El Cornudin (2)

Continuanción de mi humillante vida como cornudo feminizado.

Me dirigí hacia mi habitación completamente preocupado por las intenciones de mi novia, no podía creer que estuviera abriendo mi mesita de noche, cogiendo todos mis calzoncillos y poniéndolos en una bolsa de plástico transparente, era evidente que quería que todo el mundo viera que estaba lanzando mi ropa interior masculina.

Cuando terminé, me dirigí hacia mi nueva Ama, le dije con la cabeza gacha:

C- Ama Laura, ya he recogido toda mi ropa interior masculina, podemos ir a comprar cuando a usted le plazca.

L- Tu chaval eres más tonto de lo que pareces, a partir de ahora no me puedes ni hacer sugerencias, lo entiendes capullo!

C- Si Ama Laura- respondí mientras me ponía de rodillas.

L- Eso está mejor capullo. Como comprenderás no puedo ir a comprar ropita de nenita contigo, si estas así de mal cuidado.

A ver si aprendes, tontin, los chicos que tiene pilila en vez de polla y visten ropa femenina, tiene que ir completamente depilados.

Me quedé atónito, no podía describir la intensa humillación que estaba sufriendo, pero desgraciadamente mi pilila empezó a erectar de manera evidente.

L- Venga no disimules, capullin, tu pilila delata que eres una nena, anda y ve al cuarto de baño, te embadurnas todo el cuerpo con crema depilatoria, y espera a que venga. Voy a buscarte un conjuntito especial para ir de compras.

Me dirigí de rodillas hasta el lavabo y me desnude completamente, me mire al espejo y me di cuenta que era un completo gilipollas a la merced de mi novia, ahora Ama. De todas maneras mi pilila erecta indicaba cual era el camino que tenia que seguir.

Abrí el armario y saque un bote con crema "Depilación en 2 minutos", me observé en el espejo, sabiendo que era la ultima vez que me vería con bello corporal y empecé a embadurnar todo mi cuerpo con esa crema, a pesar de la intensa humillación mi pilila estaba mas pletorica que nunca, casi 10 cm.

L- Veo que eres un buen cornudo y un autentico capullo, tu y yo vamos a ser la pareja ideal, tu cornudo yo Ama. De todas maneras creo que no me has entendido bien. Te he dicho que no quiero ni un pelo.

No entendía nada, me había embadurnado completamente de cuello hacia abajo y debido al efecto de la crema iba notando como se desprendía todo el bello de mi cuerpo, no sé que más podía querer.

L- Las cejas, capullo – me dijo mientras me pegaba una gran bofetada- las niñas no pueden ir con eso en la cara, ya te las pintare yo con lápiz, vas a quedar monisima.

Con los cinco dedos marcados en la cara, empecé a embadurnar mis cejas, en tan solo medio minuto habían desparecido por completo. Me puse en la ducha como me había ordenado mi Ama y con agua fría empecé a eliminar todo el bello.

Debido al efecto de la temperatura mi pilila, se convirtió en una colilla insignificante, y en ese momento oí dispararse un flash. La muy sádica me estaba sacando fotos!

L- Mírate en el espejo capullin, me parece que no he visto una cosa tan patética en mi vida, así rasuradita, parece más pequeña que la de mi sobrino de 2 años, la madre naturaleza se paso mucho contigo, ja ja!

Realmente era espectacular lo ridículo que era, completamente desnudo, con ese micro pene, sin un pelo y encima sin cejas. Entonces entendí que era eso lo que me merecía.

L- Bien así me gusta, pensaba ponerte algún modelito sexy, pero como creo que te va a llevar la ropa de la tienda puesta, es mejor que te vistas con estos pantalones y esta camisa y no uses ropa interior. Siéntate que te voy a pintar unas cejas monisimas.

Una vez pintadas las cejas, muy finas, y vestido, nos dirigimos hacia la calle, con la bolsa transparente llena de calzoncillos. Me dirigí a un contenedor para tirarlos y olvidar así, el hombre que havia sido.

L- Donde vas, capullin? Creo que es mejor que otros hombres de verdad usen estas prendas. Me parece que en el colegio donde ibas de pequeño piden ropa para los necesitado no?

C- Pero Ama Laura, conozco a todas las profesoras, que les voy a decir?

Plas! En medio de la calle me dio un sonoro guantazo y me giro la cara, varios transeúntes se giraron mirando como una mujer abofeteaba a un hombre con una bolsa llena de calzoncillos.

L- Gilipollas!-dijo gritando para que todo el mundo lo oyera – tú haces lo que yo te digo y punto, ni rechistes, entiendes?

C- Si mi Ama – dije flojito-

L- Mas fuerte cornudo, no te oigo

C- Si mi Ama Laura – dije alto, entre medio de un grupo de gente que estaba alucinando con la escena.

Decidí empezar a caminar hacia el colegio antes de que me humillara mas en publico. El colegio estaba a escasos dos minutos de mi casa y llegamos enseguida.

L- Ahora, llamas y les cuentas que no necesitas mas esta ropa y que la pueden dar a los necesitados. Les dices que has decido dejar de usarla porque consideras que tus atribuciones como hombre te impiden llevar ropa masculina, lo entiendes?

C- Si Ama Laura- dije completamente rojo de vergüenza y completamente acojonado de lo que me podía pasar.

Llame a la puerta y abrió mi antigua profesora de gimnasia Anna, nunca nos habíamos llevado demasiado bien, me miro con cara de sorpresa y posteriormente se fijo en la bolsa que llevaba en las manos.

A- Que hacer por aquí Roger?

C- Pues mire- dije rojo completamente, entre medio de tartamudeos- que como soy muy poco hombre, he decido no usar mas prendas masculinas y dárselas para los necesitados que si son dignos de usarla.

A- Pero que dices? –se quedo pensando unos segundos- a ya recuerdo, en los vestuarios tú eras del que se reían todos lo niños! De hecho entre las profesoras lo habíamos comentado y nos dabas un poco de pena. Esperábamos que con la pubertad dejases de tener ese problema.

Me estaba a punto de morir, mientras mi novia se acercó a oír lo que me decía la profesora.

A- Pero en vez de solucionarse, aumentó. A todos lo niños les creció y les empezó a salir pelo, y a ti, solo te salió pelo, no varió nada de tamaño! Te acuerdas de esas colonias en que os bañasteis desnudos, nos quedamos de piedra, prácticamente solo se veían los pelitos. Incluso llamamos a tu madre, por si tenias algún problema y nos dijo que era normal, que tu padre daba la misma pena que tu.

L- A ver enséñale la pilila que tienes rasuradita, segura que le recuerda a cuando tu tenias 5 años.

La saque tímidamente, me tuve que bajar los pantalones para que la pudiera ver mi profesora, y esta empezó a reír como una posesa, alucinando con el espectáculo que tenia delante.

En ese momento me empezaron a caer las lagrimas, y mi novia y la profesora me consolaron diciendo, que había tomado una sabia decisión asumiendo mi falta de hombría, y que aceptándolo seria mucho más feliz.

Incluso mi novia, le cogió confianza y le contó que ahora íbamos a comprar ropa mas indicada para mí, de lo que se congratulo mi profesora Ana.

Al despedirnos mi Ama le dijo sonriendo:

L- He tenido suerte con este capullin cornudo, voy a ser la envidia de las chicas del barrio. Si lo deseas te tendré informada de mis avances con este tontin. De momento te voy hacer llegar una peliculita con la que espero que disfrutes. Anda cornudin despídete de tu profesora.

Completamente humillado, con lagrimas en los ojos, deseando que aquello terminara, solo pude decir entre balbuceos: Se despide el cornudo.

Las dos empezaron a reír compulsivamente, mientras yo me iba haciendo pequeño como un insecto.

Después de esa escena nos dirigimos a una céntrica tienda de lencería, donde descubriría que la humillación que había sufrido era una autentica tontería, comparado con lo que tendría que sufrir.

Continuará........

Si desean hacer algún comentario respecto a este relato les agradecería humildemente que lo hicieran: rogercat24@yahoo.com