El consuelo de una hija (Noche 3)

Los hilos del destino, son lazos de sangre.

Mi bella hija se acerca lentamente a mi y roza mis labios con sus dedos aun húmedos a causa de sus deliciosos jugos vaginales, el aroma es enloquecedor, pero me contengo al tiempo que en mi interior una bestia en celo trata de salir, enardecida por las dulces fragancias del sexo.

En la cocina mi hija prepara la cena para los tres, en tanto que yo voy por mi joven amante para invitarla a la mesa, después de un refrescante baño bajamos juntos.

-Te presento a mi hija. -Es un gusto. -Vaya, eres muy bonita, debes parecerte mucho a tu madre. -Bueno señoritas, sigan a la mesa, veras lo buena cocinera que es mi hija.

El delicioso aroma de la comida insita todos los sentidos, nuestra boca se dispone para saborear lo que nuestro olfato le señala como delicioso. una buena comida es el preludio de una noche fantástica, miradas van y vienen, pero no hay nada que una buena botella de vino y una buena conversación no puedan arreglar.

La noche avanza, son la diez  y bajo la luz de nuestra chimenea y el calor del fuego y el vino en nuestras cabezas, nos convertimos en niños que desean jugar, ya ninguno de nosotros tiene memoria ni recuerdos del mundo exterior, el Edén para ser Edén no se mezcla con el mundo, mi casa es nuestro templo de placeres, caemos bajo el influjo del hechizo mágico del placer y el amor, quien ama desea la felicidad del ser amado, yo deseo hacerlas felices, el vino es mas poderoso que la razón y la moral, la moral es una palabra que todos usamos para atormentar a los demás y que el subconsciente usa en nuestra contra, pero al fin y al cabo una palabra que con el avance de la noche se convierte en un recuerdo sin sentido para tres almas libres de perjuicios, la libertad es el máximo placer de los hijos de Adán.

-Vamos, no eres capas de desnudarte ante tu padre. -¿Que no? -Eres muy bonita, si fuera lesbiana me gustaría una mujer como tu.

El calor de la pasión obliga a nuestros cuerpos a liberarse de las ataduras de nuestras ropas, ahora estamos desnudos sin verguenza alguna, mientras conversamos y nos divertimos, contemplamos nuestros cuerpos que hierven en deseo por acercarse mas, mi bella amante me besa y al tiempo toca los suaves senos de mi hermosa hija, mi hija acaricia mi abdomen y luego baja su pequeña mano hasta mi pene erecto, lo toma y aprieta con fuerza, acerca su rostro hasta el y lo toma entre sus rojos labios, la sensación es indescriptible, acaso pueden los hombres describir el placer de los dioses, mi pene brilla con la humedad de la boca de mi seductora hija, ¿es acaso pecado la libertad?, en ese caso soy pecador de un pecado del cual no me arrepiento. declaro mi felicidad a los dioses, la felicidad es pecado, porque los dioses condenaron a los hombres a la tristeza y la desgracia, quien es feliz peca, ser libre es delito, porque quienes gobiernan no comprenden la libertad de sus súbditos, quien es libre delinque. soy pecador, soy delincuente, soy feliz y soy libre.

Disfruto de la suave boca de mi hija bebiendo el néctar que le dio la vida, disfruto de la hermosa boca de mi amante que me ofrece miel sin amargura,  el orgasmo llega en la boca de mi hija, lo saborea y se deleita, se levanta y en un apasionado beso da de beber mis jugos a mi amada amante, se recuestan una sobre la otra en un beso inseparable, yo observo a estas dos bellas diosas desfogando sus pasiones una en la otra, mi amante con sus manos recorre los senos de mi hija, mi hija acaricia tiernamente el culo de mi amante y lentamente introduce su dedo en este lecho de placeres inimaginables, yo excitado me levanto y miro el silencioso combate de los dos clítoris húmedos, introduzco mi cabeza como el avecilla que desea beber del néctar de una flor, comienzo a lamer la cálidas gotas que riegan estas dos hermosas vaginas, la felicidad es tanta, ¿cuantos hombres darían su vida para beber el néctar fresco de dos clítoris distintos, tanto mi amada como mi hija sienten el cosquilleo de mi lengua intrusa entre sus piernas, lentamente abren los suaves pliegues del deseo, entiendo este leve lenguaje, desean ser penetradas y mi pene erecto desea penetrarlas.

Mi amada levanta las piernas de mi hija dejando al descubierto esas suaves cavidades que me eran prohibidas desde la tierna edad de los siete años cuando me bañaba con ella en la mas pura de las inocencias, ahora lo único que deseo es hacerla sentir el rígido órgano que en medio de placer, lujuria y amor le dieron vida, mi pene humedecido lentamente ingresa en el placentero culo de mi hija, un gemido apagado por los deleitosos besos de mi amante se logra sentir, mezclando el dolor de la penetración con el placer del morbo, en mis continuas embestidas veo el dedo de mi hija abriéndose camino por el culo de mi amante, es hora de penetrar lo que mi hija me tiende, por lo cual retiro mi pene de su hermoso y estrecho culo y penetro la misma cavidad de mi amante, en lentas y suaves embestidas que le permiten adaptarse a la forma de mi dura e implacable verga, ingreso en ella como el aire furtivo que ingresa en nuestro cuerpo, así dejo que ella sienta mi pene en su interior. la posición de ella pone ante mi sus hermosas vaginas abiertas y húmedas, goteantes de deseo y placer. lentamente ingreso en la vagina de mi hija, lentamente siento sus pliegues su calor y su humedad, la vagina de ella es igual a la de su madre, logro sentir pequeñas convulsiones internas que masajean mi pene erguido. luego penetro a mi amante, una y otra vez cambio, el culo de mi amada y la vagina de mi hija, el culo de mi hija y la vagina de mi amante.

El placer fluye por mi cuerpo, inundándolo y desbordándolo en un chorreante orgasmo que doy a probar a estas dos hermosas bellezas, mi hija y mi amante beben de mi manantial como si fuera la ultima vez que lo probaran.

Otro nefasto amanecer inunda mi hogar, para los amantes el día es el fin de sus placeres, el sol no esconde los secretos que la luna oculta, en el suelo tres cuerpos desnudos me despierto y beso los cálidos pechos de mi bella hija, el tierno y húmedo sexo de mi amante, alguien toca el timbre, ¿Que clase de atrevido molesta el despertar de un amante con ansias de sexo?.

Me dirijo a la puerta principal y observo al extraño cuidadosamente por la mirilla de la puerta, un desconocido que trae a mi mente la noche en ese sitio llamado Arkanos. si lo conozco es el chico que hablaba con mi amante antes que yo la conociera, ¿Pero que hace en este sitio?