El demonio de nombre extraño. (30)

Se metieron con mis afectos y no hay Leyes que valgan, la “maquinaria” para destruirlos se pone en marcha y hasta tengo que ocultar a rehenes.

CON MIS AFECTOS NO SE JODE.

Al despertar en la mañana, me acordé de Chao , él me había dicho que solía pasar por uno o dos lugares donde contrataba a las chicas con las que quería pasar la noche y lo llamé por teléfono, lo enganché en el aeropuerto de Panamá , le pedí disculpas por la hora ya que no sabía la diferencia horaria, me comentó que eran dos horas menos y preguntó enseguida si había pasado algo con Kande .  Lo tranquilicé al respecto y le pregunté por los lugares donde él solía hacer los tratos con las chicas que lo acompañarían por noche, me pasó los datos de tres lugares diferentes, eran confiterías de las mejores y más pudientes zonas de la capital.

Ya vería la forma de ir por allí con las dos mejores “Escort” que tenía, le pediría a Kande y a Cielo que me acompañaran como si fueran dos “chicas de compañía” , no desentonarían para nada, es más, estaba seguro que más de uno o de una me envidiaría.  Me decidí por Cielo debido a que no esperaba ningún tipo de problemas allí adentro pues de pensarlo así mi otra acompañante debería ser Kaila , con la africana y la israelí era para cantar “cartón lleno” pero, se corría el riesgo de que algún empresario que utilizase los servicios de la empresa de seguridad conociera a Kaila y se “pincharía” el plan.  Independientemente de ello, Roberto y Danny también estarían en el lugar “buscando chicas” .

De todos modos no quería apurarme, primero había que revisar los domicilios que teníamos y hacer algún tipo de contacto con la Presentadora de Televisión para ubicar a la madre. Rocío estaba bien custodiada y por ese lado me quedaba tranquilo, además tenía que esperar los resultados de las investigaciones que efectuarían los efectivos de la Agencia de Detectives.  Quería y tenía que hacer las cosas bien.

Luego de cortar la comunicación con Chao me fui a bañar, en la habitación sobraban los olores y yo parecía estar impregnado de ellos.  Me estaba secando cuando entró Kande y luego de saludarme se metió debajo de la ducha, su cara no era de lo mejor y le pregunté si se sentía bien, “la verdad que no, voy a ir a la Ginecóloga, tengo muchos dolores premenstruales y después de dos días ya debería comenzar a menstruar, sin embargo, no tengo ni señales” .  No sabía ni que opinar al respecto, sólo le dije que estaba bien, que era mejor que se asegurara.

Me preocupé por esto pero “la voz interior” me hizo saber que no era nada, “se asustó un poco por las chicas con el incidente de ayer y se le atrasó un poco, al mediodía tendrá el problema solucionado” .  Eso me puso bien y abriendo la mampara de la ducha, toqué sus nalgas con una mano y con la otra señalé con un dedo mi sien…

--  M e informaron que te quedés tranquila, para el mediodía estarás mejor

--No me jodas, ¿es verdad?

--  Si mi cielo, la tiene más clara que todos

--Bueno, dale las gracias por la deferencia y atención

--  Ya lo sabe” .  -Salí del baño para cambiarme y noté que las chicas ya no estaban-.

Fui para la cocina a prepararme unos mates y acordándome que había estado por el barrio en que vivía anteriormente, se me dio por pensar en mis viejos, mi hermano y en Jorge .  Primero lo llamé a mi padre, estaba de viaje en plena ruta, había alquilado una casa en la costa y se tiraría allí unos tres meses, lo saludé a él y a mi madre que estaba toda entusiasmada por irse a vacacionar sin tener que hacer cuentas, ni idea de la que tenía para gastar.  Luego llamé a mi hermano, había comprado una hermosa casa-quinta en las inmediaciones y estaba supervisando unas refacciones, también lo saludé diciéndole que nos veríamos y cuando lo llamé a Jorge , después de las puteadas que me echó por no llamarlo me contó que pronto inauguraría el nuevo híper negocio y quería que estuviera presente.

Se lo prometí y me sentí mejor por haberme comunicado con todos ellos.  Ya casi al terminar el termo de agua caliente aparecieron Zulma y Virginia , con el cabello a medio secar y apuradísimas, les dije a las dos que bajaran las revoluciones que no las corría nadie, además quise saber cómo estaban y les brilló la mirada a las dos cuando me contestaron que estaban más que bien.  Pregunté por Carlos y me dijeron que estaba de muy amena charla con Kande para re-decorar nuestra habitación y la de Virginia que había quedado vacía.

Cuando todos se llegaron a la cocina y mientras Zulma terminaba de preparar el desayuno, salí a caminar por el parque con Tai , Roberto y Blago .  A estos dos últimos les pedí que no bien desayunaran se fueran a realizar la vigilancia y que si no había nadie en una de las direcciones que se llegaran a las otras, algo tenía que salir de todo eso.  Luego de esto quedamos solos con Tai y le pregunté qué opinaba de todo esto, él era de la idea de ir socavando algunos lugares que tendrían para que asomara el famoso “Dandy” y una buena forma era “reventarles” uno que otro sitio donde se practicara la prostitución en niveles medios o bajos.

La idea era “operar” en acciones rápidas eliminando a los custodios, a los encargados del lugar e incendiarlo luego de desalojar a las chicas.  No me desagradaba, pensé incluso en eliminar a cualquier personaje más o menos importante que en ese momento cumpliera las funciones de “cliente” .  También se me cruzó otra cosa por la cabeza, sabía que los chinos también tenían algunos “negocios” relacionados con esto e involucrarlos para que sufrieran algún tipo de “represalias” acabaría por beneficiarme debido a los contactos “superiores” que yo tenía con ellos.

Tenía ganas de llamarla a Sofía para quedar de verla a media tarde, sacarle las dudas que tenía y averiguar un poco más sobre el matrimonio, aparentemente de conveniencia que tenía con Matías pero desistí pronto de la idea, parecería un desesperado y no estaba para correr detrás de nadie.

En el momento del almuerzo sonó el teléfono de Kande y atendió enseguida porque era Rocío , llamaba para agradecer lo que habíamos hecho y para decirme que la custodia que le habían mandado se portaba espectacular, “seguí con Gonza, ya vuelvo” , -dijo Kande y salió disparada para la habitación-, (era mediodía y el YAOGUAI no fallaba) , avisó por el intercomunicador que no almorzaría y se quedaría descansando.

Los de la Agencia de Detectives se habían puesto en movimiento enseguida y ya me estaban mandando información con fotos de las chicas, números de celulares y un par de direcciones donde, con la fachada de confiterías y/o bares, funcionaban prostíbulos, eran en dos ciudades importantes de la mayor provincia del país.  Toda esta información se canalizó rápidamente a Cielo y Gisela que, acorde a mi pedido, localizaron vía satélite a los inmuebles que me interesaban, sacaron planos y determinaron puntos de acceso por las adyacencias.

Intervinieron cuatro teléfonos que nos habían pasado, pusieron a otros equipos a buscar la filiación de las Escort por medio de buscadores de reconocimiento facial y quedaron a la espera de novedades en las “escuchas” .  Estaban enfrascadas y metidas a un mil por ciento. Roberto y Blago trajeron novedades, la dirección que correspondía a una casa grande y un tanto descuidada ubicada en un barrio de la periferia de la Capital Federal y que ellos vigilaban, resultó ser el lugar de vivienda de, por lo menos, siete tipos que entraban y salían sin adoptar ningún tipo de seguridad.

Seguramente muy confiados y desde allí saldrían para los diferentes encargos, también hizo Cielo un trabajo especial sacando planos y puntos de acceso.  Ya lo tenía casi decidido, allí sería el primer sopapo pero había que tomar determinadas precauciones y para ello tendrían que acompañarnos la rubia y la colorada con equipos móviles.  Las otras direcciones  no resultaron relevantes, eran cuartos que se alquilaban a bajo costo.

Lo de las chicas era porque habría que anular cualquier cámara a diez cuadras a la redonda, utilizar equipos infrarrojos para saber a ciencia cierta cuantos eran los que estaban adentro de la propiedad, anular toda posible comunicación de celulares o de onda corta desde la casa al exterior.  Quería hacerlo esa misma noche y entre Kande que se había levantado y los muchachos me convencieron para esperar un poco más y de paso hacer un mejor relevamiento, acepté a regañadientes y además porque la “vocecita” me dijo: “No te apures, la tranquilidad y la información es esencial y no te olvides que un buen Líder sabe escuchar a los que saben” .

Gisela dijo algo que nos ayudó mucho a posteriori… “¿Por qué no hacemos una pasada ahora a la tarde o esta noche y nos fijamos con los equipos cuántas personas hay en la casa y como se distribuyen?” , tuvo aceptación e irían con ella Andrey , Roberto e Iker con la Van en que estaban los equipos y con una de las camionetas.  Estaban decididos a todo y escuché conversando a Roberto , le decía a Andrey si no sería conveniente hacer una pasada ahora, antes de que anocheciera, él conocía la zona, alrededor había varios depósitos de distintas mercaderías de variadas empresas y la camioneta pasaría desapercibida.

Me acerqué para decirles a ambos que era una buena idea y la llamé a Gisela para preguntarle si estaba dispuesta, pregunta tonta la mía porque la “colorada” estaba más que embalada metida en “su” película de acción y no tardó en decirme que tenía la Van con los equipos en perfectas condiciones.  Salieron como a las cuatro de la tarde y en una hora u hora y media tendríamos las primeras noticias.

Tenía como una picazón en todo el cuerpo y lo llamé a Tai para conversar algo con él…

--  Tai, ¿cómo podemos hacer para involucrar en este lío a la gente de la TRIADA?  Quiero que piensen que han sido ellos los causantes de este problema y tomen algún tipo de represalias contra los chinos.  Las dos opciones que se pueden dar me favorecen, si atacan a la TRIADA local, ellos mismos se encargarán de “limpiarlos” y si son socios me bastaría con hablar con el Jefe Máximo de Hong Kong para hacerle saber que la “Reina Madre” y “El Dandy” son mis enemigos, podría hacerlo así de entrada pero no quiero pedir este tipo de favores.

--Puedo conseguir algunas cosas que los identifique y dejarlas “olvidadas” en el lugar, todos operaríamos con la cara cubierta menos yo, podría ponerme bigotes achinados, con la gorra nadie sabría que soy pelado y ser el único que hable, lo haría en chino, todos me entenderían por los traductores automáticos y “alguno” de ellos, como por descuido, quedaría para contarlo después que nos vayamos.

--  Yo quería volar el lugar.

--Ese lugar es difícil que se vuelva a usar y volarlo haría que se metiera la Brigada de Explosivos a investigar, aparte es demasiado barullo para la zona.  Que se encarguen ellos de explicar los muertos y que encuentren las “pruebas olvidadas, sin contar que podría escribir con caracteres chinos en la pared, algo así como, “váyanse”.

Era como me decía mi “entidad incorporada” , “escuchá a los que saben” , no habría voladura y le dejé encargado a Tai que consiguiera los elementos que necesitara.  Por un momento me aislé de todo y de todos y me fui a tomar mate a la cocina seguido de Kande .  A ella le expliqué que es lo que quería hacer con Tai y le pareció buena idea, sólo había que decirles a todos que no hablaran y no era difícil de lograr mientras “trabajaban” .  Nos distendimos un poco haciéndole bromas a Virginia porque tenía algunos problemas para sentarse y nos llamó Cielo por el intercomunicador.

Kande , Tai , Blago , Danny y yo bajamos rápido a la Sala de Informática porque lo mismo que estaban viendo Gisela y los muchachos lo teníamos nosotros en la pantalla grande.  Por las siluetas que se movían dentro de la casa había cuatro tipos sentados en sillones en una sala grande, posiblemente viendo televisión, dos más en un cuarto más chico que parecían estar sentados frente a una mesa, uno tirado en una cama en una pieza más reducida y una mujer y otro tipo más alto en un cuarto grande situado a los fondos de la casa, aquí fue donde Gisela casi echa a perder todo, aún cuando estaban a unos ochenta metros de la casa.

Comenzó a gritar como desencajada, “hijos de puta, hijos de puta, mátenlos, mátenlos, tienen chicas ahí adentro” e Iker tuvo que reaccionar rápido le tapó la boca, la levantó como una pluma de la silla en que se encontraba y le gritó al oído, “cerrá el morro chavala que te lo coso a hostias” , a duras penas se calló y se quedó sentada y sollozando en un rincón de la camioneta.

Efectivamente, en el cuarto había seis chicas y parecían estar castigado a una que se hacía un ovillo en un camastro mientras la mujer la azotaba con algo y esto lo deducimos por el movimiento del brazo.  Tendríamos que apurar todo porque no sabíamos si las trasladarían o no o era un domicilio para el “ablande” de las desgraciadas.

De inmediato les dije a los muchachos que se prepararan porque esto había acelerado todo, Kande me tomó del brazo y me preguntó un tanto alarmada, “¿qué vamos a hacer con esas chicas?” , era algo que ninguno había tenido en cuenta y había que improvisar porque a la casa no podía traerlas, el castillo estaba siendo remodelado, lo único de que podía disponer era del loft porque todavía no se había vendido y no tuve más remedio que llamarlo a Matías .  Me atendió enseguida y le pregunté si estaba solo, me contestó que no, que todavía estaba en la oficina arreglando unos servicios con Kaila , le pedí que pusiera el altavoz y les expliqué la situación.

Pensaba “reventar” el lugar pero no podía llevarlas así porque sí a las casas de cada una, se me había ocurrido llevarlas al loft y tenerlas allí por lo menos una semana hasta que se terminara el lío, escapar de allí no podrían escapar pero había que tranquilizarlas, aleccionarlas, hacerlas atender por un médico, vestirlas, darles de comer y custodiarlas pero sólo por mujeres, los hombres que custodiaban el edificio no deberían enterarse de quienes estaban arriba. Kaila me dijo que tenía en la empresa a tres mujeres a las que estaba enseñando sobre custodia personalizada y podrían cumplir a la perfección con lo solicitado.

Matías por su parte me dijo que ellos dos irían al edificio después de las veintidós horas y liberarían a los custodias de esa noche, les dije que no era necesario con alejarlos cuando nosotros llegáramos era suficiente, yo los tendría al tanto y les avisaría si había salido todo bien. Kaila me dijo de sumarse al operativo y le contesté que con quedarse un rato a contener a las chicas sería suficiente.  Salimos de casa alrededor de las ocho y quince y yendo tranquilos estaríamos en el lugar a las nueve y media de la noche, una hora en la que seguramente estarían cenando.

Al llegar al lugar notamos que no había casi movimiento, los depósitos de las empresas estaban cerrados y los lugares por donde entraban y salían camiones y camionetas estaban con las cortinas bajas, Cielo ya se había encargado de las cámaras, en realidad sólo lo corroboró porque Gisela ya había hecho el trabajo anteriormente, le habló a la “colo” diciéndole que en pocos minutos estaba con ella, que estuviera tranquila.  Luego de dejar pasar a un taxi que buscaba pasajeros subimos los dos a la camioneta, la abracé a Gisela y le dije que estaba todo bien, “ya estoy más tranquila” , -contestó y se la notaba así-.

Nosotros teníamos comunicadores personales y de inmediato toda esa manzana quedó sin comunicación para el exterior.  La puerta de madera tenía sólo un pestillo que voló en mil pedazos cuando Tai le pegó una fuerte patada en la unión de las dos hojas y se mandó por un pasillo de unos dos metros seguido por Andrey y Danny , detrás Iker , Kande y yo.  Sólo escuché los repetidos plop, plop, plop que parecían repercutir en mi cabeza, estaban cenando sentados en los sillones y no atinaron a nada, quedaron como estaban pero acribillados a balazos. Iker y Roberto corrieron para el fondo de la casa sabiendo que uno debía quedar vivo.

Se escuchó un disparo de una pistola sin silenciador y de bajo calibre, Tai casi nos pasa por encima para correr hacia el lugar, la mujer que oficiaba de cuidadora de las chicas le había disparado a Iker en el pecho, no llegaron a contestar la agresión porque Tai llegó corriendo y la desmayó de un sopapo, los dos restantes, un muchacho joven y un hombre que pasaba los cuarenta y cinco años estaban tirados en el suelo con las manos en la cabeza.  Los levantó a ambos de los pelos y les gritaba en chino señalando hacía la puerta donde estaría el que faltaba.  El tipo pensaba que el chino estaba loco, que no le entendía y repetía, “secuestrado, hijo empresario, secuestrado” .

Iker se tomaba una costilla por el golpe que sintió porque la bala no pudo con el chaleco de Kevlar que usaban como si fuera una camiseta. “¿Quién Encargado, quién?” repetía Tai y el tipo no quería abrir la boca pero pensaba y eso para mí era como si hablara por teléfono, resultó ser el tío del tan mentado “Dandy” y estaba encargado de las chicas que traían y ahora del hijo del empresario que cayó al secuestrar a la novia pues dijo quien era, entonces aprovecharon y lo trajeron a él también.  Le señalé la puerta a Danny y la pateó, adentro estaba, atado a la cama y desnudo, un muchacho de unos veintitrés o veinticuatro años que había recibido una soberana paliza, lo desató y lo tapó con una manta vieja.

Mientras tanto Kande estaba con las chicas y trataba de calmarlas diciéndoles en un perfecto español que estaban a salvo y me esperaba a mí, esto me lo avisó Roberto y al oído de Tai le dije que le volara la cabeza y luego que le destrozara las rodillas a tiros como si lo hubieran torturado, al chico que lo pusiera boca abajo y le tirara dos tiros como si hubiera sido ejecutado estando en el suelo, me contestó en chino que le volaría la oreja como si le hubieran errado el tiro y le daría un tiro en la espalda, debajo del hombro, lo desmayaría del dolor pero quedaría vivo.  Escuché los plop cuando iba a verla a Kande y lo miraba a Blago que juntaba en una bolsa todos los celulares y los papeles que encontraba revisando cajones y muebles.

Las chicas estaban todas golpeadas y la última golpiza, la que habíamos visto en la pantalla, había hasta desgarrado la espalda de la chica castigada. Kande fue al lado de la mujer caída y la arrastró de los pelos hasta sentarla en una de las camas, la dejé que hiciera lo que quisiera pues estaba sacadísima. “Tenés idea lo que duelen esos golpes vieja hija de puta” , las chicas miraban aterrorizadas, le pidió a Roberto una cinta adhesiva, le arrancó una manga de la camisa, se la metió en la boca y la selló con la cinta, “duele mucho más que esto” , -dijo- y sin siquiera apuntar le voló una rodilla de un disparo.  La cara de dolor y desesperación de la mujer no se puede describir.

No le bastó y siguió, “con ese brazo no le pegás más a nadie” y le voló el codo derecho, le quedó el brazo colgando y cuando quiso amagar con escapar, amagar nomás porque no tenía forma de hacerlo, le hizo explotar la otra rodilla, la mujer quedó sobre la cama e hizo salir a todas las chicas pidiéndome al oído que las llevara a la camioneta, salieron todas y escuché el plop final, no le quise ni hablar cuando salió llevando el pedazo de cinta en la mano haciendo un bollito con ella, su cara y sus gestos rememoraban cosas que no quise “escuchar” .

Kande se fue manejando la Van con Cielo y Gisela , Tai conmigo en el coche y las chicas y el muchacho con las cabezas tapadas con sábanas se repartieron en las distintas camionetas.  En el camino le hablé a Matías , le dije que llevaba a seis chicas y a un muchacho al que tenían secuestrado, todos estaban en mal estado.  Me dijo que me quedara tranquilo, me estaban esperando con un médico de extrema confianza que tenía todo para hacer las curaciones necesarias.

Entramos directo al garaje del subsuelo y, en sucesivos viajes, fuimos subiendo en el ascensor que activé con mi mano, los muchachos quedaron en los vehículos y los restantes directos al loft.  Al entrar allí, con la luz blanca del lugar, el panorama fue deprimente, se habían ensañado con ellas y también con el muchacho.  Estaban atemorizadas y se habían juntado en un rincón del lugar, Kande se sentó en una punta del sofá y parecía no existir, Cielo , Gisela y Kaila trataban de calmar a las chicas, el médico dijo de atender a la más golpeada y se fue con ella y Gisela a mi antigua habitación.  Había todavía bebidas en el bar y les dije que se sirvieran a gusto.

Cada una de las chicas tomó algo de alcohol y se reanimaron un poco, lo mismo el muchacho, luego habló con Matías que conocía a sus padres y le hizo saber que ellos estarían enloquecidos para juntar el dinero del rescate porque le habían mandado un video cuando lo golpeaban a él para apurarlos.  El ex Comisario me habló a mí…

--Gonzalo, necesitaría avisarle al padre del muchacho para que no se rompa más la cabeza con esto.

--  Hablá vos, decile que el chico está a salvo, que retire a la Policía si es que les avisó y que no busque el dinero, hacele prometer absoluta discreción porque la vida del hijo está en juego, después dejalo hablar con el chico.

Matías iba a hablar con el padre del muchacho y yo lo llamé al chico aparte…

--  Sólo con vos voy a hacer la excepción pero no me falles.  Acá vas a estar protegido por aproximadamente una semana, si aparecés en tu casa ahora se arma tremendo revuelo y me cagás toda esta operación para eliminar ésta trata de blanca.  Vos estás bien, protegido en un lugar que no conocés y custodiado por un chino y sus hombres, que no pague nada y no venda nada, esta llamada no se puede ubicar, si lo llaman los secuestradores que les diga que estás protegido por los chinos y que no pagará nada.

--Si señor quédese tranquilo pero no me van a creer mucho.

--  Está bien decile que mañana va a recibir una visita en la empresa para aclararle todo.  No des otros datos.

El chico cumplió, habló con el padre y la madre y no contestó ninguna pregunta. Kande , un poco más animada, habló con las chicas y dijo que cuando era más chica pasó por una situación similar y por eso su bronca, les pidió paciencia y que se vería cómo hacer para que se comunicaran con sus padres.  Les explicó la situación en que estábamos metidos y que ellas aparecieran en este momento traería más problemas que soluciones.

Las chicas tenían un físico muy parecido al de Gisela y al de Cielo , lo que implicaba que había que traerles ropa de ellas, aunque más no fuera para dormir y Kande les pidió que la acompañaran a casa para buscar algo de ropa, la “colorada” , haciendo unos “pucheros” fingidos dijo que se quedaría desnuda y yo le contesté:

--  En castigo por lo que dijiste, mañana se van con Cielo y se compran toda ropa nueva, además se van a ocupar de comprarles ropa a las chicas y al muchacho.

Le faltó tiempo para abrazarme y darme un sonoro beso en la mejilla que generó las risas de todos, incluso de las chicas recién rescatadas. Kaila pidió comida y bebidas para todos, iba a ser una noche larga.  Acompañé a Kande y la habilité con la mano para abrir y utilizar el ascensor, Cielo y Gisela ya lo estaban pues ellas manejaban el sistema, le pedí a los chicos que recibieran el catering y que después se fueran a cenar tranquilos adonde quisieran.

Se había acelerado todo y había que lidiar con el tema de los “rescatados” pero no nos podíamos quejar, el primer sopapo estaba dado, ahora veríamos que pasaba con los chinos y si se “tragaban” los gritos de Tai y los “descuidos” que había dejado éste en forma de llavero y/o una navaja enterrada en el cuerpo de uno de los hombres.

Al regresar al loft Kaila había llevado a las chicas a bañarse al piso inferior que antes ocupaban Zulma y los otros, era todo lo que podían recorrer, los pisos décimo noveno y vigésimo. Tai había prendido el incinerador del edificio y allí fueron a parar las ropas que los secuestrados traían, ahora tapaban sus cuerpos con sábanas limpias y distintas.  La chica atendida por el médico descansaba en una de las habitaciones linderas y tenía para toda la noche porque la había inyectado con un calmante muy fuerte, ahora se dedicaba al muchacho y esperaría para atender a cada una de ellas.

Matías se acercó preguntando si podía hablar conmigo a solas, le dije que sí y se largó,

--No voy a preguntar sobre lo que hiciste porque tengo suficientes conocimientos de esto como para saber que por sí solas no vendrían contigo, el tema es que harás de ahora en más.

--  Los pasos siguientes no te los voy a decir incluso para tu propia seguridad pero que no te extrañe que se genere un “lío” de aquellos entre facciones, digamos “opuestas” que manejan un mismo negocio.

--Ya me lo veo venir, removiste el hormiguero.

--  Hice lo que deberían hacer y no hacen las Fuerzas de Seguridad, la Justicia y todos los burócratas que opinan sentados detrás de un escritorio nada más que porque el aire es gratis o porque se llenan los bolsillos recibiendo prebendas que los “obligan” a mirar para otro lado o son habituales “consumidores” de lo que deberían combatir.  Al atacar a “mí” gente cruzaron una línea y eso conmigo se pagan sin que me importen Títulos ni Honores.  En ésta, se está conmigo o se está en contra y no entiendo de piedad cuando se trata de erradicar quistes dañinos.

--Como sea, contá con mi discreción y con mi ayuda para lo que necesites .

Eso lo daba por descontado porque si no, jamás hubiese estado allí en ese momento pero no se lo dije.  Una vez bañadas y peinadas, salvó algunos moretones que no se podían disimular, el aspecto de las chicas cambió bastante y hablé con ellas una por una, entendieron mi razonamiento y ninguna pensó en fallarme o resistirse a lo que ahora les tocaba, cambiaron el miedo inicial por esperanzas, respecto a sus familias, todas ellas optaron por no decirles nada, se dieron cuenta que éramos “los buenos” pero que, llegado el caso podríamos ser “muy malos” y a mí me convenía que pensaran así.

Al día siguiente después de hablar y tranquilizar al padre del joven llevándole un video en que el hijo le pedía por favor que no hiciera ni dijera nada, con Tai , Iker , Andrey y Blago junto a Gisela de apoyo logístico “reventamos” uno de los burdeles que funcionaba en una populosa ciudad de la Provincia. Tai volvió a escribir en las paredes el “váyanse” con caracteres chinos y en este lugar perdió la vida un Concejal, un Fiscal y un Empresario de renombre aparte de los cuatro custodios, el encargado del lugar y quien regenteaba a las chicas.

Las siete mujeres que estaban “trabajando” allí escaparon prometiendo su silencio bajo la amenaza de perder la vida ellas y sus familias si hablaban, reforzaron esto llevándose por partes iguales todo el contenido en billetes de una caja fuerte que había en el lugar.  La cantidad era inusual pero estaba en sobres con los nombres de las personas que recibirían estos “incentivos” para que los delincuentes “trabajaran” sin inconvenientes.  Esto les costó la vida a tres personas más, entre ellos a una Jueza y fue delante de sus familias, avisándoles que “no recibirían un peso más de parte del “Dandy” y adjuntando pruebas que los comprometían para que las investigaciones apuntaran a este idiota.

Sin dudas que fue idiota porque “pisó el palito” y la emprendió histéricamente contra los chinos mandando a incendiar uno de sus lugares lo cual generó una respuesta de éstos traducida en represalias casi indiscriminadas a lugares de “diversión nocturna” en los que, por desgracia -siempre dependiendo de la óptica con que se mirara- perdieron la vida varios clientes y “trabajadoras” .  Al tercer día, aduciendo que en la Prensa se hablaba de “guerra de bandas” y se hacía mención a los chinos, llamé al Jefe Máximo de Hong Kong y le hice saber que el tal “Dandy” y la llamada “Reina Madre” eran mis enemigos y que me sentiría muy agradecido con él sí, de llegarlos a capturar, me los entregaban.

Me hizo saber que daría las órdenes pertinentes y demás está decir que puso a mi disposición a los Jefes locales y a los hombres que creyera conveniente utilizar, a esto me negué agradeciéndole la deferencia, además, una cosa era que me conocieran sus Jefes y otra muy distinta era vincularme directamente a ellos.  El tal “Dandy” pretendió escapar a un país aledaño, algo propio de iluso cuando te persigue una organización de tal magnitud y con tentáculos en todas partes.

Fue capturado en un pueblo de Paraguay con valijas de dinero en efectivo y con documentación anotada en libros en los que constaban sus operaciones y los nombres de las “personalidades” que protegían estas operaciones recibiendo a cambio diversas ayudas monetarias.  Se entregó solo después de que habían sido eliminados sus custodios y pretendió hacer un trato con quienes los buscaban, lo dicho, totalmente idiota.

Ese mismo día, la misma suerte tuvo la “Reina Madre” junto a su hija, la cual resultó ser una de sus mayores colaboradoras, con ellas venían varios bolsos con dinero y una serie de pendrive con una cantidad enorme de videos en que aparecían figuras de renombre, incluyendo en esto a varios Funcionarios y Empresarios extranjeros, sin contar con toda la documentación en papeles y libros que también se rescató de su caja fuerte y que yo me encargaría de hacer circular en diversos medios de Prensa escrita y televisiva.

Faltaba un día y medio para que se cumpliera el plazo de una semana que me había fijado y recibí un llamado telefónico por el que se me invitaba a concurrir a un lugar determinado para recibir la “mercadería” solicitada.  Tomé nota del lugar que resultó ser uno de los Country más caros y selectos de una localidad no tan lejana, de inmediato le avisé a Tai para que me acompañara y partimos con todas las recomendaciones de Kande que se quedó con las ganas de venir.

Al llegar al lugar me di cuenta que el Country le pertenecía en su totalidad a la comunidad porque los custodios de la puerta de ingreso también eran chinos.  El que parecía ser el Jefe de la Seguridad me preguntó en un perfecto Español si yo era “fulano de tal” , corroborada mi identidad, revisaron exhaustivamente el vehículo y, en idioma chino, avisó por su intercomunicador personal que yo había llegado, un vehículo nos escoltó hasta una mansión espectacular que quedaba casi en los fondos de todo el predio.

En la puerta de ese lugar fuimos recibidos con reverencias y por cierto temor que “escuché” en sus pensamientos, por el Jefe local y el subjefe de la organización, el cual se hallaba rodeado de seis hombres parecidos a Tai .  No permitió que fuéramos revisados en búsqueda de armamentos y nos hizo pasar a una gran sala, nos convidó con una bebida y nos hizo llegar los saludos del jefe de Hong Kong , algo que retribuí afirmando que estaba muy agradecido por su interés y por la ayuda brindada localmente.

No se animaba a decirlo pero pensaba en preguntarme qué era lo que quería hacer o como iba a proceder con las personas que tenían en una habitación insonorizada.  Yo lo sorprendí al contestarle con seriedad.

--  No se haga problemas, no bien terminemos los tragos vamos a ir a esa habitación insonorizada y me voy a encargar de esas personas.  Me gustaría que sus hombres se dedicaran a “hacer uso” de estas mujeres pero sin matarlas mientras me encargo del hombre y de revisar alguna documentación.

Se sorprendió con mi respuesta porque entendió que le había “leído” la mente y de inmediato dio órdenes altisonantes en idioma chino para que sus hombres se prepararan para violarlas, lo miré a Tai y me negó su posible intervención con la cabeza.  Al entrar a la habitación a la que nos llevó que estaba situada en la planta baja nos encontramos con las dos mujeres y el hombre atados a sillas macizas que, fijadas al piso, tenían esposas que los inmovilizaban de brazos y piernas, estaban vestidos, vendados y amordazados, también vi que había un sofá grande y varias sillas que se podían mover.

Pedí que les retiraran las vendas y las mordazas, gritarían lo que quisieran y nadie los escucharía, vernos las caras tampoco era problema porque no saldrían vivos de allí.  Noté que las mujeres estaban aterrorizadas y casi bloqueadas mentalmente, en cambio el tipo se hacía a la idea de hacer algún tipo de pacto para salvarse.  Tomé una silla, me senté frente a los tres y les hablé:

--  ¿Así que la “Reina Madre” y el “Dandy”, no?, imagino que la señorita es la “Hija de la Puta Reina Madre”, ¿verdad?  Tengo una noticia para ustedes tres, se les “terminó el rollo”, se mandaron tremenda “cagada” cuando atentaron contra mi prima, mi esposa y mis amigas.

--Nosotras no sabemos nada de eso, por favor señor, ni las conocemos, prometemos alejarnos de todo esto.

--  No es tan fácil señora, en principio van a experimentar los que las chicas que ustedes hacían trabajar experimentaron, por favor señores, desnúdenlas, suéltenlas y hagan lo que quieran con ellas.

Se les vino la noche a ambas cuando vieron que los seis tipos se sacaban la ropa apresuradamente y se abalanzaban sobre ellas para soltarlas y desgarrarles las ropas por medio de violentos tirones.  Los manotazos y los gritos de la madre, una mujer que orillaba los sesenta años pero excelentemente mantenida con cirugías y gimnasio no sirvieron de nada, la otra que estaba cerca de los cuarenta intentó lo mismo y tampoco le sirvió.

“Después te toca a vos” le dije al tipo atado y nos sentamos en el sofá con los jefes y Tai para ver como las dos mujeres recibían un trato para nada preferencial.  Abundaron los sopapos para que la veterana abriera grande su boca y tragara sin lastimar al muestrario de pijas que desfilaron por su garganta, tenía arcadas, lloraba y en un momento hasta vomitó pero, se las “comió” a todas.

Con la hija pasaba lo mismo, ensartadas por vagina, ano y boca poco podían hacer por gritar, eran sollozos continuos y movimientos que no prosperaban por el peso de los hombres que tenían rodeándolas.  Parecían que habían tomado viagra todos ellos porque no aflojaban y en algún momento aparecieron los desgarros en bocas y anos pero los golpes propinados con las manos abiertas en sus nalgas no dejaban que se desmoronaran.  Les pedí que las dejaran gritar y aquí fue todo un concierto, ni siquiera me calentaba esto, pretendía hacerlas sufrir y lo estaba logrando pero ya quería terminar.

Dejé que los hombres acabaran y las dos mujeres quedaron tiradas sin ganas de nada, llenas de leche y hechas un ovillo sobre sí mismas, luego pedí que las volvieran a sentar y que las aprisionaran sólo de sus manos.  Una vez hecho esto me dirigí a los jefes porque quería saber si tenían algún lugar para quemar las ropas y lo que quedaría de ellos, el jefe local me contestó que sí pero no entendió sobre lo que dije de “quedaría de ellos” , de todos modos se guardó muy bien de preguntar y ordenó en chino que encendieran el horno y llevaran las ropas.  Además le dije que retirara a todos los hombres y que quedara sólo, si él quería, su custodio de más confianza.

No dejó a nadie, sólo los dos, el jefe y el sub jefe, al que descubrí con serias dudas sobre la calidad de mi “visitante interior” , en otras palabras, no creía en el YAOGUAI .  Me acerqué al “Dandy” quien al tener la boca sin mordaza comenzó a prometer el traspaso de sus capitales y de sus lugares de “trabajo” para que lo dejaran ir, “con las mujeres hagan lo que quieran pero yo puedo brindarles un montón de posibilidades” , hasta él se lo creía, los dos jefes se miraron pensando que el tipo estaba loco y le contesté:

--  Vos no lo sabés ni entendés pero cometieron un error insalvable metiéndose conmigo, yo soy el “Portador” y podría lograr perdonarte pero el YAOGUAI no perdona, -los chinos se tensionaron-, se metieron con sus afectos y eso sólo conduce a tu desaparición, no hay nada que puedas hacer ni ofrecer para salvarte.  Señoras, presten atención porque luego les toca a ustedes, -las dos miraron y comenzaron a gritar-.

Uno de los chinos se hizo un ovillo en el sofá en el que estaba sentado y otro se paró para semi ocultarse detrás del mismo sofá conteniendo sus gritos con las manos en las bocas.  Las mujeres gritaban y pataleaban desesperadas y totalmente enloquecidas cuando el “Dandy” comenzó a deteriorarse lentamente y a “esfumarse” frente a sus narices hasta quedar convertido en sólo un hato de ropa que escondía los guiñapos en que quedó.  Luego de esto me dirigí a las dos mujeres…

--  Las dos han causado mucho daño a infinidad de personas, hay familias enteras que han sufrido para que ustedes se beneficiaran a costillas de las mujeres que secuestraron, vendieron, mataron y violaron y tienen que pagar.  Dicen que el dolor más grande es ver morir a un hijo y usted señora, si es que así se la puede llamar, lo va a experimentar ahora.

Desde el momento en que la toqué la hija ya no pudo gritar pero la madre, además de rogar a los gritos, gritó como una desaforada, literalmente, enloqueció y noté cuando se quebraba su mente al ver que no podía detener el proceso de desintegración de la hija cuyo atado de piel seca quedó sobre el asiento de la silla en la que estaba atada.  El jefe local vomitó desencajado atrás del sofá y Tai que estaba imperturbable le alcanzó una botellita con agua, el otro tenía los ojos redondos y babeaba, me bastó mirarlos fijos para que, con el poco de lucidez que tenían, se arrojaran prácticamente a mis pies para reverenciarme.

La “Reina Madre” estaba en otro mundo, ya no tenía conciencia de lo que pasaba, la desintegración fue más rápida y no fue observada por los jefes que permanecían de cara al suelo. Tai metió todo en una bolsa que había llevado consigo y les pedí a los jefes que se levantaran, ninguno de los dos podía articular palabra y los tomé de los brazos para que se sentaran nuevamente en el sofá.  Estando allí les agradecí la posibilidad que me habían dado y les pedí que hicieran llegar mi agradecimiento al Jefe Máximo, les hice saber que él conocía mi Poder pero que lo que había pasado allí no debía trascender, salvo con él.

Les aseguré que no me metería con sus “trabajos” pero no quería su injerencia en mis empresas ni con mi gente, algo que aceptaron a pie juntillas jurándome que nadie osaría meterse con lo mío.  Quedaban liberados para hacerse cargo de lo que habían dejado esos tres y como los noté casi totalmente recuperados les pedí que quemaran los restos y que les aceptaba un whisky en las rocas. Tai les entregó las bolsas a los custodios que ellos llamaron y les aclaró que había que hacer desaparecer los dientes porque esos no se quemaban, sólo lo entendieron al mirar dentro de la bolsa.

Tai controló que el trabajo se hiciera bien y mientras lo esperaba tomando un trago me hicieron entrega de las valijas y bolsos que contenían el dinero, los pendrive y toda la documentación que les habían sacado a los “finados” .  Ninguno se la jugó a guardarse nada y nos fuimos de allí con el respeto, el miedo y todas las promesas que seguro cumplirían a rajatabla.

No sabría cómo o por qué explicarlo pero cuando llegamos a casa tenía una calentura extrema, no andaba con el miembro erecto pero sabía que sería cuestión de tocarme para que se manifestara plenamente.  Habían terminado de cenar, los saludé, me ayudaron a bajar todos los bolsos y las valijas que dejaron sobre la mesa grande del living y le pedí a Kande y a los muchachos que contaran todo el dinero que había allí, a la vez, agarré todos los papeles y los pendrive y les dije a Cielo y a Gisela que quería ver que contenían los videos.

Bajamos al sótano y mirando el culito de la “colorada” que caminaba delante de mí me puse como un burro, no me aguanté y ni bien entramos en la Sala de Informática la abracé desde atrás para apretarle las tetas y apoyarle el miembro endurecido en la zanja de sus nalgas, respondió enseguida…

--Si vas a hacer algo, hacelo ya porque ya sabés que si me tocas las tetas me enloquezco , -me dijo-, entonces la giré y la besé con ganas.

--No me dejen afuera que ahora me calenté yo también , -intervino Cielo que me tomó del cuello para besarme ella también-.

--  Estoy como desesperado chicas, apóyense en los respaldos de las sillas.

Lo hicieron luego de bajarse apresuradamente los shorcitos y sus tangas,  ante mis ojos quedó el culito pecoso de la “colo” junto a más blanquito de Cielo , tostados por el sol, duros, prestos y de esfínteres acostumbrados y relajados. Gisela se golpeó las nalgas con una de sus manos mirándome y pareció el disparo de salida, quería disfrutar la penetración y luego de apoyar el glande comencé a entrar despacio sintiendo su suavidad y haciéndole sentir el ariete que abría sus carnes.

El ¡uugggg! que dejó escuchar primero se convirtió en un gemido largo de satisfacción cuando llegué hasta lo más profundo, ella se comenzó a mover urgiendo a Cielo a que le apretara las tetas y, mucho antes de lo que pensaba, la asaltó un orgasmo que le venció las piernas.  Salí de allí mientras me apretaba con sus músculos y busqué el agujerito de Cielo , ya estaba preparada pero relajaba menos que Gisela y la sintió más, igual se mordió y la aguantó como toda una lady.

La “colo” no sólo se le prendió a las tetas con ambas manos, también buscó su boca y se besaron con ganas calentándome más de lo que estaba y haciendo que mi ritmo de entradas y salidas se acelerara, la amiga tuvo que sostenerla a Cielo de las axilas cuando tuvo su orgasmo y apagó su grito con su propia boca.  Les dije que ya no aguantaba y se arrodillaron las dos para recibir toda la acabada en sus caras que quedaron chorreando aunque las sonrisas de satisfacción por el “rapidito” no se las podía quitar nadie.

Se lamieron entre ellas y después lavaron con saliva al miembro alternando las mamadas. Cielo me dijo dándome un “piquito” , “fue muy intenso Gonza” , la otra opinó, “jajaja, vamos a mirar todos los papeles torcidos” .  No podía ser tan “negrero” y apretando sus culos con cada una de mis manos les dije: “Ahora no hagan nada, guarden y dejen todo para mañana, vayan a descansar tranquilas” , me di la vuelta y volví al Living.

Continuará…

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