró con el tema de la “transformación” pero salió con una broma que no derivó en un enojo de los feos porque alcancé a “escucharla” en su intención de hacerme una broma… “Cielo, si eso es cierto puedo hacer que en algún momento sea Brad Pitt quien me esté rompiendo el culito, ¿no?” …  Le tiré un almohadón por la cabeza cuando le decía, “te salvás porque te escuché pensar en que me ibas a hacer una broma, no me jodas con esas cosas, sabés que no me gustan” , como respuesta se arrojó encima de mí y comenzó a comerme a besos diciendo que era a Gonzalo a quien ella deseaba tener siempre.

El carraspeo de Carlos evitó una cogida casi pública. “Disculpe Gonzalo , está Maylín y toda la parentela, vinieron a visitar la casa” …  Me reí y le dije a Kande : “No sé si le vas a agradecer a Carlos o te vas a enojar con él porque te salvo de la “ensartada” .  La negra lo abrazó a Carlos y le dijo que no importaba, que ya se iba a vengar, “¡Ufff Kande, qué sofoco, ya ni me acuerdo de las “ensartadas”!” , -contestó- y salimos para la puerta los tres riendo.

La que se adelantó a todos para pedirme disculpas por haber venido sin avisar fue la abuela de Maylín , “no hay problemas, -contesté- pero les aclaro, una sola reverencia más y los echo de mi casa” , -se los dije haciendo notar que era una broma y le ofrecí un brazo a ella y el otro a la mamá de la chinita, Kande hizo lo mismo con el abuelo y el papá, así  como entramos, ya adentro les dije que se movieran como si estuvieran en su casa y que Maylín y Tai les hicieran de “cicerones” .  Cada uno de ellos se asombró por lo que veía y aunque disimulé se me pararon todos los pelos de la nuca cuando “escuché” : “Como me calienta este hombre, le dejaría que hiciera conmigo lo que quiera” .

Resultó ser la hermana de Maylín que estaba casada con el chino, no me quise perder la oportunidad de mirarla fijamente, de inmediato bajó los ojos poniéndose roja como un tomate y aproveché para mirarla de arriba abajo, de cara era una belleza pero aunque usaba ropas más holgadas, se me hizo que físicamente estaba mejor que la mujer de Tai , más madura y de curvas pronunciadas. “Me gusta, me encanta esa china, fijate como podés hacer” .  Me sorprendió el casi grito mental, esperaba que se comunicara conmigo pero para contarme la excursión a Rusia , no para que me pidiera un “polvo” a la desesperada.  No le contesté pero me puse a observar a la china “calentona” .

El marido era el típico pelotudo machista que, a no dudar, en el caso de los orientales se acentúa, noté que no la trataba mal con gestos o desplantes o levantando la voz, boludo no era, de hacerlo así se echaría a toda la familia en contra y dependía de ellos, menos que menos haría algo así en mi casa pero, la maltrataba ignorándola olímpicamente, no le contestaba cuando le hablaba y se apartaba cuando ella se acercaba.

“Escucharlos” mentalmente era como entrar en una maraña de insultos desde uno y otro lado, hasta que saltó la liebre, hacía unos tres meses que el chino la engañaba con una prostituta occidental y ella lo había descubierto, por ello, como una forma de “sacarse el sayo” de encima, el señor se hacía el ofendido. “La ocasión hace al ladrón” dice el dicho y yo estaba cerca para intentar el “manotazo” , además era quien era y la excitación que se agarró cuando había visto al oso no se la olvidaba.

Quedó rezagada cuando Maylín se llevó al grupo para el lado de los pisos superiores y me acerqué a hablar con ella…

--  ¿Akame era tu nombre, no?, me gustaría tener unas palabras contigo y algo más si se diera la oportunidad.

--Me honra con la elección “Portador” y a mí también me encantaría “hablar” o “algo más” si se diera la oportunidad, -me contestó con una mirada cargada de coquetería e intención-.

--  Dejemos de lado el tema del “Portador” y busquemos el modo o la manera, para mí es sencillo, el tema sos vos.

--Mañana a la mañana se van todos de excursión y la casa quedaría sola, no soy de hacer esto pero me puedo llegar a “indisponer” y bregar para que por mi culpa nadie se pierda el paseo, si me das el número de teléfono te llamo para confirmar, sino vemos otra manera.

No hay punto de discusión, cuando ellas “quieren” saben cómo buscar la manera.  Le di mi número de celular y subió las escaleras para encontrarse con todos los demás, estoy seguro que no me pareció a mí, su culito se movía con una gracia distinta al caminar.  Me sentía incentivado, me daría un gusto con la hermana de Maylín , jodería a un chinito prepotente, lástima no poder decírselo delante de todos y le daría un gusto al YAOGUAI .

--“No me podés negar que Akame es hermosa, ¿no?...  Antes que me contestes te cuento lo que pasó esta madrugada, el Jefe ruso y Director General de la empresa, acostado como estaba quedó convertido en polvo, se van a enloquecer cuando analicen las cenizas y sepan que le pertenecen y que las sábanas no están ni chamuscadas, de los otros tres Directores involucrados en maniobras ilícitas, uno se suicidó dejando pruebas de sus delitos, el otro de un ataque cerebral y el último de un ataque al corazón”.

--  Es decir que tengo que estudiar el dossier de los nuevos Directores a nombrar y decirle a Miguel que se ponga en contacto con los Abogados rusos para hacer los cambios, ¿no?

--“Sí y yo, además de asumir las culpas por la inoperancia del “Portador” anterior, noto que quedan sólo un par de empresas por ver y hay que evitar nuevas “desapariciones forzadas”, estos, al igual que otros, dejaron pruebas de sus delitos y muchos “enemigos” podrían ser los causantes de sus muertes aunque, siempre hay un denominador común “la empresa” y que el Presidente de la misma, en la mayoría de los casos, ha estado cerca cuando se produjeron esas “limpiezas”.  No alcanza para acusarlo de nada pero, es preferible que se proceda de otro modo, nunca falta un Investigador “avispado” que meta las narices y no creo conveniente eso de andar eliminando al que moleste con dudas o sospechas” .

--  Creo que la idea es acertada pero, como dice Kande:“A los problemas hay que buscarle soluciones cuando se presentan, antes es andar un poco a ciegas” , aunque estoy de acuerdo con tu razonamiento.**

--“Los nuevos Directores que decidas nombrar deben saber que no se permitirán dobleces y corrupción” .

--  ¿Perdónnnn, me estás tratando de decir que esto no se hizo saber nunca o que no cumplo con lo encomendado?

--“¡Nooooo, para nada!, lo dije sin pensar, son milenios de decirle a los demás lo que tienen que hacer, a vos nunca tuve necesidad de explicarte mucho y me siento más que cómodo contigo.  Se me cruzó por la cabeza que ahora mismo debe haber una especie de guerra de facciones en la Mafia Rusa para hacerse del Poder y hay que evitar que vuelvan a meterse en y con la Empresa” .

--Eso es cierto, voy a pedir un mayor control desde el Estudio y desde personal de sus Fuerzas de Seguridad a los que se “compre” o se los “ayude” económicamente para que investiguen los movimientos de los Directores y algunos subalternos .

Dejamos la “conversación mental” porque ya todos regresaban al living y el que recibía felicitaciones de la abuela y la madre de Maylín, por la habitación que le había preparado cuando llegó, era Carlos quien se encontraba en su “salsa” hablando de decoraciones. Virginia junto con Kande me hablaron del almuerzo y como para mí ya era suficiente de tours familiar por dentro de mi casa, les pedí que llamaran a un muy coqueto restaurant que había en la ciudad y reservaran un lugar para veinte personas, no hubo problemas y usando las tres camionetas, mi auto y la camioneta que Tai se había traído del Castillo nos fuimos para el lugar.

No era Cartagena pero les encantó la ciudad, su plaza, el movimiento y el trato de la gente y luego, de manera bulliciosa, se acomodaron en el enorme salón del restaurant preparándose para el almuerzo.  No lo esperaba pero en el lugar también se encontraba el Intendente junto al Secretario de Gobierno y sus respectivas esposas, me acerqué con Kande a saludarlos y la presenté como mi mujer, “vemos que han cambiado muchas cosas desde que los visitamos” , -dijo la mujer del Secretario-, a la vez pensaba, “la morocha es hermosa, se sacó la lotería y él sigue estando para hacerle los favores que quiera” .

La miré como desnudándola y le contesté: “Es verdad, ese viaje al Caribe, además de hermoso sirvió para pillarme o pillarnos los dedos y estamos bien por eso” …  La mujer acusó la mirada y se movió un tanto inquieta en la silla…

--Esa tarde tendría que haberle pedido que me llevara, no digo para casarme pero si para disfrutar de esas playas, -dijo un tanto apurada-.

--Ni te imaginás lo que fue, las playas de arenas blancas, el sol, los alojamientos, las islas con un mar transparente que recorrimos, las chicas volvieron todas de mi color , jajaja, -dijo Kande que la sondeó enseguida y la “pinchó” -.

--Ni me lo cuentes, me dan un poco de envidia y vemos que ahora están de relaciones públicas con los chinos.

--Invitamos unos días a toda una familia que viven en Cartagena, los conocimos allí, tienen una empresa náutica y nos prestaron un yate-aliscafo con que recorrimos el Mar Caribe por cinco días yendo de isla en isla y de playa en playa, no se puede contar lo bien que lo pasamos.

“Yo lo pasaría genial con tu marido si se anima pero no sé como pasarle el número de teléfono” , -pensó mirándola a Kande como si prestara atención a lo que contaba-.  El estúpido del marido seguía sin gustarme y pensé en una maldad, cornudo ya era pero le agregaría un cuerno más a su casco de vikingo y cuando Kande se puso a contarles que también habíamos estado por Europa recorriendo varios países, ella torció la vista para mirarme y le hice señas para que me anotara el número de celular, después nos despedimos diciendo que en un mes y medio contaríamos con ellos en la fiesta de casamiento.

Comimos muy bien y las mujeres se organizaron para salir a hacer compras alegando que querían estar bien en la reunión del casamiento de los chicos y la que hizo punta para esto fue Maylín que estaba alteradísima con los preparativos y yo les dije a todos que conmigo no contaran en toda la tarde, sólo Andrey quedaría en la casa conmigo, todos los demás se irían a la casa de Tai y lo único para destacar antes de irnos fue la pasada de la gente del Municipio para despedirse y el papelito con el número que me dejó la mujer del Secretario.  Creo que Kande se dio cuenta pero nunca hizo alusión al respecto.

Al final dormí casi hasta la hora de la cena, antes hablé con Miguel para pasarle las novedades que tendría que aplicar en Rusia pero que le daría más información cuando decidiera quienes cubrirían esos cargos vacantes, después sí, como siempre, mi cama se convirtió nuevamente en una fiel amiga y me cobijó por un largo rato.  Sabiendo que Gisela y Cielo tenían al día todos los datos, al regresar de la tarde-noche de compras les pedí que me armaran una carpeta con los nombres y datos de los Ejecutivos rusos, yo los estudiaría a posteriori.

En la mañana, después de las nueve, en la casa sólo quedarían Andrey y Carlos , les avisé que yo tendría que salir y no regresaría hasta la tarde, que si querían aprovechar para recorrer turísticamente la ciudad, se prendieran en el tours y no lo dudaron, a las nueve y media el silencio dentro de la casa era sepulcral y vibró mi celular, era Akame para decirme que estaba sola en la casa, corté la comunicación y me fui a pasar un rato con la chinita, estaba convencido que le sacaría todas las “calenturas” .

Dejé el auto en la cochera que quedaba en los fondos de la casa y cuando entré en la misma, la china superó todas mis expectativas, me recibió con el cabello suelto que le daba otro marco a su cara, sandalias de taco alto, sólo una tanga de color amarillo-limón y un baby-dolls transparente que apenas si tapaba sus nalgas.  Era indudable que su físico era un poco más relleno que el de Maylín pero eso la hacía más que apetecible, lo mejor fue que sólo me dio segundos para admirarla porque se arrojó a mis brazos para comerme la boca de un modo netamente occidental.

Fue ella quien “abrazó” mis labios con los suyos y “jugó” con su lengua en el interior de mi boca, “abrazame” alcanzó a decir y no bien lo hice apretó sus tetas medianas a mi torso haciéndome sentir su dureza.  Era china de sangre pero los gemidos, entrega y también exigencias trasuntaban toda la pasión del Caribe colombiano, la levanté con mis manos en sus nalgas apetecibles y ella cruzó las piernas en mi cintura y me mostró la habitación que le habían otorgado.  Fue un ramalazo pero en ese tramo, riendo para mí, pensé que, si ella era siempre así, el marido no buscó a una prostituta para tener lo que no tenía en casa, lo debió hacer para descansar de la fogosidad de su mujer.

“Que me tiré sobre la cama” , -pensó- y no dudé en satisfacer su deseo, medio metro antes del borde de la cama la arrojé sobre ella, el gemido de satisfacción y el gritito fue notorio y desde allí no se repantigó sobre las sábanas, al contrario, adoptó enseguida una pose sensual cargada de deseo, “cógeme, destrúyeme, hazme sentir, perfórame hasta las orejas” , -pedía mentalmente- y mirándola, la hice esperar sólo los segundos en que tardé para sacarme la ropa, finalmente el ariete quedó durísimo y erguido en toda su extensión ante su cara de asombro.

No tardó en hacerse dueña y lo lamió y ensalivó para introducirse el glande y gran parte del tronco en la boca, parecía estar adorándolo y no hice caso a algunas rozaduras dentales porque se notaba su predisposición y las ganas de introducirlo hasta donde el falo lo permitiera.  Algunas arcadas se sucedían y la saliva abundaba mientras ella se auto animaba pensando, “así, así, Akame , te la tenés que comer toda, vos podés, es deliciosa, nunca tendrás otra oportunidad” .  La mamada más los movimientos de su cuerpo y la mirada de sensualidad y entrega cuando pugnaba por cogerse la boca, me habían calentado por demás.

Estaba durísimo y la dejé que siguiera por varios minutos en que ella no cejó en el intento y quedaban unos cuatro o cinco centímetros afuera que no alcanzaba a tragar cuando la endurecí y forcé la garganta con un empellón, por segundos su nariz quedó achatada contra mi pubis y la mirada de sus ojos llenos de lágrimas fue hasta cómica.  La china se había puesto bizca y me miraba con cara de desesperación pero cuando la dejé salir, tomó aire y lo intentó nuevamente, fueron dos o tres veces más y ya los gestos eran de triunfo, la llevaba hasta traspasar su garganta y a la vez absorbía como para secarme y le di el gusto.

El primer borbotón la hizo toser pero quedó prendida como lapa tragando todo lo que le di, los gemidos, la contracción de todo su cuerpo sumado al brazo y a mano que había llevado a su entrepierna, me dieron a entender que su orgasmo había acompañado al mío.  Quedó como un trapito y la coloqué en cuatro sin que se resistiera, allí fue mi boca quien se hizo cargo de su conchita y del asterisco cerrado que afloraba en medio de sus nalgas.  Se había recuperado enseguida y pareció enloquecerse con mis lamidas y el juego de mi lengua, gemía contra la almohada, daba unos grititos que elevaban su tono sin pudores y pedía, literalmente, a gritos “mentales” que la rompiera toda por dónde fuera.

Los tiempos los manejaba yo y lo primero era “empolvarla” , llenarla de “polvos” por el trabajo de mi lengua y lo logré y vaya que lo logré, el clítoris y su absorción fue el detonante, comenzó con uno y siguió con una seguidilla de espasmos, gritos y contorsiones que me obligaron a inmovilizar sus piernas, eso sirvió para que no me arrojara del lugar, aunque me resultó gracioso que eran sus nalgas y todo su cuerpo el que seguía moviéndose como electrizado.  Me pedía por favor que parara cuando apunté mi glande a su vagina empapada.

A pesar de la lubricación no fue tan sencillo, era más que estrecha y, decididamente, no acostumbrada al tamaño que tomaba posesión, no pude entrarla toda porque su interior frenó mi avance sin que me importaran sus gritos de dolor, por un lado gritaba a viva voz, por el otro pensaba, “más, dame más, ¡qué verga mi madre, qué verga!” y aún me sorprendió más cuando el retroceso violento que le dio a sus nalgas hizo que se perdiera todo en su interior y se juntaran nuestras pieles, jajaja y yo pretendía quedarme quieto para que se acostumbrara.

Digo pretendía, porque no pude hacerlo, fue ella quien le imprimió un movimiento frenético a sus caderas, haciendo que al acoplarme a su ritmo aquello se convirtiera en una cogida magistral, cada golpe de ingreso profundo era contestado con un gemido placentero enlazado a un quejido de dolor pero no aflojaba.  El orgasmo la hizo flaquear y se derrumbó de bruces contra la cama, se la había hecho sentir aunque no me conformaría con eso.  Mis manos en su cintura volvieron a elevar sus grupas y cambié el glande de agujerito, ella envolvió la cabeza en la almohada cruzando sus manos en la nuca y, sabiendo lo que venía, esperó…

Aguantó el pijazo sin moverse de su lugar pero gritó desde el principio hasta que sus nalgas sirvieron de tope, allí, instalado muy adentro de ella, esperé unos tres segundos por reloj, más no pude porque la china comenzó a moverse y a acelerarse en un ritmo infernal que incluso movía mi cuerpo más pesado.  Me encantó esa respuesta y desde allí en más ya no pudo seguirme el compás de mis movimientos, le dejé el culo echando humo y sólo cuando se lo inundé de leche dejó de gritar. “Salí, salí, dejame tocar el hueco” me pidió moviéndose y le di el gusto, las lágrimas caían por su cara de felicidad cuando se tocó el agujero que no podía cerrar porque tenía los músculos anales endurecidos.

“Alcanzame el celular” me pidió y se lo alcancé riendo, allá ella con sus fantasías, lo concreto fue que se sacó un montón de fotos y luego me pidió por favor que le sacara unas cuantas cuando el hilo de semen asomaba por el hueco que intentaba cerrar tratando de fruncirlo. “Gracias Gonzalo y no te enojes por esto, no sólo voy a recordar este momento pasado, estas fotos no me dejarán olvidar la cogida de mi vida” .  Terminamos riendo los dos y me abrazó con una mezcla de agradecimiento y de ternura, le dije de bañarnos y que luego el “Portador” quería hablar con ella.

Lo hicimos rápido y luego, ya cambiados, tomamos una copa y ante mi requerimiento, me contó lo que pasaba con el marido.  No era sólo la prostituta, se había convertido en jugador, no rendía en el trabajo, había discutido con el padre de ella, envidiaba y despotricaba contra la familia y aunque no podía probarlo, estaba segura que alquilaba embarcaciones y se quedaba con el dinero sin rendirlo a la empresa.

--  A ojos del YAOGUAI, lo que me estás diciendo es muy grave, él no puede permitir una cosa de esas, ¿todavía querés a este hombre?

--Desgraciadamente me equivoqué mucho con él porque o cambió mucho o fue siempre así y si lo quisiera esto de hoy nunca hubiera sucedido.

--  Voy a ser claro con vos y luego lo hablo con tu padre, este hombre no puede seguir en la familia, ya es el YAOGUAI el que no lo permite, me lo acaba de decir y con él no se juega.

--Por favor Gonzalo , cualquier cosa que pasara ahora le arruinaría el casamiento a mi hermana, mi familia no lo quiere porque ya se dieron cuenta de cómo es pero mi padre trata de no meterse para no estropear la fiesta.

--  De hablarlo con tu padre me ocupo yo y ya veremos qué pasa.  Ahora me voy y ni una palabra de lo que hablamos, no es tan sólo con Gonzalo con quien hablaste y estos son los problemas que el YAOGUAI está obligado a resolver, le guste o no a quien sea.  Mejor me voy porque me tiemblan las piernas, hoy una china-colombiana me dejó de cama.

--No seas malo, yo soy la que está destruida, feliz, muy feliz pero destrozada, cuando vuelvan me van a encontrar en la cama, si ya no te podía olvidar la completé con la felicidad de sentirme más mujer que nunca.

Verdaderamente, luego de saludarla con un beso, me fui de la casa deseando que se quedara unos días más con nosotros pero no podía pedírselo…  El hambre se hacía notar y como en casa no había quedado nadie para cocinarme y, desde luego que yo no lo haría, me fui a comer a un restaurant que hacía poco que estaba abierto, quedaba en mi barrio anterior y mientras iba en el coche lo llamé al Intendente de la zona.  Había olvidado del compromiso que asumí con él respecto a asesorarlo en lo que creyera conveniente y me vino a la mente en ese momento, seguramente por la charla que mantuve el día anterior con el otro Funcionario mientras almorzábamos.

Lo invité a almorzar y aceptó encantado, llegué primero al restaurant y me senté en una de las mesas de un privado que tenían, esto se lo pedí al maître, haciéndole saber que esperaba al Intendente. No habían pasado diez minutos cuando llegó todo apurado y me agradó darme cuenta que estaba solo, le hice notar la falta de custodios y me dijo que estaba empleando una política de austeridad en el Municipio y él era quien debía dar el ejemplo.  Lo felicité por esto y me contestó que en gran parte había sido por mi incentivación y porque le había hecho ver que el Municipio no dejaba de ser una empresa en la que se le debían reunir cuentas a sus accionistas.

“La gente no deja de ser jodida e ingrata por más que uno haga o trate de hacer las cosas bien pero, al fin y al cabo terminan por ser más los que aplauden las buenas medidas que los que las critican” , -me dijo, totalmente convencido de esto-…  Me contó de las mejoras y de la reducción de gastos, esto le había ocasionado más de un dolor de cabeza porque había reducido Secretarías, gastos de representación, viáticos de combustibles y algunas cosas más que me explicó y que me parecieron correctas y bien aplicadas.

Almorzamos más que bien y luego de los cafés me dio una lista de nombres, eran cuatro hombres y dos mujeres, tres Directores de distintas áreas y tres Concejales que le ponían constantemente palos en la rueda, con los dos Directores y una Directora podía disponer él pero no así con los Concejales porque estos habían sido elegidos por sufragios, salvo que… pudiera demostrar determinada corrupción que les costara el puesto y sin el respaldo de éstos, los Directores se irían sin más.

Ya tenía preparado un mail determinado para que le pasara los datos exclusivamente a él y quedé en que, apenas volviera a mi casa, pondría a la gente a trabajar con esto.  Luego me felicitó por la construcción del Complejo y me dijo: “Es una obra imponente y viéndolo desde afuera se adivina que va a ser un orgullo para la ciudad” …  Las ganas de conocer la obra se denunciaban en la mirada, amén de pensar en esa posibilidad, pensamientos que yo había “cazado al vuelo” , por eso le dije que yo tenía que pasar por la obra para hablar con los Encargados y si tenía un tiempo me podría acompañar, “ya, ya nos estamos yendo” , -me dijo sin disimular las ganas-.

Estacionamos los dos coches entrando por detrás de la obra y Roberto junto con Danny nos salieron al encuentro, hice las presentaciones respectivas y al entrar hasta yo me sorprendí, ya estaban en funcionamiento los ascensores y junto con un asombradísimo Intendente nos trasladamos al último piso, había allí una cómoda terraza y varios ventanales hasta el piso con balcones de rejas altas, el vidrio era acerado y muy difícil de romper pero las puertas eran corredizas y empotradas dentro de las paredes, los lugares para más intimidad, las barras y la pista de baile, tal al gusto de las chicas, con luces empotradas en el piso y en las columnas que dibujaban figuras geométricas.

Roberto explicaba lo de los baños cómodos y nos fue mostrando todo mientras descendíamos por las escaleras y mirábamos el primer piso, en todos los ambientes la cabina del D.J. dominaba toda la pista y el sonido para el exterior sería ínfimo, según me lo había explicado el Arquitecto.  En un aparte Roberto me dijo que las chicas habían ido a almorzar con una china amiga que les quería agradecer el favor de Inglaterra, además, mientras Danny se quedó con el Intendente, me mostró el túnel terminado que partía desde la oficina y cuya puerta estaba disimulada por una gran chimenea de leños, la que, por si fuera poco, podía funcionar como tal.

En todo lo que era la entrada había tres estilos distintos de arquitectura, me gustaron y seguramente con luces, pintura y carteles de neón quedaría espectacular.  Mi duda pasaba por el tema de separar el lugar en tres niveles, se me dio por pensar que el lugar VIP sería toda la planta baja y los otros lugares para todos los demás, eso tendría que hablarlo con Graciela y pensando en ella arribaron las dos con una visitante a la que le faltó poco para tirarse al piso con la reverencia y el agradecimiento, se contuvo a duras penas por la presencia del Intendente pero las dos chicas no se cortaron al saludarme.

“Ojala a mí me rindieran esas reverencias” , -me dijo asombrado por la actitud de May -… “Es que cuando estuvimos en Inglaterra le hicimos llegar a una prima un recuerdo de familia muy valioso que no podía mandar por encomienda y viven agradeciéndolo” .  Luego éste se despidió y deslizó un “espero me inviten a la inauguración” , le contestó Roberto , “es número puesto” y se fue más que contento.

May me pidió disculpas por haberse presentado sin avisar y le dije que en ese momento ella era amiga de las chicas, que yo no tenía nada que decir al respecto, luego me contó que se había comunicado con la prima merced al número de teléfono que le había traído Graciela y ellos estaban más que contentos de la “visita” al restaurant, le pedí que si volvía a llamar le hiciera llegar mis saludos y vuelta a las reverencias.

Graciela se acercó y tomándome del brazo me dijo al oído: “Gonza la china te mira como si hubiera visto a Dios, parece adorarte, casi se muere cuando, al ver tu coche, le dije que estarías, con los chinos y vos es una sorpresa detrás de la otra” .  No le contesté pero le dije a la china que en la casa de mi custodio estaba parando la familia de Cartagena y pensó enseguida que le gustaría conocerlos, la miré y lo llamé a Tai para que me pasara con el padre de Maylín , “hola Jefe, estoy con la jefa de familia de donde recibí ese regalo tan “especial” que llevo conmigo siempre y me dice que les gustaría conocerlos, ¿hay algún inconveniente para que pase mañana por allí?” .

Lógicamente, no puso la menor traba y cuando la miré a May tenía los ojos casi redondos y la boca abierta porque yo había actuado según lo que ella pensaba, ahora las reverencias fueron poniendo el cuerpo casi a noventa grados y le tuve que pedir que evitara las reverencias porque no me gustaban. Graciela y Cynthia dijeron que la llevarían, ellas aprovecharían para conocer la casa, luego me despedí felicitándolos nuevamente por el buen trabajo, saludé a las mujeres con un beso en la mejilla y me fui para casa.

Satisfecho con la construcción del Complejo, bien comido y bebido, no me quedó otra que irme a la habitación, desde allí le pasé todos los datos de los nuevos Directores rusos a Miguel y dejé que cuando llegaran me despertaran.

Continuará…

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