El cumpleaños
El mejor cumpleaños de mi amante...
Este relato, es una fantasía, no solo mía, sino de alguien muy cercano a mí, mi confidente, mi amo
Conozco a Luis desde hace algún tiempo, desde el primer momento, creo que lo adoro Él es todo lo que yo buscaba en un hombre, a parte de un cuerpo, buscaba un sentimiento, una actitud, una caricia, un beso, sus manos
Desde el primer momento conectamos y sin darnos cuenta, comenzamos una relación sexual, muy sexual. Él era ardiente, pasional, todo lo que me hacia feliz y yo le complacía en todo, en ningún momento podía decirle que no, al contrario, le pedía y le pedía
Así pasamos algún tiempo, hasta que un día, él me dijo que quería confesarme algo no pensaba que era, así que me asusté un poco. Me lo dijo mientras estabamos en la cama, fumándonos un cigarro a medias después de haber follado como leones y de que el se corriera varias veces, tanto dentro de mí, como en mi estomago, mis tetas, mi boca
Comenzó a hablarme, yo apoyada en su pecho le iba escuchando "Quiero decirte, que estoy muy feliz contigo, que me encanta follar contigo, pero quiero pedirte una cosa" yo le dije que me lo pidiera, que quería complacerle por lo feliz que me hacia él a mí
"Bueno, pues es una fantasía que tengo desde hace tiempo, en la que tu entras, porque quiero que seas tu quien esté "
"Como sabes, tengo una hija, mi hija mayor ahora va a cumplir los 21 y me gustaría que para mi cumpleaños me hiciera realidad mi fantasía " Aunque me quedé un poco sorprendida, no me disgustó la idea, al contrario, yo conocía a su hija y me pareció un buen regalo para él.
Ella era alta, rubia, con el pelo lacio por encima de los hombros. Tiene unos pechos pequeños, pero muy bonitos y un cuerpo Mientras me lo decía la iba viendo y sin pensármelo dos veces le dije que quería hacer realidad su fantasía Su beso fue tan apasionado, que la lengua me llegó a la garganta y noté como su polla se ponía dura de la emoción. Me hizo el amor como nunca me lo había hecho y me corrí varias veces, al igual que él.
Se acercaba la fecha de su cumpleaños y yo lo iba notando algo nervioso, como un gato encerrado en una caja, porque yo sabia que todavía no le había dicho nada a su hija
Un día, me la encontré en la calle y como me conocía nos pusimos a hablar. No teníamos prisa, así que la invité a un refresco para poder comentarle yo la idea a ella pero de forma que no se notara mucho Mientras le iba hablando, le observaba todo su cuerpo e iba notando como me apetecía mas y más acariciarle los labios con mi lengua, besarle los pechos no le dije nada de la fantasía de su padre, pero le comenté que me apetecía mucho poder conocerla mejor, poder hacer cosas con ella que ninguna chica se las hubiera hecho. Pensé que la reacción iba a ser otra, pero me sorprendió, aceptó sin pensárselo dos veces. Me comenzó a decir que desde que me conocía le encantaba mi pelo rizado castaño, y que cuando me ponía escotes, no podía dejar de mirarme a los pechos, que le gustaban, grandes y con pezones grandes y que le apetecía mucho poder mimármelos igual que hacia su padre
Me corrió una corriente por la espalda de placer y no me lo pude reprimir, así que le dije que el día del cumpleaños de su padre, quería pedirle una cosa Ella aceptó antes de que se la dijera, y solo me dijo que si estaba yo que aceptaba sin pensárselo dos veces.
Llegó el gran día. Luis estaba algo nervioso, porque no sabia nada de la conversación que había tenido con su hija y lo esperaba con deseo
Le plantee una cena en mi casa, solo le dije a la hora que tenia que venir. Cuando llegó la hora llamó a la puerta y le hice pasar. Lo senté cómodamente y le di una copa. Mientras estaba terminando de poner la mesa se levantó y me abrazó por detrás, poniendo su cabeza en mi hombro y me preguntó cuál iba a ser su regalo le besé y le dije que ya lo sabría, que no tuviera prisa Cenamos tranquilamente los dos, le preparé su plato preferido, me había puesto su escote preferido y cuando llegaron los postres le dije que quería que se sentara a mi lado empecé a besarle, profundamente y el me iba acariciando, por debajo del escote. Sabia que íbamos a terminar en la cama y yo sabia el plan, pero el no así que todo iba perfecto. Como nos fuimos calentando, le dije de irnos a la habitación para estar más cómodos y porque allí tendría su sorpresa pasó él y se desnudó, despacio delante de mí y salió su polla cabeceante, erguida se tumbó en la cama, mirándome, mientras yo me iba desnudando, iba dejando escapar mis pechos del sujetador que tanto le gustaba de pronto, una mano me rodeó la cintura y comenzó a besarme en la nuca, en el cuello. El se quedó un poco blanco al verlo, porque se dio cuenta que era su hija vio como me besaba, como nos poníamos frente suyo, desnudas las dos, comiéndonos los labios de pasión, acariciándonos los pechos con nuestras manos
El se levantó, me miró, me separó de ella y me besó como nunca lo había hecho, profundo, cálido, apasionado Siguió hacia mis pechos, bajando su lengua por ellos hasta mis pezones, mientras su hija me besaba en los labios. Siguió bajando, hasta que comenzó a comerme el coño, allí depie, despacio, separándome las piernas y los labios y acariciándome con su lengua el clítoris los labios Yo disfrutaba y disfrutaba, mientras besaba a su hija y le iba besando en los pezones, se los iba poniendo duros y con mis dedos iba jugando entre su coño, joven, delicado
Luis me dio la vuelta y me apoyó en el armario, comenzó a penetrarme mientras a su hija le iba tocando los pechos Giré mi cabeza y le dije a ella que mirara en un cajón, donde tenia guardado mi consolador para las noches en las que no estaba Luis
Ella lo sacó y comenzó a chuparlo su padre me penetraba una y otra vez, hasta que noté como se corría y me inundaba con su leche. Entonces me tumbó en la cama y cogió a su hija
La tumbo en la cama también y el se puso entre nosotras dos mientras a su hija le dijo que se la mamara, yo fui acariciándola a ella y besándola. Le abrí bien de piernas, delicadamente, mientras le iba chupando los pezones, poniéndoselos duros duros, para que se mojara bien y pudiera meterle aquel juguete con el que iba a disfrutar tanto comencé a pasarle la lengua por su rajita, despacito, y a mojarla mas, con mi saliva y sus jugos . Su padre la tumbó, para que estuviera cómoda, entonces me cogió a mí, y volvió a penetrarme mientras yo lo hacia con su hija, se lo metía despacio, viendo como se retorcía de placer el no podía aguantarlo mas el placer y volvió a correrse entonces se tumbo en la cama su hija se puso con su coño a la altura de su cara y me ordenó que siguiera masturbándola, que quería ver como se corría en su cara. Yo seguí con la lengua jugando en su clítoris y metiendo y sacando el juguete de su precioso coño, viendo como se retorcía de placer y como iba llegando al final
Su padre, no podía mas que ir meneándosela a la vez que lo veía y me iba metiendo un par de dedos en mi coño, para que yo fuera disfrutando también. Se corrió su hija, con tanto placer que su padre lo hizo casi a la vez disfrutando de la vista del coño de su hija abierto y penetrado, mojado En toda la noche no se atrevió mas que a mirarla y acariciarle el pelo, mientras ella dormía y a mí me besaba y me decía "gracias por todo, ha sido lo mejor que me has podido regalar, te quiero".