El cuerpo de Tamara (1)

Tamara, una bella joven que ha sufrido la perdida de su madre tras una penosa enfermedad, debe hacer frente a las deudas acumuladas dejando que los acreedores hagan de su cuerpo lo que deseen.

El cuerpo de Tamara (1)

Tamara aun no podía creer lo que le había tocado vivir. Hacía poco mas de un mes que el cáncer le había arrebatado a su joven madre y la había dejado junto a su pequeña hermana en la más absoluta pobreza. Claro que todo era justificado, hasta el último centavo se gastó tratando de aliviar el sufrimiento de su madre pero todo fue en vano, no solo la muerte se la había llevado sino que el dolor final no dejaba tranquila a Tamara, quien la sostuvo en sus últimos suspiros. Pero era la promesa que su madre le logro arrancar la que más consumía sus pensamientos: "prométeme que velarás por Irene, tu pequeña hermana y harás de ella una mujer de bien". Dicho el sí por Tamara, su madre cayó en un coma profundo del que no regreso.

Pero ¿cómo podía cumplir esa promesa si a duras penas podía sostener la casa? Las deudas por la enfermedad de su madre eran enormes y hasta la casa estaba hipotecada. Debían el agua, la luz y el teléfono pronto sería cortado. Era demasiada responsabilidad para una joven universitaria con un trabajo de medio tiempo y sin familiares a quien recurrir. Por lo pronto atender en el restaurante de comidas rápidas era su tabla de salvación mientras buscaba algo mejor. Pero esa noche todo cambió al final del turno. Juan, el administrador del lugar le pidió que cerrara el local y luego fuese a su oficina. Una vez todo seguro ella tocó la puerta.

Pasa Tamara –le dijo Juan –quiero hablarte, toma asiento.

Gracias –respondió ella – sentándose frente a su escritorio.

Mira Tamara, entiendo por lo que has pasado y por lo que aun pasas, pero me veo en la necesidad de prescindir de tus servicios aquí. Se que no te lo esperabas pero no hay vuelta que dar al asunto. Yo no soy el dueño y tus constantes ausencias han motivado que nos fijemos en otra persona que ha demostrado mejor manejo del negocio y .....bueno, el dueño no quiere problemas sino dinero así que se le ha contratado, lo siento, me caes bien pero asi es esto. Toma – ledijo alargando un sobre.

Pero......- no sabía que decir, jamás pensó que se quedaría sin trabajo de golpe. Además esa noche pensaba ella pedirle un adelanto.

No hay nada que decir Tamara, por favor retirate.

Ya en la calle, el frío no parecía importarle ni lo avanzado de la hora. NO sentía ese miedo por la oscuridad ni la soledad, en el fondo pensó que era igual a cuando murió su madre: no sentía nada. Entonces recordó a Irene y eso la trajo a la realidad. Debía llegar pero no pasaban vehículos...¡que tonta! La huelga de buses era ese día. Tendría que caminar para ir avanzando. Se cerró el saco y comenzó a caminar rumbo a casa...¿y el dinero? se preguntó. Le había prometido a Irene que no tendría que dejar la escuela ni as amigas. Recordaba a Irene abrazada a ella llorando dándole las gracias y diciéndole "ahora tu eres mamá". ¡Valiente mamá! Pensaba Tamara, sin trabajo y con miles de dudas. Seguía caminando y no había nada de los buses. Pasó entonces frente a un local de streap-tease enel momento que salían dos hombres a los que se les olía a leguas cigarro y alcohol. Ella apuró el paso y decidío doblar por una calle oscura para cortar camino pero grande fue su sorpresa al ver que habia un hombre orinando contra la pared que la vio y le dijo:

¿Has visto una tan grande como la mía eh? De seguro eres una de esas zorras del club ¿no? Vamos ¿qué pasa? Acércate y aprecia lo bueno.

Ella tuvo miedo, mucho miedo y decidió dar la media vuelta pero al hacerlo se encontró con el paso cerrado por los otros dos.

Hola pequeña ¿qué haces tan sola o es que te hemos cortado el espectáculo de mi amigo? Eh Lucho! No termines de mear que ella quiere ver tu chorro!!- y se rieron. Tamara estaba petrificada y aunque quería gritar no salía ni un murmullo de su boca y ni un músculo de su cuerpo respondía a es deseo de salir corriendo.

Bien Carlos! Tráela, que no sea tímida, jajajaja y apúrense que no me aguanto mas, jajaja.

¿Qué dices nena, vas o te llevamos? Dijeron acercándose y tomando cada uno por un brazo a Tamara.

De-déjenme ir o grito- llegó a decir sin convicción y temblando.

Vamos linda, es la despedida de un amigo y nos hemos quedado sin compañía. De seguro que te has querido ir temprano del club y por eso no nos has atendido eh?

Yo, yo no tra-trabajo ahí, déjenme ir, debo ir a casa.- murmuraba Tamara

Oye!! ¿viene o no? Que no me aguanto mas!!!!- gritó el que se llamaba Lucho

Espera!! – le respondió - Oye nena, entiendo quieres decir que no trabajas asi de gratis ni yo te lo he propuesto pero estamos los tres muy excitados, ¿dime cuánto quieres por los tres?

Tamara guardó silencio. No podía creer que ese joven la estuviera tratando como a una prostituta. Intento esquivar a los jóvenes pero la aferraron del brazo

¿Cuánto? la urgió el tercero de nombre Adrián ¿trescientos esta bien? ¡Vamos responde zorra!

¡Trescientos! Era bastante dinero, era lo que necesitaba y algo dentro de ella le decía "tómalo" pero otra parte se rehusaba a caer tan bajo. En eso la soltaron y se alejaron diciéndole a Lucho que terminara que ella no quería nada. Se habían adelantado unos pasos cuando una voz de tras les dijo "Acepto". Ellos voltearon y se sonrieron, regresaron por ella la tomaron por los brazos y la llevaron donde lucho que todavía se aguantaba.

Lucho, estamos de suerte, la fiesta continúa y es que la has impresionada con esa herramienta ¿no es cierto nena? ¿cómo te llamas?

Tamara – dijo ella instintivamente

Bueno te diré Tammy, ahora ves de cerca de Lucho y su taladro ¿no? Bueno pidele que siga. Anda que no pensamos pagar trescientos por una puta que no colabore, Anda.

Quiero verte orinar- dijo ella – bao, muy bajo y poniendo los ojos en el suelo

Arrodillate frente a mi pene – le ordeno Lucho con un tono de autoridad y una vez que lo hizo, empezó a orinar – te gusta mi chorrro ¿verdad? – Ella permaneció callada hasta que termino y solo gotas salían de su falo. Entonces Lucho le dijo – Quiero que me adelantes una buena mamada – y dirigió su pene a la cara de Tamara – Abre la boca, perra, le dijo Adrián. Tamara sabía perfectamente que querían, ella tuvo sexo oral con su ex novio. Decidió que mientras mas rápido mejor. Nunca había probado el semen de su novio, siempre lo hacía eyacular fuera pero estaba segura que eso no sería así ahora.

Ponte preservativo- dijo ella

¿¿¿Qué?? Por trescientos sin nada ¿ok? Sólo me lo pondré al entrar en tu concha, para no ensuciarme de tus otros clientes perra. Abre la boca y no me hagas perder la paciencia.

Tamara abrió la boca y se introdujo el pene de Lucho. "Ya esta" se dijo. Ya había dado el primer paso. El resto solo sería cuesta abajo y no pensar. Se abocó lo mejor que pudo a succionar y encontró respuesta rápida. Lucho la guiaba.."pasa tu lengua sobre mi glande, asi, asi perra"...Mientras los otros se tocaban por encima de los pantalones. De pronto, Lucho empezó a gemir y Tamara trató de sacarse el falo de la boca pero él no se lo permitíó inundando su boca de semen. Sintió nausea y cuando al fin él la dejo tuvo arcadas y botó toda la leche de su primer cliente.

Miren lo inocente que se hace......para los litrosde leche que te tomaras al mes y vienes con estupideces..pero en fin vamos al auto que quiero penetrarla ya dijo Carlos.

Vamos, ¿tu tienes los preservativos verdad? Preguntó Adrian a Tamara mientras ella se paraba

No, no tengo

Pues si quires que los usemos los compras tu. Vamos a la farmacia rápido.

Salieron de la calle oscura y se subieron al auto parando en la primera farmacia del camino. Tamara bajó y pidió preservativos. El vendedor miro de reojo el bullicio del auto y le dijo "te vas de fiesta eh?" Ella no respondió, pagó y se fue.

Ya en el auto decidieron ir a la playa ya que seria difícil que los aceptaran a los cuatro en un motel. Al llegar a la playa se bajaron y le dijeron "tú te quedas dentro y ve preparándote". Ella los vió irse un poco mas alla y hablar, tenía mucho miedo pero no había vuelta. Se trataba de acordar de cuando su ex novio casi la forzaba, de las veces que recibió su descarga sin deseo solo para el placer de él. No era nada extraño lo que le pasaría, solo diferiría en el número, esta vez serían tres.

Carlos regresó y abrio la puerta del asiento trasero y se la quedo mirando enfundada en su abrigo ¿quieres que yo te quite la ropa? Sin respoinder nada ella se empezó a desnudar. Primero el abrigo que dejo en el asiento de copiloto, luego su polera dejando ver un fino sostén de encaje blanco, recuerdo de otras épocas mejores.

Espera, le dijo Carlos, eso te lo quito yo y le desabrochó el seguro delantero, con lo que quedaron libres un precioso par de tetas con pezones sonrosados pequeños. – Estas buena, perra, no tienes hijos, tus tetas no han dado de lactar sino estarían marrones tu pezones – y dicho comenzó a succionar el derecho mientras que con la mano estrujaba el izquierdo tratando de hacerlos brotar.

Tamara tenia la mente muy lejos, en Irene, en casa, en que al despertar la luz del día borraría estos recuerdos y su hermana se iría feliz, pero un brusco dolor la sacó de sus pensamientos. Eran las caricias torpes de Carlos que le habían hecho doler el pezón al morderlo.

Luego de un rato en sus tetas, le dijo que continuara quitándose la ropa asi que se quitó los pantalones y el diminuto calzón que siempre le gustaba usar.

"Solo abre las piernas y deja hacer" se repetía Tamara mil veces.

Carlos ya estaba desnudo también y se puso el preservativo. No espero. Simplemente la recoto en el asiento separó las piernas y cuando tuvo a vista el coño de Tamara, lo penetró sin miramientos: un empujón y todo estaba dentro. Ella gritó porque estaba seca pero el grito no salió del auto. Carlos se descontrolaba y cada vez apretaba mas los senos de Tamara y sus embestidas eran mas rápidas y fuertes. Una lagrima quiso salir de los ojos de Tamara pero ella no se lo permitió. Ella era una puta y las putas no lloran en el trabajo. Luego de diez minutos de intenso bombeo Carlos empezó a gemir y terminó muy profundo dentro de ella. Quedo totalmente recostado sobre ella y cuando se sintió mas cómodo, saco su verga con el preservativo lleno de semen. Se lo saco con cuidado y se lo extendió a Tamara que se había sentado nuevamente.

Mételo todo en la boca y tómate mi leche, luego me darás el preservativo vacío.

Ya nada importaba, solo que no durara mas, el dolor en su coño era moderado pero sabía que faltaban dos. Ella obedeció y se metió el preservativo en su boca, quiso vomitar pero se contuvo. Se tomó la leche y botó el preservativo.

Carlos se había vestido a medias cuando Adrián abrió la puerta, tenia su pene muy duro y fuera del pantalón

¡YA, Ya! Sal. Le dijo a Carlos y Adrián le dijo a Tamara que se volteara.

Dame el preservativo perra o ¿quieres darme un bastardo? Le dijo mientras le daba unas nalgadas

No por mi ano- tuvo Tamara la valentía de advertir

Puta tenías que ser- yo no hago esas cochinadas y dicho esto se la metió de un golpe, haciéndola gritar de nuevo. Adrián fue brutal, rápido y golpeador, no se cansaba de darle de nalgadas a gran velocidad y cada vez mas dolorosas pero a los cinco minutos terminaba y sin decirle nada se retiraba del auto.

Ella pensaba mientras se sentaba "solo una vez mas"

Era Lucho de nuevo pero no entró sino que la sacó del auto

-Esta puta me ha dado tal mamada que se me ha quedado muerta se reía pero para ti tengo algo especial. Arrodíllate frente a mi pene y abre la boca.ella obedeció y él le dio una fuerte bofetada "pobre de ti que no hagas lo que te digo, zorra"

-Traga todo - le dijo Carlos mientras empezaba a orinar en su boca. Adrián se puso detrás de ella y cogiéndola del cabello la obligó a mantener la boca abierta y tragar todo.

Todos se subieron al coche, Carlos fue comiéndole los pezones y al final la dejaron cerca de casa con los trescientos prometidos.

"mañana será otro día" se dijo Tamara mientras entraba a la ducha de su cuarto luego de comprobar que Irene dormía placidamente.