El cumpleaños de mi cuñado y 3º
Mi cuñado monta una fiesta de cumpleaños y el principal regalo es mi esposa
Parte 3
Seguimos jugando pero esta vez falló Antonio a pase de mi cuñada y esta exigió el bañador, todos empezamos a corear el bañador, el bañador. Antonio se dio la vuelta y se bajo el bañador dejando el culo al aire, al darse la vuelta la única que podía verle era mi mujer que estaba a su lado y que agitó las manos como asustada. Así seguimos y los siguientes en desnudarse(bastante a propósito) fueron Pepe y Luis, sólo quedaba yo. Las chicas seguían con sus braguitas, pero pude notar como mi cuñada había rozado un par de veces la polla de Luis y Pepe se había colocado a la derecha de mi mujer, en un momento dado Antonio y Pepe se juntaron con mi mujer a lo que esta tuvo que apoyar las manos en los miembros de alguno. Dio un respingo y se aparto mirando a Pepe medio mosqueada le dijo: “yee tio, tranquilo que te veo venir”, mientras pasaba esto, Luis se había colocado detrás de mi cuñada y parecía restregarle el miembro bajo el agua, Antonio también parecía acariciar la pierna de mi mujer bajo el agua. Yo sonreía medio cogorza, viendo el panorama me acerque a mi cuñada e intente decirle algo. Pero en ese momento mi mujer cogió y salió disparada de la piscina riéndose para sentarse en el borde con los pies en el agua y diciendo: “yo me salgo que aquí hay mucho machito loco suelto”. Pepe y Antonio, dentro del agua, se pusieron cada uno al lado de una pierna y le rogaban que bajara. En eso que Luis dejó escapar un pequeño quejido, Eva, que ya le había tocado varias veces le preguntó qué pasaba. Luis respondió: “creo que he pisado algo y me he hecho daño y parece que sangre”. Ella dijo: “Espera, voy a buscar betadine y una tirita” y se dirigió a la escalerilla. Salió corriendo un poco bamboleándose hacía la casa, Luis salió desnudo detrás de ella y yo detrás de él. Ella estaba en la cocina buscando en los cajones cuando Luis llegó tras ella y sigilosamente se acercó, la cogió por la cintura y le apoyo la polla en el culo. Yo vi la escena desde la puerta y en lugar de entrar me quedé mirando desde la puerta.
Mi mujer seguía hablando en la piscina con los otros dos y yo no creía que pasara nada. Salí y di un rodeo a la casa, me asomé un poco por la ventana de la cocina. Mi cuñada intentaba buscar entre los cajones mientras Luis le metía mano por todas partes. Ella le decía que le dejara pero se dejaba toquetear. De pronto Luis le agarró las tetas por detrás y empezó a besarle y lamerle el cuello, mi cuñada que debía de estar súper cachonda se abandonó. Luis empezó a bajarle el tanga pero mi cuñada parece que recobró el sentido y dándose la vuelta dijo: “quieto, están mi marido y mi hermana”. Ella estaba de espaldas a mí pero supongo que Luis que tenía la polla tiesa lo que veía era una tía buenísima con las tetas al aire y el coño medio al aire y se lanzó a besarla. Ella consiguió apartarse un poco y él le dijo: “va Eva, mira como me tienes” y cogió la mano derecha de Eva y la colocó en su polla. Está miro a derecha e izquierda para asegurarse que estaban solos y comenzó a tocársela. Luis le dijo: “venga, hazme una paja y lo dejamos”, Eva asintió y le indicó que se sentara en una silla. Él se sentó y Eva se arrodilló delante de él, ella comenzó a pajearle pero en un descuido y con la borrachera que llevaba. Él la empujó hacia abajo hasta meterle la polla en la boca. Ella no se resistió, todo lo contrario, comenzó a chupar y a lamer el falo de Luis. Ver a mi cuñada medio desnuda chupar así era una pasada.
Y ahí estaba yo mirando cuando me acordé de mi mujer, di un respingo y pensé que podría estar haciendo ella. Volví sin hacer ruido hacia la piscina. Me asome detrás de un arbusto al otro lado de la piscina y vi a mi mujer sentada al borde de la piscina mientras Pepe sumergido hasta la cintura le daba besos en las piernas. En ese momento apareció Antonio completamente desnudo con la polla tiesa de unos 15-18 centímetros con una copa en la mano, se paro al lado de mi mujer y le tendió la copa. La cabeza de mi mujer quedaba a pocos centímetros de su polla, ella tendió la mano y cogió la copa rozando la polla de Antonio que dio un respingo. Este se sentó a su lado y empezó a decirle cosas al oído. En eso oí que Pepe le decía: “Va Laura, quítate el tanga, que nosotros estamos desnudos y tú no”. Ella respondió: “estás loco, mi marido y tu mujer están ahí y tu quieres que me quede empelotas con vosotros” Pepe hábilmente le respondió: “Tú marido y tú hermana estaban muy borrachos y se han ido a acostar, relájate un poco.” Y diciendo esto subió con sus manos por las piernas y agarró los laterales del bañador para intentar bajarlos. Mi mujer riéndose apretó el culo contra el suelo y agarró su bikini mientras reía divertida y le decía: “quieto Pepe , que grito”. Ahí entró Antonio, cogió una mano de Laura y la colocó en su polla tiesa. Laura se relajó un momento y Antonio le invitó a pajearle, esta lo miró y con la otra mano le toco las abdominales mientras no soltaba la polla. Este fue el desliz que esperaba Pepe que de un tirón le sacó el tanga. Laura soltó un gritito y cerro las piernas pero Antonio le agarró la mano que sujetaba su polla y empezó a subirla y bajarla. Laura comenzó a acompañar el movimiento mientras le miraba a los ojos. En eso Pepe comenzó a abrirle las piernas a mi mujer y a besarle las rodillas subiendo. Laura seguía pajeando a Antonio y este con su mano libre comenzó a tocarle las tetas. Laura estaba rindiéndose poco a poco pues las piernas seguía abriéndolas. Pepe le daba besitos y lametones en la parte interior de los muslos. En un momento dado Pepe parece que alcanzó el sexo de ella y tras un intento de esta de apartarse sumergió la boca en su coño. Laura empezó a gemir con las piernas abiertas. En ese momento Antonio le soltó la mano de su polla a mi mujer y se levantó.
Yo seguía toda la escena desde el otro lado de la piscina y no me atrevía a moverme, consciente o inconscientemente me llevé la mano al paquete y comencé a tocarme por encima del bañador. Vi como mientras Pepe intentaba lamer el coño a Laura y esta intentaba resistirse, Antonio cogía la cámara de video y la colocaba en ángulo encima de una mesa, por detrás de mi mujer que no veía lo que este hacía. Después cogía una toalla, la extendió detrás de mi mujer y colocándose detrás de ella la cogió por las axilas levantándola. Esto interrumpió los esfuerzos de mi cuñado y ella pareció sentirse rescatada por la cara de alivio que puso. Pero Antonio la volvió a sentar en la toalla y se puso delante de ella con la polla a la altura de su cabeza. Laura parece que intentó levantarse, pero Pepe ya había salido de la piscina y agarrándole las piernas volvía a meter la cabeza entre sus piernas. En esto que Antonio cogió su polla y comenzó a restregarla por la cara de mi mujer. Esta se resistió un poco pero al final abrió la boca y recibió el pollón del mulato. Antonio empujo a mi mujer hacia adelante y esta tuvo que apoyarse con las dos manos atrás. La escena era brutal, mientras Antonio le metía la polla en la boca a mi mujer que parecía atragantarse, mi cuñado le mantenía las piernas abiertas y le comía el coño. La escena duró un par de minutos, hasta que mi mujer comenzó a convulsionarse por el orgasmo que le estaba viniendo, se atragantó y comenzó a toser. Antonio se apartó y Pepe saltó y se colocó encima de mi mujer, esta por el impulso de Pepe se quedó tumbada con las piernas abiertas y Pepe en medio. Laura completamente expuesta y sintiendo la polla de Pepe sobre su pubis le dijo: “Pepe por favor no, no me la metas” aunque sin mucho convencimiento, Pepe le respondió: “Vamos Laura, ¿te lo estas pasando bien no?, ya te has corrido en mi boca y siempre he querido follarte.” Sin decir más comenzó a intentar introducirle la polla a Laura, que con el cuningulis que le habían hecho y con tanto afrodisiaco estaba lista y apenas pudo o quiso resistirse, Pepe grito un “si” fuerte cuando sintió su polla romper las barreras del coño de Laura.
Pepe tenía una polla como la mía de unos 15 centímetros y enseguida pude ver el sube y baja de su culo sobre mi mujer que empezaba a jadear de levemente. El cabrón había ganado la apuesta y encima yo estaba disfrutando mientras él se la follaba. Él aprovechó para besarla en la boca y de ahí pasó a lamerle las tetas, todo eso sin dejar de follarsela. Antonio gravaba toda la escena de lo que Laura se dio cuenta en ese momento e intentó protestar un poco. En ese momento Pepe paro la follada y se la saco diciendo: “no quiero correrme todavía guapa”. Laura intentó incorporarse con la ayuda Antonio, que había dejado la cámara, sin embargo este comenzó a besarla y tocarle las tetas, ella le correspondió y se enzarzaron en un intercambio de morreos. Tras un momento Antonio le dio la vuelta y la empujó con suavidad hacia abajo colocándola a cuatro patas sobre la toalla, él se inclinó sobre ella y comenzó a metérsela desde detrás. Laura ya no se resistía, todo lo contrario, empujaba con el culo hacia atrás. Pepe aprovechó y se sentó delante de la cabeza de mi mujer, esta sin que él le indicara nada bajo la cabeza hasta lamer el glande de la polla de Pepe, este se estremeció un poco de gusto. Ella bajó la cabeza un poco más. Desde donde yo estaba por el ángulo no veía nada, pero creo que le estaba comiendo los huevos. Pepe agarró la cámara y empezó a grabar a Laura mientras decía cosas como: “¿has visto lo bien que la chupa mi cuñada?” o “mira a la cámara Laura, que me encanta la cara que pones cuando me lames los huevos.”
Ambos siguieron follandose a Laura durante varios minutos, hasta que Antonio empezó a jadear y a acelerar la follada, parece que se estaba corriendo, un par de espasmos y la posición rígida confirmo su corrida. Laura parece que también acompañaba la corrida del mulato pues dejo de chupársela a Pepe y gimió prolongadamente hincando la cabeza en el suelo. Antonio dio un par de sacudidas y se la sacó a mi mujer para a continuación sentarse a unos metros. Mi mujer apenas recuperada levantó la cabeza para ver como Pepe se corría ruidosamente y le lanzaba un chorro de semen que chocaba contra su cara. Ella abrió instintivamente su boca mientras Pepe terminaba de correrse y se quedaba sentado jadeando. Laura, en algo que nunca me había hecho, se abalanzó sobre la polla de Pepe y le lamió los restos de semen. Una vez acabada la limpieza de Pepe se giró hacia Antonio que yacía sentado recuperándose, la cara de Laura era todo un poema, pero lo que más alarmaba era ver sus ojos de completa locura y deseo. Se sentó y respiró profundamente, volvió la cabeza a Pepe y le preguntó con una voz que delataba el alcohol y los afrodisiacos: “me habéis dado algo, seguro, no sé qué me pasa pero no puedo parar, tengo ganas de seguir follando. Eres un cabrón Pepe, necesito espabilarme.” Y diciendo esto último se levantó y se lanzó a la piscina, se sumergió y al salir a superficie se limpió de restos de semen y agitó la cabeza como intentado espabilarse. Antonio parecía ya recuperado, pues se levantó y se lanzó también a la piscina, ella al verlo lanzarse intentó huir en dirección a la escalera de la piscina. Sin embargo al llegar al borde de la piscina Antonio le dio caza. Estaban a pocos metros de mi y vi a Antonio acercarse a ella hasta pegarse por detrás inmovilizándola, ella jadeo un poco y le rogó que la dejara marchar. Él no pareció darse por aludido pues comenzó a llevarla hacía la zona en donde ambos tocaban pie, cuando pareció seguro le dijo: “venga Laura saca un poco el culo, que te la voy a meter aquí mismo.” Ella no dijo nada pero por el movimiento que estaban haciendo era lógico pensar que Antonio había logrado lo que buscaba y se la había vuelto a meter. Ella ya no intentaba evitarlo y no hacía más que gemir con cada acometida de Antonio. Pepe también recuperado volvió a aparecer con la cámara, le hizo una indicación a Antonio que asintió, saco su aparato de mi mujer y la guió hasta la escalerilla donde Pepe le ayudó a salir. Ella una vez fuera fue atrapada por los brazos de Pepe que la volvió a besar en la boca mientras le tocaba las tetas. Antonio se sentó en una tumbona y colocó su polla recta esperando a Laura, Pepe la dirigió hacía allí sin parar de besarla. La dejó al lado de Antonio pero no hizo falta ayudarla, ella misma sonriendo pasó una pierna por encima de Antonio y se sentó encima de la polla de este comenzando a cabalgarlo. Pepe sin dudar empezó a meterle un dedo a mi mujer por el culo, ella protesto e intentó moverse pero Antonio la agarró fuertemente mientras seguían follando. Nosotros habíamos hecho anal alguna vez pero a Laura no le gustaba demasiado.
Pepe ya había conseguido meterle un dedo y hacía movimientos circulares, sacó el dedo, se agachó y se escupió en la mano para a continuación volver a intentar lubricar el culo de Laura, se le notaba ansioso así que sin mucho esperar empezó a empujar agarrándose su polla mientras Laura le decía que parase, aunque Antonio la agarraba firmemente sin dejar de penetrarla. Los empujones siguieron durante un largo minuto hasta que con un gesto de triunfo pareció que había conseguido meter la punta, siguió empujando y empezó a bombear. Laura estaba ensartada por los dos y gemía y los insultaba a partes iguales. Mi cuñado no pudo aguantar mucho pues con un sonoro “me corro” le llenó los intestinos a Laura de semen. Se levantó y se sentó en una tumbona de al lado. Laura una vez liberada desde atrás se concentro en follarse bien a Antonio. Debo reconocer que Laura subida encima era una artista ya que sabía cómo llevarte al cielo, aunque esta vez fue ella la que comenzó a correrse violentamente. Antonio le avisó que se iba a correr y ella se levantó y se arrodilló entre sus piernas metiéndose la polla en la boca. En breves instantes la levantó y un poco de esperma se le escapó por los labios. Todos podíamos ver la cara de Laura con el semen colgándole de los labios mientras se relamía, la cámara en las manos de Pepe no se perdió nada.
Yo me había corrido un par de veces y me había limpiado como pude en unos pañuelos de papel. Laura sentada en el suelo no hacía más que resoplar, en eso que se tumbó y se quedó inmóvil. Antonio se levantó y se acercó a ella, la levantó, la cogió en brazos y se la llevó a su cuarto. Yo me quedé con la boca abierta viendo como Laura se abrazaba a él mientras este se la llevaba. Miré hacia la piscina y vi a Pepe levantarse, miró hacia donde estaba y se acercó diciendo, vamos sal ya, que se que estas ahí escondido. Salí un poco titubeante de detrás del arbusto, Pepe se acercó a mi mientras encendía un cigarro “¿qué, te ha gustado?” me dijo. “Eres un cabrón Pepe” le dije. El soltó una sonora risotada y me dijo, “bueno, no sé quién es más cabrón aquí” y volvió a reírse. Yo le solté: “tú mujer también se ha follado al otro”. “Ya lo sé era parte de mi plan. Venga, vamos a tomarnos una copa y te cuento. ”