El Corsario Pata Chula y la grumete (06)

"El Corsario Pata-Chula y la grumete"

Movidas en Tortuga

Mientras en los galeones, aunque con vigilancia especial, todo transcurría entre risas y emociones, en la isla todo era distinto.

Oscuro, había sido localizado por Trasgu y Perrote y hablaban de los extraños movimientos que se estaban en la isla y más principalmente en la fortaleza real, cuando Hades apareció con el rostro descompuesto y se sentó junto a ellos para referirles los últimos informes.

-           Por el momento no hay nada, pero las fuerzas se están movilizando en el puerto real. Nada serio, pero muy mosqueante, la verdad. - dijo Hades.

-           Bien, no nos alarmemos por cosas que ya hemos contemplado antes. - dijo Oscuro. - Aunque sería conveniente avisar a Blake y su grupo.

Trasgu y Perrote, asintieron al mismo tiempo que Hades y los cuatro decidieron, estar atentos a los movimientos de las tropas.

La noche transcurrió tranquila, sin sobresalto alguno. Miel durmió esa noche en compañía de Cool, que aún estaba un poco alucinado con su aventura y nueva vida, en la mañana precedente.

En otra parte de la isla, Bore estaba preocupada por lo que estuvieran tramando las tropas del gobernador. Habían llegado a la conclusión, que todo debía de tratarse de un modo de distracción para algo mas fuerte.

Sin embargo, la noche se tragó todo y nada distinto sucedió.

El amanecer, siempre traía con los primeros rayos de sol, una especie de calma a toda la isla.

Miel, que ya se hallaba en cubierta al lado de los dos hombres que la acompañarían en su contacto con las mazoneras, observó como Sir Dark y Saderectus se alejaban con algunos de sus hombres hacia la portana.

En el puerto, en la cantina mas amplia y más nutrida de gentes de todo tipo, ya se hallaba medio ocupada, trasegando pequeños vasos de ron caribeño, especial de Tortuga.

Oscuro, sentado en una mesa solitaria, bebía en silencio. Cuando aparecieron Hades, Perrote y Trasgu, les hizo un gesto para que se sentaran junto a él y los cuatro compartieron un trago en el más hiriente silencio. Ya parecía que sus lenguas chascaban y que sus palabras saldrían como torrentes, cuando aparecieron Saderectus y Sir Dark, que se acomodaron en la misma mesa.

Oscuro y Sir Dark, se miraron y sus miradas fueron similares a las que en esos instantes Blake y Fuso intercambiaban.

Había confusión en todas ellas, como de no saber que estaba sucediendo. Las palabras no salían de boca de alguno, pero sus miradas decían demasiado.

Miel y dos de los hombres de Blake, enormes como seres y nadadores de fondo, habían partido en un bote junto a otros 4 piratas más que les acercarían hasta donde estaba el túnel. Sólo portarían cuchillos y caminarían descalzos, para evitar llevar sobre peso.

En la parte mas septentrional de la isla, todo era confusión controlada y los soldados iban embarcando en las naves de guerra, mientras cantidad de trabajadores cargaban material en los contenedores de los navíos.

Blake había comentado a Fuso, cuando el bote regresó, de que era el momento de poner rumbo hacia el paso de los vientos.

Fuso, con señales informó a Shaman y a Diego "Veneno". Ambos izaron en su pabellón la bandera de las tres tibias cruzadas y levaron anclas. Y pusieron rumbo sur, suroeste.

En la cantina se podía hablar tranquilamente y pronto Sir Dark y Saderectus quedaron informados de las últimas noticias. Ya iban a levantarse, cuando un grupo de la guardia del gobernador, irrumpió en la cantina, dando el alto a todos los presentes.

El aire espesó se llenó se siseos de sables desenvainados y se formaron dos grupos muy parejos, en el amplio local.

Pero los 6 corsarios, permanecieron sentados en la mesa, bebiendo tranquilamente como si no fuese con ellos.

Sin embargo, al parecer venían a por ellos, porque el oficial de mayor grado los nombró por los nombres comunes y les conminó a rendirse a la guardia del gobernador.

La palabra rendirse en un Corsario es la mayor ofensa, aunque a veces las admitieran, pero 6 espadas se desenvainaron a la vez y junto las otras 24 espadas de sus hombres, plantaron cara a los insolentes soldados.

Antes de que muchos de ellos desenvainaran sus sables, algunas de sus cabezas ya rodaban por la tarima ácida de la cantina.

Oscuro, atacó acompañado por Perrote al flanco derecho. Saderectus y Hades a su flanco izquierdo y Trasgu y Sir Dark, soportaron el ataque frontal, al tiempo que eran ayudados por sus hombres, pero que poco a poco se iban reduciendo.

Miel, ya estaba en el túnel, seguida por aquellos dos hombres, que se podría decir que la seguirían al fin del mundo sin pensarlo una sola vez. Sortearon un par de escualos de tamaños medianos y se adentraron en la laguna salada.

Emergieron, lentamente y vigilantes de los tiburones que surcaban esas aguas. Contemplaron que había guardianas de las mazoneras apostadas a unas 100 yardas. Miel, les hizo una señal y salieron del agua, quedando invisibles por la penumbra del lugar.

Los tres galeones enfilaban ya el cabo del sur y se disponían a quedarse a más de 300 yardas de la pequeña bahía, protegida de los vientos del oeste.

Bore, hablaba ahora con Nefer y Collar, mientras Xoxo despedía a Luz. Estaban preocupadas y aunque todas estaban en alerta, había algo en el aire que no era los habitual. Sin embargo, no debía haber nada de lo que debieran protegerse y menos temer, ya que su posición era extremadamente estratégica y segura. Además sus cañones podían acertar a 250 yardas, mientras que los de las fuerzas del gobernador, los más potentes sólo alcamzaban 200 yardas.

El combate en la cantina, iba menguando los efectivos de los corsarios, que veían como sus hombres iban cayendo uno tras otro, aunque muchos soldados yacieran ya sin vida en el suelo rojizo por la sangre, de la cantina. Además las fuerzas de ataque del gobernador, se relevaban y así estaban mas frescas que los agotados corsarios.

Finalmente, Oscuro ante las miradas de Sir Dark y los demás compañeros, depusieron las armas.

Miel, al fin había contactado con Liw, que visitaba ese paso secreto precisamente. Se conocieron las dos, al instante y aunque Liw, quedó tensa, Miel explicó la presencia de aquellos dos hombres junto a ella. Liw no quedó muy conforme con los argumentos y explicaciones de Miel, pero aún así la permitió adentrarse para ver a la Diosa Boreal, siempre que ella y sus hombres, se desarmaran. Lo hicieron y fueron rodeados de preciosas guerreras, camino hacia la parte alta de la enorme cueva.

Blake, estudiaba junto a Fuso el emplazamiento de las mazoneras y realmente había que reconocer, que no era posible un acercamiento por mar y casi impensable por tierra.

* (continuará) *