El Cole

Juventud, testosterona, superhormonacion, ....en fin tener los huevos llenos de leche y ser un adolescente; los protagonistas de esta historia, compañeros de colegio viven en la vida real una de esas experiencias con las que tanto sueñan y fantasean, y sin tener que hacer peyas. Aunque quiza algo si hagan con sus poyas....¿sera accidentalemnte?

Se de un lugar para ti, abre tu corazón que ahí vengo a buscarte...amor. (Triana)

Eran las 8 de la mañana cuando la alarma del despertador empezó a rugir. Carlos abrió los ojos un día mas y con resignación aunque con buena voluntad se levanto para afrontar un nuevo día de colegio. El despertar fue cómo el de todos los días…apartó las sabanas, se agarro el pene erecto en la goma del pijama por si encontraba a alguien por el pasillo, y se fue directo a la ducha.

Una vez desnudo y bajo el agua empezó a despertarse a la vez que su glande volvía a un estado mas "tranquilo". K cachondo me he vuelto a levantar hoy –se decía a si mismo-. Que habré soñado

Una vez preparado después del desayuno, cogió su mochila y emprendió el camino hacia la ruta k había de llevarle al colegio. El trayecto era un tanto aburrido, mas bien se le hacia monótono después de recorrerlo durante tantos años. Sin embargo el sabia distraerse con tanto chavalito alrededor. Especialmente con Luis, un compañero de clase que conocía desde pequeño y con el que se llevaba bien, aunque no hablaran mucho. Ya hacia años que le llamaba la atención, siempre había sido un chico especialmente mono, pero en esos últimos meses la verdad es que se había vuelto un "pivón"; con esa cara de facciones duras y marcadas, y esa tez morena bajo ese pelo corto de brillantes rizos castaños. A sus años su cuerpo ya hacia tiempo que había comenzado el proceso hacia la pubertad, y aunque seguía teniendo el cuerpo delgado de un chico joven, sus brazos y su culo eran pura fibra.

Cuando Carlos subía al autobús, este ya había recogido a casi todos los alumnos, y allí, hacia el fondo estaba Luis. La verdad es que Carlos se iba poniendo cachondo con más de uno según avanzaba por el pasillo. Cuanta polla suelta alrededor –pensaba-. Siguió avanzando mientras saludaba a alguno de sus compañeros con cara de seguir dormido, dejando para si mismo la excitación que experimentaba por dentro una mañana mas, hasta que llego a una fila de asientos vacía justo delante de la de Luis al fondo del autobús: Le echo una mirada desde los ojos hasta el paquete durante los dos segundos que tardo en quitarse la mochila antes de sentarse; Luis miro sus ojos desde abajo durante ese instante, siguiendo su mirada, pero todo quedo como un cruce de miradas típico de cuando algo nuevo pasa o se mueve alrededor. Bueno, o al menos eso disimulo Carlos, pues él ya sabía como chequear a sus compañeros de arriba abajo rápidamente y sin que nadie se diera cuenta.

Se sentó en el asiento de la ventana y puso los pies y la mochila en el otro. Por un momento quedo inmóvil y pensó, "que bueno esta este cabrón hoy, que perro". Giró la cabeza hacia la derecha y siguió mirándole por el espacio que separaban los dos asientos, como solía hacer a menudo cada vez que tocaba tío bueno detrás. Primero se quedo anonadado con su cara, no sabia k tenia ese tío pero le ponía demasiado; luego lo flipo un poco con sus labios, carnosos y con una forma muy peculiar que los hacían muy sensuales. Se moría de ganas por tocarlos, por morderlos, por chuparlos, y por hundir los suyos en ellos y besarlos. Carlos no sabía lo que era el amor, o al menos no lo comprendía. A su edad, sintiendo como sentía y teniendo que llevarlo en secreto contra la sociedad que le había enseñado que eso no existía o que estaba mal, él no tenia tiempo para pararse a pensar lo que era el amor, o si el sentía amor…, ni se le pasaba por la cabeza, pero quizás realmente estuviera enamorado de ese tal Luis aunque no se diera cuenta. De cualquier manera a su edad lo que estaba era especialmente lleno de testosterona, y al sentarse ahí, entre el roce del pantalón, y el deleite de mirar a Luis ya se había vuelto a poner cachondo, por lo que decidió ponerse la mochila encima del gran bulto, y fijó su mirada en el de su compañero, que se había puesto esos vaqueritos claros que a Carlos tanto le ponían, los cuales se introducían levemente por su raja marcándole ese culito de ensueño, redondito y duro. Por la parte de adelante, en la cual Carlos había fijado su vista sin poder despegarla, el espectáculo no era menor. Entre sus dos piernas se marcaba todo ese aparato genital, pudiendo averiguar que era cada parte de él. Carlos se frotaba la polla disimuladamente y casi empezaba a salivar mientras reconocía esos dos grandes testículos a cada lado del paquete, y la forma de ese pedazo de miembro, del cual creía incluso vislumbrar la forma del prepucio. Luis lo mantenía en movimiento pues estaba sentado con una compañera de clase de las que van de "guay" y le tiran los tejos a todos los tíos buenos, y se andaban haciendo cosquillas o algo así. A Carlos le venia estupendo, pues veía todas las formas de ese gran paquete de mejor manera y sin poder ser pillado por el dueño, pues la otra le mantenía distraído. Una pena que prefiera perder el tiempo con estas petardas, yo se lo iba a hacer pasar mucho mejor –pensó mientras se lamió los labios y se apretó la polla fuertemente con la mano, expulsando todo su capullo. En ese justo momento, la ruta paro, había llegado al puto cole, así que volvió a hacer el truco de la goma como por la mañana, aunque en este caso se tuvo k ayudar colocándose la mochila por delante mientras bajaba, y durante algunos minutos mas en su camino hacia la clase hasta que la excitación paso.

La primera clase era de dibujo, no estaba mal para empezar el día pero Carlos seguía con la cabeza en otras cosas. Se sentó y al poco rato llego Luis el cual se situó una fila mas alante k el, un poco hacia la derecha. Solo le veía de espaldas, pero aun así no podía separar la mirada de el, estando ahí tan cerca, casi podía olerle. Además, al estar encorvado dibujando quien sabe que, dejaba ver gran parte de los slips apretaditos que llevaba, y Carlos no paraba de pensar en morder ese culo. Ya estaba otra vez cachondo, se metió la mano en el bolsillo para colocarse la morcilla de manera que fuera menos canteo y movía las piernas de manera que le diera gustito, a falta de poder tocársela y machacársela.

Al parecer Luis no andaba fino con su dibujo y no paraba de levantarse cada dos por tres para ir a preguntarle dudas al profesor, por lo cual cada vez que volvía a su pupitre a Carlos se le caía la baba observando venir ese paquete, k cabía malamente en esos pantalones. También veía Luis como alguna de las otras chicas miraban lo mismo, incluso alguna de las empollonas y pijitas con reputación de niña buena. Valla golfas – se decía- que listas, en fin, no es para menos….

Carlos no se concentraba con el dibujo que tenia k hacer, intentaba inventarse algo pero por su cabeza solo corrían pollas, falos, miembros en erección dispuestos a ser mamados…..- !!Joder, que cachondo estoy!!! –

Al termino de esa clase pensó que no podía pasar todo el día así, seria un infierno, así que decidió irse a uno de los baños mas alejados del colegio donde habría menos gente para hacerse un buen pajote y liberar "tensiones". Una vez allí se metió en uno de los compartimentos del W:C, se bajo los pantalones y los calzones hasta las rodillas y comenzó a sobarse la polla, la cual no tardo en ponerse dura como una piedra. Empezó a masturbarse primero lentamente, dejando sentir el gran placer al salir y entrar de su prepucio, mientras se la sobaba de arriba abajo y se imaginaba el miembro de Luis en su boca. Le estaba dando un gusto tremendo, estaba verdaderamente excitado, así que empezó a machacársela mas rápidamente, agarrándola bien por la base y subiendo hasta arriba. Sintió que en breve se iba a correr, se subió un poco la camiseta y se froto los pezones con la otra mano, mientras se relamía los labios con los ojos cerrados. Subió un poco más el ritmo y empezó a soltar un corridote enorme que le hizo temblar el cuerpo. Incluso se dejo llevar y dejo salir un sonoro "¡¡Aaaahhhhhh!!". Al principio unas cuantas gotas de esa joven leche salieron disparadas hacia la pared de enfrente y hacia la tapa subida del W.C., y unos segundo mas tarde siguió chorreando leche dentro del water, con un ritmo de masturbación mas lento, aunque no d menos placer.

Al terminar respiro hondo y se recompuso como pudo. -¡Valla cacho de paja que me he hecho! Lo necesitaba!-. Limpio un poco el desastre que había armado, se limpio el cacho miembro que le colgaba y se la guardo en los calzones. Se dio cuenta de que se le había hecho tarde, y aun tenia k ir a una taquilla a coger la bolsa de gimnasia, pues esa era la siguiente clase. Corrió hacia los vestuarios y se cambio de ropa, todavía un poco bajo el shock del pajote que se acababa de hacer, y se planto en el gimnasio donde la clase ya había comenzado. Al verlo la profesora, le miro con su habitual cara de perro verde y le echo de clase argumentando que llegaba 15 minutos tarde.

Carlos no tuvo más remedio que volver al vestuario –joder como la cago. Bueno al menos la gran paja ha merecido la pena-. Una vez dentro saco su ropa y se desvistió, resignado, sin prisa alguna. Estaba en calzones, marcapaquete blanco para mas información cuando se abrió la puerta y no le quedó otra que flipar, al ver entrar a Luis. Le dio un poco de palo encontrársele de frente estando casi en pelotas, aunque el cuerpo de Carlos no tenia nada que envidiar al de Luis. Además ya se había hecho la paja, y se había quedado tranquilo, podría controlar su excitación ante "ese pivon", o al menos eso creía

¿Que haces aquí? – Le pregunto

Nada tronco, que me he jodido el tobillo haciendo salto de longitud- Contestó Luis.

¿Ostia tío que putada, te ha dolido mucho o que?- Volvió a preguntar Carlos mientras el otro se acercaba.

Luis soltó un "bueno…". Una vez ya estando al lado de Carlos y de una vez lo empotro contra la pared, dándole un morreo en todos los labios. Carlos no podía creerlo, lo estaba flipando a más no poder. ¡Esos labios que tanto había deseado eran los que ahora estaban hundiéndose en los suyos! ¡Era un jodido sueño! No, no lo era….se dio cuenta de cómo se le había vuelto a empalmar el nabo y desde luego que aquello era real, así que después de unos segundos en los que se había quedado agilipollado reacciono correspondiéndole. Relajo su boca y la abrió, dejando a Luis inspeccionar su boca con esa lengua tan sabrosa, y haciendo él lo mismo, cerrando los ojos y perdiéndose en el increíble momento de placer y excitación.

De repente Luis se separo y se le quedo mirando con una cara un tanto sarcástica, que a Carlos le impuso. Este le miraba fijamente sin poder decir nada, intentando recobrar la respiración.

Jajaja ¿Por que te asustas? Después de todo lo que me miras no creo k t moleste que te meta un poco la lengüita, ¿no?

¿Como que te miro?- Pregunto Carlos

Joder Carlos, que no soy bobo. Te he visto esta mañana como me mirabas el paquete y…t sobabas el pito guarro…Solo que me he hecho el tonto, para dejarte disfrutarlo. Al igual que me he hecho el tonto los últimos años, todos estos años que me llevas mirando. Los heteros no se dan cuenta cuando los miras, pero yo que también los miro y conozco la táctica, si que me doy cuenta cuando me miran ajaja…Mañana si no te importa te sientas tu a mi lado en el autobús, que estoy hasta el culo de la pesada de Noelia…-Le explico Luis, sobándose un poco la polla que también se le había puesto dura, por encima de esos pantalones de chándal de cole, que la marcaban perfectamente.

Según le dijo esto se volvió a lanzar sobre el, y le volvió a morrear mientras le sobaba el pene a Carlos, que no se le había bajado, para finalmente sacársela por uno de los lados del calzón. Carlos se relajo después de lo que le había contado Luis, y aunque le costaba creerlo no cabía en si de alegría. Nunca se hubiera imaginado que aquello pudiera pasar, y estaba pasando, ¡y se lo estaba comiendo!

Sin soltarlo, Luis que le estaba metiendo un repaso en la boca de tres pares de cojones al mismo tiempo que exprimía su polla de todas las maneras posibles, y le sobaba el culo, se lo llevo al fondo del vestuario, y lo metió en una de las duchas. La situación era muy excitante y a la vez peligrosa, pues cualquier persona podría entrar de un momento a otro. Los dos lo sabían, pero también sabían que aquello no les haría parar. Era un momento de puro impulso pasional. Querían juntar sus cuerpos, olerse, tocarse, agarrarse, chuparse…Culminarían como fuere ese arrebato de juventud.

Una vez de pie dentro de la ducha Carlos ya llevaba los calzones por los tobillos, y Luis seguía con la polla de este en su mano. Se sobaban el uno al otro mientras se besaban a lo bestia. Carlos dejo de tocarle la polla a Luis por encima para tocarle sus pezones por debajo de la camiseta, justo antes de quitársela. Acto seguido se los chupo con los labios y la lengua, mientras le bajo los pantalones y los calzones….Prosiguió su ansia de saciar su sed, y bajó con su lengüita por el ombligo, hasta plantarse de rodillas delante de ese gran dolmen que tanto había deseado, esperándole imponente ante el. El ya creía correrse solo de verlo tan cerca y de olerlo. Sentía el frescor de su líquido preseminal en la punta de su polla, cuando decidió darle un lametazo de diez millones de años a ese precioso capullo, para luego resbalar esa gran polla por todas las papilas gustativas de su boca, hasta la garganta. Lo hizo primero varias veces lentamente, cerrando los ojos para disfrutarlo más. Su boca no paraba de lubricarla debido a toda la saliva que estaba produciendo. Luego la cogió con una mano, mientras con la otra le sobaba los gordos huevos de fina piel. Miro hacia arriba a los ojos de Luis dejando entre medias ese bello bosque de moreno vello púbico. Se miraban fijamente mientras Carlos chupaba de esa manera, hasta que Luis le agarro de la cabeza y le dirigió el paso que quería que siguiera empujándolo hacia el.

Carlos hubiera seguido así durante horas, pero Luis decidió arrodillarse frente a el. Le agarro los pezones, juntó su polla a la de Carlos y se volvieron a morrear. Estaban los dos muy excitados, y se pasaban el uno al otro cientos de litros de deseo, dejando resbalar la pasión entre sus lenguas.

Luis le dio la vuelta a Carlos suavemente, mientras le sobaba el cuerpo. Le beso una oreja, el cuello y la nuca, y fue bajando por la espalda con su lengua chorreante a la vez que hacia a Carlos irse encorvando hacia delante. Cuando llego a la rabadilla Carlos arqueo un poco la espalda, dejando soltar otro suave "Aaahhhh", y cayéndole un chorro de saliva por el cuerpo y al suelo. Se preguntaba si Luis le iba a penetrar, nunca lo había probado, ni siquiera se había metido nada nunca. Pero ahora que Luis lamía su ano, primero con la punta de la lengua, y luego con toda ella, sabía que le dejaría hacerlo. Es mas, deseaba que lo hiciera.

Comenzó a gemir suavemente cuando empezó a notar como su culo se abría para dejar entrar la respiración y la lengua de Luis. Cada vez llegaba mas adentro, cada vez sentía mas placer. Luis le sobaba los huevos colgantes al mismo tiempo, y Carlos prefería no tocarse la polla, por miedo a correrse antes de tiempo.

Luis le propino un gran lametazo final en el agujerito del culo, abriendo bien la boca para recorrerlo desde la base de su lengua hasta la puntita. Acto seguido se incorporo, poniendo la punta de su prepucio a la entrada del placer. Se echo hacia delante y mordió el lóbulo de Carlos, cuya respiración estaba acelerada. Por un instante le chupo el cuello, y una vez Carlos giro la cabeza hacia atrás se morrearon y le incrusto la polla lenta pero de una vez y firmemente hasta el final. Carlos dejo de besarle para abrir la boca y soltar otro inevitable "AAaaaahhhhhh", un tanto diferente a los anteriores mientas se le anublaban los ojos. Luego siguieron besándose y chupándose las lenguas mientras Luis le zurraba el culo una y otra vez con ese buen instrumento. Carlos moría de placer, le encantaba tener la polla de Luis dentro, y agachó la cabeza al lado de sus codos que estaban en el suelo para ser sodomizado.

Luis se echo hacia atrás levantándose sobre sus rodillas y agarrando a Carlos por las caderas para fallárselo mas placenteremante. De vez en cuando pasaba su mano por su espalda o por su vientre, pecho y pezones, mientras aumentaba el ritmo de meter y sacarla. Carlos, ahí abajo, emitía un mezcla entre gemido y sollozo q iba al compás de la enculación. Sin duda estaba sintiendo el mayor placer de su vida, y querría k nunca acabase. Luis seguía cada vez mas fuerte "Plas plas plas!", sonaban sus huevos chocando contra los de Carlos. Finalmente, este le agarro más fuertemente y acelero algo más el ritmo. También podía escucharse su respiración cada vez más fuerte y forzada, convirtiéndose en gemido. Ambos dos emitían sonidos que intentaban disimular, pero k de ninguna manera podían evitar. Luis le metía ahora la polla hasta al final a una velocidad e intensidad que a Carlos le hicieron comprender que su culo iba ser llenado de leche en breve. Le gustaría que se la echara en la boca, pero no se sacaría jamás esa polla de su culito. Se agarro el pene y se la empezo a machacar, poniendo su cabeza contra el suelo. Luis empezó a correrse ¡¡¡UHF!!!, ¡¡¡OOooooohhhhhhh!!! Incrustándole la polla fuertemente durante un rato largo, por lo k a Carlos le dio tiempo de empezar a correrse mientras Luis todavía echaba liquido y gemía como un perro.

¡No pares!! Decía Carlos, ¡sigue dándome!, mientras empezó a soltar otra corrida enorme que le salpicaba el abdomen, el pecho, y la cara, a la vez que gritaba de placer!!!!!aaaahhhhhhhhghhhhh¡¡¡¡!!!!uuuffffffff¡¡¡¡¡¡¡ !!!AAAaaaaaaghhhghhh¡¡¡¡¡

Luis saco su polla y dio la vuelta a Carlos, y tumbándose sobre su corridón, se agarraron y besaron ahora mas lentamente, relajando su respiración, mientras todavía sentían algo de placer y sus pollas echaban los últimos resquicios de pasión.

¿Oye y tu tobillo? –Pregunto Carlos-

¡Era trola1! Me lo he inventado – Respondió Luis

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