El cura me confiesa

Me voy de fin de semana con la gente de la parroquia, durante el cursillo de preparación para la comunión de mi hijo, y durante la charla con un cura, decide confesarme para saber de mis pecados más secretos.

El cura me confiesa.

Desde que tenía 24 años comencé a tener relaciones con chicos, eran relaciones fortuitas, en las que les hacía una paja, una mamada y luego fui dejándome penetrar. Como siempre he tenido novia y luego mujer, las relaciones bisexuales han quedado en un segundo plano y han sido de muy cuando en cuando, (una al año, aproximadamente). En los últimos años me fue apeteciendo el vestirme de mujer para tener relaciones sexuales con tíos, al menos braguitas, sujetador, zapatos, pantis,  perfume, labios pintados, etc.

Este año, mi hijo empezó los cursos para hacer la comunión, y en la catequesis organizaron una excursión de un fin de semana con otras catequesis, y nos quedábamos en un colegio religioso a las afueras de la ciudad. Allí se habían organizado todo lo relacionado con la religión, por supuesto, misas, cursos para informar a los padres y alumnos sobre la comunión, etc. y además juegos y otras actividades para pasar un buen fin de semana.

Llegamos en autobuses el sábado al medio día, y durante el resto del día lo pasamos conociendo a otros padres y a los religiosos de nuestra parroquia y del colegio donde nos encontrábamos.

Ya por la noche después de cenar algunos padres nos quedamos charlando y tomando unas cervezas en un recibidor junto con algunos de los religiosos. Poco a poco la gente se iba retirando a sus habitaciones hasta que quedamos uno de los curas del colegio y yo.

Entonces comenzó a preguntarme sobre mi vida familiar, y conyugal. Si había problemas en la pareja o como nos organizábamos el día  a día, ya que parecía que últimamente había muchos divorcios.

Estuvimos hablando y le  comente que nos iba relativamente bien, pero que como en todas las parejas, teníamos nuestros problemas y  secretos, y con una sonrisa le dije que no se los pensaba contar a él. A lo que él me comentó que si hacía mucho que no me confesaba, y yo le respondí que sí, que hacía muchos años, pues la verdad que el tema de la religión lo tenía bastante apartado de mi vida.

Entonces me dijo que era buen momento para hacerlo, que lo siguiera hasta una capilla que había cerca y que me iba a confesar, ya que estando preparando al niño para la comunión, era un buen momento para confesar los pecados y poder tomar la comunión con el alma limpia.

Entre que ya llevaba varias cervezas y el morbo de confesar mis pecados más oscuros a un cura, no me negué, así que lo seguí por el interior del colegio hasta llegar a una habitación en la que había una pequeña capilla y un confesionario. Él se sentó y rezó una oración mientras yo permanecía de pie frente a él, luego hizo una señal para que me pusiera de rodillas frente a él, en un pequeño reclinatorio.

Ave María purísima

-Sin pecado concebida;

-Padre hace bastantes años que no me he confesado. En este tiempo he cometido varios tipos de pecados-

  • A ver, dime hijo, que pecados has cometido.

-Pues me masturbo viendo videos porno

-Que clases de videos.

-Pues videos de mamadas, de folladas anales, corridas faciales, en fin,

  • Es que no hay una buena relación sexual en la pareja, y tienes que compensarla con la  masturbación.

-No es eso padre, tengo relaciones sexuales con mi mujer una o dos veces a la semana, pero además del sexo con mi mujer, me gusta masturbarme viendo videos porno.

-Pero por que no tienes sexo con tu mujer a diario, y que sea ella la que te masturbe  con la que hagas lo que te apetece en lo referente al sexo, en vez de excitarte con videos.

-Pues verá padre, es que además de ver porno, también he tenido relaciones fuera del matrimonio, pero con hombre.

-¿Eres homosexual? ¿Lo sabe tu mujer?

  • No padre, no soy homosexual, soy bisexual, me gusta tener sexo con la mujeres, y me gustan las mujeres, pero me gusta tener sexo con hombres, y por supuesto mi mujer no lo sabe ni lo sospecha. Estas relaciones son muy esporádicas, solamente cuando tengo la certeza de que puedo hacerlo con seguridad.

-¿Y lo haces con un hombre del que estás enamorado? O ¿con quién practicas el sexo?

-Pues verá padre, lo hago con gente con la que contacto por internet, en la mayoría de los casos. Desde hace tiempo, lo hago con un tío que conocí, y como vive solo y tiene su propio piso, tenemos la intimidad para hacerlo sin problemas.

-Y ese hombre no está casado, es homosexual…. No ese hombre es un tipo que no tiene novia, ni mujer, y al final, ha optado por buscar a tíos a los que follarse, ya que es relativamente fácil y sobre todo, gratis, contactar con un tío para tener sexo.

-Pero entonces, ¿él te penetra a ti?

-Si padre, yo me considero pasivo, o sea, que me gusta hacer el papel de chica, me gusta ser la putita de un tío, un tío maduro, de cierta edad, que me utilice a su antojo, para darle el máximo placer y realizar las fantasías que tenga.

-Y ¿qué es lo que hacéis?

Pues al llegar a su casa, me ducho y me pongo unas braguitas y pantis, me perfumo con perfume de mujer y me pinto los labios, eso porque a mí me da mucho morbo.

Entonces salgo del baño, y me voy al salón, donde el me espera con dos copas, y mientras nos las bebemos, nos besamos y nos sobamos, el me toca el culo y yo le voy sobando la polla por encima de la ropa. Cuando ya estamos muy calientes, nos vamos a la cama y  lo comienzo a masturbar, más o menos durante 10 min. Me encanta sentir una polla caliente y dura en mis manos. Cuando el ve que se va a correr, tira de mi hacia él y  nos besamos mientras me soba el culo, hasta que se le pasan las ganas de correrse, entonces me empuja para que baje hacia su polla y comienzo a hacerle una mamada.

-Pero hijo, ¿tanto te gustan los hombres como para hacerle sexo oral?

-Padre, me vuelvo loco comiéndome una polla. >Me encanta follarme a una tía, pero al mismo tiempo me encanta comerme una polla.

-Vale hijo, sigue contándome que más cosas hacéis.

Pues le chupo la polla durante otros 10 min. Aprox, controlando siempre el ritmo para que no vaya a correrse. Cuando ya he disfrutado de hacerle una buena mamada me siento sobre su polla y me la meto por el culo, comenzando a cabalgarlo luego, vamos cambiando de postura, me pone de rodillas con la cabeza sobre la almohada y me penetra fuertemente. Me gusta que me den caña, que me azote y me insulta mientras me folla.  Otras veces me folla de pie, contra la pared o sentados en una silla. Me folla de diversas maneras, hasta que nota que se va a correr, entonces me pone de rodillas y se corre en mi boca y cara.

-¿También te gusta el semen?

-Si padre, me gusta mucho recibir la leche caliente en mi boca, me encanta limpiarle la polla una vez que se ha corrido, me da mucho morbo el verme con n la boca abierta, mostrándole su semen en mi boca, para a continuación tragármelo.

-Hijo, que puta que eres. Eres muy guarra. Mira como me has puesto.

Y diciendo esto me coge una mano y la lleva a su entrepierna, por encima de la sotana. Noto claramente el bulto de su polla, es de un tamaño medio, 16/17cm, pero está dura y tiesa como la que más.

-Perdona padre, solamente estaba diciéndole mis pecados, no pretendía esto.

  • Pues creo que tendrás que solucionarlo, ya que así no puedo ir por el colegio.

-Claro padre, y que quiere que haga.

-Hecha el cerrojo de la puerta para que nadie nos moleste.

Me levanto del reclinatorio y hecho el cerrojo, vuelvo al reclinatorio y me pongo de rodillas. Entonces él se levanta la sotana enrollándola en su cintura, dejando ver su polla, ya que para mi sorpresa no leva calzoncillos. Su glande está brillante debido al grado de excitación que tiene. Le cojo la polla y comienzo a masturbarlo, él se hecha hacia atrás, en el respaldo y dice “Padre, perdónanos”. Cuando llevo unos minutos masturbándolo, me coge de los pelos y tira de mi cabeza hacia su polla, me bajo del reclinatorio  cierro con un cerrojo la y abro la pequeña puerta que nos separa. Me pongo entre sus piernas y echándome sobre el me pongo entre sus piernas y se la comienzo a mamar. Me coge de la cabeza con ambas manos y me va marcando un ritmo de la mamada, en ocasiones me presiona para meterme la polla entera en la boca y me mantiene así unos segundos, hasta que noto que me ahogo y tengo que soltarme, entonces vuelve a marcar el ritmo de la mamada hasta que aumente el ritmo y de pronto varios chorros de leche llenan mi boca, hasta desbordarse. Trago todo lo que puedo de esta corrida divina y luego chupo su polla mientras masajeo sus testículos, hasta dejarlos secos y su olla  limpia.  Él  se baja la sotana y reza una pequeña oración. Al terminar me dic e que tengo que ir todos los domingos a misa y rezar tres padres nuestros para el perdón de mis pecados. Con esto me da a entender que la confesión ha terminado, a ‘sí que me levanto y después de limpiarme los restos de semen de mi cara, me voy hacia la zona de los dormitorios, pasando antes por el aseo.

Sin duda ha sido la mamada más excitante de mi vida, ya que no hay nada como el morbo de tener sexo con un cura.

Espero que os haya gustado el relato. Si es así, podéis dejar comentarios