El crio II parte

Creo que las chicas de su edad lo frustraban, Supongo que tenía demasiada energía sexual, que era demasiado insaciable, casi rudo. No pienso que una tía de 20 años pudiera seguirle el juego. Yo por lo menos a esa edad no hubiera podido,

En el relato anterior se presupone una infidelidad. Como nadie sabe todavía lo que pasó al respecto, hoy toca explicarlo.

Todo en la vida se trata de intentar ser lo menos injusto posible y si tus secretos son abiertos, si invitas a la gente a participar de ellos, hay que hacerse cargo. Lo entiendo.

Pero vayamos lentamente, respirando.

La infidelidad ha sido tratada desde siempre con hipocresía, no hablo de la hipocresía sucia que destilan los púlpitos (los púlpitos me la pelan y por mi podrían desaparecer porque ya no los necesitamos, somos adultos)

Hablo de la hipocresía cómplice que generamos entre todos.

Los conceptos de fidelidad no son naturales (intrínsecos a la especie) si no que se suelen regular socialmente, por eso en algunas partes del mundo hay señores que tienen más de una esposa y a nadie le parece mal.

Sin embargo, incluso la gente más racional e inteligente, cuando alguien a quien ama ("y posee") le es infiel, se reduce a un estado infantil y necio. No perdona, niega, recrimina.. Porque se siente herido y el dolor nunca está bajo control.

Pero si el dolor no está bajo control y no debería ser reprimido, porqué la atracción animal hacia una persona si?

La represión nunca es una buena opción, los torpes intentos hechos por la religión para reprimir los instintos son repugnantes .

La represión genera pederastas e infelices, dictadores y suicidas, Lleva a muchas personas homosexuales, hermosas, únicas y llenas de valor a que se sientan sucios y excluidos por ser lo que son ...ustedes ya saben, el viejo dolor de nuestro mundo.

Como ven, aquí la historia no se trata de prejuicios morales, no tengo nada en contra de la infidelidad desde el punto de vista ético, me parece bien (si no hay mentira de por medio) y por supuesto, si no me ocurre a mi!

Es decir; yo podría aceptar que mi marido se sienta atraído por otra persona, que me sea infiel. Lo que no puedo aceptar, es tener que ser yo la que se vea llevada por esas corrientes, la que tenga que cargar con el dolor del otro y con toda la responsabilidad.

La que tenga que aceptar, que de pronto, un extraño entre en su vida como si tuviera derecho.

Se dan cuenta, lo que les estoy diciendo? si no supiera reírme de mi misma ahora me sentiría patética.

Piensa alguien en mi esposo como si fuera un cornudo? el típico tontarrón a quien su fuerte mujer ridiculiza públicamente y que es llevado por esta de las narices? El buey manso que agacha la cabeza y sigue arando, que ama a pesar de todo, siempre?

II

Era viernes, mi esposo quería que lo acompañe a París, donde tenemos un piso. Esa semana viajaba a Estados Unidos y siempre le da un poco de culpa dejarme sola.

El hace negocios entre Madrid y París y aunque trabaja mucho en casa, en general se la pasa viajando. Si bien cuando lo conocí no tenía un duro, ahora se puede decir que estamos forrados (juro que intentamos no ser demasiado horteras con la riqueza, pero bueno, tenemos 2 viviendas)

Él estaba de muy buen humor, tenía ganas de que conozca a no se que nuevo superamigo francés que se había hecho. No paraba de hacer millones de planes, lleno de energía y entusiasmo. Parecía vivir en una dimensión diferente a la mía o a lo mejor se había dado cuenta de que me pasaba algo y solamente trataba de componer las cosas...

Al final pasó lo inevitable. Yo ya tenía suficiente, así que le conté todo.

O casi todo, porque le ahorré muchos detalles humillantes (hay vergüenzas que no merecen ser compartidas y él no necesitaba saber que me vestía cada mañana pensando en otro hombre)

Se quedó helado y después explotó. Se enojó muchísimo, le dio una patada a una silla con la que casi se tropieza, gritaba. Antes no me había gritado nunca.

Se fue solo a París y yo me quedé en Madrid, supongo que me encontraba en una especie de estado de shock, pero también estaba muy enojada.

Yo todavía no había hecho nada; tampoco es que tuviera el control sobre la mierda que les estoy contando y en realidad sentía más ira por la situación que nadie.

Creo que me agarró un ataque de rebeldía con el mundo

La verdad que tampoco sé que es lo que esperaba que él hiciera.

.........

Como se dieron las cosas para lo que pasó después es algo que no está del todo claro.

Siendo sincera, tampoco quiero pensar mucho al respecto porque me acojona.

Probablemente hubo algún cotilleo inocente de por medio.

Tal vez S. es un cabrón intuitivo y compartía mis pensamientos, tal vez me espiaba o tal vez simplemente sabía, como todo el mundo, que yo pasaba mucho tiempo sola en casa y ya había decidido actuar..

La cuestión es que a mediados de la semana, bastante tarde, me tocaron el timbre y de pronto lo tenía parado ante mi puerta.

El ya había venido a casa a estudiar en alguna ocasión con otros compañeros así que conocía la dirección.

No me acuerdo muy bien de las excusas que me dio, yo había faltado a la universidad algunos días, pero nosotros no éramos amigos.

Ahí sentado hablando no sé de que cosas, me dio bastante lástima.

Le vi cara de adolescente, de niño. Estuve a punto de mandarlo de vuelta a su casa.

Yo me encontraba exasperada; había llorado durante muchas horas y me sentía de mal humor, no tenía una gota de paciencia para tonterías.

De pronto me miró a los ojos y me dijo que quería follarme.

Su cara infantil se había evaporado como por arte de magia, yo perdí el habla por un momento. Imaginen ese cambio brusco de atmósfera, casi violento. El indigente a quien le uno le está dando un par de monedas se sube a su Porsche...

Quedé paralizada, enrojecí y baje la vista al suelo como si tuviera 15 años. Creo que no hubo silencio incómodo porque mis latidos retumbaban por toda la habitación. Me empezaron a temblar las manos y me dí un mordisco nervioso en el dedo (creo que esto fue lo peor de todo, es como decir: soy idiota, por favor, que alguien me mate)

Fue demasiado, me obligué a mirarlo y tuve el primer y quizás único acto de sinceridad con él. Abrí las piernas, me metí la mano bajo la falda y se la mostré, mojada.

............

Él se agachó, yo estaba sentada en un sillón bastante bajo, se puso enfrente mío, se bajó los pantalones me corrió las bragas y me la metió. Acabó en seguida.

yo también acabé, pero creo que no se dio cuenta. Se quedó mirándome un momento, luego amago a darme un beso y no lo dejé.

Se fue, yo pensé: _ perfecto, ahora ya está hecho, finalmente se sacó el calentón y probablemente pueda pasar página.

Antes de dormirme tenía muy claro que estaba en el punto de no retorno, acababa de estar con un hombre que no era mi marido y todo por nada!!! me hubiera mandado a mi misma una tarjeta de felicitación (esas con un peluche feliz) Sigue así, eres la más lista del barrio!!

Me dormí en el mismo sofá sin ni siquiera haberme limpiado.

Me desperté en algún momento de la madrugada, había soñado algo y estaba muy caliente. Tenía su olor en las manos y la vagina sucia de semen.

Tuve que masturbarme varias veces y seguía sin poder bajar.

Volvió a los dos días y aunque suene increíble, follamos otra vez.

Estaba enojado, parecía que me quería castigar por alguna tremenda ofensa que solo él conocía. Primero me volvió completamente loca, me follaba solo con la punta de la polla, me agarraba del pelo y me mordía los pezones, no me dejaba correrme, me tenía inmovilizada y me obligaba a besarlo, furioso.

Al final, como él tampoco podía acabar, intentó follarme la boca.

Fue el colmo, me zafé todavía temblando y con ganas de matarlo. Yo hacía lo que podía, me estaba cargando un matrimonio de 5 años y encima tenía que aguantar que un niñato estúpido venga a impartir justicia!

Si el estaba frustrado, yo también: desde que lo conocía me había convertido en la reina de las pajas! no estaba tan sacada ni a los 13 años, cuando descubrí la regadera de la ducha.

Le dije que podía irse a la mierda.

A pesar de todo, no sé de donde sacó los cojones pero volvió.

Fuimos amantes durante varios días, yo notaba que él se iba resintiendo cada vez más, lo que me partía el corazón, pero no había nada que hacer.

Nunca lo dejaba quedarse a dormir y nunca follábamos en la cama.

Se que esto es una idiotez, yo había tenido sexo con mi marido por toda la casa así que no sé porque era tan importante para mí lo de respetar "el lecho conyugal" quizás porque dormir con alguien es muchas veces más intimo que follar.

La mayoría de las veces eramos bastante poco sofisticados en el sexo, le bastaba con liberarme las tetas, meterse entre mis piernas y escucharme gritar, a mi también me bastaba, me hacía gozar tanto que ni siquiera tenía fuerza para cambiar de postura. No le hacía falta juego previo porque yo ya estaba lista para follar solo con verlo. A mi tampoco me hacía falta ningún truco para excitarlo, así que a menudo era solo esto.

Si me estaba dando por detrás, tomaba el tiempo para separarse de mi y mirarme. A veces me sacaba la polla en mitad de un orgasmo solo para ver las contracciones en mi coño, yo abría bien las piernas y lo miraba, no tenía una gota de vergüenza, estábamos los dos fascinados.

También le gustaba que lo cabalgue, aunque como es más fuerte me obligaba a seguirle el ritmo, raramente me dejaba bailar arriba suyo, con libertad.

Esto lo cuento porque no quiero describirme como la amante ideal y a él tampoco.

Tengo muy en claro que no soy el prototipo de mujer complaciente, mezcla de odalisca y Geisha.

Tengo malas costumbres, frecuentemente me dejo algo de ropa puesta solo para tener más control sobre mi propio cuerpo, prefiero que me chupen la piel a través de la tela, para no volverme una gata en celo al segundo roce de lengua sobre mis pezones.

La primera vez que le deje la espalda marcada a un tipo (uno de mis primeros novios) fue traumática. Me sentí como esos animales de la calle que metes a tu casa y terminan siempre lastimándote. Verle la espalda llena de rasguños y el hombro mordido me lleno de tanta vergüenza, me sentí tan mal, que desde entonces me corto las uñas obsesivamente cortas, hasta casi hacerme sangre.

Tampoco tengo un supercoño gigante tapizado con amianto, así que necesito que muchas veces me traten con cuidado y me tengan paciencia , por lo menos al principio.

Él no tiene la polla demasiado grande, esto que puede parecer solo un comentario de mal gusto, es importante, aquí tomen nota los hombres que estén leyendo: jamás ninguno de vosotros debería sufrir por el tamaño de su polla, si el placer derivase solo de este factor entonces los hubiésemos cambiado por enormes consoladores de plástico. No sean estúpidos, no sufran por tonterías.

...............

Me pasaba los días sin salir de mi casa, leía mucho y de pronto se me dio por fumar. No le cogía el teléfono a nadie. Mi marido llamaba millones de veces por día así que le escribí un mail diciendo que estaba bien pero que de momento no quería hablar con él.

Un día esperé a S. solo con la ropa interior, la más hermosa que tengo:

deshabillé

, ligueros.. todo de seda color lavanda con florecitas azules diminutas.

Cuando llegó lo cogí de la mano y lo llevé hasta la habitación de invitados.

Lo tumbé en la cama y le fui sacando la ropa, bailé para él, me quité la bata y lo acaricié con la seda de la prenda. Lo Besé mucho por todos lados, le hice cosquillas y lo acomodé entre almohadones. Quería honrarlo, tratarlo con dulzura.

Le saqué la polla, se la acaricie y se la llené de besos. luego se la empecé a comer con ganas, profundo, pero tratándolo con suavidad.

Lo miraba a los ojos y le sonreía, quería que se sienta aceptado por completo. En ese momento me hubiera gustado decirle las cosas justas y que fueran ciertas.

Su polla me encanta y deseaba que él lo supiera, le hice de todo, lo torturé un poco, le metí los dedos por el culo, escandalizándolo al principio y haciéndole gritar después, le lamí de forma delicada el agujerito del pene y le pedí que me guíe (cada hombre es único y cada uno tiene su ritmo y sus deseos, pero él ni siquiera sabía que pedir, solo quería dejarse hacer)

Le chupé los testículos y la linea de carne dura que va desde estos hasta el culo. lo besé también allá. Lo masturbé con las tetas y le chupé los pezones durante mucho tiempo, como si fuera una mujer.

Se corrió en mi boca, pero intentó sacarla a último momento así que lo lamí y lo limpié de semen con cuidado, como si fuera un gatito, se volvió a poner duro.

Fue una ocasión especial, prácticamente ni siquiera sé que fue lo que hicimos, pero esa noche le permití todo, me folló por el culo en frente de un espejo para poderme ver la cara y cuando pasó nuevamente a mi co

ño a mi ni siquiera se me ocurrió pensar en la palabra infección.

En algún momento, en que me estaba follando especialmente duro, creo que me empezaron a correr las lágrimas, fue una tontería de mi parte, yo no estaba ni asustada, ni me dolía, ni nada por el estilo y me encanta que me follen de esa manera, pero supongo que fue demasiado estrés acumulado a lo largo de los días.

como les dije fue un error muy grande, el me abrazó y me dijo muchas cosas, que no quería escuchar, me siguió follando pero de manera más intima, repitiéndolas,

El día siguiente nos lo pasamos en la cocina, tomamos café y le cociné todas las cosas deliciosas y saludables que se me ocurrieron. Le hice galletas y utilicé todo mi repertorio de chistes malos, le canté el himno de la república, canciones de la guerra civil española, y de la resistencia Sandinista. Él me hizo reír durante horas con anécdotas absurdas y un sentido del humor agudo, pero sin una gota de crueldad.

No creo que S. tuviera demasiada experiencia con mujeres, parecía un poco incómodo incluso de hablar del tema. Yo había visto a nuestras compañeritas babeando por él, así que no podía ser por que le faltaran opciones.

Creo que las chicas de su edad lo frustraban, Supongo que tenía demasiada energía sexual, que era demasiado insaciable, casi rudo. No pienso que una tía de 20 años pudiera seguirle el juego. Yo por lo menos a esa edad no hubiera podido, no tenía ni la fuerza ni la seguridad en mi misma para llegar hasta donde el quería ir.

Ustedes dirán que la mayoría de los chicos hasta los veintipico o así son insaciables, y que seguramente hay nenas de 18 que me dan a mí mil vueltas...no sé, puede ser. En cuanto a él, me es difícil definir esa característica de la que les estoy hablando. Tal vez ya me entienden, sin que tenga que seguir intentando explicarme.

Cuando se fue, le escribí un mail a mi esposo, para contarle que me iba unos días a Málaga a ver a mi hermana. Seguía sin cogerle el teléfono, pero sabía que ya estaba empezando a preocuparse horriblemente.

Como dije antes, a veces solo se trata de ser lo más justo posible con las pocas opciones que uno tiene.

Desaparecí por un mes, de todas maneras las clases habían terminado, así que ni siquiera me llevé el móvil, solo el ordenador. Me la pasaba trabajando (a veces hago algunas cosas de diseño como freelance) y también jugando con mis sobrinitos. Ni siquiera iba a la playa.

Mi marido llamaba a casa de mi hermana todos los días y cuando accedí finalmente a hablarle, me dijo que me venía a buscar para llevarme con el a París, le dije que bueno. Dijo que quería cerrar la casa de Madrid (hacía tiempo que hablábamos del tema) le dije que me parecía bien.

El resto ya más o menos se lo imaginan, en algún momento yo lo volví a buscar a S una vez más y él me rechazó de una forma bastante brutal. Era la primera vez en mi vida que sufría un rechazo, así que creo que fue una buena lección para mi ego, aunque me dejo devastada.

Después de eso ni siquiera volví a la universidad, de todas formas estábamos en proceso de mudanza a Francia y al ser mi segunda carrera era casi un pasatiempo.

Mi marido nunca me preguntó directamente por lo ocurrido, pero yo pasé mucho tiempo sin querer acostarme con él. Le dije que primero quería hacerme pruebas, por si tenía una venérea. El me dijo que ya estaba grande para asumir sus propios riesgos.

Me hizo la vida imposible por algunos meses, teníamos una escena dramática día por medio, pero al final se le fue pasando y una noche admitió que en realidad me agradecía que haya sido sincera con él.

......

Pronto se casa una amiga de la universidad, muy querida. Ella y su novio son amigos de S también, así que en la boda, me tocará volver a verlo.

De alguna forma es lo mejor, no puedo seguir escapándome para siempre de él, pero tengo que decir que la vergüenza aún no la he superado.

De momento esto es casi todo lo que hay, exceptuando por algunos detalles que me guardo para mí (detalles únicos entre dos amantes que de contarlos, sería como firmar este relato con mi nombre y apellidos)

Sé también que en esta historia, quedan algunas preguntas tácitas que no han sido contestadas:

Yo todavía no sé si se puede amar a dos personas a la vez, aunque tiendo a pensar que sí. Tampoco sé que pasa con el amor entre dos personas cuando no hay futuro, ninguna relación posible y eso se sabe de antemano.

Acerca de la naturaleza misma del amor y de la lujuria quien sabe?..puede que sean caras opuestas de la moneda, puede que no, al fin y al cabo todo proviene de la misma fuente.

Pero estas cosas son demasiado grandes para que yo pueda responderlas.

Lo que si puedo admitir, es que cada persona tiene su belleza única y a veces solo podemos ver la belleza de quién se encuentra en una galaxia lejana, porque colisiona con la nuestra.

Como les dije antes, esto no es ni debe ser una historia de amor, si no un relato de intenso deseo sexual.

PD:

No voy escribirle a nadie, no soy "una mujer que disfrute del sexo y este buscando nuevas aventuras", tampoco de momento pienso hacer ningún trío. Esto que les estoy contando es real, así que ahora mismo me estoy recuperando de bastante dolor emocional.

Es cierto que mucha gente que escribe relatos eróticos y que deja su mail visible busca contactarse con otras personas con sus mismos intereses, lo que entiendo perfectamente, lo del mail se me pasó por alto.

Este sitio web me pareció el lugar adecuado para mi historia (mejor que mojigatos.com, por ejemplo) pero eso es todo.

Hay gente que me sorprendió con comentarios muy humanos, les mando un abrazo muy grande. A los que me hayan entendido y a quienes captaron las sutilezas...muchas gracias.