El demonio de nombre extraño (15)

Hay “limpieza” en la Agencia de Seguridad. Hacemos una excursión a pie y hay retos para algunas. Descubro un secreto de Siara.

“LIMPIEZA” - EXCURSIÓN - RETOS - SECRETO.

Me desperté como a las nueve y totalmente descansado, Azul ya no estaba a mi lado y eso me cayó bien, muchas veces, despertarse con alguien al lado con el que no se tiene una afinidad sentimental no es agradable.  Cada cual es cada cual y a mí, eso de estar dando los buenos días a alguien que, en definitiva es un extraño, no me cuadraba, además, acostumbrado a mi propia soledad, no siempre había “buenos días” para repartir.  Como sea, me levanté, una regia ducha y a desayunar.  Bajé solo y, entre el hall y el comedor, me encontré con todos.  Los saludé e hice un aparte con Chao pero noté que las chicas más jóvenes hablaban en una mesa y que cuando yo entré cortaron sus risas, para mejor, dos de ellas me miraron con cierto temor y bajaron la vista.

Chao estaba radiante, el descanso le había sentado de maravillas y me preguntó por los pasos a seguir en el día.  Le dije que iríamos a la Agencia de Seguridad, que me había enterado de ciertas cosas que no me cayeron nada bien y, de corroborarlo, haría una limpieza de Directivos…

*-Espero que el Director General no esté “sucio” porque, de alguna manera, me había comprometido a mantenerle el trabajo, -me dijo el Abogado-…

*-En realidad no tengo nada que lo involucre en la corrupción de algunos otros Directores pero esto es como en la milicia, si el subalterno se manda una “cagada” el jefe sufre las consecuencias.  Voy a tratar de mantener tu “compromiso”, eso, en tanto y en cuanto, no averigüe nada extraño pero si me entero que recibió algún “sobre” por debajo de la mesa, no dudes que saldrá volando de allí.

*-Es lo menos que se merecería, veremos que resulta.

Llegamos a la Agencia de Seguridad como a las once, era un edificio de siete pisos imponente y cuando se enteraron en recepción quiénes éramos y que queríamos ver al Director General se armó un revuelo de atenciones, corridas y llamadas telefónicas.  Éste nos atendió más que rápido, nos hizo pasar a su oficina sin ninguna intermediación y nos ofreció enseguida café o bebidas que rechazamos.

El susodicho Director General, un tipo alto, atildado y bien plantado había sido un Capitán del Cuerpo de Custodia de la Policía de Nueva York , dedicado desde siempre al tema de la Seguridad tenía los mejores contactos pero, para mí, adolecía, de un defecto enorme, era un burócrata, su mundo dominante era la oficina y las relaciones públicas.

Entré a su oficina con Chao , Tai , Kaila y Siara que se ubicaron parados en los costados detrás de mí y pegados a las paredes.  Casi de inmediato, después de los saludos, el Director se dirigió a Chao diciéndole que ya había solucionado el inconveniente en la empresa, lo corté con la mano en alto diciendo que ese no era el motivo de nuestra visita, aclarándole también que tampoco era “de cortesía” y  le pedí que llamara al Subdirector y a los Directores de Logística y Finanzas.  Lo hizo pensando cual sería el motivo o cual el inconveniente que habría con ellos y de qué manera podrían perjudicarlo.  Allí, “escuchándolo” , me di cuenta que estaba “en bolas” de muchas cosas que pasaban en la empresa.

Cuando entraron los tres que había mandado a llamar, me di cuenta que su nivel era distinto, estos eran “aves” y de las rapaces, la ropa que vestían, el perfume que usaban y hasta las manos manicuras y el cabello arreglado en peluquerías de primera línea denunciaban otros modos y otros ingresos.  Saludaron, se quedaron parados al lado del escritorio del Director y el Subdirector tomó la palabra preguntando con una sonrisa que se me ofrecía y en que me podían ayudar.  Lo que él no sabía es que las preguntas que le haría me darían las respuestas que yo quería aunque lo negara de la boca para afuera.

  • Me gustaría que me dijera que tan cierto es eso de que tiene efectivos brindando Seguridad a empresas privadas, quedándose con los ingresos que esto genera y si es cierto, ¿cuáles son esas empresas, cuánto es lo que cobra por cada efectivo, cuántos son y con quienes reparte estos dividendos espurios?
  • Bajo ningún punto de vista, le han informado muy mal y no le puedo permitir que dude de mi honorabilidad.

Se dirigió al Director llamándolo por el nombre y preguntando, a viva voz, en plan “ofendido” :

  • Thomas, esto es inconcebible, ¿qué es lo que pretende este hombre?”
  • Yo le voy a contestar a eso, lo que pretendo es limpiar a la empresa de corruptos como ustedes tres, porque por “motus propio” le están brindando servicios a las empresas tal y tal y tal y tal, sin contar otras tantas que conozco y no vienen al caso.  De las cuatro que les nombré estimo una cantidad de xxxxx efectivos que le reportan varios miles de Dólares al mes, para ser exacto, algo así como cifras de cinco ceros y que usted reparte con sus dos cómplices a razón de 25% para cada uno y un 50% para su bolsillo, ¿responde eso a su pregunta de lo que pretendo?
  • A partir de este momento, los tres están “renunciados” a esta Agencia, retiren sus cosas de las oficinas que tenían, tienen quince minutos para ello y olvídense de todo lo relacionado con la Seguridad para el futuro, por lo menos en Nueva York y localidades aledañas.
  • ¡Usted no puede hacer eso que dice!
  • Si puede hacerlo, además, con todas las de la Ley y si no fuera él sería yo el que tomara estas medidas enviándolos a la cárcel porque por lo visto pruebas sobran, son de lo peor y se han burlado de la confianza que deposité en ustedes, -esto lo dijo el Director totalmente ofuscado y rojo de la ira-.

El Subdirector en un arranque de impotencia quiso lanzarse sobre mí y Tai lo tomó de la nuca haciéndolo despegar los pies del piso al levantarlo y las chicas, como si estuviera sincronizado, se pusieron delante de los otros dos, el chino enorme me miró esperando directivas y le dije: “no lo mates, que uno de los muchachos acompañe a cada cual a la oficina, que retiren ropa, utensillos de limpieza, celular y las llaves del coche, nada de papeles ni computadoras, si algo es más personal que lo reclamen vía Legal, tienen quince minutos” .  Después que se retiraran acompañados por Tai me dirigí al Director.

  • Ahora el problema es usted.

El hombre se puso pálido, sabía que debía “pagar” las consecuencias por el mal trabajo de sus dirigidos, tenía claro que ante este tipo de errores, casi que estaba “obligado” a seguir los mismos pasos que sus subalternos pero… sin que lo supiera, tenía un par de ventajas a su favor, una era haber hablado con Chao y el “compromiso” que, en cierto modo, éste había prometido y la otra y más importante, yo había comprobado que no tenía nada que ver con las trapisondas de los otros Directores.  Así y todo le expresé…

  • Creo que tiene claro que hay algunas “cosillas” que quedan dando vueltas, un hombre de su nivel y categoría no podía estar ignorando lo que pasaba a su alrededor y me otorga el derecho a pensar que, o bien estaba involucrado con ellos o ha demostrado un grado elevado de incompetencia.
  • Sí señor, estoy obligado a aceptar el tema de la incompetencia motivado por la confianza otorgada a estos crápulas pero le aseguro que jamás me quedé con un solo Dólar o atenté contra los intereses de la empresa.
  • De acuerdo a lo conversado con el Doctor Chao, le voy a dar “la derecha” en eso pero comprenderá que mi confianza ahora es relativa, por lo tanto le voy a proponer algo y es taxativo, es esto o la calle.

Estaba dispuesto a escuchar lo que iba a proponerle y pensaba, “no tengo alternativa, tengo que aceptar, ser echado de esta empresa me cerraría las puertas para todo lo que tenga que ver con el ramo y no tengo edad para empezar de nuevo, además con este señor no se puede “jugar” ni negociar nada”.

  • Usted dirá señor.
  • Va mantener su puesto y los gastos de representación que se le otorgaron oportunamente, dedicándose exclusivamente a ser “la cara” de la empresa y a las RR.PP., algo similar a lo que hacía pero no podrá decidir respecto al personal directivo, a los efectivos, al personal y al trabajo en sí de la misma, todo eso correrá por cuenta de una persona que pondré a cargo de la Subdirección General y que me responderá exclusivamente a mí.  Todo esto lo sabrá exclusivamente esa persona y nosotros por lo tanto evite dar órdenes o tomar decisiones inconsultas para no correr el riesgo de ser desautorizado.  Es la única oportunidad que puedo darle.
  • Y yo la tomo, tengo que agradecer la deferencia, sinceramente me ofrece mucho más de lo que esperaba, no tenga dudas que no le voy a fallar.
  • Para su conocimiento también nombraré a una nueva Directora de Finanzas y la de Logística quedará sin Dirección pues se unificará a cargo del Subdirector, ambos vendrán mañana con el Doctor Chao para hacerse cargo de sus puestos, ahora le voy a pedir que me acompañé a las Direcciones que han quedado acéfalas porque quiero hacerles unas consultas a las Secretarias y al personal restante.

Aquí la cosa fue mucho más sencilla, en cada Dirección notifiqué al personal de las renuncias de sus anteriores Directores y avisé que mañana se harían cargo los nuevos, también pregunté si alguno tenía alguna relación más cercana o si sabían de sus “negociados” por fuera de la empresa.  De resultas de ello las Secretarias de la Subdirección General y de la Dirección de Finanzas fueron despedidas pues, “escuchándolas” me hicieron saber que eran amantes de sus jefes y sabían claramente de sus “negocios espurios” , aproveché para saber los nombres de quienes podrían ocupar sus puestos con lealtad y eficiencia y esto se lo haría saber a Mariángeles y a Arturo .  Al salir de allí eran cerca de las trece horas y nos fuimos al hotel a almorzar.

En el viaje Chao recibió una llamada telefónica avisándole que leyeran las noticias de los diarios, paramos en una esquina y compraron un diario en una expendedora, todavía se usaba mucho el periódico y colocar una moneda era más práctico que un kiosco en la esquina.  En las páginas policiales se hacía mención al asesinato de seis personas, dos de ellas eran Presidente y Vicepresidente de una compañía muy importante de la ciudad, las restantes eran familiares.

La policía lo atribuía a un ajuste de cuentas mafioso realizado por profesionales porque encontraron documentación que los relacionaba con deudas incumplidas por transacciones con drogas de la pareja en cuestión.  El jefe de la TRIADA había cumplido fehacientemente con lo solicitado y le dije a Chao que lo llamara de un teléfono no identificable para agradecerle y para disculparse dado que yo no creía conveniente que, por ahora, nos pudieran ver juntos.

Las chicas que quedaron en el hotel no habían almorzado porque, según dijeron, nos estaban esperando para hacerlos todos juntos, me gustó el detalle y se sumaron a la comida Mariángeles y Arturo que también, acorde a la citación de la noche anterior, nos estaban esperando.  Los presenté con Chao y les dije que esperaríamos hasta después de almorzar para conversar sobre la Agencia y agregué: “Quédense tranquilos porque mañana empiezan a trabajar” .  Trataban de disimular pero se “salían de la vaina” para agradecer, Arturo estaba muy feliz con la posibilidad y Mariángeles me saturaba las fosas nasales con el aroma de su excitación.

El almuerzo fue muy ameno, las chicas bromeaban con la mexicana hablando de todo lo que habían hecho en el Club Nocturno, a quienes habían conocido y con los cuales se habían sacado fotos, ésta dijo que nos les creía porque habían hecho un verdadero “tours turístico” con personalidades de la farándula. Gisela no se pudo aguantar y le mostró la computadora que contenía el video compaginado de lo que habían grabado.

Lo miraron casi todos antes las risas de la ahora “ex” RR.PP., yo pasé de observarlo y las miré serio a las dos, “prefiero no mirar porque para mí eso es un engaño, es como haber actuado a mis espaldas abusando de mi confianza, de saberlo no lo habría permitido” .  Un baldazo de agua fría no hubiese actuado mejor para enfriar las risas de las tres más chicas, bueno, en realidad de todos. Chao me miró y tuvo que tragarse la risa cuando le guiñé un ojo.

Para después de los cafés, invité a la pareja a tomar una copa en el bar y aproveché para conversar sobre lo que pretendía de ellos.  Con la copa de por medio les hice saber lo que había pasado con los Directivos “renunciados” y cuáles eran las condiciones impuestas al Director General y lo que sólo nosotros conoceríamos respecto a las órdenes en la Agencia.  Todo quedaba bajo la decisión de Arturo y también le recalqué que no hiciera abuso de su cargo aunque nadie debería actuar por sobre él, que las cosas era mejor consensuarlas para poder trabajar en un marco de camaradería.  Les di los nombres de quienes me parecían a mí que podían cumplir con el trabajo de Secretarias pero lo dejé a discreción de ellos.

  • También para conocimiento de los dos, Arturo, hay una sola Dirección en la que no tendrás injerencia directa y, como lo imaginarás, es la de Finanzas, hablen las cosas y pónganse de acuerdo en las decisiones pero Mariángeles sólo me responde a mí o a Chao en mi nombre, ¿queda claro esto?

Como sabía que sucedería, no hubo ningún tipo de inconvenientes, también recordé decirle a Chao que se llevara a Cielo y a Gisela por si había que “meter mano” en las computadoras de los “renunciados” .  La pareja me dijo que estimaban que tardarían aproximadamente una semana para ponerse al tanto de todo, les contesté que ese ya no era mi problema, yo sólo pretendía resultados y los mejores, de paso le recordé a Arturo que tendría que visitar nuevamente a los dueños de las empresas que estaban pagando “en negro” tal como en el Club y que si había que ajustar los precios, era preferible ajustar “para abajo” aunque las ganancias fueran menores nos traería nuevos clientes.

Estaban los dos como mudos y solo movían la cabeza asintiendo pero “escuchaba” los planes que pensaban y me agradó la manera que tendrían para encarar todo.  Luego de arreglar con Chao el horario de presentación nos dijeron de retirarse y como el día estaba hermoso y yo tenía ganas de conocer una de las mayores atracciones turísticas de la zona, les pedí que nos acompañaran para ir a ver la Estatua de la Libertad en el barco de la compañía State Cruises que nos llevaba a sus pies, aceptaron de buen grado porque la habían visto tan sólo de lejos debido a que los ferrys gratuitos sólo daban una vueltas alrededor de la isla pero no atracaban en ella.

Eran dos excursiones en tres barcos, uno te llevaba a la Liberty Island , situada en la bahía del río Hudson , allí es dónde está emplazada la estatua, podíamos llegar al pie de la misma, estar en la base e incluso podías visitar el interior, luego podíamos tomar otro barco para ir a la Ellis Island , la cual es famosa porque allí atracaban los barcos que traían inmigrantes y dónde se decidía el ingreso al país o no (al que no lo autorizaban se volvía a su país de origen) , en ese lugar se encuentra, en un enorme edificio el Museo de la Inmigración y desde esa isla se volvía al Puerto de Manhattan con otro barco.

Me estaba haciendo un montón de ilusiones para salir de inmediato y Cielo“me pinchó el globo” , concretamente a todos y con una razón indiscutible, el tiempo de duración y la hora que era (casi las cuatro de la tarde) lo hacía imposible de realizar, nos llevaría una cinco horas hacer todo el recorrido y la noche nos agarraría por la mitad, esto sin contar que ya no habría barcos porque tienen horarios determinados.

Esa excursión hoy era imposible y Arturo nos dio la idea de cruzar el Puente de Brooklyn caminando, la vista desde allí sería maravillosa pudiendo admirar, no sólo la tremenda obra de Arquitectura, sino también la Estatua de la Libertad , el Puerto de Nueva York y las edificaciones del barrio de Brooklyn, hasta podíamos tener guías en Español para hacer el recorrido.

Enseguida lo planificamos, iríamos en las camionetas hasta el inicio del Puente, las dejábamos allí estacionadas y nos metíamos en las entrañas de cemento, acero, vigas y tirantes, lógicamente por el camino peatonal que existe.  Eran dos kilómetros de Puente y tardaríamos, disfrutando, mirando y sacando fotos, aproximadamente una hora.  No hubo mucho que pensar y luego de calzarse adecuadamente con zapatillas deportivas nos lanzamos a la aventura de ese recorrido.  Tardamos un poco más porque tuvimos que hacer un alto en un comercio para comprar zapatillas para Mariángeles , Arturo , Chao y para mí que normalmente no usaba.

Tuvimos suerte, en el lugar había dos guías (jóvenes de unos 25 años) junto a cinco personas, dos hombres y tres mujeres de unos treinta años (dos brasileros, una chilena y dos guatemaltecas) esperando a más participantes para iniciar la caminata.  Se abonaban 2,50 Dólares por persona, hablé con ellos y les pedí una buena excursión, les pagué el precio por las veinte personas a razón de 5 Dólares por cabeza, más una propina de 50 Dólares a cada uno de ellos.  El paseo fue maravilloso y pasear “adentro” de ese puente fue una experiencia fantástica que, entre paradas, observación, sacar fotos y bromear, nos llevó más de una hora, antes de regresar se imponía un refrigerio y nos metimos en un bar muy pintoresco de Brooklyn para recuperar energías.

Volvimos también con uno de los guías y como ya caía la tarde-noche el espectáculo fue distinto porque las luces iluminaron todo lo mirable, además nos hizo detener en lugares donde las fotos saldrían mejor y con mejores perspectivas.  Aquí hay para remarcar, el lugar es muy lindo y más agradable en compañía de grupos pero las fotos que se ven en Internet le dan unas luces y un marco espectacular que en realidad no tiene.  Por lógica tardamos más que a la ida con todos exultantes por la experiencia.

El consejo que nos habían dado en el hotel referido a que lleváramos abrigo porque el frio se hacía sentir allí arriba, resultó premonitorio, igualmente, entre los abrigos, la excitación, la caminata y la adrenalina por el espectáculo, fue como un “veranito” . Azul se acercó poco pero Cielo y Gisela rondaban constantemente cerca de mí y no sabían cómo hablarme, hasta que cuando estábamos por volver las llamé y les dije, “chicas, está todo bien, no estoy enojado, después hablamos tranquilos” .

Eso fue suficiente, creo que disfrutaron distinto y no me cabían dudas que el culito de Cielo“pagaría” las consecuencias.  Me reía sólo por esto y me llamó la atención que la Estatua, con las luces del ocaso, parecía haber cambiado el color verde claro de su óxido acercándose al marrón (parece obvio aclararlo pero el bronce se oxida tomando un color verde claro), en ese momento se aproximaron Mariángeles y Arturo para decirme…

  • ¿Cómo podríamos pagarte todo esto que has hecho por nosotros?...
  • A mí no tienen nada que pagarme, la deuda la tienen con ustedes mismos demostrando día a día que quieren y pueden llegar más lejos y no jodan ahora que estamos de excursión, jajaja .

Los pensamientos de los dos iban por “canales” que parecían distintos pero eran similares, Mariángeles pensaba en que estaría siempre a mí disposición por sobre quien fuera y Arturo pensaba en que jamás me fallaría en nada.  Me di cuenta de la importancia de lo que me había dicho el YAOGUAI respecto a tomar energía de los otros cuando me sintiera cansado, no lo había hecho y el único con un estado físico desastroso era yo, llegar a la camioneta fue un alivio.

La chilena y los brasileros vivían como a doce o quince cuadras y se irían caminando pero las guatemaltecas tenían que tomar un transporte que las acercaría a unas cinco cuadras y caminarían, esto me lo enteré por la “hiperactiva”Gisela , fue ella la que me preguntó si no había posibilidades de llevarlas a las chicas para que no fueran en transporte porque era peligroso (no tenía buena fama Nueva York aunque en ese momento había más seguridad en las calles) .  Debido a esto les pregunté a los “agregados al grupo” por dónde vivían y me lo contaron.  No lo pensé mucho, le dije a los muchachos que los repartieran en cada camioneta y los llevaríamos.

No hubo mayor problema y aunque nos apretamos, hicimos rápido y los dejamos a cada uno frente a su hotel o pensión.  En el barrio de las guatemaltecas, el ambiente era más “latino” y se veían algunas caras y fachas como las que aparecían en las series televisivas.  Tatuajes, pañuelos en la cabeza, gorras invertidas, pantalones colgando a medio culo, camisetas coloridas y largas, todos ellos en un par de grupos frente a las casas, ninguno ni siquiera chistó y no hubo ninguna ostentación desde las camionetas pero “metían miedo” , estaba claro que, o éramos de los “buenos” o de los “malos” y mejor era no querer saberlo.  Luego de la despedida y de llevarlos también a Arturo y a Mariángeles que se despidieron repartiendo besos para todos, nos volvimos al hotel.

El rato compartido y novedoso había sido más que agradable pero me urgía un regio baño y como pensé que todos estarían pensando lo mismo, le avisé a Chao que reservara lugar para cenar en más o menos dos horas.  El agua bien caliente y la más de media hora que pasé allí me reanimó completamente y me puse a pensar en Siara ya que en una parte del trayecto, cuando volvíamos, me pareció notarla un tanto cabizbaja y me extrañó sobremanera, por eso me acerqué a ella para preguntarle cómo estaba o qué le pasaba porque la notaba taciturna, ni siquiera se me ocurrió “escucharla” pensar y su respuesta fue…

  • No me pasa nada señor Gonzalo , nada importante, cosas
  • De señor nada, ya les dije que me llamaran Gonzalo a secas y en algún momento nos vamos a sentar para que me cuentes de esas “cosas”
  • Hecho, gracias y le tomo la palabra” .  Lo había dejado ahí y ahora lo recordaba.

La cena fue de lo más agradable y todos tenían algo que comentar, yo los miraba y, aunque asumía que podía ser sólo mi idea, a pesar de ser y parecer tan distintos los unos a los otros y tan heterogéneo los veía consolidados como grupo, estaba seguro que cualquiera de ellos haría lo que fuera por el que formara parte de esa unidad que se consolidaba día a día.  En el “paquete” metía también a los que se quedaron en la casa porque no había conversación en la que no estuvieran presentes.

Pensando en los de la casa y evaluando también que ya había hecho los controles y limpiezas necesarias en Nueva York me dieron ganas de volver pues es muy lindo eso de conocer lugares y gente nueva, incluso vivir otras situaciones pero “el lugar” , el terruño, las esencias de tu nacionalidad siempre rondan y aparecen cuando menos lo esperás para “pedirte” que vuelvas.  Ya vería lo que hacía aunque ganas de “pegar la vuelta” no me faltaban.  Divagaba en estas cosas cuando se acercaron Cielo y Gisela para hablar conmigo y les dije que las escucharía, Cielo llevó la voz cantante…

  • Queremos disculparnos con vos, no sabemos si la fue la excitación del momento, el ambiente, lo nuevo o el “cholulismo” como vos decís, lo que si sabemos que estábamos haciendo lo que no debíamos y sin dudas hubiésemos llegado a más.
  • sí, hacían lo que tenían ganas de hacer, no hay que ponerle excusas ni buscar justificaciones, este tipo de cosas se hacen cuando uno tiene ganas de hacerlas y ganas parece que sobraban porque no las considero dos estúpidas a las que les hacen hacer lo que no quieren.
  • Tenés razón y estamos muy arrepentidas, danos otra oportunidad y vas a ver que este tipo de situaciones no volverá a repetirse.
  • Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo, no es cuestión de dar o no dar oportunidades, con ustedes lo pasamos bien pero no están encadenadas a mí, ni existe una relación en las que les pueda exigir fidelidad para estos casos, mi desilusión pasa por otro lado.

Hablarles de “desilusión” la puso en alerta a las dos, cualquiera de ellas sabía que no es lo mismo un enfado de menor o mayor grado que una desilusión, el enojo puede pasar y se pueden limar asperezas pero la desilusión permanece por más tiempo, se estanca y hay que “remar” mucho para salir de ese atolladero.  No es lo mismo que la pérdida de la confianza, aunque tienen sus similitudes. Cielo pensaba, “está muy mal con nosotros y no sé cómo vamos a solucionar esto”Gisela se hacía cargo de todo, “actuar como una pendeja y arrastrarlas a las demás hizo que me mandara una “cagada” enorme que no se puede solucionar así nomás y menos con Gonzalo que no te dice las cosas por decir” .

Desde siempre supe que actuar causando incomodidad o dolor hacia una persona inteligente implicaba caer en la tontería, la cosa pasaba por ser más inteligente y refregarle en la cara sus errores, que se diera perfecta cuenta de ellos pero… sin infringir castigos plenos, dejarles la duda sobre tu proceder futuro actuaba en su mente doliendo más que un cachetazo.  También es cierto que en otros momentos era preferible una patada en el culo o castigos más “extremistas” pero éste no era el caso…

  • Hace un rato pensaba en el grupo que se formó y estaba seguro que cualquiera de ellos, hasta el más rudo, haría lo que fuera por cualquiera de los otros integrantes, ahora no estoy tan seguro…  Tengo la idea que todo esto fue pergeñado por Gisela llevada por sus “ímpetus” o hiperactividad o calenturas y eso no me jode tanto, lo que me jode mucho es que creí en el “bailar entre nosotros y portarse bien” y en que no actuaron como personas adultas.
  • Como adulto nadie puede cambiar una decisión que tomé y mucho menos cuando tengo un compromiso al respecto, aunque sea de palabra.  Cielo y Azul se dejaron llevar y lo que es peor, Gisela se cagó en todos, se cagó en lo que me dijo a mí, se cagó en Cielo porque la llevó a hacer lo que ella quería y ésta rompió también su compromiso conmigo y se cagó en Azul porque para sacarse “sus ganas” la entregaron atada de pies y manos a una situación que la ponía incómoda.
  • Ahora bien, queda claro que sirve de experiencia pero, ¿ustedes que harían?…  ¿Se puede confiar en una persona o en personas que actúan de ese modo?, ¿se puede confiar en que no volverán a dejar “pagando” a nadie de los que la rodean?, ¿se puede uno quedar tranquilo esperando que no vuelvan a equivocarse tan feo?...  Ustedes verán y dirán, esto se queda aquí pero ya saben que no soy un tipo que se anda con demasiadas vueltas y tampoco tengo problemas para dar y darme pero ahora saben también que si me dicen que la cosa es marrón, indefectiblemente tendrá que ser marrón.

La tremenda “cagada a pedos” que les había dado a las dos me hizo sentir bien, no grité, no insulté, no me enojé, todo fue con suma tranquilidad pero se me antojaba que era como clavar un cuchillo de forma lenta haciendo que cada puntada causara más y más daño. Gisela me tomó de la mano diciendo:

  • Perdón Gonzalo , me hago cargo de todo, no se me ocurre nada más por decir. Decir no decía más pero pensaba, “¡Por Dios!, que pendeja me siento y decirle ahora que nos invite a la habitación sería como detonar una bomba, otra pendejada total, esto no se arregla ni con el mejor “polvo””.
  • Está bien ya les dije que esto pasó pero recuerden que yo no perdono, son ustedes las que deben recomponer sus relaciones conmigo y con el grupo, ¡ahhh!, Cielo, tampoco me olvido que me debés “algo”, jajaja.

Me levanté y las dejé sonriendo, ya tenían otra cara y Cielo acompañó su sonrisa mirándome y levantando el dedo pulgar.  Al otro lado del hall estaba Azul con los muchachos preguntando quienes eran los que iban a hacer la excursión a la Estatua de la Libertad , rápidamente se sumaron Cielo y Gisela, Kaila también quiso ser de la partida y a la que no veía era a Siara. No quise preguntarle a nadie yfue el YAOGUAI quien me aviso que tenía problemas y que estaba junto a los ventanales en el otro salón, me fui a buscarla.  No era de meterme en los problemas de los demás pero si algo afectaba a algún miembro, de alguna manera, nos afectaba a todos.

“Hola Siara, te vuelvo a preguntar lo de hoy en el puente, ¿qué sucede contigo? , se giró para mirarme y fue la única vez que vi sus ojos muy tristes y anegados de lágrimas… “Nada en especial Gonzalo , cosas que uno piensa pero no dude que cumpliré la parte que me corresponda en el trabajo” .  Hasta ahí podría haber pasado todo de largo pero lo que pensaba era completamente distinto, pensaba en su familia, su padre, madre y dos hermanos habían sido asesinados en su ciudad natal y ella no pudo hacer nada en su momento.  Lo arrastraba como una carga pues, aunque comprendía que, de haber estado, hubiese corrido la misma suerte, tendría que haber estado allí.  Lo de hoy le pasaba desde hacía tiempo, veía lugares nuevos, viajaba a distintos destinos del Mundo, se movía con gente de fortuna y nunca pudo compartirlo con ellos, ni hacer nada por sacarlos de allí.

Le pregunté mentalmente al YOAGUAI si se podía confiar en ella, me contestó, seco, claro y conciso: “absolutamente” .  Esto era porque si pretendía que Siara se confiara en mí y me contara su problemática debía ser el primero en exponer algunos de mis secretos.  Para peor, había estado viendo las noticias y, según un corresponsal informaba, su ciudad de origen se había convertido en tumba de mucha gente pobre y su país en un baño de sangre.

  • Te voy a pedir algo Siara, cuando yo te pregunte algo contestame siempre con la verdad y sin evasivas o dime simplemente que no tenés ganas de decirlo, prometo no inmiscuirme y no tratar de enterarme, ese “no pasa nada” o “no es nada especial” me suena a “este cargoso no entiende y mejor no le digo nada”.
  • ¿Por qué me dice eso?, yo jamás pienso así de usted.
  • Lo sé, por eso estás trabajando a mi lado.  Yo lo sé todo o por lo menos, lo sé todo cuando quiero saberlo, como ahora por ejemplo y que estés pensando en Buyumbura, tu ciudad natal, capital de tu país de origen, Burundi, en tu familia asesinada y en los asesinatos en masa que se suceden en ese país, eso implica que la respuesta a darme no es precisamente “no pasa nada” y/o “no es nada especial”.

La bella “pantera negra” abrió los ojos y la boca asombrada, no atinaba a articular palabras, lo único que repetía era “pero… pero…” y yo seguí hablando…

  • Soy un convencido de que de tu boca no saldrá nunca una infidencia, confío en que es así, por eso, si querés charlar sobre tu angustia por no haber estado al lado de tu familia cuando los asesinaron y lo que sentís cuando disfrutás de otros lugares y posibilidades sin que estén a tu lado, podés venir a mi habitación y copa de por medio sacaremos a flote algunos secretos.  Quizás eso te ayude, quizás no pero, intentar sacarse algunos pesos de encima ayuda.  ¡Ahhh!, no pienses otras pavadas, sólo intento ayudarte.

Me aparté de su lado, di la vuelta y me volví para el otro salón, en realidad lo de “no pienses otras pavadas” lo dije por decir pues ella no había pensado nada malo, ni se le cruzó por la cabeza ninguna connotación sexual.  Saludé a todos, le dije a Gisela que yo no iría a la excursión, que sacaran fotos y grabaran todo lo que quisieran y que no gastaran, que usaran la tarjeta de la empresa para gastos de representación.

  • ¿Te vas a perder esa excursión?…
  • Sí, no hay problemas, quiero descansar bien y estar atento a lo de Chao en la Empresa de Seguridad y piensen que quizás tengan que ir a la tarde a la Empresa con Chao.  Filmen todo y es como si estuviera allí, nos vemos mañana a la tarde .

Llamé al ascensor y la vi acercarse a Siara a todos los demás, mirándome desde lejos y con un montón de interrogantes que parecían flotar sobre ella.  Unos veinticinco o treinta después de haber abandonado el hall, tocaron a la puerta de mi habitación por dos veces, abrí sin dudar sabiendo que era Siara .  Entró se acercó al bar y sola se sirvió medio vaso de whisky con hielo, en otro vaso me sirvió un poco menos a mí y caminó al sofá donde se sentó indicándome con la mano que me sentara en el sillón de enfrente, me miró unos segundos y se decidió a hablar...

  • Por favor Gonzalo , necesito que me diga como sabía todas esas cosas de mí.  Nunca lo comenté con nadie, mi vida anterior es tabú para todos.
  • Yo no sabía nada hasta que vos misma me lo contaste.  Te dije antes que “yo lo sé todo”, pero, que te quede claro, es sólo cuando quiero hacerlo. Ese “lo sé todo” es uno de mis secretos, así como vos tenés los tuyos, yo tengo los míos, bueno, como sé que los tiene todo el mundo.  Esta mañana estuviste con nosotros en la Empresa de Seguridad, ¿cuánto tiempo creés que tuve para averiguar los “negociados” de esos directivos?
  • No sé pero estaba bien informado.
  • Muy bien informado aunque ese no es el motivo por el cual te invité, se te nota que estás mal, te rondan cosas en la cabeza y es bueno sacarlas.  Si te animás y confías en mí, yo te cuento mi “secreto” pero, eso sí, con la promesa de que jamás abrirás la boca al respecto.

Lo pensó unos instantes, incluso con algo de desconfianza pero decidió que me contaría, confiaba mucho en mí y necesitaba sacarse de encima un montón de pensamientos que la rondaban.

  • Hecho, es un trato pero no se guarde nada y con la plena seguridad que ni aún matándome me sacarán nada de su secreto.  Efectivamente nací en Buyumbura , la capital de Burundí , a orillas del lago Tanganika en la llamada “África Negra” , cuando pude me fui de ahí y me enrolé en las Fuerzas Especiales en el Congo , estuve cinco años prestando servicios en el Congo y sabía que las cosas en mi país estaban muy feas, le pedí a mis padres y mis hermanos que se vinieran conmigo pero estos no quisieron abandonar la casa negándose con terquedad a mis pedidos.  De resultas de esto, al poco tiempo, les tocó estar en medio de una matanza que hicieron los soldados leales al Presidente para, según ellos, eliminar a los contrarios al régimen, mis padres ni siquiera hablaban de Política, a esos asesinos no les importó nada, esa noche mataron a unas 150 personas en toda la vecindad, entre ellos a toda mi familia.
  • Yo siento que debí estar para defenderlos o insistir para que emigraran como lo hicieron muchas otras familias, es como una deuda que tengo con ellos.  Hoy escuché unas noticias referidas a que mi país estaba sufriendo un baño de sangre y que la ONU pensaba intervenir militarmente.  Recordando a mi familia, los lugares de mi infancia junto al lago, sumado todo a la hambruna que muchos pasan y a la impotencia, me puse mal, para peor pienso en todo lo que están pasando mis conciudadanos mientras yo disfruto de cosas que para ellos son imposibles de ver y conocer, aunque sé que no me ayuda porque no se puede hacer nada, me baja un poco los ánimos.
  • Eso es lo que me pasaba, por esto estaba un poco taciturna y metida para mis adentros y es como que todo resta porque cuando esos momentos aparecen hasta que me jode un poco la alegría de los demás.  Yo elegí mi trabajo y no me quejo pero, muchas veces pesa la soledad o no tener con quien compartir o hablar.

No quería “escuchar” lo que pensaba, era algo así como un “código” que me había impuesto porque este tipo de conversaciones cercanas a la amistad no daban para sondear en los pensamientos de nadie, me convencí a mí mismo que era como traicionarlos en su confianza y me negaba a ello pero… estuve muy tentado porque la mirada dura que empleaba siempre, se dulcificó cuando habló de “alguien” a quien brindarse.

  • De verdad siento mucho lo que te pasó y estoy tentado a preguntarte que se puede hacer al respecto, aunque creo que ambos tenemos claro que es muy poco o nada lo que se puede “inventar” allí, lo más que podríamos es enviar un cargamento de comestibles o medicamentos.
  • Si supiera que sirve de algo lo pediría sin dudar pero nada de eso llegaría al pueblo, lo acapararían las autoridades y se lo repartirían ellos, ya ha pasado y sigue pasando, es muy complicado.
  • Como sea, quiero que sepas que conmigo tenés las puertas abiertas para conversar lo que quieras, máxime en este caso pues si entendés que algo se puede hacer, aquí estoy, ya sabés que no hablo por hablar.  Jajaja, puede que no sea el tipo ideal para tener al lado pero para conversar pero cuando quieras hacerlo, estoy a tu disposición.
  • ¿Por qué decís eso de tipo ideal?, suena como a “idealizar” y yo no idealizo a las personas, cada uno es como es y lo tomo o lo dejo.  Igualmente, hace mucho tiempo que, en algunos aspectos, no tomo ni dejo a nadie, jajaja.
  • Te reís pero lo que me estás diciendo es un tanto triste, ¿nunca alegrías determinadas para el cuerpo?

Me volvió a mirar con su mirada profunda pero ya noté otro tipo de deseos en ella, primero pensé que eran tan sólo “películas” que me estaba haciendo porque la “negra” era una mujer bellísima, todo el conjunto era espectacular y me gustaba pero ya no fueron tantas “películas” cuando el olfato me brindó un aroma fuerte, agridulce y apasionante.  Ese “perfume” a hembra, distinto a todos, no existía hacía unos instantes y sin pensarlo demasiado “algo” por allá abajo comenzó a reaccionar.

  • “Alegrías” no, por ahora son sólo ganas, aunque sería improcedente.  Ahhh, pero… sos terrible, me estás tratando de engañar llevando la conversación por otros carriles y ahora es cuando te tocaría contarme tu secreto. -Noté que había comenzado a tutearme-.
  • Sinceramente, pienso que esos “carriles” no nos desagradarían a ninguno de los dos pero… primero debo cumplir con lo prometido.  Antes que nada debo aclararte que esto que vas a saber es “top secret” y ni tu espejo debe enterarse y no, no me aclares nada, si no creyera en vos no te lo diría.  Sucede que, cuando quiero y esto lo reafirmo, cuando quiero, puedo escuchar la mente del otro, lo cual no deja de ser una ventaja porque si no me volvería loco con miles de voces en mi cabeza.
  • Jajajaja, sos de lo que no hay y yo una tonta escuchando muy seria cual era tu secreto, jajaja.

Lo tomó a risa y su alegría se tornó contagiosa, tal que los dos entramos a reírnos y luego se paró para ir a servirse y servirme otra copa, ya con menor contenido.  Yo aproveché para acomodarme el miembro que torcido y semi erecto me estaba incomodando y causando un poco de dolor, así y todo no me privé de mirar ese culo maravilloso, duro, compacto y bien armado, a ver, para que me entiendan, propiamente “de raza negra” …  Volvió con los vasos y con la mirada brillante…

  • Me has tomado el pelo con tu “secreto” pero está todo bien, por lo menos me sirvió para pasar un rato agradable, necesitaba hablar con alguien.
  • Mucha gracia, mucha gracia pero si yo te dijera que tu verdadero nombre es Kande, que significa primogénita, en una de esas se te cortaba la risa de golpe.
  • No puede ser, eso es imposible, ese nombre me lo puso mi madre imponiéndoselo a mi padre y éste nunca me llamó así, lo hacía por el nombre de Siara .  ¿Cómo supiste eso?
  • Noto que sos tan cabeza dura como tu padre, lo supe porque en algún momento lo pensaste, ¿por qué no me creés?

Cayó en la cuenta de que era verdad, abrió la boca de la sorpresa en un ¡ohhhh! mudo y se sonrojó al mirarme y luego bajó la mirada de forma apresurada.  Nada que ver con el color rosado de las blancas, en su piel se notaba porque sus pómulos parecieron brillar.

  • ¡Ves!, aquí es cuando no me creés en lo otro que te dije, te sonrojaste por lo que estabas pensando y yo ya te dije que es sólo “cuando quiero” y desde que empezamos a hablar no “escuché” ninguno de tus pensamientos.  Hay gente a la que respeto y sólo lo hago en muy contadas ocasiones, por ejemplo, tal como pasó hoy con vos.  ¿Te das cuenta por qué esto tiene que seguir siendo un secreto?
  • Gonzalo sí, lo que me contás es increíble, todos estamos como desnudos ante vos.
  • Ya te dije que con ustedes no es tan así y, por favor, no hables de desnudos, estamos solos en mi habitación, tomando una copa y sabés muy bien que sos una mujer muy deseable.

Todavía no se había sentado y aún tenía los dos vasos en las manos, los dejó sobre una mesita, me tomó de las manos para que me parara y me arrojó los brazos al cuello para comerme la boca y hablarme entrecortada, “antes de que sepas lo que estoy pensando es mejor que no perdamos el tiempo” .  No sólo se desataron las bocas, los labios y las lenguas, las manos tampoco se estuvieron quietas y eso “pintaba” para un agotamiento placentero…

Continuará…

Por favor, valoren y comenten, GUILLEOS1 se los agradece.