El comienzo de una puta

La verdadera hisatoria de como empezò a gustarme la infidelidad. El despertar del sexo que mi concuño provocò,ha crecido de manera insospechada.

El comienzo de una puta

Algunas personas me preguntan como es que me encanta el sexo, lo que les cuento en el relato titulado "Mi secreto infiel", me sucedió hace varios años, después de esa única noche, mi vida matrimonial se volvió rutinaria, aunque cómoda, pues no me faltaba nada. Pero extrañaba esa noche lejana en la que experimenté dos orgasmos deliciosos.

Cuando Oscar el esposo de mi cuñada regresó a la ciudad, empezó a buscar oportunidades para charlar conmigo, nos hicimos confidentes sin mencionar nunca aquella vez en que entró al cuarto mientras mi esposo dormía de borracho. Nuestras conversaciones eran al principio normales y rutinarias, pero poco a poco nos tomamos más confianza y salieron a flote los problemas con nuestras respectivas parejas. Ya se hacía costumbre que me visitara por las mañanas y tomara un café, yo no le veía nada de malo, pero si me daba miedo que alguien se enterara de nuestras charlas. La amistad fue de más porque en varias ocasiones me regalaba joyas, vestidos, y como sabía que mi marido tenía problemas económicos en su negocio, a veces me daba dinero, según él para que me ayudara, aunque yo la verdad, no estaba tan necesitada como para eso, pero me decía que lo tomara como un regalo.

En las fiestas navideñas del año 2002, él me regaló ropa interior roja, esa vez me sentí incómoda, ya que ni siquiera mi marido me había regalado algo igual, esa fue la primera vez, porque después me regaló un baby doll azul, muy sexy, que al parecer había comprado para una amiga, pero como no la vio, no pudo dárselo y no quería que su esposa, o sea mi cuñada supiera que lo tenía en su coche. Cuando lo recibí temblaban mis manos, se fue de inmediato y por la tarde me llamó y le dije que me tranquilizaba el hecho de que no lo había comprado pensando en mí, claro que lo negó, pero era su plan, conquistarme. Se tomó la libertad de seguirme regalando ropa interior, me sorprendía que supiera mis medidas, y me sentía extraña cuando las usaba, sentía que él me observaba con esas prendas.

Llegó el fin de año, estabamos entre familia, todos nos deseábamos feliz año, y cuando nos topamos, nos dimos el abrazo, pero fue más allá porque me abrazó y el beso fue en la boca, yo sorprendida, no supe que hacer, nadie vio nada y ahí quedó todo. Y en nuestras conversaciones posteriores, no hablamos de ello.

Pero la mañana de un 14 de febrero, dia del amor y la amistad, yo deseaba tener sexo, andaba algo excitada, pensé que mi marido al menos me daría un "rapidín", como dicen, pero el desgraciado ni siquiera me felicitó, solo se arregló y se fue a su oficina. Yo me quedé llorando y enojada pensando que ese día seguro iba a tener intimidad con su secretaria. Yo me quedé sin otra cosa que hacer más que el aseo de la casa y a seguir con la vida. De pronto Oscar me llamó para felicitarme, me dio gusto que me llamara, él notó que estaba triste, y la verdad me hice la víctima, esperando su reacción, me dijo que iría para darme mi regalo y que sería muy especial i yo quería. Esa mañana quería que me viera guapa, y como adolescente me arreglé, me puse un vestido corto, amarillo, una bikini blanco que se metía entre mis nalgas, por supuesto que era regalo de él y mis tetas estaban libres, sin sostén. Esperé ilusionada y ansiosa de su llegada. Media hora después de la llegada llegó, le había indicado que la puerta estaría abierta, que solo empujara para yo preparar el café. Cuando llegó, yo estaba en la cocina, se dirigió a mí para abrazarme y felicitarme, hice los mismo, pero no me soltó de las manos, me miró a los ojos y como toda una actriz, fingí estar triste por lo que me sucedía con mi esposo, tiernamente volvió a abrazarme y me recargué en su pecho, puso su mano en mi mentón levantó mi cara para verme a los ojos, no dijimos nada, solo nos mirábamos, ansiaba que diera el primer paso, y creí que adivinaba mi pensamiento porque me besó, yo cerré mis ojos y me dejé llevar, lo tomé de la nuca prendiéndome a sus besos, me sentía rara besar a otro que no fuera mi marido, y besos de ese tipo, ya los había olvidado. Sus manos bajaron por mi espalda, levantó el vestido sin dejar de besarme la boca y el cuello. Me estremecí cuando sus manos palparon la desnudez de mis glúteos, sus dedos recorrían la separación de mis nalgas, no tardé en sentir mi parte húmeda y urgida de sentir algo duro dentro de ella.

La parte de debajo de mi vestido estaba en mi cintura, acarició mi entrepierna;

--¿ESE BIKINO TE LO REGALÉ YO VERDAD?.—y asentí con la cabeza y gimiendo, me separó para voltearme y admirar mi trasero;

--¡QUE RICA ESTAS MARLEN, DIME QUE SERAN MIAS!.—

--¡SI, SERAN TUYAS PERO HAZLO ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!.—Me volteó hacia él y desabotonó la parte superior del vestido liberando mis tetas;

--¡AHHH, ESTO DE VE DELICIOSO!.—Su boca se posó en mis senos que delataban mi temperatura, porque mis pezones estaban erectos, los cubrió con su boca haciéndome estremecer, yo lo tomaba de su cabeza para que siguiera mamándome las tetas, nunca nadie lo había hecho así, con esa lujuria y deseo. Sus manos no dejaban de acariciar mis nalgas, y estiraba el bikini para meterlo entre ellas, no supe como lo hizo pero cuando quise frotar mi mano en su entrepierna, su verga ya estaba de fuera, al sentirla en mi mano bajé la mirada y me sorprendió su tamaño, pensaba que era un sueño, y trataba de recordar lo sucedido con él hacía años, no sabía del tamaño de su pene, y ahí estaba en mis manos que se veían pequeñas sosteniéndola. Notó que mordí mis labios para saborearme su palo, entonces con sus manos en mis hombros me bajó, yo sabía lo que quería y estaba dispuesta a complacerlo. Al tener su verga en mi cara, sin perder tiempo lamí de arriba abajo, el recorrido me pareció eterno, cuando llegué a la punta, miré unas gotas que salían del glande, apreté su verga para sacarle más gotas y con mi lengua las recogí y me las tragué, por primera vez iba a mamar una buena verga sin miedo a que me critiquen, ya que mi esposo tenía la idea de que si la mujer demostraba cachondez en el sexo, es que era una puta, y cuando se la mamaba a él, siempre fue con la luz apagada, pero no le demostraba mi gusto por mamar verga. Así que me prendí de tremendo palo y me di gusto, esa verga era mía y no estaba dispuesta a perder esa oportunidad de dar un buen sexo oral. Oscar gemía mientras mi lengua, labios y boca se entretenían con su masculinidad. Me excitaba ver su expresión de placer mientras mi lengua pasaba por sus huevos que colgaban majestuosos. Oscar se agachaba para acariciar mi trasero, luego me levantó y me sentó en la mesa, puso mis piernas en su cintura, hizo a un lado el bikini y colocó su verga en la entrada de mi raja y sin perder tiempo metió profundamente su verga, parecía que legaba a mi garganta de lo larga que la tiene, su boca mordía con suavidad mis tetas que rebotaban y sus manos apretaban mis nalgas.

--¡MAMI, AL FIN ERES MÍA, AL FIN TE TENGO!.—

--¡SI PAPII, POR SEGUNDA VEZ SOY TUYA!.—Se quedó pensando en lo que mencioné.

--SII, BIEN QUE RECUERDO ESA NOCHE, ¿TE GUSTÓ?.—

--ME ENCANTÓ, Y DESDE ESA VEZ TE DESEO.—

--¡MMMM, CREÍ QUE LO HABÍAS OLVIDADO!.—

--¡NO OSCAR, ¿CÓMO OLVIDAR LOS ORGASMOS QUE ME PROVOCASTE?.—

--PUES YO DESDE QUE REGRESÉ, TENÍA LA IDEA DE COGERTE.---SI, IMAGINABA TUS INTENCIONES CON TUS REGALOS, SABÍA QUE LO DE TU AMIGA ERA UN TRUCO.—

--¿Y PORQUÉ LO PERMITISTE?.—

--DIGAMOS QUE TAMBIÉN DESEABA ESTO.—

Como nunca, moví mi cadera demostrando el placer que sentía de ser cogida por alguien, la verga es tan larga y venosa que con facilidad frotaba mi clítoris y provocó un orgasmo largo y rico.

--¡AHHH, AHHH. AHHHH ME VENGOOOO OSCAR. SIGUEE SIGUEEE COGIÉNDOME PAPI, HAZME TUYAAAAA!.—

--¡YA ERES MIA MARLEN, PERO QUE RICO COGES MAMITA. ME SORPRENDE LO GANOSA QUE ESTAS!.— Yo no contestaba, estaba gimiendo y gritando mi venida, Oscar no dejaba de bombear mi panocha.

--¡TU TIENES LA CULPA POR CALENTARME LA CABEZA DE IDEAS Y LOCURAS, AHORA SOY UNA INFIEL!.—

--¡NO MARLEN, ESTO LO HACES PORQUE TÚ LO QUIERES Y LO DESEAS, YO SOLO SACO LO PUTA Y CALIENTE QUE LLEVAS DENTRO!.—

--¡SIII AMOR ES CIERTO, SEMPRE MA HA GUSTADO COGER!.—

La intensidad de mi orgasmo había desaparecido, entonces sacó su verga y me bajó de la mesa, mi calzón estaba empapado, me agachó y otra vez con gusto mamé su verga que estaba muy mojada de mis jugos vaginales, no me importaba nada, y me entregué a la mamada maestra, como si fuera una experta para eso, lamí sus huevos y lo masturbaba al mismo tiempo, él tomó su verga y se la jaló en mi cara, mi lengua seguía lamiendo sus bolas mojadas, se retiró un poco, apuntó a mi cara, y quité su mano de su verga para hacer el trabajo yo, abrí mi boca para succionar su palo y lengüetear su glande, hasta que ya no pudo y dejó escapar su semen en mi garganta, no supe cuanto duró la venida pero sus chorros eran eternos y abundantes, toqué sus huevos que se contraían con la eyaculación, la saqué de mi boca y expulsó los últimos chorros menos intensos que cayeron en mi cara, nos miramos y perversamente tomé con mis dedos el semen que estaba en mi cara y lo dirigí a mi boca para tragarlo, él apretó mi boca con su mano para que lo tragara todo. Me levantó y me besó rico. Pensé que ya era todo, pues ya nos habíamos venido, pero él siguió acariciándome, de nuevo me sentó en la mesa y abrió mis piernas, se agachó para mamar mi panocha, yo estaba en el cielo sintiendo su boca en mi raja y sus dedos tratando de entrar a mi ano, mis nalgas gustosas aceptaban al intruso, sentí como lubricaba mi ano con mis jugos, y logró meter su dedo por completo. La sensación era tan placentera que me perdí en el placer sin poder contener otro orgasmo, pero este fue tragado por mi amante, yo deseaba ser penetrada de nuevo, y mi amante con toda su experiencia me bajó y e volteó, mis nalgas estaban a su vista, mi calzón en mis rodillas, quise quitármelo pero no me dejó, se agachó y lamió mi culo, su lengua trataba de entrar a mi hoyo trasero, yo respondí moviendo mis nalgas en su rostro. En esos momentos me sentía otra, pues tenía a un hombre muy sexual entre mis nalgas mordiéndolas, besándolas y acariciándolas. Luego se levantó y me inclinó un poco más, pensé que me la metería por el ano, pero se agachó un poco para cogerme por la vagina, su verga entraba y salía por completo, mientras sus manos atendían mis tetas que rebotaban sudorosas y cachondas de ser tomadas en cuenta, luego pasaba sus manos a mis nalgas tratando de abrirlas, un dedo entraba a mi ano, después se detuvo, sacó su verga y puso la cabeza de su palo en medio de mis nalgas, las abrió y sentí su glande en mi culo.

--¿QUIERES QUE LO HAGA ASÍ?.—Me dijo susurrando.

--¡SI AMOR, HAZME LO QUE QUIERAS, COMO QUIERAS!.—

Lentamente su verga entró a mi recto, sentía que me partía en pedazos, ya que lo único que había entrado ahí, era su dedo, ni siquiera con mi esposo había experimentado el sexo anal, se esforzaba por penetrarme;

--¡SIGUE ASÍ PAPI, POCO A POCO Y DESPACIO, NUNCA LO HE HECHO ASÍ MI AMOR, ERES EL PRIMERO!.—

--MAMI, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO HAYAS HECHO, SI TIENES UN CULAZO DELICIOSO?.¡QUE PENDEJO TU MARIDO!.—

--¡SI, AUNQUE SABÍA DE ESTO, NUNCA ME LLAMÓ LA ATENCIÓN, PERO CONTIGO ES DIFERENTE, CONTIGO ESTOY PERDIDA PAPI, COMO DIJISTE, ESTAS SACANDO LA PUTA QUE LLEVO DENTRO, MUY ESCONDIDA!.—

--¡NI TAN ESCONDIDA, SALIO DE INMEDIATO!.—

--¡NO TE BURLES DE MÍ OSCAR!.--

--¡NO MAMITA, ES LA VERDAD, SOLO NECESITABAS UNA BUENA VERGA, ESO ERA TODO!.—La platica cachonda hizo que mi culo se relajara, pasé mi mano por debajo, y me asusté al sentir la mitad de su verga afuera, mi culo ya no aguantaba, parecía que reventaba. Oscar pasó su mano por mi raja y frotó mi clítoris, eso permitió que me olvidara del miedo, y empezó a sacarla y a meterla, yo no dejaba de tocar su palo, sentía que en cada metida era más su penetración, cada vez menos carne se quedaba afuera. Pero de repente se detuvo, sus dedos seguían trabajando mi clítoris, yo detuve el movimiento de mis nalgas para disfrutar la sensación de ser cogida analmente, y de pronto dejó ir el resto de su verga, mi vista se nubló de dolor y placer, sentía que lloraba de dolor, pero mi trasero demostraba otra cosa con sus movimientos circulares. Momentos después mi ano estaba totalmente y como nunca relajado, lo sentía muy amplio y deseaba ver la abertura que dejaba su verga cuando la sacaba por completo. Tocaba mi culo perversamente, no imaginaba lo abierto que estaba de la cogida. Mis tetas dejaban caer a la mesa gotas de mi sudor, mis gritos y gemidos aumentaron sin importarme los vecinos, quería que supieran la gran cogida que me daba el cuñado de mi esposo, quería que su mujer, la hermana de mi marido viera como me cogía, y como gozaba con mi culo, Oscar intentaba callarme poniéndome su mano en mi boca, pero lo mordía para que la quitara, deseaba que supieran lo puta que era. Un sin fin de imágenes pasaron por mi mente, como si fuera un colash, vi en mi mente a mi esposo, a mi cuñada, comparaba la verga de mi marido con la de Oscar, etc., y al final, de nuevo estrellas en mi pensamiento, mi vagina explotó y aumenté mis movimientos girando mis nalgas, tratando de apretar su verga, pero era imposible, me había dejado el culo muy abierto, entonces sentí sus gemidos, sus metidas aumentaron de ritmo, y en eso eyaculó en mi recto, su leche caliente acompañó los últimos espasmos de mi venida.

--¡AHHH, AAHHH, QUE RICOOO PAPIII, QUE RICO ME COGES!.—

--¡AHH, AHH, AHHH, QUE CULO TIENES MARLEN, EL MEJOR, PARA SER L PRIMERA VEZ, VAYA QUE LO SABES USAR, ME ENCANTAS MAMITA, Y ME ENCANTÓ MÁS SER EL PRIMERO QUE TE COGE POR EL CULO!.— En esos momentos no pensaba en otro hombre más que en él, de hecho creí estar enamorada e ilusionada.

--¡SI OSCAR, Y SOLO ES Y SERPA TUYO PAPI!.—

--¿CUÁNDO YO QUIERA SERÁ MÍO?.—

-¡AJÁ, SOLO PÍDELO Y LO TENDRÁS, PERO NO QUIERO QUE SEAS DE NADIE MÁS, SOLO YO, SOLO A MÍ CÓGEME!, ¿OK?.—

Tiempo después entendí la expresión de ese momento, él solo buscaba sexo. Pero aún así dijo;

--¡SI AMOR, ESTA VERGA ES PARA TI, SERÁ TU TRONO CUANDO ESTES SENTADA EN MI PALO, ENTONCES TE CONVERTIRÁS EN LA REINA DE LAS PUTAS!.—Lo que dijo me causó gracia y me halago. Seguía su verga en mi culo, me enderezó y me besó en la boca, sacó su verga un poco caída, y nos metimos a bañar. En la ducha no quise sacar su semen de mi culo, deseaba tener por más tiempo algo de él, y que mejor que su semen en mi recto. Mientras se ponía la ropa admiraba su cuerpo atlético, su verga relajada colgaba orgullosa, no me vestí, me quedé con la toalla puesta. Cuando lo despedí, notó que no dejaba de mirarlo, y es que sentía que me estaba enamorando, preguntó que pasaba y le dije que él había provocado dos orgasmos, y él se vino dos veces;

--¿Y QUÉ SUGIERES?.—No respondí, solo me agaché y desabroché el zipper de su pantalón, saqué su verga y la endurecí con unas ricas mamadas, no tardó en pararse por completo, dejé caer la toalla y quedé desnuda ante él, puse sus manos en mi cabeza, empezaba a gustarme ser sometida, lamí sus huevos como loca, estaba dispuesta a darle el placer supremo de una mamada, respiré profundo y traté de meterla toda en mi boca, cosa imposible, apenas pasaba la mitad, la mamada fue tan intensa que hasta lágrimas me sacaba, mis nalgas empezaron a dejar escapar el semen de mi macho amado, sus piernas se tensaron y de nuevo el chorro de leche caliente inundó mi cavidad bucal, el semen chocó con mi campanilla haciéndome toser, tomé respiración de nuevo y succioné hasta la última gota de semen, que me parecía el más delicioso, dejé que viera como me tragaba el líquido, cuando terminó de venirse, metió su verga y se marchó, yo me quedé hincada saboreando el semen de un buen macho y amante, dueño de la mejor verga, Oscar, mi concuño.

Hasta ese momento no sabía que tanto iba a cambiar mi vida sexual, creía que Oscar sería mi único amante, pero solo era el primero. Como les comenté, sentía que me enamoraba de él, pero luego me advirtió que solo era sexo, me sentí un poco mal, pero luego de no estar con él por casi un mes, lo busqué y le pedí que me cogiera, que no me importaba ser otra más, pero que no dejara de cogerme. Cierta ocasión me dijo que no le molestaría que me viera con otro, al fin y al cabo, no era su esposa, solo una amante. No creí que sucediera, yo era feliz teniendo sexo con Oscar, hasta que la ocasión se presentó y de pronto me vi enredada con mi vecino Iván, después de él le siguieron varios más, como Sandro, el mejor amigo de Iván, mi compadre y otros. Cada uno de ellos me han llenado de placer y lujuria, y fui descubriendo nuevas experiencias, al grado de separarme de mi marido y casi olvidarme de mis hijos.

Así es como me convertí en lo que soy, este fue el comienzo de una puta.