El cuerpo de Tamara (2)

Tamara debe entregarse el cobrador del banco y cumplir sus deseos.

EL CUERPO DE TAMARA (2)

Pasaron los días y Tamara no podía borrar de la mente lo sucedido con esos tipos. Todas las noches al dormir soñaba con esos momentos y con cada una de las cogidas que tuvo. Pero los días eran diferentes a las noches; las llamadas de los acreedores eran incontables y en la mayoría de los casos las excusas que Tamara podía ofrecer no servían para detener las amenazas de embargo y hasta de la cárcel. Fue una de esas mañanas, poco después que Irene había partido al colegio que alguien llamó a la puerta. Tamara atendió y grande fue su sorpresa al encontrarse con el cobrador del banco y tres agentes de mudanza con cara de pocos amigos.

Srta, aquí tengo una orden y vamos a llevarnos todo lo que podamos hasta que nos pague salvo que tenga el dinero en este momento – dijo con firmeza el cobrador poniendo una mano en la puerta.

Pero he conversado con usted –le dijo visiblemente nerviosa Tamara- le he pedido mas tiempo.....por ahora no tengo trabajo y..- Tamara no pudo continuar porque de un empujón el cobrador y los hombres ingresaron a la casa.

¡Vamos muchachos! Lleven todo lo que puedan que su comisión esta de por medio-dijo el cobrador pero Tamara que había cerrado la puerta dijo

¡Espere! Quiero conversar con usted en privado.

Solo hablaré con usted si tiene como pagarme y le advierto que no quiero perder el tiempo.

Quiero hablar con usted de pagarle ahora.- dijo Tamara con seguridad.

Ambos pasaron al estudio y el cobrador le extendió unos documentos que buscó en su maletín.

Ahí esta el monto que por lo demás hemos discutido varias veces por teléfono. Bien ¿cómo piensa pagar?

Con esto –dijo Tamara que mientras le había dado la espalda se había desabrochado la blusa y el sostén – Quiero que me cobre la deuda – le dijo poniendo sus manos en las caderas y dejando ver a los ojos del cobrador unos senos firmes con unos pezones sonrosados. Ella lo miraba a los ojos esperando la respuesta.

El cobrador se quedo en silencio mirándola fijamente. Se acerco a ella y agacho su cabeza hacia el cuelo de Tamara, respirando su perfume. Luego la miró a los ojos y puso su mano sobre uno de los senos empezando a acariciarlo. Asi estuvo unos instantes y la dejo alejándose a donde había estado parado.

La deuda es grande – le repitó- ¿qué me ofreces exactamente?

Puedes hacer con mi cuerpo lo que quieras siempre y cuando la deuda se de por saldada.

Hummm. Una propuesta interesante pero temo que no eres la unica mujer que me lo propone ¿por qué habría de aceptar tu ofrecimiento habiendo rechazado a mujeres mas bellas que tu? – sus palabras hacían temer a Tamara un rechazo asi que decido jugarse el todo por el todo.

Pueden haber sido mas bellas pero no mas complacientes y obedientes que yo.

Eso deberás demostrarlo querida –dijo el cobrador

¿Qué quieres que haga?

Bien, veamos, esos tipos ahí fuera, debo pagarles por su trabajo y en realidad me gustaría hacer ciertos ahorros así que si eres capaz de ser el pago, me convencerías de tus intenciones y podremos negociar. – Tamara no esperaba semejante propuesta pero no había de otra y era la oportunidad de quitarse esa deuda de encima. Ella sabía que vendrían abusos pero mientras fuese obediente todas las cosas se quedarían en la casa.

Acepto –dijo sin mirarlo

Pues en ese caso desnúdate, quiero ver bien lo que estoy comprando

Tamara obedeció. Se quitó la blusa y el sostén que ya estaban abiertos y luego procedió a desabrochar sus jeans y bajarse sus bragas. Cuando quedo totalemnete desnuda el cobrador se acercó y paso sus manos por todo su cuerpo. Se detuvo en la vagina, tratando de ingrear los dedos y examinando las reacciones que eso provocaba en Tamara.

Estas seca- le dijo retirando su mano del sexo de Tamara- pero eso me sirve mas.- le dijo el sujeto y se encaminó a la puerta y la abrió, llamando a los otros tres. – No te cubras – le ordenó – quiero que te vean bien.

Si señor, en qu......- no termino la frase el primero de los cargadores al ver aTamara desnuda en medio de la habitación.

Pasen los tres – dijo el cobrador cerrando la puerta detrás del último – la señorita desea voluntariamente recompensarlos por el tiempo que han malgastado viniendo aquí, ¿no es verdad? – Tamara afirmó con la cabeza

Perdona pero no hemos escuchado- le replico

Si-dijo ella

Perdona querida pero creo que deberías explicar a estos señores cómo pueden cobrar su compensación

Pueden hacer conmigo lo que deseen- dijo ella en voz alta mirando al cobrador.

Hasta que queden satisfechos señores pero eso si, con una recompensa asi no mencionare nada de jornales, creo que todo estará saldado ¿verdad?

Los tres murmuraron cosas entre si sin dejar de mirarla. Uno de ellos, el mayor le dijo al cobrador

Un turno con una mujer no vale tanto jefe.

¿quién dijo un turno? – se rió el cobrador- ¿lo hiciste tu? –se dirigió a Tamara – explícales mejor que no han entendido

Pueden hacer conmigo lo que quieran.......hasta donde puedan.

Los tres volvieron a murmurar entre si y Tamara notó como el más joven no podía evitar dirigir su mano a su miembro que parecía estar poniéndose duro.

Esta bien jefe pero ¿si se niega a algo? – le dijo nuevamente el mayor

No tengas pendiente que yo estaré aquí – dijo mientras se quitaba el cinturón de cuero – y sabré cómo recordarle el compromiso con ustedes.

Ta bien, aceptamos- dijo el mayor viendo a los otros dos, quienes asentían. – pero aquí vamos el primer turno por estricto orden de experiencia – esto pareció no gustarle al menor pero aceptó.

Dicho eso el hombre mayor empezó a desnudarse y los otros lo siguieron. Tamara encontró repulsivo las carnes fofas de aquel viejo. Vió su pene y pensó que no podría ser tan terrible como el del joven que ya esta erecto. El viejo se acercó y se pego a ella, recorriendo sus nalgas con las manos y queriendo separarlas un poco. Tamara notaba que no entraba en erección y se preguntaba que tendría que hacer para que eso ocurriese. El viejo empezó a recorrer su cuerpo y la primera estación fueron sus tetas y el plato fuete los pezones que empezó a devorar descuidadamente provocándole dolor mas que placer, pero aun asi notaba que sus pezones se comenzaban a poner duros. Mientras succionaba y mordía uno con su otra mano acariciaba el otro y pellizcaba el pezón de ese lado.

Tiéndete en el piso- le dijo y ella obedeció – separa las piernas- lo que también cumplió. Pensó que ya se venía la penetración de aquel sujeto con ese olor a sudado y se confortaba pensando que un viejo asi no podía durar mucho, que todo acabaría pronto. Pero se equivocaba. El viejo intentaba la penetración cuando ella se dio cuenta de algo...¿Estaba sin condón!

¿Espere! Póngase condón le dijo rechazándolo con los brazos.

Pero...no tenemos- dijo mirando al cobrador que había abandonado la comodidad del sillón desde donde observaba y estaba al lado e Tamara.

Permítame – le dijo apartando al cargador- Ponte en cuatro patas como la perra que eres ¡Ahora!- Tamara no sabía que ocurriría pero obedeció pensando en que la deuda se iría.

Cuando se llega a un acuerdo se cumple ¿entiendes? O hay una sanción – le dijo a Tamara mientras le aplicaba un fortísimo cinturonazo en las nalgas que le arrancó a ella un quejido. – ¿Has entendido?

Es que no quiero quedar embarazada

Ese no es problema de los caballeros dijo mientras le descargaba dos fuertes golpes mas en las nalgas ya rojas del cinturonazo previo. Las lagrimas de dolor querían brotar de los ojos de Tamara pero lo soportó. -¿entendiste ahora puta?

Si – dijo ella –

Bien, ahora deberás recuperar el tiempo perdido, vamos chúpasela y déjasela lista

Pero es que.....-murmuró el mayor mientras se ponía de pie.

Dime, es que eso no te gusta ¿es eso? – le dijo el cobrador

Soy diabético y en realidad mas que eso me ayuda que.....pero no se si ella pueda...

Dilo ya

Jefe, es que me excito mas si me lamen el culo mientras me lo pajean con la mano pero no se...

Ya escuchaste. – dijo el cobrador volviendo a su asiento. El viejo separaba las piernas y subía un pie a un sofa exponiendo ante Tamara su ano. Ella nunca lo había hecho y sentía un fuerte asco pero mayor era el miedo a perder el acuerdo asi que comenzó soportando la nausea y cohiendo con la mano el pene flacido y lo comenzó a pajear.

Humm m eso perrita, asi, asi, sigue que tu papa se va despertar- le decía el viejo y ella notaba como se iba poniendo mas duro aunque lentamente. Luego de varios minutos que le resultaban insoportables, el viejo le dijo apurándola...Tiéndete, tiéndete rápido.

Ella obedeció y el viejo le separó las piernas y la penetró. Tamara sintió un pene poco duro pero que se movía cada vez mas rápido. Era claro que eyacularía dentro de ella en cualquier momento. Ella pensaba que siendo un viejo no sería fácil que la preñara..pero ¿y los otros dos? En eso sintión el gemido final del viejo y un fluido caliente y abundante llenar su vagina. Sintió todo el peso del hombre recostarse sobre ella y besarle la mejilla

Nunca estuve con una mujer tan linda, ni puta ni niña, ojala me des un hijo-le susurro al oido para el espanto de ella. Se incorporó lentamente y vió que sus compañeros ya seestaban haciendo la paja y no necesitarían más que la orden de partida para poseerla.

Señor, quiero conversar unos instantes con usted y ustedes nada de acercarse.

El cargador se acercó al cobrador y le dijo unas cosas al oido que el luego respondio y al final se dieron la mano.

-Señores dijo el cobrador, hay un cambio e planes. Su jefe les pagará el jornal de hoy y los invita a disfrutar de la señorita sólo una vez y por detrás.

-Pero eso no fue el trato- protesto el joven

pues hay un nuevo trato de diversión y dinero ¿qué mas puedes pedir?

Pero me la chupara al menos ¿o no?

Ta bien – dijo el viejo pero una vez y si te derramas ahí queda sinio al culo directo ¿entendiste?

El segundo de los cargadores se acercó a Tamara, que ya estaba de cuatro patas con la ayuda del cobrador. Se planto frete a ella y le ofreció su pene el que ella recibió en la boca sin violencia y empezó a succionar. No estuvo mucho ahí y se puso detrás de ella. No la lubricó y empujó y empujó hasta meter mas de la mitad. Entonces comenzó a bombearla entre los quejidos de dolor. Pero no demoró mucho y Tamara sintió como metía su pene mas profundo de lo que jamas habia sentido. Un dolor nuevo la inundó junto con la sensación de liquido caliente en su intestino. Dols o tres bombeos mas y salió tan bruscamente como entró. Tamara pensó que tendría un respiro mientras chupaba el pene del joven pero cuando aun no pasaba el dolor sintió como un objeto duro, grande y muy largo se introducía en su ano. Era el pene del joven que no podía esperar mas. Cada empujon abría mas su interior, cada empujon arrancaba un quejido y no había cuando acabar; se aceleraba, se contenía y seguía. Entonces ella decidío que debía hacer algo y empezó a menear el culo a no darle descanso al pene y lo logró haciendolo llegar dentro de ella con abundantes chorros de semen. Al fin el dolor ceso y el joven se retiuró al baño como el segundo.

Quedaron solos el cobrador y Tamara que estaba tendida en el piso.

lo has hecho bien – le dijo, puedes quedarte a descansar. Me comnicaré contigo en la tarde y te daré mi oferta.

Tamara se quedó sola, sintiendo como fluía el semen por su ano al incorporarse y pensando que es lo que le depararía la oferta del cobrador.

CONTINUARA....