El demonio de nombre extraño. (23)

Las chinas de la Familia de Bogotá me agradecen la ayuda. Tengo un “ataque” por el terruño y Kande, estando definitivamente a mi lado, conocerá parte de mi mayor secreto

CHINAS - DECISIONES ÍNTIMAS.

El grupo estaba en el Hotel Movich Buró muy cerca del Aeropuerto El Dorado y se habían desplazado todos hasta allí por medio de taxis porque no eran más de quince o dieciséis cuadras, la idea era no salir del aeropuerto y se nos había complicado todo pero, ya estábamos en el baile y había que seguir bailando.  En una de las habitaciones había lugar para Tai y yo tomé una de una sola cama.

Cenamos en el mismo hotel y se juntaron todos para preguntarnos como nos había ido, les explicamos muy someramente con lo que nos habíamos encontrado y como solucionamos el problema pero ahora habría que estar allí uno o dos días.  Las chicas más jóvenes preguntaron si podían salir y los demás dijeron que saldrían o utilizarían el gimnasio o el sauna.

Les contesté que hicieran como si siguiéramos de vacaciones, yo les avisaría si los necesitaba, es más les dije que si querían alquilaran un par de camionetas para llegarse hasta el centro de Bogotá para visitar algunos que otro lugar histórico o turístico, de hecho Cielo y Gisela ya habían andado investigando con su tablet y la “colorada” comentó muy risueña que había visto que había un cerro llamado Cerro Monserrate y que se podía subir por un sendero, “a ese seguro que no voy a ir, senderos nunca más” , todos nos reímos recordando la experiencia de Brasil .

Kande me miraba y pensó en que tenía ganas de venirse conmigo para compartir lo de la familia china y ayudarme en lo que pudiera necesitar.  La idea no me desagradaba y me gustaba moverme con la africana por ello, al pararme para irme a la habitación les dije a todos…

-  No la cuenten a Kande, ella se viene conmigo y con Tai .  -La primera que saltó fue Azul- .

-¿Qué decís Gonzalo ?, ¿quién es esa Kande ?

-  Jajaja, ¿no lo saben?, es una africana alta que suele trabajar de custodia pero la más de las veces anda paseando” .  Todos la miraron y seguí, “fuera de bromas chicos, es el primer nombre de Siara y desde ahora en adelante la pienso llamar así.  Si ella quiere que les explique” .  La belleza negra se sonrojó, aunque no se notara estoy seguro que se sonrojó y se sintió feliz.

Ya en la habitación lo llamé a Chao para pedirle que me mandara la lista y los antecedentes de la gente de la empresa subsidiaria de Bogotá en Colombia. Me preguntó si había pasado algo y le contesté que me encontré con la sorpresa de que había varios directivos que trabajaban con nuestros conocidos chinos de Hong Kong afincados en esta zona pero que ya lo había solucionado igual que con los de Nueva York .  La puteada (insulto) de Chao se escuchó clarita…

-¿Es que no hay ninguno que sea decente?, ¿todos quieren hacer un poco más de dinero a como dé lugar?

-  No te enojes Chao, ya sabíamos que nos íbamos a encontrar con estos inconvenientes, el tema es ir solucionándolos a medida que se presenten” .  Me despedí y a dormir.

A las ocho desayunamos bien en el hotel y para las nueve y media de la mañana estábamos estacionando frente a la empresa-casa de la familia.  La madre de los jóvenes con la hermana detrás salieron apresuradas a mi encuentro y apenas si saludaron, estaban arregladas, el cabello renegrido y brillante, bien peinadas, con jeans nuevos y camisas al tono, lógicamente también nuevas, calzaban sandalias de taco ancho de no más de tres o cuatro centímetros, parecían otras mujeres y muy bien puestas por cierto.

Las paré en el aire y les dije, “buenos días, quisiera hablar con las dos señoras que conocí anoche” , se pararon en seco y se miraron las dos ruborizándose, “aaahhhh, ¿son ustedes? pues déjenme felicitarlas están bellísimas” .  Me agradecieron y el apuro tenía que ver porque ella tenía el número de teléfono de la hija muy bien guardado y al tener celulares nuevos, antes que terminaran de cargarse, la había llamado y le había contado todo lo sucedido.  El miedo era por si había hecho bien o no.

Su pensamiento me hizo saber que no había hablado del YAOGUAI , sólo contó que había aparecido una persona que cuidaba de las familias y había “desalojado” -eso expresó- a los “malditos” , de resultas de eso la hija quería volverse y conocerme personalmente.  Llegaría en horas del mediodía, ante esto crucé los brazos al pecho y las miré serio, enseguida me lancé a reír y las abracé diciéndole que, casualmente le iba a pedir que le avisara a la hija para que volviera, su lugar era con la familia, fue como si se desinflara un globo, de todos modos le aclaré:

- Igualmente tiene que saber que yo no admito dobleces, ni falsedades, ni gente corrupta porque si tengo que castigar a alguien porque no cumple no me fijo en parentescos ni en pedidos de clemencia .

Me juraron y re-juraron que era una belleza de persona y que no iba a tener problemas con ella, asentí pero la miré a Kande y ella supo que los pensamientos de la chica tendrían la última palabra.  En el interior de la casa se notaba la limpieza e imaginé que habían estado trabajando hasta tarde en ello.  El viejo estaba sentado en el living y no lo dejé levantarse para hacerme las consabidas reverencias, también se notaba que lo habían vuelto a bañar y a cambiar por ropas más decentes.

En los fondos y en las habitaciones se escuchaba el ruido que hacía varias personas trabajando, habían empezado desde adentro hacia afuera para tratar de dejar todo terminado para el final del día.  Conté diez personas entre pintores y electricistas que ya habían retirado los cables viejos y estaban colocando los nuevos por medio de tiracables.  Los jóvenes estaban en el taller mecánico, ya habían llevado tres de las camionetas que supieron estar estacionadas en la acera y se escuchó un estruendo dentro de la casa, tuvo que ver con un mueble viejo que al tratar de correrlo se vino abajo.

Por esto los llamé a todos y les dije que había que tratar de organizarnos. Kande y la tía se irían a una mueblería para comprar todos los muebles necesarios, camas y colchones incluidos con ropa de cama y almohadas, le dije a la negra que comprara lo que fuera necesario sin fijarse en gastos, que decidiera ella porque la mujer no estaba acostumbrada a comprar.  Ni una palabra más, se fijó en las medidas de los dormitorios, le pidió las llaves del coche a Tai y se fueron.

Tai se iría con uno de los muchachos o dos para comprar los repuestos y las cubiertas que necesitaran para las camionetas.  Le dije a Tai que comprara lo mejor y que tampoco se fijara en gastos, el hijo mayor dijo que en un centro comercial próximo vendían buena calidad y a buen precio, entonces le agregué que comprara un TV plasma con una mesa porque Kande no sabía de esto, una computadora de escritorio completa y una tablet y/o lo que él considerara.  Por los gastos no me hacía problemas porque cada de mis custodios tenía una tarjeta de crédito con un límite altísimo para gastos de representación.  Tampoco dijo nada y se fue con los muchachos en la camioneta que mejor funcionaba.

Llamé a la madre para que me dijera si estaban atrasados o no con los gastos de luz y de servicios, no sabía nada aunque seguramente habría problemas porque varias veces habían venido a cortar el suministro.  Le pedí los datos y por medio de mi tablet me comuniqué con las empresas y puse todas las cuentas al día, incluso las atrasadas y había varias.  Llamé a la empresa de Cable e Internet y arreglé con ellos para que vinieran a colocar el servicio por la tarde, mi contrapropuesta fue abonar todo un año completo por adelantado y no pusieron inconvenientes.

También le pregunté a la mujer que se encontraba anonadada por todo esto, por si sabía que la empresa funcionaba con una cuenta bancaria, me contestó que originalmente había una cuenta bancaria pero no sabía si funcionaba.  Averigüé por el número de cuenta y figuraba un saldo ínfimo, apenas para mantenerla abierta, con los datos de esta cuenta llamé al Banco y pregunté por la posibilidad de transferir 300 mil Dólares por medio de una tarjeta de crédito fucsia, como no podía ser de otra manera, me dijeron que no había problemas pero tendrían que cambiar o corroborar los datos del titular y descubrí que estaba a nombre del “desaparecido” .

Pregunté si se podía abrir vía on line otra cuenta a nombre de otra persona y me dijeron que si aceptando la transferencia pero tendría que venir a firmar y corroborar los datos.  Le dije que lo hiciera y que le pasaba a la persona para que le diera los datos pertinentes, le pasé el teléfono a la señora diciéndole que le diera todos los datos que le pidieran y que mañana tendría que ir a firmar y a solicitar las chequeras y las tarjetas de crédito.  Le especifiqué que no cortara y cuando terminó con los datos me devolvió y celular y realicé la transferencia, sólo quedaba que ella fuera a registrar la firma.

Hecho esto la miré y le dije que se sentara que tenía que hablar seriamente con ella…

-  Deposité en esa cuenta corriente que vas a habilitar mañana una cantidad de dinero que les va a permitir salir a flote y remontar muy cómodamente.  Te voy a nombrar Jefe de Familia pero… además de mantener unida a la familia sin imposiciones ni gritos, ni darlos ni permitirlos, tendrás que cuidar muy bien la economía.

-  Vas a tener todo lo necesario así que ese dinero no es para gastos comunes, la empresa tiene que producir lo suficiente para mantener a los integrantes y arrojar ganancias.  Los vehículos van a funcionar todos y seguramente tendrás clientes nuevos.  Respecto a la familia en sí, novios “trepadores” o novias “aprovechadoras” nada de nada, firmeza con eso porque cuando hay dinero todos son buenos, el que no se adapte que se abra y haga su vida pero que no joda en la familia.

-  Si hay problemas me llamás al teléfono que te dejé en el celular pero si vengo hay que atenerse a las consecuencias, para mí no hay parientes y “elimino” los problemas enseguida, tené claro que ni yo ni el YAOGUAI hablamos por hablar.

El viejo no decía nada aunque jamás discutiría lo que yo decía y encima, hecho a “la antigua” estaba muy de acuerdo pensando que era lo que correspondía.  La mujer había cambiado sus pensamientos de sumisa a la fuerza y castigada, pasaba a ser la dueña y señora de todos y lo primero que pensó es en que nadie la pasaría por arriba, hijos incluidos.

Estaba muy de acuerdo con eso, siempre pensé que mucha gente se equivoca con esto, los padres pueden ayudar a los hijos cuando son adultos pero, no tienen la obligación de hacerlo.  Hablando de familias normales, te crían, te alimentan, te visten, te educan, te preparan para la vida que tenés que emprender solo y resulta que papá y mamá te tienen que seguir ayudando como por “obligación” .  No es así, la inutilidad uno la logra por meritos propios, los éxitos también.

A los hijos uno les acerca los granitos de arena y muchos de ellos creen que los padres tienen que traerle la montaña a los pies de la cama, si no quieren o no pueden los basurean, los humillan, los maltratan, los extorsionan con los nietos y siempre las primeras en caer son las “dueñas del aún no cortado cordón umbilical” .  Decir que el viejo (padre) logró lo que quería para estar como está ahora porque “eran otras épocas” es muy de mediocres y aprovechados.

También está la otra, si tenés demasiadas “facturas” que pasar, es muy simple, ahora que sos “adulto” agarrá la calle y fórjate tu propio porvenir, no le rompas las pelotas a tus padres con imposiciones que no tienen porque solventar.  En el divague no escuché que la mujer me contestaba que ella y la hermana eran de la misma posición, que ayudarían a sus hijos pero ellos deberían responder y ahora no sólo a ellas.  Me tocó en brazo cuando dijo esto y se me hizo que la china andaba necesitando un buen pijazo pero, por ahora, las ganas no se las sacaría conmigo, dudé en joderla un rato para que me dijera si se habían depilado aunque opté por no decir nada.

Las cosas se habían desarrollado rápidamente y esperaba con ganas a Tai y a Kande porque tenía hambre y no pensaba comer con los chinos.  Los operarios comían sentados en el piso o en banquitos improvisados y noté que tenían el trabajo muy adelantado, el baño, el pasillo y las habitaciones ya estaban terminadas, estaba todo abierto para que corriera el aire pero casi no había olor a pintura y eso que yo tenía un olfato agudísimo, pensé enseguida que no había vuelta que darle, cuando el material utilizado era bueno los resultados obtenidos eran mejores.  La señora me llamó porque habían regresado Kande y la hermana pero no vinieron solas.

Habían contratado una camioneta bastante grande con cuatro operarios para que bajaran y armaran los muebles, cómodas, espejos, placares, ropa, camas, mesas de luz, sábanas, frazadas, almohadas, fundas y alguna que otra cosa que se me escapó.  La negra no se había olvidado de nada y se mostraba orgullosa de las compras.  Los operarios que habían venido con ellas no perdieron tiempo con planitos e instrucciones, trabajaban en eso y rápidamente sacaron lo viejo a la calle y armaron los muebles nuevos, las hermanas se abrazaban sin poder creer los cambios experimentados de un día para el otro.

Tras cartón llegaron los hijos con Tai y ahora se abrazaron y lloraron todos cuando bajaron el televisor la computadora completa y la tablet junto a otras cosas que eran para la casa, abracé a las dos hermanas y le dije: “ahora no es momento de lágrimas, hay que disfrutarlo y trabajar para que esto sea cada día mejor, ahora que están todos se lo digo para que no haya dudas, la Jefe de Familia será ella, -la señalé- , su palabra es Ley, desobedecerla a ella es como si me desobedecieran a mí y yo no perdono a nadie cuando tengo que actuar, todo depende de ustedes” .  Me rodearon diciéndome que nadie me iba a fallar, que habían nacido de nuevo.

Me despedía de todos ellos y apareció un taxi del que bajó una china jovencita que me pareció muy humilde y con ropas que dejaban adivinar su condición.  Los familiares se lanzaron a abrazarla y besarla, me señalaron a mí y la joven vino corriendo y me tomó de las mano, “señor, señor, no sé como agradecerle esto, yo quería conocerlo y hablar con usted, no lo puedo creer, no sabe las que pasamos” .  Agraciadamente para ella, lo que decía coincidía totalmente con lo que pensaba y le contesté: “nosotros nos vamos a ir a comer, hablen entre ustedes que te cuenten todo sin ocultar nada y en dos o tres horas pasamos a despedirnos, allí te podés sacar todas las dudas” .  Se fueron todos para adentro de la casa y le dije a Tai , “vamos a comer que estoy… pasado de hambre” .

Me había llegado al celular toda la información de Chao referida a los miembros de la empresa colombiana y quería darles una ojeada, me puse a mirar esos datos y le dije al chino que se detuviera en un restaurant bonito, sin darme cuenta, enfrascado en la lectura, escuché que Kande me preguntaba, “entramos a este” , le contesté que sí y cuando abrí la puerta me apoyé en ella y casi se me caen las lágrimas.

Música de Tango y un olor a asado que me transportaba, un lugar muy bonito, cálido, ameno, de buena atención y cortes de asado argentino, chinchulines trenzados, mollejas, quesos parrilleros, vacío, asado de tira.  Desde los parlantes Cacho Castaña cantaba “Café la Humedad” , nos sentamos y yo seguía la letra de pe a pa con un nudo en la garganta. “Te conocés toda la letra” me dijo Kande , no le contesté, estaba ensimismado siguiendo el tema.

“Y sólo cuento con la compañía de un gato que al cordón de mis zapatos lo destroza con placer, café “La Humedad”, billar y reunión, sábado con trampa, ¡qué linda función!, yo solamente necesito agradecerte la enseñanza de tus noches que me alejan de la muerte” , ¡Pavada de Poesía! tal como el 90% de la poesía del Tango pues, si se sabe escuchar, refleja vida o “la vida” .  Lo de ese Tango en particular sólo se entiende habiendo vivido ese metiers que únicamente te brinda la noche, acompañado de la melancolía por amores frustrados y se te despierta todo estando en un país extranjero al disfrutar de ese “pedacito de tierra” al que le das poca bola cuando estás en ella.

El camarero me volvió a la realidad cuando con una risa franca me dijo:

-Si me dice que no es argentino no se lo creo…

-  Sí señor y de cuarta generación y ahora le vamos a hacer honor a ese asado y a todo lo que viene con él pero antes traiga el mejor Borgoña que tenga, voy a poner en pedo a una africana y a un chino” .

Se fue riendo con todas las ganas y mis acompañantes le hicieron coro.  En pedo no nos pusimos pero nos comimos todo, eso sí, chorizo no comí, es muy rico pero sólo sirve para “relleno” , te quita espacio para otro pedazo de vacío o asado de tira, estaba tan contento que ni me acuerdo el nombre del restaurant.  Después de esperar a que Tai devorara el postre más entrañable de todos, comió queso y dulce de batata (un sabor que sólo entiende un argentino) , tomamos un “cortadito” e hicimos un rato largo de sobremesa.

Les comenté que teníamos que volver a la casa de la familia y si es posible no le quería volver a ver los pelos, me jodía bastante eso de las reverencias y los agradecimientos, después teníamos que ir hasta la empresa subsidiaria y acá veríamos qué pasaba porque, seguramente, iban a faltar Directores y había que nombrar nuevos. “Vos decí dónde y estoy segura que con Tai te seguimos hasta el fin del Mundo” , estaba más que convencido de que sería así y ellos no sabían lo agradecido que yo estaba con esto.

Quizás “picado” por el vino y por el momento o porque así lo venía gestando, le dije al chino, “este viaje fue sensacional Tai, creo que has encontrado en Maylín a la mujer de tu vida y yo encontré en Kande a la mía pero, no se lo cuentes ni a ella” .  Siguió conduciendo como si nada pero a la africana le brillaban los ojazos verdosos.

Finalmente regresamos a la casa de la familia y estaban dejando todo en condiciones, hasta habían venido de la empresa de Cable e Internet, no bien llegamos al lugar la joven china se acercó con la madre y cuando iba a hacerme las reverencias acostumbradas, la madre le tiró de la ropa a la altura de la cintura y no la dejó inclinarse, “eso no te lo dijimos hija, a Gonzalo no le gustan las reverencias y no quiere que lo tratemos de usted” .  La hija de unos veintidós años, delgada, bastante lisa de todos lados, de la altura de la madre y la tía parecía mayor ante las “reacondicionadas” veteranas y me dijo que, de acuerdo a lo que le habían dicho toda su familia, ella me pertenecía en cuerpo y alma.

Le agradecí porque me había dicho Tai que contradecir lo que ellos me decían entregándose les afectaba en su honor, yo no estaba muy convencido pero le seguí la corriente aunque le recalqué que lo que más me interesaba era la unión y la prosperidad de la familia, aparte le dije todo lo que ya les había dicho a los demás, sin pasar por alto el tema de los castigos a que se harían merecedores por su desobediencia, para terminar fuimos a la habitación de los muchachos que era la única en las que no había gente y me encerré ahí con la madre, la tía y la hija, Tai ocupó el lugar correspondiente del lado de afuera sin que Kande entendiera nada.

La joven pensaba que estaba preparada para lo que se venía y aunque la madre y la tía la abrazaban, el miedo repentino le aflojó las piernas y cuando me acerqué a ella, se desmayó cayendo sobre una de las camas recién armada.  Volví a ser yo enseguida pero totalmente excitado y la culpa la tenían las dos mujeres mayores, ambas despedían efluvios de hembras en celo y no me contuve.

“Quiero sacarme una duda” , les dije a las dos y me entendieron perfectamente cuando le estiré los brazos, una me abrazó de la cintura y la otra se puso de puntas de pies para besarme al estilo oriental que no me gustaba, esto es apenas un poco de roce de labios y mucha lengua salivando los labios de la pareja.  La apreté fuerte de su espalda arrimándola más a mí, la besé yo y ya no pudo sacar más la lengua, la mía no se lo permitía y tomé algo de su energía en este acto.

La otra (la tía) ya me había bajado los pantalones y me besuqueaba el miembro sin animarse a metérselo en la boca, solté a una diciéndole que se bajara los pantalones y se apoyara en la cama libre, mientras lo hacía tomé la cara de la tía y traté de penetrarle la boca, apenas entró el glande y un poquito más, su boca chica no permitía más, lagrimeó con esto y con el apretón a uno de sus pezones alargados y duros, no era teta con pezón, era pezón con teta pues el bulto mamario era muy chico pero el pezón era enorme al tacto porque no se los vi.

La levanté para besarla igual que a la hermana pero ésta respondió mejor y se le escapó un gemido placentero, le pedí silencio y que hiciera lo mismo que la hermana pero boca arriba.  Una estaba lista esperando con el culito flaco al aire y toqué su entrepierna mojada y completamente depilada, les dije que me alegraba la depilación para mí y comencé a entrar en ella que soltó una serie de gemidos lastimosos, iba por la mitad y le costaba asimilarlo pero yo no iba a parar.

La tomé de la cintura y la puse arriba de su hermana llevándole la cara a su entrepierna, “que no grite” le dije y la que esperaba entendió, tomó la cabeza de la madre de los chicos y hundió su boca en la fraternal vagina también depilada.  Eso no le permitió liberar el grito cuando llegué hasta el fondo de su útero pero enseguida comenzó a moverse como desesperada, seguramente aferrada al clítoris de la hermana, el orgasmo fue rápido y en las dos, las cuales dieron pequeños grititos.  Lo saqué y pasé el glande por el culito cerrado, sólo lo punteé pero no quise entrar, la rompería toda.

Cuando salí vi que el hueco podía albergar la mano de su hermana, una se corrió y la otra giró para quedar también con el culito al aire, intercambiaron los lugares y la que estaba por recibirme colocó por sí sola la cara en la entrepierna de la hermana que comenzó a gemir.  Ésta vagina estaba más usada pero acusó el ingreso como si fuera virgen aunque tampoco quiso gritar.

Nuevamente volvieron a orgasmar casi juntas pero con este culito me tenté más porque parecía más abierto y cuando hice un poco de fuerza, me “comió” el glande pero sólo hasta ahí entré más o menos cómodo, no tenía tiempo para relajarla y no estaba acostumbrado a un miembro grande.  Entré sólo hasta la mitad y se quejó lamentándose, sentí que se rajaba y salí despacio, se la había bancado pero estaba verdaderamente roto.  Pensé en terminar con sus bocas y escuché, “¿y yo?” .

La desmayada se había despertado y madre y tía se sorprendieron pero inmediatamente me pidieron que le hiciera el honor a la joven que se sacaba apurada la ropa interior y levantaba su vestido hasta la cintura.  Ésta no estaba depilada pero tampoco tenía mucho pelo para enseñar, las mujeres mayores se dieron cuenta que sin depilar no me gustaba pero ambas dijeron, “por favor, por favor” .

No lo pensé más, me puse en “misionero” y la penetré sin apurarme demasiado porque lo estrecho del lugar me aprisionaba, igual llegué al fondo tapando su grito con un beso que abarcaba toda su boca.  La jovencita acusó el ingreso y se enloqueció, no tardó en moverse buscando más profundidad y aún con la cara mojada por las lágrimas tuvo un orgasmo que sorprendió a las mujeres mayores y a mí.

No lo gritó pero arqueó el cuerpo de tal modo que me levantó como si fuera una pluma, me apuré para terminar y abrazándome me dijo al oído, “el culo, el culo también” .  A esa altura no perdonaría el culito de nadie, levanté sus piernas para llevarlas hasta mis hombros y encaré el agujerito.  La madre acariciaba su clítoris haciendo que se moviera y la tía la besaba profundamente en la boca.

Yo entré en dos movimientos y me pareció más acostumbrado a recibir, igual manoteó el aire desesperada pero no podía con tres haciendo fuerzas en su contra.  Se calmó rápido y ya los movimientos eran pausados y hacia los costados, aceleré las entradas y salidas e hizo coincidir su orgasmo con las tripas inundadas por el mío.  Ni siquiera me cansé las energías de la madre y la tía me habían venido bien, ¿ellas dos? , bueno, ellas dos ya no querían más.

Lloraba sin que la pudiéramos parar, nos arreglamos la ropa y le dije a la tía que fuera a buscar agua, salió y escuché que decía que se había desmayado, nadie se asomó a preguntar, Tai sabía que hasta que yo no lo llamara, él no entraría.  Regresó con el agua, ya estaba recuperada cuando tomó el primer sorbo y me habló, “gracias por todo Gonzalo , a vos y al YAOGUAI , no los defraudaremos.  Esto fue el Cielo y el Infierno juntos pero me siento más mujer que nunca, antes tuve un noviecito que en escala del 1 al 10 estaba en un 3, me quedará siempre el gusto “a poco” pero ahora sé lo que es un 10” .

No le contesté nada y salieron más que sonrientes, nos despedimos de todos, nos agradecieron hasta el hartazgo y dejamos a la familia de Venezuela ahora radicada en Bogotá . Tai estaba serio como siempre y ni se hacía preguntas al respecto, la orden era cuidar la puerta y él lo hacía sin que le importara lo que pasaba adentro, eso era de mi potestad, en cambio Kande hacía esfuerzos para no pensar en lo que había pasado allí adentro y para que yo no descubriera que lo pensaba.

-  Kande te dije bien claro que sólo era cuando “yo quería”, no te esfuerces porque me obligás a “querer saber”, es más fácil si me lo preguntás directamente” .  -Asintió con la cabeza pero no preguntó nada-.

Volvimos al hotel porque pensé que si el chino había cumplido con su palabras (no me quedaban dudas de que lo habría hecho pues sabía que no perdían tiempo con esto) faltarían un par de Directores o más, no sabían ni quienes ni cuántos eran y al llegar yo ahí, me estaría metiendo en medio del lío que se podría haber formado.

Entre la comida y la bebida ingerida y el “chinapolvo” con la madre, la hija y la tía me encontraba con cierta “modorra” algo que arreglaba rápido despatarrándome un rato en la cama, por eso no quise aceptar cuando Kande y Tai me dijeron de ir a tomar algo al bar ya que no había llegado nadie del grupo, me excusé aduciendo un dolor de cabeza producto del vino que no estaba acostumbrado a tomar.  Los liberé a ellos y me fui a la habitación.  Para qué negarlo, una hora y media de siesta a horario desacostumbrado me vino bárbaro.

Más o menos a las nueve menos cuarto, bañado y cambiado, bajé a hall del hotel para saber si ya había llegado alguien.  Estaban todos comentado sus paseos y lo que habían visto, los tres muchachos habían ido solos con una camioneta y se llegaron a una cascada llamada La Chorrera existente a pocos kilómetros y dijeron que el lugar les había encantado, mucha vegetación pero que era sólo una cascada más, angosta y larguísima pero sólo para mirar un rato.

Luego se habían hecho una escapada a La Catedral de Sal , esculpida en el interior de una antigua salina y a 180 metros de profundidad, ninguno de los tres era religioso, incluso dijeron que habían visto, en un recorrido rápido, varias catedrales e iglesias antiquísimas y en ninguna se detuvieron pero esto de esculpida en la sal y a 180 metros bajo tierra les llamó la atención y se fueron para allí.

A los tres les había encantado el lugar, las mujeres pasearon por partes de la ciudad, dijeron haber ido al barrio La Candelaria , donde se encuentra el Centro Histórico y caminaron un rato por las callecitas angostas de casas coloridas mirando lo viejo de Bogotá, luego habían ido a un lugar muy pintoresco y también pleno de colores vivos llamado Usaquén Bogotá en que hay restaurant de comida típica, bares e infinidad de tiendas en un llamado Mercado de Pulgas y lógicamente casi que se enloquecieron con ello.

Gisela se salía de la vaina para contar que habían ido también a la Plaza de Toros y que las dejaron entrar en la arena.  Todas dijeron que fue una sensación extraña porque no había nadie en las gradas y hasta gritos y bullicio se parecían sentir, afirmaron que salieron apuradas de allí porque lo único que faltaba es que apareciera algún toro.

Me alegró que se hubieran divertido, además porque se las veía felices.  Después fue la cena y no quedó mucho por hacer, a mí no me quedó mucho por hacer porque todos los demás se prendieron para irse a dar una vuelta por una llamada Zona Rosa o algo por el estilo, me figuré enseguida que sería algo así como una zona gay determinada pero, aunque sin dudas habría, resultó ser una zona de boliches, confiterías bailables, bares, restaurants, según parece allí era donde se daba cita la noche de joda y jolgorio.

Preferí quedarme a descansar, al otro día tendría que enfrentar la problemática que seguramente se había planteado en la empresa de Colombia .  Hubo algo que me encantó, me jugaba la vida a que Tai no iba a ir con todos los demás a divertirse, su carácter, el que había demostrado desde siempre, lo eximía de estos ruidos y juergas, además, no sería nada extraño que se dedicara a hablar por teléfono con Maylín y me jugaba la cabeza que la chinita de Cartagena le seguiría los pasos muy de cerca.

Lo que me gustó sobremanera es que Kande no había salido con el grupo, ¿qué cómo me enteré? pues a los cuarenta minutos aproximadamente, me golpearon la puerta de la habitación y supe por el aroma de su perfume que era ella.  Eso era algo que también me sucedía, me podía dormir sin escuchar ruidos exteriores, incluso internos provenientes del pasillo o de otras habitaciones pero, si alguno de mi entorno, aunque sólo se parase en la puerta de mi habitación provocaba enseguida el alerta y lograba despertarme, si seguía caminando, volvía a dormirme, sino estaba atento para atenderlo.

Los golpes en la puerta fueron tenues y le respondí que pasara llamándola por su nombre.  No me había olvidado lo que había dicho y esperaba sus preguntas al respecto.  Entró, cerró la puerta tras de sí y cuando iba a encender la luz le dije: “No prendas la luz y vení, sentate en la cama” .  Se sentó acariciándome la cara y lo primero que me preguntó fue: “¿Cómo te diste cuenta que era yo?” , lo primero que pensé fue en contestarle con algún “invento” o una “mentirita” pero descarté enseguida la idea…

-  Por el perfume belleza, tu aroma me llenó la nariz

-Mentiroso, si yo estaba del otro lado de la puerta

-  Eso no tiene nada que ver, ¿eras vos o no?  ¿Qué te trae por acá, te hacía bailando en alguna confitería con los demás? ...

-No quise ir, tengo un lío tremendo en la cabeza y lo que menos quiero es aguantar a babosos .

Me incorporé y me senté en la cama, encendí la luz del velador y la miré, estaba vestida con una blusa muy fina de color ocre y una pollera tableada de una tonalidad similar a media pierna que, estando sentada, dejaba apreciar buena parte de sus muslos, las sandalias eran de tacos medianos.  Como siempre, aún vestida de modo sencillo, era espectacular, hasta le brillaba la piel como si fuera un objeto de arte tallado en ébano porque Kande era negra pura, sin ningún tinte amarronado y eso la hacía más “especial” .

-  Yo no pienso “escuchar” nada, así que empezá a contarme lo que estás pensando.

-Hace cuatro días te dije cosas que nunca se me había ocurrido decirle a ningún hombre, me entregué como quien dice “atada de pies y manos”.

-  ¿Estás arrepentida de lo que dijiste?  Si querés te lo recuerdo todo, tengo muy buena memoria.

-Noooo, para nada lo firmo y lo reafirmo, sos más que importante para mí y mucho más allá de lo que significa un buen jefe o un excelente amante.  Mi lío es por lo que dijiste hablando con Tai .

-  No sería porque estaba un poco bebido.

-Siendo así sería una lástima grande pero no sos hombre de hablar cosas que no debes aunque te hayas tomado un tonel de vino.

-  No, es verdad, lo que dije lo dije en serio pero…

Me di cuenta que el “pero” le importó un cuerno porque no era precisamente una mujer que se detiene por los “peros” .

-Hoy me dijiste que no me quedara pensándolo, que contigo el único modo de saber las cosas era preguntándote y no elucubrando, pues bien, ¿me podés explicar que quisiste decir con haber encontrado a la mujer de tu vida?

-  Exactamente eso, que creo que sos la mujer de mi vida porque siento que te quiero por sobre las demás, porque sos discreta, compinche, compañera, leal, frontal, atenta, hermosa, una amante sensacional que da y exige sin remilgos, porque sé que puedo contar con vos, porque aún con la cualidad que tengo para “saber” del otro confío en vos y así podría estar enumerando un montón de cualidades que te favorecen pero…

-Y dale con los “peros”, ¿qué tan jodidos son tus “peros”?

-  El problema soy yo con determinadas cosas que no tolero, que no se las toleré de chico ni a mi madre ni a mi padre ni a ninguna de las mujeres que se acercaron a mí, soy absolutamente intolerante con las imposiciones, con las rendiciones de cuentas que suelen exigir las mujeres, con sus celos, con sus pretensiones de “propietarias” y con su querer colocarse por encima o dar a entender que “me pueden” y al menor amago de esto preferí siempre dar un portazo o un “borrón y cuenta nueva”.

-  Desde adolescente me “busqué la vida” como pude para no pedirles a mis padres y apenas fui mayor me mudé solo para no rendir cuentas a nadie y por si se te ocurre pensarlo, no tengo “facturas” con ellos y adoro a mis “viejos”.

-  Sin embargo, soy de imponer mi punto de vista, soy intolerante con los que no acceden a lo que pido, soy de exigir rendiciones de cuentas sobre determinados procederes, soy extremadamente celoso de lo que considero mío y cuando doy a entender algo es porque sé que puedo porque estoy por encima.

-  No soy un déspota o un tirano y me encanta que la persona que esté a mi lado tenga lo mejor que yo pueda brindarle en lo sentimental y en lo material pero… no soy de “segundas oportunidades”.  Eso desde antes de tener todo lo de hoy, en un presente por el cual “si no te gusta, allí tenés la puerta y a otra cosa mariposa” que es lo que mejor me cuadra.

-  Por eso son los “peros”, porque sé como soy y como me doy pero conozco mis reacciones y no me importan las penas que produzcan, yo las supero rápido por más que quiera profundamente a la otra persona y hablo de querer porque no soy de aquellos que entran en las pelotudeces de las “florcitas de colores” o de “ver todo color de rosa” cuando dicen que el amor los alcanza o de los “mensajitos y llamados” que me suenan más a “controles” que a necesidades, siempre fui de pensar en el “dos más dos, cuatro”, imaginá ahora la bola que le puedo dar a eso teniendo la cabeza llena de cosas en que pensar, y ojo que no reniego de eso ni considero estúpidos a quienes lo hacen así porque lo sienten pero… es “algo” exclusivo de esas partes, a mí no me mueven un pelo.  ¿Entendés el tema de los “peros” y porque no quiero joder a nadie a pesar de sentirlo como parte de mi vida?

La belleza de ébano se quedó pensando y es de temer cuando la mujer piensa antes de hablar y mucho más después de haber escuchado todo lo que le dije y, para mal de males, no me podía enterar porque me había prometido no “escucharla” .

-Te faltó decirme que el concepto de fidelidad o infidelidad lo entendés a tu exclusivo criterio y que no admitís discusiones al respecto.

-  No lo dije así pero hablé de imposiciones, celos y exigencias que no contemplo.

-Si esas son las “malas” que vos considerás, te diré que no me afectan, me basta con saber que “mi hombre”, el hombre que elegí está y estará cuando necesite apoyar mi cabeza en su pecho o que mi concepto de fidelidad es absoluto y que estoy en sus pensamientos aunque esté rodeado o mimado por treinta mujeres porque para ser como soy o mostrarme como me muestro aprendí a quererme mucho y a saber lo que valgo.  ¿Tenés alguna otra excusa para evitar que yo te quiera como te quiero o que quiera brindarme contigo como lo deseo?

Sin alardes o aspavientos, la hermosa negra que me tenía casi dominado me estaba poniendo entre la “espada y la pared” y lo primero que pensé fue en pedirle algún tipo de ayuda al YAOGUAI , posiblemente algún tipo de deseo para que me ayudara…

-Si vos considerás que es la persona que tiene que estar a tu lado yo puedo concederte dos deseos u ofrecerte dos tipos de ayuda, eso sólo, pura y exclusivamente si vos estás convencido, no habrá otra oportunidad con otra pareja que elijas.  Una ayuda es que pueda verme sin ser de las familias y por ende que le expliques las posibilidades que tenés y otra es ayudarla a que esté el mayor tiempo posible de vida a tu lado.  Esto tenés que pensarlo bien porque no hay retorno, si mañana se te ocurre que no querés estar al lado de ella, pasa a ser “nada” para mí y alguien así no se puede mover libremente sabiendo lo que sabe.  ¡Ahh! el otro puede ser Tai , todavía no lo sabe pero es más de las familias que muchos que lo son verdaderamente” .

La voz sonó clara en mi cabeza y, además de la gracia por lo que me dijo de Tai , los conceptos me sonaron a ultimátum o se enteraba y me aceptaba al 100% o desaparecía de mi vida y de la vida de todos.  No me decidía y le pedí un tiempo para pensarlo, me contestó que tiempo era lo que le sobraba y que quedaba la posibilidad abierta.  Mientras esto pasaba en mi cabeza Kande me miraba esperando una respuesta y me dijo:

-  Además de esperar a que me contestes, te quiero pedir otro favor, dejame acostarme a tu lado, así no hagamos nada necesito sentirte a mi lado, aunque sea por un rato.

Encima parecía que era ella la que me leía la mente porque era precisamente lo que iba a pedirle y no fue necesario responderle nada, sólo le señalé el costado libre de mi cama.  No tardó en sacarse la ropa, la blusa, la pollera y las sandalias, no había nada más que sacar y se acostó a mi lado abrazándome, me dio un beso en la mejilla y casi por inercia una de sus piernas cruzó sobre las mías mientras apoyaba uno de sus maravillosos pechos en mi costado.  No pude sentir ninguna connotación sexual en el gesto sólo una gran necesidad de sentirse bien con la cercanía y a mí me pasó exactamente lo mismo.

-  Tengo más, tengo un par de cosas más para decirte pero te pido un poquito de tiempo para aclarar mis ideas, te siento muchísimo aunque tengo que acostumbrarme a compartir.

Su respuesta fue un “bueno” que me sonó lejano, como proviniendo desde un mundo de sueño y efectivamente, al doblar mi cabeza pude comprobar que estaba completa y plácidamente dormida.  Las ganas de recibir amor y cariño se podían palpar en mi amazona negra y para completarla pasé un brazo por detrás de su cabeza y la acerqué hacia mí para que recostara la mitad de su cuerpo sobre el mío y así quedamos los dos, posiblemente con un Morfeo más que complacido.

Seguramente por dormir con quien me sentía protegido hizo que no escuchara cuando trajeron el desayuno, me despertó un beso cariñoso en los labios y una mano que tocaba suavemente mi cara, “despierta dormilón”, el desayuno está servido” , abrí los ojos y me desperecé para abrazar luego a una hermosa belleza negra que estaba a mi lado enfundada en una robe blanca como la nieve.

La besé y su respuesta no se hizo esperar, mis manos buscaron por debajo de su vestimenta y apreté con fervor sus nalgas, “no me toques así cielo, me encendés toda y falta poco para que venga Tai a buscarte” .   Tenía razón y de un salto salí de la cama para ir al baño, al regresar tenía el café servido junto a unas tostadas con mermelada y a Kande ya cambiada para irse.

Le pregunté por qué se había cambiado y me contestó que una cosa es que estuviera tomando el desayuno junto a mí y otra muy distinta era mostrar que había pasado la noche conmigo. “Eso no sería tanto problema porque estoy pensando seriamente en que seas mi pareja” , sus ojos se encendieron y me abrazó pasando los brazos sobre mi cuello, el beso no se hizo esperar y lo respondí con ganas sintiéndome muy bien.

-  El problema es que no quiero generar inconvenientes con otras interesadas y te aseguro que las hay

-Eso lo tengo claro Gonzalo pero que sean una o miles, saber que estás para mí hace que eso no me afecte, es más cuando quieras te ayudo” .  -La carcajada cristalina y lo resplandeciente de sus dientes blancos inundó la habitación-.

-  Sólo te pido que recuerdes todo lo que te dije, cero celos e imposiciones, la seguridad en tus sentimientos debe ser absoluta porque hay algo que no conocés de mí que puede hasta costarte la vida.

-Jajaja, así fueras elDoctor Jekylly te convirtieras enMister Hydete querría igual, por primera vez en mi vida me siento querida y protegida.

A pesar de tener la autorización del YAOGUAI me costaba decidirme para contarle todo, el hecho de que no aceptara esa dualidad que existía en mí o conmigo la convertía en “descartable” y yo no tenía injerencia en ello.  Eran dos personas a las que quería y lo que menos pretendía era hacerles daño.  Los golpecitos en la puerta me sacaron de los pensamientos, era Tai que venía a buscarme para ir a la empresa, lo hice pasar, el chino saludó a Kande como si fuera algo normal que estuviera a mi lado y me decidí…

-  Kande, Tai, por favor, tomen asiento porque tengo que decirles algo muy importante.  Estoy autorizado a contarles mi mayor intimidad o secreto, es difícil porque no puedo mostrarme para corroborar lo que digo ya que, que esto les quede bien claro, si no me aceptaran estarían condenados a desaparecer y no soy yo quien decide esto.

-¿Así tan grave y dramática es la situación? -preguntó Kande -

-  Sí, es taxativo y no permite discusiones.  El, digamos “permiso” para esto está dado porque Tai me merece, desde el primer momento, la más absoluta de las confianzas y contigo es porque además de la confianza eres la mujer a la que quiero tener a mi lado siempre.  Ustedes ya saben y conocen algunas de las cosas que yo puedo hacer o explotar para mi beneficio, tengo una fuerza inusitada que nunca demuestro, un sentido del olfato, de la visión y del oído junto con la velocidad que no son normales, sin contarles que mis heridas sanan rápido o, porque ya lo saben, de la capacidad para “secar” a quien fuere o para “escuchar” lo que el otro piensa.

-Verdaderamente son cosas extrañas pero, ¿a qué obedece eso? -acotó y preguntó Kande -.

-  Al hecho de ser “El Portador” del YAOGUAI, todo lo que tengo es en agradecimiento por permitirle estar en mi interior, él es alguien que puede ser muy malo para quienes son contrarios a sus designios o a quienes revelan su secreto o muy bueno con quienes verdaderamente lo merecen.

-  Las únicas personas autorizadas para verlo son los integrantes de las familias, las cuales fueron creadas para servirle sólo a él y a las cuales yo estoy comprometido para asistir ante cualquier problema que requiera de mi ayuda.  Nadie, absolutamente nadie más que los integrantes de las familias puede verlo y ahora ustedes, mucho menos comentar sobre este secreto pues la pena es radical.

-  Yo conozco de todo eso porque es algo ancestral que se conoce y se traslada en muchas familias chinas pues lo del YAOGUAI es milenario y algunas pruebas tuve de su Poder, en el que muchos descreen o toman como “cuentos chinos”, usted sabe que puede contar con mi fidelidad, mi lealtad y mi silencio.

-  Lo sé pero el problema no sos vos Tai, el tema es con Kande, yo no quiero condicionarla a estar a mi lado porque conoce mi secreto o que esté de acuerdo con todo lo que yo haga o diga porque se le va la vida en eso, además, sabiendo que si yo me molestara con ella por algo y la dejara de lado correría la misma suerte.

-Por mí ni lo pienses, tengo muy claro que quiero estar contigo sin que nada más importe y jamás te voy a dar motivos como para que te alejes.  Podés contar conmigo hasta el último instante de mi vida.

Las cartas estaban echadas, sólo quedaba “mostrar” y le pedí a Tai que trabara las puertas ante una expectante Kande .  Al sacarme la robe iba a quedar desnudo y le pedí mentalmente al YAOGUAI que se mostrara completo.  La cara del inmutable chino se transformó por completo, su color se convirtió en casi cadavérico y toda su musculatura pareció aflojarse cuando abrió la boca y cayó sentado cual bolsa de papas en el sofá, apenas pudo reaccionar para ponerse de rodillas y “clavar” la frente en el suelo.

Kande abrió los ojos de forma desmesurada, su piel adquirió un tono inusitado de palidez, se llevó la mano a la boca y cayó desmayada hecha un ovillo cuando el inmenso oso de casi tres metros de altura, con el cuerpo cubierto de escamas acorazadas, de dientes y garras enormes apareció parado ante ellos y tuvo que dejarse caer en las cuatro patas porque chocó la cabeza contra el techo.

Lo que vi del cuerpo completo, musculoso y macizo del oso hasta a mí me impresionó, no quise dejar pasar la oportunidad para verlo completamente y me giré para observarme en el espejo de cuerpo entero que había a un costado del vestidor.  Los ojos como hundidos pero vivaces que parecían despedir fuego por la intensidad de su mirada y la trompa larga por sobre una boca que parecía un muestrario de dientes de distintos tamaños y a cual más atemorizante y las garras de casi diez centímetros parecían bisturíes afilados pero, aun a pesar de lo impresionante y terrorífico que resultaba, a mí, me entregaba y transmitía una calma gigantesca.

El instante fue más o menos de treinta segundos y cuando volví a ser Gonzalo , le grité a Tai para que me ayudara con Kande .  Recordé lo que había sucedido con el anciano en la casa de la última familia visitada y con los dedos de las manos unidos en un punto presioné los costados de su cuello y al traspasarle un poco de energía reaccionó rápido.  Miró en derredor con los ojos llenos de espantó y luego de fijar la vista en mí, me abrazó como si quisiera fundirse cuerpo contra cuerpo. Tai se sentó y se pasaba la mano por la cabeza como si se acomodara cabellos inexistentes.

Luego de unos instantes en que cada uno permaneció en silencio, aflojé el abrazo, la dejé sentada a la africana al lado de Tai y me fui a cambiar sin decir ninguna palabra.  Ya cambiado y luego de observar que ambos se miraban y no atinaban a hablar, le alcancé un vaso con agua a Kande y le pregunté si estaba en condiciones de ir a cambiarse para acompañarnos, me dijo que si asintiendo con la cabeza y se levantó para irse de la habitación.  Nos quedamos con Tai esperándola para poder irnos a la empresa colombiana.

Continuará…

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