El comienzo (el mejor novio que pude encontrar)
Mi primera vez con mi novio, él cuál me haría disfrutar de los mejores placeres que existen.
Así es como comienza mi noviazgo con mi novio Erick (cambie los nombres por razones personales =))
Él era un chico normal, de 25 años no tenía nada que ningún chico no tuviera. Era un poco alto, de piel color moreno claro, cabello negro y con un estilo rockero. A pesar de que no era muy guapo a mi me gustaba bastante, mucho más su forma de ser. Era decidido, atento, alegro, inteligente, a veces enojón, serio, amable, divertido, y con un carácter muy fuerte y determinante.
Por internet llegamos a platicar unas cuantas veces, si llegábamos a tener sexo y como sería. Y al parecer a él le gustaba ser algo dominante en esos sentidos, mientras que yo era algo sumisa, por lo que hacíamos una pareja estupenda.
Yo era una chica bajita media 1.56, tenía bonito cuerpo con grandes y pronunciadas curvas. Caderas anchas, cintura pequeña, pechos grandes, cara inocente con ojos color café, cabello negro y mediano un poco alborotado. Mi piel era blanca muy blanca y tenía 18 años.
Habíamos quedado de vernos por fin, después de una larga relación a distancia. Así que estaba lo más nerviosa del mundo.
Cuando llegue y lo vi, me tranquilice un poco y conforme fue pasando el tiempo a su lado, mis nervios desaparecieron. Era igual a como era a través del Messenger, lindo, alegre y de carácter decidido. Bueno tenía todas las cosas que me había demostrado tener y para mi suerte a mi me encantaba.
Todo el día nos la pasamos viendo la ciudad, él me mostraba los lugares que frecuentaba mientras íbamos de la mano. Por la noche fuimos a un bar conocido de él. Nos quedamos toda la noche ahí, platicando, besándonos y tomando vodka. Era una de esas noches que siempre esperas.
Por mi parte a pesar de que era el primer día que lo veía, ya nos conocíamos mucho por medio del internet por lo que era más fácil estar con él.
Mientras seguíamos en el bar ya eran alrededor de las 3 a.m. y me sentía un poco cansada.
--- Erick, me siento un poco cansada, vayamos a descansar – le dije mirándolo a los ojos para convencerlo.
--- Claro, vámonos ya es muy tarde – me sonrió, pago la cuenta y salimos del lugar.
Yo llevaba unos jeans negros, unos tenis ya que me agradaba la comodidad y una blusa negra sin mangas escotada. Él ya me había comentado que le gustaban mucho mis pechos que había visto por fotos en internet. Por su parte él iba vestido casualmente, llevaba unos jeans negros, una playera negra con una sudadera negra también. De hecho iba todo de negro por lo que me encanto como iba vestido.
Caminamos un poco ebrios, yo más ebria que él por supuesto. Íbamos de la mano, mientras que yo le decía que lo quería muchísimo y nos parábamos a veces para besarnos.
Él ya sabía a que hotel iríamos a dormir, ya que él se quedaría conmigo toda esa noche y las que yo quisiera estar por allá. Aunque mi presupuesto para quedarme allá era limitado por lo que sería solo una noche.
Sabía bien que tenía que aprovecharla. Ya que iría en un tiempo hasta volver a juntar dinero para mi viaje y como los dos aun somos muy jóvenes, es difícil tener que trabajar, estudiar y ahorrar dinero para viajar.
--- Erick, sabes que te amo ¿verdad? – le sonreí y bese su mejilla mientras seguíamos caminando hacia el hotel.
--- Claro y lo aprecio mucho mi amor. En serio – se detuvo, sostuvo mi barbilla con su dedo y luego me beso.
Me sentía en las nubes, por lo que lo seguí besando y nos arrinconamos hacia un callejón, aunque fuera algo peligroso.
Lo empecé a besar de una forma desenfrenada, como si hubiera perdido la cabeza y él por supuesto me seguía el juego, hasta que metió su mano debajo de mi blusa y empezó a recorrer mi espalda con la yema de sus dedos. La sensación fue agradable.
Entonces yo besé su cuello y fui bajando hacia su pecho y él puso sus manos en mi cintura y luego las saco y me bajó mi blusa dejándome solo con mi brasier.
El frio de la noche me recorrió haciendo que me diera escalofríos, pero se me pasaron con forme él me fue besando.
Tomo mis senos con sus manos y comenzó a besarlos y luego saco mis senos y los comenzó a chupar. Con su lengua jugó con mis pezones que eran un poco pequeños y lo empezó a succionar como bebé hasta que hizo que me crecieran e hincharan los pezones. Yo solo me mordía el labio y entrelazaba mis dedos en su cabello.
--- Vamos al hotel por favor – le dije agitadamente.
Me volteo a ver y sonrió. Se quito su sudadera, me la puso y luego nos fuimos caminando de nuevo al hotel. Yo iba solo sonriendo, pero nerviosa porque si teníamos sexo, sería mi primera vez y no sabría que pasaría. Pero alado de él me tranquilizaba.
Llegamos al hotel y yo solo sonreía abrazada de él.
Pago la habitación y por toda la noche y luego nos fuimos a la habitación que nos habían dado. Mientras íbamos en el ascensor nos besamos pero más tranquilamente.
Al llegar a la habitación mis nervios se intensificaron y cuando abrió la puerta me comenzó a besar tanto que apenas alcance a cerrar la puerta con mi pie.
Nos fuimos besando hasta la cama donde me sentó y me siguió besando, después bajo a mi cuello donde sentí que incluso me hizo un chupetón y después me comenzó a quitar su sudadera, mi blusa y por ultimo mi brasier.
--- ¿Quieres hacer esto? – me pregunto cuando vio que me quede paralizada.
Respire profundamente y asentí sonriéndole.
Después lo tome por el cuello y lo bese y yo me empecé a quitar su playera, su pantalón y note que tenía una gran erección ya.
Me quite mi pantalón y por ultimo mi ropa interior. Y quede completamente desnuda frente a él.
Él tenía la expresión de sorpresa y parecía que estaba muy emocionado.
Por lo que me acostó en la cama y me beso todo el cuerpo para después abrir mis piernas e irlas besando hasta que llego a mi vagina, en donde sonrió porque yo estaba un poco depilada. Y luego me empezó a chupar mi clítoris de una manera espectacular. Su lengua la movía de arriba abajo y como yo tenía mi clítoris un poquito grande la sensación fue increíble y me comencé a mojar rápidamente. Hasta que el metió un dedo suyo a mi vagina, pero no me dolió, por el contrario me encanto y quería que incluso metiera más, estaba tan excitada.
Me levanté y le baje su bóxer. Su pene estaba en una erección increíble y era grande. Lo mire con deseo y comencé a hacerle sexo oral. Me encanto hacérselo, primero despacio y tratando de no hacerle daño con mis dientes, para después comenzar a mamar una y otra vez como si no me pudiera separar de él. Baje hasta sus testículos, los cuales los lamí, los succione y los sobe de una manera muy rica. Él me miraba con deseo mientras lo hacia y yo lo miraba divertida haciendo expresiones inocentes mientras me metía casi todo su pene a la boca, aunque él tenia un poco de sorpresa porque tal vez no se esperaba que yo fuera a hacer eso.
Después me acosté en la cama y abrí mis piernas sosteniéndolas con mis brazos. Me toque mi vagina y abrí mis labios.
--- Soy tuya mi amor. Ven y cogeme bien - le dije eso sonriéndole. Sabía que ya estaba más que excitado.
--- Te voy a hacer el amor como nunca – me miro y se comenzó a masturbar y enseguida se acercó a mi y jugo con su pene en la entrada de mi vagina y luego lo pasaba por mi clítoris.
Mi clítoris estaba hinchadito y tal vez de un tamaño más grande del que era. Él lo veía y sonreía.
Después, comenzó a meter la cabeza del pene y yo estaba muy estrecha por lo que le clave mis dedos en su espalda.
--- Todo estará bien – me susurro a mi oído y me beso el cuello.
Yo como estaba excitada y lubricada no sentía mucho dolor, aunque si lo sentía.
Cuando me di cuenta él ya había metido su pene completo a mi vagina tan estrecha. Con sus manos levanto mis piernas y las puso en sus hombros y comenzó a moverse despacio mirando las expresiones que yo hacía.
Al principio sentí dolor, pero conforme él se movía dentro de mí él dolor desparecía para darle paso al placer. Y de nuevo me empecé a mojar y comencé a frotar mi clítoris como loca. En ese momento él se movió más rápido y yo sentía un placer inmenso.
--- Así mi amor, así – le grite queriendo que jamás acabara.
--- ¿Te gusta? – sonrió al preguntarme.
--- Claro, me encanta. Así, no pares. No termines nunca – le grite gimiendo con la respiración acelerada.
De pronto él paro y bajo mis piernas de sus hombros. Después abrió mis piernas lo más que pudo y las dejo recargadas en la cama.
Me metió dos dedos y comenzó a sacarlos y a meterlos rápidamente.
--- Vamos, frotate ese rico clítoris – me dijo mientras metía y sacaba sus dedos.
Comencé a hacerlo y luego él metió un tercer dedo. En ese momento pensé que estaba muy abierta y me comencé a sentir realmente suya. Frotaba mi clítoris lo más que podía, hasta que tuve un orgasmo riquísimo y largo. Relaje mis músculos y me quede acostada sonriendo.
Él aun tenía sus dedos dentro de mí.
--- ¿Te entraran cuatro dedos? – me pregunto divertido.
--- Intentémoslo – le dije agitada, recargándome sobre mis codos para ver como metería sus dedos. Estaba divertida y excitada al mismo tiempo. Realmente estaba disfrutando todo el momento.
Metió sus cuatro dedos de los comenzó a mover despacio y luego muy rápido al grado que mi vagina se dilato bastante y comencé a lubricar muchísimo. Luego sacó su mano y rápidamente me comenzó a penetrar de nuevo, solo que ahora su pene entraba muy fácilmente y yo sentía un placer inmenso.
--- ¿Te gusta como te cojo? – me pregunto mientras yo tenía cara de que me estaba yendo de este mundo.
--- Si mi amor, lo haces muy bien. Soy tuya mi amor, metémelo hasta el fondo – le sonreí al decirle lo ultimo y luego mordí mi labio.
No lo pensó dos veces cuando comenzó a penetrarme hasta el fondo, tocando el cuello de mi útero. Lo empezó a hacer con mucha fuerza mientras que yo gemía y gemía queriendo más.
Apretó mis senos lo más que pudo y empezamos a hacer el amor un poco más duro.
Pellizco mis pezones y yo solo gemía, ya me que gustaba el dolor que estaba sintiendo. Luego me beso y me mordió mi labio hasta que casi me lo arrancaba mientras me penetraba con mucha fuerza.
Luego se separo de mí y se comenzó a masturbar viéndome toda abierta. Me levante y fui rápido a mamar su pene y a limpiarlo lo más que pude de todos mis juguitos.
Tenía un sabor riquísimo, por lo que comencé a mamar con más energía, hasta que él me detuvo porque ya se iba a venir.
--- Ponte de rodillas y recargate en la esquina de la cama – me dijo tranquilamente.
Fui a gatas hasta la orilla de la cama y luego me abrí mis nalgas para que pudiera ver mi vagina totalmente.
--- Y eso que yo soy el primero – se rio y yo me reí con él.
Se acercó a mí y comenzó a acariciar mi cuerpo, luego se puso de rodillas también y fue metiendo su pene a mi vagina mientras yo estaba de espaldas a él. Empezó a hacerlo suavemente mientras que paso su mano por delante y me empezó a masturbar y a tocar mi clítoris hinchadito con su dedo índice.
--- Me encantas mi amor – me susurro a mi oído.
Yo solo sonreí y me empecé a mover para que me penetrara más profundamente. Y así fue, me siguió penetrando hasta que de nuevo subió el ritmo hasta que tuve otro orgasmo increíble. Me vine con él adentro. Mi cuerpo temblaba de placer inmenso.
--- Me has mojado todo – se rio y apretó mis senos.
--- Me haces venirme muy rico mi amor – me volteé y lo bese.
Estábamos los dos de rodillas en el piso besándonos y comencé a masturbarlo con mi mano y pude sentir que su pene estaba completamente lubricado hasta los testículos de todo mi flujo. Subí mi mano y me empecé a chupar los dedos.
Él me miro expectante y luego me abrazo y me llevo a la cama. Sabía muy bien que aun no terminaba nada.
Me acostó boca abajo y luego abrió mis nalgas y me metió dos dedos a la vagina y comenzó a moverlos adentro. La sensación era deliciosa y empecé a gemir. Y justo cuando me iba a venir de nuevo él paro, y se acomodó para penetrarme.
Y de nuevo empezó a hacer muy fuertemente, como si fuera a destrozar mi vagina.
--- Dámelo así mi amor. Hasta el fondo – le dije con la cabeza hundida en la almohada.
Me tomo de mi cabello y comenzó a hacerlo con furia.
Yo gemía a más no poder, probablemente en las habitaciones de los lados y más lejos se podrían haber oído mis gemidos.
Y con cada gemido el me penetraba más fuerte. Hasta que de nuevo paro y se acostó a mi lado. Entonces era mi turno.
Me puse encima de él en cuclillas y me metí su pene despacio y fui bajando y subiendo. Mientras mis pechos saltaban y él los tomaba con sus manos pellizcando mis pezones.
Empecé a moverme más y más y luego frote mi clítoris con furia casi. Hasta que me vine y me quede temblando encima de él.
--- Te mojas muy rico mi amor – me dijo agitado mirando todo el espectáculo.
Yo solo le sonreí y seguí subiendo y bajando rápidamente. Hasta que él empezó a gemir y a sostener mi cadera con fuerza para que no me separara mucho de él. Me daba unos sentones muy ricos.
--- Mi amor, me voy a venir – me dijo agitado entrecerrando los ojos.
--- Está bien, vente adentro de mí. Te quiero sentir como te vienes – le dije aun bajando y subiendo.
--- ¿Segura? – me dijo asombrado.
--- Si, por favor, vente dentro de mí – le suplique gimiendo, bueno casi gritando de placer.
Hasta que sentí un líquido muy caliente dentro de mi vagina y supe que ya había terminado. Lo besé y luego me fui levantando lentamente. Todo el semen se escurrió en su pene y en mi vagina. Me sentía llena de su semen. Pase un dedo por mi vagina y luego lo chupe. Su sabor era rico por lo que me lo pase. Él me miro sonriendo y luego yo se lo termine por mamar. Limpiando todos los restos de semen que le habían quedado. Me tome todo y luego él me extendió sus brazos.
Me fui a sus brazos y nos quedamos abrazados. Luego nos metimos a la cama y me quede dormida, pensando que había sido una noche increíble.
Y por supuesto lo mejor iba a venir después, ese solo fue la introducción a un desenfreno total de mi sexualidad con él. Y a que diéramos paso a todas nuestras fantasías.