El colegio del Vicio (1)

En la ESO, tuve un encuentro en el bar con Sandra, la tía buena del 3er curso... Y esto solo empezaba...

El colegio del vicio(1).

Era un día cualquiera, despertarse por la mañana para estar todo el día escuchando a los mamarachos de los profesores. En aquel entonces yo era voluntario forzoso en el "Bar" del colegio para conseguir fondos. Un día al acabar la hora del patio estaba recogiendo y fregando, y vino Sandra, una chica de esas que se juntan con los quinquis, como la mayoria de chicas de mi curso. Sandra es una chica bastante guapa,15 años, pelo rubio rizadito, ojos azules, 165, un 80 de pecho... Y un detalle que a mi me sorprendia: su piercing en la lengua. Lleva unos pantalones de estos apretados que estan tanto de moda, de color negro, y una especie de top-jersei.

Al entrar, me sorprendí, por que no me esperaba que venía alguien a estas horas. Se me acercó

y me dijo:

-Hola, esta la profe?

-No, ya se ha ido pa clase. ¿Le comento algo?

-No, no,no, no hace falta ya se lo diré luego.

-Pues vale.

...

...

-Te ayudo?

-No, mujer, ves pa clase que llegas tarde...

-No pasa nada hombre.

Dicho esto, se metió detrás del mostrador conmigo y empezó a recoger cosas y se metió en la cocina, a lo que la tube que echar, por que allí se escondís un pequeño secreto (ratones)

Ella, un poco enojada me dijo:

-¿Que pasa que no quieres estar aqui conmigo o que?

Y me empezó a soltar el rollo de que estaba todo el rato insinuandole que se vaya etc etc.

Yo tengo poca mano pa las mujeres, pero si se que decir en cada momento. En aquel momento podía elegir dos caminos: decirle que prefiero hacer mi trabajo solo y que por lo tanto se vaya, o decirle "¿Que pasa, te molo yo y quieres estar conmigo?

Escogí la segunda opción. Ella se quedó de piedra, per se empezó a dibujar una sonrisa en su cara.

la verdad es que me daba algo por si pasaba algo en este momento, por que si se entera alguien al que le mola, seguro que vendran a por mi, y no era plan.

Se me acercó y me besó, a lo que yo respondí. Sabía un poco a tabaco, habrá fumado antes en el lavabo. La abrazé y le agarré el culo, con lo que me puse a cien en poco tiempo. Estuvimos un rato morreandonos y tocandonos, lo más guay era jugar con su piercing. Le empecé a desabrochar el pantalón, yo cada vez flipando más por que se dejaba. Me quitó la camisa y me empezó a lamer por todo el cuerpo hasta llegar abajo, me bajó el pantalón y empezó a sobarme... La subí y le quité el jersei (con su ayuda que yo no sabía como se quitaba eso:P) dejándome a la vista sus pechos, emmarcados en un sujetador blanco. Se quitó el sujetador mientras yo le quitaba los zapatos para quitarle el pantalón. La besé otra vez y y la fuí chupando hasta llegar a sus senos, sus pezones estaban duros y tenían un sabor dulce. Bajé una mano a su coño y empecé a masturbarla, cuando la ví un poco más débil le quité el tanga negro y empecé a chuparla mientras con una mano disfrutaba del resto de su cuerpo. Cuando se corrió soltó un gemido que me preocupó por si lo oia alguien.

Pero la verdad es que esto no nos preocupaba,y se me arrodilló, me quito los calzoncillos y se metió mi miembro en la boca. Qué bien lo hacía, se notaba que no era la primera vez que lo hacía, y la idea de que era una putita me ponía aún más. Su lengua recorría mi glando, y su piercing le daba un toque especial. Al rato paró, se levantó y me besó.

-Tienes preservativos?-le dije

-Da igual, tomo las pastillas, va metemela.

A lo que se me puso de espaldas apollada en una mesa, yo estaba tan excitado que me fié de su palabra, y se la clavé, sus gemidos me ponían a mil, ya no podía más, pero quería más ya que esta putita se lo estaba montando conmigo en el bar, y quería más. Cambiamos de posición, esta vez la senté en la mesa y seguí con mi trabajo. No sé cuantos orgamos llevaría ya la chica, pero yo no paraba de darle y tampoco de tocarala.

Le estaba tocando todo lo que podía. Al rato le pasé una pierna a un lado para tocarle mejor el culo, y meterle un dedo, a ver como reaccionaba. No se quejaba, así que me la situé de espaldas, y situé mi glando en la entrada de su ano, a lo que si reaccionó, y me dijo:

-Cuando te corras sacamela, que o sino se me mancha el tanga y el pantalón.

-Vale.

Su respiración era tremenda mientras la penetraba, entraba con bastante facilidad, pero aún así era estrecho, y eso me gustaba. Cuando la tenía toda dentro, se la saqué suavemente y se la volví a meter, Lo hice hasta que me dijo:

-Que haces tío, metemela ya!

Que culo más rico que tiene esta chica, mientras le daba por detrás empezé a tocarle las tetas y a masturbarla, entre sus gemido me pedía que le diera más rapido, yo ya no podía aguanter mucho más, no tardó mucho en correrse, y soltó un gemido aún mayor que el primero. Yo también estaba a punto, y se la saqué, me dirigí al fregador para luego limpiarlo más fácilmente. Yo ya no me esperaba más, pero ella me dió la vuelta y me empezó a mamar, lo que me sorprendió, y por un momento pensé que asco, pero se sentía tan bien ese masaje para acabar... El lametón que me dió, fue el decisivo, le avisé para que se apartará, pero Sandra no dejaba de sorprenderme, en vez de apartarse, se la volvió a meter en la boca, y me corrí. Abrió la boca para enseñarmelo y pensaba que lo iba a escupir, pero no, se lo tragó,¡Con la de tías que he querido que me hicieran esto y me lo hace la menos esperada! Me limpió la polla y allí acabó la cosa.

Nos vestimos y recogimos rapidamente las cosas del bar, ya que llegabamos muy tarde a clase.

Lo que me estrañaba, es que mi profesora, a la que tenía que entregarle las llaves del bar, no vino a buscarlas a ver por que tardaba tanto...

Le metí una axcusa muy mala y me fuí para clase, donde me echaron una buena bronca, pero me daba igual...

Continuará...