El cornudo del marido nos sigue sorprendiendo.
No haya nada mejor que un marido que quiere ser cornudo y el empeño que pone desde el primer momento, dejando mas sorprendido a su esposa que a mí.
Para seguir el bien el hilo a este relato, recomiendo leer el anterior (El marido nos “sorprende” a su esposa y a mí de 09-Oct-18), porque es una continuación y así se comprenderá mejor.
El lunes mientras desayunaba trataba de intuir como seria el día, sobre todo cuando me encontrar con Nela, ¿me saludaría? ¿no me saludaría? Era todo un misterio. Lo que no llegaba a entender era lo que hizo su marido, tenía que haber sido más claro o por lo menos haberme dicho algo a mí. No es que me molestara por lo que ocurrió, lo que más me jodía era no haberme dado cuenta, de haber sido un pardillo. Otra cosa que tuve clara es que Nela no estaba compinchada con su marido, su cara, su forma de decir las cosas, eran de verdad, todo lo dijo con mucho sentimiento y rabia. ¿Cómo habría ido todo entre ellos? Otro misterio más.
Como hacia cuando llegaba antes de la hora, era tomarme un café en el bar de al lado, porque siempre había algún compañero. Allí al otro lado de la barra estaba Nela con dos compañeras y un compañero, me saludo con la mano y una sonrisa. Me quede perplejo, cuanta amabilidad, pero no sabía que quería decir eso. Durante toda la semana cada vez que nos veíamos, me saluda amistosamente aunque no hablábamos, algo era algo. Esa semana tampoco quise pasar por el estudio y tampoco llamar a Maikel, me debía una disculpa.
Karina cada vez que me veía y no había tarde que no nos viéramos, no dejaba de tirarme andanadas y el novio no se percataba de ello, nos habíamos hecho bastante amigos o el me veía así. Una de esas tardes me dijo, “estoy dispuesta a arriesgarme, pero siempre que tu lleves la iniciativa y sepas lo que haces” nos sabia en concreto de que iba, aunque lo sospechaba, ella me respondió como indignada, “jo, lo que me habías dicho de mi novio”le respondí con tono de duda, “¿y eso? ¿estas segura? ¿lo ves factible?”ella con más enfado me replicaba, “ni estoy segura, ni sé si será posible, pero ahora no para de hablar contigo y cuando le digo que estas para hacerte un favor, se limita a mover la cabeza y me reconoce que estas muy bien, que eres muy simpático” Karina tenía muchas ganas por lo que decía, pero a Manuel no le veía yo preparado todavía.
Estoy trabajando con normalidad cuando recibo un wasap de Nela, “¿Puedes quedarte luego a la salida y comemos en la pizzería, que quiero hablar contigo?” le conteste que sí y ya me frotaba las manos. Pero poco me duro la alegría. Menos mal que la comida estuvo buena.
Lo primero gracias por aceptar y no te molestes pero quiero dejar claro una cosa, esto no es para que tengamos un rollito ni para hacer nada, porque no volverá a suceder nada, es solo hablar.
Entendido y ahora, ¿Cómo te va a ti y a tu marido? ¿lo habéis solucionado?
En eso estoy y por eso quería hablar contigo, que creo que después de lo que paso, confianza tengo contigo. He estado leyendo y viendo de todo con relación a los maridos como el mío, con esos gustos. Lo que he visto en internet, ¿es todo cierto? ¿hay tanto maricón depravado suelto?
No sé lo que habrás leído pero con esos gustos hay muchos y también los hay como yo, que le gusta hacer cornudo a los maridos.
Reconóceme que no es muy normal.
Según el concepto de normalidad que tu tengas, para mi si es normal. Que no sea algo que la gente reconozca pues también. Pero por ejemplo ¿a cuantas parejas conoces que reconozcan que hacen sexo anal? Pocas o muy pocas incluso creo que tú tampoco lo reconocerías.
Es que tampoco se debe hablar de la intimidad. Es muy personal.
Se que no estamos aquí para opinar solo, seguro que quieres respuestas concretas, así que pregunta.
Amo a Maikel, sé que aunque no comparta lo que lleva tanto tiempo queriendo, en parte es una forma de demostrarme lo que él me ama, nos llevamos casi 15 años y tiene razón, he notado que su “ímpetu” ha bajado bastante en los 3 o 4 últimos años, pero es algo que es normal. Pero a mí me preocupan más otras cosas, no sé si me entiendes. Y aquí va mi primera pregunta, ¿Cómo puedo hacer para lograr que él se sienta bien, satisfecho?
Antes una sola pregunta, ¿Qué te dijo el, de cómo se sintió? Y di la verdad.
Que se sintió como cuando me conoció, que fue un subidón, exactamente eso, un subidón dijo.
Pues ahí tienes tu respuesta. Ves como tienes tu las respuestas. La siguiente respuesta a tu pregunta está en responderte a cuando estáis follando, que es lo que quiere el, que te dice, en que fantasías se maneja. Dime, cuéntame.
No es siempre lo mismo.
Bien, pero hay algunas en concreto que siempre están ahí, esas son las que interesan. ¿Cuáles son?
Siempre hay alguien imaginario o no tan imaginario, quiere que le llame cornudo y cosas por el estilo, supongo que ya sabrás tú.
Pues si quieres hay una forma light, que es contarle tú, “historias” ficticias o bien hacer lo del otro día. Puedes hacerlo delante de él o hacerlo en otro sitio y mandarle alguna foto haciendo algo o llamarle y decirle lo que te hacen, hay muchas maneras, todas aquellas que la imaginación quiera.
Como tú dices la light ya la intenté y fue un fracaso.
Pues tu veras las otras.
Poco me ayudas.
Pues más claro, esta si simplemente quieres que te vea con otro o ya metida quieres someterlo. Todo está en saber si él quiere ser sometido, sumiso, incluso “humillado” y esto lógicamente solo en esos momentos, no en la vida habitual.
Lo veo en ese papel. Pero como se hace eso.
No tengas sexo con él durante un tiempo. En casa por ejemplo no vistas con pantalones, que en ti parece un uniforme. Viste lo más provocativa, hazle comentarios de cosas que te hayan dicho, de cómo te mira, que se ponga cachondo pero que no te toque. Cuando este muy cachondo, con algún consolador fóllale el culo.
¡¡Que, ¿QUÉ?!!
Lo que has oído que su culo se lo folles. Sal con él a tomar algo y coquetea con alguien o haz que coqueteas, lo importante que él lo crea. Háblale de relaciones anteriores que hayas tenido, de lo que te hacían y exagéralo si es necesario, compara su rabo con el de otros y ensalza los otros. E insisto cambia tu manera de vestir, porque con ese “uniforme” Habitual que llevas, poco podrás decir. Si vas a quedar con alguien haz que te depile o por lo menos te arregle tu vello, tus piernas, tu ano y mientras lo hace cuéntale lo que te van a hacer. Piensa que es un juego, dentro de tu matrimonio y que tu marido se va a poner burrote, burrote.
Oyéndote con tanta naturalidad, me pregunto dónde me perdí para no ver todo esto de mi marido. Y la siguiente pregunta es la más difícil, ¿Cómo puedo lograr todo eso que dices? Porque solo de oírte me da apuro.
Eso lo tienes dentro de ti o no lo tienes y si lo tienes lo sabrás cuando te salga.
¿Qué se supone que es eso?
El que quieras ser muy PUTA.
¡HALA! Que animal. Yo no soy eso.
Pues lo vi en tus ojos cuando agarraste mi rabo te lo colocaste en tu coño y te lo metiste. Como también lo sintió el cornudo de tu marido.
Es que pienso que nos ha pillado todo esto “mayores” y que mal me suena oírme decir eso.
Peor te puede sonar esto que te voy a decir, aunque has dicho que entre nosotros no volvería a pasar nada, si quieres te ayudo encantado a hacer de Maikel lo que él quiere y de ti una extraordinaria puta.
La conversación está pervirtiéndose, vamos a dejarla en este punto, aunque me quedaban muchas preguntas. Otra cosa Maikel quiere pedirte disculpas en personas, está muy avergonzado. Ha estado esperando que fueras a trabajar por el estudio y pedirte disculpas.
Déjalo da igual.
No da igual, que he sido yo quien le ha exigido que te pida perdón.
Esta semana y la que viene, puedo tener media hora libre o una hora como máximo. Entre 5 y 6 de la tarde. El fin de semana imposible.
Quedamos que me mandaría un wasap. Lo de las horas era porque había quedado con un par de inmobiliarias que llevaban pisos de bancos, para ver algún piso. Que por lo que pagaba de alquiler podía pagar la letra de un piso. Y lo del fin de semana era porque no me hicieran perder el tiempo. A la mañana siguiente me mando un wasap diciéndome si me venía bien esa tarde, mi contestación fue que comería por ahí, pasaría por casa y luego iba para la de ellos. Lo que tardase. Al bajar a almorzar vi a Nela vestida sin pantalones y que atractiva se la veía y que buenorra, porque no decirlo.
Llegue a mi casa y me di una ducha por si acaso y me puse tan cachondo que me hice una paja que me supo a poco, me vestí para ir antes a la casa de ellos, pero me lo pensé, me pare y me puse a dar un vistazo a temas de dominación, hasta ese entonces, mi actuación dentro de ese campo había sido muy light, busque algo que leí una vez y cuando lo encontré volví a releerlo con más calma para después encaminarme hacia casa de Nela y Maikel, con pensamientos muy “sucios” provocando que el corazón me latiera a tope, porque no sabía si todo lo que iba pensando me atrevería a hacerlo y en caso de que me atreviera como saldría. Un paso me decía SI al siguiente me decía NO, hasta que recordé lo que me decía el sabio D. Julio, “hombre cobarde no conquista a mujer bonita”
Me puse a pensar que tenía que ser lo contrario a su marido, ¿Cómo era su marido? Si, era buena persona, pero era un consentidor, débil ante su mujer, lo comprobé cuando le dijo de todo, como agachaba la cabeza y se marchaba. Tenía que ser distinto, “duro” controlando desde el principio, dominar no solo a ella, si no a su marido también, llegue a la conclusión de que tenía que empezar por él, que ella viera como no le consentía nada a Maikel. Llegue y antes de llamar a la puerta, estire mis brazos varias veces, moví mi cabeza, quería soltarme, sentirme relajado, pero era imposible. Me abrió ella la puerta dos besos normalitos y me señalo el salón, pero antes me dijo en voz baja “por favor se comprensivo con él, que está muy apenado y nervioso, házselo fácil”. Maikel estaba viendo unas pruebas fotográficas y lo dejo todo. Había café preparado y empezamos a tomarlo, siendo Maikel el que primero hablo.
-MAIKEL- Gracias por venir. El motivo del café era para pedirte disculpas. Hice algo que no debía, abuse de tu confianza, eres compañero de mi mujer y aunque no lo fueras fue algo imperdonable. Jugué con vosotros de mala manera y no tiene justificación, he metido a mi mujer en un compromiso muy grande y a ti igual. Espero que se quede en el olvido y que sea como un mal recuerdo. Es que de verdad perdóname, que no sé qué me paso, de verdad que no lo sé. (Solo le faltó llorar, era un hombre derrumbado, yo no le hubiera hecho pasar ese trago, porque estaba siendo una humillación o así lo veía yo)
-NELA- Venga Maikel, tranquilo que Pelayo lo entiende y ya está. (La corté de forma contundente)
-YO- Bueno tu no hables por mí, que si tengo algo que decir.
-N- Perdona no sabía que querías decir algo (Su cara más blanca de lo que la tenía habitualmente)
-Y- Ni perdona ni nada. A este cornudo lo manejaras como tú quieras, a mi no. (Me miraba fijamente pero no abrió el pico) Mira Maikel, yo si se lo que te ha pasado y te lo diré. En este mundo hay de todo, hombres que se dan cuenta de que son voyeur, que les gusta ver a sus mujeres con buenos machos bien dotados, hombres como yo, que estamos para que veáis vuestras fantasías cumplidas. ¿Cómo llegaste a esto? Porque en algún momento te diste cuenta de que tu preciosa mujer, era mucha mujer y no le podías dar todo lo que necesitaba, porque te dabas cuenta de que tenías una autentica puta en la cama y no sabias que hacer con semejante mujer.
-N- Oye a mí no me llames…
-Y- Te llamare lo que quiera y ahora cállate y escucha. Esta mañana la zorra de tu mujer ha hablado conmigo. ¿Y sabes que me ha dicho? Pues me ha dicho, “no es para que tengamos un rollito ni para hacer nada, porque no volverá a suceder nada, es solo hablar”, solo hablar, JA, y estaba pensando en el rabo que se comió el otro día y por cierto lo come muy bien. Como tú, que te vi, que te gusto el rabo que tengo. Seguro que te has hecho más de una paja pensando en ello, ¿a que sí? (como no decía nada, solo miraba atento fui más contundente) no me mires así MARICÓN, ¡¡CONTESTA!!
-M- Si. (En voz baja)
-Y- Si ¡¡¿QUÉ?!!
-M- Que si me he hecho alguna paja.
-Y- No pongas esa cara hombre, que seguro que la puta de Nela se ha hecho alguna también. Ponte de pie. (Maikel se puso de pies) Mira Nela tu hombrecito esta empalmado y eso que todavía no hemos empezado.
-N- ¿Empezado a qué?
-Y- Nuestra fiesta interrumpida el otro día. Pero nos recuperaremos, ahora tu marido se desnudará, luego vendrá a sacarme el rabo y lo sujetará para que tú me lo mames y que él lo vea, pero, no le dejaremos que se toque.
-N- ¿Sera tan cornudo para hacerlo?
Ante la mirada excitante de su mujer, Maikel empezó a desnudarse con nerviosismo. Efectivamente estaba empalmado y tenía un rabo dentro de lo normal, tal vez un poquito delgado, pero normal. Me fijé más en Nela y sus pezones estaban por estallar, me puse detrás de ella y le dije, “sabes que a ti también te voy a domar, ¿verdad?” se limitó a mover la cabeza afirmando. Luego le dije también, “vamos a tratarlo como quiere y como queremos, nada de ser blandos, ¿estás de acuerdo?” Y nuevamente movió su cabeza afirmando.
Se había desnudado y se quedó de pie mirándonos sin saber que hacer al tener yo abrazado por detrás a su mujer y sobando sus tetas. Ninguno de los dos se decidía a hacer nada por ese motivo, apreté las tetas de ella y soltó un leve quejido y le dijo a su marido, “a que esperas obedece a mi novio” me hizo gracia lo de novio, él se acercó y me desabrocho el pantalón y me bajo todo, aunque yo solo le había dicho que me sacase el rabo. Una vez que lo hizo y ante la atenta mirada de su mujer, me sostuvo el rabo con su mano temblando. Lo único que dijo su mujer fie, “joder” y meneo la cabeza. Se acerco me beso y se agacho.
No sé si era porque su marido miraba, pero la mamada me estaba sentando mejor que la del otro día, se deleitaba pasando su lengua por todo mi rabo y miraba a su marido. Le ordene a Maikel, porque ya no eran peticiones, “venga no pierdas el tiempo, no te quedes mirando como un tonto, desnuda a la puta de tu mujer” y el muy obediente empezó a desnudarla, al acabar se quedó otra vez parado y le deje que mirara. Hasta que se me ocurrió ordenarle, que buscara una cuerda o varias. Ni pregunto ni dudo, salió de esa habitación en busca de lo que le había ordenado. Al hacerlo Nela se sacó mi rabo de su boca para decirme, “como eres, como juegas con él, eres malo, eres peor” y no le deje terminar el eres, le metí mi rabo en la boca de golpe diciéndola, “chupa y calla, zorra, ahora sois míos” le paso como a su marido ni protesto.
Le dije de irnos a su habitación y así lo hicimos, nos íbamos metiendo mano por ese estrecho pasillo. Una vez en la habitación me fije en ella, mi cabeza tenía que funcionar a toda velocidad para lo que yo quería. Hice que Maikel trajera mi pantalón después de darme las cuerdas. Cuando regreso me vio atando a su mujer las manos y con el hice lo mismo pero lo até también a la pata de un armario robusto. Quedo como le dije, como un perro y con el culo en posición. Mientras la puta de su mujer me comía el rabo sin usar las manos. A su marido le empecé a azotar con mi cinturón. El tío metía su cabeza entre sus manos y aguantaba estoicamente sin quejarse y vi el empalme que tenía el muy cabrón. Lo estaba gozando y se lo dije a su mujer.
Que al ver su culo me dijo que le iba a hacer mucho daño, que tenía el culo demasiado rojo, pero le encantaba ver así a su marido. Le decía que lo hacía por lo que nos había hecho y ella seguía pidiendo piedad para su marido y mi respuesta fue, “tiene que ser castigado, pero si quieres, seré magnánimo y los que le faltan te los daré a ti” y la muy puta me dijo, “sí que me da pena el pobrecillo” no le hizo falta pedírmelo más, se colocó en la cama, con la posición más exagerada que su marido y el culo bien preparado, le daba con el cinturón, pero sin pasarme, tuve que subir el ritmo de mis azotes, hasta ver como empezaba a gemir.
Su coño brillaba lo podía ver desde mi posición, estaba muy excitada. Pare de azotarla pero no le permití que se moviera, acerque mi rabo, se lo pasaba desde su culo hasta su clítoris, verla así, con el culo tan sumiso me ponía más cachondo. Ahora gemía con más fuerza, hacia amagos de meterle mi rabo y eso nos ponía más a los dos. Hasta que lo estropeo Maikel diciendo, “cuidado, ponte algo que Nela no toma nada, no vaya a quedarse embarazada, no jodáis, que os veo muy lanzados”, Nela al pararme se cabreo y se levantó, cogió el cinturón aunque llevaba las manos atadas y azoto a su marido, pero de una forma más “violenta” no se cortaba, le dio con rabia y excitación. Luego volvió me dio un morreo y me dijo, “¿continuamos?” me gusto su iniciativa.
Continué donde me quedé y cuando más cachondos nos notó, su marido otra vez y más enfadado repitió lo mismo. Nela me pidió que la desatara un momento, lo hice y abrió un armario, saco unos pañuelos de cuello, tapándole a su marido la boca y los ojos, todo eso nos hizo recapacitar y me coloque un condón. No me espere y me la follaba como quise hacerlo la primera vez. Se corrió muy rápida y me pidió que le sacara el rabo, por lo que se ve el látex le daba como una alergia y maldecía. No paraba de decir que en cuanto pudiera se colocaría un DIU. Para compensarme se em peso a comer con mucho arte mi rabo. La hice parar un momento y quise que me lo comiera junto a su marido, lo más pegado que pudiéramos. Le quite los pañuelos y el cornudo babeaba viendo como su mujer se metía mi rabo en su boca todo lo que podía, porque no podía todo.
Me tenía a tope y me miraba porque intuía que me iba a correr, que mirada de zorra que tenía, era muy golosa. Sus ruidos guturales nos ponían más cachondos a su marido y a mí. Toqué su cabeza indicándole que me iba a correr, ralentizo la mamada, la suavizo y ahora su lengua hacia filigranas sobre mi hinchado capullo. Agarro mis nalgas y me sujeto como para que no me escapara, grite con fuerza cuando me corría, la llame puta, zorra y al cornudo le decía que me le estaba llenando la boca a su mujer. Nada más terminar ella sin que nadie le dijera nada, miro a su marido con mucho sentimiento y con la boca llena de mi corrida lo beso, el en ningún momento hizo muestra de asco o repulsa, todo lo contrario. Le comía la boca con desesperación. Nela al quitarse le dijo, “Amor, no te preocupes que si mi novio no dice lo contrario, la próxima corrida será en tu boca” y me miro para saber qué opinaba y le di mi opinión, “eso ya lo veremos, según se porte y no soy tu novio, soy tu dueño”y ella sintió con la cabeza.
Desate al cornudo y le ordene que nos preparara algo ligero para picar. Mientras lo hacia su mujer y yo nos enfiestamos nuevamente. Se ponía muy cachonda colocándose mi rabo entre sus piernas mientras nos besábamos. Al oído le dije, “el próximo día quiero que tengas un buen rabo de látex para desvirgar al cornudo y lo harás tu” ella en plan gatita mimosa me decía, “no sé si seré capaz, no me veo”y le solté un buen guantazo en su culo. No hubo replica y me beso ardientemente. Mientras nos morreábamos empecé a tocar su ano, no protestaba pero me dijo, “jeje, te leo el pensamiento, pero por ahí será muy difícil que no es la de mi marido” y cuando le dije que eso se vería, me dijo con cierta seriedad, “y lo mismo a Maikel no le hace mucha gracia, que es como si fuera su terroso” y llego Maikel diciéndonos si nos lo llevaba a la cama o nos levantábamos, di un salto de la cama y sin ponerme nada nos fuimos a la cocina, Maikel quería llevarlo al comedor y dije que daba igual.
Mas que ganas de comer lo que tenía era sed. Nela se había puesto una bata corta por encima, Maikel y yo estábamos en pelotas. De pronto a Nela le dio un ataque de risa y Maikel pregunto que le pasaba, ella le dijo, “hijo, que estáis los dos colocados juntos y que quieres que te diga, es chocante. Al margen de la altura y la musculatura que no te pareces en nada a él, la diferencia de tu cosa y la de él, que creía que estabas en la normalidad, pero va a ser que no, es que ni en reposo, jeje, perdona” y Maikel un poco ofendido, pero no mucho le respondió, “te puedo asegurar que estoy en la media, lo que pasa con este es que es raro, que el raro es el y no yo” y volvió a darle otro ataque de risa a su mujer y nos dijo, “pues me quedó con el raro” lo dijo de tal manera y con unos gestos que nos echamos a reír los tres.
Le dije a Maikel si tenía crema de manos y no sabía de qué iba ni entendía la pregunta, dijo un sí muy suave. Le dije que la trajera y miro a su mujer, que él dijo que en sus cajones del baño en el de arriba. Al irse muy deprisa me dijo, “te veo venir, hazme el favor si ves que pone mala cara, déjalo para otro momento que todo llegara, no quieras todo el primer día, no vaya a echarse atrás”. Me trajo la crema de manos y me la daba. Al no cogerla se quedó sin saber qué hacer, hasta que le dije, “Maikel esta crema es para que a la puta de tu mujer, que desde oí es mía, le prepares el culo para que se lo folle. Te diré que está preocupada por si te disgustaba, lo que no sabe esta zorra es que llevas desando mucho tiempo que un rabo como el mío se lo abra de verdad, si me equivoco lo dejamos a qui y si no me equivoco, prepáraselo y luego me preparas el rabo para que ella lo vea, ¿Qué me dices?” el muy cornudo no dijo nada, se agacho y abrió el bote dejándolo sobre el suelo, se llenó bien los dedos y empezó con su primera labor, Nela lo único que hizo fue apoyarse mejor y dejar el culo hacia fuera.
No dejaba de mirarme mordiéndose los labios y habiendo cosas con su lengua, provocándome. Me sonreí y me dijo, “llevo muchos años con este maricón y no lo había conocido y tu como quien dice, en dos días lo conoces perfectamente, que cornudo que va a ser” y dijo Maikel “ya está” y Nela le respondió, “pues ya sabes prepara a nuestro dueño” él se acercó y fue a darme crema en mi rabo y él ordene, primero limpia mi rabo con saliva y luego pones la crema” Nela miro rápidamente hacia abajo y cuando vio cómo su marido se metía mi rabo en la boca dijo, “mira ya tienes dos putas para ti, hasta que enseñarle que lo hace muy mal, esta echa toda una mamona, que increíble, madre mía” y la muy zorra se tocaba su clítoris viendo a su marido. Hice a Maikel que parara y se puso a colocarme la crema mientras su mujer se tocaba sin ningún reparo, con movimientos muy evidentes de lo cachonda que estaba.
Me puse detrás de su mujer y el que seguía agachado podía ver en primera fila como mi rabo entraba lentamente en su culo. Se notaba que ya se lo habían follado, pero costaba meterlo. Nela respiraba con contención y no me decía nada, hasta que empezó a hablar, “Maikel, que barbaridad, que gustazo, como lo noto, es demasiado, que diferencia, dueño sigue, joder que mal suena lo de dueño” y azote bien su culo, “menudo cabronazo has elegido, es un animal, vamos mi AMO, fóllate a tu mujer, a tu puta” eso me hizo no andarme con miramientos y le fui metiendo el rabo con más decisión y ella solo decía, “Si, Si, SIIIIII, MAS, MAS, HASTA EL FONDO, y tu ¡CORNUDO! Cómeme el chocho” Maikel se metió entre sus piernas y ella se puso más fuera de sí misma, se movía con mucho ímpetu y sentía como el cornudo de Maikel, sobaba mis cojones. Tanto traqueteo y tanta excitación nos llevaron a corrernos juntos, lo provoco todo que ella empezó a correrse y a decirme que la llenara el culo, lo hacía con tanto escándalo que se corrió ella y yo detrás, esta vez no hubo nada que decir a Maikel, nada más sacar el rabo se puso a comer el culo de su mujer, porque no le deje comerme el rabo sucio.
Nos fuimos a su cuarto de baño, no tenían ducha, tenían una bañera grande, con cortina, nos apañamos como pudimos ella y yo. Maikel nos miraba y fue ella la que le dijo, “venga, venga asea a nuestro amo”y cambiamos el dueño por amo. El cabrón le había cogido gusto a tocarme el rabo. Hasta que otra vez me lo puso medio morcillón y le dije que se parase. Nos secó a los dos como buen cornudo y pasamos a la habitación. Entrando el muy decidido.
Justo en ese momento le dije a Maikel, “no, no, tú en este momento nos vas a dejar solos, no nos vas a molestar que quiero estar toda la noche con mi nueva mujer, mañana nos despiertas para desayunar, con el desayuno preparado y luego nos llevaras a mi puta y a mí a trabajar” se marchó tranquilamente asumiendo todo y nos quedamos Nela y yo juntos.
Por la mañana en cornudo de Maikel nos despertó para decirnos que el desayuno lo teníamos preparado y nos levantamos. Estábamos en algunos sitios algo pegajosos y Maikel estaba ya vestido y aseado. Me di una ducha rápida y luego se fue a duchar Nela, estaba solo con una toalla en la cintura desayunando y teniendo una amena conversación con Maikel, una conversación entre buenos amigos. Vino ya toda arreglada Nela, su mirada y sus labios rojos me pusieron cachondo, pero sobre todo su mirada. Le dije, “Nela, con esa mirada de zorra le levantas el rabo a cualquiera” y ella me dijo sonriendo, “y ahora voy y me lo creo, anda termina el desayuno que al final llegaremos tarde” hice que se acercara y me quite la toalla para que viera que era verdad, que no mentía, mi rabo estaba empalmadísimo.
Su mirada se convirtió en lujuriosa y se acercó a mí, deje que se sentara en mi silla y me puse de pies junto a ella, que agarro mi rabo, haciéndome una mamada buenísima hasta que consiguió que me corriera en su boca. Maikel todo el tiempo estuvo mirándonos y toqueteándose el rabo por encima del pantalón. Al terminar Nela se levantó, le dio un buen beso a su marido y se puso a pintarse nuevamente los labios. En el coche iba yo detrás y aprovechaba para acariciar a Nela con mucha discreción.