El cumpleaños de los disfraces (Parte 3)
Una amiga de mi novia quiere celebrar su cumpleaños con una fiesta de disfraces...
Tercera parte de esta serie. Diviértanse...
Aquí esta la primera parte: http://www.todorelatos.com/relato/85904/
Aquí está la segunda parte: http://www.todorelatos.com/relato/85937/
Paso Casi un mes después de que Marta y yo tuviéramos sexo en el probador de aquella tienda. Cris nunca sospecho nada. Aunque lo más raro fue que nuestra actividad sexual aumento considerablemente, eso si, nunca había vuelto a hacerlo con Marta.
Se acercaba el cumpleaños de Carla, una amiga de mi novia, de la misma edad. Ella es pelirroja y tiene ojos de color miel. Es un poco más baja que Cris, pero tenía un culito y unos pechos que poco tenían que envidiar a los de Cris o Marta, añadido a su delgado cuerpo, la hacían parecer una muñequita con grandes dotes. Siempre que podía echaba una miradita, pero nunca hice nada mas, tenía suficiente con Cris y Marta, aunque como ya dije antes, no volví a hacer nada con esta ultima.
La cuestión era, que ella vivía sola en una casa de sus padres y aunque tenía novio, este no vivía allí por razones familiares y esta quería celebrar su cumpleaños con unos pocos amigos, entre los que estábamos incluidos. Nuestra sorpresa fue grande cuando nos dijo que sería una fiesta de disfraces.
Marta se emociono mucho, pero la idea de disfrazarnos a Cris y a mí no nos gusto mucho, pero aun y todo teníamos pensado ir.
Yo elegí un mono azul, tipo fontanero que nos recordó al trío con Marta, y para no pasar frio me coloque debajo una licra negra de manga corta, que se ajustaba bien a mi cuerpo y me marcaba más los músculos del torso, cosa que agradaba a Cris, y ella se disfrazó de bruja sexy, con un corsé rojo y negro y una minifalda a juego, acompañado de unos tacones altos y negros, que le quedaban increíbles.
Por su parte, Marta, se disfrazo de Azafata con una camisa blanca, con pocos botones abrochados, dejando ver un gran escote, un pañuelo al cuello que le quedaba muy sexy y una minifalda de color azul oscuro muy pegado y al igual que Cris tenía unos tacones altos.
Fuimos en mi coche ya que Carla nos había invitado a dormir en su casa, por que tenía varias habitaciones libres. Cris y yo ocuparíamos una (Ya me entendéis, jeje). Llegamos a su casa sobre las 10:30 de la noche. No fuimos los primero en llegar, pero tampoco los últimos. En el salón ya había un par de chicos hablando con dos chicas, y una pareja, de la cual la chica era de la cuadrilla de mi novia.
Nos acercamos a ellos y tras saludarlos, cogimos una baso con algo de alcohol y estuvimos hablando, y por qué no, mirando a las chicas.
Carla iba disfrazada de enfermera sexy. Su traje llegaba justo hasta la mitad de sus muslos y al igual que Marta, tenía varios botones desabrochados dejando ver su escote. Tenía unos zapatos de tacón blancos de media altura y unas medias blancas transparentes de liga, que supuse que irían unidos a un liguero del mismo color, pero este se escondía bajo el disfraz.
Parecía que todas habían quedado en ir con disfraces sexis y provocadores. Y no iba a ser menos Silvia, la otra amiga. Era parecida a Cris y Marta, aunque un poco mas rellenita, aunque eso te hacía pensar ¡Así, hay mas donde tocar!. Tenía el pelo castaño y ojos del color como la coca-cola. Llevaba un disfraz de pirata, como no, sexy que iba a conjunto con el de su novio.
Según Carla, aun faltaban su novio y otros dos amigos suyos por venir. Al cabo de un rato aparecieron aquellos dos amigos, uno de ellos con su pareja. La cosa se fue animando mientras hablábamos entre todos y seguíamos bebiendo. Yo solo me bebí un vaso de ron con coca-cola, después solo bebí naranja. Por el contrario el resto del mundo ya iba por su segundo vaso.
Alrededor de la 1:30 de la mañana uno del grupo de chicos propuso salir a dar una vuelta e ir de bares o a una discoteca. Pero yo, viendo el estado de Cris y Marta, decline la oferta y las obligue a quedarse. Por su parte, Carla hizo lo mismo, para no dejarnos solos y porque no estaba de humor, ya que su novio no había venido (Según supimos, un familiar suyo tuvo un accidente). Esto propicio que Silvia también se quedase, ya que también iba a dormir en la casa y no quería llegar a las tantas y molestar al resto.
Así que al final, nos quedamos Silvia y su novio, Carla, Marta, Cris y yo. Estuvimos en el salón, sentados en los sofás hablando tranquilamente con la música a bajo volumen. Los temas eran muy variados (Ya os podéis imaginar, con el alcohol) pero sabiendo lo que les gustaba a estas chicas el sexo y hablar sobre él, en ningún momento metieron el tema. La verdad es que fue el rato más agradable de la fiesta. Todos tranquilos, hablando y contando cosas, mientras bebíamos de nuestros vasos.
Sobre las 3:00 de la mañana, Marta, que ya tenía varias copas encima, estuvo a punto de caer al suelo y el resto del tiempo resistía por no quedarse dormida, por lo que a consenso con Cris, decidimos que la llevase a cuarta para que se durmiese. La cogí en brazos e hice lo acordado, pero cuando esta quedo encima de la cama me agarro de la mano y casi llegó a tirarme sobre ella en la cama.
-¿Qué haces, Marta?
-Follame, Javi
-Sabes que no. Y punto.- Le dije rotundamente, liberando mi brazo de su agarre. La verdad es que deseaba hacerle el amor. Sobre todo estando disfrazada de azafata, y mostrando tanta carne.
-Vamooos - Ronroneó y me miro fijamente a los ojos.
-Tendrás que conformarte con esto.- Dije y le di un beso a la vez que introducía mi mano por debajo de su minifalda y le estimulaba el clítoris a través de lo que me pareció un tanga. La zona está completamente húmeda y caliente. Marta me abrazó por detrás de la nuca y me devolvió el beso. Unos segundos después me separé de ella y esta quedo tendida en la cama respirando fuertemente.
-Ahora estoy más cliente que antes.
Me acerque a su oído y le susurré algo. Ella pareció sorprendida y con una sonrisa en la boca, se dio media vuelta y cerró los ojos para dormir. Antes de salir, cogí una manta y se la puse por encima. Volví al salón, donde todos seguían igual, excepto los vasos que extrañamente, se habían vuelto a llenar. Me acerque a Cris y me senté a su lado.
-¿Está dormida?- Me preguntó Cris al oído.
-Sí. He tenido que pelear con ella, pero finalmente se durmió.- Le contesté.
-Gracias por llevarla.- Me dijo dándome un beso en la mejilla.
Estuvimos media hora más hablando, y finalmente todos decidimos ir a dormir. Las chicas, tenían demasiado alcohol encima y el novio de Silvia estaba que se dormía en el sofá. Silvia y su novio se fueron a su cuarto, mientras que Carla se fue al baño y yo tuve que llevar a Cris en brazos a nuestro cuarto.
Cuando llegamos allí, Cris hizo lo mismo que me hizo Marta, pero esta vez me deje caer encima de Cris, y comenzamos a besarnos. La cantidad de alcohol en su cuerpo añadido a lo excitada que se ponía solo con saber que tenia puesta la licra hicieron que Cris en seguida estuviese completamente húmeda y solo busco quitarme el mono por la parte de arriba dejando al aire mi torso con la licra.
-Como me pones, Javi.- Me susurró pícaramente mientras me acaricia el torso. Finamente decidió quitarme la licra y el mono completamente, dejándome desnudo. Me tumbo en la cama y comenzó a hacerme una mamada. Estaba tan excitada y borracha que me hizo una de las mejores mamada que me ha hecho nunca.
Poco después se levantó y con movimientos sexis, comenzó a desnudarse. Primero el corsé, dejando al aire un precioso y sexy sujetador de los mismos colores que el corsé. Después deslizó su minifalda dejando a la vista un tanga a juego con el sujetador. Su movimientos provocativos, y su falta de ropa, hicieron que me excitase como nunca, pero entonces algo llamo nuestra atención.
-Ejem...- Carla se encontraba apoyada en el marco de la puerta, aun con el disfraz de enfermera. -¿Me dejáis unirme?
Cris y yo nos quedamos completamente sorprendidos y mi primera reacción fue mirar a Cris. Pero ella estaba mirando a Carla, como analizándola.
-Claro, ¿Por qué no?- Contestó encogiéndose de hombros y tendiéndole una mano a Carla.
Yo no podía créelo. Por segunda vez, Cris había decidido tener un trió con otra chica sin si quiera preguntármelo. Aunque he de admitir que yo no me iba a quejar.
Carla llego a la altura de Cris y miro fijamente mi pene.
-Es como tú lo decías, guarra.- Le dijo a Cris sin apartar la mirada.
-Lo ves.- Le contesto Cris como si dos niñas hubiesen hecho una apuesta y ella hubiese ganado. -Ven aquí.- Le dijo a Carla, cogiéndola por sorpresa y comenzó a besarla. (Quiero comentar, que nunca me imaginé que a Cris, le pudiese gustar estar con otra mujer, pero según me contó después, le gusta excitarme aunque sea de esa manera y no era tan desagradable como ella llegó a pensar en el pasado).
Allí estaban la enferma y la bruja besándose delante mío. Cris no espero ni un segundo y le desató todos los botones del disfraz de Carla, haciendo que este cayera al suelo.
Tal y como había imaginado, Carla, llevaba un liguero de color blanco unido a la liga de las medias. También tenía unas braguitas bastante sexis a conjunto con un sujetador sin tirantes. Aquellas dos parecían a verse olvidado de mi y siguieron besándose y tocándose los pechos y el culo, además de acariciarse el resto del cuerpo. Parecían respetarse la zona intima de la otra, ya que cuando sus manos se acercaban a esa zona daban un rodeo y seguían acariciando el resto del cuerpo.
Cansado de esperar y ver como solo ellas disfrutaban me acerque al borde de la cama, donde ellas estaban de pie disfrutándose, me senté, y lleve mis manos hasta su culos. Ambas dieron un pequeño brincó al notar mis manos en sus cuerpo pero siguieron a lo suyo, mientras yo disfrutaba de ellas.
Finalmente decidieron hacerme un poco de caso, y mientras Carla se arrodillaba ante mi Cris se quitó el tanga y me obligó a tumbarme para ponerme su vagina en mi cara. Sabiendo lo que tenía que hacer comencé lentamente a pasar mi lengua por toda la zona, sabiendo que aquello le gustaba mucho. Por su parte Carla ya había empezado a hacerme una increíble mamada, incluso mejor que la que hacía poco me estaba haciendo Cris.
Su lengua, sus labios, sus manos... Era capaz de excitarme más de lo que yo pensaba que se podía, y aquello provocó que la comida que le estaba haciendo a Cris, fuera más fuerte de lo normal, haciéndole gemir y respirar fuertemente, por lo que mucho antes que nunca, Cris tuvo su primer orgasmo. Aun así, yo seguí a lo mío mientras Carla seguía a lo suyo.
Poco después Carla paró.
-Oye, Cris, yo también quiero...- Ronroneó sensualmente mientras seguía masturbándome.
Cris, se quito de encima de mi tirándose sobre la cama y pude ver a Carla quitarse la braguita sin haberse quitado el liguero previamente. Aquello me volvió loco. Tengo un serio problema con las medias altas, las ligas y los ligueros, y ver la depilada y rosadita vagina de Carla acompañada de aquella ropa interior me excito todavía mas. Al igual que Cris, mantuvo el sujetador en su sitio, y se colocó en la misma posición que Cris, segundos antes.
Agarré a Carla fuertemente de las caderas y la apreté contra mi cabeza mientras hundía mi boca dentro de su vagina. Estaba muy húmeda y no dude en pasar mi lengua por todos lados. Carla gemía sin parar mientras me agarraba la cabeza y respiraba fuertemente. Al igual que Cris en menos de lo que ella esperaba tuvo su primer orgasmo. Ella también cayo rendida sobre la cama al lado de Cris, la cual le acaricio la cara y le dio un beso.
-¿Qué tal? ¿Es cómo te dije?
-Ya te digo.- Le contestó Carla cogiendo aire. Se volvieron a besar mientras las miraba, y cuando terminaron se volvieron hacia a mí.
-No te creas que ya hemos terminado.- Me dijo Cris gateando hasta mi y comenzando a masturbarme.
-No, no.- Dijo Carla, incorporándose y quitándose el sujetador dejando al aire sus grandes pechos. Al igual que los de Marta y Cris, los pechos de Carla aun estaban en su sitio y tenían unos pezones grandes. Se acerco a mí, y se colocó al otro lado de donde estaba Cris. Le cogió el relevo y comenzó a masturbarme mientras Cris también se quitaba el sujetador.
Antes de poder si quiera tocarlas a cualquiera de las dos, Cris me obligo a tumbarme de nuevo pero esta vez ambas se acercaron a mi pene y comenzaron a lamerlo y finalmente empezaron a hacerme una doble mamada. La doble mamada de Cris y Marta, fue increíble y nunca la olvidare por que fue la primera que recibí. Pero la de Carla y Cris no fue normal. Parecía que se compenetraban perfectamente (Y puedo asegurar que Cris solo ha mantenido relaciones sexuales conmigo). Sus lenguas jugaban con la punta de mi pene a la vez que jugaban entre ellas. Eran capaces de masturbarme con una boca a cada lado, como si solo una lo estuviese haciendo. Sus miradas llenas de morbo y excitación se mezclaban y después me miraban llegando a excitarme más.
Pude ver cómo mientras no separaban sus bocas de mi miembro, se masturbaban entre ellas o se agarraban los pechos para excitarse más. Tras un buen rato, Carla le susurro algo al odio a Cris, a lo que esta primero se sorprendió, pero que gracias al alcohol y la excitación acepto con un gesto de cabeza. Sin si quiera esperármelo ambas acercaron sus pechos hasta mi pene y comenzaron a masturbarme con ellos. Sus pechos eran suaves e inundaban mi pene el cual parecía ahogarse entre los cuatro pechos y de vez en cuando salía para coger aire volver para adentro. Fue una sensación única, ya que nunca antes Cris se había atrevido a hacerme tal cosa. Además para agrandar la excitación que llevaba encima, ambas sacaron sus lenguas y cada vez que mi pene emergía de entre sus pechos lo lamian y volvían a esperar a que apareciese para repetir el proceso.
-Chicas... Esto es demasiado... Acabo...- Les avise, pero ellas no se detuvieron y acabe eyaculando llenando de semen los cuatro pechos, sus bocas y sus caras.
Ambas pararon y rieron mientras recogían todo el semen que había en su cara y su pechos y se lo llevaban a la boca, para después besarse. Aquello provocó que mi pene si en algún momento hubiese dejado de estar grande, volviese a estarlo.
-¿Te crees que esto es suficiente?- Me pregunto irónicamente Cris, mientras se acariciaba el clítoris. -Yo todavía quiero más, necesito mas... Y tu ¿Carla?- Le preguntó sin dejar de estimular su propio clítoris.
-Yo también...- Ronroneó excitada. -Quiero mas...
La verdad, si el hecho de que se hubiesen besado con mi semen en sus bocas, no me había encendido, escucharlas pedirme de esa manera que todavía querían mas, me lleno de una fuerza que nunca creí que podría llegar a tener después de haber eyaculado.
-¿Quien quiere ser la primera?- Pregunte incorporándome y mostrándoles el tamaño que había adquirido mi pene.
-Empieza por ella, pero antes déjame...- Dijo Carla, antes de comenzar a chuparme el pene de arriba a abajo. Fue una sensación bastante grata y pude ver como Cris no hacía más que excitarse viendo a Carla jugar con mi pene. Tras unos increíbles segundo Carla se detuvo y se colocó detrás de mi, masturbándome lentamente. -Ven Cris, que Javi tiene algo para ti.- Su voz sonó provocadora y mi novia no pudo hacer otra cosa más que acercarse y colocar se a cuatro patas.
Yo acerque mi pene mientras Carla seguía masturbándome y tras humedecer la punta con los fluidos de Cris, introduje lentamente mi pene en la vagina. Una vez estuvo completamente dentro Carla soltó mi pene y por debajo de mis piernas comenzó a estimular el clítoris de Cris, a la vez que yo empezaba a penetrarla a buen ritmo. No tardo ni medio minuto en comenzar a gemir, cosa que hizo que Carla y yo nos excitásemos aun mas, ya que yo aumente mi ritmo y Carla, tras pasar por entre el hueco de mis piernas comenzó a lamer el clítoris de Cris. De vez en cuando pasaba a lamerme mis testículos, para que yo me excitara mas.
-Carla... Umm... Dame tu coño...- Le pidió Cris, mientras yo seguía penetrándola.
Como si lo hubiese estado esperando, Carla, salió de entre mi piernas y se tumbo delante de Cris con las piernas bien abiertas, a lo que Cris respondió con un gran lametón y después se hundió allí dentro. Podía ver a Carla muy excitada, gimiendo, mientras se agarraba los pechos o se pellizcaba suavemente los pezones, a la vez que con la mano libre acariciaba a Cris en la cabeza, empujándola contra su vagina de vez en cuando. Todo esto mientras yo seguía penetrando a Cris.
Su vagina se humedeció considerablemente, y con un gran gemido, acompañado por los gemidos de Carla, Cris llego a un nuevo orgasmo. No por ello dejo de lamer la vagina de Carla. Mientras tanto yo me había acercado a Carla y estaba agarrándole los pechos y se los lamia a la vez que le pellizcaba suavemente los pezones. Esta combinación entre Cris y yo, dio como resultado que Carla aumentara la intensidad de los gemidos y que finalmente alcanzara otro orgasmo.
Cris se aparto de la vagina de Carla, para coger aire, y yo aproveche ese momento para colocarme entre las piernas de Carla y penetrarla. Un nuevo gemido salió de su boca al notar todo mi pene dentro de su vagina. Y como todavía no se había recuperado del orgasmo, aquella penetración le resultó todavía mas gratificante. Y respondiendo a su anterior petición después de mi primera eyaculación, comencé a penetrarla a un ritmo lento pero con fuertes embestidas.
Cris se acerco a los pechos de Carla y comenzó a saborearlos provocando que Carla volviese a gemir. Su vagina estaba muy húmeda lo que propicio a que yo aumentase ligeramente la velocidad de mis embestidas. Tras unos segundo en los pechos de Carla, Cris se levanto y le puso su vagina en la cara colocándose frente a mí, a lo que esta respondió con unos buenos lamentos, lo que provocó que ambas gimiesen de placer.
Cris y yo nos mirábamos mientras Carla lamia el clítoris de Cris y yo penetraba la vagina de Carla. Nos besamos con intensidad y aproveche para agarrar los pechos de Cris y Carla a la vez. Ellas seguían gimiendo. Nuestro cuerpo ya estaban llenos de sudor y al acariciarnos entre nosotros, la sensación era mayor. Y por qué no decirlo, ver a aquellas dos diosas completamente sudadas me excito mas. Un rato después Carla y Cris tuvieron otro orgasmo. No por ello deje de penetrar a Carla, la cual mantuvo la intensidad de los gemidos, gracias a lo sensible que se encontraba, pero gracias a que Cris se aparto, para recuperar el aliento, Carla consiguió tirarme hacia atrás y quedarse encima de mí.
-No, no, chico malo.- Me dijo muy cerca de mí, y negando con el dedo índice de su mano derecha justo en frente de mi cara. -No me gusta que el chico tenga la iniciativa, aunque he de admitir que me ha encantado... Pero de todas formas voy a castigarte.- Me dijo al oído, y tras darme un lametón en el cuello, puso sus caderas sobre las mías e introdujo mi pene en su vagina.
En poco segundos, sus pechos botaban con el vaivén de los movimientos de sus caderas. Nunca una mujer me había cabalgado de aquella manera, y el movimiento de sus pechos me tenia hipnotizado. Pero para sorpresa de los dos, Cris apareció tras Carla y paso sus brazos por debajo de los de Carla y le agarro ambos pechos, haciendo que la excitación de Carla aumentase, y asomo su cabeza por el lado izquierdo de Carla para besarla en el cuello, a lo que esta respondió con pequeños gemidos de placer, acompañados por los gemidos que le provocaba mi pene cada vez que entraba hasta los más profundo de ella.
-Eres una guarra, Carla. Así no se trata a mi novio.- Le riño Cris pellizcándole los pezones.
-Es que... Umm... Ya te he contado como soy en la cama...- Contestó Carla mientras gemía de placer. Sin poder aguantar más, giro su cabeza y comenzó a besar a Cris, mientras yo mantenía el rimo y esta le seguía estimulando los pechos.
Finalmente, tras un buen rato de gemidos, besos y demás, Carla tuvo otro orgasmo. Esta vez, estaba mas exhausta y tuvo que dejarse caer en la cama, a la vez que Cris, aprovechaba para ponerse encima de mí.
-Ahora me toca a mi.- Dijo, y comenzó a hacer lo mismo que escasos segundos me estuvo haciendo Carla. Aunque no era tan buena como Carla, sus ritmo era mayor. Sus pechos botaban descontrolados a lo que quise aprovechar para agarrarlos, pero unas manos me lo impidieron.
-Esta es por la de antes.- Dijo Carla, agarrándole los pechos, y pellizcándole los pezones más fuerte de lo normal, pero sin llegar a hacerle verdadero daño a Cris, a la vez que también le besaba en el cuello. Aquello le encantaba a mi novia, he hizo que se excitara mas y aumentara el ritmo de sus caderas. Cris gemía cada vez mas y verlas besándose y acariciándose, mientras Cris estaba encima de mí, acabó por llevarme a mi limite.
-Voy a.. Terminar...- Les avise a lo que Cris se aparto, dejándome levantarme y comencé a masturbarme para eyacular.
-Danos, danos...- Dijo Carla completamente excitada, cogiendo la cara de Cris y colocándose justo delante de mi pene, a la vez que se besaban. Aquello me excito lo suficiente para terminar por eyacular y echarles todo el semen en un lateral de sus caras. Se limpiaron mutuamente ante mis ojos, y Carla lamio mi pene buscando un poco mas de semen.
Tras mi segunda eyaculación caí derrotado sobre la cama boca arriba. Carla y Cris se pegaron cada uno de mis lados y yo las abracé con los brazos.
-Ha sido increíble.- Me felicitó Cris dándome un beso en la mejilla.
-Ya lo creo.- Dijo Carla, dándome otro beso en la otra mejilla.
-Gracias a vosotras, chicas.- Le dije dándoles un beso en la frente a cada una.
Los tres nos quedamos dormidos en aquella posición. Sobre las 11 de la mañana siguiente un ligero ruido me despertó. No sabía dónde ubicarlo, pero al abrir los ojos pude ver a Cris y a Carla casi apoyadas en mi torso, hablando. Me pareció entender alguna parte de su conversación (Todo relacionado con la noche pasada), pero cuando me vieron se giraron hacia mí.
-Buenos días, cariño.- Me dijo Cris, dándome un pico.
-Buenos días, machote.- Me saludo Carla guiñándome un ojo.
-Buenos días, chicas.- Les salude yo. Volví a apoyar la cabeza sobre la almohada mientras ellas siguieron hablando y comentando cosas. La verdad es que me alegraba y me ilusionaba que aunque acaba de tener sexo con otra chica, mi novia, simplemente se dedicase a comentar lo ocurrido. Fue entonces cuando me acorde de Silvia, su novio y de Marta. -¡Ey! ¿No creéis que es peligroso que permanezcamos así?- Estaba claro que a mí no me importaba, pero no sabía cómo podía sentar a los otros tres, encontrarnos a Cris, Carla y a mí, desnudos en la misma cama.
-Es verdad.- Se sorprendió Cris, entendiendo lo que quería decir.
-Silvia y su novio, se tenían que ir pronto, por lo que se habrán ido sin molestar. Y Marta...- Los tres nos quedamos cayados, sabiendo que ella había estado en la habitación de al lado. -Estaba muy pedo, seguro que todavía duerme.
No sabía si relajarme tras ese comentario, pero a Cris y a mí, nos sirvió para tranquilizarnos un poco.
-Me voy a la ducha. -Comentó Carla levantándose. No pude evitar mirarla y disfrutar de su culo, sus curvas y sus pechos, lo que provocó que mi pene aumentara de tamaño, cosa que no paso desapercibida para Carla. -Si queréis mas de lo de ayer, ya sabéis donde venir, jiji...- Rió mientras me guiñaba un ojo.
-No te emociones, Carla. Esto ha estado muy, pero que muy, bien, pero tú tienes novio, así que tranquilízate.- Le contestó Cris, mirándola, mientras yo aprovechaba para esconder mi erección.
-Jooo...- Carla fingió entristecerse y se marcho de la habitación, dejándonos solos a Cris y a mí.
Nos miramos y nos besamos, y estuvimos a punto de volver a hacerlo, pero nos acordamos de Marta, por lo que nos detuvimos. Tras ducharnos por separado y despertar a Marta, la cual llevaba un resaca de espanto, tuve que bajar al coche a por la ropa de cambio que se nos olvido subir la noche anterior. Y tras vestirnos y despedirnos de Carla, nos marchamos a nuestras casas. El viaje en el coche, fue bastante tensó ya que Cris y yo, sabíamos que cabía la posibilidad de que Marta nos hubiese escuchado tener sexo con Carla. Pero llegué a dejarlas en su casa sin ningún incidente.
Al siguiente día, mientras esperaba a que mi novia saliera de la ducha, ya que habíamos quedado para ir al cine, Marta me confesó que nos había escuchado perfectamente a mí, a Cris y a Carla, mantener relaciones sexuales la noche del cumple de Carla. Yo me asuste por cualquier tipo de reacción, pero ella me sorprendió diciendo, que todo el rato que estuvimos dándole al tema, ella estuvo masturbándose llegando a tener orgasmos igual al número de orgasmos de Carla y Cris juntas. Sí, lo admito, aquello me excito un montón. Saber que Marta se masturbaba mientras tenía un trió con su hermana y una amiga me excito tanto que un bulto asomo en mi pantalón, pero fui lo bastante rápido como para ocultárselo a Marta. La cual se despidió de mi, diciéndome que otro día teníamos que repetir lo de aquella velada o lo del probador.
Cuando mi novia salió de la ducha, tuvimos sexo durante un buen rato, por culpa de Marta. Pero eso quizás os lo cuente otro día.