El Concierto

En un concierto pude manosear a placer a una chica calenturienta

Hola, me llamo David y soy de Barcelona. Tengo 29 años, y esto que os cuento es totalmente real. Sé que es un tópico decirlo, pero os prometo que así sucedió.

Desde hace algo más de 2 años salgo con mi novia, pero eso no quita que me guste “echar una cana al aire” cuando puedo (que es pocas veces), o buscar situaciones morbosas en la medida de lo posible. Ella es muy clásica respecto al sexo, y muy cortada, así que he de buscar maneras de “estimularme” al margen del sexo con ella…

Si hay algo que a ella y a mí nos gusta es ir a conciertos (nos gusta el Heavy, y los conciertos son parte fundamental de este género). Y no voy a negar que si hay algo que me gusta de éstos es que la sala esté llena y yo quedar cerca de alguna chica a la que poder rozar, tocar… sé que es de salido, pero no sé, es una debilidad que tengo. Adoro los culos de las mujeres…y algún gustillo inocente me he dado…

Pero lo que me sucedió en ese concierto fue increíble.

Nos colocamos en un lateral en primera fila, pegados a la valla de seguridad, y, ¡oh sorpresa! Una chica se colocó a mi lado, pero al estar en un lado de la valla, te has de poner de lado para ver, por lo que es como si quedara delante mío. Y mi chica detrás de mí, por lo que para hablar con ella debía girarme.

La chica la verdad es que no es que fuera una belleza, y aunque tenía un cuerpo muy normal, me sacaba como dos cabezas (yo soy bajito y ella era muy alta), lo cual no está del todo mal, pues su culo quedaba justo a la altura de mis manos. Vestía una camiseta del grupo y una minifalda ancha de cuero.

Al poco de empezar el concierto y aprovechando el vaivén de la gente me lancé con extremo cuidado a mi hobby, y con el dorso de la mano acaricié una de sus nalgas, como fortuitamente. Como era de esperar, no hubo reacción, y al poco volví a rozar mi mano con su culo…

Según avanzaba el concierto, con mi novia detrás, yo me iba envalentonando, y con todo el cuidado del mundo trataba de ocultar mi brazo derecho con mi cuerpo para que mi chica no viera lo que hacía. Así fue como al fin me decidí a empezar a acariciar el culo de la chica con la palma de la mano y no con el dorso.

Lo que al principio eran toques fortuitos empezaban a convertirse en auténticas caricias a sus nalgas, y o era paranoia mía o esa chica se pegaba más a mí y movía su culo horizontalmente, como buscando mi mano. Fue ahí, con el corazón desvocado, cubriéndome de mi chica, cuando decidí medio echar el resto y deslicé mi mano hacia la raya de su culo, y de nuevo con el dorso de la mano, como quien no quiere la cosa, empecé a recorrela por encima de la falda con mis dedos.

No había reacción de la chica. Ni una queja. Más bien se quedó quieta, así que con todo el valor del mundo deslicé mi dedo hacia el interior, tocando ya el interior de sus nalgas por encima de su ropa.

Al mismo tiempo coloqué mi brazo sobre la valla, como apoyándome (y no era para menos, pues estaba cachondo perdido, metiendo mano a una chica y con mi novia hablándome detrás y a ratos besándonos). Cuál fue mi sorpresa cuando, como apoyándose, la chica colocó su brazo sobre el mío, con su mano rozando la mía.

En ningun momento ella se giró ni dijo nada, solo la dejó ahí y yo empecé a mover mis dedos, acariciando los suyos, y de paso, llevándome algun roce con su pecho.

No hubo cambios en su actitud. No hubo quejas. Y esa fue la señal que esperaba. La señal de lo que en tantos conciertos había deseado y no había podido hacer.

Deslice la mano desde su colo hacia abajo, rozando sus medias, y empecé a acariciar su pierna, subiendo cada vez más, acariciando el interior de sus muslos, y la chica se pegaba más a mí, así como pegaba (o eso me parecía a mí) su pecho izquierdo a mi mano sobre la valla, rozándose.

Finalmente mi mano llegó a sus nalgas y rápidamente deslicé mis dedos entre ellas, acariciando su tanga, totalmente húmedo, fuera por la situación o por el calor en la sala), y empecé a masturbarla por encima de la tela, con una excitación como pocas veces he tenido, caliente perdido por la situación y a la vez acojonado por ser descubierto por mi chica.

Aún no sé como ella no notó nada raro en mi voz en ningún momento ni se extrañó de que no me girara a besarla más a menudo. Supongo que ayudaba que ella estuviera 100% pendiente del concierto y de cantar las letras del grupo.

Volviendo a la chica, ésta se dejaba hacer totalmente, y ya sin aguantar más, aparté como pude la tela de su tanga y pude tocar un ardiente coño, con lo que me pareció unos pocos pelos, y empezar a masturbarla directamente, ya sin barrearas, subiendo hasta su clítoris, masajeándolo, y a ratos bajando para introducir uno o dos dedos en su coño, follándola con ellos, mientras yo notaba una gran humedad en mi entrepierna provocada por los líquidos preseminales que ya salían de mi polla desde hacía rato.

El concierto avanzaba y yo estaba en la gloria, con mis dedos ya completamente mojados por ella en su coño, y con mi otra mano rozando su pecho todo cuanto podía y más.

En un determinado momento noté un torrente de líquido en mis dedos, y supuse que es que se había corrido al tiempo que apretaba mi mano. Fue el no va más para mí.

Aún así no dejé de tocarla durante el resto del concierto…. Del cual ya pasaba bastante, la verdad…

Finalmente el concierto acabó, y sin tan siquiera darse la vuelta ella se fue por su lado y yo por el mío, contento, satisfecho…. Y con un calentón que un rato después mi novia agradeció.

Os prometo que todo esto es real, y espero que os haya gustado... y disculpad mis fallos de escritura! Podéis enviarme comentarios o agregarme al msn si queréis, éste es davidbcnn@hotmail.com