El Convento de las Putas- Elena se entrega
Elena descubre a la nueva Laura, y toma desiciones que cambiarán su vida para siempre....
Elena había quedado agotada física y mentalmente por todo lo que había pasado en ese primer encuentro con Laura. El cansancio iba relajando su cuerpo y se le cerraban los ojos cuando Laura le dio un cachete que la espabiló.
- ¡Eh! ¿Qué pasa Laura?
-¿Qué pasa? Que eres una zorra lesbiana, una putita que no es capaz de dominar sus instintos. En otras palabras eres una perra, una bestia que sólo piensa por el coño. Me has hecho pecar con tu lascivia y tú lujuria, ¡Demonio! Mereces que te castigue, que te humille. Sólo así entenderás lo que eres y que sólo alguien como yo puede controlarte.
+Elena se sentía cada vez más avergonzada
-Eres un demonio, le llevas dentro y ese demonio me ha llevado a su lodo, me ha manchado y ¿ahora piensas que te puedes quedar así? Ya no podré ser monja, he pecado contra Dios, y contra mi misma. Eso te lo debo a ti putita lesbiana de mierda. Ensucias todo lo que tocas y a mi me has ensuciado con tu pecado. Ahora no puedo pensar en otra cosa que en sexo, tengo pensamientos lascivos, te imagino de mil maneras dándome placer y yo no era así. Yo era una santa, me has llevado a tu infierno zorra. Desde que nos llegó la regla, tus hormonas se dispararon y por más que te lo dije, no supiste como dominarlas. ¿Crees que no sabía lo que pensabas? ¿Crees que no me daba cuenta de que ya me deseabas? Pero siempre luché contra ese demonio que vive en ti. Por eso me fui lejos, a estudiar a otra parte, y ahora creía que ya habías cambiado pero sigues siendo la misma zorra de antes.
A Elena se le salían las lágrimas, era obvio que estaba rota. Laura había logrado romper su alma, desgarrarla. Por dentro Laura sonreía y se regodeaba en sus resultados. Pensaba que le sería más difícil romperla, pero era obvio que Elena era su amiga y la quería y también que era muy zorra. Esa era una combinación perfecta para lo que tenía en mente para las dos.
-También se que tus pobres padres estaban sufriendo contigo porque estabas muy descuidada con tus estudios. Hasta te has planteado dejar la carrera ya que por el dinero que tienes no necesitas estudiar. Seguramente con eso estaba atormentado mientras conducía al abismo en que cayeron con su coche. Eres un asco de persona, ¡Mis padres también iban en ese coche! Tú les mataste a todos, ¡tuuuuuuu perra!
Elena ya no podía más, se sentía un ser miserable. Aún y Laura diciéndole todas esas cosas, ella se sentía cachonda, sentía como se iba mojando su coño. La sensación de impotencia y sumisión que mostraba ante Laura la tenía muy excitada y confundida. ¿Cómo podía sentirse así, cuando estaba oyendo cosas tan terribles?
Laura se derrumbó a llorar y se acostó en la cama, recogiendo las piernas y colocándose en posición fetal. Elena no sabía y la dejó que se desahogara llorando por un buen rato. Más tarde, se le acercó de rodillas en el suelo y le besó la mejilla. Laura que estaba haciendo un teatro total, primero sonrió con esa sonrisa angelical que Elena había conocido y luego esa sonrisa se convirtió en una mueca. Le agarró la cara con la mano derecha y espetó, -no me toques sin que te lo ordene puta zorra y le escupió la cara. La confusión en la cabeza de Elena seguía…Cuando Laura dijo esto, un chorrito bajó por sus piernas, se corrió con sólo ser humillada de esta forma.
-Jamás vuelvas a tocarme sin que te lo ordene. Ven, siéntate aquí a mi lado y abre las piernas. Laura metió un dedo en el coño de Elena para comprobar los resultados de su actuación. –Eres un monstruo, te hablo de la muerte de nuestros padres y tú te pones cachonda, ¡serás puta! ¿Te das cuenta de que eres incapaz de controlarte? Sólo yo puedo llevarte por el buen camino, sólo yo…
+Por favor llévame por el buen camino Laura, no quiero ser así… Ayúdame a controlar mis demonios, por favor te lo ruego…
¡Bingo! Era suyo el poder. Laura no podía estar más satisfecha.
-Muy bien Elena, te ayudaré a cambiar, por la amistad que nos ha unido. Pero lo que realmente mereces es irte al infierno con tus compañeros…
+Lo sé, Laura…por eso quiero que me ayudes. Si tan solo pudiera resarcirte por el daño que te he hecho…
-Eso ya estás haciéndolo, de ahora en adelante harás todo lo que yo te diga, absolutamente todo. ¡Ah! Y otra cosa, de ahora en adelante me tratarás de usted y me llamarás Señorita, de momento.
+Si Señorita
-Aprendes rápido. Acércate, antes de que te ayude a sacar tus demonios, quiero conocerlos…Cómeme el coño.
Elena se quedó sorprendida con la orden, pero rápidamente fue a cumplirla. Nunca lo había hecho pero había visto muchos videos porno en donde si lo hacían. Se acercó al coño de Laura, abrió la boca, sacó la lengua y se entregó a su tarea en cuerpo y alma... Al cabo de unos minutos, Laura le dio una patada despegándola de ella y su coño y con un tono y un gesto muy displicente le dijo…Ni el diablo estaría orgulloso de ti…sirves para tan poco, que ni para esto sirves…no he sentido nada. Mentía como una posesa, la realidad era que se había corrido tres veces, pero nunca les daba el lujo a los demás de que vieran sus verdaderas reacciones, sólo cuando ella y sólo ella quería. Se levantó de la cama y se puso de pie justo al lado de Elena, desde arriba la chica se veía indefensa, sumisa, humillada. Levantó la mano y le dijo, -lo que te mereces es una paliza para sacarte a golpes a ese demonio inútil que llevas dentro zorra.
Elena, que la miraba desde abajo extasiada con ese poderío que emanaba Laura, se cubrió la cara con las manos, -por favor no me pegue señorita, no me pegue por favor. Haré lo que quiera, lo que me pida, lo que usted desee pero por favor no me pegue suplicó Elena entre lágrimas.
-Esto es justo lo que quería escuchar zorrita. Has pasado la primera prueba. Ahora siéntate en el suelo delante de mi y te contaré mi plan. Elena no entendía nada, pensaba que todo lo que había pasado se había dado espontáneamente. La pobre tonta no sabía que Laura llevaba planeando este día desde hacía muchos meses y que esa responsabilidad que exigía en la muerte de sus padres a Elena, no era más que de ella. Laura había llevado a los padres de Elena y los suyos propios a la desesperación, Laura les había llenado la cabeza de mentiras acerca de Elena y además le contó que Elena la arrastraba a ella en sus sucias prácticas. Les mostró páginas pornográficas de Internet, que Elena miraba y supuestamente obligaba a Laura a mirar. El día del accidente, los padres de ambas, iban a sacarlas de su respectivo colegio mayor y convento para aclararlo todo y llevarlas a que recibieran ayuda profesional, pero Laura había contratado a alguien para que los siguiera y llevara hasta el precipicio donde cayeron y luego se asegurara de que habían muerto. Era la única forma que podría llevar a cabo sus planes, sólo después de la desaparición de los padres de ambas, podría ser ella misma y arrastrar a la zorra de Elena con ella. Pero nada de esto Elena lo sabía.
-Bien zorrita Elena, como has podido comprobar…no es posible para ti sola controlar tus impulsos. Eres una animalito, una bestia arrastrada por sus bajos impulsos y siempre supe que sería yo la única que podría controlarte. También creo que se ha hecho claro para ti, la sumisión que me profesas y el dominio que ejerzo sobre ti. Pero antes de seguir contándote mis planes, quiero decirte que yo no creo en dios, ni en el diablo ni en nada. Solo creo en mí y en mi capacidad de conseguir lo que quiero y deseo. Todo ese rollo de la santa madre iglesia de dios, el diablo, el cielo, el infierno, son tonterías para mantener al personal aborregado. Además quiero decirte que la trágica muerte de nuestros padres ha sido en parte una liberación para mí, ya que no tengo que seguir fingiendo nunca más…y tú tampoco. Bueno, miento…delante de la madre superiora del convento seguiré siendo Laura la casta y pura, pero solamente porque me conviene para mis planes. Laura abría los ojos como platos porque no podía creer lo que estaba oyendo.
-Querida Elena zorrita, a lo largo de los años he estado leyendo, documentándome acerca del mundo del sadomasoquismo, la dominación y la sumisión. Por supuesto que el rol que me atribuyo es el de dominante y creo que es claro para ti que eres sumisa y mucho. Elena bajó la cabeza y sólo pudo musitar un –si Señorita. –Me alegra tanto que hayas aprendido tan pronto cómo debes de tratarme, es realmente gratificante ver que no me he equivocado escogiendo un rol para ti.
-Mi plan a largo plazo mi querida zorrita, es introducir gente en toda la iglesia católica que le dé un giro de 360º y destruirla desde dentro. Todos sabemos que la mayoría del clero y el noviciado, son gente sin vocación que sólo están ahí por muchas cosas, menos por vocación. Además es de todo conocido los escándalos de la iglesia que han salido a la luz últimamente y que en resumidas cuentas concluyen que los curas son unos salidos y las monjas unas putas. A corto plazo, mi plan es hacerte aceptar lo que ya eres y que seas mi perra sumisa a mi entera disposición y servicio. ¿Qué te parece mi plan?
+Pues que no sé cómo va a lograr el plan a largo plazo, y que su plan a corto plazo me parece bien aunque siento mucho miedo porque dios nos va a castigar a las dos.
Elena se sentía tan pequeña y tan aturdida que ni que Laura le hubiese dicho que luego la iba a matar, le hubiese dicho que no. Lo cierto era que con Laura era con quien único había podido dar rienda suelta a su verdadero ser. Delante de todos era la niña modosita y obediente de la que sus padres estaban orgullosos. Ni se imaginaba que la imagen que sus padres tenían de ella, había cambiado en las ultimas 24 horas de su vida, pero eso para Laura siempre sería secreto.
-Pues muy bien zorra, que sepas que de ahora en adelante siempre me llamarás de usted y olvídate de castigos de ese dios que mencionas que no existe. Ahora yo seré tu diosa, tu Ama, tu Señora y me obedecerás en todo, digo, a menos que prefieras irte y seguir tu vida vacía y mustia sin nada ni nadie que te haga vibrar. Porque ahora sólo me tienes a mí. El sólo pensar que Laura la abandonara, la aterraba…quería estar a su lado siempre, ya las habían separado bastante, ahora tocaba estar a su lado, y si podía además sacar su verdadero yo, pues era una situación ideal para ella…
+No Señorita, por favor no me deje, si me abandona no sé qué será de mi vida.
-Tu vida sería la misma que hasta ahora, aburrida, igual que la mía. Yo te propongo una vida entera de excitación, servicio, sumisión, sexo, vicio y todo lo que te ha sido negado hasta ahora. Conmigo podrás desarrollar esa perrita sumisa que llevas dentro y que no ha costado mucho que comience a salir. Ahora tienes que prometerme que siempre confiarás en mí, y que haga lo que yo haga, te mantendrás a mi lado. La vida que comienza para las dos ahora, querida zorrita…por momentos te va a asustar, pero te prometo que todo está pensado por mi para que disfrutemos a tope. Te aseguro que no te arrepentirás de convertirte en mi sumisa y quien sabe si posteriormente en mi esclava.
+Se lo prometo Señorita, siempre confiaré en usted y seré suya siempre.
Muy bien…allá vamos…
Continuará…agradezco sus comentarios y su tiempo…