El demonio de nombre extraño (17)

VIDEOS PECAMINOSOS - FAMILIA - PREPARATIVOS.

Al salir en la mañana a tomar un poco de sol la comparación fue instantánea, Nueva York, “la Gran Manzana”, la Isla de Manhattan , era todo muy lindo, mucha fama dando vueltas, lo mismo Chinatown con su variedad de negocios y la acera de estrellas con nombres de famosos, las calles, ¡por Dios! las calles atestadas de vehículos, gente cruzando en las esquinas, gente caminando por las veredas, gente, gente, gente.

Lujos y necesidades sociales (como en todas las capitales del Mundo) , lleno de turistas, de locales afincados allí de distintas razas y luciendo variadas vestimentas, un mundo de edificios estirándose al Cielo que te atosiga, que parece ahogarte, el tránsito, ordenado pero intenso, continuo, hermoso, llamativo pero… enloquecedor y de buenas a primeras, la paz, la tranquilidad, el canto de los pájaros, el aire puro, la oxigenación.  Más arriba escribí “comparación” y, de verdad, ni punto de comparación.

Aspiraba fuerte el aire por la nariz y lo exhalaba por la boca, así unas cuantas veces y, no lo pregunté pero, creo que hasta el “oso” estaba feliz con el cambio.  Estaba poco acostumbrado a vestir casi “de playa ”, el pantalón bermuda tipo safari, medias tres cuartos y zapatillas deportivas con la remera tipo chomba de cuello volcado, me hacía sentir cómodo y caminar un rato por el parque no me vino nada mal, saludé a dos jardineros que acondicionaban el lugar y plantaban distintas plantas con flores o que darían flores y se me dio por pensar en cómo lo estarían pasando mis “viejos” y mi hermano en el “castillo” que habitaban, tendría que ir a verlos.

Cuando Zulma me llamó volví para la casa, había salido por una puerta de costado sin saludar a nadie y seguramente el desayuno estaba servido.  Al entrar en la cocina saludé a todos los presentes, Cielo y Gisela ya estaban en el sótano haciendo su trabajo “secreto y calenturiento” y no quise ir a joderlas.

Mientras desayunábamos Carlos me hizo saber que ya tenía preparada la ropa para cambiarme por si tenía que salir, también me avisó que durante mi ausencia se había hecho presentes, por separado, el Intendente de la ciudad y el Jefe Policial, ninguno pasó de la puerta y Carlos , en calidad de Secretario se comprometió a conseguirles una entrevista a ambos no bien regresara yo de EE.UU.

No me pareció mal, la enorme casa reacondicionada y protegida, el plantel de custodia, las camionetas y el potencial de Poder Económico del dueño de la casa atraía y había que “tantear” posibilidades.  Iban “muertos” si pensaban que yo aportaría para su propio beneficio o para su bolsillo pero, nobleza obliga, no podía opinar nada hasta que no los conociera.

Le dije a Carlos que organizara un día de campo con pileta, almuerzo, merienda e hipotéticamente cena e invitara al Intendente, al Secretario de Gobierno, al Presidente del Concejo Deliberante y al Primer Concejal de la lista ganadora en las elecciones, el cual era el sucesor del Intendente en caso de renuncia o fallecimiento, todos con sus respectivas esposas.

En el caso de la Policía, que invitara al Comisario, al Subcomisario, al Primer Oficial y al Jefe de calle, también con sus respectivas esposas o parejas, con todos nosotros seríamos algo así como treinta personas. Zulma de parabienes con la posibilidad de ejercitar su arte culinario y no habría mayor problema porque una empresa de Catering de primer nivel se encargaría de surtir de todo lo necesario para que a nadie le faltara comodidad, buen comer, beber y estadía.  El fin de semana en dos días era ideal y los dos me aseguraron que se abocarían a eso a la brevedad.  Los asistentes se comprometerían a presentar una lista con los datos de los que vendrían que quedaría en la entrada.  Cualquier novedad o inconveniente me lo harían saber.

Tenía algo que me daba vueltas en la cabeza y estaba más que seguro que era por la “esencia” .  A ver si me explico…  Tener y poder gastar dándome los gustos que quisiera, los mejores gustos, era fantástico pero… había mucha gente que no tenía y necesitaba, esto lo tenía presente, tenía que buscar la manera de ayudarlos aunque por otro lado, ni en pedo o borracho les regalaría nada.

Recibir “de arriba” porque lo “regalaba” el Gobierno a fin de obtener sufragios era algo que no iba conmigo, tenía claro que no era gratis, que unos recibieran ayudas o subsidios y no produjeran nada implicaba que ese dinero se sacaran de los impuestos de los que trabajaban.  A “grosso modo” , regalar dinero o subsidios estatales a algunos mermaba los recursos en Educación, en Salud Pública, en aparición de nuevas Industrias y en varios etcéteras más.

Tendría que hablarlo con Chao y ver como lo veía él.  Yo pensaba en dotar al hospital público de las máquinas más modernas, ayudar a las escuelas con refacciones y materiales más actualizados, activar alguna industria para dar trabajo a mucha gente, construir casas que tuvieran que pagar en cuotas acomodadas a sus presupuestos, “algo” de todo esto tenía que hacer pero alejado de toda connotación política o sindical.  Intentar “ayudas” de ese estilo me iba a hacer ganar muchos enemigos y aquí entraba a tallar la “no conciencia” porque se me daba por pensar que al que me pusiera “palos en la rueda” , simplemente lo sacaría del paso o del juego o como cualquiera quisiera llamarlo.

Había otro inconveniente que me saltaba, si me prestaba a ayudar no tardarían en meterse los periodistas a tallar en la cuestión, mi cara y mis bienes pasarían a ser de dominio público y llegado el caso, dentro de algunos años, mi cara tendría que cambiar porque, a no dudar que los archivos permanecen, la gente daría sus opiniones a favor o en contra de lo que hacía y tampoco sabría decir que estaba en condiciones de aguantar que cualquier pelotudo se pusiera a opinar en contra porque el aire era gratis.  Como es casi lógico, me había acostumbrado a hacer mi voluntad sin que nadie tuviera ni pudiera opinar en contra de lo que decidía y no podía ir “borrando del mapa” a quien se me antojara.

Era todo un tema y en el medio de todo eso quedaban los necesitados que siempre “pagan el pato” porque los que “dicen saber” lo que más les conviene, opinan, quieren tener injerencias, sacar partido en su propio beneficio, aplaudir o ponerse en contra porque así lo quieren o exigir y exigir cada vez más queriendo apropiarse de lo que no es de ellos utilizando la mentira de “repartir a los que menos tienen” , eso sí, lo de los otros porque lo de ellos es intocable.

Odiaba esa forma de pensar propia de mediocres, pensaba que si uno la tenía, sin importar el modo en que se obtuvo, era suyo, de última, si había sido obtenida ilegalmente, el que “pagaba” en la Justicia era el culpable o así debería ser y el que la tenía “legal” , ¿por qué tenía que entregarla a designios de cualquier idiota que lo exigiera? Era un tema complicado.  Tendría que conversarlo con Chao y, ¿por qué no? , con el YAOGUAI,¿qué opinaría él?

• Jajajaja, lindo lío en el que te metiste solito.  Creo que no está mal que quieras ayudar a tus

semejantes, es muy cierto que las necesidades abundan pero el ser humano es de lo peor, si ayudás a uno, te van a pedir que lo hagas con dos, con tres y más y más y más.

• Podés dar a “manos llenas” aunque bastará con que no le puedas dar a uno para pasar a ser el “hijo

de mil putas de la historia” y eso te va a ser difícil “manejarlo”.  Cualquiera va a opinar y a exigirte sobre lo que tenés que hacer, los que lucran con la necesidad de la gente sacando beneficios económicos o políticos que también redundan en mejores economías para ellos te van a pedir que des todo lo que tengas aprovechando para llenar su propio gallinero pero… no le pidas que den una gallina de ellos, esas son intocables.

• Lo que podés hacer es canalizar todo por medio de donaciones emanadas de las empresas o de una

Fundación “X”, sin que sea necesario que des la cara.  Como están hechas las Leyes hoy en día y por tu condición de “conciudadano”  y “obligado” a ellas, no podés ir “eliminando” a cada idiota que se te ponga en contra.

• En mi caso es distinto, yo haría una pila de “metedores de palos en las ruedas” porque, en definitiva,

no sirven para nada y nunca generan nada bueno, parece que lo hicieran a favor del otro y detrás sólo hay conveniencias que quieren aprovechar.

• Hablalo con Chao y véanlo de hacerlo de a poco pero que las ayudas no sean individuales, que sea a

Instituciones y el ejemplo de escuelas u hospitales es valedero, si querés darles casas o créditos baratos te van a exigir cada vez más y aparecerán desde todos lados y cada cual con sus motivos reales o inventados para que los ayudes.  Manejalo con cuidado.

Indudablemente lo que me decía mentalmente el YAOGUAI era más que cierto, ya vería como encarrilaba mis ganas de ayudar.  Faltaba un buen rato para el almuerzo y bajé al sótano para averiguar si las chicas habían encontrado “algo” en los videos que involucrara al Canciller o a algún miembro de la Cancillería, pues tenía presente que el Funcionario también quería hablar conmigo y estaba intrigado por eso.

Al bajar noté que se estaba cómodo en esa parte de la construcción, el aire era seco, había buena ventilación y no era necesario el aire acondicionado.  Las niñas estaban vestidas con un shorcito corto de jeans, no pude verles asomar las nalgas porque estaban sentadas e imaginé que se les notaría asomando por debajo de estos pero, lo mejor es que estaban las dos con remeritas tipo “toreras” y, lógicamente, sin sostenes.

Las saludé a las dos desde la puerta y me paré detrás de Gisela , “que no me toque, que no me toque porque estoy ardiendo” , -pensó-.  Como se imaginarán, la toqué…  La pantalla me mostraba a un tipo obeso que estaba sodomizando con violencia a un jovencito que, boca abajo y esposado de piernas y manos a la cama, poco podía hacer para defenderse más que gritar con sonidos ahogados por una bola que, introducida en su boca se ataba con una correa por detrás de la cabeza y… si no era menor de edad, pegaba en el palo.

Las imágenes la tenían a Gisela a punto de explotar, la ayudé “apurando el trámite” al besarla en el cuello y apretando con el índice y el pulgar de ambas manos sus pezones endurecidos.  El grito de placer no se pudo contener y se comenzó a deslizar por la silla aflojando todo el cuerpo. Cielo , que estaba atenta a la explosión de su amiga, no la dejó caer y tomándola de las axilas la colocó nuevamente en el asiento, aún temblaba cuando me quiso explicar, no se entendían las palabras pero el pensamiento de Gisela era claro…

• “ Gracias Gonza, fue tremendo y me hacía falta un orgasmo así.  Estos videos son de los más

completos y perjudiciales para la salud física y mental.  Hay sadismo, bondage, homosexualidad femenina y masculina, orgías, tríos, sólo falta la zoofilia.  Aparece mucha gente conocida y sus parejas o acompañantes no siempre son de su mismo estrato social”.

La rubia la había dejado sentada a su amiga y se paró detrás de mí para acariciar mi miembro y mis testículos con las dos manos, a la vez que me apoyaba las tetas en la espalda. Hice un esfuerzo para no terminar metidos los tres en una vorágine de cuerpos descontrolados y les pedí que nos aguantáramos, “más tarde chicas, lo dejamos para más tarde o mañana, tengo que averiguar algo y luego otras cosas que hacer, sean buenas conmigo” .  Como pudimos hicimos imponer a la cordura y me preguntó la “colo” que es lo buscaba.

• Tengo que averiguar si hay algún video que muestre al Canciller o lo relacioné con algún o algunos

empleados o Funcionarios de la Cancillería.  Hay cosas que no me cierran en el trato que tiene con la empresa.

• ¿Vos lo decís por los equipajes diplomáticos?, jajaja, ya lo relacionamos con eso, deben ser algún tipo

de “pago” para que no se sepa o conozcan los tres videos que tiene ese tipo, uno con un empleado de la Cancillería, otros en una orgía y otro con una chica y un chico, posiblemente menores de edad.

La “colorada” siempre mentalmente activa, “cazó en el aire” lo que yo buscaba y Cielo que no se quedaba atrás me alcanzó enseguida un pendrive con una copia de los videos mencionados, además hizo una acotación…

• No hemos podido ubicar al empleado o presunto empleado de la Cancillería, lo deducimos por medio

de los diálogos pero no aparece en ningún registro, de todos modos, no debe ser un “cualquiera” porque hay otros dos videos de ese tipo con dos mujeres, una más o menos de nuestra edad y otra que es una señora cercana a los cincuenta años.  Posiblemente sea un taxi boy y bien relacionado porque tenía acceso al alquiler de los departamentos .

Me guardé el pendrive para verlo luego más tranquilo, las besé con ganas a las dos y les pedí un poco más de calma con el trabajo, “chicas, si no lo toman con calma, van a terminar consumidas “a dedos” y no va a quedar nada para mí, jajaja” , -les dije mientras abandonaba el lugar seguido de sus risas-.

Subí las escaleras pensando que aquí estaba el motivo por el cual el Canciller le había pedido a Chao una entrevista, seguramente se había enterado de la “huida” del Presidente de la empresa y/o de la puesta en venta del edificio y querría saber si sabíamos algo de esto que yo tenía en las manos.  Ya averiguaría yo, con mis “métodos no tradicionales” , quien era el tipo que aparecía junto con él.

Faltaban un par de horas para almorzar y le dije a Tai que me llevara a la mansión, viajábamos con Kaila y en otra camioneta iban Roberto , Blago e Iker , los demás se quedaron en la casa.  Cuando llegamos al “castillo normando” dónde vivían mis “viejos” y mi hermano, de entrada me sentí a gusto por el recorrido que hacía el asfalto por el medio de los bosques pero al llegar al portón tuve el primer “chisporroteo” con la Seguridad del lugar pues paramos frente al portón y nadie salió a recibirnos.

Uno parado detrás del portón nos hacía señas para que retrocediéramos gritándonos que era propiedad privada y otros dos nos apuntaban con armas largas y, por lo que se veía, no había un Encargado en el lugar.  Descendí de la camioneta, aún en contra de los deseos de Tai y Kaila y me

acerqué al portón, saludé a los guardias y, con tono amable, pregunté por el Encargado de la Guardia o por algunos de los señores de la casa debido a que quería hablar con el señor “XXX”-lo nombré a mi padre- , todo esto sin acercarme a accionar el dispositivo ocular o de impresiones digitales que abriría automáticamente el dichoso portón.

Quería saber porque utilizaban esa actitud hostil.  Me contestó de mala manera que no se permitía la entrada de ninguna persona extraña, que el Encargado no estaba disponible y los señores seguramente estarían almorzando y no me atenderían, que era mejor que retrocediéramos o se vería obligado a hacer uso de las armas.  Decir que tenía una furia tremenda encima sería poco, no podía ser que mi padre actuara de un modo tan idiota y tan irracional.  Me enojaba sobremanera la incompetencia y allí, además de poco personal la preparación brillaba por su ausencia. “Enseguida vamos a hablar desde el lado de adentro” , -le dije al guardia y me acerqué al visor ocular-.

Al fijar la vista en él, las dos hojas del portón se accionaron y se abrieron instantáneamente ante el asombro del custodio.  Le hice señas a las camionetas para que avanzaran y lo encaré al, a esta altura, pálido efectivo.  Le exigí que me diera el nombre, al igual que a los dos que al verme acercar al visor automáticamente bajaron las armas, además le pregunté por qué había tan pocos efectivos y dónde estaba el Encargado.  Según lo que me decía de la boca para afuera, estaban haciendo un recorrido por la propiedad pero, su pensamiento me decía otra cosa.

Resultó que el Encargado, junto con cinco efectivos más y con las camionetas de la empresa de seguridad había salido a hacer un traslado no ordenado custodiando a un empresario de la zona al que le cobraban aparte por el servicio, el segundo al mando estaba con una de las empleadas de la casa de la cual supe hasta el nombre. Roberto e Iker los desarmaron y quedaron con Blago en la casa que tenían al lado del portón.  La orden fue clara para que la escucharan y entendieran los tres efectivos reducidos, “si intentan comunicarse con alguien, los eliminás sin contemplaciones” , al margen, según le pedí, Kaila le dijo en Inglés que sólo era para asustarlos.

Al llegar frente a la casa, no salió nadie a recibirnos y nos preocupamos todos.  En la cocina había dos señoras que estaban haciendo la comida y se pegaron tremendo susto cuando entraron en la misma, un tipo enojado, un chino enorme y una morocha alta que las miraba muy seria, estos dos últimos con armas en la mano.

Las calmamos, me presenté y les pregunté por la habitación de “fulana de tal” , me dieron los datos diciendo que estaba ocupada y la mandé a Kaila con Tai , “si los encuentran en actitud “amistosa” los amenazan con las armas y al tipo no le vendrían mal un par de golpes” , me dieron el Ok y se fueron a buscarlos.  A mi hermano lo encontré en la pileta, a mi padre en los fondos de la casa practicando con un arco de caza mayor y mi madre miraba televisión en el enorme living.

Estaba enojadísimo con ellos y luego de saludarlos, tuvieron que aceptar mis razones, fundamentalmente porque si hubiéramos llegado para hacerles daño, no hubiesen ni podido gritar.  Pregunté dónde estaba todo el personal que faltaba, me contestó mi madre, “no te enojes nene, el mayordomo, el ama de llaves y tres de las chicas me pidieron franco, me quedé con las cocineras y una de las chicas, si hay que hacer algo más me arreglo yo” .

Los miré a mi padre y a mi hermano y ambos se encogieron de hombros y yo me afirmé en el dicho ese que dice: “Cuando se nace para pito, no se llega a corneta” , a mi madre no le iba a cambiar sus modos “de barrio” y ni mi “viejo” ni mi hermano discutirían para cambiárselos, el problema eran los que se aprovechaban de eso.  Me aparté un poco para hablar con mi padre y mi hermano…

• A “la vieja” la entiendo pero ustedes dos me hacen estar con el culo a cuatro manos, me extraña de

vos papá, no hay Seguridad, el personal se va cuando quiere, si alguien quisiera salir nadie los puede custodiar, cada uno hace lo que “se le cantan las pelotas”, así no puedo estar tranquilo.

Los dos me dijeron que tenía razón, el problema era que no se hallaban en ese lugar tan grande y tan alejado de sus afectos barriales.  Hablábamos de eso cuando aparecieron Kaila y Tai , éste llevaba de los pelos a un “castigado” segundo al mando de la Seguridad, índice evidente de que había recibido un par de golpes y la israelí llevaba del brazo a una asustada dama de compañía.  Les dije a mis familiares que ese era el ejemplo de que cualquiera hacía lo que quería en esa casa y revolucioné un poco todo.

Lo llamé a Chao para que se pusiera en comunicación urgente con el Director de la empresa de Seguridad para que cambiara ya a todos los efectivos y, si fuera necesario, a los Supervisores del área, de paso que le hiciera saber que ya eran demasiadas cagadas juntas.  Además, que hiciera lo mismo con todo el otro personal de la casa que dependía de la empresa, le expliqué un poco todo lo acontecido para que viera él como actuar, si me dejaban a mí hubiese dejado el tendal de despedidos.

Le pedí a mi padre y a mi hermano que se adueñaran cada uno de un auto o camioneta de los que había en el garaje para usarlos como propios y se volvieran al barrio, yo les abriría una buena cuenta corriente a cada uno para que ya no tuvieran problemas económicos y les pondría una custodia con personal policial haciendo adicionales.  Estuvieron de acuerdo y yo me quedé tranquilo porque el YAOGUAI me comunicó mentalmente, “quedate tranquilo por ellos, yo me ocupo de saber si pueden tener problemas para evitarlos antes de que sucedan” .  Esto era muy importante para mí y me sacaba un problema de encima.

El “castillo normando” , posteriormente, pasó a ser un hotel-spa de élite para gente muy acomodada y personal muy competente para llevarlo adelante.  Como para cerrar el tema familiar, jamás tuve un problema de ellos o por ellos, mis padres arreglaron muy bien la casa propia de siempre, viajaron por dónde quisieron y vivieron muy bien los años que les quedaban.

A mi hermano lo ayudé para la compra de un Colegio, era Profesor y cuando salió esa oportunidad no dudó, aparte de las facilidades económicas que tenía, que no lo hacía necesitar de ingresos extras, se dio el gusto de su vida al tener funcionando un Colegio propio con una matrícula acomodada para los padres de los alumnos.  Nunca me desatendí de ellos y estuve cuando lo requirieron o cuando se me ocurría visitarlos.

Regresando a lo mío, cuando dejé con Kaila y los muchachos esa mansión, eran como las cinco de la tarde y, al no haber almorzado casi nada, “casi” porque algo “picamos” gracias a la “vieja” , en lo único que pensábamos era en regresar para ponernos cómodos.  Al llegar a la casa estaban muy de merienda al costado de la pileta, Carlos me comunicó que ya estaban cursadas y aceptadas las invitaciones para las autoridades locales y que la reunión se haría en dos días, esto caía en sábado y venía fantástico.

Me dijo además que una empresa que había recomendado Zulma proveería de todo lo necesario para el almuerzo, la merienda y la cena, incluso aportando a los mozos, quedaba por decidir la comida y la llamé a Zulma para que arbitrara los medios respecto al almuerzo, yo quería hacer un asado con costillares y parrillada completa, me contestó que no habría problemas, ellos aportaban a los asadores y las parrillas y los proveía un buen frigorífico por el tema de la carne, achuras y pollos, sólo quedaba en confirmar la cantidad de personas, le dije que estimara unas sesenta personas porque incluía en la comida a los efectivos de Seguridad.

Lo consulté a Carlos por si había averiguado si venían con chicos y me contestó que sí, que venían unos doce chicos, motivo por el cual hice que contrataran a tres personas dedicadas al efecto de distraerlos y atenderlos vestidos con distintos disfraces de superhéroes, amén de variados juegos inflables, destinando un lugar en el parque y en la pileta para ellos.  Se acondicionaron cuatro habitaciones con baño para que utilizaran los invitados y también le hablé al Encargado de la Seguridad del día de la fecha para que sábado doblara la cantidad de efectivos, los que cobrarían un plus por ese servicio.  Iba a ser un día agitado pero llevadero debido a que tenía la posibilidad de delegar y contratar para que hicieran.

Le recomendé a Zulma que no faltara nada y me hizo saber que los postres presentaban un pequeño inconveniente, dudábamos entre masas o helados, la solución estuvo dada con las masas para la merienda que se adquirirían en una confitería de la zona y los helados para las comidas para esto una heladería grande de esa ciudad nos alquilaría un freezer grande que contuviera, debidamente compartimentados, un total de 300 postres helados de distintos tamaños.  Otro tema fue la bebida y las reposeras para estar en la zona de la pileta o el parque, esto lo solucionó Gisela porque alquiló por Internet la cantidad suficiente de sillones y reposeras como para 30 personas.

“Faltaría algún número musical en vivo y estaríamos completos” . -opinó Roberto - y no me pareció mala idea, pregunté si alguno tenía una idea determinada y saltó Gisela .  Ella y Cielo tenían una amiga que era Profesora de danza árabe en una Academia de su propiedad y podía montar un show de unas dos horas con distintas coreografías, además sabía de un cantante que imitaba a diversos cantantes de moda, inclusive a mujeres, sólo habría que averiguar su disponibilidad.  Le pedí que se pusiera urgente a la tarea.  Estas presentaciones se podrían hacer en el enorme living, asientos no faltarían pero eso ameritaba un buen equipo de sonido que también se comprometió a alquilar.

Las chicas podrían hacer sus números al caer la tarde y el cantante para la hora posterior a la cena.  Las bebidas de cualquier índole no deberían faltar y sobre eso Carlos me dijo que ya estaban todos los anaqueles de la bodega completos y había suficiente provisión, amén del frio suficiente para las bebidas que fueran necesarias y aparte el hielo que sería traído en la mañana del mismo sábado.  Pedí que para el viernes estuviera todo en la casa, que no quería ninguna sorpresa de último momento, Carlos y Zulma me aseguraron que así sería y la completaron Gisela y Cielo trayendo la confirmación de los números artísticos.

Me podía desatender de eso y ya vería mañana de acercarme a la Municipalidad y a la Comisaría para presentarme ante los interesados y hacerles saber lo que tenía preparado para ellos y sus familias.  Es dable hacerles saber que la ciudad en que estaba la casa tenía una cantidad de habitantes que oscilaba en las 400 ó 450 mil personas, no era un “pueblito” e imaginaba que también sobraban los problemas o que, en todo caso, si no los había, surgían, esto era algo como “natural”, pasaba hasta en los lugares con menos densidad de poblacional y cada vez más me hacía a la idea de una Fundación que pudiera ayudar paliando algunas necesidades.

Pensaba en cómo hacer al respecto y me llamó Chao , por la hora, casi las ocho de la tarde-noche, me resultó extraño.  Era para decirme que el Canciller estaba tratando de ubicarme y quería saber si podría hacer una cita con él.  Le pedí que lo llamara y viera la posibilidad de cenar juntos esa misma noche en el lugar que él eligiera y que me avisara si eso era posible.  Quería terminar rápido con ese inconveniente y ya vería los pasos a seguir acorde a lo que “escuchara” por “mis métodos” en la conversación.

A los quince minutos me volvió a llamar el Abogado confirmando que me esperaba en el restaurant de un lujoso hotel de la capital aproximadamente a las 22.30 horas.  Me quedaba tiempo suficiente y le dije que allí estaría, que reservara una mesa para cuatro custodios.  Le dije a Kaila y a Siara que se prepararan y la “enganché” pensando a la israelí, “a la mierda la nochecita junto a Patricia, hay que trabajar” .  Cambié en el acto de parecer, “no, mejor no, Siara y Cielo cámbiense para ir a cenar a un muy buen lugar, Andrey y Tai también vienen, yo me voy a bañar y en cuarenta minutos salimos”.

Cuando estuvimos listos le pedí a Cielo que llevara consigo la tablet y las miré a las dos, vestidas para la ocasión, sin llegar a ser de gala, demostraban belleza y buen gusto, la de tez clara y blanca con un vestido negro que resaltaba sus formas y su cabello rubio que enmarcaba un par de ojos celestes que hipnotizaban, la de piel oscura vestía un conjunto de chaqueta y pantalón en un rosa fuerte que dejaba adivinar el culo y las piernas maravillosas que tenía.  Los hombres no desentonábamos.

Fuimos hasta el Hotel Hyatt en pleno centro de la ciudad capital, por lejos el más lujoso e importante de todos.  Al entrar al restaurant, las dos acapararon todas las miradas y me sentí bien, avisé en la entrada que el Canciller me esperaba y rápidamente me acompañaron hasta la mesa, las dos parejas se sentaron en una mesa muy cercana y Chao me presentó al Funcionario, era una persona que rondaba los cincuenta años, quizás un poco más, muy atildado y de buena presencia, verdaderamente, un “tipo con Mundo” , fue quien primero se prodigó en atenciones diciendo que era un enorme gusto el que tenía al conocerme.  Lo primero que pensó fue, “lo hacía mayor, espero no tener problemas” .

Hubo un intercambio de saludos y también aproveché para agradecerle las atenciones que tenía para con los viajeros de la empresa y hacerle saber que podía estar tranquilo porque nadie aprovechaba para su propio peculio esa posibilidad, me dijo que lo daba por descontado y pedimos la comida.  Yo no notaba ni “escuchaba” mala predisposición de él hacia mí, sólo me hacía saber que estaba muy avergonzado y me pidió que nos tuteáramos, acordé con esto.

• Para serte sincero Emilio, la posibilidad que nos brindas nos permite trasladar las armas de mis

custodios, está todo legalizado pero nos sería engorroso tener que blanquear eso en cada país que visitamos, doy fe que ninguno de los que viajamos quiere sacar partido ni perjudicar a la Cancillería.

• Te repito Gonzalo que eso lo doy por descontado pero… en realidad la reunión era por otra cosa y me

es bastante engorroso explicarlo.

La comida que nos habían traído estaba espectacular y le hice los honores sin esperar a nadie, a la vez, me ponía al tanto de las explicaciones que quería darme el Canciller, estaba dispuesto a abrirse hacía mí y no se animaba a decir nada por estar Chao presente en la conversación y, nobleza obliga, yo no le iba a pedir que nos dejara solos, por eso le contesté…

• A decir verdad, cuando me enteré de lo que hacía el ex presidente de la empresa que se fugó y esto

porque pude rescatar todo un material que conservo y que perjudicaría a mucha gente, me hice a la idea de no utilizarlo para joder a nadie, aunque también es cierto que no quiero perder algunas cosas logradas, concretamente la posibilidad que nos estás brindando al viajar.

• Sí, te entiendo, lo que sucede es que hemos averiguado que esto ya excede el marco de lo personal y

eso porque…

• No me des explicaciones, yo no las pido y no juzgo a nadie que no me interese juzgar.  Respeto por

sobre todo la privacidad de cada uno y te propongo un trato de caballero, para eso estoy en condiciones de entregarte en este momento la única copia de lo que te preocupa.

• Te escucho, veremos que me pedís y te contesto…

Por lo que pensaba y ya un tanto nervioso, me enteré que el muchacho que aparecía en los videos, estaba siendo investigado en secreto por la venta de información a un país caribeño con el cual el Gobierno no hacía muy buenas migas.

• Como también me he enterado que hay un sujeto al que conocemos que está “metiéndose” con

gente que no es de nuestro mutuo agrado, te propongo también arbitrar los medios para buscarlo y encontrarlo, sacarle toda la información posible y “desaparecerlo” para que no “manche” a nadie hablando lo que no debe.

• No sé cómo te enteraste de ello, nuestra gente no lo puede encontrar y se utilizan todos los recursos y

sí, sería importante que se lo encontrara antes.

• Esto sólo para tu conocimiento, yo tengo mejores recursos tecnológicos que cualquiera de nuestros

Organismos, mis recursos técnicos se equiparan a los del FBI, el MOSSAD o el CBP ruso e Informáticos de primerísima calidad, esto, como te lo dije, es sólo para tu conocimiento, si lo exponés, lo niego y te quedás sin el pan y sin la torta.

• Esto no sale de aquí y… ¿qué me pedís a cambio?
• Que mantengas el acuerdo respecto a las valijas diplomáticas y que comiences a darme algunas

pistas sobre los que buscamos porque me facilitaría algunas cosas y nos evitamos una búsqueda a nivel internacional y descartaríamos a algunos otros.

Le había pedido a Cielo que enmarcara en un primer plano los rostros de quienes aparecían en los videos y que no habían sido ubicados en el sistema. Chao observaba todo y estaba completamente mudo pues, aún sabiendo que la reunión era por los videos, él no había visto ninguno.  Saqué las fotos y se las mostré una por una.  Del tipo en cuestión me dijo que se llamaba Luis María XXXX y tenía domicilio registrado en “tal” localidad.  Con la mujer mayor se asombró porque resultó ser la esposa del Vicecanciller, hubo otras dos mujeres que resultaron ser secretarias del Organismo pero de un nivel más bajo, lo mismo con dos muchachos -estos cuatro habían estado en la orgía que compartieron- .

La última foto que le mostré, la de la chica jovencita, primero lo hizo insultar y luego la rabia casi lo hace irrumpir en llanto.  La chica en cuestión resultó ser su hija y “se le quemaron todos los papeles” .  El tipo cuestionado había utilizado a una serie de personas y vaya uno a saber cuanta información recibió de estos.  Yo daba por sentado que el Presidente de la empresa no los había compartido más que con sus dos cómplices pero no podía asegurar que no estuvieran involucrados con este “espía” y le hubieran entregado una copia.

El Canciller pensó lo mismo y me preguntó si todo había sido filmado en el mismo edificio, al contestarle que sí, me dijo que él no había intercedido ante los dueños del edificio para alquilar el departamento, por eso concluía en que debían conocerse y eso lo ponía más intranquilo.  Me aseguró que el respetaría el acuerdo, mientras estuviera en el puesto, como si fuera un pacto de caballeros pero había que activar la búsqueda de este individuo y ver qué información tenía en su poder.  Al respecto le afirmé que ya nos pondríamos a trabajar en eso y a la par de entregarle el pendrive le pregunté por algunas conversaciones que él habría mantenido con el susodicho.

Me interesaba saber si habían conversado sobre vacacionar o que lugares le gustaban para hacerlo, también en qué fecha había dejado de verlo.  Estábamos por el café y el Funcionario se encontraba con un lío mental tremendo, puteaba contra el “fugado” , contra la hija, pensaba en preguntarle a la esposa del Vicecanciller y tenía fundados temores sobre su continuidad laboral, lo que yo le preguntaba parecía caer en saco roto hasta que pensó en una cabaña en una isla del Caribe más precisamente en Antiguay Barbuda pero lo descartó de inmediato de su mente, estimando por motus propio que allí no debía ser.  Demás está decir que “apunté mis cañones” en esa dirección…

• Emilio, por favor, prestame atención, cuando se consigue algún dinero no esperado y hay que

escapar normalmente se comete el error de trasladarse hacia adonde a uno le gusta o le tenía ganas, por eso te pregunto, ¿nunca comentó de ningún lugar adónde le gustaría ir?, la nieve, las montañas, las sierras, la selva, el río, la playa, el Caribe, islas, qué sé yo, eso siempre ayuda y nunca se le pregunta a nadie que no haya tenido relación con el que se busca.  Vos tuviste esa relación y en una de esas, algo te comentó.

• Una vez comentó de una cabaña en una isla Antigua o algo así pero no creo, hay un país que se llama

así y está en el Caribe , aunque me parece que fue solamente una expresión de deseo.

• Está bien, dejémoslo aquí porque seguramente tenés un montón de cosas en la cabeza, lo que sí te

voy a pedir encarecidamente es que me dejes trabajar tranquilo, yo te voy a dar las novedades cuando estime conveniente, no es “soplar y hacer botellas” tengo que buscarlo en diferentes lugares y movilizar a mucha gente.  Por lo pronto no hables de esto con nadie y menos que menos con tu hija o con la esposa del Vicecanciller, creo que han sido utilizadas y dejadas de lado porque no tenían información que dar.

• Jajaja, vos me estás pidiendo que sea “diplomático”, ¿no?, quedate tranquilo, no voy a abrir la boca

pero te aseguro que no voy a dormir bien hasta que esto se aclare.

Nos despedimos con un fuerte apretón de manos y le pedí que confiara en mí que “una mano lava la otra y las dos lavan la cara” , lo entendió y luego de saludar a Chao y agradecerle por la reunión lograda, se retiró con su custodia que esperaba en otra mesa.  La posibilidad de buscar y encontrar al “fulano” en cuestión me había excitado al punto de tener una erección que tuve que disimular acomodando el miembro en el pantalón sin levantarme de la silla, ni yo mismo me lo creía.  Al acercarse las chicas y los muchachos recordé el físico y la entrega de ambas y la excitación recrudeció.

Antes de hablar con ellos me acordé de algo y lo llamé al Canciller por teléfono, le pregunté si el Vicecanciller estaba en la casa y me contestó que estaba de viaje atendiendo el problema de una embajada, ante esto quise averiguar si había viajado solo o con la mujer, me dijo que había viajado solo, que la mujer debía estar en la casa, “bueno, eso creía antes, ahora no sé” -me dijo riendo-.  Le pedí que me pasara el número telefónico de la casa y el del celular de la mujer y que se quedara tranquilo que nadie sabría que había sido él.  Me los pasó al instante por mensaje pidiendo que luego lo borrara, -al pedo porque igual queda registrado- le contesté que así lo haría.

Chao me miraba interrogándome con la mirada y les dije a todos que había surgido un trabajo de improviso y ya teníamos que empezar con él, mientras les decía esto marcaba el número del celular de la mujer, me atendió enseguida, “¿Señora María de las Nieves XXXX, esposa del Vicecanciller?” ... “Si ella habla, ¿quién me llama a esta hora?” … “Un segundo, por favor, no corte” .

Les dije a los muchachos que se fueran a dar una vuelta y me recogieran dentro de tres horas, a las chicas les dije que se quedaran conmigo, ellos se fueron y continué, “encantado señora, usted no me conoce, mi nombre es Gonzalo y me gustaría conversar respecto a un video que tengo a mi vista y en el que aparece junto a un tal Luis María XXXX” .  La mujer se quedó muda y esperé con paciencia a que pensara las respuestas para darme…

• No sé de qué video me está hablando y tampoco conozco ese nombre, me está molestando…
• Señora, es una filmación realizada el día “tal” en el departamento nro. 19 del edificio de la calle

“tal” de número “tal”, disculpe si no es usted, trataré de hablarlo con su marido cuando regrese del viaje y perdone la molestia”.

Le daba toda esa información lentamente esperando que pensara y recapacitara puesto que eran demasiados datos como para ignorarlos.

• Espere, espere, no corte, ¿cómo es que tiene usted ese video? ...
• El “cómo” no importa, el caso es que lo tengo, si quiere obtenerlo venga dentro de dos horas al bar

del Hotel Hyatt, no necesito dinero y si no viene ya sabe a lo que se expone y no se preocupe, yo la voy a reconocer”.

Corté la comunicación sin esperar respuesta y ahora me dirigí a las chicas, “si lo que pienso es lo correcto, vamos a tener que viajar al Caribe pero ahora tenemos dos horas por delante y si todavía siguen con la idea de pasarla bien conmigo, voy a alquilar una habitación porque tengo unas ganas enormes de hacerles el amor a las dos” .  Se miraron las dos poniendo cara de sorpresa y la primera que reaccionó fue Cielo abrazando a uno de mis brazos, “No sé qué dirá Siara pero yo no voy a dejar pasar esta oportunidad” .  La negra reaccionó también de lo mejor, “jajaja, me ganaste por un pelito, apurá Gonza que el tiempo es oro” y no tardó en tomar posesión de mi otro brazo.

Lo de la habitación fue un mero trámite, el mínimo “pero” quedaba desdibujado ante la tarjeta con que pagaba, me ofrecieron la opción de una habitación en el 5° y último piso del “Palace-Chateau” , éste era un palacete de estilo victoriano francés, una construcción de época reacondicionado lujosamente que era precisamente donde estaba el bar en que nos encontrábamos y servía de fachada a todo el complejo habitacional.

Me tenté con esto pero enseguida me dieron otra opción, una suite en el piso 12° del edificio Posadas que formaba parte del hotel en sí y albergaba la mayoría de las más de 150 habitaciones que tenía.  La propaganda que me hizo de los grandes ventanales y la vista de la ciudad nocturna me convenció.  No creía que fuera a mirar mucho pero… un vistazo seguro daría.

Cuando íbamos hacia el ascensor, las dos tomadas de mis brazos, Siara comentó, “me he hospedado en diversos hoteles pero éste superó todas mis expectativas, es más que lujoso y con una atención espectacular” .  La siguió Cielo , “decímelo a mí, yo apenas si lo he visto en Internet y todavía no salgo de mi asombro” .  Yo las miré a las dos haciéndome el serio, “ mucho hotel, mucho hotel pero del hombrecito que tienen al lado ninguna opina” .  No hizo falta opinión alguna, se arrojaron las dos sobre mí y me cubrieron de besos y caricias más o menos “zafadas” .  Creo que si el ascensor tardaba tres o cuatro pisos más, tenía que salir desnudo de él, buscamos la habitación y abrí con la tarjeta-llave.

No se puede narrar lo espectacular y lo lujoso de esa suite, faltarían adjetivos.  Las dos chicas se abalanzaron sobre la cama, la probaron con dos saltos y salieron disparadas hacia los ventanales, yo me quedé parado frente a la cama pensando en que me había equivocado, las dos estaban más metidas en mirar el paisaje nocturno o en alabar la suite que en dedicarse a “atenderme” .

Apenas el tiempo para pensar eso porque frente a los ventanales giraron las dos, se despojaron rápido de sus ropas y caminaron hacia mí.  Dos panteras, una rubia y una negra parecían prontas a devorarme, con las sandalias de tacos altos, medias ajustadas al muslo y una mínima tanga como única vestimenta, se acercaban relamiéndose. ¿Y yo? , pues yo esperé que me “comieran” , por supuesto.

Siara me colocó las manos en el pecho y me dio un leve empujón para sentarme en la cama y entre las dos hicieron que mi ropa “desapareciera” , me corrí más al medio y la negra reptó sobre mi cuerpo haciéndome sentir su vientre plano y sus tetas endurecidas.  Al pasar los labios de su vagina sobre mi miembro lo empapó con sus jugos y me miraba con deseos desde el brillo de sus ojos verdosos, me besó apasionadamente, una sola vez y no se detuvo, ascendió hasta que se arrodilló y colocó su entrepierna a centímetros de mi boca.

Tardé décimas de segundos en sumergir mi boca y toda mi cara en su concha mojada, el gemido profundo nos aceleró a los tres y coincidió con la mamada de Cielo que estimé más profunda que otras veces.  Mi lengua se enloqueció, mis manos se aferraron a ese culo oscuro y mis dedos jugaron en la oquedad sin penetrarlo pero sirvieron para que Siara estallara en un orgasmo que acompañó al que se provocaba Cielo con sus dedos.

La rubia dejó de mamar y me pidió gimiendo, “por favor Gonzalo , por favor” y volvió a penetrarse la boca y ahora sí noté que me tocaba la pelvis con la nariz.  Estaba a punto y en la siguiente entrada profunda de su boca, le llené la garganta de leche mientras la negra gritaba porque me había apoderado de su clítoris y lo sorbí como queriéndoselo arrancar.

Su orgasmo esta vez fue espectacular y afirmado en sus muslos no la dejé salir para continuar esa labor con la cara empapada. Cielo también se arrodilló detrás de la africana y se penetró sola hasta que las pelvis chocaron, se movió dos o tres veces entrando y saliendo y se abrazó a Siara acariciando sus tetas, apretando sus pezones y besando su negro cuello.

Allí se desataron las dos, gimieron, se movieron y gozaron hasta estallar ambas en un orgasmo que ninguna de las dos se privó de gritar.  Yo estaba en la gloria, me estaban dando una cogida monumental y completamente desinhibidas.  La morocha trataba de girar la cabeza para besar a la rubia que colaboraba con el intento, al lograrlo y mirarlas casi acabo sin poderme contener, el morbo y el erotismo de ese beso tampoco se podría contar.

La toqué a Siara para que se incorporara y no se quedó quieta, apenas se levantó de mi cara volvió a besarse con su amiga y la hizo correr para acostarla y tirarse encima en posición invertida, no perdieron tiempo y las bocas se soldaron a sus respectivas entrepiernas, parecían el yin y el yang y sus gemidos enloquecieron a mis neuronas.  El poderoso culo de la negra quedó a mi disposición y no lo desaproveché, su vagina esta vez me recibió por completo sin ningún tipo de remilgos y la penetración repercutió favorablemente en la entrepierna de Cielo que se contrajo y volvió a temblar por la comida fabulosa que Siara le propinaba.

Cuando despegó la boca de ese lugar debido al orgasmo fuerte que experimentaba, cambié de lugar y se lo dejé por la mitad, esta vez el grito, por unos pequeños instantes fue de dolor porque no paré hasta que ya no pude entrar más, el abrazo instantáneo de Cielo no la dejó moverse y enseguida comenzó a disfrutar mis penetraciones.

Luego de unos cuantas entradas y salidas en que la negra se convirtió en una víbora por mis cogidas y por los lengüetazos de Cielo , haciendo que disfrutáramos los tres de sus movimientos, le pregunté donde la quería, “en la concha Gonza, llename la concha de leche” , -pidió- y no la defraudé, cambié de lugar y luego de dos estocadas cumplí sus deseos.

Cielo , estaba enfervorizada, no dejó que todo entrara en la vagina oscura, sacó mi miembro y recibió el resto en su boca.  Resultado, los tres quedamos temblando y, luego de limpiarme, la rubia nos golpeó en los costados porque aguantaba el peso de ambos.  Nos “desenredamos” y nos dejamos caer en la cama como sacos de papas.

Habían pasado unos cuarenta minutos y les dije de bañarnos, en el jacuzzi eran todos mimos, caricias y besos que nos repartíamos a mansalva y la excitación volvió a hacerse presente, Cielo dijo que a ella le faltaba algo y Siara tuvo que esmerarse en mantenerle la boca pegada a su vagina para que no soltara el grito que amagó cuando le penetré el culo de una.

La “pataleta” le duró escasos segundos y enseguida seguimos con el placer hasta que, después de varios movimientos espasmódicos de ambas, el culito de Cielo recibió su “recompensa” .  Sólo nos quedó tiempo para cambiarnos y para que Cielo copiara el video de la señora que yo esperaba. ¡Ni ahí que iba a borrarlos todos!

Bajamos a la confitería y nos acercamos los tres a la barra, necesitábamos recuperar un poco de energías y dos cócteles para ellas y un whisky importado para mí ayudaron a la recomposición.  Cuando vi ingresar a una mujer mayor, alta y muy elegante que parecía buscar a alguien, la reconocí enseguida, dejé a las chicas solas y fui a su encuentro.

Continuará…

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