El colega de mi hermano (2)
De pronto se me cortó el cuerpo ... Nacho estaba apoyado en el quicio de la puerta de mi habitación.
El Colega de mi Hermano (2)
De pronto se me cortó el cuerpo Nacho estaba apoyado en el quicio de la puerta de mi habitación, mirándonos con una expresión en la cara que no sé muy bien como explicarlo. Era una mirada de lujuria contenida, se mordía el labio inferior con los dientes, y serraba fuertemente los puños de las manos. El aspecto de Nacho es muy varonil, en muchos aspecto incluso en el físico tiene un gran parecido a mi. No es muy alto 1´75 de altura, cuerpo formado como yo pero sin exagerar, pelo castaño claro y corto, ojos marrones, moreno de piel y una perilla que le dibuja la cara tan preciosa que tiene. En pocas palabras mi hermano está buenísimo.
Marcos: Nacho te lo puedo explicar.
Nacho: No hay nada que explicar hermano. ¿O que te crees, que tu eres el único que te lo has follado?
Marcos: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Tú y José?
Nacho: Si yo y casi toda la pandilla. Y ahora tu también hermanito.
José: No te pases tío nadie ha obligado ha nadie hacer lo que no quería.
Nacho: Pero tu eres muy puta José, y sabes como calentarle la polla a un tío, y mas si sabes que lleva tiempo sin meterla en un coño. Además te propusiste tirarte a mi hermano y hasta que no lo has conseguido no has parado mamón.
Marcos: ¿Y ahora que?
Nacho: ¿Qué ? Pues ya que habéis empezado, y tengo un calentón que te cagas ¿Que te parece si le damos ha este putón su merecido?
Se dirigió hacia nosotros quitándose la camiseta de tirantas negras y el pantalón del chándal, volviéndose a quedar como esta mañana en el desayuno, en calzoncillos blancos. Ya se visualizaba en su paquete, en la punta del capullo, una gran mancha de liquido preseminal sobre la tela del slip.
Sujetó a José por los hombros y lo colocó a cuatro patas mirando para el cabecero de la cama, de esta postura tenia el culo en pompa mirando para Nacho. Y que trasero del cabrón, separando con sus manos los cachetes, dejando al descubierto aquel boquetazo irritado y rojizo.
A continuación, los dos hermanos empezamos a examinarle el culo, la polla y las pelotas, magreándolo ambos a la vez. Nacho le pellizcaba las nalgas y le hundía los dedos dentro del agujero, súper dilatado de la follada que le había metido con mi polla. Al mismo tiempo, yo me había tumbado boca arriba en la cama, metiendo mi cabeza por debajo de la entrepierna de José. Podía ver en primer plano, el paquete bien gordo de mi hermano Nacho, mientras surcaba el culo de su colega, que ya le cabía la mano entera el puño dentro hasta la muñeca. Que salvajada mas grande, lo que le cabía a ese hombre en el ano, cuantas pollas se habría follado y se habían corrido dentro.
José gemía de gusto, se retorcía del placer que le estaba dando Nacho en el culo.
Nacho: Pero que perra eres colega es que no te sacias, mira como me tienes cabrón te voy a pegar una follada que te voy a poner mirando para cuenca.
Con mi lengua, jugaba con sus huevos colgantes, mientras le masajeaba los cojones a Nacho con mis manos. Era la primera vez que tocaba ha mi hermano en plan de sexo, como dije antes jamás me había imaginado follar con Nacho, por que ante todo tengo mis principios, y aunque tengo que reconocer que Nacho está buenísimo es mi hermano pequeño.
Marcos: Oye Nacho, esto no está bien tío que eres mi hermano joder.
José: Ja, ja, ja, tu hermano. Si tu supiera que tu hermanito tenía mas ganas que yo de follarte, te quedabas con la boca abierta colega.
Nacho: ¡Cállate puta y no me jodas!
José: Ya que estamos diciendo las verdades cuéntale a tu hermano como me follas pensando en el. ¿Sabes, Marcos? Cuando me está envergando el culo con la polla, me habla como un guarro, y me dice que algún dia se tiene que follar tu culo díselo colega, cuéntale como deseas que te mame la polla, y correrte en su boca Yo te lo diré Marcos, eres la fantasía de casi toda la pandilla nos hacemos unos pajotes y nos pegamos unas folladas a tu salud, que son de miedo. Aquí todos vamos de machos por la vida, ¿sabes? pero casi todos nos tragamos las pollas de dos en dos.
Marcos: Mirad chicos, a vuestra edad es normal experimentar con el sexo. Hay tíos como yo que saben perfectamente su inclinación sexual, nunca me he escondido de nadie y todos sabéis perfectamente que lo que me van son los tíos. Pero una cosa es tirarte al amigo de tu hermano, y otra muy distinta es follarte a tu hermano.
Nacho: Mira Marcos no te comas el coco, nosotros no somos maricas solo nos gusta follar y pasarlo de vicio. Así que no me veas como Nacho tu hermano, si no como Nacho el macarrilla buenorro, que te va pegar la follada mas caliente de tu puta vida así que ya podéis poneros a cuatro patas y darme vuestros culos bien abiertos, que me los voy a envergar uno detrás del otro.
Después de sincerarnos, nos colocamos como Nacho nos ha había mandado. Arrodillado a los pies de la cama, mi hermano lameteaba uno a uno nuestros ojetes, mientras José y yo nos pasábamos nuestras salivas de boca a boca en unos profundos e intensos besos. No se si era porque ya estaba acostumbrado hacerlo, o porque como decía José, estaba loco por follar conmigo, pero la verdad es que el mamonzazo me comía el culo con un gusto, que me hacía estremecer de placer. Hundía su lengua hasta el fondo, saboreando cada rincón de mi ano, me follaba punteando como si la lengua fuera su cipote. Después pasó al boquete de José y repitió la misma mecánica, mojando la raja y dejando resbalar su saliva por los muslos de su colega. Nacho no se había quitado los calzoncillos, y estos estaban ya chorreando de baboso liquido preseminal, se le distinguía perfectamente el pedazo de rabo, transparentado totalmente bajo la fina tela. Me puse de rodillas de bajo de el y metí los dedos tras el mojado elástico, al bajárselo hasta las rodillas, no pude reprimir un silbido de admiración. Lo que mi hermano tenia entre las piernas, no era normal, hasta era mas grande que la mía 20 cm. de verga súper gorda, grande cómo ella sola, y un capullo enorme que coronaba aquel rígido cetro.
Nacho: Agáchate como una guarra y prepárame la herramienta Marcos, que le voy a partir el culo a este putito.
José: Siii! No aguanto mas hijo puta dámela ya, y rómpeme el ano como a ti te gusta me vuelve loco sentir tu pollón dentro de mi.
Imaginé que Nacho ya le había destrozado el culo a José en mas de una ocasión, el niñato estaba fuera de si, lo deseaba de verdad, era superior a sus fuerza, se derretía solo pensar en comerse con el culito ese rabo. Su polla era un incesante goteo de liquido, y no le ayudaba nada el que la mano de Nacho, no parara de pajearle la verga. Se la estiraba con brutalidad hasta abajo, la entre pierna se le iba ha desprender, de la fuerza que ejercía Nacho, podía ver como del dolor pasaba rápidamente al placer y al delirio. Parecía que a mi hermanito y a su colega, le iban los juegos fuertes y yo que soy muy vicioso, disfrutaba pensando en lo bien que nos lo íbamos a pasar los tres.
Le hundí mi nariz en el pubis de Nacho e inhalé su olor a sudor, un olor característico de esos machos que tanto me vuelven loco. Ese sabor a polla joven tan delicioso que regalaba a mi paladar, pasando los labios y la lengua verga abajo. Sentí como se le llenaba el cipote de sangre, como se le hinchaba pegando sacudidas y cuando por fin llegué al capullo, abrí la boca engulléndola hasta la base. En un vaivén de subidas y bajadas, le ensalivaba la verga a lengüetazo limpio, el gemía poniéndome las manos en la cabeza, mientras yo le introducía la lengua en la rajita del glande, atrapando las gotas cremosas que se le escapaba.
Nacho: ¡Que gusto colega! ¡Como la chupa el mamonazo! si no te paras te voy a escupir toda la leche en la boca ahhh, siiii me voy cabrón de mierda ahhh ohhh toma, mamón .
Escupió todo lo que tenia almacenado dentro de los cojones, me llenó de semen la boca entera, resbalándome garganta abajo y quemándome la campanilla, dándole a mi paladar un sabor riquísimo. Cuando le hube limpiado hasta la última gota de leche, lo agarré de los hombros y lo arrojé encima de la cama. Tumbado boca arriba y con las piernas bien abiertas, lo cogí por los tobillos y me puse sus piernas en mis hombros.
Marcos: Ábrete bien la raja con las manos. ¿No querías follar conmigo? Pues ahora vas ha sentir una buena polla taladrándote el culo. Así que trágatela marimonazo de mierda, que te voy ha dejar el ano como un bebedero de patos.
Nacho: Ve con cuidado Marcos, que a mi nunca me han follado el culo.
Marcos: No te preocupes hermanito, que después de hoy vas ha suplicar que te jodan el trasero te las vas ha tragar de dos en dos.
José se había puesto encima de la cara de Nacho, dándole el culo para que se lo chupara a lametones, mi visión de su lengua entrando y saliendo del culo de su amigo, me ponía a mil por hora estaba cachondo perdido.
Yo tenía a Nacho agarrado por los tobillos y las piernas separadas en una gran V, con lo que dejaba al da cubierto un rosado y apetitoso agujero. Eché adelante las caderas un par de veces, para golpearle el boquete con la punta de mi cipote, el cabrón gimió con la boca ocupada pero apretando su ano contra mi dura lanza. Me agarró el grueso capullo de la polla y lo ordeñó, para que saliera suficiente lubricante y se la pudiera meter. Una vez lo tuvo untado, empujé y le hundí los primeros centímetros de mi cipote en su virgen culo, se estremeció y contrajo el boquete cerrándolo, dejando mi verga prisionera hasta la mitad. Su culo se aferraba a mi capullo como una boca hambrienta, me hacía un poco de daño cuando apretaba mordiendo mi polla con su ano. Después de unos largos segundos con la verga dentro, sin moverme para que se acostumbrara su agujero al diámetro, se la clavé de un golpe. Nacho soltó un grito desgarrador que a mi me calentó aun mas, y cogiéndole la polla a José, lo callé metiéndosela en la boca como una mordaza.
Ya iba descontrolado, mis sacudidas no tenían freno, me estaba tirando ese culo tan delicioso de Nacho, que me daba un placer inimaginable. Era un fiera, como un animal le desgarraba las paredes del con mi gordísimo nabo, y a pollazos le taladraba el virgo que ya no existía.
Marcos: ¿Te gusta cabrón? ves como no te mentía retuércete y disfruta, que todavía te queda que tragar por este culo.
La polla de Nacho estaba a punto de explotar, las venas bien marcadas en el tronco, eran como cuerdas de guitarra, tenia el capullo rebozando caldo viscoso, que resbalaba dándole un brillo espectacular.
Tuve que cambiar la postura, por que no quería que José se corriera en la boca de Nacho, que a juzgar por sus gemidos no le quedaba mucho para vaciarse los cojones. Ahora se tendió José en la misma postura que antes estaba Nacho, y de espaldas a mi senté a mi hermano en la verga del colega. Yo me coloqué detrás de el y empecé a meterle mi polla al mismo tiempo que José. Éramos dos buenos machos empalándose un culo, el cual se serraba y se abría según las embestidas.
Nacho: ¡Que gusto tío! Quiero mas folladme el culo ahhh.
José: ¡Como deseaba esto cabrón! Meterte la polla hasta el fondo de tu caliente culo me vuelves loco tío quiero correrme dentro de ti, y llenarte el ano de mi rica leche.
Marcos: ¡Que culo hijo puta! Y yo teniendo en casa este tesoro sin saberlo.
Las pollas de los dos entraban y salían del culo de Nacho, a una velocidad salvaje y descontrolada, parecía que le iban a salir ambas por la boca, de la fuerza que empleábamos en taladrar su culo. Es cuando noté un chorro caliente deslizarse a lo largo del tronco, miré y pude comprobar que le habíamos roto el culo a mi hermano, aquello era una mezcla de saliva, liquido preseminal y sangre. Me puse puerco total y envergando mucho mas fuerte, me descargué en aquel culo desvirgado, llenando de lefa caliente los intestinos de Nacho. Ya casi no sentía la polla de José pegada a la mía, por lo resbaladizo que fluía mi semen, pero no tardó mucho en vaciarle también un rico torrente lechoso, que se le escurría por los lados súper abiertos del ano, manchándole los huevos de semen.
José no perdió el tiempo, lo sujetó por los sobacos y de un empujón lo subió para arriba, hasta tener a la altura de su boca, el vergón de Nacho. Se la tragó entera literalmente succionando desde la base del tronco, hasta el capullo, deteniéndose en este y apretándolo con los labios, masturbándolo sin parar como ordeñándole el cipote. Coloqué mi cara al lado de la de José, no sin antes haber recogido con la lengua, hasta el último grumo de leche, que le habíamos regalado a Nacho en el ano. Cuando el colega se percató que ya estaba a punto de correrse, se sacó la polla de Nacho de la boca y la pajeó sin detenerse ni un segundo.
Nacho: Ya me viene ahhh siiii siii me corrooooo! tomad leche cabrones putos maricones ahhh.
Nos baño las caras de leche jugosa y caliente, soltaba unos trallazos que me llenaron hasta los ojos de semen, y José sin soltarla de la mano se la pasaba por todo el rostro los labios las mejillas los ojos la frente, hasta terminar denuevo dentro de su boca.
Después de la follada nos quedamos tendidos en mi cama, comentando lo bien que lo habíamos pasado.
Marcos: Oye José, ¿por qué no me cuentas como te follaste a mi hermano, la primera vez?
Nacho: No, espera José que se lo quiero contar yo. Y si después de que te cuente como me lo follé, quieres saber las orgías de la pandilla también te las contaré.