El Colmo del Descaro

Este es el tercer relato de mi cuñadita, más infiel que el mismísimo Diablo; después de Era un viernes en la mañana y de Comida en Sábado.

Este es mi tercer relato acerca de mi cuñada que, por cierto, no les dije el nombre para no meterme en problemas con el huevón imbécil de su marido. Sin embargo, me gustaría describirla antes de comenzar a narrar el tercer relato. Como lo mencioné en los otros dos relatos anteriores, "Era un Viernes en la Mañana" y "Comida en Sábado", estoy que muero por ella, se cae de buena y cada día está más antojable y buena; si me la hubieran puesto enfrente desde un principio, la hubiera escogido como mi mujer y ahora no tendría la cantidad de problemas que tengo con su pinche hermana.

Mi cuñadita es: Delgadita, como de 1.65 m., busto firme, redondo y siempre firme y erecto, piernas sensacionalmente ricas, nalguitas paradas y redonditas, del tipo no caderona sino más bien estrechita; con una cara de ángel, pelo negro con rayos, ojos grandes color miel y piel blanca un tanto pecosa de la cara (y de otras partes del cuerpo), cinturita delgada y fina, sus medidas son 90-55-89 o más o menos por ahí deben andar. Es muy, pero muuuyy sexy, pero a la vez da la apariencia de ser tímida (SI, COMO NO, MUY TIMIDA, con decirles que ya me la he tirado unas 6 veces de octubre del 2003 a la fecha). Sus ojos son grandes, tiene nariz recta y una boca que de verla se te desarrolla una erección instantánea. Es coqueta, me guiña el ojo frecuentemente y hace con la lengua la clásica señal de "quiero sexo...ya!". Ahora la narrativa:

Lo que les voy a contar se llama "El Colmo del Descaro", porque las veces que nos hemos visto hemos sido muy discretos en cuanto a gestos y demás, pero ahora mi cuñada ya comienza a descararse por completo cuando nos vemos. Hace como un mes, estaba como siempre pensando cómo le iba a hacer para acostarme con ella otra vez, ya que los dos estábamos resultando muy calientes y compatibles en la cama. Resulta que su marido se va a trabajar temprano y sus hijos se van a la escuela.

Ella no trabaja (y mi esposa si), y ese día en particular yo no tenía que ir a la oficina, era un lunes y estaba sólo en la casa; únicamente la sirvienta y yo. Entonces sonó el teléfono y era ella, mi cuñadita divina, para preguntarme si tenía el periódico del día anterior. Lo tomé como una buena excusa para dárselo cuando de pronto me sorprendió al decirme que ella venía por él. Por supuesto que ya para ese entonces mi pene ya estaba completamente erecto, sólo de pensar en ese manjar y en la posibilidad de volver a estar en la cama con ella y hacer el amor salvajemente con ella, EN MI PROPIA CASA !!!. A los 7 minutos sonó el timbre, yo estaba en pijama leyendo el periódico y cuando abrí era ella, mi cuñada adorada, una hembra que sólo de verla sientes ganas de meterla en la cama.

"Hola, cuñadito, ya estabas esperándome?" me dijo, y yo sólo le dije al oído: "Cuidado, está la sirvienta, no vaya a darse cuenta, qué hacemos?" a lo que ella murmuró: "Déjamelo a mí, la voy a mandar de compras." Entonces la llamó, le dio dinero y le encargó unos refrescos y otras cosas. Debo reconocer que en ese instante me hubiera gustado tirarme a la sirvienta también, ya que no estaba nada mal a sus escasos 19 años, me la debe todavía. Bueno, regresando a mi cuñadita, una vez que salió la sirvienta del departamento, mi cuñada me besó en la boca con toda la sensualidad del mundo, despacio y sin prisas, solo para lograr que se me pusiera la verga más dura todavía.

Me acercó su precioso cuerpo para que yo lo sintiera, era increíble cómo se sentían sus deliciosos senos aplastándose contra mi pecho, podía sentir sus pezones duros y parados... mientras que me besaba me empujaba hacia el sillón de la sala, para acomodarme sobre él y ella sobre de mí. Su cara estaba frente a la mía, viéndome seductoramente y sacando la punta de la lengua para calentarme más. Entonces le dije que se quitara los calzones, traía una mini faldita deliciosa, sólo sonrió pícaramente y me llevó la mano hacia su vaginita, para darme cuenta que no traía calzones!!! En ese momento me la saqué como pude, me bajé el pantalón y el calzón hasta los pies y comencé a rozar mi miembro erecto en su húmedo y resbaloso triángulo. Me decía que esta vez tenía que durar mucho tiempo, ya que la sirvienta no traía llaves para entrar y apenas eran las 9 de la mañana. Mi esposa llegaría a las 2 de la tarde, así que teníamos como 5 horas para cogernos como un par de desquiciados. Entonces me la llevé montada en mí pero sin penetrarla aún hasta mi recámara, la recosté lentamente sin dejar de besarla en la boca, le levanté ambas piernas y de un solo golpe se la metí toda, hasta el fondo.

Ella sólo gritó de placer: aaggghhhh!!! YESSSSSS, Papito, qué rico, la extrañaba tu linda verga, mi Rey!!! Y yo sólo me concentraba en durar lo más posible metiendo y sacando mi verga de su cuerpecito delgado y hermoso. Su voz esra suficiente para hacerme explotar, se veía increíble con la minifalda hacias arriba y sin calzones, con una blusa super sexy con una agujeta uniendo las dos mitades.

Entonces le desabroché la agujeta y comencé a quitársela para ver esos hermosos senos, son como un sueño hecho realidad!! Firmes, atentos, con piel aterciopelada, con un olor único, como a bebé... su cara se veía hermosa, sus ojos cerrados mientras que sólo hacía ruiditos de excitación: "mmmm, síiiiii, así, más, dame más mi Rey, asíiiii, agggghhhhh!!! Mientras yo la sostenía de la cintura para forzar la penetración aún más, adentro y afuera, delicioso, mmmmm. Separé aún más sus lindas piernas para que la penetrara aún más, y comencé a sentir cómo se anticipaba un orgasmo múltiple de esta super hembra. Sentía que me apretaba el pene con los músculos de la vagina, es la primera mujer que lo hace (de más de 20 que han pasado por las armas). Comenzó a pedirme más y más cuando de pronto abrió los ojos, me miró fijamente y comenzó a gritar, no, a vociferar que se iba a venir, que aguantara yo, que me amaba, que le fascinaba mi verga.

De pronto sentí cómo me apretaba más el pene con las paredes de la vagina, y cómo salía más líquido viscoso de su delicioso triangulito mientras ponía los ojos en blanco para venirse a gusto. Yo ya no podía más y de pronto comencé a sentir las convulsiones de un anticipo de orgasmo... me iba a venir!! Entonces me sincronicé con sus movimientos pélvicos para venirnos juntos, es decir, simultáneamente.

La ví fijamente a los ojos y ella a mí, sin parpadear, hasta que de pronto sólo se escuchó un alarido de los dos, al mismo tiempo, como una larga queja, AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!!!

Su cuerpo se veía mejor que nunca, y mientras yo pensaba: "Cómo es posible que esta preciosidad de ángel sea hermana de la misma carne que la bruja de mi esposa, en qué carajos estaba yo pensando cuando me casé con su hermana? Lo malo es que mi cuñada ya se había casado cuando yo conocí a su hermana. Volviendo a la sesión de sexo salvaje, terminamos juntos pero casi inmediatamente se puso de pié, me volvió a ver a los ojos con esa sonrisa inconfundible y, cuando todavía me dolía el pene, se volteó boca abajo, paró las nalguitas de "perrito" y me dijo: "Cuñadito, compadre, tengo ganas de probar qué se siente el sexo anal, métemela por el ano, papito!!" Puta madre, con todo gusto, entonces primero se la metí de un golpe por la vagina para que se lubricara, luego se la saqué (qué lástima, ya me estaba emocionando!), luego se la acomodé en la puerta del ano sin meter más que la cabeza cuando ya estaba mi cuñadita pegando de gritos y alaridos, pero de satisfacción y no de dolor. "Métemela toda, papito, que me duela para después sentirte adentro de mí y venirme delicioso, vente tú dentro de mí". Hacía más de 12 años que no penetraba a una mujer por el ano, así que lo hice con mucho gusto, no tan rápido como lo pidió mi cuñada, y una vez que entró toda, comencé a sacarla casi toda y a volver a meterla. Pensé que no iba a entrar tan fácilmente, pero a decir verdad para mí que esta vieja ya sabía... se le resbaló muy bien!!. "Más, papito, méteme toda la verga, mi Rey" me decía.

A decir verdad sonaba raro que una niña tan fresita dijera malas palabras. Comenzó a apretar con sus músculos anales de manera intermitente, mientras que yo se la metía y sacaba sin parar. La tenía sujeta de la cadera, qué CUERPAZO de MUJER! Desde atrás se veía sensacional, su pelo se agitaba como el de una loca, sus senos colgantes y duros eran perfectos, sus nalgas paradas parecían de actriz porno, en fin, esto era el mismísimo cielo en la Tierra!! De repente surgió un intensísimo orgasmo y yo la alcancé rápidamente para gritar y mugir simultáneamente los dos.

Lo que me decía era lo máximo, cosas como "Qué rico coges, papi" y "Nunca había sentido lo que me hiciste sentir hoy" o "Papi, me vas a volver loca con esta manera de coger!!" o "Cuñadito, eres el mismísimo diablo, COJÉEME DIABLO!!!". Por fin terminamos el segundo, descansamos y nos preparamos para el tercero, esta vez en la cocina, ella de perrito y yo por atrás pero ahora por la vagina, luego en la sala y por último en el baño, parados contra la pared.

Cuando estábamos por vestirnos ya, sonó el timbre..., era la sirvienta! Entonces me apresuré a abrirle en lo que mi cuñada se sentó en la sala para disimular. Una vez que entró la mucama, despedí a mi cuñada, ella salió del departamento y yo me quedé con la sirvienta en la casa. Apenas eran las 10:30 AM, quedaban 3 horas y media de libertad y sólo estábamos mi sirvienta de 19 años, bastante pasable y jovencita, y yo... CONTINUARA.