El demonio de nombre extraño (28)

La chinita resultó inexperta para estar con hombres y Cintia estuvo de parabienes. De regreso a casa me entero que Patricia había tenido un inconveniente y lo peor que puede hacer uno o varios malvivientes es meterse con uno de mis afectos.

CHINA LESBIANA - BANDA DESMEMBRADA.

Cuando la china entró en la confitería más de uno se dio vuelta para mirarla, el vestido era rojo con un corte similar al que le había visto en la tarde pero el tajo en su costado era más sugestivo, poco maquillaje apenas en sus ojos para resaltar su color renegrido, el cabello totalmente oscuro con flequillo enmarcaba un rostro de muñeca de nariz respingada y labios finos pero muy llamativos por su forma perfecta, la campera negra le llegaba a la cintura y los zapatos de taco alto resaltaban sus admirables piernas.

Luego de saludarla con un beso en la mejilla le dije que estaba más que hermosa y no pudo evitar ruborizarse.  Le pregunté si gustaba cenar en el restaurant o lo hacíamos en la suite, “vine para estar contigo, tengo muchas ganas y en la suite tendremos más intimidad” , -contestó muy aplomada-.  No perdí tiempo y tomándola del codo nos encaminamos al ascensor, Cintia nos miró y discretamente levantó un pulgar en señal de aprobación.

En el ascensor le pregunté su nombre y me dijo que en chino era Lixue pero como significaba Nieve , todo el mundo la llamaba de ese modo, “serás Nieve entonces, yo soy Gonzalo y estoy encantado de tenerte a mi lado” .  Volvió a ruborizarse y parecía aún más bella cuando lo hacía.  Al entrar en la suite no hizo ningún gesto pero la mirada de sus ojos denunció que le gustaba el lugar, se dio la vuelta y la ayudé con la campera, la cosa fue como automática y  no pude evitar pasar mis brazos hacia la parte delantera de su cuerpo y hacer que apoyara la espalda en mi pecho, lo que le siguió fueron una serie corta de besos en su cuello perfumado con esencia de flores.

Su estremecimiento fue notorio y pareció que se le aflojaban las piernas cuando acaricié su pecho menudo y sus pezones chiquitos pero tan duros que parecían deformar el vestido porque no usaba sostén, giró su cuerpo y me abrazó para ofrecerme sus labios esperando por el beso.  La besé despacio y se le notó la falta de experiencia, estuvo obligada a aprender de golpe porque mi lengua tomó posesión de su boca tratando de enroscarse con la suya.  No sabía besar muy bien pero aceptó que le comiera la boca sin ponerse a pasar la lengua por mis labios como solían hacerlo las orientales. “Quiero que me disculpes, no soy virgen pero no tengo nada de experiencia” , -me dijo como avergonzada-.

No contesté nada y busqué el modo de soltar el vestido, ella se dio cuenta y soltando un par de botones disimulados lo dejó caer para quedar con una tanga de color rojo, las medias apretadas en el muslo y los zapatos de taco alto.  Así como estaba la tomé en mis brazos y se rió como una criatura abrazándome del cuello y besándome en las mejillas, la deposité en la cama y luego de otro beso profundo me deslicé hacia la parte inferior de su cuerpo con manos, boca y lengua poniendo toda la intensidad en mis caricias y mis besos.

Sus gemidos no tardaron en aparecer y sus tetas chiquitas que la palma de mi mano abarcaba en su totalidad resultaron ser ultras sensibles, bastó un apretón y absorber un poco un pezón durito para que tuviera sus primeras contracciones.  Los sonidos que anunciaban su placer me enardecieron y me prendí con toda la boca a una de sus tetas, entraba casi toda y la sacaba de mi boca a la vez que la chupaba y mordisqueaba suavemente el pezón, un par de veces así con una y otra teta y gimió fuerte arqueando su cuerpo con tanta energía que me levantó.

Quedó con los ojos cerrados y aproveché a sacarme toda la ropa, ella no miraba y totalmente endurecido le saqué la tanga completamente mojada y me coloqué en un clásico misionero para penetrarla.  Estaba seguro que si la veía contraería todos sus músculos dificultando más la penetración, la besé profundo mientras apretaba uno de sus pezones y el glande buscó y encontró el orificio deseado.

La lubricación ayudó bastante pero no bien comencé a entrar noté lo estrecha que era y ella notó la pija que se comería, intentó moverse pero el peso de mi cuerpo se lo impedía, entré despacio para no lastimarla y aún así escuché sus casi gritos y sus sollozos, había dejado de moverse y quedó una parte afuera cuando choqué el glande en su interior, me quedé quieto para que se acostumbrara y besé toda su cara, su cuello y sus labios, muy poco rato después de eso comenzó con los movimientos que se fueron acelerando y que me apuré a equiparar con su ritmo, parecía que iba todo fantástico y se enloqueció.

Comenzó a moverse como si tuviera electricidad y me pedía más, “dame más, más adentro, mucho más” , la di vuelta apoyé la espalda en la cama y ella quedó arrodillada y semi sentada con el miembro en su interior, tomé sus pezones con la punta de mis dedos y le pedí que hiciera lo que quisiera sin ningún tipo de vergüenza.  No hizo falta decirle más, cerró los ojos y luego de dos o tres entradas y salidas se sentó completamente en el miembro lanzando un grito de satisfacción, allí cerró los ojos y comenzó a temblar y a moverse como una electrizada.

Tuve que soltar sus pezones porque el cuerpo desnudo de una rubia pasó una pierna sobre mi pecho y se sentó de frente a la china, la abrazó para prenderse a su boca y apretó su clítoris con la otra mano, creo que tardó un par de segundos en salir de la sorpresa y se abandonó rápido a las caricias de la rubia repitiendo orgasmos tras orgasmos producidos por el masaje constante de su clítoris.

Se recuperó un poco y le dijo a Cintia , “vos estabas en la confitería” , ésta le contestó, “si y vi como me miraste, es evidente que te gusta más el pescado que la carne pero hoy el plato va a ser variado” .  No había dejado de moverse y lo estrecho de su interior me masajeaba muy placenteramente pero yo me puteaba a mi mismo por no haber querido “escuchar” los pensamientos de la china que descubría lesbiana.

Como fuere, no estábamos ahí para “jugar a la bolita” , mis dedos se ocuparon de las intimidades de Cintia que volvió a prenderse a los morros de la china y ésta a moverse con más ganas, el orgasmo de la rubia no se hizo esperar y junto a otro de la chinita sirvió para que me descabalgaran.  La miré serio a Nieves y me pidió todas las disculpas del caso, dijo que venía dispuesta a entregarse y a ser toda una mujer para un hombre aunque no esperaba gozar tanto como lo había hecho, era la primera vez que tenía el miembro de un hombre adentro y había pensado que no lo disfrutaría pero que ahora quería todo, aún a pesar de lo grande que era, nos dijo riendo que, de haberlo visto, hubiera salido corriendo.

“dijiste que querías todo, creo que Gonzalo te debería hacer pagar el engaño y yo me tendré que ocupar de que no grites o por lo menos de que no se te escuche demasiado” .  Luego de decir esto Cintia se acostó casi sobre el respaldo, abrió las piernas y la llamó a Nieves con un dedo.  La china entendió enseguida y sumergió su cara en la entrepierna de una Cintia que puso los ojos en blanco cuando la oriental absorbió su clítoris.  En esa posición, entendí lo que pretendía la azafata y me coloqué detrás de la china, me entretuve dilatándole el esfínter con lengua, saliva y dedos sin hacer caso de sus gemidos y amagos para escapar de allí.

Al estar sentada, la rubia la sostenía de las axilas y había pasado una de sus piernas por la espalda de la chiquita oriental.  Yo estaba listo porque tres de mis dedos entraban con bastante facilidad y me afirmé colocando el glande en el agujerito que, seguramente, no había conocido visitante.  Entré una cuarta parte y pretendió lanzar un alarido que Cintia trató de tapar, yo tenía otro método y luego de pegarle un fuerte chirlo en la nalga le dije: “no te quiero volver a escuchar gritar, me engañaste y sabés que no soy yo cuando me enojo” .  Fue como si la hubiera narcotizado y entré hasta el fondo sin hacer ninguna otra escala, la incorporé con una mano debajo de su vientre y comencé a entrar y salir con fuerza y velocidad, le rompí el culo a gusto y absorbí bastante de su energía para que quedara rendida y sin ganas de nada más.

La tuve que sacar yo de entre las piernas de Cintia porque parecía como que estaba en otro mundo, “parece que no quiere más y a mí me espera una rubia muy putita que quiere cogerme mejor que su amiga Azul”-dije mirándola a Cintia- .  Enseguida se puso en cuatro y me dijo: “Puta Gonzalo , tu puta y rompeme lo que quieras, la china me dejó con ganas pero tu pija no tiene comparación, eso sí prometeme que nos vamos a juntar porque quiero ver cómo le partís el culo a la enana, se hace la santa pero…” .  Me comencé a reír con ganas mientras le acariciaba las nalgas y le contesté “pinchándola” :

--  Te guste o no vos no podrías aguantar lo que se aguanta la enana y el modo en que lo disfruta.

--¿Por qué lo decís, acaso no te aguanté anoche?

--  Si mi cielo pero no como la enana.

“Picó” y entró como un caballo, “eso es lo que vos te crees, entrame como le entrás a ella, después hablá” .  Le di el gusto pero no le dije que a Azul le gustaba sufrir y quería recibir mi pija de una y sin escalas, primero fue en su vagina y no alcanzó a terminar el grito cuando cambié de agujero y se la mandé a guardar por el culo casi lastimándome con la fuerza que hice, gritó, mordió la almohada y lloró sin contenerse pero yo no paré y seguí entrando y saliendo de un lado y luego cambiando de agujerito -en ese momento agujeros- para volver a hacer lo mismo.

Me llevó un rato largo hacer que se calmara y se relajara para comenzar a disfrutarlo pero cuando lo logramos juntos el orgasmo fue apoteótico, se contrajo, tembló, mojó la cama como si su hubiera orinado y gritó desesperada, “sííííí, sííííí, ¡por Dios!, en mi vida tuve un orgasmo así ni me hicieron ver el Cielo y el Infierno juntos, ¡qué hija de puta es esa enana!, ¿cómo puede comerse esta pija así y no contármelo?” .

No quise absorber nada de ella, bastante molida quedó después de ese polvo que me sacó hasta la última gota.  La China ni se movía y Cintia se entregaba despacito a los brazos de Morfeo , fui hasta el baño, me lavé, saqué un toallón que puse sobre el enchastre que había hecho en la cama y me acosté en un costado dejándola a la rubia en el medio.  No podía dormirme y me levanté a tomar un whisky, estaba fresco para ir a tomarlo en el balcón y me senté en el sofá disfrutando de la oscuridad y de la paz que reinaba en el ambiente.  Terminé mi copa y me quedé entre dormido, me despertó el tenue movimiento que hizo Nieves al levantarse para ir al baño.

Cuando volvió del baño me vio sentado en el sofá y se me acercó e hincándose de rodilla apoyó la frente contra el piso y me pidió perdón por el engaño diciendo que no había tenido la intención.  La tomé de un brazo para que se levantara y la hice sentar a mi lado, la abracé arrimándola a mi pecho y le dije que no estaba enojado con ella, tampoco me sentía engañado, le dije que todo había sido cosa del momento porque me encantaba la colita que tenía y moría de ganas por penetrarla, es más, le dije que era yo quien tendría que pedirle perdón por el daño que le había causado.

Lo que me contestó me sorprendió, “es que descubrí que me gustó, tuve dos orgasmos que pude disimular mientras me removías hasta las tripas con tus penetraciones, también me encantó sentarme arriba y dejar que entrara hasta más allá de lo que se podía, ahora tengo un lío tremendo en la cabeza” .  No le podía decir nada, sólo se me ocurrió decirle que hiciera lo que sintiera aunque tuviera que abandonar a la familia para eso y que su felicidad estaba antes que todo y todos.

Sabía que no lo haría porque su comunidad y sus costumbres no se lo permitirían pero no se me ocurrió otra cosa.  Después de eso me agradeció y reiteró que estaría a mi disposición cuando se me ocurriera regresar a México pero que ahora debía volver a la casa, no estaba bien visto que pasara la noche afuera, “está bien pero si tenés problemas decile que el “Portador” te invitó a cenar y que él estaba con su pareja, Cintia no lo es pero no tienen porque saberlo, si tu padre duda que me llame al teléfono que le di” .  Mejor excusa imposible y a punto de irse me dio un beso que nos dejó temblando a los dos.

El vuelo de regreso salía a las tres de la tarde y viajaría nuevamente con Cintia , nos bañamos y desayunamos juntos riéndonos porque le dificultaba sentarse, “me lo rompiste bien roto, jamás me voy a olvidar de este viaje a México , de este hotel y de las mejores cogidas de mi vida y en cuanto pueda hacer coincidir mis turnos te llamo para que vengas a comer a casa y conozcas a mi compañera de departamento, se va a querer morir la enana” .  Quedamos en eso y se fue antes de almorzar y cargada de paquetes, debía presentarse antes conjuntamente con toda la tripulación.  En el avión viajaba otra pareja en Primera Clase y tuvimos pocas oportunidades para charlar, yo me dediqué a dormir casi todo el viaje.

Llegué a casa como a las tres y media de la mañana, traté de hacer el menor ruido posible y cuando me acosté le faltó tiempo a Kande para abrazarme, darme un beso y seguir durmiendo.  En la mañana, ya despabilada, se puso más que mimosa y esa negra me podía y me ponía sólo con mirarme, cumplí como un señorito y me abrazó estrujándome y diciendo que me había extrañado mucho.

Cuando nos bañábamos le pregunté a mi mujer por mis tíos y mi prima, me contestó que a mi tía la operarían en dos días, que las prótesis habían llegado en término pero que a ella había que estabilizarla porque algunos análisis pre-operatorios habían salido mal, por eso la demora.  Mi tío estaba bien, después de los análisis le habían cambiado unos medicamentos y respiraba y se movía mejor.

Ella le había dicho a Rocío que era mejor que su padre se quedara cuidando a su madre en el hospital porque en la casa había un ejército de operarios y seguramente el polvillo que se levantaba por las reparaciones no le harían bien, en ella hizo una serie de modificaciones agrandó un cuarto en la parte trasera anexándole un baño y un estar, hizo tirar un par de paredes para hacer arcadas, hizo cambiar el cablerio eléctrico viejo y ya estaban pintando todo para dejarla a nuevo.  También me comentó que el día anterior había pasado por nuestra casa y aparte de maravillarse por el lugar, disfrutó un rato divertido con todos relajándose en la pileta.

No bien bajamos saludé con un beso a Zulma y le di la mano a Carlos , a éste le pedí novedades, me contestó que le había dado un par de días más a Virginia para que arreglara todo lo de la casa porque no sabía si venderla o alquilarla, “avisale que no venda nada, no deja de ser un capital a su favor” , -le dije-.  Todo parecía estar encaminado y me fui a saludar a Danny , Andrey y Blago que estaban en el gimnasio, los saludé y les dije que se pusieran de acuerdo para ver quién iba a ser mi chofer porque Tai y los otros dos no volverían en una semana, decidieron turnarse para salir un poco.

Me quedaban Cielo y Gisela y me fui para el sótano a saludarlas, antes de llegar a la sala de Informática me crucé con Cielo que subía y nos dimos un hermoso beso luego de abrazarnos y de darme la bienvenida.  La “colorada” estaba sola e ensimismada con el teclado y el monitor en la búsqueda de los dos fugitivos de la empresa que se me habían escapado y no notó cuando entré y me puse detrás de ella.  Las manos aferraron sus tetas protegidas sólo por la torerita que vestía, ni siquiera se sorprendió, “ahhhh, que falta que me hacía esto de sentir tus manos en mis tetas, seguí, pellízcame los botoncitos” , le besé el cuelo y se estremeció casi saltando en el asiento.

Se levantó, giró, me echó los brazos al cuello y me besó apretando sus tetas en mi pecho, “te extrañé Gonza, nosotras sufrimos mucho cuando vos no estás” .  Me reí y separándola un poco le dije: “Sos una exagerada, fueron sólo dos días y a veces pasan días sin estar con vos o con Cielo” , me miró haciendo “pucheros” , “es verdad pero no es lo mismo, aunque sea por un rato, te vemos” .  Me había convertido en una especie de “vicio” para las chicas de la casa y, en verdad, no me molestaba para nada, mi ego estaba más que agradecido aunque jamás se los diría.  Le pegué un chirlo suave en las nalgas y le pregunté por novedades, no había caso, no habían podido ubicar a los empresarios fugitivos según los datos obtenidos en el Caribe por medio del fallecido Presidente o Director General de la empresa.

Estuvimos un rato más mirando y nos llamaron para el almuerzo, como siempre que cocinaba Zulma , estuvo todo exquisito y así se lo hice saber, además porque tenía claro que alabar su arte culinario la ponía un poco en las nubes.  Para el momento del café hablé por teléfono con Chao , me comentó que el Canciller había sido confirmado en el puesto aunque había habido una limpieza importante en la Cancillería pues habían cambiado incluso al Vicecanciller.  Me quedé conforme porque el “pacto” por los equipajes diplomáticos seguía en pie, ya vería que pasaba cuando “tocara pito” porque no encontraban a la ex mujer y a la hija.

Luego de la comida, como ya parecía ser una costumbre, se fueron todos a la pileta, yo preferí caminar un rato por la propiedad y mis pasos me llevaron al portón, conversé un rato con el Jefe de la guardia de seguridad y con los efectivos, mis preguntas estaban dirigidas a saber cómo se sentían en el lugar y con los servicios que prestaban, ninguno puso “peros” , dijeron estar cómodos y contentos aunque lo que más me agradó fue “escucharlos” mentalmente y verdaderamente coincidían en que el trabajo era de lo mejor que se podía conseguir, estaban bien vestidos, no tenían jefes ni supervisores que los molestaran desde la central, recibían un muy buen sobre sueldo, comían bien y parecía existir un acuerdo tácito para “disfrazar” sus mejores posibilidades cuando comentaban sobre el trabajo.  Esto de “cuidar su propia quintita” funcionaba muy bien entre ellos.

Volví para la casa después de haberme oxigenado bien con el aire de campo que se respiraba en el lugar y pensaba irme a dormir una regia siesta, sol ya había tomado y el agua de la piscina no me llamaba demasiado.  Me acerqué a Kande admirando su hermoso cuerpo de ébano enfundado en una escueta tanga blanca, estaba de espaldas hablando por teléfono y se me activaron todas las alarmas cuando la escuché preguntar en tono de alerta, “¿ella como está? y luego siguió, “no, no quedate tranquila, no muevas a nadie, yo le aviso a Gonzalo .  Me puse a su lado y pregunté qué pasaba.

--Es Kaila , me dice que está de viaje a una filial del interior y que la llamó Patricia porque cuando salía de hacer las compras, tres muchachones chinos o parecidos le robaron la camioneta y la golpearon en la cara.

--  ¿Cómo está Patricia?

--Bien pero bastante nerviosa, no se animaba a hacer la denuncia porque la camioneta no está a nombre de ella.

--  Avisale que yo me ocupo.

La bronca que me agarré la notaba en la orejas que sentía como si las tuviera de fuego, seguramente era la bandita de chinos que pululaba en el barrio en el que vivía antes y a los que creí que había escarmentado cuando la primera familia.  Lo primero que se me ocurrió fue pensar en exterminarlos a todos y a los que los “bancaban” .  Golpeen las manos ante los muchachos llamando su atención.

--  En diez o quince minutos salimos, armamento liviano y silenciadores, Cielo, Gisela busquen por la cámaras el momento del robo y me sacan la cara de los tipos, ubiquen a la camioneta por el transmisor oculto y me pasan todos los datos por teléfono .

A la mierda con la siesta, tenía la adrenalina a mil y recordé felicitar a Gisela por la idea de poner un transmisor en cada uno de los vehículos que teníamos a disposición.  Me fui a cambiar y Kande estaba en la habitación haciendo lo mismo, la ropa ajustada de cuero negro le sentaba de maravilla, “¿vas a ir con nosotros?” , “por supuesto, soy tu mujer y ahora tu principal custodio, además quiero tranquilizarla un poco a Patricia .  Ni siquiera pensé en ponerle ninguna traba, su presencia a mi lado era una tranquilidad más que adicional.

En menos de quince minutos salimos con las dos camionetas, Danny , Kande y yo en una, Blago y Andrey en la otra.  Ninguno de ellos preguntó absolutamente nada y actuaron como con aceitados reflejos a mi pedido.  No era lejos, en veinte o veinticinco minutos estaríamos en mi antigua casa.  A mitad de camino Cielo me envió la dirección del lugar dónde estaba la camioneta y las fotos de los tres tipos que habían atacado a Patricia .

--  No quiero piedad, adonde nos toque ir, al que sea, en cuanto hace el menor movimiento que entiendan de agresividad, lo fríen , -les dije-

Yo no me metía con ellos pero tenían que saber que meterse conmigo era peligrosísimo para la salud de quien lo hiciera.  La llegada a casa nos mostró a una Patricia completamente alterada y con un golpe fuerte en toda la mitad de la cara, había pasado un momento feísimo, dos tipos con cuchillos la rodearon al disponerse a subir a la camioneta y un tercero la había golpeado con un arma. Kande la tranquilizó, le dijo de llevarla al médico pero se negó porque ya estaba mejor y más calmada, desde allí mismo le habló a Kaila tranquilizándola y luego nos fuimos a atender el problema.

Antes quise pasar por el supermercado de la primera familia, el lugar dónde había recibido al YAOGUAI , entramos los cinco al supermercado, me agradó notar que había un montón de reformas agradables y dos cajas más para la atención al público, me acerqué a una de las cajeras ya conocida y pregunté por Lian , levantó la vista para mirarme, me hizo una reverencia y se levantó para ir a buscarla, un chino más joven, al que no reconocí, le gritó por abandonar la caja y me tomó del brazo preguntando para que la quería.  El sonido del brazo al quebrarse, el grito que dio el chino se escuchó en todo el súper y la pirueta que hizo con su cuerpo para estrellarse contra el mueble donde se dejaban las carteras, les hizo saber a todos que Kande no jugaba.

Salió Lian toda apresurada y se deshizo en reverencias invitándonos a pasar al interior, lo primero que le pregunté es quien era el chino prepotente que estaba en el negocio, me dijo que era un sobrino de una prima que había venido de China hacía un mes pero no se hallaba con la gente de aquí y tenía mal carácter.

--  ¿Quién manda aquí, a quién nombré Jefe de Familia?, encima osó ponerme la mano encima, mandalo de vuelta a China con urgencia o que se vaya a vivir lejos de esta familia, si lo vuelvo a ver por aquí lo eliminó.  No se recibe a nadie que no esté dispuesto a acatar tus órdenes al 100%, ¿queda claro esto? -La china lloraba y pensaba que el chinito al que le tenía ganas, había perdido toda oportunidad aquí.  Al saber esto seguí-, si te gusta y te calienta, lo lamento, si tratás de esconderlo me voy a enterar y serás la única responsable y ya sabés lo que sucede cuando no se obedecen mis órdenes .

Estaba desesperada y no sabía que decir, se culpaba mentalmente a sí misma y maldecía el haber accedido a que viniera para convivir con ellos.  Le pedí que llamara a toda la familia mientras los muchachos se quedaban en el local, Kande me pedía que me calmara y la pelota que le daba era relativa.  Al estar todos juntos noté el miedo, no, el miedo no, el terror que tenían encima, además de la cara de fascinación de Mei y Yun .  Mi mujer me hizo saber muy discretamente que me calmara pues tenía los ojos de color rojo.

Suspiré calmándome y les pregunté a todos como era el trato de la Jefa de Familia, coincidieron en que era muy bueno pero dos pensaron que se había equivocado al dejar venir al sobrino de la prima. “el nuevo se va ya, a China o a otro lugar lejano y no vuelve a pisar esta casa ni el negocio, quiero enterarme si aparece porque está sentenciado por quien ustedes saben” .  Después de esto le pregunté a Lian si había tenido problemas con la gente de la pandilla, me comentó que ni aparecían por el negocio les habían cerrado el casino clandestino pero sabían que habían reclutado más gente y operaban con drogas y autopartes robadas.

Me dijo dónde podría encontrarlos, era un negocio de venta de repuestos que no tenía acceso al público.  Sabía donde era el lugar, una zona industrial en desuso con muy poco movimiento de gente, llegamos allí tranquilos porque Cielo y Gisela controlaban que no grabaran las cámaras de seguridad de la policía y estacionamos las camionetas frente a la cortina baja de un gran local.  Con Kande a mi lado, golpeé fuerte las cortinas llamando al jefe.

Se abrió una puertita más chica que tenía la cortina grande y apareció un sujeto chino con tatuajes y aros en la nariz y en las orejas, de mal modo y en un Español mal hablado preguntó que queríamos, “le robaron la camioneta a mi amiga y quiero saber quien fue” .  Se metió cerrando la puerta y les gritó a otros dos para que nos vigilaran, le habló a los gritos a otro en chino avisando lo que buscábamos y éste, también en chino le contestó que hiciéramos la denuncia y que nos echaran de allí.  Salió nuevamente agachándose para pasar por la puerta y cuando levantó la vista se encontró con el arma de Kande apuntándole a la nariz.  Entramos todos empujando a los tres sorprendidos chinos.

En el lugar, aparte del jefe que estaba metido en un cuartucho que oficiaba de oficina, había otros tres chinos jóvenes más que se nos vinieron encima apenas aparecimos allí adentro, pareció sincronizado porque mientras Kande seguía apuntando a los tres que habían aparecido primero, Danny , Blago y Andrey les volaron las cabezas a los tres restantes sin dejarlos acercarse, uno de los que estaba junto a Kande hizo un movimiento para sacar algo de sus ropas pero nunca supimos que era, el tiro en la frente lo desparramó por el salón mugriento, los dos restantes se arrojaron al piso y se quedaron quietos con las manos en la nuca.  El jefe salió a los gritos y cuando me vio parado en el medio del salón su color se volvió cadavérico.

Andrey lo levantó tomándolo del cuello y lo tiró sobre un sillón que había en el lugar, pedía perdón, decía no saber qué pasaba, lloraba y rogaba por su vida, le pregunté dónde estaban los tres tipos de las fotos que le mostré y por qué habían robado la camioneta de la persona que vivía en mi casa.  Aseguró no conocerlos pero pensó que uno era el idiota del hermano que tomaba decisiones equivocadas y los otros dos los amigos que lo acompañaban.  Quise saber dónde los podría encontrar e insistía que no los conocía pero pensó el lugar donde se encontrarían, era un desarmadero enorme en las afueras de la ciudad que tenía como fachada legal un depósito de chatarra y habría allí otros tres empleados más junto al encargado del depósito.

Seguí con el interrogatorio para averiguar dónde guardaba la droga, el dinero y quien era el jefe policial que hacía la vista gorda ante sus actos, me señaló la caja fuerte que se hallaba en un rincón del cuartucho y le ordené que la abriera con cuidado. Danny no se confió y cuando se dispuso a sacar todo lo que había en su interior, le apoyó el silenciador en la cabeza, no pudo ni moverse ni intentar nada, sacó papeles, teléfonos celulares, dinero, dos pistolas tomándolas por el cañón, un paquete grande de cocaína y una caja de zapatos repleta de sobrecitos listos para la venta.

Todo lo colocó sobre la mesa que cumplía las funciones de escritorio, le dije a los muchachos que guardaran el dinero y le pedí que me mostrara los papeles, eran hojas en las que figuraban las transacciones y los pagos que se le hacían al Jefe de calle y al subcomisario de la jurisdicción.  Saqué fotos de todo lo que había en el escritorio, de la caja abierta y de cada una de las hojas, le pedí que mirara al celular y me contara con quién hacía sus negocios y los nombres de los policías a quienes le pagaba, me contestó que lo matarían si lo decía.

Lo miré a Blago y le dije que los dos que estaban, ahora arrodillados, con las manos en la nuca no me servían, sin que se le moviera un pelo, los ejecutó delante del jefe, “¿me vas a contar ahora quiénes son?” , -le pregunté-, habría que haberle pegado para que dejara de hablar porque mientras lo filmaba contó de los jefes policiales, de los dueños de boliches bailables, del dueño de un restaurant y varios nombres más, “está todo en los papeles” , -agregó-.

Dejé de filmarlo y me acerqué a él, iba con todas las ganas de “secarlo” y cuando le puse la mano en el hombro, Kande lo despachó con un tiro en el pecho, “están los muchachos y no se podría hacer desaparecer el “paquete” -me dijo apurada al oído-.  Casi me mando una “cagada” por estúpido y apurado, “te dije que cada vez me gusta más, es tu complemento perfecto” , la voz del YAOGUAI me hizo poner los pies sobre la tierra y me maldije por pelotudo.  Dejamos todo sobre la mesa, además, la puertita chica tenía una llave colocada del lado de adentro, al salir cerré con llave y la guardé en mi bolsillo, hasta que cerca del depósito al que íbamos la tiré en una zanja.

El depósito tenía un portón enorme de dos hojas grandes, una de ellas estaba abierta y entramos directamente hasta el frente de los cuartos que oficiaban de oficinas, cuando detuvimos los vehículos nos salieron dos que se pararon delante de las camionetas, Danny nos dijo, “están armados, tienen armas debajo de las camisas” , tres más se acercaron por detrás de la camioneta en que iban Andrey y Blago , dos de ellos eran los chinos que yo tenía en las fotos obtenidas por Cielo . “Que no quede nadie les dije por el intercomunicador” , los tipos se acercaron confiados y una vez que las puertas de las camionetas se abrieron no tuvieron chances, uno sólo de los que venían atrás pretendió escapar, se lo impidió el balazo en la nuca y quedó tendido boca abajo con los brazos abiertos en cruz.

Kande y yo nos fuimos a las oficinas, los dos que estaban adentro no se percataron de nada, los silenciadores eran más que efectivos, mucho más ayudados por la música estridente que sonaba, las risas se les cortaron de golpe a ambos cuando una hermosa alta y escultural negra abrió la puerta y le disparo dos tiros en el pecho al hombre más grande que estaba sentado detrás del escritorio, el otro, el chino joven no tuvo tiempo a nada, en cuanto amagó a pararse el cañón de una pistola en la sien lo hizo desistir de la idea.  Lo hizo parar lo revisó sin dejar de apuntarlo, le sacó una pistola y una navaja de entre sus ropas y me dejó que le hablara.

Le pregunté dónde estaba la camioneta que habían robado al mediodía, se negó a contestar pero de inmediato pensó que estaba atrás de la oficina pues estaban esperando a la noche para desguazarla, le pregunté por la llave y me negó con la cabeza pero supe que la tenía en el bolsillo el tipo muerto sentado en la silla, también le pregunté por qué habían elegido esa camioneta, seguía mudo pero, la cosa pasaba por demostrarle al hermano que él podía ocuparse de estos trabajos.  Una pena porque ahora ninguno podría ocuparse de nada más.

No tuve más que revisar los bolsillos del “fiambre” y encontré la llave con el llavero que tenía grabada la “K” de Kaila y la “P” de Patricia . Kande me dio el arma y me dijo que fuera a revisar la camioneta, ella quería tener unas palabras con el que le había pegado a su amiga.  Me fui, de alguna manera compadeciéndome del pobre tipo, efectivamente la camioneta estaba intacta, hasta las bolsas de comestibles que había comprado Patricia tenía en la parte trasera. Danny se alarmó por los golpes que se escuchaban retumbando en las paredes de la oficina y le dije que era Kande vengando el golpe a Patricia , que fuera a sacarla y que el tipo no quedara vivo.

Kande salió sin marcas en las manos y arreglándose el cabello corto, luego lo hizo Danny guardando la pistola, le dije a Blago que condujera él la camioneta de Patricia y nos fuimos tan tranquilos como habíamos llegado, en realidad más tranquilos porque cuando uno se va sabe lo que dejó atrás pero cuando llega nunca sabe lo que se puede encontrar.

De camino a la casa de las chicas lo llamé a Chao , cuando me atendió le dije: “necesito un favor, tenés que hacerle llegar una información a un Fiscal competente que actúe rápido y no se “case” con nadie.  Decí que te llegó una información de alguien de la comunidad por una posible guerra de pandillas, el tema es con drogas, autopartes y sobornos a autoridades”. Me contestó rápido que tenía a un Fiscal muy amigo que no haría preguntas estúpidas, que le hiciera llegar todo.  Le mandé la grabación, la dirección del lugar y las fotos, asunto solucionado.

Al llegar Patricia nos estaba esperando porque Kande le había avisado por teléfono que íbamos, por su parte ella se había comunicado con Kaila diciéndole que nosotros nos ocuparíamos y ésta le dio sólo una recomendación, “cuando vengan escuchá lo que te dicen pero no hagas preguntas del tipo, ¿cómo fue? o ¿qué sucedió?, si ellos quieren te van a contar, sino está todo bien igual” , era evidente que la ex custodio sabía perfectamente con los “bueyes que araba” .

De esto nos enteramos porque Patricia , al ver la camioneta cargada con las bolsas de las compras comenzó a reír de forma casi descontrolada, Kande le preguntó el por qué de la risa y contestó, Kaila me dijo que no preguntara y me dio por reír” .  Desde allí en más nos contó que era lo que le había dicho su pareja pero… no se enteró de lo que había pasado.

Nos volvimos para casa totalmente satisfechos, ellos porque habían cumplido bien su trabajo y yo más que tranquilo porque la conciencia se había tomado vacaciones por un tiempo largo.  Mis pensamientos eran contundentes, a mi familia, la de sangre, la elegida o la impuesta, no se la tocaba, mis razonamientos al respecto eran instintivos, no existían en estos instintos los justificativos de ninguna índole y no me sentía mal con ello.

Muchos podrían decir… “¡Ahh, pero es Justicia por la propia mano!” y sí, no se los puedo discutir, tampoco pretendo justificar nada pero… no soy hipócrita para conmigo mismo ni hablo por boca de los que “viven” detrás de un escritorio y nunca sufrieron por culpa de algún delincuente, estoy creído de que me ahorro un montón de pasos que siempre benefician a los “malos” .

Es verdad que las Leyes están para cumplirlas pero las han hecho en favor de los delincuentes y cuanto más grande es el delincuente, más difícil es que las Leyes los alcancen.  Vamos a casos extremos, te violan o te matan a un hijo, asesinan a tu pareja para robarle, matan a tus padres a golpes para robarles la jubilación, sabés quien fue o quiénes fueron, hacés la denuncia, procedés legalmente, los detienen y tardás un montón de tiempo revolviendo “mierdas” .

Te aparecen detractores, la Prensa se mete en tu vida, surgen “familiares vengadores” que defienden a los detenidos y vos reviviendo tus dolores hasta que los condenan, siempre con menos años que los que dice la Ley, -eso si los condenan-, salen al poco tiempo por buena conducta o los dejan salir a caminar por las calles porque se porta bien en la cárcel y, para mal de males, siguen delinquiendo porque está en su psiquis incorporado como una enfermedad crónica.

¿Me siguen? , los tenés que mirar de afuera rumiando bronca y desesperanza porque “es legal” o porque han “arreglado” con dinero a los Jueces y Fiscales, los asesinos o delincuentes andan libres y nadie te devuelve lo robado ni la vida de los seres queridos que te quitaron, ni los infortunios, ni la esperanza perdida.  Ahora bien, ya no los podés tocar porque fueron juzgados y te costará justificar que no has sido vos el causante de los males de ese delincuente “reformado” sufra después de haber sido juzgado.  Si lo atropellan en un accidente, si lo matan para robarle o tiene algún percance siempre, siempre serás el primer sospechoso y tendrás que justificar con las coartadas del caso, -eso si las tenés-.  Complicado, ¿no?

Yo pregunto, ¿qué pasaría si tenés los medios más que apropiados y no querés que ese delincuente vuelva a joder a alguien más?¡Por favor! , sin hipocresías baratas porque de hipócritas, cómodos y charlatanes está plagado por todo el mundo.  Siempre pensé que ese dicho que se utiliza mucho en el campo es más que apropiado para estos casos, “el yuyo malo se arranca de raíz” y debería ser así siempre porque una cosa es más que clara, “el que hace mal, sabe bien lo que hace, sabe que lastima al otro pero se niega a atenerse a las consecuencias con variadas justificaciones, cuando no que se ríe en la cara de quienes deben condenarlo” y para mí, la consecuencia es una sola, “no volverás a dañar a nadie” y punto.

Me descubrí pensando un montón de cosas como si, de alguna manera, estuviera justificando mis propias acciones aunque inmediatamente las descarté recordando una película creo que protagonizada por Stallone , se llamaba “EL JUEZ” y me parece recordar que hubo otra similar pero no recuerdo a los actores, en ambos casos, las Leyes eran durísimas.  Se establecía la condena de antemano acorde al delito, se lo buscaba con todos los medios disponibles, si la condena era cárcel se lo detenía vivo para que cumpliera, si merecía una condena de muerte se lo ejecutaba no bien se lo encontraba.  La mera resistencia ameritaba la ejecución del tipo o de quienes trataran de defenderlo.  De todos modos sé que no es solución porque el ser humano siempre busca de joder al otro creyendo que puede eludir las consecuencias y los delincuentes que tratan de dañar a sus semejantes brotan como si fuera pasto.

Tampoco hay que hilar muy finito, literalmente, yo también era un delincuente porque cometía delitos poniéndome por encima de las Leyes aunque… me importaba tres carajos porque tenía, Poder, medios, dinero, contactos, tecnología y un algo “especial” que me apoyaba, además, castigaba sólo a los “malos” .  Al trasponer el portón de la casa Kande me preguntó que pensaba, le contesté con un poco de amargura, “nada en particular cielo o sí, me da bronca entender que estos hijos de puta no se terminarán nunca” .  No me contestó nada, ella sabía lo que pasaba por mi cabeza porque bastante feas las había pasado.

Faltaba poco para cenar pero se imponía primero un regio baño, me sentía cargado de olores, mi mujer preguntó si quería que me acompañara y le contesté que no, que no tenía hambre, luego de bañarme dormiría un rato y me despertaría cuando el cuerpo me avisara.  No puso ninguna objeción, en realidad, nadie la pondría y dormí hasta la mañana siguiente, desperté descansado y contento por escuchar el canto de los pájaros.

Continuará…

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