El debut
Maria, hasta ahora travesti solo en la intimidad, sale al mundo con la ayuda de su amiga Patricia.
Antes de empezar este relato que es verídico y real, debo deciros algunas cosas sobre mi. He sido travestí o crossdesser , es igual desde hace 16 años. Siempre he tenido la fantasía de poder vivir como una mujer durante un periodo de tiempo corto, algunas semanas o algún mes, justo el tiempo necesario para saber si sería capaz de conseguir vivir como mujer. Nunca pensé que tuviera la oportunidad de conseguirlo, pero recientemente tuve la ocasión dorada para hacerlo. Después de localizar un pequeño anuncio en Internet, me puse en contacto por teléfono con una mujer, desde el primer momento me pareció simpática y amable. Después de un encuentro en un restaurante, aprovechando un viaje que hice por trabajo a su ciudad. Quedamos en que volveria para pasar algunos días con ella. Esta deliciosa mujer me ofrecía poder ocupar su habitación de invitados en su casa y ayudarme a vivir durante unos días en mi rol femenino. Patricia, mi ya amiga, tiene 27 años, es delgada pero con unas curvas muy femeninas y un hermoso pelo largo de color caoba. Ama la vida y vive por la ropa y el sexo y tiene unos puntos de vista muy liberales. Yo, en mi personalidad femenina me llamo Maria, en cuanto a los gustos son muy parecidos a los de Patricia y nuestra única diferencia es que mi pelo es largo de color negro y evidentemente de que soy un hombre.
El día acordado llegue temprano, sobre las 10 h de la mañana a casa de Patricia. Su domicilio está situado en el barrio de Salamanca de Madrid. Yo llevaba dos maletas grandes que contenían todo mi vestuario favorito de mujer, lencería, maquillaje, zapatos y por supuesto , las únicas prendas masculinas que llevaba, eran las que llevaba puestas en ese momento.
Al entrar en su piso, me miró de arriba abajo. Yo iba vestido con mis jeans, una chaqueta y una camiseta. Con una sonrisa en los labios y moviendo la cabeza de lado a lado dijo
"Hola, ¿Como estas? " me saludó y añadió enseguida " quiero que te saques estas horribles ropas masculinas lo mas rápido posible, no quiero que las uses mientras estés en mi casa. Ya he dicho a los vecinos que mi prima, Maria; de Barcelona estará conmigo algunas semanas, por esto, todo el tiempo que estés aquí quiero que estés vestida de mujer, los vecinos empezarían a hacer preguntas si vieran a un hombre extraño entrando y saliendo de casa"
Ok , me parecía bien, después de todo ser Maria las 24 horas del días es para lo que había venido.
"Tengo que ir de compras, pero instálate como su estuvieras en tu casa" Me dijo " Volveré dentro de un par de horas y si cuando vuelva estas lista, tendré una sorpresa para ti" Indicándome las escaleras que subían al piso superior de su coqueto ático añadió " Tu habitación está arriba, la primera puerta a la derecha" Y después de fue, dejándome a mi , casi sin respiración, solo de pensar en como podrían ser las próximas semanas viviendo como Maria hacia que mis piernas parecieran de mantequilla
Subí al piso superior, mi habitación era bastante grande, tenía una gran cama doble, un tocador con espejo para maquillaje y toda una pared era de espejo que escondían un inmenso armario en su interior. Puse mis pesadas maletas en la cama, las abrí y empecé a vaciarlas Cuidadosamente puse todos mis vestidos, faldas y blusas en colgadores en el armario, mi delicada lencería en cajones y mis utensilios de maquillaje en el tocador. Después de tener todas mis cosas es orden, me desnudé y tome un largo, caliente y relajante baño. El día antes de viajar a Madrid, ya había tenido la precaución de depilarme todo mi cuerpo, Usé una crema muy fuerte para el cuerpo y cera para las piernas. Puse un aceite de esencia en el agua del baño, para dar a ello un tono mas femenino, también lave mi pelo, que ya me llegaba a los hombres con un champú de manzana y después un acondicionador. Estuve dentro del agua bastante tiempo. Estaba un poco nerviosa.
Después de casi 45 minutos, reuní el coraje para salir del baño y secarme, me enrollé una toalla en el pelo, aun un poco mojado. Ya era momento de empezar mi transformación en Maria.
Quería vestirme con un tipo de ropa que me sintiera bien, cómoda, pero femenina, No había estado vestida de mujer delante de otra mujer nunca antes, Me preguntaba que pensaría Patricia de mi aspecto como mujer.
Mi transformación empezó con una crema hidratante de Allure de Chanel, a continuación me puse un par de medias (nunca uso pantyhose ) de solo 10 den. De Wolford, de un color casi negro, también me puse un conjunto de La Perla, también en negro compuesto de braguita, sostén y ligero. Siempre, al ponerme unas medias, cuando las deslizo por mis ya suaves pernas noto un escalofrío de feminidad, después me puse unos zapatos negros de tacón alto (unos 10 cm.), habitualmente uso una talla 39 ó 40, los zapatos de esta medida tienen un aspecto muy femenino y no se ven demasiado grandes. Aunque aún era temprano por la mañana, decidí vestirme de una forma elegante, un tipo mujer ejecutiva seria el ideal. Me puse una falda de color ciruela tipo tubo larga hasta un poco mas arriba de las rodillas, bastante estrecha, una blusa de color rosa sin cuello , una chaqueta negra y un cinturón también negro de piel.
Dentro de mi sujetador llevo unas prótesis de silicona del tipo que llevan las mujeres operadas de cáncer de pecho, me costaron una pequeña fortuna, pero tiene un look muy real y también un movimiento muy adecuado. Como también tenia unos zapatos del mismo tono de color que la falda, decidí cambiarme los negros por estos de color mas coordinado, también eran de 10 cm. de tacón
Cuando me senté en el tocador, pude ver mi imagen reflejada en el espejo, con mis ropas y mis piernas cruzadas, tenía un aspecto muy femenino, me levanté para sacarme la chaqueta y empecé mi sesión de maquillaje.
Primero me aplique una capa de maquillaje de base, después seguí con la sombra de ojos, use mis sombras de ojos favoritas que coordinaban de color con los tonos ciruela, me aplique dos capas de mascara en los ojos alargando y separando mis pestañas, después un poco de color en los pómulos, finalmente la parta mas sensual de todas, un pintalabios de color rojo ciruela del que me aplique dos capas, solo faltaban dos pasos mas. El peinado y las joyas. Me sequé, arregle y peiné el pelo en un estilo liso, pero muy femenino, después mi puse unos pendientes en mis agujereadas orejas, eran unos grandes aros de oro. Miré el resultado en el gran espejo del armario, estaba fantástica. Pienso que nunca antes había tenido un aspecto tan femenino. Posando con mis manos en las caderas, me di cuenta de que no me había pintado las uñas, tenia un esmalte del mismo color que en pintalabios.
El día antes de salir de Barcelona, había ido a un salón de belleza unisexo a que me hicieran la manicura, tenía mis propias unas bastante largas. Me apliqué dos capas de esmalte, cuando estuve bien seco me puse un poco mas de perfume Allure.
Finalmente, un brazalete de aro, una delicada cadena con el nombre de Maria en el cuello y algunos anillos en los dedos, por supuesto seguido de una larga contemplación de mi aspecto en el espejo. Me encontraba estupenda, terminé con las dedos de arreglar mi pelo y me di cuenta de lo buena que había sido la idea de dejármelo crecer, es mucho mejor que la mejor de la pelucas..
A pesar de sentirme muy femenina, me sentía como demasiado seria, demasiado tensa, necesitaba algo que me desinhibiera un poco. Bajé al salón y me serví un gin tonic generosa de ginebra, después me senté en el sofá ojeando algunas de las revistas femeninas de Patricia, hasta que ella volvió.
Al fin oí como se abría la puerta. Patricia entró cargada con las bolsas de sus compras, me acerqué y conteniendo mi estado de excitación dije "Bien, como me encuentras", posando delante de ella.
"Tu aspecto es muy lindo "dijo, revisándome de arriba a abajo "pero hay una cosa que podría estar mucho mejor. Tu pelo necesita un buen corte y un tinte, vamos, tenemos cita reservada en una buena peluquería para que te lo arreglen" Me asuste, tenia que salir a la calle, pero Patricia me convenció de que podía salir perfectamente pues parecía una mujer.
"De acuerdo" dije "un momento, voy a mi habitación a buscar el bolso", rápidamente subí, cogí el bolso, metí algunos cosméticos y dinero, me colgué el bolso en el hombro y me puse el abrigo. Nerviosa, baje por las escaleras para reunirme con Patricia. Me estaba esperando en la puerta de la calle.
De golpe cuando ya me estaba abrochando el abrigo una ola de pánico me invadió.
"Espera" dije levantado una mano temblorosa "Me parece que necesito un cigarrillo antes de marchar".Miré dentro del bolso y saque un paquete de Winston, le ofrecí uno a Patricia, ella encendió el suyo y luego el mío, mis manos temblaban demasiado para poder encenderlo yo misma. Vi mi imagen reflejada en el espejo del hall, y lo que vi era la imagen de una mujer fumando un cigarrillo de una forma muy femenina, me relajé un poco. Era una mujer sacando el humo a través de sus rojos labios de una forma muy sensual. La mujer del espejo era yo.
Nunca antes me había vestido y arreglado de una forma tan exhaustiva como hoy, pero estaba al lado de Patricia y tenia una visión diferente de las cosas. A pesar de que mis nervios aun no estaban totalmente bajo control, Patricia me dio el último empujón necesario, lo necesitaba, decidí que era el momento, ahora o nunca
Abriendo la puerta de la calle hice mi primera tentativa de salir a este nuevo mundo que se habría delante de mi, primero un paso después otro, cada pasa era mas seguro que el anterior, se oía el clic clac de mis tacones resonando en el pavimento, exactamente como lo había soñado.
Patricia cerró la puerta y puso las llaves en el bolso. Ver su sonrisa decidida en su labios me daba una confianza suprema, aquí estaba yo a plena luz del día, vestida de mujer de arriba abajo.
"Vamos, Maria" dijo Patricia, sonriendo y añadió "No queremos llegar tarde a nuestra cita, no nos quedemos aquí paradas, ya podrás estar en la calle todo el día si quieres, pero hace un poco de frío y los vecinos pueden ser un poco curiosos paradas así en medio de la acera"
Pasó por mi lado, vi como movía las caderas i oí el sonido de sus tacones en el pavimento, la seguí haciendo lo mismo. Hace mucho tiempo que descubrí lo sexy que pueden ser los movimientos de una mujer. La falda tipo tubo que había elegido me obligaba ha hacer unos paso cortos y precisos, uno enfrente del otro, lo que hacía que mis nalgas se movieran de una forma un tanto provocativa. Mis altos tacones me hacían dar unos pasos elegante, sexy y muy femeninos, fuimos andando a un paso no muy rápido pero constante. Como había dicho Patricia hacía un poco de frío y soplaba una ligera brisa. Mientras andaba podía sentir el frío en mis piernas enfundadas en las sedosas medias y también notaba el frío en mi entrepierna y muslos. Este sentir del frío en las piernas con medias es una de los sentimientos mejores del que puede gozar un travestí. Llegamos al vehículo de Patricia y ella abrió la puerta del pasajero para mi., me acordé de mantener las piernas bien juntas cuando me senté y después entre las piernas hacía dentro sin despegar en ningún momento mis rodillas. Desde hacía mucho tiempo esta era una de las maneras mas femeninas que conocía. Patricia puso en marcha el motor y nos dirigimos hacia la peluquería. Cuando solo habíamos recorrido menos de medio km. Patricia aparcó "¿Que pasa?" pregunte "¿No dijiste que teníamos cita en la peluquería y que no debíamos llegar tarde" La idea de poder tener un pelo cortado y peinado de forma femenina por un experto me estaba impacientando
"No te preocupes, no llegaremos tarde"dijo Patricia"pero no tengo cigarrillos y he visto que cuando salimos de casa nos hemos fumado los dos últimos de tu cajetilla, justo en esa tienda de hay delante vendes revistas y tabaco" Terminó de aparcar el coche, miro en su bolso y sacó un billete de 20 "Compra un par de cajetillas de Winston y alguna revista"viendo mi cara de pánico, añadió" Mira, Maria, antes o después tendrás que enfrentarte a la gente, al menos que pienses pasarte las próximas semanas encerrada en tu habitación ¿Por qué no empezar ahora?"
Salí del automóvil y empecé a andar hacia el comercio, mis tacones hacia clik clak en el pavimento, me parecía que resonaban por toda la ciudad. Me parecía que todas las personas de la calle estaban pendientes de mi, estaba muy nerviosa, empuje la puerta de la tienda y entré, había 4 personas haciendo cola para pagar, me dediqué a mirar revistas unos minutos hasta que la cola se hubo terminado, seleccioné los últimos números de Cosmopolitan, Elle y Vogue. Esta última llevaba un pintalabios de regalo como promoción, lo podría añadir a mi colección
Cuando la cola se hubo acabado, fui hacia la caja y le pedí las cajetillas de tabaco en mi voz lo mas femenina posible, sin que se extrañara y me hiciera un segunda mirada, cogió los cigarrillos que estaban en la estantería a su espalda y los puso encima del mostrador.
"Son 6,60 , por favor"
"OH, no olvide las revistas" dije, ya con un poco mas de confianza, indicando las 3 revistas que había puesto al lado de la caja
"Gracias, perdone señora", Pulsó el precio de las revistas en la caja registradora."En total serán 15,60 , por favor".Le di el billete de 20 , abrí el bolso para guardar el tabaco y las monedas del cambio. En ese momento ví mi cara reflejada en el espejo que había detrás del mostrador.
Me sentía feliz con mi cara perfectamente maquillada. Sintiéndome tan femenina, no pude contenerme y también compre una caja de tampones Tampax extra large.
Obviamente no los necesito, pero pienso que no llevarlos en el bolso, es un olvido muy poco femenino.
Sintiéndome extraordinariamente femenina, cerré el bolso, di la gracias a la cajera y salí de la tienda. Cuando iba a salir, un hombre que justo en ese momento estaba entrando, me abrió la puerta galantemente, yo le di las gracias. Caminando en mis altos tacones fui hasta el coche. No pude contenerme de contarle a Patricia todo lo que me había pasado, Me sentía como la mejor mujer del mundo
"Mira" me dijo mientras tirando de la tirita del paquete de cigarrillos me ofrecía uno "todas nosotras necesitamos un poco de confianza, un buen par de piernas ayudan mucho a ello y tu tienes un par de piernas muy bonitas", Encendimos el tabaco y Patricia puso en marcha el vehículo.
"Ahora, vamos a por la parte final d tu transformación" dijo sonriendo. Cuando llegamos al salón de belleza, anduve confiada al lado de Patricia, un chico joven se ofreció a recoger mi abrigo. De improviso una voz dijo "¿La señora Maria Herrero?"Dios, Patricia había dado mi nombre en la peluquería.. La voz venía de una chica joven que debía de ser la peluquera. Tarde unos momento en reconocer que me llamaban a mi, nunca antes nadie me había llamado por mi nombre femenino y mi verdadero apellido.
"S-S-Si" Dije tímida.
"Mi nombre es Julia y soy su estilista, por favor siéntese aquí y estaré con usted dentro de un momento .¿Quiere un café?" dijo sonriendo. Asentí con la cabeza y me senté
"Muy bien, señora Herrero"dijo, pasando lis dedos por mi pelo "¿Qué quiere que le hagamos?", justo en el momento que iba a abrir la boca para decir algo, Patricia respondió por mi. "Maria quiere algo totalmente diferente, pero hasta el momento no se ha atrevido a hacérselo, creo que quiere un suave permanente rubia, su ultima novio no quería que se tiñera de rubio". Mi corazón casi se paró-No esperaba esto-pero era demasiado tarde para volver atrás.
"Bien, comprendo" dijo Julia sonriendo y tirando hacia atrás su larga melena rubia "Pondremos un tinte de color rubio dorado, quizás con algunos reflejos un poco mas claros ¿Le parece bien?"
"Si, ¿Por qué no?" dije y añadí "Rubia dorada con mechas claras", casi no podía controlar mis nervios, pero ya no había retorno. Patricia me dijo que volvería al cabo de una hora, pues debía hacer algunas compras.
Un poco mas tarde, yo estaba sentada en la silla mirándome al espejo, con mi pelo cubierto por una hoja de metal. Aún no podía ver cual sería el resultado final, mientras, iba mirando algunas revistas femeninas, poniendo especial atención en las paginas de maquillaje y modas. Antes de darme cuenta había pasado más de una hora y Julia me mostraba con la ayuda de los espejos el resultado final. Quedé asombrada cuando vi. a la guapa y casi desconocida mujer que reflejaba el espejo delante de mí. Tenia un look agradable, sexy, fantástico y lo mas importante para mi, parecía una mujer de verdad. Julia había echo un trabajo fantástico. Me había echo unas ligeras ondulaciones con ondas doradas que caían hasta los hombros. Mi nuevo color de pelo contrastaba muy bien con el color del maquillaje que llevaba. Me encontraba perfecta, y así se lo dije a Julia. Cuando pague el servicio, le di las gracias y también una generosa propina. En ese mismo momento llego Patricia a buscarme y quedó impresionada por mi aspecto. Cuando salimos del salón de belleza fuimos andando hacia el coche, me di cuenta que los hombres con los que nos cruzábamos clavaban los ojos en mi, especial en mis piernas.
"¿Por qué, no? Dijo Patricia " Estas estupenda y tus piernas son muy femeninas, seguros que todos ellos están deseando que les hicieras una buena mamada, créeme, yo se como piensan los hombres, solo piensan en tener su pene en la boca de una mujer, especialmente si es rubia", debió de darse cuenta de mi estado de excitación que reflejaba mi cara, porque en un tono mas bajo de voz, añadió " Ya descubrirás por ti misma todas estas cosas antes de que te lo imaginas" Cuando volvimos al coche yo estaba pensando que cual sería la próxima sorpresa que Patricia me estaba preparando para este día.
Antes de volver a casa, Patricia, me sugirió que pasáramos por un centro comercial, en aquel momento yo ya tenía total confianza como Maria y me venía de gustos comprarme algún vestido nuevo, lencería y algo de maquillaje que coordinara con mi nuevo color de pelo. Por esto acepté encantada.
Me sentía feliz andando por el centro comercial rodeada de los otros compradores, nadie de los cuales tenía un segundo pensamiento de duda en lo referente a mi sexo, era una mujer de compras con una amiga.
Entramos en una tienda de ropa,, me gusto especialmente un vestido negro que se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel, era peligrosamente seductor con un pronunciado escote. También compré un traje chaquete de color crema y marrón, así como tres blusas de color blanco. Todo me lo había probado en los probadores para mujeres, pero nadie encontró nada fuera de lo normal, mi nueva cabellera rubia, quedaba muy bien con estos tonos de ropa de color claro, pensé que pronto podría estrenar mi nuevo traje.
La mejor parte de las compras de esa tarde, fue la visita a una bien surtida zapatería, donde me probé no menos de 12 pares distintos antes de llegar a la decisión final. Cada vez que me probaba unos zapatos, me levantaba, andaba unos pasos hasta delante del espejo y admiraba como me quedaban, finalmente escogí un par de negros con tacón tipo estílelo de 12 cm. de alto y un par de color blanco y crema combinados de 10 cm. de tacón. Debo de admitir que el lo referente a los zapatos soy un poco como Imelda Marcos.
Finalmente fuimos al Corte Ingles, directamente a la sección de lencería. Era una sensación nueva por ir vestida de mujer, poder mirar todas las prendas expuestas, sin la presión de ser un hombre, vestido de hombre, comprando lencería de mujer, esto siempre atrae la atención. Pero una guapa mujer rubia comprando lencería, es una cosa muy normal. Pude tomarme mi tiempo, sin prisas, y escoger lo que exactamente lo quería. Patricia me dijo que una mujer se siente sexy cuando su lencería es sexy y me pareció que tenía mucha razón. Compré algunos conjuntos completos de ropa interior, en negro, blanco y rosa y un completo surtido de medias de diferentes colores, también compre un par de slip y 2 tedies. Me había gastado mas de 1.500 en una tarde, pero estaban bien empleados
Cuando entramos a la casa de Patricia, tuve el susto de mi vida. Había dos hombres desconocidos para mi que estaban sentados en el sofá que nos estaban esperando.
"Hola Ricardo, Hola Juan" dijo Patricia sonriendo "Quiero presentaros a Maria, mi prima de Barcelona, se estará conmigo algunas semanas.
Los dos hombres sonrieron se levantaron y nos saludamos con un beso en la mejilla de forma amable y educada. Me di cuenta que me estaban mirando las piernas. Patricia tenía rezón en lo referente en lo que piensan los hombres. Seguro que estaban pensando en que les hiciera una buena mamada
Yo estaba allí vestida con mi blusa y una falda, braguitas, sujetador, ligueros y medias, maquillaje, con mi nuevo estilo de peinado. Viendo a esos dos chicos, tomé la decisión que de si, les haría una buena mamada y que sería muy pronto. ¿Porque no?, pensé. La idea de chupar una buena polla, estando yo transformada en una mujer, me había pasado muchas veces por la cabeza y seguro que nunca tendría una oportunidad tan buena como esta. "Quiero probarme mi nuevo vestido, enseguida vuelvo" Dije, todo lo femenina que fui capaz "Quiero que estos chico me lo vean puesto" dije enfatizando la palabra chicos.
Rápidamente subí a mi habitación, me saqué la ropa que llevaba, me arreglé el pelo, que saque mi lencería negra y la substituí por un conjunto de ropa interior de encaje blanco con media claras .Pensé que unos zapatos de color blanco con tacón de uno 8 cm. eran adecuados. Quizás de forma inconsciente estaba pensando en ponerme toda de blanco virginal para mi primera relación con un hombre. Fui al armario y saque mi vestido blanco favorito, tenia un escote en V por delante y por detrás. Me quedaba ajustado al cuerpo. Yo me sentía, era, una mujer que quería hacerles a los dos chicos del piso inferior la mamada de su vida. Quería estar muy sexy para ellos. Retroqué el maquillaje, apliqué una nueva capa de pintalabios y cambié un poco mi maquillaje de ojos por unos tonos más acorde con mi nuevo vestuario. Después volví al salón, uno de los chicos al verme silbó en forma de admiración, me senté a su lado en el sofá, crucé las piernas de forma seductora y puse un cigarrillo en mis rojos labios, inmediatamente uno de los chicos me ofreció fuego.
Estuvimos hablando de todo un poco, Estaba disfrutando sendo en centro de atención. No pasó mucho rato que noté que mis nervios habían desaparecido. Era obvió que Patricia lo había planeado todo, estaba segura que tendrá nuevas experiencias.
"Muy bien, Maria, se lo que estas pensando y has acertado" dijo Patricia y añadió "Di a Ricardo y Juan una copia de las llaves y les sugerí que vinieran para conocerte. Les he dicho que quieres aprender como se chupa un pene, están ansiosos de darte todas las lecciones que te hagan falta. Te aconsejo que empieces por Ricardo. Te será mas fácil si nunca lo has hecho antes, pero recuerda, antes de terminar la noche se la tienes que haber chupado a los dos"
Yo estaba fumando un cigarrillo y bebiendo un gin tonic que Patricia me había preparado mientras me estaba en la habitación cambiándome. Ricardo se puso en el centro del salón y se desnudó, tenía un buen físico y un bonito culo, su pene estaba esperando ser chupado, yo no podía creerme lo que estaban viendo mis ojos. Era un pene de al menos 20 cm. de largo, terminado en una hermosa cabeza morada.
Afortunadamente, a pesar de su longitud, no era demasiado grueso, vi como Ricardo el propietario de esa hermosa arma mes estaba mirando expectante, sonreía, pues a mi se me había escapado un pequeño susurro cuando vi su polla. Su erección iba en aumento, de la forma que yo lucía mi mini vestido blanco, mis pierna y mis zapatos, no se podía esperar otra cosa., Me puse delante de el, me arrodillé, cerré los ojos y puse este extraordinario pedazo de carne en mi boca, acariciándola suavemente pero firmemente con mi lengua, y masturbando el resto de su longitud con una mano. Oí a Ricardo que empezaba a jadear, Patricia comento que le parecía que no iba a necesitar muchas clases, este cumplido me dio alas y decidí pasar a la acción de inmediato, deslicé los labios tragando hasta la mitad de su pene, haciendo un movimiento de entrada y salida, dando vueltas con mi lengua a todo su prepucio. Era un chico grande, aún me quedaban 6 o 7 cm. por engullir, continué haciéndolo unos 5 minutos, a la vez que con una mano le masajeaba las bolas, de vez en cuando le miraba a los ojos con mi mirada de éxtasis. Era obvio de que estaba disfrutando de mi boca, yo también estaba disfrutando mucho.
El otro chico, Juan, tenía una videocámara, y estaba grabando todo mi trabajo. Me estaba convirtiendo en una travestí porno star en solo un día. Bien, si tenía que salir en una película, sería cuestión de poner cara de actriz. Recordando algunos de los videos de mamadas que había visto y tomado el mayor coraje posible, agarré fuertemente su pene y me lo tragué casi hasta el final, al menos 17 ó 18 cm. desaparecieron dentro de mi boca pintada de rojo
"Lo estas haciendo muy bien, Maria" dijo, Patricia "Y te diría que por los gemidos de Ricardo, que no tardará mucho en correrse, cundo lo haga, quiero que recuerdes una cosa. El se correrá en tu boca, te tragaras todos los chorros de esperma y después le lamerás el pene hasta dejarlo bien limpio, no quiero verte escupiendo su leche. Cuando una mujer aprende a chupar una polla en mi casa, aprende a chuparla de verdad"
El momento estaba llegando, las palabras de Patricia hicieron que lai mamada fuera aún mas fuerte y mas rápida. Ricardo agarró de improviso mis hombros y me metió la polla hasta el final, yo arrodillada como estaba lo abracé por sus nalgas, pegándolo hacia mi.
Estaba llegando al éxtasis. Hizo dos profundo gemidos y un chorro de esperma caliente inundo mi boca, seguidos de una rápida sucesión de chorros también bastante abundantes. Casi no tenía tiempo de tragar un chorro, que llegaba el siguiente. Era fantástico, nunca antes había probado algo por el estilo, quedé así, tragando hasta estar segura que no quedaba ningún nuevo chorro de semen
Después limpié a fondo en pene de Ricardo hasta dejarlo limpio y semi erecto, le di un cariñoso beso en la punta. Me di cuenta de que ahora era Patricia la que estaba detrás de la cámara y que Juan ya se estaba sacando sus boxers. Dios mío, eso si que seria difícil, Juan tenía u pene que parecía tener como 25 cm. (27 cm. según supe después) y mucho mas grueso que el de Ricardo. Patricia se percató de mi cara de sorpresa
"Las mismas instrucciones putita, estoy seguro de que lo conseguirás, lo has hecho muy bien hasta ahora" dijo con una sonrisa, pero de forma firme
"Bien, necesitaré un descanso antes de empezar a chupar este monstruo" dije, aun disfrutaba del sabor del esperma de Ricardo en mis labios y en la boca. Patricia estuvo de acuerdo y dejo la cámara, trajo nuevas bebidas para todos y encendimos unos cigarrillos.
Mientras fumaba yo acariciaba el pene de Juan. Patricia se arrodilló delante de Ricardo que la volvía a tener en erección total y se la trago rápidamente hasta el final, demostrando tener una larga experiencia. Me di cuanta de que tenia mucho que aprender de esa mujer. Rápidamente me puse a chapársela a Juan. Yo no podía tragar tanto como ella, pero bueno, lo iba a intentar y lo haría lo mejor que pudiera. Fui probando diferentes ángulos para ver en cual de ellos podía tragar más centímetros de pene.
De improviso, Patricia cogiéndome por los hombros, me separó de Juan, su pene salió de mi boca." Quizás necesites un poco de ayuda, 20 cm. están bien para una principiante, pero no nos hemos de conformar con esto, tengo la reputación de ser una muy buena maestra, se arrodilló y cogió el pene de Juan por la base con una mano y empezó a darme instrucciones. "Primero, asegúrate de que tu boca completamente mojada, esto ayudará a lubricar la garganta. Después cuando su pene esté erecto alinéalo con tu garganta, relájate, abre bien lo labios y trágatelo todo".Haciendo lo que ella decía, sin esfuerzo, me enseño como ella se lo tragaba todo casi de golpe."Ahora pruébalo tu" añadió"pero primero sácate el vestido. Estarás más sexy solo con ropa interior, medias y zapatos. Hice lo que me dijo, dejando a la vista la virginal blancura de mi ropa interior de la forma mas seductora posible
"Quizás necesites un poco de estimulo! Dijo Patricia firmemente. Cogió una fusta y antes de que yo pudiera protestar, se puso detrás mío y golpeo fuerte mi culo.
Mis delgadas braguitas no pudieron hacer nada para mitigar el dolor, a pesar del tamaño de pene que tenia en la boca, aún abrí mas la boca debido a la sorpresa del golpe, antes de pensarlo, me administro otro golpe de fusta mucho mas fuerte que el anterior. Instintivamente me moví hacia delante para evitar los golpes, pero claro lo único que conseguí al tirarme hacía adelante era tragarme mas centímetros de la inmensa polla que había en mi boca. Después de 10 golpes de fusta y con lagrimas en los ojos, conseguí tragar unos 3 cm. mas, pero esto aún no era suficiente para Patricia que continuaba pegándome mas rápido y mas fuerte. Al final en un desesperado intento de parar la lluvia de bastonazos, traga todo lo que pude, casi había llegado al final, agarré a Juan por la nalgas y lo empujé fuertemente hacia mi, casi notaba que mis labios llegaban a sus bolas. Cogiéndole de las nalgas, le marcaba en ritmo de mete saca, esto unido a los bastonazos me hacia sentir una mujer muy sumisa.
Aún recibí algunos fustazos mas, según me explicó Patricia, para mantenerme mas ardiente y sumisa. Note como alguien me estaba sacando las braguitas y antes de pudiera poner objeción alguna, tampoco hubiera sido fácil protestar con la inmensa polla que tenia en la boca. Empecé a ser follada en el culo por Ricardo. ¿Qué estaba pasando?. Yo era ahora una mujer y Patricia y los dos chicos esperaban de mí que me comportará como tal. Vestida con mi ropa interior, ligueros, medias y zapatos, podía dar placer a dos hombres a la vez, ellos mismos habían escogido por donde me penetraban. Me sentía como la más zorra de las mujeres y deseaba que hubiera muchas tardes de sexo como esta. Cuando Ricardo y Juan hubieron acabado, intercambiaron su lugar y empezaron a follarme aún mas fuerte que antes. Antes de llegar a la noche, me habían convertido en una mujer en el mejor sentido de la palabra, 3 veces por delante y dos veces por detrás.
Pero aún quedaban cosas por llegar, justo después de que Ricardo había vaciado toda su leche en mi boca por segunda vez, Patricia volvió al salón. Se había cambiado de vestuario. Estaba desnuda a excepción de unas botas de altísimo tacón que le llegaban a los muslos. En la mano llevaba un látigo
"Bien echo, Maria, me parece que has hecho gozar a estos chicos, pero creo que ahora tendré que usar esto" ando hasta donde yo estaba arrodillada y añadió "No me gusta perder el tiempo con pollas flácidas, trágate otra vez la polla de Ricardo" dijo golpeándome la espalda con el látigo. Me tragué otra vez el miembro de Ricardo, al poco ya estaba erecto y reluciente dentro de mi boca, estaba dejándolo a punto para que pudiera penetrar la concha de Patricia. Cuando Ricardo la penetró, Patricia la engullo con facilidad. Mientras yo empecé mi trabajo con el miembro de Juan, un trabajo que estaba ansiosa de realizar, tenia una polla deliciosa, al cabo de 5 minutos, cuando se puso a jadear, Patricia me dio las siguientes instrucciones
"Cuando el este a punto para mi boca, quiero que lo dejes, te estires en el sofá y te masturbes. Mastúrbate tan fuerte como quieras, pero no quiero que te corras hasta que Ricardo, Juan y yo mima no lo hagamos, no puedes imaginar el castigo que te aplicaría si desobedeces mis ordenes".
"Obedeceré, mi señora" dije, humildemente. Dios, que fácilmente había pasado a desempeñar el papel de esclava. Cuando Ricardo estuvo a punto, separé los labios de su pene y fui a tumbarme en el sofá como me habían ordenado. Empecé a masturbarme hasta estar cerca del orgasmo, pero aguantando para no llegar a el. Cuando al cabo de media hora tanto Ricardo y Juan llegaron al orgasmo dentro de Patricia, uno de la boca y otro en la concha, yo ya no podía soportar mas la espera, gemí y chorros de esperma saltaron por los aires, estaba exhausta
Los chicos, finalmente se marcharon sobre las 11 de la noche, los dos se ofrecieron para darme lecciones cuando yo quisiera. Personalmente, me sentía exhausta, con mi orifico anal dolorido y un poco bebida. Me dejé caer en el sillón, mientras Patricia cocinaba una cena un poco tardía para las dos.
Mientras comíamos, miramos el video que habían grabada aquella tarde. Fue agradable verme a mi misma siendo follada. Patricia me felicitó porque había realizado unas buenas mamadas y me ofreció algún consejo de cómo hacer que un hombre se corriera mejor y añadió que la mañana siguiente la pasaríamos perfeccionando la forma de andar, hablar y actuar como una mujer
"Eres muy bonita, pero hay algunos detalles que hemos de pulir. Después de que haya acabado contigo, nadie podrá notar nunca la diferencia con una mujer" Me dijo, triunfalmente. Realmente, quería hacer de mi una mujer.
Pasamos el resto de la velado viendo la televisión, era ya tarde i estaba realmente cansada, había sido un día muy largo y excitante. Patricia me informó que había tirado a la basura las prendas masculinas con las que había llegado
Francamente. No me molesto demasiado. No entraba en mis planes volverlas a usar otra vez. Justo antes de ponerme en la cama, me saqué el maquillaje y me puse un camisón de seda rosa y decidí escribir en mi diario esta historia para poder contarla sin perder detalle.
Por ultimo decidí usar uso de los tampones que me había comprado por la mañana e inserte uno en mi ano dolorido, esto me hacia sentir un poco mas mujer.