El consolador de mi tía

Esto es lo que te pasa cuando eres caliente y tu familia también lo es.

Hola a tod@s, somos una pareja joven 27 años y bastante liberal, nos encanta practicar el sexo, cuanto más mejor. Mi mujer Alba es una chica preciosa, de pelo rubio y liso, culito en forma de corazón, chochito peludito, tetas más bien pequeñas y redondinas, y la boca más dulce y sensual del mundo. El (Oliver), es un chico fuerte, moreno, atlético, pero no el típico cachas, tiene unas anchas espaldas y unas manos preciosas, un culo prieto y redondo, y una pollita deliciosa y bien grandecita.

Lo que os vamos a contar ocurrió hace muy poco, este mismo mes de marzo, en el norte de España, donde vivimos. Estábamos repartiendo unas invitaciones para una fiesta que vamos a hacer y fuimos a casa de una tía de Oli, pero ella no estaba, estaba nuestro primo David.

Hola David, no están tus padres?, les traíamos esto de la fiesta- dijo Oli.

No has salido, pero esperarles que pronto volverán, yo estoy haciendo un trabajo ahora estoy con vosotros.

Vale vamos a arriba que tenemos que ir al baño.

Subimos al segundo piso, y cuando estaba Alba ya sentada en el baño meando, me asomé a la habitación de mis tíos, por nada en particular la verdad, y vi un vibrador en la cama. Llamé a Alba.

Mira cari el vibrador de mi tía.

Cómo lo habrá dejado ahí

Me acerqué y lo cogí, al olerle noté el olor a coño, umhh, aún está caliente, le sonreí a Alba. Ella empezó a calentarse, se le nota enseguida, en la carita que pone de viciosa.

Te apetece probarlo?

No sé… y si nos pillan…?

La cogí, y la tumbé en la cama, la subí el vestido y empecé a frotar mi cara con sus bragas, que la pone muy caliente. Entonces empecé a meter el vibrador en mi boca como si estuviera comiéndomela, me puse muy caliente al sentir el sabor del coño de mi tía Laura, y Alba también, al verme a mi comiendo esa polla de goma. Se bajó las bragas y empecé a hacerla un dedito, primero con un dedo, tocándola el coño cada vez más caliente, y luego con dos, para cuando estaba ya bien lubricada meterla la polla de goma poco a poco, ya que era muy gruesa. Cómo a ella no la gusta estar quieta me dijo que la diera mi polla, me acosté a su lado y empezó a chuparla, a metérsela enterita en lo boca. En un momento dado, miró a la puerta Alba y vio a David con los pantalones bajados y haciéndose una paja, eso la puso a 100, le hizo señas para que se acercara y le susurró deja ya el ordenador y ven a ver un coño de verdad, vete y cómetelo todo. Yo vi a mi primo que se acercó y me aparte al principio algo extrañado y cuando vi como se ponía de rodillas y metía su boca en el coño de Alba lo entendí mejor.

UUUhhh!!! Qué coño más rico, tiene tu mejor- Decía David.

Así cabrón! Así cómetelo todo- gritaba Alba súper caliente ya.

Ella me la seguía chupando, y David que no aguantaba más cogió y empezó a metérsela hasta el fondo. Entonces para que pudiera metérsela mejor yo me quité de encima, y al apartarme vi el bote de vaselina de mi tía, lo cogí y me acerqué a David por detrás, él estaba fallándose a mi mujer como un loco y ella gimiendo de gusto, y empecé a untarme la polla con vaselina y luego su culo regordete, le susurré:

Hoy primo te vamos a desvirgar entero.

El seguía metiéndosela a Alba cuando le abrí bien el culo y de golpe se la metí, pego un grito de dolor de la ostia, creo que se le escuchara en la otra punta de la ciudad, pero estaba tan caliente con su polla en el coño de Alba que no paró, yo empecé a bombear en su culo, con mi polla bien prieta en ese culo recién roto. Alba estaba muy caliente, gritándole que se la follara y viéndome a mi cómo le estaba follando a él. Cuando llevábamos un poco así David se corrió dentro de mí mejor, yo ya se la saqué y vi como le salía sangre por el culo, se tiró a un lado jadeando y yo le di mi pollita sanguinolenta a mi mujer, le quitó la sangre con la sabana y se la metió en la boca:

Uhhh!, cómo le sabe el culo a tu primo- dijo.

David se fue al baño y sentimos que alguien entraba en la casa, era mi tía, la escuchamos llamar a mi primo. Mi tía es una señora más bien gordita, de culo bien grande y tetas ya caídas, es la verdad algo golfa, ya que le he pillado veces yo masturbándose y sabiendo que la estaba mirando aunque a escondidas seguía y seguía.

Cuando subió arriba nos vio en su cama, yo sabía que no iba a decir nada pero no me esperaba que hiciera lo que hizo.

Se sentó a nuestro lado, y se empezó a masturbar mientras nos animaba a que siguiéramos follando, se había quitado ya la falda y las enormes bragas marrones, y estaba toda abierta ofreciéndonos un coño negro y peludo llenito ya de fluidos. Alba y yo seguimos follando en la cama.

David ven aquí cariño!! – grita mi tía.

Se acerca mi primo y no le extrañó nada ver a su madre abierta de piernas, (cosa que a mi sí). Se arrodilló delante de su madre y empezó a comerla el coño, mientras ella seguía mirándonos:

Así zorra!, deja que te folle, ábrete más, así así que te meta toda esa polla en tu coño- decía mi tía.

Cuando yo estaba ya a punto de caramelo, se levantó mi tía y se acercó a mi mujer, empezó a chuparla las tetas, yo me quité, la puso boca arriba y empezó a comerla el conejo, bien abierta mi preciosa mujer con las lengua de mi tía en su coño y mi tía en pompas con su enorme culo hacia arriba, no me pude resistir, le escupí en el culo y se lo chupé un poco (cómo sabía a mierda, pero me puso aún más caliente), y la metí la polla poco a poco, (no quería volver a hacer un estropicio), ella empezó a gemir y a meter la lengua más adentro a mi mujer, buff, cómo me estaba poniendo, con ese enorme culo entre mi polla y viendo a mi mujer cómo se corría con la boca de mi tía en su coño, no pude más y me corrí yo también en el culo de mi tía. Se la saqué y me tumbé en la cama, vi a mi primo sentado en la silla de lado y quejándose en el culo:

Venga ahora te toca a ti- dijo mi tía.

Ya no puedo más – le susurró mi mujer.

Cómo que no!!! Me vas a comer el coño hasta que me muera de gusta guarra.

Se abrió bien de piernas y metió la cabeza de mi mejor entre las piernas, ella aunque con desgana empezó a comerse ese coño peludo y enorme. Yo aunque ya satisfecho me vi empujado a ayudar a mi mujer, que la verdad lo estaba pasando mal, ya que como la obliguen a algo le sienta fatal, además me quedaba sino con ganas de saber cómo sabía ese coño tan grandote. Me tumbé al lado de mi mujer y entre los dos se lo empezamos a comer bien comido, ella se moría del gusto de ver dos leguitas entre sus piernas, y al poco rato se corrió también.

Estábamos agotados, mi tía se fue al baño a echar algo en el culo de mi primo, nosotros nos vestimos, les dejamos la invitación en la mesita, al asomarse Alba en el baño para despedirnos mi tía la dio un beso en la boca, y la dijo:

Sois increíbles.

Os esperamos en la fiesta, le dije- sonriéndome.

Creo que lo pilló pero ya os contaremos si fue así.