El cumpleaños de la amiga de mi novia
Nos invitó a su fiesta de cumpleaños a mi novia y a mi, pero nunca esperaría el regalo que le dí.
Mi novia tenía una importante red de amistades. Una de ellas cumplia años el siguiente fin de semana por lo que nos invitó a celebrarlo saliendo a beber y bailar.
El plan era quedar todos juntos, mi novia, su amiga, otro grupo de conocidos (de los cuales solo me sonaba el nombre) y yo, cenar y beber en una taberna cercana al centro de la ciudad y de ahí pasar todos al club donde teníamos, segun me habia comentado mi novia, una mesa reservada y algunas botellas de alcohol.
Así pues llegó el fin de semana y comenzamos a prepararnos para asistir a tal anunciado evento social. Debo decir que mis ganas de no ir eran palpables, ya que no conocía en profundidad a esta muchacha, pero decidí asistir únicamente para hacer compañia a mi chica.
Decidimos ponernos guapos para el evento, yo con mi clásico atuendo de vaqueros azul oscuro, blanca y americana marrón mientras que ella optó por un conjunto de lencería negro de dos piezas y vestido negro con franjas blancas que (según ella) refractaria la luz en la discoteca y quedaría muy bonito a la vista.
Dicho esto nos pusimos rumbo al citado lugar. Al llegar ya había gente hablando con la cumpleañera por lo que nos acercamos e integramos al grupo. Esta chica parecía radiante, llevaba un body rojo con un gran escote (el cual no pude evitar mirar ya que realzaba muy bien unos pechos grandes y con buena forma) y una falda negra corta (no pude entonces fijarme en todo su físico, personalmente soy un hombre muy amante de los culos, pero esta vez no logre vislumbrar) y unas medias y tacones. Nos acercamos, dos besos, felicidades, su regalo, lo típico en estas situaciones. No sabía decir a quien le hizo más ilusión el regalo. A la cumpleañera por recibirlo o a mi novia por dárselo.
Estuvimos esperando y hablando un rato más hasta que terminaron de llegar los que faltaban y entonces entramos al local. El lugar destacaba por la penumbra, luces de colores, música bien alta. Nos guiaron hacia nuestra mesa y allí nos sentamos. Termine quedando al lado de la muchacha del cumpleaños y al otro lado mi novia. Poco a poco fuimos hablando mas, riendo, bailando y bebiendo.
Como me había quedado con la intriga del culo de la cumpleañera a ratos trata de echar alguna mirada furtiva (no fuese a ser que me pillase mi novia) para poder comprobar si, además de estar dotada en cuanto a su pecho, tenía unas nalgas bonitas. Finalmente, pude lograr mi objetivo en una de estas que se levantó para alcanzar una botella de la mesa. Las medias iban cogidas a un liguero, la falda corta además, dejó vislumbrar que usaba tanga muy fino.
Ver todo esto, aunque fuese de una rápida pasada reconozco que me excitó. Y, sin contar el hecho de que me pilló mirándola el culo, se me empezaba a notar que la muchacha me despertaba cierto puntillo.
Ella debió percatarse y quiso entonces sacarme a bailar. Pidió, eso sí, permiso a su amiga, mi novia, y acto seguido me hizo levantarme para ir con ella para llevarme a una zona donde había un hueco. Me tomó de los hombros y yo a ella de la cintura y comenzamos a movernos.
-Te he visto como me miras. ¿Sabe tu novia que lo haces? -Me dijo acercando su boca a mi oído y riendo al terminar.
Su frase me dejó boquiabierto, pensé que ya me había metido en un lío y tendría que rendir cuentas después por ello, pero antes de que pudiese articular una sola palabra de excusa continuó hablando mientras se pegaba mas a mi.
-No te preocupes, no voy a decir nada, no soy de las que quieren romper relaciones. Además, tu a mi tambien me pareces muy mono -Continuó diciendo mientras soltaba una risita.
Reconozco que la situación me estaba excitando, no podía evitar echar un ojo hacia donde estaba sentada mi novia, la cual estaba entretenida hablando y riendo con el resto de personas y, además de que parecía que ya iba bastante bebida, no prestaba ninguna atención a donde estuviera yo.
Comenzó entonces a arrimarse cada vez más a mi, sus labios casi rozaban ya los míos mientras no apartaba la mirada de mis ojos. Podía sentir sus pechos comenzando a aplastarse contra mi torso y estoy bastante seguro que ella sentía perfectamente lo caliente que estaba cuando pegaba su cintura a la mía, momento en el que continuaba soltando risitas y mirándome de forma provocativa para excitarme más ya que sabía bien que lo estaba consiguiendo.
Su cadera seguía moviéndose al son de la música, mis manos bajaban hasta su culo de manera tímida ya que, pese a lo caliente que estaba ya, seguía teniendo el temor de que mi novia pudiese vernos, aunque la situación de riesgo me excitaba más de la cuenta. Y sin duda, a mi compañera de baile también.
Su lengua a ratos rozaba mis labios en señal de tentación. Pegaba a drede su cintura a la mía buscando, pienso, sentir lo dura que me tenia la polla a estas alturas. De repente se dio la vuelta para pegar su culo contra mi cadera y moverlo de esa manera. Me agarró las manos y comenzó a acariciarse con ellas, desde su cintura, subiendo hasta sus tetas, las cuales dio una lenta pasada, y bajar hasta más abajo de su tripa. Justo en lo más interesante volvió a darse la vuelta y pegarse a mi. Su boca se dirigió directamente a mi oreja.
-Ya veo que te está gustando el baile. Pero tengo que dejarte aquí, tengo que ir al baño. -Me dijo para terminar soltando:
-¿Vienes?.
Estupefacto la vi darse la vuelta y alejarse unos pasos para girar la cabeza y volver a mirarme sonriendo. Observé entonces el horizonte. Mi novia seguia hablando y riendo, el resto de gente del cumpleaños parecía no haberse enterado de nada. Decidido entonces desequilibre mi cuerpo hacia delante para dar el primer paso y seguirla.
Cuando llegue a su altura me agarro la mano y tiró de manera decidida. Nos guió hacia el baño, entró decidida, no había cola, dentro del baño apenas un par de muchachas en las cuales ni me fijé. Tiro de mi hasta el ultimo cubiculo, abrió, me dejo entrar y cerró sin pensarselo dos veces.
Se abalanzó sobre mi boca mientras con su mano derecha me tocaba el paquete por encima. Metió su lengua casi hasta mi garganta, me costó un par de segundos reaccionar y creerme lo que estaba pasando. Pero rápidamente tome las riendas de la situación. Agarre con mis manos de su culo, cada una en una nalga, y tire fuerte hacia arriba mientras seguía besándola. Con mis dedos comencé a subir su falda para terminar agarrando se culo que me estaba perdiendo durante toda la noche directamente en carne.
-¿Te pensaras que no me he dado cuenta de que me mirabas el culo toda la noche eh? -Me decía entre besos. Guardaba ese tono de chulería en su voz que me estaba excitando a mil.
Comencé entonces a desabrocharme los pantalones torpemente. Ella se dio cuenta y reculó un poco para agacharse. No pude terminar de desabrocharlos bien cuando sus manos ya quitaban las mías. Terminó de hacerlo y nada más salir mi polla de su escondite la recogió con su bota. Se la tragó entera de una tacada, no daba crédito.
Al principio movía su cabeza lentamente mientras trataba de dejar que mi polla entrase tan al fondo como pudiese. Agarre entonces con las manos un mecho de pelo de su nuca y empecé a moverme yo. Ya parecía haber cogido la soltura inicial y aguantaba bien el intento de mi cadera de presionar mas y mas al fondo. Empujaba y empujaba, cada vez viendo como iba babeandome mas la polla, hasta que en una de estas aprete y la mantuve dentro, soltó entonces una pequeña arcada y se retiró un poquito. Nos miramos riendo, pensando en que habría gente fuera. Pero no pareció darle mucha importancia ya que me la agarro con la mano y esta vez fue ella la que comenzaba a marcar el ritmo.
Mientras que con una mano acompañaba el movimiento de su boca, con la otra me agarraba los huevos y jugueteaba con ellos. Estaba poniéndome muy caliente, si es que eso era posible. Quitó entonces la mano que tenía alrededor de mi miembro, llena de babas, y se la llevó entre sus piernas. Pude vislumbrar que no se andaba con chiquitas, estaba metiendo tres dedos en el coño, sin ningún miramiento mientras se tragaba mi polla. Empezaba a notar como se movía su cuerpo a cada pequeña embestida de su mano ahí abajo. Sonaba muy mojado. Su mirada se alternaba entre mi pene y mi ojos.
Volví entonces a agarrar su cabeza, con más fuerza. Sentía como mientras le follaba la boca ella se estaba dando de lo lindo con sus dedos. -No se si voy a aguantar mucho más así. -La dije comenzando a sentir esa presión y cosquilleo característicos. Acto seguido, se levantó: -No te vas a ir de aqui sin follarme. -Respondió mientras se ponía de pie y daba la vuelta.
Se inclinó contra la pared dándome la espalda. Pude ver como caía por su pierna un chorro de flujo, estaba perrisima. Le agarre fuerte los cachetes del culo y me dispuse a meterla en ese coño ya empapado. La restregue primero la polla por todo su coño para empaparla bien de flujo y la dirigí a su agujero.
No había empezado a apretar ni un poquito cuando giró su cabeza para mirarme y me dijo en voz baja:
-¡No!, a ese ya le he dado caña yo solita, sube un poquito más.
Acto seguido lanzó su mano hacia atrás para agarrar una nalga y tirar de ella, dejándome ver el agujerito donde quería mi polla. No lo pensé ni dos veces, escupió directamente a su culo y lleve mi pene a la entrada. Empecé a presionar y a hacer pequeñas embestidas para que fuese entrando. Ella llevó la otra mano también para abrirse completamente el culo. Notaba como su esfínter iba ofreciendo cada vez menos resistencia hasta que finalmente logré entrar totalmente dentro de su culo. Sobra decir que estaba totalmente desbocado y caliente a más no poder. En cuanto sentí que mi tripa golpeaba su trasero la agarre con una mano del pelo y la otra en su cadera, agarrandola para apretarla contra mi a cada embestida.
Su cara de placer no tenía descripción, notaba como incluso salpicaba su flujo cuando mis huevos golpeaban su coño. Comencé a sentir la presión de querer correrme asique sin mas, tire de su pelo hasta dejar toda su espalda arqueada con su cabeza frente a la mía y le dije al oído:
-Voy a llenarte el culo de leche, por calentarme toda la noche.
Acto seguido, como señal de confirmación, echo ella sus manos hacia atrás de mi espalda, me agarró de la cadera como pudo, clavó sus uñas y me apretó hacia ella. Acompañé su empujón con otro mio y mantuve mi cadera apretada, tratando de llegar lo más hondo y profundo que podía. Fué en ese momento cuando descargue todo el calentón de la noche. Me corrí como pocas veces. Ella por su parte también. Notaba cómo le temblaban las piernas y perdía fuerza hasta para estar de pie así que la agarre por la cintura para evitar que se cayese.
Cuando recuperó un poco la fuerza se irguió para darse la vuelta y plantarme un beso en la boca.
-Me has llenado todo el culo de leche cabrón, esta te la devolveré. -Dijo con una sonrisita la cual acabé con otro beso más.
Ahora tocaba volver al grupo, no habíamos estado tanto tiempo en el baño por lo que no debía ser un especial problema. Ella me hizo señas para que fuese yo primero y así lo hice. Salí del baño con decisión y volví a juntarme con el grupo. Y allí estaban todos, nadie pareció extrañarse, ni a ella cuando volvió a los 2 minutos. Se sentó al llegar, me miró y fingimos que no había pasado nada el resto de la noche. Pero en mi mente, ese recuerdo se mantendrá alimentando todas mis fantasías.
Aquí termina mi segundo relato, me ha llevado algo más de tiempo confeccionarlo. Es una pequeña parte de mi vida que he querido compartir con todos vosotros que lo habéis leído.
Una vez mas, estoy abierto a conversar sobre experiencias, ideas y fantasías acerca de las cuales escribir, por lo que dejo mi email aquí: asmile1991@hotmail.com
Espero que lo hayáis disfrutado mucho, un beso!