El cumpleaños de Mamá 2
La fiesta no ha terminado, Daniela a mis pies, mi madre arrodillada con su culo frente a mí, no sé si mando yo o Daniela lo tenía planeado, o mi madre lo había organizado así para recibir su regalo.
Gracias a los lectores por la aceptación de la primera parte y sus comentarios, ( http://movil.todorelatos.com/relato/127386/ ).
Gracias a toda la gente que le ha gustado y también a los que no pero que igualmente han utilizado su tiempo para leer el relato, espero que la segunda parte de Cumpleaños de Mamá les guste y excite lo suficiente. Ese es el objetivo.
Pido disculpas a lector y los profesores de lengua por los errores ortográficos cometidos, la verdad que mientras ellos enseñaban lengua yo la utilizaba en otras actividades.
Cumpleaños de Mamá 2.
Como pudimos entre Daniela y yo levantamos a mi madre y fuimos al salón, la dejamos en el sofá boca arriba, con su cabello rubio largo extendido, podía ver sus pezones a punto de reventar y su coño marcado en el pantalón, era toda una tentación verla así acostada en estado semi-inconsciente provocado por el alcohol.
Daniela sentada en el sillón, con su lycra negra dejaba ver su coño sin bragas, polo estrecho apretando sus tetas sin sujetador apreciando perfectamente la aureola y su pezón, deseosa, con ganas de más.
Acercándome por el respaldo, pasé mis manos por debajo de sus brazos, aprovechando para amasar sus tetas y agarrándole fuerte le levanté hasta colocar su cabeza en la cabecera del sillón, inmediatamente y sin dejarle reaccionar subí en el reposabrazos, colocándome de pie y sacando mi polla, tomando a Daniela por el cuello e introduciendo verticalmente la verga hasta el fondo, metía y sacaba aumentando el ritmo, dejándola por momentos dentro sintiendo el gorgoteo de su garganta, luego la sacaba dejando escapar líquidos mezclados entre semen y saliva.
Luego frente a ella, le tome del pelo con la mano izquierda empujando mi polla hacia su boca en continuo choque, ella levantaba sus ojos confirmando mi cara de placer y locura, a veces se ahogaba y tenia que parar para dejarla toser, aprovechando la pausa le decía…
- Te gusta, perra, esto era lo que buscabas… que diría tu esposo si te viera…
Sin darle tiempo de responder retomaba de nuevo mis embestidas.
Quise hacer una pausa para retomar fuerzas y aproveché para quitarme el pantalón, los zapatos, bajé el bóxer y saltó mi polla, ella sin quitar la mirada se arreglaba como podía, limpiando sus babas con su polo y mirándome como preguntando que sería lo siguiente.
Le serví un chupito, acerqué el vaso y tomándome de la mano llevó mis dedos a su boca comenzando a chuparlos, bebió el chupito pasando los dedos mojados de ron por sus labios, abriendo la boca y con su lengua empezó a lamerlos, metí dos y tres dedos en su boca, ella los devoraba, parecía que se tragaba la mano y eso me excitaba más, le quité salvajemente el polo liberando así sus tetas que pedían a gritos el mismo trato de su boca, con mis manos llenas de saliva las agarré fuertemente humedeciéndolas y llevándolas hacia mi polla colocándola en medio, tenia unas tetazas que envolvían completamente mi polla, mirándole fijamente ordené…
- Ya sabes lo que tienes que hacer, venga, hazme la mejor cubana de tu vida.
Agarró mi polla con su mano masturbándome y alternando con su boca, lamiéndola desde los huevos al prepucio, dejando caer saliva en medio de sus tetas por su canalillo a la vez que levantaba su mirada recibiendo mi aprobación, luego agarrándose fuertemente un pezón deslizaba los dedos comprobando que estuviera bien lubricado alternando mi polla con su mano en su boca.
Cogió mi pene colocándolo entre sus tetas y apretándolas con sus manos sentía como lo presionaba, las apretaba y abría sintiendo mi polla atrapada por dos buenas razones.
Mi polla se deslizaba de una manera que estaba perdiendo el control y con el placer que me estaba dando tenia que esforzarme para no correrme.
Daniela sabía perfectamente lo que hacia, sabia cuando ir despacio y cuando acelerar, empecé a tomar el ritmo y ahora era yo quien se follaba sus ubres.
A ratos abría la boca, otras veces lamia con su lengua o escupía mi polla para que deslizara entre sus tetas.
Me detuve un rato para quitarle la licra que a estas alturas estaba más que mojada, acaricie su culo redondo, grande y firme.
Así sentada en el sillón con la boca abierta, las tetas al aire, el coño encharcado y el culo en pompa, sabia que la tenía a mi disposición, empecé un tour sexual con mi polla entre su boca y sus tetas mientras mis manos se daban gusto con su coño y levemente hacía aproximaciones a su culo, agarré las tetas, las chupe tratando de meterme lo que más podía en la boca, chupe el pezón y con los dientes lo estire, con la otra mano le acaricie el coño, gordo, de labios largos, afeitado pero con algunos pelillos, ella da un suspiro entrecortado al sentir mis dedos abriéndose paso por sus labios, estaba más que caliente, arrecha, toda una perra pidiendo marcha, el coño húmedo, creo que chorreaba de lo mojado que estaba, no sé si se había corrido aun y con mi poca experiencia pensé que se había meado, olí mi mano y lo probé, miados no eran, era un concierto de lujuria, sabía que tenía que parar o me correría.
Metía y sacaba un dedo en el coño, poco a poco introducía uno tras otro así hasta tener tres dedos dentro, bombeaba su coño, su rostro estaba ido, perdido, pero sin gemir, sin hacer ruido, que sumisa se veía, sólo respiraba agitadamente, no sé si consciente de lo que pasaba, por mi madre, por los vecinos o simplemente porque era una perra enseñada a no hacer ruido, que se la follaban a escondidas y sabía que debía callar, seguía moviendo las caderas rápidamente, sus tetas invitaban a chuparlas, las golpeaba, estrujaba y estiraba del pezón mordiéndolo con mi boca, en ese momento saqué los dedos de su coño y los deslice hacia su culo , no sé si por costumbre, por humedad o por sus movimientos, pero los dedos entraron perfectamente por su culo, sin ningún gesto de dolor, cada vez me sorprendía mas la vecina, parecía una tontica y era lo más perra que podía ser una mujer, claro que mi experiencia se limitaba a algunos toques con las amiguitas y videos porno, yo arrecho seguía metiendo mis dedos en su culo, mi polla estaba que explotaba, pero no quería metérsela aún porque sabía que me correría de lo excitado que estaba, continúe metiendo y sacando los dedos de su culo, en ese momento agarró sus tetas fuertemente, las llevó a su boca mordiendo el pezón, pasando su lengua por la aureola, empezó a subir las piernas, recogiéndolas hasta el abdomen abriendo así mas el culo, aproveche y metí un tercer dedo, entraban perfectamente hasta el fondo, podía palpar perfectamente las paredes de su caverna, llevó su cabeza hacia atrás, agarró mas fuerte las tetas y salió de su coño un chorro directo a mi, mojándome por completo, no me lo esperaba, saqué lentamente los dedos de su culo pasándolos por su coño, y luego los lleve a su boca, estaba ida, desorbitada.
Por mi cabeza pasaban mil cosas a la vez, excitación, fantasías, perversión, tenía que meterle mi polla a Daniela por el culo, por el coño, entre sus tetas, correrme en su boca, pero un pensamiento no se me quitaba de la cabeza, y era mi madre, verla ahí recostada en el sofá, con esos tres botones de la camisa abiertos sobresaliendo el canalillo de sus tetas.
La tenía a punto, era ahora o nunca, como ya les he dicho, mi madre es muy alegre, simpática, moderna y elegante, pero creo que con el sexo es más bien normalita y no creo que entre sus pensamientos por más borracha que esté y separada hace más de ocho años tener algo con su hijo se le haya pasado por la cabeza, muchas veces al salir de la ducha y verme en su habitación no le incomodaba, ni le sorprendía, no hacía ningún intento por cubrirse, seguía como si no hubiese nadie, en cambio yo sí que la veía como una mujer, de arriba a abajo, esas tetas ni grandes ni pequeñas, de bocado como digo, tamaño justo para la boca, de pezón largo y duro para morder y estirar, aureola rosada, barriga plana por el ejercicio diario, piernas largas, delgadas y finas, culito tierno y respingón y su coño, rosado de labios pequeños, depilado como un bebe, como no verla y dedicarle las pajas que le he regalado en mi habitación, y esta era mi oportunidad de cumplir mi fantasía y mi sueño.
Dejando a Daniela en el sillón inmóvil después del chorro seminal que me brindó me acerqué a mi madre, y sin pensarlo tomé su mano y agarré mi polla con ella, empecé a moverla de arriba abajo, suavemente, lo estaba disfrutando, era mi venganza a su exhibicionismo, ya era hora que me viera como un hombre y para muestra la polla que ahora tenía en su mano, mientras me hacía la paja mi otra mano se deslizaba por debajo de su camisa buscando las tetas, sacándolas del sujetador dejando sus pezones duros a punto de romper la camisa, saque mi mano y por encima de la camisa le agarré el pezón, lo sobaba y estiraba, lo notaba cada vez más duro, lo retorcía y pellizcaba, en ese momento soltó un gemido y apretó su mano más fuerte sobre mi polla, inconscientemente con su lengua mojaba sus labios, me incline y buscando su lengua con mis labios la bese, nuestras lenguas se cruzaron, juguetearon, chupaba sus labios, le metía la lengua como si se tratase de una polla y ella la chupaba, seguí suavemente bajando por el cuello, las orejas, sentía su respiración agitada y su mano apretándome la polla, seguí bajando hasta llegar a su pezón, lo chupe y metí en mi boca mojando la camisa, ahora sus gemidos se aceleraban, me levanté y pase la polla por sus labios mojándolos, ella sacaba la lengua. Se notaba que sabía muy bien qué hacer, me arriesgue un poco y metí mas mi polla en su boca hasta que tosió, menudo susto, la saqué de inmediato, se giró un poco quedando de medio lado en el sofá con la boca justa para metérsela y la teta a punto de salir de la camisa sobresaliendo el pezón húmedo que había chupado hace poco, se podían ver perfectamente las tetas de mi madre por encima de la camisa.
Comprobé que seguía dormida, miré a Daniela y seguía como la había dejado en el sillón, después del susto y para recuperar el estado de mi polla la puse en el coño de la amiga de mi madre, subiendo y bajándola abriéndose paso por sus labios mayores, al sentirla suspiró, como le gusta el vicio a esta mujer, por lo que oía de mi madre su relación no pasaba por buenos momentos y por lo que veía estaba necesitada de que le llenaran todos sus orificios de cualquier forma, sus caderas se movían suavemente, en círculos, poco a poco fui metiendo mi polla, el prepucio, glande, tallo, hasta tenerla toda adentro, de lo mojada que estaba se deslizaba sola, al meterla aún salía agua de su coño, mi polla recobraba su estado, era delicioso sentirla adentro de esa vulva y con los movimientos de Daniela la tenia dura nuevamente, cada vez que intentaba sacarla Daniela reaccionaba y movía sus piernas para introducirla nuevamente, en un momento pellizqué los pezones que no le di tiempo a reaccionar sacando la polla chorreando jugos de Daniela y la acerqué a la boca de mi madre, le moje los labios y parecía reconocer ese sabor por que abrió la boca para recibir más, a lo mejor eran algo más que amigas.
Con mi polla chorreando los jugos del coño de Daniela la acerqué a la boca de mamá, entrando libremente hasta su garganta, esta vez sin ningún problema, la metía y sacaba y ella con su lengua lamia, no entendía como podían hacer eso dormidas o inconscientes, al menos eso creía yo, me gustaba este juego del coño a su boca, la saque de nuevo y volví a Daniela, pero esta vez por su culo, recordando cómo le entraban tres dedos sin problema se la metí directamente, mi polla es tamaño normal, unos 16cm y aproximadamente 13cm de grosor, entró entera dentro de su conducto, empecé a follarme despacito aquel culo, sus ligeros gritos de dolor empezaron a convertirse en gritos de placer. Mis embestidas sonaban contra su culo (plas plas plas…) y ese sonido me excitaba tanto que provocaba fuesen mas violentas, notando como sus nalgas chocaban contra mis ingles comencé a follármela con tanta fuerza que parecía que me hubiera saltado algún que otro paso previo, se notaba que a la vecinita le encantaba que le dieran por el culo.
- Daniela, voy a sacar todo lo que tienes de puta dentro.
Estaba tan cachondo que tenía que concentrarme por no correrme al instante, mientras la embestía con fuerza no perdía oportunidad en manosearle esas tetazas, su respiración agitada, acalorada , su culo acompañando el movimiento, le subí las piernas y ella con sus manos por detrás abrió aún más si se podía el culo, que vista me ofrecía, que ojete mas grande tenia la puta, agarré sus tetas y pellizque lo más que pude sus pezones, ella abría la boca como si estuviera acostumbrada a una segunda polla, por primera vez la bese. Ofreció su boca, labios entreabiertos, le metí la lengua todo lo que pude. Respondió. Luego introduje cuatro dedos y los lamia, chupaba, sacándolos a ratos para darle bofetadas, a la vez que la insultaba tratando de no despertar a mi madre, lo que me recordó de pasarle mi polla por su boca nuevamente, pero esta vez con el sabor del culo de su amiguita, la vecina.
La escasa moral que me quedaba se iba desvaneciendo poco a poco, saqué la polla y la lleve directa a su boca, la muy zorra al sentirla en sus labios los abrió y la tragó entera, la metí hasta chocar mi pelvis con su nariz, me estaba volviendo loco de placer, me la estaba follando por la boca.
- ¡Así “mama”, así! ¿Tus amigos también te follan de esta manera? Seguro que se lo has mamado a más de uno, puta de mierda.
No sabía porque estaba diciendo esto, pero mi madre despertaba en mí los instintos más salvajes.
- No sabes cómo me pones mami
Le dije con el tono de voz más bajo posible. Aunque intentaba controlar mis gemidos estos eran bastante notorios mientras mi madre abría su boca y me restregaba su lengua por mi polla, estaba tan cachondo que era un milagro que estuviera aguantando tanto.
Seguí sobándola y embistiéndola, mi madre instintivamente y sin inmutarse ni abrir los ojos lo disfrutaba.
- Solo una vez mamá, si solo me dieras una oportunidad de follarte te juro que te haría sentir como nadie hasta ahora, y por lo que veo bastantes pollas te has tragado, mira como está Daniela toda chorreada.
Como engaña la condenada, parecía modosita, que no rompe un plato y hasta creo que en sus fiestas se emborrachan y se la follan, a saber que hará con Daniela cuando salen a comprar ropa.
Todo esto me parecía irreal, como un sueño, no sabía si volver al culo de Daniela o seguir rompiéndole la garganta a mi madre, bendito dilema.
Seguía follándole la boca a mi madre, sacándole por un momento el pedazo de carne de la boca, el cual quedó unido a su boca por varios hilos de baba espesa, que fueron descolgándose para ir cayendo sobre su barbilla y pechos, recogiéndola con mis dedos y restregándola por toda su cara, le tomé por su pelo y comencé a agitar su cabeza con velocidad y profundidad, ignorando sus sonidos guturales y arcadas.
Con la otra mano le abrí la boca todo lo que pude para introducir el capullo milímetro a milímetro. Solo con la punta adentro comenzaron sus arcadas, tenía la lengua totalmente fuera, comenzando a caer un hilo de saliva desde la punta de esta al que le siguieron una gran cantidad de ellos.
Los recogía y restregaba por sus tetas, las tomé y como pude las saqué del sujetador, ya no había marcha atrás, desabotone por completo la camisa que llevaba, desabroché el sujetador y pude tener esas hermosas tetas a mi placer, sin esperar un segundo coloqué mi polla en medio y apreté fuertemente sus tetas haciéndome una rusa espectacular con las tetas de mi madre, sus pezones enormes duros, parecían dos micro penes, los agarré y con ellos movía sus tetas, parecían dos flanes, que vista mas espectacular, a ratos metía nuevamente mi polla en su boca para humedecerla y regresaba a sus tetas, sentía que en cualquier momento me correría y tenia que decidir donde dejar mi leche, si en la boca o las tetas de mi madre o en el culote de Daniela, la sensación de romperle el culo me apetecía, al final después continuaría con mi madre.
Me levante y fui hacia el culo de Daniela, estaba a reventar, sin contemplación metí mi polla por su culo aprovechando que seguía húmedo, Daniela no se lo esperaba, lanzó un gemido y enseguida se incorporó a mis embestidas, sabía que descargaría toda mi leche en el interior de su culo el sonido de mi pelvis contra sus nalgas me excitaba mas, cogí sus pezones y los estire todo lo que pude hasta escuchar un gemido de dolor de la vecina, le tome de la boca e introduje mi mano…
Chúpala perra estas deseando que te perfore por todos lados, comete mi polla...
Siiiiiiiiiii, cómeme, rómpeme el culo, que rico, Follame, lo deseaba, córrete en mi culo…
Sabía muy bien que así sería, con la fuerza de mis embestidas sabía que estaba próximo a correrme, cuando me disponía a sacarlo para echarle encima toda mi lefa, ella con su experiencia me tomo con sus piernas y apretó mi culo contra ella haciendo que toda mi leche se regara dentro de su culo, era un chorro fuerte, potente, caliente, poco a poco fui mermando el ritmo, estaba exhausto, rendido.
Daniela arrodillada en el suelo, tomo mi polla y se la metió en su boca, exprimiendo las ultimas gotas, yo tuve que sentarme y ella no se despegaba de su biberón.
Solo recuerdo a Daniela chupando, lamiendo y jugando con mi polla, no se cuanto tiempo pasó, solo empecé a escuchar un timbre, poco a poco fui espabilando hasta caer en cuenta que llamaban a nuestra puerta.
Quien podría ser a esas horas, algo asustado miré por la mirilla, era el esposo de Daniela.
Traté de organizar un poco, vestí a Daniela, al menos un poco decente, igual hice con mi madre, intentando no se notara nada de lo que allí había pasado.
Fui a la puerta y allí estaba Roberto.
Continuará.