El demonio de nombre extraño, (29).

Tratan de “apretarla” a Rocío cuando estaba con Kande y del incidente que terminó con los tipos en el hospital y mi mujer detenida surge otro lío descomunal del que, para variar, me tengo que hacer cargo.

RED DE PROSTITUCIÓN.

Levantarme e ir a bañarme implicó admirar de pasada el cuerpo desnudo de la hermosa africana que dormía profundamente instalada a un costado de nuestra amplia cama, me tenté para acariciar sus nalgas duras, macizas y fibrosas, su ronroneo y sus movimientos suaves me hicieron saber que disfrutaba de la caricia aún cuando el sueño no la abandonaba.  Desistí rápidamente del baño, fui a hacer mis necesidades y regresé de inmediato a su lado.  Tenía los ojos cerrados pero ya estaba despierta y más que dispuesta a empezar el día con un “mañanero” apasionado.

Luego nos tocó el baño en conjunto y disfrutamos otro rato antes de vestirnos y bajar a desayunar.  Todavía era muy temprano y la cocina estaba solitaria, nos vino bien porque me preparó un regio desayuno y ya casi terminábamos cuando apareció Zulma y nos dijo con un enojo fingido que la habíamos traicionado por no avisarle para que nos preparara todo.  El enojo fue fingido pero las caricias y los besos que recibió de ambos la hicieron gemir agradecida y aunque esperaba más tuvimos que ponernos serios porque la llegada de Carlos cortó la inspiración amorosa.

Detrás de éste ya venían las chicas y los muchachos y la cocina se llenó de bromas y risas por las salidas de Gisela .  La “colorada” aprovechó para decirme que tenía casi en un 100% la confirmación de la ubicación de los dos fugitivos que buscábamos, le dije que después lo veíamos pero la realidad es que no tenía ganas de líos. Kande se fue a la clínica por la operación de mi tía, las chicas a su sala en el sótano, los muchachos al gimnasio, Zulma y Carlos a atender al personal que venía a arreglar la casa y yo hice “huevos” frente al televisor tratando de ver una película a la que no le di mucha bola.

Cerca del mediodía lo llamé a Chao , me dije que en la tarde tenía que viajar a Panamá para atender un problema con una empresa que se dedicaba al mantenimiento en la periferia del Canal.  Pregunté si era necesario que viajara yo, me contestó que no, según la información que tenía de los directivos, estaba todo en orden, el tema era más Legal que de funcionamiento, de todos modos le dije que actuara como si fuera yo, que tenía mi respaldo, me agradeció y me preguntó además si había visto las noticias del día.

Se hablaba de procedimientos y allanamientos que se estaban llevando a cabo por una supuesta guerra de pandillas en la que habían aparecido unos catorce pandilleros asesinados en distintos lugares y que se habían secuestrado en el sitio una cantidad importante de droga lista para su comercialización y distribución e información que vinculaba a estos muertos con jefes policiales y diversos empresarios y comerciantes de la zona que distribuían esa mercadería.  Me comentaba Chao que el Fiscal estaba muy agradecido porque, según él, era su caso soñado.  Demás está decir que no me preguntó absolutamente nada sobre la información recibida.

Lo despedí y puse el canal de noticias, efectivamente, justo en ese momento se pasaba al aire la detención de varios personajes involucrados, este trabajo parecía ser efectuados por miembros de algún cuerpo policial “especial” porque vestían como comandos y no se observaban uniformes comunes.  En otro flash informativos que pasaron hicieron mención a que la policía mexicana no tenía pistas sobre el paradero de la ex esposa y la hija del Canciller y se especulaba con que sus desapariciones podrían estar vinculadas al caso de los espionajes acontecidos hacía poco en la Cancillería.

Cumplí con enterarme de las noticias y nada más, en mi mente esto actuaba como “cosa juzgada” , como una suerte de “agua pasada” , ya estaba, había pasado y punto, para mí no tenía otra connotación.  Luego de esto pareció que toda mi vida entraba en una “calma chicha” y pasé una semana de lo más tranquila, con algunos días más que aburridos, mi tía fue operada, la operación fue exitosa y se quedaría una semana más en la clínica para luego hacer una determinada recuperación, hubo momentos en que el aburrimiento no fue tal porque las chicas se encargaron de hacerlo más llevadero, algunas veces junto con Kande y otras veces solos pero todo muy placentero.

Virginia se había sumado al personal y se dedicaron todos a mimarla y a hacerle recuperar un poco las ganas, el cuerpo y los colores por medio del sol y las caminatas en el parque.  Su presencia nos dificultaba un poco los mimos con la chef pero ésta me dijo que se encargaría.  Hizo que se mudara a su habitación con la excusa de que no estuviera sola y un par de noches después, a mi oído afinado le llegaron gemidos que me resultaron más que conocidos, algo que repercutió en mi entrepierna y tuvo que actuar Kande a la que se le pasó el sueño enseguida para dedicarse a disfrutar y hacerme disfrutar antes de dormirnos satisfechos.

Para principio de semana habían regresado todos, Roberto feliz de la vida por haber visitado a sus parientes a los que hacía mucho tiempo que no veían, Iker porque se plegaba a todo lo que era algarabía y lo hicieron participar de los agasajos como si fuera otro de la familia. Tai , aunque mucho no lo dejaba entrever, estaba más contento que unas pascuas y sus ojos achinados lo denunciaban con un brillo nuevo cuando nos hizo llegar los saludos de Maylín y de su familia.

Cielo y Gisela , de vez en cuando, pedían un taxi y salían, se tomaban el día para visitar a sus amigas, yo confiaba plenamente en su discreción, además, me parecía más que lógico, no podían estar todo el día encerrada cual si estuvieran prisioneras.  Ese día en particular su salida coincidía con la salida de Kande que iría a visitar a mi prima pues habían quedado en hacer una serie de compras juntas.  La africana y mi prima habían llegado a consolidar una buena amistad que mi mujer se encargó de aclararme enfáticamente cuando le hice una broma al respecto.

--  Kande, me parece que salís mucho con mi prima, ¿no estarás haciéndole mimos a mis espaldas, no?, te lo pregunto porque no quiero tener que “escucharte”.

--Te lo voy a decir una sola vez y no pienso repetirlo, admito que me gustaría repetir la noche del Hyatt que pasamos contigo pero… juntos, ni Zulma , ni las chicas, ni nadie podrá tener algo conmigo si vos no estás a mi lado, ¿cómo tengo que hacer para que lo entiendas?

--  Bueno, mil disculpas, pretendió ser una broma y se convirtió en algo de mal gusto, tengo plena confianza en mi negra adorada que hoy anda con todo el carácter encima.

--No te enojes amor, estoy en “esos días” y un poco incómoda, igual me las vas a pagar esta noche porque ahora Cielo y la “colo” me esperan sino...

Carlos también salía porque, cada dos por tres andaba con el “culo inquieto” y visitaba a sus conocidos de la comunidad gay. Danny , Andrey e Iker habían ido a ver a un proveedor para ver de conseguir las municiones para la pistola rusa que Andrey usaba y luego pasarían por el polígono para practicar.  En la casa quedaban Tai , Blago y Roberto y, aunque atentos a todo, era como si no existieran.  Era media mañana, seguía en la cama remoloneando y me hacía la “película XXX” porque quedaban Zulma y Virginia solas y ya la chef me había adelantado las ganas y la predisposición de ésta para hacer un trío.

Me estiré un rato más en la cama, luego me levanté para ir al baño, después de un rato regresé a dónde estaba y me estiré hasta el tablero para llamar a Zulma .

--  Buen día belleza, estoy solo y desamparado, ¿habrá alguna posibilidad de que subas a hacerme unos mimitos

--Jajaja, contigo soy como una boy scout, “siempre lista”, ¿sola?

--  Lo dejo a tu criterio” .

Dos minutos después entraban las dos a mi habitación, vestían muy parecido, remera, short cortito y zapatillas para ambas, no decían mucho pero no tardaron en despojarse de esas ropas y pararse desnudas a un costado de la cama.  Las miré, cerré los ojos y les dije: “déjenme conservar en mi mente la belleza de sus cuerpos desnudos” , la pavada generó la risa de Zulma y distendió bastante a una indecisa Virginia que se había desnudado a instancias de la chef más que de sus ganas.

A pesar de ser más joven el físico de Virginia era distinto, agradable a la vista y como para “calentar a un muerto” pero… las tetas estaban un poco caídas y no era tan fibrosa en sus muslos y nalgas, era evidente que las sesiones de gimnasio de la más veterana resultaban más que beneficiosas. Zulma subió a la cama pasando sobre mi cuerpo y le estiré los brazos a Virginia que se acercó un tanto reticente.

Tomó mis manos y la jalé para que cayera sobre mí, comencé besando su cuello y noté como se iba relajando, luego fueron sus mejillas y toda su cara hasta terminar en su boca de labios medianos que se abrieron al contacto con los míos, participaba con labios y lengua y se notaba que le gustaba que mis labios encerraran a los suyos dejándose “comer” la boca.  Los primeros gemidos denunciaron que Zulma , además de tener mi miembro alojado en su garganta había incursionado con sus dedos en la entrepierna de la amiga y la estaba haciendo delirar y no sólo deliraba también mojaba mi muslo con lo que vertía su excitación.

“Gonza, dejame que yo la lleve hasta que pierda sus miedos” , -me pidió Zulma - y abrí mis brazos mientras ella lograba que Virginia me montara y dejara que dirigiera el glande y todo el miembro a su oquedad lubricada.  El ingreso del glande se hizo notar, lo noté yo por su estrechez y lo notó ella cuando el ariete penetraba abriendo ese lugar que desde hacía mucho sólo fue visitado por dedos.

Ella dirigía la penetración y yo la miraba mordiéndose y aguantando el dolor que seguramente sentía, me asaltaban ganas de darle un caderazo y enfundarlo de un solo golpe pero aguanté, todo hasta que Zulma se puso adelante, la besó partiéndole la boca y pellizcó con el índice y el pulgar su clítoris endurecido.  No pudo aguantar, aflojó todo su cuerpo y, literalmente, se clavó la pija hasta que hizo tope en su útero, aunque se movió y trato de hacerlo no pudo gritar, Zulma estaba totalmente prendida a su boca y casi enloquecida también porque se había montado sobre mi cara y recibía mi lengua en su sensible culito.

Ese pequeño rato de besos apasionados y apretones al clítoris de la más joven sirvió para que ésta comenzara a moverse suavemente y fuera acelerando sus entradas y salidas, machacaba con sus nalgas en mi pelvis y se había arrojado sobre el cuerpo de la amiga, le puso las manos en los hombros y se movía desaforada, lagrimeando, pidiendo más y urgiendo a que la veterana le apretara los pezones.

Casi me llevó con ella cuando el orgasmo la alcanzó, el apretón de sus músculos en el miembro fue tremendo y menos mal que se quedó quieta dejándolo que palpitara en lo más profundo porque cuando hacía un movimiento ascendente parecía que lo arrancaba ya que tironeaba de él como si lo hiciera con una mano.  Temblaba y se agitaba y en muy poco tiempo lo hicieron las dos, mis dedos no se habían quedado quietos y aún incómodo, con las dos manos trabajaba en los agujeritos de Zulma , dos dedos en el culo y dos en la vagina tratando de conseguir un ritmo que no podía conseguir aunque a ella eso no le importaba tanto y se abrazó fuerte a Virginia cuando gritó su placer mojando mi mano hasta un poco más allá de la muñeca.

Me desmontaron las dos apenas se recuperaron un poco y Zulma se arrodilló pidiendo su acostumbrada ración de dolor por el culo, “rompeme el culo Gonza, te necesito ahí adentro” ,

-pidió- no me hice rogar, apunté con el glande al agujerito que palpitaba y lo afirmé, ella se agarró fuerte de la mano de Virginia que se incorporó para mirar y se quedó sorprendida y con la boca abierta cuando penetré el hermoso culo de Zulma , de una y sin hacer detenciones, el ¡ahhhhhhhhh! que dejó escapar no tuvo mucho de doloroso y los movimientos que le imprimió a sus caderas denunciaban un placer que su compañera no podía creer.

Las contracciones no se hicieron esperar y arreciaron sus movimientos cuando llegó al orgasmo que siempre me brindaba rápido cuando perforaba su culo. Virginia participó besándome con ganas mientras apretaba una de las nalgas de la chef y yo no me quise aguantar, entré hasta lo más que pude y le llené las tripas y una Zulma que gritó un ¡sííííííí! agradecida y plena.  Aún temblaba cuando Virginia le preguntó, “¿cómo pudiste?”“Es genial, ahora te toca a vos” .  No tuvo tiempo a contestar porque sonó mi teléfono y la voz interior me dijo, “contestá” .

Era Cielo toda preocupada, “estamos en tal Comisaría Gonzalo , la detuvieron a Kande , ante la pregunta me contó rápido que tres tipos trajeados y con navajas la quisieron atacar a Rocío , le querían cortar la cara porque se había negado a seguir trabajando y Kande los mandó al hospital a los tres, según parece, a uno de ellos en un estado muy delicado.  Corté la comunicación y sin más lo llamé a Chao quien se puso rápidamente en movimiento, mandó a tres Abogados a la Comisaría y habló con el Fiscal General y con el Juez que podría recibir la causa.

Cambiarnos, salir y llegar nos habrá llevado una hora y cuando arribamos a la Comisaría en la puerta estaba Chao con dos Abogados más, el Fiscal que atendía la causa y el Comisario de esa Seccional, además de las cuatro chicas.  Me acerqué a ellas preguntando si estaban bien y luego me presenté con el Fiscal y el Comisario después de saludar a Chao .  Éste me dijo que estaba todo bien, que se había caratulado como “Legítima Defensa ante ataque con objeto punzo cortante” …  Yo contesté:

--  No Chao, no está nada bien, quiero saber quiénes son, quién los manda, cómo operan y fundamentalmente quien los banca porque no se podrían mover cómodos sin tener un buen respaldo.

--  No se ponga así hombre, quedó todo como un incidente , -dijo el Comisario-.

--  Perdón…  ¿Usted es pelotudo o me está tomando el pelo?, un incidente que le podría haber costado la vida a mi mujer, a mi prima y a mis amigas, ¿de qué incidente me está hablando?  Se lo voy a dejar claro a ambos, aunque al Doctor Chao no le gusta que lo diga, si alguno está involucrado en esto más vale que se suicide porque yo no pienso tener piedad, si están “limpios” miren para otro lado porque corren riesgo de quedar “salpicados”.

El Comisario era un “veterano” , se dio perfecta cuenta por dónde “iban los tiros” y nos pidió que pasáramos a su despacho para hablar más tranquilos, mandé a los muchachos a tomar algo con las chicas, Chao despidió a los Abogados y pasamos al despacho privado del Comisario.  Allí la cosa fue más distendida y se explayó de otro modo…

--  El Doctor Chao nos informó que usted es el Presidente de la empresa “Seguridad Mundial” así que estimo que debe tener otros medios que son superiores a los que nosotros disponemos.  En esto el Fiscal y yo estamos atados de pies y manos, la red de prostitución es inmensa y al nivel más alto y nunca podemos llegar nada más que a las chicas o a alguno que las represente en ese momento, los que duran detenidos lo que “un pedo en la tormenta”.  Casi le podría asegurar que en esta seccional no hay visos de corrupción y lo mismo creo que es para el Fiscal.

Lo que me decía era verdad, los pensamientos de los dos eran de total desilusión respecto a lo que se podía hacer al respecto de esa “red” , además estaban “limpios” de la corrupción que nos ocupaba.  Le pidió a un agente femenino que podía servirnos un café y sonó mi teléfono, tras cartón sonó el de él también.  En el mío era Kaila , acababa de llamar a Kande para saber como estábamos y se enteró de la situación, me conocía y llamaba para decirme que contara con la Kaila de antaño para lo que fuera menester, le agradecí diciéndole que la tendría al tanto y mandé besos para Patricia.

En el teléfono del Comisario llamó Matías , el ex Comisario y ahora Director General para La Argentina de “Seguridad Mundial” , se enteró por Kaila y lo llamó al Comisario porque eran amigos y compañeros de Promoción.  Yo escuchaba perfectamente lo que hablaba…

--Te lo digo en serio Fernando , si son los mismos que te han hecho pegar la frente contra las paredes montones de veces, no tienen idea de con quien se metieron, hacele caso a un tonto, mirá para otro lado y no le busques las cosquillas a mi jefe.

--Para nada, ya me percaté de eso, estoy sentado con tu jefe, ¿querés que te pase con él? , -le dije que pusiera el altavoz-.

--Hola Gonzalo , me enteré que había habido un inconveniente, espero que su mujer esté bien cuente con nosotros para lo que crea conveniente.

--  Gracias Matías, Kande está bien y lo de ustedes lo daba por descontado.  Necesito una custodia de cuatro hombres de día y cuatro de noche en la dirección que ya te mando por mensaje y que esta noche vengas a cenar a casa con Sofía, avisale también a la Subdirectora, tengo que hablar largo y tendido sobre esto.  Bien, gracias, los espero.

El Comisario hablaba con el Fiscal y cuando me levanté para despedirme, me entregaron los papeles en que figuraba el ingreso de Kande a la Comisaria y los nombres de los lesionados.  Los saludé a ambos dándoles las gracias, luego lo hizo Chao con el Oficial y posteriormente con el Fiscal que no disimuló el respeto que tenía hacia el Abogado chino, después nos dirigimos a la confitería de la esquina donde nos esperaban las chicas y los muchachos.  Le dije allí a Rocío sobre los custodios y que tratara de quedarse en la casa por tres o cuatro días, la miré a la negra y les dije a todos en tono de broma…

--  Le voy a hacer unos mimos a mi mujer que debe estar muy asustada.

--Jajaja.  Asustadas estamos nosotras, no bien vimos las navajas, los tipos empezaron a volar para un lado y para el otro y a escuchar gritos y ruidos como a maderas cuando se quiebran, el ruido de huesos quebrados no me lo saco más de la cabeza.  Te quiero mucho Kande , acordate que soy tu amiga, -expresó Gisela riendo-.

Como siempre sucedía, las reacciones y los comentarios de Gisela generaban risas y daban pie para continuar las chanzas, “y eso que era el primer día de “mis días”, si hubiera sido el tercer día me los comía crudos a los tres” , con eso Kande la completó y ya la risa fue general adosándose bromas respecto a lo que yo podría experimentar al lado de una mujer así de peligrosa. Tai no miraba a los dos y se sonreía sólo con los ojos pensando, “si supieran…” .  De seguido corté un poco las risas, trabajo para Cielo y Gisela con los nombres de los tres tipos y “a casa que llueve” acompañadas por Blago y Roberto .  Yo necesitaba a Tai para otra cosa.

Los demás se fueron rápido, la llevaban a Rocío y volvían a casa, con Tai nos fuimos al hospital público adonde habían sido derivados los “accidentados” y sí, chocarse con Kande en esas condiciones y amenazarla podría ser considerado un accidente grave.  De camino le pedí a Cielo que me hackeara todas las cámaras del nosocomio y saber quien había entrado y salido desde que los tipos fueron llevados allí, contestó que lo haría con las de entradas de ambulancias y la entrada al hospital.  Me quedaba tranquilo con eso, a minuciosas no les iban a ganar a ninguna de las dos.

Entramos al hospital directamente a la guardia de urgencias, nadie nos paró, nadie preguntó, los dos efectivos de seguridad que vimos en las inmediaciones charlaban con dos mujeres que vestían ropa que las identificaban como de personal de limpieza, no se veían médicos, salvo las tres personas que se encontraban detrás de un mostrador de atención al público los demás eran pacientes esperando para ser atendidos.  Se abrió una puerta vaivén de dos hojas grandes y un enfermero de más o menos treinta años al que se le cayeron varias “plumas” , se asomó para llamar a una persona por el número, a él me acerqué.

Bien vestido, amable, ropa de calidad, buen perfume y nada feo, me miró de arriba abajo y me prestó toda su atención.

--  Tengo un pequeño inconveniente y necesitaría hablar unas palabras en privado con vos, ¿podrá ser?

--Dame dos minutos y enseguida estoy a tu disposición, cuando salga voy por ese pasillo, seguime. Así sucedió y se metió en una especie de depósito, entré yo y detrás lo hizo Tai . Ay no ¿qué quieren, pensé que tenías un problema?, ¿qué querés que haga con ese chino grandote?

--  Tranquilo, sólo escuchame y no te hagas ninguna película extraña, necesito un favor y te voy a dar doscientos dólares si me lo hacés.

--Es un montón, ¿hay que matar a alguien?

--  No, sólo quiero preguntar algo a unas personas, no voy ni quiero matar a nadie.  Hace más o menos una hora y media trajeron a tres tipos que estaban bastante golpeados, quiero hablar con ellos sin que se entere nadie.

--Ya sé de quienes hablás, dicen que quisieron asaltar a una negra espectacular y los mandó a los tres para acá, ¡ay, diosito, amo a esa negra, si yo supiera todo lo que saber esa mujer para defenderse más de uno dejaría de joderme! pero hay un problema, está un policía con dos de ellos, al otro lo están operando porque se le perforó un pulmón con una costilla rota, va a ser muy difícil llegar hasta ellos.

--  Sí o sí necesito preguntarles algo, ¿no hay una posibilidad de hacerme pasar por un médico?, te aseguro que no les haré nada y podés quedarte a mi lado cuando les pregunte.

--Sí, podrías pasar por un médico de rechupete y digo, ¿éste médico de rechupete no se podría estirar un poquito más con la propina?

Le dije que hasta trescientos llegaba y ni lerdo ni perezoso buscó en los anaqueles, sacó un guardapolvo blanco, me lo hizo poner, me aflojó la corbata y sin sacármela me desabrochó el botón del cuello.

--Nunca están tan arregladitos, dale el saco al grandote y que no venga porque a él no lo puedo hacer entrar, ponete este estetoscopio en el cuello, está roto pero nadie lo sabe, alcanzame esa tablilla, vamos los dos a controlar a los pacientes y no le des bola a nadie.  No les vayas a hacer nada porque grito como una loca.

--  Quedate tranquilo, ya te lo dije, sólo quiero preguntarles algo.

Le dije a Tai que me esperara en la camioneta y me fui con el enfermero, subimos un piso por la escalera y luego caminamos por un pasillo relativamente largo, él saludó a un par y no le di bola a nadie aunque, a la vez, fui completamente ignorado por todos.  Se acercó a una enfermera que estaba detrás de una ventanilla y le dijo que venía a tomar los datos de los que estaban con el policía, “si podés dale porque no dicen ni una palabra, luego dámelos a mí” .  Le hizo una seña al policía que estaba parado en la puerta de una habitación y nos acercamos a él, no nos preguntó nada y entramos.

Le pregunté a Sebastián -así se llamaba, lo supe “escuchándolo” - el por qué de esa habitación, “es normal, siempre que vienen con causa se los pone aparte” .  Entramos y los dos tipos estaban colgados de pesas con los dos brazos recién enyesados y uno de ellos además con una pierna en las mismas condiciones, los dos totalmente incómodos. “El doctor Jorge les va a hacer unas preguntas y yo otras” .

Lo tomé del brazo a Sebastián y le dije: “Sebastián no hagas boludeces de histérica y escuchá bien, yo les preguntó y vos anotás lo que yo te diga en un borrador” .  El enfermero miraba y anotaba todo lo que yo le decía, nombres, apellidos, edad, números de documentos, nacionalidad, domicilio, empresa o persona para la que trabajan, quien los había mandado, etc…

Cuando terminé de preguntarle a cada uno le dije que nos fuéramos, “jajaja, estás filmando algo para una joda, me hiciste anotar cualquier “verdurita”, los tipos no dijeron una palabra” .  No le contesté nada, al llegar al depósito en que me saqué el guardapolvo, copié los nombres con los datos filiatorios que él necesitaba y guardé el otro papel que había utilizado.  Saqué cuatrocientos dólares y se los di…

--  Los cien que sobran es para que no te acuerdes de mí, los datos son reales, sólo tuve que leerles la mente.

--Cosita rica, si no fuera porque me diste el dinero me estaría riendo como loca, ¿a quién le querés hacer creer eso?

--  No importa, me conviene que no me creas pero me inspirás confianza, ¿por qué te crees que te llamé Sebastián y no te cuento lo que hiciste anoche?

--¿Qué sabés vos de lo que hice anoche?

--  Saber no sabía nada pero acabás de pensar que fuiste a la casa de Ezequiel, que es un ex compañero de estudios y que te dio una cogida tremenda, es más tenés ganas de ir hoy también.

--¡Ohhh, es verdad!, la puta madre, ¿cómo hacés?

--  Son años de práctica, andá a entregar esos datos, decí que te los dieron entredormidos y olvidate de mí, estuviste genial.

Salí arreglándome la corbata y pensando que no me había quedado más remedio pero convencido de que Sebastián no abriría la boca.  Ya tenía todos los datos requeridos, ahora tenía que averiguar quién era Celeste“La Reina Madre” y quién Francis“El Dandy” .  Una manejaba la empresa y era la experta el RR.PP. y el otro se ocupaba de lo “sucio” del negocio de la prostitución de lujo.

Al llegar a casa ya tenía una carpeta con las fotos y los datos de los tres tipos, en esa carpeta los tres tenían la misma dirección, yo tenía otras dos direcciones distintas.  Los iba a llamar a todos para reunirnos y tocar el tema y recordé lo de la invitación a cenar.  Me fui para la cocina, en ella estaba Kande contándole a Zulma y a Patricia lo que había pasado y le avisé de la próxima visita de Kaila con Patricia y Matías con Sofía , de inmediato las tres dejaron los “chusmeríos” de lado y se dedicaron a ver qué es lo que prepararían.

Los llamé a los muchachos al despacho y les conté por encima la situación, les dije que después de cenar tendríamos más datos porque el ex Comisario nos aportaría una serie de datos que nos aclararían más el tema pero, por lo pronto Roberto e Iker saldrían temprano para verificar el domicilio que figuraba en la carpeta que habían armado Cielo y Gisela , coincidimos todos en que posiblemente sería algún terreno baldío o una casa vieja, si así no lo fuera tendrían que avisarnos y quedarse para tomar fotos de los posibles habitantes, es decir, un trabajo básico de Inteligencia, eso, cualquiera de ellos, lo tenía más que claro.

Cuando llegaron los invitados a la cena, estaba hablando por teléfono con el responsable de la Agencia de Detectives, la orden fue recabar datos e informaciones sobre ésta organización y sus integrantes, sin escatimar gastos para esto, no me importaba si hombres y mujeres de la Agencia tenían que gastar en Escort o prostitutas de lujo, quería fotos de ellas y accesos a sus teléfonos celulares.  Ya había averiguado que el teléfono de mi prima recibía llamadas cortas por medio de un celular no identificable o prepago, lo cual dificultaba su seguimiento pero, siempre quedaba latente la posibilidad de un error.

Me descubrí obsesionado tratando de combatir a una organización de este tipo y no, no tenía nada en contra de las chicas que cobraban por trabajar en esto pero entendía que es algo así como con las drogas o como con cualquier otro negocio y, salvando las distancias, los negocios funcionan si existen quienes compran sus productos, el problema era que las Leyes eran muy “adaptables” y con demasiados vericuetos, no existía nada “reglado” para estos negocios.  Veré de explicarlo desde mi punto de vista: El producto está para el consumo, existe quien quiere consumir y hay un encargado de negociar esto, hasta ahí podría ser algo comprensible, alejado de mojigaterías estúpidas o religiosidades convenientes e hipócritas.

El problema se presenta cuando el que quiere consumir deteriora al producto y nadie lo hace pagar por esto, también cuando la demanda es mucha y se consigue la mercadería obligando, secuestrando o maltratando a la misma o cuando el afán por el dinero es tal que se abren sucursales con mercaderías más baratas que es maltratada sin consideraciones o, en muchos casos, sin el suficiente tiempo de maduración.  Otro problema es cuando “la mercadería” ya no se quiere prestar al “intercambio” y se la pretenda “descartar o eliminar” como escarmiento utilizando la violencia para ello y escapando de cualquier castigo por lo infringido a quienes no les quieren responder.

Estúpido no era, el “negocio” existía desde hacía miles de años y lo tenía claro, no iba a poder eliminarlo porque sí pero, según mi criterio, esta organización en particular había cometido un error casi mortal, habían pretendido atacar a sangre de mi sangre metiendo en el medio a tres de mis mejores afectos, eso sólo me alejaba de cualquier tipo de razonamiento “lógico” , me daba cuenta que a mi bronca o enojo como ser humano se le unía la defensa instintiva y animal de “mi familia” y sin dudas que pagarían por ello sin que me frenara ningún tipo de remordimientos.  Ninguna Ley protegería a nadie involucrado y si las había -que las había- las pasaría por encima o las esquivaría.  Con el ataque habían encendido una mecha sin saber que estaban sentados al lado del barril de pólvora.

La llegada de Matías y Sofía y casi juntas de Kaila y Patricia , me habían sacado un poco de las elucubraciones que tenía en la cabeza.  Las salutaciones a Kaila y Patricia fueron de todos y con una algarabía notoria.  Sofía me saludó con un “estabas perdido” y luego se acercó a saludar y felicitar a Kande , Matías me saludó con un apretón de manos sintiéndose cómodo entre todos nosotros.

Mi perspicaz mujer, al dirigirnos todos al comedor, se colgó de mi brazo y me dijo: “Esa Sofía te tiene unas ganas que le cuesta disimular y no me quiero equivocar pero me parece que el marido lo miró con cariño a Carlos , aunque con los otros chicos se cuida muy bien de dejar entrever nada” , me reí con lo que me decía pero lo que me sonó muy claro en mi cabeza fue la carcajada del YAOGUAI , como dándome a entender que lo que me decía era verdad.

Cenamos más que bien felicitando siempre a Zulma por todo lo preparado y luego del café, Patricia , Zulma , Sofía y Carlos se retiraron y nos dejaron para conversar de lo que nos interesaba. Matías había traído un par de informaciones que vinculaban a una mujer muy adinerada sin ninguna empresa en el país que respaldara sus ingresos, a la misma se la vinculaba a los ambientes más altos de la sociedad.

Se presumía que era la jefa u organizadora de la red de prostitución al más alto nivel pero las investigaciones que se querían hacer en su contra chocaban siempre con las negativas y “palos en la rueda” provenientes hasta de Ministros y Jueces, ni la División Antivicio ni la de Delitos Económicos estaban autorizados a operar en su contra.  Por lo que él sabía, habían rodado varias cabezas por esto, arruinando excelentes carreras policiales.

Los pensamientos de todos estaban enfocados a que, sin ninguna duda esa sería la mentada “Reina Madre” .  Nosotros hablábamos y Gisela parecía juguetear con la tablet pero yo sabía que ya estaba metida de lleno en averiguar sobre la mujer en cuestión.  Mirando siempre a la tablet dijo en voz alta: “Es la madre de la presentadora famosa que aparece en uno de los videos” .

De inmediato Cielo se puso a su lado, miraron juntas y corroboraron la información.  Los apellidos eran distintos pero una noticia en un pie de página hacia saber cómo al pasar que era la madre de “fulana de tal” .  El círculo se iba cerrando y luego de ver varios videos de distintas recepciones o fiestas del ambiente artístico pudo notar que, junto a esta mujer, solía aparecer un individuo como de cincuenta años, delgado, más bajo que ella pero muy atildado y siempre bien vestido.

Le dejó la tablet a Cielo y nos dijo que enseguida regresaba, no esperó respuesta, se levantó y se dirigió a la escalera que la llevaba al sótano, a la Sala de Informática.  Nosotros conversamos un poco más sobre el tema, comenté sobre el video en que aparecía esa presentadora junto a dos muchachas más jovencitas, además, corroboré lo expresado por Kande respecto a las “ganas” de Matías , en un momento dado lo miró a Andrey y pensó en lo excitante que sería estar debajo del ruso mientras éste le destrozaba el culo sin piedad. ¡Reverendo puto resultó Matías! y no me jodía por eso, me puteaba a mi mismo porque por mi sentido del código auto impuesto para con mis conocidos, me perdía de averiguar montones de datos, en algunas cosas tendría que cambiar.

Como a los quince minutos regresó Gisela y traía varios papeles en la mano, eran fotos del tipo en cuestión, con la mujer, junto a un auto Koenigsegg Trevita similar al que tenía el boxeador Floyd Mayweather , paseando en un yate de lujo con varias chicas que lo rodeaban y en los jardines de una mansión y otras en distintas reuniones de élite, en todas ellas se podía observar la presencia de uno o dos hombres trajeados cercanos a él, indudablemente custodios preparados como tales.

Fui pasando las fotos y me quedé observando una hoja en la que figuraban sus datos de filiación, su nombre verdadero era Francisco Javier XXXX , alias “El Dandy” , había nacido en el seno de una familia de clase media en una de las provincias más grandes del interior del país, tenía 46 años y había purgado una condena de tres años por estafas, más que evidente que allí adentro había aprendido otras “mañas” .

Los muchachos y Kande junto a Kaila opinaron que había que estudiar bien todo o “picar” muy alto porque en cuanto tocáramos algo eso se convertiría en un “hormiguero pateado” y saldrían muchos a defenderlo y con los “botines de punta” .  Estuve de acuerdo y Matías era de la misma opinión.  Concluimos allí opinando que era mejor recopilar más información.

Las visitas se prepararon para irse y mientras los demás despedían con besos y abrazos a Patricia y a Kaila y Matías hablaba unas palabras con Carlos , se me acercó Sofía , “tengo que hablar con vos a solas pero no ahora, llamame por favor”“Es sobre la Fundación o pretendés algo más”“Fundamentalmente es por ese “algo más”, tengo muchas ganas de saber cómo es” .  Parecía que Sofía se había cansado de esperar e iniciaba su ofensiva, me dio un beso y cuando se giró para irse miré ese hermoso culo, chiquito, duro y algo inquieto que seguramente en pocas horas tendría mi ariete instalado muy en el fondo.

Kaila me reiteró que si la necesitaba para lo que quisiera, sólo tenía que llamarla, no hizo falta aclaración, el ofrecimiento no tenía ninguna connotación sexual, sabía que si salía a “reventar puertas” la israelí estaría a mi lado y al lado de Kande .  Quedamos los de la casa, algunos se despidieron rumbo a sus habitaciones y mi mujer se me arrimó mimosa dándome un beso en el cuello.

--Cielo, vida, me dijo Zulma que mientras yo rompía huesos ustedes se estaban dedicando a acercar al redil a una no tan esquiva Virginia .  ¿Te parece que nos podrá aguantar a Zulma y a mí?

--  Ustedes son de lo que no hay y andan contándose cosas a mis espaldas.

--No es a tus espaldas, si querés te contamos todo pero siempre está referido a lo que disfrutamos con “nuestro” hombre.

--  Hagan como quieran, arreglalo con Zulma, yo me voy a dar una ducha porque hay una humedad tremenda y me siento todo transpirado.

No le había dicho que no y, como era lógico, lo interpretó como una afirmación, yo me fui a bañar pensando que esta noche dormiría solo pues era muy probable que la “fiesta” se desarrollara en la habitación de aquellas dos con Kande de invitada.  Me sequé en el baño y pasando por el vestidor me dirigí a la habitación completamente desnudo, al llegar allí pensé que muchas veces subestimaba a mi mujer, en la cama me esperaban totalmente desnudas, una negra de color ébano, una castaña de piel tostada por el sol y una morocha de piel más blanca, a cual más hermosa.

Una conjunción de brazos, piernas y cuerpos de distintas tonalidades. Zulma estaba debajo practicando un 69 con Virginia que dejaba el agujero de su culo a disposición de las lamidas y penetraciones linguales de Kande .  Los gemidos de las tres estallaban en mis oídos, la excitación fue instantánea y se trasladó parte a mi cabeza pensante y parte a la cabeza que sólo actuaba, me puse a mil y me acerqué a besar y acariciar las negras nalgas de mi mujer.  El intento de penetrar su agujerito con mi lengua la enloquecía y además de los movimientos de sus caderas el ojo oscuro pareció abrirse y cerrarse para recibirla.

Kande disfrutaba y me miró haciendo una seña para que siguiera su vista, ésta se posó en el culo de Virginia con el que jugaba tratando de dilatarlo y abrirlo introduciendo los dos pulgares y cambiando luego por tres dedos juntos de una mano.

--Ya está amor, según Zulma estabas a punto cuando te llamaron.

Se corrió poniéndose sobre el cuerpo de Virginia y una de sus manos se dirigió a la nuca de ésta para obligarla a seguir una chupada que se hizo más profunda, la otra mano se prendió a uno de los pezones de “la nueva” .  Yo arrimé el glande al agujerito dilatado y sentí el lengüetazo en mis testículos propinado por Zulma , no la dejaron gritar ni moverse cuando comencé a entrar en ese culo estrecho que Virginia trataba de relajar porque se dio cuenta que no podría escapar de allí.  Cuando se contraía un poco el chirlo en las caderas la aflojaba y las mordidas de Zulma a su clítoris palpitante la hacían gemir un poco alto, creo que si Kande le aflojaba la cabeza despertaba hasta a los vecinos a 200 metros de distancia.

Mi negra chorreaba jugos sobre la parte alta de las grupas de Virginia y mis dedos se ocuparon de tocar, acariciar y apretar su clítoris negro y erguido.  Fueron cinco o seis entradas seguidas, saliendo casi hasta el final para llegar a chocarla con mi pelvis y estalló de tal modo que descabalgó a Kande e hizo gritar un poco a Zulma por el apretón que le dio a sus muslos con las manos con que se afirmaba, lo de Virginia provocó una reacción en cadena, la siguió Zulma temblando como desaforada debajo de todas y ayudé a Kande porque salí del culo de Virginia para penetrar el suyo entrando como le gustaba, de una y hasta el final, gritó pero mezclando todo su placer al dolor momentáneo.

La primera en recuperarse fue Virginia , se dejó caer de espaldas apoyando la cabeza en las almohadas y abriendo sus piernas en “V” me dijo: “¡Qué hijos de mil, me hi-cie-ron mier-da!, Gonza, por favor, así como estoy, entrá por dónde quieras y llename de leche” .  Fue casi como parpadear y entré hasta lo profundo en la vagina, dos o tres veces y salí para ingresar nuevamente al agujero ya dilatado anteriormente, en ambos casos la sintió pero estando instalado en lo profundo de su culo trabó mis piernas con las suyas y su mirada me suplicó la lechada.  Ya no volví a sacarla, apreté fuerte sus tetas que parecían más duras y llené sus tripas junto con el orgasmo que ese calor líquido provocó.

La energía que le robé en el momento del orgasmo sirvió para dejarla hecha una piltrafa y para poder acomodar a la chef y a la africana al borde de la cama y dedicarme a entrar y salir de sus culos y vaginas haciéndolas delirar con sus gemidos y sucesivos orgasmos, de ambas me nutrí para agotarlas y mi acabada la guardé para el culo de mi mujer, su apretón muscular me hizo saber de su satisfacción.  Luego se acomodaron muy juntas para dejarme más espacio y recuerdo sólo cuando cerré los ojos.

Continuará…

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