El colegio y sus mamas ( el viaje de Nadia)

Nadia recibe una llamada en la que tiene que regresar al pueblo para ayudar a madre que a tenido un percance ahí se reencuentra con un amigo de la niñez y por fin puede hacer realidad una fantasía de adolescente

Tras regresar de nuestro viaje de fin de semana en la casita rural. Veníamos en el coche Nadia, Pili y yo, ya que Carmen tuvo salir temprano de la casa por un tema urgente del trabajo.

Ya en el barrio primero deje a Pili y posteriormente deje a Nadia en su casa ya que quería ducharse y cambiarse de ropa ya que tenía que recoger a su niño que estaba con su padre.

-Cielete te dejo que voy a buscar a mi cachorrete que esta con su padre y la Barbie siliconada de su novia.

-Si quieres me cambio y te acompaño.

-No hace falta cielo no te preocupes ya tendremos tiempo para que me acompañes.

-Ok cariñete nos vemos entonces mañana o esta noche si  puedes me escribes.

-Vale pero no creo que ya sabes que cuando viene mi cachorrete tiene mucha mamitis.

-Perfecto pues no vemos mañana.

Llegue a casa me duche y después de la cena me fui a la cama ya que en las próximas semanas no tenía a mi hijo en casa.

La semana discurría con normalidad algunas mañanas quedaba con las chicas para desayunar y por las tardes quedaba con Nadia.

A  mitad de semana  una mañana mientras trabajaba me llaman a la puerta, no esperaba a nadie y nada por lo que me extraño. Era Nadia notablemente nerviosa.

-Hola cariño que te ocurre.

-Te tengo que pedir un favor.

-Si claro cuéntame.

-Mi madre se ha caído en  la calle y necesito si me puedes acercar al pueblo que no tengo autobús hasta mañana.

-Claro que si cielo pero dame un  par de horas que termine unos asuntos del trabajo y te llevo sin problemas.

-Vale muchas gracias, no te preocupes por el tiempo que yo primero tengo que hablar con mi ex para que se quede con el niño unos días y hacer una pequeña maleta para irme

-Vale pues entonces cuando termines dame un toque y vemos donde quedamos y tranquila que seguro que no es nada.

Nadia se fue dándome un beso en los labios y yo me dispuse a arreglar el tema de mi trabajo para poder salir antes

Finalmente quede con Nadia en la puerta de su casa y no fuimos de camino a casa de sus padre.

-Muchas gracias cariño.

-No te preocupes cielo lo importante es que tu estés bien y que tus madre este bien

-Bueno eso no lo sé porque estos padres míos son unos cabezones y no se exactamente que ha pasado. Lo único que se es que mi madre se ha caído en la calle y que se ha hecho daño porque mi hermana no se sabe explicar

-Vale y con Iker lo has podido solucionar.

-Si hijo he tenido que hablar con la Barbie siliconada de su novia por que Gabi estaba trabajando y luego esta tarde van a recogerlo al colegio y se queda con el hasta que yo regrese. Y a ti con tu trabajo no te abre creado ningún problema por llevarme.

-Para nada cielo lo único que no te puedo acompañar más tiempo es dejarte en casa de tus padres y me tengo que regresar que hay mucho lio con un proyecto nuevo que nos ha salido.

-No te preocupes cielo lo entiendo perfectamente, bastante trastorno te estoy creando ya

-Para nada cielo en otras circunstancias te podría acompañar más tiempo pero ahora me es imposible

Después de unas horas conduciendo llegamos a casa de los padres de Nadia.

-Bueno cielete te dejo que me vuelvo para casa que me espera trabajo.

-Muchas gracias cariño te recompensare a mi regreso.

Nadia recogió su maleta del maletero del coche y fue directamente a casa de sus padres.

-Hola papa que tal estas

-Bien hija aquí estamos estupendos con cosas de la edad como siempre

-Y la mama  como esta y que le ha pasado exactamente.

-Eso que te lo explique tu hermana que esta con ella en su habitación.

-Vale pues dejo las cosas en mi habitación y subo a ver a la mama y que Rosa me cuente.

Subí las cosas a mi habitación y seguía como siempre. Mi madre no había quitado ni los viejos posters del grupo de rock de moda ni de la boy band del año que me regalaban en la revista para post adolescentes que leía en aquella época. Eso me traía viejos recuerdos de mi juventud.

Una vez que deje la maleta en la habitación ya la colocaría y más tarde me fui a la habitación de mi madre a ver qué había pasado.

-Muy buenas mama que tal estas que te ha pasado. Hola Rosa dame un beso.

-Ven hija dame un beso. Nada que una esta mayor y me fallo la pierna y me caí en donde la Juana pero na esto en un par de días se me pasa no tenías que preocuparte y venir.

-Nada de eso mama dile la verdad. Dila que no ves bien y que no vistes el agujero en la acera y de ahí que te caíste y que te has hecho un esguince y que el médico que ha dicho que tienes para un par de semanas.

-Claro si no me llevaras como las locas por la calle siempre corriendo siempre con prisas no me caería

-No si encima será culpa mía que te hayas caído en la calle porque no viste el agujero.

-jajajaja hay cosas que no cambian hermanita. Tú y la mama como cuando éramos pequeñas.

-Es que tu madre es tremenda y una cabezona.

-Anda chicas vamos a dejarlo ahí y anda hermana ayúdame a instalarme.

-Anda si vamos a tu habitación y te ayudo.

-Sí y cuéntame exactamente que le ha pasado a la mama.

-Si pero tu cuéntame quien te ha traído.

-Pues un amigo que tengo

-Cuenta cuenta más detalles. Esta bueno, ya os habéis acostado.

-Anda cotilla luego te cuento y ayúdame a guardar las cosas y dime que puedo ir haciendo.

-Ok pues cuando terminemos ayúdame a hacer la cena y poco más

-Pues me ducho y te hecho una mano

Una vez que me duche me vestí con una ropa más cómoda que tenía y baje a ayudar a mi hermana con la cena y a bajar a mi madre para que cenara.

La cena transcurrió con normalidad estuvimos hablando cosas del pueblo y de mi enano explicándole que tuve que dejarlo con su padre estos días y que ya cuando sean vacaciones y la cosa esta mejor ya vendrá unos días al pueblo.

Ya a la mañana siguiente me levante temprano para ir preparando el desayuno y ayude a mi madre a ducharse y a vestirse y ya en el desayuno le comente a mi madre que quería para comer y si tenía que comprar algo.  Hice una pequeña lista de cosillas que comprar.

Ya de camino al súper desde la puerta de un local oigo una voz familiar que me llama.

-Pequitas eres tú.

Esa forma de llamarme solo lo hacían dos personas una era mi hermano mayor y la otra era un amigo de mi hermano

-Carlos eres tú.

-Coño no me estaba confundiendo eres tu pequitas.

Como os había dicho Carlos era amigo de mi hermano mayor y cuando era adolescente me volvía loca con ese aire malote que tenía pero en aquella época no me hacía caso ya que como era unos años mayor que yo me veía como una niña.

-Joder Carlos cuando me vas a llamar por mi nombre que eso de pequitas ya ha llovido.

-Jajajaja Tienes razón pero tanto llamarte pequitas se me ha olvidado tu nombre

-Te mato Carlos ya te vale. Nadia me llamo Nadia.

-Vale Nadia a partir de ahora me acordare. Jajajaja. Y bueno cuéntame que haces por el pueblo que hace años que no te veía.

-Pues nada que la mama se ha cayo el otro día y se ha hecho un cristo.

-No fastidies que la señora María se nos ha caído. Y se ha hecho mucho

-Naaa un esguince y un moratón en un lado del cuerpo, si ha sido más el susto que el golpe pero ya sabes a ciertas edades hay que vigilar un poco más estas cosas.

-Ya te entiendo perfectamente son cosas muy serias y más ciertas edades, pues me tengo que pasar un día de estos a ver a tu madre como se encuentra.

La verdad que Carlos mantenía ese no sé qué le hacía atractivo desde joven. Se había convertido en un hombre rubio con un cuerpo mantenido en el gimnasio y con una voz grave y fuerte que con la labia que tenía que hacia  se te mojaran las bragas.

-Una cosa y perdona mi atrevimiento pero te hace tomarte una cerveza esta tarde cuando cierre.

-Para nada atrevimiento que hay de malo en que dos amigos se tomen una copa y recuerden viejos tiempos.

-Pues genial pues cuando termine me paso a buscarte.

-No te preocupes me paso yo y así me doy un paseo por la tarde.

Llegue a casa después de hacer la compra y a recoger la casa un poco. En eso que llego mi hermana de su trabajo.

-Que tal hermanita que tal con los papis.

-De momento bien, la mama está en el salón viendo la tele. Por cierto a que no adivinas quien he visto esta mañana

-No dime a quien.

-A Carlos el malote amigo de Pedro.

-Si ya se quien el que te hacia tilín cuando eras pequeña. Jajajaja como era como te llamaba el jodio que te hacia que te pusieras roja.

-Pequitas y que rabia me daba.

-Pues se ha puesto todo buenorro el jodio y con la labia que tiene enamorado a medio pueblo.

-No si buenorro ya lo he notado y la labia no la ha perdido Ufff.

La comida paso con tranquilidad no sin alguna queja de mi madre que si estaba mayor que si se iba a morir que se veía una inútil.

Ya a mitad de tarde me subí a mi habitación a arreglarme para ir a tomar la copa con Carlos como habíamos quedado.

Me notaba nerviosa parecía esa adolescente que cuando se acercaba Carlos no sabía que hacer o decir.

Llego la hora de irme y antes de llegar a la oficina de Carlos, me pase por la tienda donde trabajaba mi hermana.

-Buenas Rosi me voy a tomar una cerveza con Carlos, he dejado la cena ya preparada solo hay que calentarla y ya está.

-Ok Nadia pero cuidado que ya sabes que Carlos tiene mucha labia y es un tunante.

-Tranquila Rosi que se cuidarme y además solo es unas copa, llegare pronto a casa y así tú también te puedes ir a tu casa.

-ok Nadia pues nos vemos esta noche.

Según iba acercándome a la oficina de Carlos mi corazón se empezó a acelerar y al mismo tiempo por mi entrepierna empecé a notar cierto calor.

Tranquila Nadia que solo es un amigo y vamos a tomar unas copas nada más pensé en mis adentros.

Llegue por fin a la correduría y estaba Carlos en la puerta esperándome

-Vamos pequitas que ya era hora

-Que no me llames así Carlitos, haber donde me vas a llevar.

-Pues a un sitio que te va a traer muchos recuerdos, ven sígueme.

Andamos como unos cinco minutos y llegamos al bar donde quedábamos todos los chavales a jugar unos futbolines y donde nos pegábamos unos bailes. La de historias de amor y desamor que salieron de ese bar

-No me  digas que sigue abierto la tasca de Pepe.

-Sí y lo mejor quien lo lleva es Pepito su hijo aunque prefiere que le llamemos José a secas, jajajaja.

-Madre mía si no ha cambiado nada sigue todo igual, esta hasta las mismas sillas y mesas

-Si la verdad que no ha cambiado nada. Pepito ponme una cerveza y tú que quieres.

-Ponme también una cerveza.

-Como me vuelvas a llamar Pepito un día te parto la cara que me tienes hasta los huevos.

-Esa boca coño que no ves que vengo con una señorita y aparte no ves quien es.

-Perdón  perdón espera que no me he fijado bien. Hostias si eres la hermana de Pedro.

-Que tal estas José

-Pues como ves me quede con el bar de mi padre cuando se jubiló y aquí sigo, y tú que tal te veo guapísima.

-Venga Pepe ponnos algo bueno por nuestra invitada y nada de panchitos de esos rancios que tienes por ahí abajo.

-Venga va ahora os pongo algo pero por que ha venido Nadia porque para ti ni agua.

-Perfecto macho muchas gracias. Lo ves sigue enamorado de ti desde que erais chicos.

-Que dices

-Jajajaja. Venga va cuéntame cómo te va por la gran ciudad.

-Pues como te dije me separe de Gabi porque el pedazo de cabrón se lio con una compañera de trabajo híper operada, tengo un canijo y me puse a trabajar en una gestoría de mi barrio que ya sabes se me dan bien los números. Y bueno tu qué tal que es de tu vida?

-Pues como sabes me case Begoña de la pandilla y estuve trabajando un par de años en concesionario de su padre y después nos fuimos al sur porque me ofrecieron un curro mejor pagado y estuvimos ahí unos añitos, hasta que por unas cosas y otras nos separamos y después me entere de que la correduría que había en el pueblo el dueño se jubilaba y me quede con ella.

-Y en el tema amor como te va ya que estas en el pueblo. Porque aquí tenías loquita a más de una.

-Pues veras ahora me considero un alma libre no me gusta atarme. (Esto último me lo dijo cogiéndome de las manos y mirándome a los ojos con eso profundos ojos azules)

Eso hizo en mí que me  subiera un calor por mi entrepierna que hizo que también se me subieran los colores a la cara.

-Hostias que coloretes se te han puesto.

-Ufff será por la calefacción que me pilla de lleno.

-Me recuerdas cuando eras pequeña me hacía mucha gracia cuando te subían los colores a la cara te salían unas pecas muy monas en la cara. (Señalándome las mejillas aún más coloradas)

-Ya.

-Bueno quieres otra cerveza.

-No déjalo me voy a casa que luego el señor Pedro se enfada si llego tarde. Ya sabes nunca he dejado de ser su niña chica.

-Pues entonces te llevo a casa como un buen caballero.

-No te molestes Carlos así me da un poco el aire.

-Para nada además tú no sabes lo peligrosas que se han puesto las calles del pueblo por la noche con bandas de moteros y mucha droga.

-Jajajaja. Anda galán vale llévame a casa.

-Pues vamos y si quieres baja la ventanilla para que se bajen esos coloretes tan monos. Venga Pepito que nos vamos. Corre corre jajajaja.

Cogimos el coche y una vez llegamos nos despedimos con un par de besos. Madre mía que bien olía el jodio.

Antes de entrar en casa Carlos bajo la ventanilla del coche

-Pequitas dile a tu madre que mañana me paso a verla.

-Pues pásate a comer y así estas más tiempo que a mi madre le va a hacer mucha ilusión verte Carlitos.

-No mujer no quiero molestar.

-No seas bobo que sabes que mi madre te quiere como un hijo, te vienes y no se diga más

-A sus órdenes. Cuando cierre voy para allá, Pasa una bonita noche,

Llegue a casa y estaba mi padre en el salón viendo la tele y me iba a dirigir a mi habitación.

-Vamos que ya se hace tarde y tu madre se preocupa

-Papa que ya tengo más de cuarenta venga ya. Me subo que ya he cenado.

-Vale pero no hagas ruido que tu madre ya se ha acostado.

-Vale hasta mañana

Me subí a mi cuarto está muy agitada, el corazón me latía muy deprisa y por mi entrepierna me subía un calor tremendo. Tenía que reconocer que Carlos me había puesto cachonda con esa  mirada suya y esa voz tan profunda que hacía que me pusiera igual de nerviosa que cuando era adolescente.

Necesitaba calmar ese calor, así que cogí el teléfono para hablar con Jorge.

Estuve llamándole un par de veces y no me lo cogió me pareció extraño y le mande un par de mensaje y aun así no me contesto.

-Donde estará este gilipollas a estas horas.

Mi cuerpo estaba deseoso de sexo y necesitaba calmarlo. Me encontraba tumbada en la cama con solamente una camiseta que solo el roce de ella en mi pecho hacia que mis pezones se marcaran totalmente erectos.

Intente dormir pero me era imposible, el calor que me subía de dentro hacia que me estorbara la poca ropa que llevaba y opte finalmente por desnudarme quitándome la camiseta y el tanga negro que llevaba notando que estaba ya algo húmedo y caliente.

Me levante y eche el cerrojo de mi habitación no me apetecía que mi padre me viera desnuda, ya de regreso a la cama al pasar por delante del espejo me para para observar mi cuerpo totalmente desnudo, no puede evitar en acariciar mis pechos me gustaba notarlos suaves con esos pezones duros, no paraba de tocarlas y apretarlas.

Una de mis manos se fue deslizando hacia mi vagina, empecé a jugar con fina línea de vello que tenía en la parte  superior pero necesitaba algo más baje un poco y pase un dedo por mi rajita note lo realmente mojada que estaba. Así me tumbe en la cama me acomode e hice presión sobre mi clítoris. Empecé a mover los dedos en círculos que hizo que se me escapara un gemido, ya tenía dos dedos frotándome el clítoris adelante y atrás mientras con mi otra mano me apretaba mi pecho y tocaba mi cara.

Mis movimientos se hicieron cada vez más rápidos, ahora esos dedos que estaban frotando mi clítoris se introdujeron en mi vagina haciéndome gemir de nuevo

No quería que mis padres me escucharan ya que estaban en la habitación de al lado así que me di media vuelta para que la almohada apagara mis gemidos y recordando viejos tiempos me puse la almohada entre mis pierna para empezar a frotar mi vagina contra ella

Cada vez me movía más rápido contra la almohada, mi cara la tenía hundida contra las sabanas en un intento de que mis gemidos no se oyeran

Una corriente recorrió mi espalda hasta lo más profundo de mi haciendo que mi vagina se contrajese haciendo que mojase mi mano con mis fluidos y una sonrisa recorrió mi cara

Había llegado al máximo de mi placer.

Dormí toda la noche del tirón abrazada a mi almohada.

Ya por la mañana me despertó el sonido de mi teléfono.

-Siiii

-Hola cielete que tal estas veo que me llamaste anoche un par de veces.

-Sí y ya vi que no estabas, pero da igual ya somos mayorcitos.

-Parece que no te has enterado aun por lo que veo.

-De que me tengo que enterar.

-Anda en vez de enfadarte y sacar juicios premeditados pon la tele ahora que lo vas a ver.

-Vale haber que pasa. Hostias si esa es mi calle que ha pasado por dios

-Pues trataba de explicarte. Ayer exploto una caldera de gas en tu bloque.

-Hay por dios mi casa, ha pasado algo grave.

-Tranquila cielo tu casa está bien que anoche me pase de madrugada y está todo en su sitio lo único que la casa te huele un poco a humo pero no se ha roto nada.

-Ufff que alivio y ha pasado algo grave entonces.

-Tranquila todos está bien lo único la casa de Pili que se ha llevado la peor parte y está hecha polvo.

-Hay pobre y que ha hecho ella.

-Esta noche se ha quedado a dormir en la habitación de Adrián ya que esta con su madre las próximas semanas.

-Vale que alivio, ahora la llamo para decirle que se vaya a mi casa sin ningún problema.

-Ok cariño pero llámala más tarde que anoche estaba de los nervios y se ha tomado un par de pastillas porque no ha dormido nada y se ha quedado frita.

-Vale pues luego la llamo a medio día y que me cuente. Hay pobre.

-Perfecto cariño te voy a dejar que voy a ver si adelanto algo de trabajo que luego por la tarde me ha pedido Pili que la acompañe a por algo de ropa ya que salió con lo puesto y que la ayude con el tema del seguro.

-Vale cariño pues luego llamo a Pili y esta noche hablamos.

Me levante de la cama me puse una camiseta larga que tenía y me fui a ducharme que olia a una mezcla entre sudor y sexo nocturno.

Ya una vez vestida me puse a preparar el desayuno para mis padres y a ayudar a mi madre a lavarse y vestirse.

Tras estar toda la mañana liada con la casa y hablar con Pili para haber cómo se encontraba y llamar a mí hermana que a la que venía que comprara el pan que a mí no me daba tiempo me puse a preparar la comida.

A medio día llego mi hermana de su trabajo

-Hola tata que tal estamos, uhmmmm que bien huele a que se debe esta comida tan especial.

-Pues que he invitado a Carlos a comer que quería ver a los papa

-Como y yo con estas pintas, me subo y me cambio

-Tranquila Rosa que viene a comer no a nada más.

-y porque le invitas a comer que estas tramando jodia.

-Yo que voy a estar tramando. Te recuerdo que ya tengo un rollo.

-Ya pero hay muchas cosas pendientes entre vosotros dos que aún recuerdo como te ponías cuando venía a casa con Pedro y te recuerdo que las dos dormíamos en la misma habitación y una escuchaba cosas.

-Anda no digas tonterías que de eso hace un puñado de años y encima era una cría. Anda sube a cambiarte.

-Si si anda que si tu  almohada hablara jajajaja. (Tocándose la entrepierna por encima del pantalón)

-Anda sube perra. (Tirándole el trapo hacia las escaleras mientras huía).

Llego la hora de la comida y llego Carlos a casa.

-Mira mama quien ha venido a verte.

-Carlos hijo pasa dame un beso.

-Señora María que le ha pasado. Que me han dicho que se ha caído.

-Nada hijo que la edad no perdona y la vista mía ya no es lo que era. Aunque sigo viendo muchas cosas.

-No lo dudo Señora Juana que usted se fija muy bien de las cosas. Y por dónde anda el señor Pedro que tengo ganas de darle un abrazo.

-Andará por el patio con sus pájaros como siempre.

-Pues voy para allá a verlo

-Rosi ponle un cubierto más para  Carlos.

-No te preocupes mama que ya todo puesto que Nadia le había ya le ha invitado.

-Vale pues ayúdame a levantarme y llévame a la mesa.

Llego la hora de la comida y estuvimos recordando viejas anécdotas de cuando éramos chicos las trastadas que hacían por todo el pueblo y como mi hermana y yo les seguíamos a ellos dos detrás de sus fechorías y claro salió el tema de novios y novias.

Ahí mi madre no se pudo callar y tuvo que hablar.

-Ese Gabriel ya te lo dijimos que no era trigo limpio, que era un golferas.

-Ya mama lo sé me lo has dicho muchas veces.

-Déjalo Mari que estamos comiendo. (Dijo mi padre).

Carlos para cortar la tensión del momento comento lo que le gustaba la comida.

-Señora María hay que reconocer que pasan los años y sigue haciendo el mejor  arroz  que he comido nunca.

-Pero que zalamero que eres hijo, pero el arroz hoy no lo he hecho yo que con la pata chula no puedo ponerme en pie, este lo ha hecho Nadia.

-Pues su hija hay que reconocer que aparte de sus ojos ha heredado su mano con la cocina.

-Y no solo eso también ha heredado mis pechos porque fíjate que pechos tiene la niña.

-MAMA POR FAVOR.

-jajajaja Déjalo Nadia tu madre es así de natural.

El resto de la comida transcurrió entre risas y aventuras de cuando éramos pequeños

-Bueno familia yo me tengo que ir que tengo que abrir la oficina.

-Muy bien hijo pásate cuando quieras que tú sabes que eres bien recibido en esta casa.

-Muchas gracias señor Pedro ya me pasare más veces no se preocupe. (Dándose un sonoro abrazo)

  • Rosi si quieres y te acerco a la tienda que me pilla de camino.

-Pues gracias porque después de la comida que me he metido no me apetece darme el paseo hasta ahí

-Pues hala vámonos que te pongo el aire acondicionado pero no te me duermas.

-No te garantizo nada pero muchas gracias.

Acompañe a Carlos y a mi hermana a la puerta y me despedí de el con un par de besos. Al darme Carlos uno de los besos se quedó demasiado cerca de la boca haciendo que me subiera un pequeño escalofrió por la espalda.

Una vez que todo el mundo se marchó, mis padres se sentaron en el sofá viendo la tele como era costumbre y como marca la tradición de años se quedaron dormidos en él.

Viendo el panorama me subí a mi cuarto para hablar con Pili y con Jorge ya que me encontraba preocupada por toda la situación.

Llame por varios minutos y ninguno de los dos, imagine que como me dijo Jorge estarían arreglando cosas del seguro o recogiendo algo de ropa del piso.

Me recosté sobre la cama a fin de echarme un ligero sueño cuando desde la almohada me llega un olor dulce pero a la vez acido que hizo que viniera a mi mente lo que ocurrio la anterior noche.

Eso provoco en mí que me subiera un cosquilleo por la entrepierna y una sonrisa entre medio picara lasciva se sumó a mi cara.

De forma casi inconsciente metí mi mano por dentro de mi leggins hasta llegar a mis braguitas, podía notar que mi entrepierna subía de temperatura, metí mi mano por debajo de la braguita hasta llegar a esa fina línea de bello que me gustaba dejarme. Me gustaba el tacto y la sensación que me causaban al pasar mis dedos sobre ellos. A mi mente llegaron viejos recuerdos de alguna fantasía con el cantante malote de la boy band que me gustaba en aquella época.

Cuando más absorta estaba en mis fantasías me sonó el teléfono pegándome un susto tremendo.

-Si dígame.

-Nadi soy Pili.

-Pili cariño que tal estas.

-Bueno pues no te voy a mentir hecha polvo llevo todo el día llorando, y tu estas bien te noto fatigada.

-Nada cariño es que me has pillado traspuesta pero estoy bien.

-Tía está casi todo quemado no me queda nada ni unas tristes bragas me han quedado

-Niña no te preocupes que entre todas te vamos a ayudar que para eso están las amigas. Para empezar le pides las llaves a Jorge y coge la ropa que necesites que tu y yo tenemos las misma talla que no hay problema y si quieres quédate en mi casa que como sabes no voy a estar en unos días.

-Muchas gracias tía pero si no te importa me puedo quedar con Jorge unos días que tengo pánico a quedarme sola.

-A mí no me tienes que pedir permiso para quedarte con Jorge y más en estas circunstancias.

-Ya pero no quería que pensases mal.

-Anda déjate de tontunas que voy a pensar mal. Por cierto por dónde anda ahora este individuo.

-Ha ido a enterarse por el tema de los seguros que como entiende de ellos va a ver como tramitarlo todo ya.

-Vale cielo dile que luego esta noche le llamo.

-Vale tía te dejo que me voy a echar un poco que no he dormido casi nada

-Vale tía un beso.

Salí de la habitación todavía algo agitada y preferí darme una pequeña vuelta para despejarme y que me diera el aire antes de preparar la cena para mis padres.

Ya a la mañana siguiente me levante pronto para darme una ducha sin que me metieran prisas mis prisas. Me gustaba sentir el agua recorriendo mi cuerpo, ver como las gotas de agua bajaban entre mis pechos recorriendo mi abdomen para terminar en mi monte de venus.

Ya en la cocina mientras preparaba el desayuno llego mi hermana.

-Rosi que haces aquí no trabajas hoy.

-Si tata pero entro más tarde porque  hoy tenemos que hacer inventario en el almacén.

-Ah vale. Te preparo algo o ya has desayunado.

-Gracias prepárame un café mientras voy a ver en que puedo ayudar a la mama.

-Perfecto. Por cierto ya que estas aquí me acompañas luego a la compra.

-Si bien así aprovecho y hago yo también la compra, Pero eso si no salgamos muy tarde que luego me pilla el toro.

-No te preocupes en cuanto terminemos de desayunar salimos

-Perfecto.

Ya una vez que terminamos de desayunar pusimos rumbo  al súper y ahí nos encontramos con nuestro amigo Carlos haciendo la compra.

-Pero bueno que haces tu por aquí a estas horas ya estas escaqueado.

-Mira mis hermanas favoritas. Ya sabes ventajas de ser el jefe que tengo horario libre.

-Que morro tienes jodio.

-Y bueno que hacen las chicas G (En clara referencia a la inicial de nuestro apellido)

-Pues haciendo la compra para los papas que la mama no está para coger peso y he aprovechado me he traído un paje. Jajajaja

-Oye hermanita no tengas morro.

-Ósea que nuestro Carlos se nos ha vuelto un cocinillas.

-Bueno mis comensales digamos que no se han quejado nunca.

-Bueno pues eso hay que probarlo un día de estos a ver si es verdad eso que dices.

-Pues eso es fácil te invito a cenar una noche y así ves mi casa que eres la única que no la has visto.

-Vale trato hecho.

-Perfecto te hace mañana te pasas por mi oficina y de ahí nos vamos.

-Bien perfecto pues quedamos mañana.

-Hecho yo llevo el postre. Hasta luego que al final nos enrollamos y nos quedamos sin comprar.

-Si tienes razón y que yo tengo que abrir te veo mañana.

-Hostias tata que ha pasado aquí o que me he perdido yo.

-Nada Rosy solo dos amigos que van a quedar a cenar nada más.

-Seguro que ya sabes que Carlos es un truhan.

-Seguro no te  preocupes que se cuidarme que ya soy mayorcita.

-Vale. Anda vamos a seguir con la compra que al final nos pilla el toro.

Llegamos a casa para guardar la compra y preparar la comida.

Ya por la tarde llame a Jorge para haber cómo estaba y como iba la historia de Pili.

Todo eran buenas noticias por lo que me contaron ambos.

Ya al día siguiente me levante algo inquieta solo de pensar que había quedado con Carlos  a cenar aunque una parte de  me decía que no debía haber quedado otra tenía muchas ganas de quedar con él.

Ya por la tarde mientras me estaba vistiendo para ir a buscar a Carlos un sinfín de sensaciones invadían mi cuerpo había que reconocer que Carlos me gustaba desde que era pequeña y ahora de adulto tenía una voz y una mirada que hacía que temblaran la piernas y esa sensación me gustaba.

Me puse un pantalón ajustado junto con una camisa un poco ajustada quería que Carlos viera en que mujer se había convertido esa chiquilla que conocía.

Llegue a la hora de cierre de su oficina y estaba ahí esperándome en la puerta apoyado con una pose chulesca muy típica suya desde que le conozco el vestía un traje gris que le quedaba estupendo y le realzaba aún más esos ojos azules.

-Madre mía Nadia como vienes estas estupenda. Déjame que te mire mas detenidamente.

-Muchas gracias galán (Yo ya toda colorada y con un calor recorriéndome por el cuerpo).

-Anda vámonos que te voy a preparar una cenita que te vas a chupar los dedos.

-Haber si es verdad que eres tan buen cocinero como dices.

-Yo no lo digo lo dicen mis invitadas que se quedan muy satisfechas.

-Ah siiii seguro.

-Seguro desde el primer plato hasta el postre. (Guiñándome un ojo).

Eso hizo que por mi entrepierna empezara a subir un calor que me hizo instintivamente juntar mis piernas dentro del coche. También observaba que no me quitaba la mirada del escote que formaba mi camisa.

Llegamos a su casa que estaba a las afueras del pueblo y ya ahí me hizo un pequeño tour por ella

La verdad que no le había ido nada mal. No era una casa muy grande pero estaba muy bien decorada. Había que reconocer que tenía buen gusto.

Después de unas copitas de vino para ir abriendo boca empezamos a cenar entre risas y anécdotas de cuando éramos pequeños y algún amorío de juventud, incluso llegue a saber que tanto el cómo mi hermano salieron con la misma chica.

-Bueno que te ha parecido la cena bella dama.

  • Muy buena caballero hay que reconocer que se te da bien la cocina.

-Muchas gracias. ¿Quieres una copita para terminar la noche?

-Te lo agradezco pero ya he bebido bastante y tengo que llegar a casa y ya sabes que el señor Pedro huele el alcohol mejor que la guardia civil.

-Jajajaja que bueno, es verdad la de veces que le pillaba a tu hermano subiendo a gatas por la escalera.

-Jajajaja y las broncas que la caían.

-Pues venga que te llevo antes de que tu padre me nombre persona non grata.

-Vale pero primero déjame recoger la mesa.

-Para nada niña lo recojo yo cuando venga. (Poniéndose justo detrás mía)

Me di la vuelta y apoyando las manos en la mesa y mi trasero y mirándole a los ojos.

-Ah sí impídemelo.

Me rodeo con sus brazos con la intención de levantarme. Solo la sensación de sus manos tocando mi cuerpo hizo que recorriera una corriente por mi cuerpo para terminar en mi vagina que empezó a subir de temperatura.

Nuestras miradas se cruzaron y durante unos segundos, mi corazón latía con fuerza.

Carlos se lanzó y me dio un beso en la boca. Se apartó bruscamente.

-Perdón Nadia no.

No le deje terminar la frase para responderle con otro beso en la boca. Mi cuerpo ardía de pasión necesitaba notar esas fuertes manos en mi cuerpo.

Ese beso siguieron otros más y nuestra manos empezaron a recorrer nuestros cuerpos.

Carlos me alzo me sentó en la mesa y empezó a desabrochar mi camisa mientras mis manos hacían lo mismo con la suya.

No recuerdo como ocurrió pero en un momento yo estaba tumbada en la mesa  mis pantalones estaban tirados encima de una de las sillas y la ropa de Carlos tirada por el suelo del salón.

Carlos empezó a besar mi cuerpo bajando poco a poco hasta llegar a mi vagina que ya estaba empapada.

Quito mi tanga y empezó a besar despacito mi rajita para ir subiendo poco a poco la intensidad.

Yo empecé a gemir mientras con mis manos estaba masajeando mis pechos.

Mi respiración se empezó a acelerar mientras Carlos hundía la cabeza más en mi sexo.

Arquee mi espalda para dejarme llevar por un orgasmo brutal haciéndome gemir de forma sonora.

Mientras recuperaba la respiración pude ver la polla erecta de Carlos era más grande de lo que me había imaginado.

-Vamos a un sitio más cómodo niño

Acto seguido me cogió en brazos mis piernas rodearon su cuerpo notando la punta de su verga rozando la entrada de mi sexo.

Llegamos a su habitación me dejo sobre la cama. Nos  volvimos a besar.

Ahora era yo la que quería recorrer a besos es cuerpo esculpido en el gimnasio.

Empecé a besar su pecho para bajar por sus abdominales hasta llegar finalmente a su erecta polla.

Empecé a lamer su glande para finalmente rodearlo con mis labios. Era realmente gruesa o por lo menos la más gruesa que había visto dentro de mi corta experiencia.

Después de un rato saboreando esa verga me puse encima de Carlos situé la verga en la entrada de mi chorreante coño, quería sentirla dentro de mi.

Me deje caer poco a poco sobre este mástil mientras nos besábamos pasionalmente.

Carlos agarro mis caderas en un intento de llevar el ritmo de la cabalgada.

-Tranquilo vaquero que aquí la que monta soy yo.

Empecé a subir y a bajar por la polla de Carlos mientras el amasaba mis pechos.

Nuestras lenguas pugnaban en una guerra junto con nuestros gemidos.

Carlos me cogió y me tumbo en la cama para el para ponerse encima de mí

Dirigió su verga a mi entrada y suavemente fue introduciéndose dentro de mí.

Puse mis piernas sobre la espalda de Carlos y empezó a follarme lentamente.

Nuestros cuerpos estaban más entregados a la pasión.

Yo estaba a punto de correrme otra vez y Carlos su cara indicaba q también estaba a punto.

Me levante cogí la verga Carlos quería sentir la su leche en mis pechos.

Carlos rugió sonoramente para correrse sobre mis pechos alcanzando también a mi cara.

Caímos los dos sobre la cama rendidos.

-Ufff Por dios Nadia que nos ha pasado.

-Pues que tu pequitas ya se ha convertido en toda una mujer.

-Siii y vaya que mujer joder.

-Bueno cielo me voy a duchar que me tienes que llevar a casa o tú mañana se lo explicas al señor Pedro.

-Espera que me ducho contigo y te llevo.

-Tú lo que quieres es repetir la jugada golfo.