EL confinamiento
Lo mejor que me pudo pasar en el confinamiento
Lo que nos trajo el confinamiento ha sido algo muy agradable y nunca probado antes. Me he decidido contarlo después de darle muchas vueltas, quería compartirlo con la gente, aunque no voy a dar nombres, excepto uno, Miguel. Tarde mucho en decidirme si relatar o no, pero aquí voy.
A primeros de marzo ha vuelto a España un amigo nuestro, amigo de mi marido desde la infancia, Miguel, trabajaba como profesor en una universidad de Roma, Italia. Ahí cerraron todas las aulas, el se ha vuelto a Madrid. Aquí se cerraron después, según la comunidad autónoma.
Después de volver se quedó aislado 15 días, por si traía algún regalo consigo, vino a vernos un domingo por la tarde. Comimos juntos, nos contamos nuestras penas aquí, el las suyas ahí, etc.
Todavía tenía lio con su divorcio, eso que llevaba mas de un año con el proceso. Nos dijo, aquí también nos van a confinar, lo que no sabía si será por zonas, como en Italia, o todo el país. Pasamos una tarde amena, nos tomamos unas copas también después de comer, luego se marcho a su casa.
Tengo que deciros que ya tengo mis 51 años, cerca de los 52., mi marido 53 a 54. Tenemos una vida sexual bastante activa para la edad que tenemos, creo yo. O eso creía. Vivimos en un chalet adosado de muy pocos vecinos, nuestra casa hace esquina en lo mas alto de la urbanización.
Llego el viernes 13 de marzo, mi marido hablaba con Miguel por teléfono, quedaron en que Miguel venia a nuestra casa dos semanas, ya que según los hombres el presidente nos confinaría con seguridad este fin de semana por 15 días. Miguel llego por la tarde, metió su coche en el garaje. Descargo las 9 cajas de vino que trajo, mas botellas de ron, ginebra y whisky, un montón de comida. Le preguntamos si se ha vuelto loco, si se creía que aquí no tenemos nada en casa. Total, cenamos, una copita y fuimos a la cama. El día siguiente llego el anuncio del presi que desde el lunes estaríamos confinados.
Mi marido ya llevaba teletrabajando desde hace una semana, el es profesor también, a mi el lunes me mandaron a un ERTE, soy patronista en una empresa de textil. Estaba yo un poco descontenta, pero se me paso, me tranquilizaron los hombres, me explicaron bien que era un ERTE.
Empecé haciendo panes de todo tipo, la verdad que no teníamos que salir para nada. Tenemos un gimnasio también en el sótano, cogimos por regla, todos los días a moverse un poco para no engordar, así que todas las tardes bajamos hora y media, bici, correr y lo que se podía. La verdad, tenemos todo tipo de artilugios, hasta una elíptica. O sea, podíamos movernos todos a la vez en algo. Luego ya ducha, cenamos siempre pronto, antes de las 8 de la tarde, y luego pues Netflix hasta que subíamos a dormir.
Como hacia todavía fresco fuera, para fumar siempre salíamos a una terraza que tenemos en el patio de mi casa que esta acristalada, tenemos un calefactor de estos que hay en los bares también, la terraza con sus sofás y mesita, ahí tomamos también algún que otro cubata entre serie y serie.
Pasadas dos semanas llego la prórroga, otras dos semanas. Miguel seguía con nosotros, la verdad es que hacia muy buena compañía, ayudaba en todo, hasta en la limpieza de la casa. Lo pasamos bastante bien.
Creo que ha sido el día 18 de haber estado confinados, después del gimnasio ducha, cenamos, salimos a la terraza a tomar un cubata, y fumarnos un cigarrillo. Luego vino el segundo cubata, Miguel salió y vino con un bote de algo. Se ha hecho un porro de marihuana, nos dijo que le fumaba de vez en cuando. Lo probé también, la verdad es que a mi me dio por reírme con casi todo, y eso que solo le pegué dos caladas. Ellos se lo fumaron entre los dos. Ya animados otro cubata, ya era el tercero. Yo no estoy nada acostumbrada a beber tres cubatas seguidos. Ellos también lo notaron, creo, dijeron, un día es un día.
Miguel lio otros dos porros, yo les di otras dos caladas, seguía riéndome de todo, ellos también estaban un poco atontados, la verdad. Mi marido entro en casa, ha vuelto al ratito, se ha puesto detrás de mí, se agacho, me beso, seguía besando mi cuello, yo la verdad no le he puesto resistencia. Seguía besándome, empezó también a acariciar mis tetas a través de la bata y la camiseta que llevaba puesta. Tenia los pezones erectos, el seguía con las caricias y los besos, la verdad no pensé en ningún momento que Miguel estaba de frente, tampoco me importo mucho, ya que la marihuana ha hecho efecto, un efecto que nunca lo esperaba. Mi marido, estando detrás de mí, me desabrocho mi bata, seguía manoseando mis tetas a través de la camiseta, metió la mano por debajo también, levanto mi camiseta delante de su amigo. Le pregunto a Miguel: ¿quieres tocarlas un poco? Me susurro al oído, déjale……yo no dije nada, Miguel se acercó, empezó a acariciarme con las dos manos, mi marido ya me giro al cabeza un poco para besarme, así dejé de verle a su amigo, que empezó a besar mis tetas, mordisqueaba suavemente mis pezones, yo empecé a mojarme mucho y a respirar también mas rápido, me estaba excitando de una manera como nunca. La verdad es que nunca pensé en Miguel como pareja sexual, ni nada de esto, pero los dos me estaban poniendo muy cachonda. En eso Miguel empezó a besarme el ombligo, iba bajando, ya estaba tocando a través de la fina tela mi clítoris, y seguía bajando. Aparto la fina tela del bikini que llevaba puesta, empezó a lamerme el coño, mi marido me besaba las tetas desde arriba. Miguel después de un minuto o dos de succionarme el clítoris me levanto un poco, yo le ayude para sacarme las bragas, no he puesto ninguna resistencia. Empezó a lamerme, yo levante una pierna para dejarle mas espacio, mi marido se vino a mi lado, seguía comiéndome las tetas y luego mi boca, yo ya estaba jadeando por la lamida que me daba Miguel. Introdujo unos dedos en mi coño, los movía, chupaba mi clítoris, yo estaba casi a punto de correrme. Mi marido dijo, vamos al dormitorio. Me subieron tocándome todo el rato. Me tumbaron en la cama, tenemos una cama de 2x2. Se quitaron la ropa en segundo. Miguel seguía comiéndome el coño, mi marido me acerco su pene para que se la chupara, me corrí en menos de un minuto. Los machos se dieron cuenta y no pararon. Tarde un minuto en estar otra vez en éxtasis. Miguel se tumbo a mi lado, me invito hacer un 69, me subí encima de él, tenía el pene un pelín más corto que mi marido, pero de un grosor descomunal, no me entraba en la boca. Le daba lametones, le masturbaba, el me comía el coño. En eso que mi marido se ha puesto por detrás, no sé cómo, pero me penetro. Yo sentía que la lengua de Miguel seguía dándome. Yo le daba lametones a la polla de Miguel, no la abarcaba con la mano de la gorda que estaba. Mi marido saco su pene, me dijo, siéntate encima de Miguel, me di a la vuelta, me senté encima, empecé a bajar lentamente sobre su polla, notaba cada milímetro como me entraba en mi coño, y eso que ya estaba bien dilatada, Miguel me besaba las tetas, al final llegue a sentarme del todo, la sensación era increíble, en mi vida tuve una polla tan gorda dentro de mí, ni siquiera los dildos con los que jugueteamos tenia este grosor. Empecé a cabalgarle lentamente, notaba las palpitaciones de su pene dentro de mí. Casi gritaba de lo bien que me sentía. Mi marido cogió lubricante, metió un dedo en mi culo, lo movía despacio, luego dos, yo estaba en el séptimo cielo. Luego se unto su pene, se ha puesto detrás de mí, me empujo un poco hacia el pecho de Miguel, empezó a meter su pene en mi culo. Entraba despacio, la secaba un poco, otra vez a dentro, así poco a poco hasta que note que la tenia dentro por completo. Empecé a moverme yo, dando nalgadas, era una sensación increíble, era mucho mejor que tener un dildo y el pene de mi marido, luego se han puesto a follarme ellos salvajemente, uno entraba el otro salía, yo solo jadeaba como una perra, note como mi marido descargo en mi culo, se quedo medio quieto, era cuando descargo también Miguel en mi vagina, me he corrido también…caí encima de Miguel rendida. Sacaron sus penes, nos fuimos al baño a asearnos, nos quedamos dormidos los tres en nuestra cama, yo en el medio. Me he quedado dormida creo en menos de 2 minutos, estaba muy muy satisfecha, nunca hicimos un trio antes. Por la mañana, no se exactamente que hora era, me iba despertando porque mi marido me estaba follando, yo estaba de lado, con la cabeza casi en el pecho de Miguel, mi marido me estaba taladrando el coño, que gusto despertarse así…baje mi mano izquierda para tocar el pene de Miguel, empecé a masturbarle lentamente, luego baje la cabeza para chupársela un poco. Como no estaba todavía dura, me entraba en la boca, poco a poco se le ha puesto dura. Mi marido me dijo “cabálgale a Miguel”, saco su polla de mí, me he subido encima de Miguel, fui bajando lentamente, otra vez la misma sensación, de tener el coño completamente lleno. Mi marido tardo poco en untarme la entrada trasera y empezar a follarme el culo a la vez. Se corrió en menos de un minuto, llenándome las entrañas de su esperma. La saco, Miguel me ha colocado en cuatro patas y empezó a follarme muy duro y rápido, mis tetas se balanceaban por las envestidas, se me corrió dentro también, yo también quede satisfecha. Me besaron los dos, me acariciaban, nos fuimos a la ducha. Tenia el culo ardiendo después de las dos folladas que me dieron, pero estaba en el séptimo cielo.
Desayunamos, sin comentar nada de lo ocurrido. Yo solo llevaba la bata puesta, la calefacción estaba puesta. Tomamos un café, un cigarrillo, Miguel me pregunto si me arrepiento por lo que ha pasado. Le respondí que no, que lo pasé magníficamente. Mi marido empezó a tocarme otra vez las tetas, me acariciaba, no daba crédito que quería sexo otra vez. Miguel me abrió las piernas, empezó a comerme el coño con una maestría increíble, me han puesto otra vez a tono. Después de 5 minutos de comida de coño estaba a punto de explotar otra vez, Miguel paro, me levanto, me cogió en brazos, me agarre a su cuello, me metió la polla así de pie, empezó a follarme. Mi marido quiso metérmela en el culo otra vez, le dije, por favor no, me arde, se unto el pene con saliva y empezó a metérmela en el coño desde atrás, también me sujetaba un poco…..y entro…casi me parten en dos. Tenia dos pollas en mi coño, una de ellas era supergorda, además la de mi marido….todavía no se como puede entrar todo esto ahí, tardaron bastante tiempo en correrse, yo me he corrido dos veces. Al acabar me pusieron otra vez al suelo, estaba muy abierta, me salía sus espermas por los muslos, muy liquido ya.
Así pasamos los días hasta finales de junio cuando Miguel se marcho otra vez, casi todos los días recibí dos folladas diarias en varias versiones. Creo que no tuve tanto sexo seguido desde que éramos jóvenes.
Hemos quedado con Miguel para ir a verle en agosto, si será posible.